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División 

político-territorial interna del naciente Estado dominicano (1844-1861)
El Estado dominicano surgió a mediado del siglo XIX en la parte oriental de la isla de
Santo Domingo. A los fines
de organizar política y administrativamente el nuevo Estado,
la Asamblea Constituyente, reunida en
San Cristóbal, dictó la Constitución política del año 1844.
En dicha carta magna dejó establecido en su artículo 4 que “el territorio de
la República se divide en cinco provincias, que son: Compostela de Azua, Santo
Domingo, Santa Cruz del Seibo, Concepción de La Vega y Santiago de los Caballeros”.
Más adelante, mediante la Ley No. 40, de fecha 9 de junio de 1845,
estas provincias fueron subdivididas en veintisiete comunes. Esta conformación puede
ser considerada, de manera formal, como la
primera división política del territorio dominicano. Años más tarde, en 1958, fueron
creados tres grandes departamentos: El Seibo, Ozama y
Cibao, que comprendían las cinco provincias ya existentes.
Esta nueva estructura organizativa, en la que las provincias constituían las
demarcaciones político-administrativas mayores y las comunes -subdivisiones de las
provincias- las demarcaciones menores, se mantuvo desde 1845 hasta 1861. Durante
ese período, la administración política no sufrió cambios sustanciales en lo que
respecta al número de provincias y comunes; sin embargo, se tomaron medidas que
procuraron la organización urbano-rural del territorio, así como el establecimiento de
límites entre comunes y la creación de los “alcaldes pedáneos”.
Evolución de la población de la República Dominicana

 Un informe del Banco Mundial sobre América Latina denominado “La movilidad
económica y el crecimiento de la clase media en América Latina” caracteriza la
clase media según el concepto de seguridad económica y señala como rasgo
distintivo para pertenecer a este grupo la estabilidad económica del hogar lo que
implica baja probabilidad de volver a la pobreza. También define como grupos
vulnerables los hogares que se mueven entre la pobreza y la clase media con
probabilidad de caer en la pobreza.
 En atención a lo anterior el informe define tres clases económicas: 1) los pobres,
cuyo ingreso per cápita es menor de US$4 al día; 2) los vulnerables, con US$4-
US$10 al día; y 3) la clase media, con US$10-US$50 al día (cifras expresadas según
la paridad del poder adquisitivo del ano 2005). El resto, con más de US$50 al día,
representan menos del 3 por ciento de la población de la región.
 La diversidad étnica, cultural y lingüística latinoamericana y los recursos
humanos que la educación requiere
 «La orientación monolingüe dominante, cultivada en el mundo desarrollado,
considera que la existencia de dos idiomas es una tontería; cuando los idiomas
son tres, ve la situación como antieconómica y cuando son muchos como un
absurdo. En los países multilingües, la existencia de muchos idiomas constituye
simplemente un hecho de la vida real; cualquier restricción en la escogencia de
un idioma es una tontería; y escoger un solo idioma no sólo resulta
antieconómico, sino es más bien un verdadero absurdo». (D.P. Pattanayak,
1984)2.
 «Un fotógrafo exitoso sabe que para capturar la esencia de múltiples imágenes,
se requiere de una variedad de lentes. Aun los lentes gran angulares de mayor
alcance no pueden captar la complejidad de la realidad. De la misma manera,
una persona monolingüe, aun si habla un idioma de amplia comunicación como
el inglés, nunca logra acceder al sentido y significado completos y a la
comprensión y conocimiento cabales de otros grupos etnolingüísticos -o incluso
de su propio grupo-. Uno tiene que poder ver su propio grupo desde adentro,
desde el punto de vista de uno mismo, y desde afuera, tal y como lo ven otros,
a fin de realmente estar en capacidad de apreciarlo y conocerlo... Para incluir la
diversidad del mundo en una foto, se requiere de una variedad de lentes. Pero
no es suficiente heredar o poder comprar muchos lentes. Un fotógrafo logrado
también necesita instrucción adecuada: oportunidades para usar lentes
diferentes a fin de crear imágenes múltiples y una visión balanceada y
enfocada, así como para aprender cuándo usar un lente u otro o todos». (T.
Skutnabb-Kangas y O. García, 1995).

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