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MENSAJES

DEL SANCTUM CELESTIAL

Por Raymond Bernard

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CONTENIDO
Capitulo Página
A los Lectores que no son Miembros de la Orden Rosacruz AMORC 4
Preámbulo 5
Introducción 6
I Observación, Visualización y Comunión Cósmica 8
II El Sanctum Celestial 13
III El Ceremonial 18
IV Sobre un Principio Fundamental 22
V La Ley del Silencio 29
VI Ciclos. Día Solar y las Experiencias Psíquicas 38
VII Los Servicios de Comunión en el Sanctum Celestial 44
VIII Los Poderes Psíquicos 51
IX La Magia —Ciencia de los Magos 56
X Contactos con el Plano Psíquico 61
XI Sectas y Grupos Religiosos 67
XII Profecías y Predicciones 72
XIII Curación Espiritual 79
XIV El Alma Personalidad y el Cuerpo Psíquico 87
XV Los Apetitos Físicos 91
XVI El Alma de los Animales 99
XVII Las Vidas Sucesivas 104
XVIII La Ley de la Compensación o Karma 109
XIX El Místico Moderno 113
XX Una Iniciación en el Sanctum Celestial 120
Conclusión 127

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EL SANCTUM CELESTIAL

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A los lectores que no son Miembros de la Orden Rosacruz, AMORC

ESTE libro, originalmente publicado en forma de entregas, ha sido escrito


solamente para miembros de la Orden Rosacruz AMORC. Está ahora dirigido
a una más amplia distribución, y debido a que el texto no ha sido sometido a
ninguna modificación ni adaptación, se deben dar ciertas definiciones a los
lectores no familiarizados con nuestra organización. Aconsejamos que para
obtener un beneficio real de su lectura soliciten a la Orden Rosacruz,
AMORC, un ejemplar del folleto LIBER 777, al que a menudo se hace
referencia en este libro; y si carecen totalmente de información válida acerca
de la Orden, deberían pedir al mismo tiempo alguna literatura explicativa y,
específicamente, el folleto gratis titulado “DOMINIO DE LA VIDA”. Esto les
permitirá evitar todas las conclusiones apresuradas y comprender mejor la
terminología ocasionalmente usada por el autor.
La Orden Rosacruz AMORC no es ni una secta ni un gremio religioso. No
enseña dogmas. Ofrece soluciones a muchos problemas y alimento para el
pensamiento, pero sus miembros retienen, en todo momento y en toda
forma, la más amplia libertad. Específicamente, ellos son libres de pensar y
de actuar de acuerdo con sus propias conclusiones y concepciones, sin
ignorar, sin embargo, o rechazar, las conclusiones y concepciones de los
demás. La verdad es Una bajo sus múltiples y variados aspectos. Este libro
ofrece uno de estos aspectos y para algunos será un paso hacia la Verdad
oculta en cada ser. Para otros será el camino hacia la Orden Rosacruz
AMORC. Pero, para todos, intenta ser el ensayo simple de un autor
comprometido a la ley fundamental de la organización en la que él tiene una
de las más altas responsabilidades. Esta ley es: Servicio.

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PREÁMBULO
Para Miembros de la Orden Rosacruz A.M.O.R.C.

ESTE trabajo lleva el titulo ‘MENSAJES DEL SANCTUM CELESTIAL. El


Sanctum Celestial es un elemento básico de nuestra vida Rosacruz. Sin
embargo, uno generalmente no le presta suficiente atención. Este nuevo
trabajo ha sido escrito para ayudar a ustedes en una manera práctica con
sus contactos. En él se han reunido muchos asuntos, tales como la
visualización, la Era de Acuario, los Períodos Rosacruces, etc. Pero sobre
todo se revela a ustedes en esto un método personal para el contacto
Cósmico y el trabajo que se lleva a cabo en el Sanctum Celestial.
Gracias a la visualización, cada uno de ustedes puede tener su lugar
privado dentro del Sanctum Celestial y entrar a él fácilmente para seguir el
método aquí indicado. De cualquier modo, está ahí, y por medio del Sanctum
Celestial es que sus problemas espirituales y materiales pueden encontrar
su efectiva solución; se han hecho todos los esfuerzos para mostrarles cómo.
Sin embargo. si este trabajo ha sido hecho para ustedes, no importa qué
grado hayan alcanzado—y hasta si son novicios en la Orden— es debido a
que cada Rosacruz ha atribuido al Sanctum Celestial mucha importancia y
eficacia.
Específicamente, después de asimilar los principios de este libro, ustedes
pueden participar inmediatamente en los experimentos que regular y
sistemáticamente se llevan a cabo en el Sanctum Celestial con los miembros
de la Orden Rosacruz AMORC, en períodos especiales anunciados con
anticipación en la revista EL ROSACRUZ. Existe poca duda de que este
nuevo trabajo será útil para ustedes en todo momento, y que él puede
transformar su existencia comenzando, por supuesto, con su vida anterior.
¡Que la Paz Profunda more para siempre en cada uno de ustedes!

Raymond Bernard

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INTRODUCCIÓN

EL Liber 777, en su nueva definición, se titula El Sanctum Celestial, y me


parece útil que les cite su introducción:
El texto original de este folleto fue escrito en 1930 por Fráter Charles Dana
Dean, Gran Maestro de AMORC, que pasó por la transición el 25 de julio de
1933. Presenta él la inspiradora creación del trabajo que sigue, original del
Dr. H. Spencer Lewis. El Dr. Lewis fue el primer Imperator de AMORC para su
segundo ciclo de actividad en Norteamérica y fue quien la restableció e hizo
avanzar. El texto que sigue define tan espléndidamente los propósitos de
quien lo concibiera, que solamente ha sido alterado para estar de acuerdo con
la fraseología que requiere el paso del tiempo y para relacionarlo con las
presentes necesidades de los miembros y de aquellos que desean hacer uso
de sus nobles características. El actual Imperator de AMORC para la
Jurisdicción Mundial, Ralph M. Lewis, ha asumido los labores Espirituales y
Cósmicas del Sanctum Celestial y dirige su presente programa de actividades.
Como lo especifica esta introducción, solamente ha sido cambiado el título
del Liber 777, sin alterar en lo más mínimo el trabajo en sí mismo y sus
propósitos. Es necesaria una importante declaración antes de que ustedes
lean los mensajes impartidos en estas páginas. Como verán, se ha conferido
al Sanctum Celestial el aspecto de una catedral, en lo que concierne al autor
personalmente.
Ustedes pueden adoptar la misma forma de visualización de él o elegir
otra. Solamente importa la visualización en sí y a ustedes se les recordará
esto tan a menudo como sea necesario. Se les advierte a ustedes que las
situaciones, lugares y cosas en este trabajo son esencialmente simbólicos.
Ellas están condicionadas por el proceso de visualización; pero los mensajes
mantienen justamente todo su mismo valor. Son ellos el resultado de
contactos cósmicos. Es decir, expresan la luz que el autor recibió en el plano
del Sanctum Celestial. Los “maestros” a que él se refiere designan el estado
interior alcanzado en el momento de un contacto en particular. Si el contacto
cósmico que se realiza concierne con una cuestión práctica, este contacto
interno se llama “El maestro de experimentación”. Si el contacto tiene como
objeto un asunto conectado con la ley universal de amor, “el maestro
benevolente” describirá el estado interno alcanzado para recibir la luz
dispensada por el Sanctum Celestial, etc. Una atenta lectura de todo el
primer capítulo, titulado Observación, visualización y comunión cósmica les
permitirá comprender la forma adoptada en este trabajo para enseñarles
cómo alcanzar fácilmente el Sanctum Celestial y beneficiarse de sus rayos de
luz cósmica.
Sus contactos variarán de acuerdo con el motivo que los gobiernen, y son
ustedes mismos los que siempre determinarán este motivo. En esta forma,
su estado interno será una función del motivo que hayan elegido o del
asunto que los guiará al Sanctum Celestial. Ustedes pueden personalizar la
intuición que recibirán, la luz que habrán adquirido, atribuyendo su fuente a
un maestro, para darle forma, por así decirlo. Esto cae dentro del marco de
la visualización original. En verdad, sin embargo, la inmensa satisfacción
que ustedes derivarán de sus contactos, la comprensión que ellos le darán,
tendrán como su sola y única fuente el Cósmico en toda su impersonalidad.

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Para comunicarse con la suprema sabiduría del Cósmico y para atraer
incomparable iluminación de esta comunión incomparable, no existe método
más efectivo que el de la visualización, explicado a fondo en estas páginas. Si
ustedes aprenden bien el método, pueden obtener satisfacción del Cósmico
para todas las cuestiones que deseen aclarar y para todas las necesidades y
deseos legítimos.
Después cuando terminen de leer, deberían estar capacitados para poner
en práctica lo que se ha hecho una parte integrante de su ser, porque
cuando quiera que sea que sientan la necesidad, conocerán cómo alcanzar
su ser interno, alcanzar allí el Sanctum Celestial el “estado” único, el único
“punto focal”, el único “lugar” donde el hombre puede encontrar verdaderas
soluciones para sus problemas y una respuesta válida para Sus preguntas.

Raymond Bernard

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CAPITULO UNO
OBSERVACIÓN, VISUALIZACIÓN Y COMUNIÓN CÓSMICA

Todos los miembros de la Orden Rosacruz AMORC han escuchado acerca


del Sanctum Celestial. Todos han leído el Liber 777 que define el objeto y las
actividades de este lugar Cósmico y que revela los medios de establecer
contacto. Sin embargo, pocos son aquellos que conocen cómo atraer todos
los beneficios de lo que la terminología Rosacruz llama "comunión con el
Sanctum Celestial". Algunos declaran que jamás han tenido éxito en elevarse
a esta sublime mansión de luz y paz. Sin embargo, informes recibidos en
esta materia muestran evidencia de que muchos la alcanzaron sin estar
objetivamente conscientes del resultado obtenido.
En verdad, muchos de los fracasos -si fueron fracasos- se han debido
básicamente al desaliento o a una negligencia lamentable. Es verdad que
después de varias tentativas supuestamente infructuosas existe la gran
tentación de renunciar a renovados esfuerzos. Más a menudo muchos, sin
embargo, aunque no ignorantes de los beneficios y de la ayuda poderosa de
un contacto con el Sanctum Celestial, son empujados a confiar sólo en su
propio razonamiento para armonizar condiciones en sus vidas, en vez de
primero buscar más luz y fuerza en la comunión Cósmica.
El fracaso en un intento por elevarse al "plano" del Sanctum Celestial se
debe, por una parte, a un imperfecto conocimiento de los principios
incluidos en el Liber 777 y, por otra parte, a una falta de verdadera
visualización. El Liber 777 no debe ser "leído". Uno debe estudiarlo
incesantemente y absorberlo tan completamente que se haga una parte
viviente del ser total de uno. Entonces, en el momento cuando se busca el
contacto, se establece una especie de automatización por medio de la cual se
lleva a cabo la acción sin que la mente objetiva interfiera en el primer plano.
Esta automatización puede llamarse una "actitud interna" que se apodera
del ser objetivo para guiar la experiencia tan pronto como se ha hecho la
decisión para intentarlo. Sin embargo, este resultado no puede obtenerse a
menos que el intelecto esté saturado con la técnica que debe seguirse, por
un incesante y repetido estudio del Liber 777.
La visualización, por sí misma, es un elemento básico en la búsqueda de
contacto con el Sanctum Celestial, como es en toda vida mística y Rosacruz.
Uno olvida muy fácilmente que la razón y las palabras son facultades de que
disfruta el Hombre para expresarse a sí mismo solamente en el plano físico, y
para comunicarse con otros en el mismo plano. Uno no se expresa a sí
mismo ni se comunica con otros planos y con el Ser interno en esta manera.
Los únicos medios para llegar allí, la única facultad dada al Hombre para
este propósito, es la visualización. Es por esto que en todas las técnicas
iniciáticas, místicas y hasta religiosas, las palabras y los gestos, el habla y el
movimiento, el sonido y el ritual no tienen otro propósito que no sea facilitar
-no despertar- una visualización interna por medio de la cual se establecerá
el estado de comunión. Los cantos, las oraciones y las diferentes formas
activas adoptadas bajo todas las latitudes, no tienen otro propósito. Por lo
tanto, la visualización es básica para una vida espiritual, indiferente de su
forma, y hasta el más humilde creyente visualiza sin saberlo. En lo que
respecta al iniciado y al adepto, ellos aprenden metódicamente a visualizar

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para alcanzar maestría sobre el dominio de la consciencia y para avanzar
con éxito de una etapa de evolución a otra.
Visualizar significa ''ver internamente'', y es evidente que uno no puede
alcanzar esto sin haber desarrollado primero la facultad de observación
objetiva. Muchas gentes miran “sin ver". Ellas continúan como autómatas
retrocediendo sobre ellos mismos, sin observar sus alrededores, a menos que
éstos sean de inmediato interés. Es por esto que ellas encuentran
dificultades insuperables cuando proceden a crear una "imagen" mental.
La observación es un asunto de querer. Uno debe, por lo menos al
comienzo, querer observar y, para este propósito, querer cambiar la atención
de uno, de adentro hacia afuera. Uno debe mirar alrededor conscientemente,
examinar las caras, los seres, las cosas, con la misma intensidad como un
fotógrafo o un pintor está concernido con el mínimo detalle. Al principio es
esto una empresa difícil, pero la perseverancia conduce a tales resultados
que allí, también, se establece una automatización -resultando en una más
rápida observación y hasta en una memoria más fiel y en una considerable
aptitud para la visualización efectiva.
En la visualización, los resultados de la observación se combinan con la
imaginación. Los fundamentos de la imagen que se va a crear están fijados
por la observación. En lo que a mí concierne, siempre tuve el hábito de
visualizar el Sanctum Celestial como una catedral. Pude también haber
elegido una mezquita, una sinagoga, un templo o cualquier otro edificio,
hasta uno profano; pero una catedral me inspira más y por esta razón la he
elegido como la base de mi propia visualización. He visto, para estar seguro,
más de una catedral, y en cada una de ellas "algo" me inspiró más. La
observación suple el conocimiento básico del tema. La tarea decisiva de la
imaginación es hacer efectiva la imagen mental agregándole caracteres
distintivos que evoquen emoción interior y exaltación espiritual. En mi
propio caso esto se obtiene combinando en mi imaginaria catedral todos los
"algos" que me inspiraron en las diferentes catedrales que he visitado, y
ningún detalle es inútil. Primeramente "veo" la catedral en su totalidad, como
si volara sobre ella; entonces "examino" sus detalles interiores y finalmente
me acerco a su portal central y penetro al interior, donde debe aplicarse el
mismo cuidado para la visualización; agregando, si es posible, el perfume del
incienso y otros detalles deseados.
El principio es que uno debe "vivir" la visualización para hacerse parte de
ella, como si ella fuera nuestra verdadera consciencia. Esta participación
puede compararse al estado establecido durante la proyección de una
película que nos interesa profundamente. En ese momento, estamos
"integrados" dentro de su intriga y escena. Nos identificamos enteramente
con la película; y esto es exactamente lo que debe ocurrir con la
visualización.
La visualización naturalmente que debe llegar a un fin y es lograda por la
parte pasiva de la experiencia, que es también un paso importante. La
visualización es el medio para alcanzar un estado deseado. Cuando este
estado se logra, los medios deben olvidarse. La creación mental se ha
obtenido y ha llegado el momento de beneficiarnos con ello. Es por lo tanto,
apropiado finalizar el trabajo de construcción y entregarse uno mismo al
estado alcanzado, con sus propias imágenes, pensamientos, emociones e

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impresiones. ¿Cuando ha llegado este momento? Es imposible dar una
indicación precisa de este asunto. Uno puede decir que, a cierto grado, la
transferencia opera por sí misma: la fase activa cambia gradual-mente
dentro de un estado de receptividad y uno sabe que la visualización concluye
y la comunicación ha comenzado. Dos preguntas surgen entonces: ¿Cuánto
tiempo dura esta comunicación? y ¿qué impresiones trae uno consigo de
ella?
La respuesta a la primera pregunta es simple: En el estado de comunión
cósmica, el tiempo no existe. Solamente después de la experiencia, una vez
que uno ha vuelto al estado de consciencia ordinario, uno descubre que la
experiencia, en su fase receptiva, duró un segundo, un minuto o un cuarto
de hora. Además uno advertirá que el resultado obtenido es el mismo, ya sea
que la experiencia tuvo lugar durante un segundo o un tiempo más largo, lo
que nos lleva a la segunda pregunta y su respuesta.
Durante la comunión existe consciencia en su sentido más absoluto.
Nuestro ser se sumerge en el corazón de omnisciencia y omnipotencia. Si la
visualización fue llevada a cabo para un propósito definido -solución de un
problema, un asunto de salud, ayuda o protección- la comunión trabaja en
tal manera que el propósito será alcanzado en su contenido universal. Si la
visualización apuntó nada más que a comunión sin propósito definido, la
comunicación tomará lugar en contenido total, y la persona traerá de vuelta
de ella cualquiera que sea lo más beneficioso para ella en ese momento. Esta
es, sin duda, la mejor forma de contacto, porque el ser interno conoce que es
lo mejor para el comunicante. Debería mantenerse en mente que en todos
los casos la comunión se hace con la Mente Universal, es decir, el Todo. La
única diferencia es que cuando una visualización es dirigida hacia un
propósito definido, entonces la respuesta también se separa del contenido
universal que está ajustada a todas formas de contacto, sin excepción.
Es importante mantener en mente que al instante de la comunicación no
existe percepción. La consciencia está vacía de formas. La respuesta
esperada o la ayuda, el mensaje y las expresiones, ganan una "forma
percibida y conscientemente conocible" durante el muy corto tiempo de
gradual retorno a la consciencia objetiva, durante el período de frontera
entre la verdadera comunión y la consciencia total en el nivel físico. En otras
palabras, así como uno retorna al mundo exterior así la "comunión" toma
una forma y ropaje perceptible en la comprensión humana. Por supuesto
que la comunión puede ser tan corta desde el punto de vista de las nociones
temporales y el "retorno" tan rápido que la percepción puede parecer
coincidir con la comunión; pero este no es el caso. En una forma, este
proceso es inverso de la visualización. La visualización terminó justamente
antes de la comunión y, después de ello, el nuevo conocimiento tomó
"cuerpo" y es "comprendido" en el aspecto particular en que fue visto.
Frecuentemente, en ese momento existen impresiones de imágenes, de
incienso u otras cosas. Esto varía con cada persona y también con el
contacto que fuera realizado; porque en el nivel de consciencia total este
contacto puede haber obtenido un entonamiento definido con un maestro,
con una asamblea mística o con otros adeptos que estaban en comunión en
el mismo momento. También es posible que algún "trabajo" específico sea
llevado a cabo en este alto nivel, por iniciados viviendo aún en este plano

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terreno. Estas diferentes condiciones pueden ser realizadas después que ha
tenido lugar el retorno. Es, por lo tanto, importante no apresurarse a
retornar a la consciencia objetiva. Lo mejor es dejar que las cosas se
desarrollen por sí mismas, por así decirlo, y que jueguen una parte pasiva en
este retorno, mientras se le contempla, y se observan las impresiones que
gradualmente toman forma. Uno debe así ser un espectador para el propio
ser. Si el pensamiento parece extraviarse, si se forman asociaciones de ideas,
es suficiente seguir atentamente su desarrollo.
No debe intervenir la voluntad. Tan pronto como eso ocurre termina la
experiencia porque la consciencia objetiva nuevamente ha tomado control
del ser. Puede también ser que uno no perciba ninguna impresión
particular, pero esto no significa que la comunión fue un fracaso. La razón
para una aparente falta de impresiones se debe solamente al hecho que no
existió una conveniente percepción en el momento deseado. quizás la
consciencia objetiva ocupó sus actividades muy rápidamente, o el retorno
tuvo lugar con receptividad imperfecta, sin haber sido "seguida" como
debería haber sido. En cada caso la comprensión no podría haber cumplido
su tarea. Sin embargo, el que ha sido transportado a la experiencia en la
forma delineada arriba, puede descansar con la seguridad de que la
comunión ha tenido lugar verdaderamente y que fue un completo éxito,
significando que uno cosechará sus beneficios en toda forma. Lo que se ha
obtenido es nuestro, y el ser interno, que lo sabe, mirará en ello lo que la
consciencia externa percibirá eventualmente, si no al momento. Esto tendrá
lugar durante un período de relajamiento o antes de quedarse dormido o al
instante de despertar. El fruto de la comunión en ninguna forma será
percibido tan pronto como el ser interno encuentre la condición deseada,
para que así la comprensión pueda ser apropiadamente recibida, y usará
todas las ocasiones donde la consciencia objetiva es menos activa,
incluyendo momentos de emoción, susto o sorpresa. En caso extremo la
comprensión comenzará a esparcirse después que el problema está resuelto,
la ayuda concedida, la salud recuperada, porque el resultado de la comunión
está presente dentro de uno que la ha tenido, y este resultado opera aún si
no se está consciente de ello. Así, la actitud correcta se toma en la
circunstancia esperada, la necesaria inspiración aparece para la solución del
problema, el consejo médico produce efecto rápido y aumentado -una
pequeña reflexión que nos lleva a comprender que, si uno fue así "guiado",
es debido a que previamente efectuó la comunión.
Cada uno puede así ver la importancia fundamental de la visualización y
de los contactos cósmicos a los que da acceso. Pero esos contactos están
favorecidos y considerablemente facilitados en su comprensión fundamental
si ellos tienen lugar dentro del marco sublime del Sanctum Celestial. El
conocimiento de este Sanctum fue dado al mundo por el Dr. H. Spencer
Lewis, que lo concibió y lo produjo con la ayuda de un grupo de avanzados
iniciados. Él, entonces, transfirió la responsabilidad para ello a la Orden
Rosacruz AMORC, que, en forma vigilante, asegura su perpetuo
mantenimiento. El Liber 777 define y explica este Sanctum Celestial. El
Imperator, Ralph M. Lewis, necesitó solamente cambiar sus términos para
adaptarlo a los tiempos modernos y a las presentes necesidades de nuestros
miembros que desean compartir sus nobles beneficios.

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En nuestros días es casi común afirmar el poder creativo del pensamiento
y dar importancia al hecho que el pensamiento es más poderoso y efectivo
que alguna vez puedan ser todos los esfuerzos humanos. El Sanctum
Celestial ha sido creado con la ayuda de esta fuerza creativa. Esto significa
que tiene una existencia real. Para estar seguros, su naturaleza es tal que no
puede ser percibida por los sentidos objetivos. Pero, ¿están por ello limitados
los pensamientos? Después de todo, cada hombre da cuerpo a sus
pensamientos, y su ser entero, su felicidad y sus realizaciones resultan de
ellos. El Sanctum Celestial, así mismo, es conocido a través de sus efectos
sobre aquellos que regularmente entran a él y sobre cualquiera que ha sido
ayudado por medio de él. Esto es justamente tan real y vivo como el alma
personalidad de la que nuestro cuerpo es el Sanctum. Esto es tan
verdaderamente existente como el templo construido de piedra donde el fiel
está acostumbrado a rezar; pero es más fácilmente accesible debido a que
puede ser alcanzado desde cualquier lugar donde uno se encuentre -ya sea
en la quietud del hogar de uno o en medio del ruido y excitación del tránsito
urbano. Es suficiente con llevar a cabo algunas simples instrucciones y
pasar, aún en los alrededores más desfavorables, por un corto periodo
mental de visualización. Este es el paso decisivo, y aunque parece al
principio lento y quizás difícil, la repetición le da progresivamente un
carácter determinado tan rápido y efectivo que se alcanza el Sanctum
Celestial casi al mismo momento en que despierta el deseo de entrar a él. Un
miembro de la Orden Rosacruz AMORC no puede ser excusado si no hace
uso diario de esta gloriosa creación. Debería estar en el fondo de su vida
mística y mundana. Debería ser el lugar al que puede elevarse meramente
reflejando sobre cualquiera circunstancia dada, para recibir un mensaje,
una instrucción, inspiración o ayuda.
Finalmente, el Sanctum Celestial debería gobernar sus estudios
Rosacruces, su investigación y experiencias místicas. Bajo su protección, en
su presencia, él debería crear su vida Rosacruz. Entonces su total existencia
estaría bañada en infinita armonía y comprensión, y su desarrollo interno se
desplegaría en una atmósfera de altas vibraciones espirituales. Las
dificultades humanas y las dolorosas experiencias serían iluminadas por
una perfecta comprensión y ayudaría a vencerlas mientras se acepta su
carga temporaria. En una palabra, él constantemente participaría del
privilegio de conocimiento siempre a su alcance, de acuerdo con su progreso
en el Sendero, y se bañaría en la luz aún no creada lista para manifestarse
dentro de él y a través de él.

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CAPÍTULO DOS
EL SANCTUM CELESTIAL

Invito ahora a mis lectores a que me acompañen en mi visualización del


Sanctum Celestial. Repito una vez más que en mi visualización, el Sanctum
Celestial toma la apariencia de una catedral por la razón que di, pero cada
uno puede darle la forma que elija. Solamente se requiere que esta forma
corresponda a su más profunda aspiración y que lo mueva e inspire a una
perfecta y efectiva visualización que sea tan precisa como la descripción de
“mi” catedral en este capítulo. Esa que —mis lectores pueden “ver” conmigo
— está erigida en el espacio, muy por encima de la Tierra, vasta e infundida
por la luz del Sol que acentúa sus contornos.
Allí está ella, brillando en su esplendor como el más puro diamante. Desde
alguna distancia aparece transparente, y se necesita una sostenida atención
para distinguir su arquitectura. La concepción del edificio es maravillosa. La
catedral mezcla armoniosamente los estilos romanesco y gótico, como si
refinara lo gótico y suavizara todas sus asperezas. Siete torres en punta
parecen despegar hacia el infinito. Una de ellas, en la parte trasera del
edificio, es más pesada y más alta que las otras y está rodeada en su base
por siete torres más pequeñas. Está superada por una inmensa cruz dorada
en cuyo centro se despliega el rubí de una rosa cuya brillantez es reflejada
en todas direcciones y baña la Tierra, lejos, en su luz apaciguante.
Desde el exterior uno advierte tres naves con bóvedas góticas, reforzadas
por primorosos arbotantes volantes. En cada lado de la fachada, marcada
por dos espiras, están los impresionantes portales esculpidos con dos
triángulos entrelazados y protegidos por bóvedas empotradas que están
decoradas por un millar de símbolos. Esta parte de la catedral culmina en la
alta torre central que percibimos antes. Es más o menos el punto medio del
edificio, porque en un lado apoya las naves frontales y en el otro la parte de
atrás de la estructura cuyos contornos redondeados sugieren una capilla
como templo. A esta vista total agreguen las innumerables ventanas de
relucientes vitreaux cuyos diseños no pueden verse claramente desde afuera,
y la inmensa, finamente esculpida ventana rosa. Den al monumento entero
proporciones infinitamente grandes y ustedes tendrán una idea aproximada
de su magnificencia.
Acerquémonos a la catedral y preparémonos a entrar a ella. Su fachada es
de esplendor inigualado. Dos portales de menor tamaño enmarcan el
gigantesco portal central. Está superado por un triángulo que alcanza la
base de la ventana rosa, y cuyas esquinas inferiores están unidas por los
triángulos sobre los portales del lado. Al tope de la fachada, otro triángulo
dentellado se eleva a la mitad de la altura de las dos torres que están medio
escondidas tras de un muro con 144 nichos, cada uno albergando una
estatua de los guardianes del edificio. ¿Qué representan ellos? Reconocí
solamente a unos pocos y pienso que ellos perpetúan la memoria de los
grandes fundadores de religiones y los más avanzados adeptos de todos los
tiempos.
Un poco más arriba, a un nivel con el centro de la ventana rosa, uno ve
doce estatuas en nichos más grandes, esculpidos con muchos símbolos,
entre los cuales brillan con especial fulgor las constelaciones del zodíaco.

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Realizo que ellos subrayan los ciclos fundamentales de la humanidad y que
cada estatua representa Uno que ha cumplido su misión en uno de estos
ciclos. Ellos eran Ram, Mithra, Abraham, Jesús, Mahoma y otros que no
puedo ver claramente. Abajo, además, hay otros siete nichos, y me arrebata
la emoción cuando reconozco a los más grandes Maestros concernidos con el
progreso de iniciación en nuestra Tierra.
Finalmente, hay dos estatuas entre los tres triángulos que sobrepasan a
los portales, una cubierta con ropaje blanco y la otra con ropaje negro. Ellas
simbolizan los dos pilares de la consciencia, la doble polaridad de donde
emana toda manifestación. A cada lado la decoración está completada por
doce nichos, uno arriba del otro, que llegan hasta la mitad de la altura de la
catedral. Las estatuas dentro de ellos simbolizan las sendas fundamentales
de la sabiduría, de acuerdo con la cábala tradicional. El total es
indescriptiblemente radiante. Su contemplación no está obscurecida por
ninguna impresión de sombras grises.
Todo es luz, y cuando nuestra mirada se fija en cualquier detalle, se
ilumina y revela claramente su significación al espectador. La sabiduría
primordial está corporificada en la catedral, y con sus innumerables
aspectos expresa un simbolismo universal que no puedo explicar. Para cada
visitante adquiere una significación particular de acuerdo con el grado de
comprensión que haya alcanzado y la dirección dada a su visualización,
provisto el caso que haya elegido una catedral para representar el Sanctum
Celestial.
La extraordinaria profusión de círculos y triángulos multicolores que
circundan el portal central es digna de larga meditación; no obstante, para
cada uno presentará un mensaje diferente. Los únicos símbolos que son
igualmente comprensibles para todos son los dos inmensos triángulos
tallados en los portales principales y circundados por un círculo perfecto.
Uno de ellos apunta hacia arriba, el otro hacia abajo. No existe otro símbolo
en los portales.
Así, ellos refuerzan la importancia del triángulo para el fundamental
progreso místico hacia la perfección y la unidad. Algunas veces, cuando uno
comienza a elevarse hacia la catedral, ella aparece lejos, sumergida en
nubes. Entonces a uno puede parecerle comprender en qué están apoyados
sus incomprensibles cimientos. Pero a medida que uno se acerca, las nubes
se disuelven y uno realiza que ellas eran ilusiones de una mente que estaba
todavía apretada a la tierra antes de emprender el vuelo a las sublimes
alturas que procuraba alcanzar.
Ha llegado el momento de entrar. Apenas hemos pasado el gran portal,
cuando una música extraña nos recibe con ritmos desconocidos, como un
aliento sobre nuestra alma. Otros entran con nosotros, y nos sentimos
incapaces de distinguir exactamente su raza y nacionalidad. Sin embargo,
por los signos .que algunos hacen, uno puede reconocer sus credos. Hay
algunos que se persignan antes de arrodillarse. Otros se cubren la cabeza.
Aquí, un tercero venera a Alá de acuerdo con su fe. Allá, finalmente, un
visitante hace un signo tradicional, y muchos como yo al entrar saludan al
Este en forma Rosacruz.
La atmósfera es impresionante. En tanto que desde afuera la catedral
parece transparente como el vidrio, adentro está todo obscuro. La impresión

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es más bien como el eterno crepúsculo de muchos soles cuyas partidas
están reflejadas en innumerables vitreaux de las ventanas. Lo que agita al
visitante tan pronto como ha traspuesto el umbral, es el esplendor y el
número de ventanas con vitreaux mirando a la nave central. En ellas están
congregadas en colores toda la historia y sabiduría del mundo que
solamente puede percibir un alma en completa comunión.
Desde mi primer contacto con la catedral, hace muchos años, mi ser fue
excitado por la contemplación de la sabiduría así atesorada por la vista
interior de cualquiera que pudiera venir a comulgar aquí. Pero era
especialmente la ventana representando la Rosa Cruz la que me arrojó
dentro de un estado de confusión y ha continuado haciéndolo desde ese
entonces. La cruz emerge de una copa de oro que es sabido que representa el
Grial y una paloma con las alas extendidas desciende hacia ella acentuando
la unión de la sabiduría eterna con la Rosa Cruz para su manifestación en el
servicio de la humanidad. No es posible describir las otras ventanas. Ni si
todas ellas deberían ser discutidas o no. Ellas llevan un mensaje para cada
uno y quien quiera que pueda ser el visitante, él reconocerá el suyo propio.
Lo que seguidamente atrae la atención es una inmensa joya triangular
sobre el altar en el coro, con su punta dirigida hacia abajo. Invisibles fuerzas
magnéticas la sostienen y su color es un violeta pálido del cual resaltan, en
profundo púrpura, los símbolos de luz, vida y amor, tallados en cada una de
las puntas del triángulo. Un sol representa la Luz; un hombre con los brazos
extendidos a ambos lados del cuerpo simboliza la Vida y un corazón es el
emblema del Amor. Justamente debajo del triángulo se yergue el vasto altar,
triangular, en cada una de cuyas puntas arde, sin haberse jamás
consumido, una enorme vela.
Vibraciones Cósmicas iluminan el altar con una luz que es también
púrpura, de modo que todo el coro parece sumergido en un halo de luz o
neblina de ese color. Uno llega al altar por tres escalones; pero siete
escalones debe ascender el maestro u orador para llegar al atril que está
colocado en el ábside, bajo un tablado de blancura irreal. Muchos asientos
junto a los muros circundan el ábside y el coro. Uno puede llegar a ellos por
tres escalones que van en un semicírculo alrededor total de esta parte de la
catedral.
Uno puede también ascender por tres escalones para llegar al coro, pero
éste está separado de la nave por una rejilla de pequeñas columnas talladas
colocadas en el tercer escalón, de un lado de la catedral al otro. Esta especie
de vallado del mismo modo que el atril del maestro y los asientos de los
muros dan un indescriptible resplandor dorado que, lejos de interferir la
visión interna, la suaviza y restringe. A la izquierda, cerca del vallado, una
escuadra sostenía una vasija roja transparente, en la que una llama viva
brillaba perpetuamente. A través, en forma simétrica, en el lado derecho,
otra escuadra sostenía una vasija metálica de la que se elevaba una suave
nube de incienso que llenaba totalmente la catedral.
Una inimaginable cantidad de bancos con grandes respaldos ocupaban los
costados de la gran nave. Allí se sentaban aquellos que iban a la catedral a
meditar o a participar en ceremonias. Indiferentes de la hora en la Tierra,
hay allí un incalculable número de ellos. En los costados no hay bancos sino
largas líneas de taburetes para rezar. Algunos dicen haber encontrado una

15
gran quietud mientras están frente a los símbolos iluminados esculpidos en
los muros o colocados en espléndidos altares rectangulares. Estos símbolos
le hacen recordar, sobre cada nave de la catedral, las grandes religiones
todavía existentes en la Tierra, incluyendo las diferentes sendas ofrecidas
por el budismo y por las tradiciones orientales. Finalmente, en las naves hay
santuarios y muchas pequeñas capillas, muy parecidos al sanctum que cada
Rosacruz mantiene en su hogar, y donde quiera que sea el caso, uno nota en
un ángulo del santuario una mesa finamente tallada entre dos sillas de
brazos, una de las cuales está más ornamentada que la otra. Estas son las
“mesas de comunión” en la cual el discípulo puede encontrar un maestro y
recibir de él directa iluminación como también instrucción, consejo y guía.
Eso es lo que ha mantenido mi atención hasta ahora en la catedral que
visualizo; pero cada contacto trae consigo nuevos descubrimientos porque
una vida no es suficiente para conocer un edificio de esa inmensidad
inconcebible y estupenda. Además, cabe a cada uno de aquellos que han
elegido una catedral en su visualización del Sanctum Celestial proseguir sus
propias investigaciones y admirar aquello que mejor responde a sus deseos y
a su inspiración interna. Ahora, la tendencia usual es entrar al Sanctum
Celestial solamente por algunas razones humanas; y ese es un error. Uno
debe ir a este elevado lugar justamente para familiarizarse con él y, si fuera
necesario, traer su propia piedra para ayudar a adornarlo. Es sólo por
aquellas visitas que no han sido inducidas por ningún interés personal que
uno adquiere, siempre más conocimiento y un intenso sentimiento de
alegría, paz, relajamiento y comodidad.
Uno se encuentra a sí mismo en el Santo de los Santos, en un lugar de
perfección y poder, y el alma se regocija en esta atmósfera sublime y
sagrada. En mi propia visualización, si el triángulo sobre el altar de “mi”
catedral resplandece con desacostumbrado brillo de luz púrpura, eso me
dice que está llevándose a cabo una ceremonia especial. En ese caso, debo
interrumpir toda averiguación y sentarme en la nave o en los costados para
participar en la ceremonia.
Debo actuar en la misma forma durante todos los servicios diarios
indicados en el Liber 777 y durante todos los períodos especiales de
contacto, o durante los períodos de música, canto, consuelo o instrucción,
porque es esencial permanecer pasivo para poder recibir el influjo magnético
que entonces se está dispensando. Tan pronto como se establece contacto, el
alma siente si tal período está siendo llevado a cabo, y actúa de acuerdo con
el suyo propio. Por lo tanto, si no se siente tal impresión puedo proceder sin
error en mi visita y aprender más acerca de “mi” catedral. Los mismos
principios pueden ser aplicados indiferentemente de la representación
elegida del sanctum celestial.
Una de las naves transversales de mi catedral nos interesa especialmente
por motivo de las comunicaciones que intento dar a ustedes. Esa nave está
bordeada por pequeños santuarios a los que son admitidos los miembros de
la Orden Rosacruz AMORC que en sus estudios han alcanzado los más altos
grados, significando que ya hace tiempo que pasaron el grado noveno. Por
supuesto que santuarios similares están provistos en otras naves para
aquellos que aún no han llegado a este alto nivel. Existen, por ejemplo,
santuarios reservados para miembros que precisamente han recibido sus

16
nombres esotéricos en una iniciación Rosacruz, y hay otros para miembros
del grado séptimo y hasta para los neófitos.
Yo también encontré un santuario reservado para mí. Es allí donde recibo
los mensajes e instrucciones que quiero compartir con ustedes. Mi santuario
está al extremo de la nave transversal sobre el lado derecho. En la fila que lo
enfrenta a través de la nave hay doce santuarios similares a cada uno de los
otros, seguidos por tres santuarios que son más luminosos, como si ellos
pertenecieran a un plano más alto. El mío contiene los símbolos de aquellos
doce santuarios y algo más que no puedo describir aquí. Altas rejillas
protegen cada uno de estos santuarios y el mío está completamente cerrado
por lo que puedo trabajar y tener conversaciones secretas sin atraer
atención. El muro de mi sanctum consiste en una inmensa ventana de
vitreaux cuyos símbolos son enteramente Rosacruces.
En la parte baja del lado derecho hay una pequeña ventana transparente
que puedo abrir sin levantarme de mi silla de brazos, y a través de la cual
puedo mirar una vista milagrosa que discutiré en el curso de este libro. Mi
escritorio es de una rara perfección pero también extremadamente práctico y
hace juego muy bien con mi silla de brazos y aquella proporcionada para
algún visitante eventual. Yo siempre preferí un escritorio limpio a un lote de
archivos inútiles que tienen su lugar en cualquier parte y estorban el trabajo
causando desorden, olvido y pérdida de tiempo valioso. Aquí doy paso a este
gusto por la simplicidad.
Sin embargo, siempre mantengo unas pequeñas páginas en blanco y un
lápiz en la mano. Chistosamente los llamo “mi memoria”. Por supuesto,
tengo un mueble tras mi silla de brazos en el que mis archivos están
clasificados en buen orden. ¡En mi propia terminología, los llamo “mis
recuerdos”!
La parte más sagrada de mi santuario es, evidentemente, el altar, que es
una copia simple de uno que me sirve en la sede de la Orden Rosacruz
AMORC para los países de habla francesa. Aquí, sin embargo, las velas están
siempre encendidas y jamás se consumen, arrojando una luz perpetua sobre
la Rosa Cruz colocada en el centro del altar. Esto significa que una parte de
mí mismo está para siempre en el Sanctum Celestial, lista a recibir en
cualquier instante a cualquiera que quiera comunicarse conmigo, y para
transmitir la ayuda y la luz que este alto lugar puede dar a aquellos que se
entonan con él.
Antes de transmitirles a ustedes algunos de los más importantes mensajes
que recibí en mi santuario privado, quiero invitarles primero a una gran
ceremonia. Fue ella una de aquellas que más me impresionó, y, sin embargo,
estaba abierta para todos. Algunos de mis lectores Rosacruces pueden haber
estado presentes en ella. Esa noche, durante la cual en la Tierra nació el 5
de febrero de 1962, el Sanctum Celestial resonó con un “Hosana”
repercutiendo interminablemente a través de las innumerables bóvedas de
“mi catedral”.
La cadena dorada alrededor del altar, que visualizo, y que es usualmente
sólo perceptible para los más altos iniciados, era, en mi visualización, visible
a todos —un evento que ocurre sola-mente en ocasiones extremadamente
raras. Pero la ceremonia ha comenzado media hora antes, y el Hosana
estaba en su culminación.

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CAPÍTULO TRES
EL CEREMONIAL

Una vez más, en este 4 de febrero de 1962, mucho después del anochecer,
releí el Liber 777. Para estar seguro, conozco cada frase y casi cada palabra
de él después de tantos años, pero esta frecuente lectura es una disciplina
que me he asignado y de la cual incidentalmente obtengo los más grandes
beneficios...
“Cuando quiera que deseemos entonamos con el Sanctum Celestial y
disfrutar del contacto, procederemos como sigue:
“Primeramente, nos lavaremos las manos con agua limpia y las secaremos
bien, como símbolo de la limpieza de nuestros cuerpos para entrar al
Sanctum Celestial. Es un símbolo exterior de respeto y humildad.
Seguidamente, beberemos un vaso de agua fría como siguiente acto
simbólico, es decir, de la limpieza de nuestras bocas que deben ser
purificadas y libres de cualquiera palabra pronunciada que pueda manchar
tal ocasión. Lo más que signifiquemos nuestros actos y pensamientos como
una reverencia hacia el Cósmico, lo más que seremos llevados en armonía
con el Sanctum Celestial. Uno debe acondicionarse previa-mente para el
apropiado entonamiento psíquico.
Luego nos sentaremos en silencio en algún lugar del hogar donde
podamos estar solos, sea a media obscuridad o a la luz, y, cerrando nuestros
ojos, pronunciaremos esta breve plegaria sin que se escuche:
Que la Divina Esencia del Cósmico se infunda en mi ser y me limpie de
todas las impurezas de mente y cuerpo. para poder entrar al Sanctum
Celestial y entonarme en pureza y dignidad. ¡Que así sea!
‘Con esta oración no sectaria que es en forma de una petición personal,
purgaremos nuestras mentes y limpiaremos nuestros pensamientos de
cualquier idea que pueda ser indigna del propósito que perseguiremos con
este entonamiento. Seguidamente permaneceremos sentados y, con los ojos
cerrados, visualizaremos la consciencia dentro nuestro elevándose más y
más arriba, sobre y más allá de las limitaciones de la existencia material,
hacia el mundo cósmico al que nuestra consciencia será atraída por la
verdadera pureza de su naturaleza”. Son ahora las 11.30 pm. Paso por el rito
de purificación, y luego, sentado en mi sanctum terreno con los ojos
cerrados, recito la oración, dando a cada palabra su más profundo
significado. Seguidamente, comienzo mi visualización. La catedral que
simboliza para mí el Sanctum Celestial, aparece esta noche aún más
radiante dentro del océano de lo infinito, y a medida que me aproximo al
gran portal percibo un vasto tropel de visitantes que me preceden. Entro
cuando me llega el turno, mientras muchos otros esperan pacientemente en
línea. Rara vez “mi catedral” ha recibido tanta gente de una vez, pero jamás
existe falta de espacio y muchos más podríamos entrar sin apretar a nadie.
Aunque yo sé que se efectúa una ceremonia especial esa noche, estoy algún
tanto sorprendido de que tan gran número vengan a participar en ella.
A la luz indistinta, tanto como el ojo puede ver, los bancos de la nave
principal y los asientos de las naves de los costados están ya llenos con un
increíble número de los fieles que solamente puedo ver como sombras vagas.
Piadosamente hago mi saludo y tomo asiento entre los otros en la línea doce,

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cerca de un pilar. Mientras pasan, reconozco a ciertos miembros en
comunión con el Sanctum Celestial, pero a veces siento que ellos no están
conscientes de su presencia. Esta es una extraña impresión y pienso en
todos aquellos que me aseguran que jamás han entrado en contacto con el
Sanctum Celestial, a despecho de sostenidos esfuerzos. En verdad, la
mayoría de ellos han realizado este contacto sin saberlo, y han tenido
precisamente el mismo beneficio cosechado. ¿No es esto lo que más cuenta?
Súbitamente, se enciende el triángulo que visualizo en el santuario, y su
brillantez púrpura es, en esta noche, difícil de soportar con la vista. Este
esplendor llena la catedral entera y parece concentrarse especialmente en el
coro. El altar está aún más cubierto por ella, como si una columna violeta,
descendiendo del triángulo, lo rodeara totalmente. La catedral está, así,
suavemente iluminada y uno puede distinguir sus contornos mejor sin estar
en lo más mínimo perturbado por esta luminosidad que parece irreal pero en
la que cada uno está sumergido.
Una música de ritmo desconocido se hace audible; casi imperceptible al
comienzo se hizo más y más fuerte hasta que alcanzó un poder tonal de
vibraciones tan fuertes que elevaba el alma y la llevaba a tan grandes alturas
que todos los presentes se fundieron en uno y realizaron su total unidad.
¡Esta es la música de las esferas! ¡Uno tiene que haberla escuchado para
comprender su poder y sus sagrados efectos sobre el alma encantada! Es
una preparación para el propósito deseado, es cada paso a ello y es el
propósito en sí mismo. Ella “agarra’ hasta al más obstinado y cuando
gradualmente termina en sus últimos acordes desfallecientes, no cesa de
ser. Se ha hecho una con él y le ha dado su poder para el tiempo de una
comunión. Entonces los coros interpretan un himno sagrado compuesto por
un inspirado maestro, y la canción se eleva, engrosa y esparce, sobre la
asamblea, sus bendiciones de paz, confianza y bienestar. Uno pudo pensar
que éste era un canto gregoriano que, abajo en la Tierra, le fuera
infortunadamente dado a la humanidad sin conocer lo que ellos estaban
dando.
Aquí, no obstante, él mantiene su prístina pureza y su poder deriva de
sonidos imperceptibles para el oído humano. Mientras el himno continúa,
los maestros avanzan en procesión, cubiertos por sus inmaculadas
vestiduras. Ellos caminan solemnemente, de dos en dos, absorbidos en sí
mismos y en perfecto orden ocupan su estación en el coro. Advierto que en
esta ocasión todos los asientos están ocupados. Solamente el atril del
Maestro debajo del resplandeciente tablado, está todavía vacío, pero todos
los ojos se fijan en él.
Súbitamente, la luz violeta del triángulo y del altar vibra extrañamente.
Parece lista a desaparecer, pero entonces crece a una extraordinaria
intensidad. Al mismo tiempo, una luz brillante flota del tablado iluminando
el atril y los asientos cercanos a él. Cada uno sabe que el maestro
justamente ha ocupado su estación. Es un evento verdaderamente raro: uno
percibe su presencia; uno lo supone dentro de la “nube” que gradualmente
se ha formado frente al atril, pero uno no lo ve. De acuerdo con mis
contactos personales, esto indica la llegada de uno de los más grandes
maestros —quizás el más grande en nuestros días, para la sublime ocasión a
celebrarse aquí. No todos aquellos presentes podrían mantener su vista y

19
volverían a “retornar a la Tierra”, en un súbito despertar, si él apareciera en
la totalidad de su poder.
Para la asamblea, hasta el Sanctum Celestial cesa de ser o más bien es
obscurecido por el sagrado lugar donde el maestro ocupa el suyo. La
consciencia de todos es dirigida hacia el tablado, el atril, la Presencia... y la
Palabra está entre nosotros, y la voz se eleva suave y clara, dirigida a todos,
pero entrando en cada uno en una rara comunión.
“¡He aquí, el Tiempo ha llegado para la Tierra! ¡He aquí, la hora de la
nueva Era se acerca a esta Tierra! El heraldo ha sido enviado a Ella y, en
este instante, el Universo alegremente se reúne alrededor de la cuna de una
nueva humanidad. El nacimiento será difícil, lamentaciones y llantos de
ignorancia ocultarán las buenas nuevas, el mundo deplorará en
desesperación y duda; ¡pero la Palabra que vino entre ellos finalmente será
escuchada por los hombres! Dejemos a aquellos que pueden comprender,
debido a que la Luz no está más escondida. . . Ellos tienen ojos. . . ¿verán
ellos? Ellos tienen oídos. . . ¿escucharán ellos? Ellos verán y escucharán
mejor que antes porque el tiempo de preparación está completado y ese de
acción comienza hoy en la Tierra. Que la humanidad comprenda al fin que
su dolor y sus ordalías de las que ella solo es responsable, deben ser
vencidos. Ellas no tienen otro propósito que despertarla, al fin, a una
transcendental realidad que ha estado en su seno eternamente. Así, en el
despliegue del plan Cósmico, la Tierra entra esta noche en la Era de Acuario.
Los “observadores” han completado su misión y el fluir de poderes es
enviado a todos. Ahora corresponde a los hombres descubrir los caminos
que han sido preparados para ellos y llevarlos a atravesar la estación de
paso. Si ellos lo hacen velozmente y con vista clara, la presión de lo alto será
menos intensa, y podrán evitarse dolorosos rompimientos. En este mismo
momento las grandes nuevas resuenan en todos los planos! ¡He aquí, en este
instante, que al filo de las siete nace el nuevo ciclo! ¡El heraldo ha aparecido
y el universo está alegremente reunido alrededor de su cuna! ¡Paz en la
Tierra a los hombres de buena voluntad! ¡Hosana! ¡Hosana! Hosana!
Las campanas de la catedral repicaron a fuerza total un himno de
exaltada alegría, la música de las esferas reasumió sus ritos profundos y
estremecedores y los coros del cósmico entonaron un infinitamente vibrante
“Hosana”, y todo ello, campanas, música, canción, todo ello unido en
inefable armonía. Entre tanto, los maestros, de dos en dos, salieron en
procesión; la luz se hizo menos intensa; la catedral recobró su aspecto
usual. Gradualmente, el gentío salió del sagrado edificio y me encontré a mi
mismo de nuevo en mi sanctum terrestre.
Mis ojos están deslumbrados por el esplendor que justamente compartí
con tantos otros y mis oídos están llenos de sonidos y canciones que
gradualmente desaparecen al grado que mi consciencia objetiva recobra el
control de mi ser. . . Miro mi reloj: ¡son las doce y media de la noche! Tan
larga comunión con el Sanctum Celestial es excepcional, hasta para mí. Pero
la ocasión es una importante.
¡El 5 de febrero de 1962! ¡La Era de Acuario! ¿Qué puede significar “al filo
de las siete”? Ahora que el periodo de pasividad está terminado, doy a mi
razón libertad total para que se exprese a sí misma y hasta la aguijoneo para
que refleje, para saber las conclusiones que derivará de la experiencia. Esto,

20
además, como cada experiencia de esta clase, tiene valor solamente si
subsiguientemente —pero no instantáneamente— es pasado a través de un
tamiz de análisis. Las impresiones psíquicas deben ser siempre aceptadas y
cuidadosamente juntadas. La duda es estéril si obstinadamente rechaza lo
que el intelecto, ridículo en sus limitaciones y en su necia arrogancia, no
puede admitir inmediatamente. Es solamente constructivo si se une a sí
mismo a la razón; no para descartar una pretendida imposibilidad sino para
examinar sus consecuencias con relación al conocimiento y luz así recibida.
¡Al filo de las siete! En ese instante, al filo de las siete. Siete, en relación al
tiempo, puede sólo significar la hora. Sin embargo, ¡son las doce y media de
la noche! Pero esto quiere decir olvidar que el tiempo es una medida
humana. ‘En cualquiera otra parte”, él no tiene valor.
Por lo tanto, sin duda, cuando la palabra fue pronunciada, la condición de
la hora Siete en un preciso punto de la Tierra fue vista, vivida y realizada
“Arriba”... Una indescriptible impresión de paz toma posesión de mí. Siento
que estoy “en la verdad”. . . Hoy, 5 de febrero de 1962, en la mañana que se
aproxima, a las 7 “en alguna parte”. . . La Era de Acuario, el mensaje y el
mensajero. . . Comprendo, la emoción me agarra, lágrimas ruedan sobre mi
cara.
Caigo de rodillas, apoyo mi cabeza contra mi altar y, sin sentir ninguna
fatiga, rezo, y rezo y rezo por horas. Cuando llegue el filo de las siete, con el
corazón palpitante, susurraré un largo Hosana de alegría y esperanza.

21
CAPITULO CUATRO
SOBRE UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL

Ninguna ceremonia particular ha sido anticipada hoy en el Sanctum


Celestial. He participado en el período dedicado a la oración y cuidé del
servicio que es mi deber diario en este nivel del Sanctum Celestial, para
beneficio de los miembros de la Orden Rosacruz AMORC. Después de mis
usuales actividades en el plano objetivo, he retornado para el periodo de
contacto. Ahora, a su final, he sentido la necesidad de retirarme unos pocos
momentos dentro de mi sanctum privado. Al pasar, advierto que algunos de
los doce santuarios en ‘mi’ nave están ocupados y que aquellos dentro de
ellos están meditando o trabajando.
Me siento inmediatamente a mi escritorio, en un estado de ensueño y
contemplo a través de la pequeña ventana, a lo lejos, la cima más alta de
iluminación donde residen los más grandes de todos los maestros. Un poco
más abajo, en la masa sólida de esta única montaña espiritual, percibo otras
cumbres. Una de ellas es el permanente retiro de los “Hermanos en Blanco”.
Un poco más allá, el Monte Akasha; y así mis pensamientos vuelan
perpetuamente de un valle a otro, reconociendo la verdad y la unidad en la
multiplicidad de los senderos, una inmensa muchedumbre las asciende,
ignorante de que su propósito está cercano y que será justamente un paso
adelante —no comprendiendo que otros, que ellos creen perdidos por
diferentes caminos alcanzarán cimas igualmente altas— y que todos se
reunirán en el sendero final que conduce al pico más alto. . . Y mi mirada
vuelve a esa montaña de iluminación donde trabajan los Sublimes. Mi
corazón entona el AUM cargado con esperanza reconocible para el particular
maestro cuya ayuda puede responder a las presentes necesidades de mi
alma.
En el Sanctum Celestial, representado para mí por la catedral antes
descrita, siempre es escuchada esa apelación. ¡He aquí! Con un AUM más
potente que suena a través del espacio y golpea contra la ventana con sus
extraordinarias vibraciones que me circundan con la fragancia exaltadora
del más puro incienso, el maestro entra a mi sanctum privado. Traza con su
mano una bendición y se sienta, enfrentándome con sus ojos obscuros. Sé
inmediatamente que debo tomar el lápiz de mi atención y tener listo delante
las blancas páginas de mi memoria. Bajo el dictado del maestro voy a
escribir las notas de mis recuerdos. Estoy listo, y él habla:
“Una vez más me corresponde a mí, hoy, el esclarecerte uno de los más
grandes principios que fuiste privilegiado de aprender de las enseñanzas
Rosacruces. Tuve que ver con ello hace unos pocos días, pero es meritorio
volver a eso porque es muy fundamental en la búsqueda mística. Por lo
tanto, una vez más te hablaré acerca de la visualización.
“El error que el discípulo usualmente comete y que trágicamente interfiere
con su desarrollo interno, es la dispersión de su investigación, aun si está
hecha con la mejor de las intenciones. Ahora bien; la dispersión es muy
exactamente el opuesto de la concentración y, consiguientemente, opuesta a
la visualización. Cualquiera que sea que disperse sus esfuerzos en múltiples
senderos, en lectura descuidada y en el estudio de varias técnicas,

22
seguramente que cosechará no otro resultado que no sea la ilusión de un
intelecto indigesto y la desilusión de repetidos fracasos en la práctica.
Esto no quiere decir que uno no pueda elegir más de un sendero de
conocimiento, aunque tal sencillez es evidentemente la solución ideal para la
eficiencia y el éxito. El conocimiento puede ser recogido de varias fuentes
auténticas, provisto el caso que esas fuentes no enseñen técnicas diferentes.
Todas estas pueden ser válidas por sí mismas, pero generan conflictos
internos y causan confusión si son mezcladas, porque contrariamente a la
apariencia jamás se complementarán la una con la otra y son radicalmente
diferentes, aun si, al final, un resultado similar parece haber sido alcanzado.
“Por consiguiente, el primer paso hacia la eficiencia en la vida de un
iniciado… y repito que considero esto hoy solamente en su aspecto práctico…
es la cuidadosa y definitiva elección de una técnica predeterminada. Así uno
evita el peligro al que he dado importancia hace un momento: ese de la
dispersión. ¡Cuántos todavía están revolcándose en los errores del
espiritismo! no pueden librarse a sí mismos de las riendas de sus sueños.
Las emociones que están buscando son totalmente un vago sentimentalismo
y consienten un emocionalismo paralizante.
Lo que ellos llaman ‘conocer’ son los fantasmas de satisfacción intelectual
o emocional, donde se mezclan toda clase de obscuros sentimientos,
desconocidos para ellos. En vista de que ellos consideran su ilusión como
verdad, buscan similares ilusiones, algunas veces en discípulos de los que
ellos podrían ser los altos sacerdotes y cuya adoración lisonjeará su
consciencia, sumergiéndola como si fuera en falsa sabiduría. Ay! Muchos
discípulos que han atravesado una etapa importante, son empujados hacia
atrás por alguna nostalgia infantil a volver a la etapa de ilusión, y qué grave
es su responsabilidad cuando el conocimiento indigesto y el halo de un
supuesto sendero de ascenso consigue engañar la simplicidad de un alma
descuidada. Todo esto es el dominio de la ilusión, ineficiencia y dispersión.
En contraste, la visualización implica que se ha hecho la elección y ha sido
definitivamente adoptada una técnica.
Si esto es así, entonces el poder de la visualización crecerá con cada paso
cumplido en el sendero elegido, y los resultados se obtendrán con creciente
facilidad. Solamente si se sigue bien el procedimiento, el éxito, aunque sea
uno parcial, coronará hasta los primeros esfuerzos tentativos y traerá un
gran incentivo. En el nivel subconsciente el mismo hecho de que uno
pertenece a una organización definida es, en sí mismo, ya una visualización.
El ser interior sabe que pertenece a una definida asamblea.
Todos los pensamientos están condicionados por esta inicialmente
voluntaria adhesión a un particular sendero iniciático. La profunda reacción
a estas posesiones sigue una dirección precisa hacia un propósito que es
vagamente sentido en el comienzo, pero que es siempre más claramente
formulado en proporción al progreso del discípulo. Este ‘medio ambiente’
interno se extiende a sí mismo al método adoptado de visualización.
Partiendo de algunos elementos básicos tales como la observación y la
imaginación creativa, puede progresivamente desarrollarse en una técnica
personal dentro del marco de cada uno de los dones individuales.
‘Así, uno debe progresar lentamente, y por un largo tiempo es esencial que
la visualización incluya los más pequeños detalles. Si uno recuerda la

23
función de la observación, no surge ningún problema cuando llega a
proceder con la imagen mental. Después de que se hayan trazado estas
principales delineaciones en el lienzo virgen, cada detalle encontrará su
lugar y cada color su matiz exacto. El pintor que visualiza emprende una
tarea excitante.
Crea por sí mismo el más magnífico cuadro existente, un cuadro que
elevará su entusiasmo, sus más finas emociones y, finalmente, su alma. Su
cuadro es una ‘mandala’, en cuyo centro encuentra la ansiada verdad.
Aprecia cada etapa de él, pero cuando llega al resultado final, los olvidará
todos en la comunión fundamental, de la que extraerá poder y eficacia.
¿Por qué insisto tanto en la visualización? La respuesta es simple: La
visualización es la clave de todas las cosas ocultas. En la vía del
conocimiento, es la fuente de todos los poderes y de todas las realizaciones
espirituales, mentales y hasta materiales.
Es el principio fundamental en que todas las otras descansan, cualquiera
que sea su dominio. “Esta clave que abre todas las puertas es, por lo tanto,
la herramienta esencial dada al hombre para la realización de sus deseos
legales y, por encima de todo, para su evolución espiritual. Es claro que una
visualización perfectamente llevada a cabo siempre produce el resultado
anticipado, excepto si su propósito es alguno que dañe a otros o a uno
mismo inclusive, sin ver los malos efectos que su realización podría traerle.
La única visualización que es siempre efectiva es una concerniente con la
evolución espiritual —entendiéndose bien que el progreso así obtenido
depende de la etapa en el camino previamente alcanzada. Sea como fuere, la
luz mayor siempre vendrá de ella. Ninguna visualización es inútil. Si por
alguna razón lo esperado para la realización no puede ser concedido, y hasta
si ese no fuera el caso, vendrá tarde o temprano una inspiración, en una
forma u otra, para llevar a la atención otros medio u otra solución.
“Tú tienes ahora material para el pensamiento útil, y el problema de la
visualización está clarificado en todos sus detalles por mi primer discurso y
discusión de hoy. Si todos comprenden su importancia, se habrá dado un
gran paso hacia delante. El conocimiento de los principios es inútil mientras
él permanezca como mera teoría.
¡Que la Paz Profunda esté contigo en tu camino!”
El maestro se puso de pie. Yo hice lo mismo y, puse mi mano izquierda
sobre mi corazón y la derecha sobre la izquierda; después de una última
mirada él transmitió su saludo de despedida y el sonido de AUM reverberó
una vez más; estoy solo en mi santuario y siento que él está ya en profunda
meditación en el Monte de la iluminación, muy lejos, de lo cual pienso con
fe, confianza y reverencia.
Es hora de entrar de nuevo a mi hogar terreno y, extrañamente, noto que
esto es llevado a cabo en cierto grado por una especie de visualización al
revés. El “descenso” es gradual y noto que es posible retardar el
“recobramiento de la consciencia objetiva” para analizar sus etapas y para
que así la “vibración” de recuerdo se desarrolle en cuadros más numerosos,
claros y agudos. Esta es una lección para recordar: lentamente es la palabra
clave en todas las fases de la visualización.

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Los comentarios del maestro en el principio de visualización me lleva a
pensar, mientras escribo esto, que el resultado de una experiencia puede ser
útil a muchos, y no vacilaré en informar la mía aquí.
Las enseñanzas de la Orden Rosacruz AMORC, nos recuerdan que uno
puede requerir cualquier cosa del Cósmico, provisto el caso que lo que se
pide incluya igualmente nuestro interés y altruismo. Ahora, esta condición
es una fuente de problemas para muchos. ¿Dónde termina el interés
personal y comienza el altruismo? Si alguien necesita dinero para pagar una
deuda, lo que debe hacerse pronto, ¿cómo puede él definir qué parte de su
pedido al Cósmico es útil a otros, cuando él considera aquello antes de
visualizar?
En el caso antes mencionado, si no puede ser honrada la fecha de pago,
alguien sufrirá; quizás aquel a quien se le debe y quizás sus asociados y
empleados o, de parte del deudor, la familia de quien él es responsable. Pero,
¿cómo puede uno estar seguro? ¿Cómo puede uno tener la certeza que este
pedido particular o cualquier otro pueda hacerse? En este asunto, un
método personal ha sido de gran ayuda para mí, que logré con esfuerzo
cuando era Neófito y que he usado durante largo tiempo. Es el que sigue:
El Cósmico es el Todo, por definición. Es el Universo entero y sus
contenidos y, específicamente, nuestra Tierra y toda la humanidad en todas
sus formas; las buenas y aquellas que se deben a falta de sabiduría y
comprensión que uno “juzga” que son menos buenas. El Cósmico, por lo
tanto, es usted, yo y todos los demás. Consiguientemente, cuando dirijo un
pedido al Cósmico, éste es indubitablemente demandado del universo, pero
también del género humano, de usted y de todos los demás. Ahora bien; para
que pueda ser comprendido y bienvenido por el Cósmico, mi pedido debe ser
transmitido por medio de la visualización.
Yo expliqué eso en el capítulo anterior, y el maestro definió el asunto
ulteriormente. Si yo tuve que encararme con usted o con alguna reunión
humana para llevar a cabo mi pedido y si tuve que hablar en voz alta desde
una plataforma, entonces una cosa es clara: Aun cuando no haya yo
realizado totalmente en forma anticipada que mi deseo era absurdo, que
podría no ser satisfecho o era dañino para alguien, entonces estaría seguro
de ello tan pronto como lo sometiera a usted, aún más, después de las
primeras palabras de la declaración que determiné hacer ante usted. La luz
amanecería dentro de mí y yo me retiraría, reconociendo la futilidad de mi
demanda. Después de meditar en este aspecto del asunto, resolví actuar en
todas mis visualizaciones, hasta en aquellas que mi razón consideraba bien
fundadas, como si tuviera que presentar mi pedido solemnemente a una
asamblea humana.
Pronto encontré que este método me ayudaba a olvidar mi deseo
completamente después de haberlo visualizado así: y cada Rosacruz está
bien consciente de que esta es una condición absolutamente necesaria para
que el Cósmico pueda “escuchar” el pedido que se le hace. Por lo tanto, yo
procedía, y aún procedo, como sigue, indiferente del deseo que tenga que
expresar o del objeto de mi pedido:
Visualizo un gran edificio que por la duración de mi visualización se
convierte para mí en la “residencia” del Cósmico. Subo la alta escalera que
conduce a una gran puerta que cruzo y paso a un gran vestíbulo, caminando

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hacia un viejo ujier vestido de negro y le digo que estoy justamente
formulando un pedido al Cósmico. El me da un formulario en el que escribo
mi nombre de familia, dando nombre y dirección. Él, inmediatamente,
entrega el formulario a un ujier más joven que camina hacia una puerta de
madera de dos alas. La entreabre y presenta el documento a una mano que
lo coge y cierra la puerta. Entre tanto, tuve tiempo de escuchar a un vocero
presentar, en voz alta, un pedido a una audiencia invisible.
Me siento en un banco para reunir mis pensamientos. No tengo que
esperar mucho: se abre la puerta de madera y me llaman. Me levanto y entro
a un vestíbulo de gigantescas dimensiones y, precedido por un ujier, avanzo
a lo largo del pasaje central mientras miles de cabezas giran hacia mí y me
escrutan atentamente a medida que camino. Ahí están, en particular, mis
amigos de familia, parientes, compañeros de trabajo y aquellos que pasaron
por la transición, y todos ellos me observan con especial amabilidad. Al final
del vestíbulo, en la plataforma a la que pronto me acercaré, están sentados
los maestros que respeto, todos alrededor de un semicírculo, y arriba brilla
la nube de la sagrada presencia.
Aquí estoy, en la plataforma, enfrentando esa innumerable multitud de
una ‘audiencia” cuya mirada y atención están fijas en mí. Siento alrededor
de mi a aquellos que están más cerca, y tras de mi siento la sagrada
presencia. Seguidamente, en completo silencio, declaro mi nombre y
presento claramente a la asamblea mi pedido; escucho mi voz reverberar
interminablemente bajo las altas bóvedas. Tan pronto como he terminado
con las palabras: “Con confianza en vuestra respuesta, transmito a vosotros
mi pedido (o mi problema), ‘¡Que así sea!’, dejo la plataforma y el vestíbulo,
cruzo el vestíbulo siguiente, bajo las escaleras y me vuelvo de nuevo
objetivamente consciente.
Varios puntos deben ser enfatizados con relación a esta visualización:
Primero, tan pronto como ha sido hecho mi pedido y he abandonado la
plataforma, inmediatamente paro para pensar en ello, y mi atención es
dirigida solamente a la asamblea a través de cuyo medio paso; entonces, a la
puerta, al vestíbulo y finalmente a la gran escalera. De nuevo en el plano
objetivo, atiendo otras ocupaciones y confidente espero la respuesta.
SÉ que llegará en una forma u otra, por medio de un signo, una intuición
o quizás por una sugerencia. No dudo que mi pedido está en las mejores
manos posibles, en aquellas del Cósmico; y el Cósmico jamás deja un pedido
sin respuesta. Si no fui acosado por la duda en la plataforma, no percibí que
mi pedido era impropio y si vine a través con eso hasta el fin, seguro de mí
mismo, entonces tendré mi respuesta.
En frente de la asamblea mi pedido fue completo, exacto y detallado. Nada
fue dejado confuso. He declarado mi problema en todos sus aspectos sin
excepción y sin encubrir nada que pudiera invalidar mi pedido. Jamás he
sugerido una solución a la asamblea. No le he dicho cómo podría ser
resuelto mi problema, concedido mi pedido o satisfecho mi deseo. Si conocí
la solución, mi visualización habría sido inútil. Sometí mi solicitud a la
omnipotencia del Cósmico, y solamente mi solicitud.
Tengo confianza, porque el Cósmico conoce cómo realizarlo para mi mayor
bien, y, teniendo esto en cuenta, el bien de todos los otros, Él lo realizará.

26
Finalmente, para ser eficaz, esta visualización debe ser viva. Uno debe ver
la asamblea, sentirla, escucharse uno mismo hablar sin perder de vista
aquellos que escuchan el pedido. Uno debe vivir cada fase de la visualización
como si fuera real, y lo es así porque, repito, el Cósmico es el Todo y por
medio de esta visualización uno apela a Él.
Deseo que muchos puedan adoptar este método que por tanto tiempo ha
sido el mío personal. No existe razón por qué habiendo sido incesantemente
efectivo para mí, no podría serlo así para los demás. Además, él ayuda a
desarrollar la concentración, y si inicialmente la visualización es bastante
larga, la práctica la hace fácil y rápida sin perder su efectividad.
Que ella pueda traerles las profundas satisfacciones que ha derramado
sobre mi! Este es el ardiente deseo que formo para cada uno de ustedes, en
la presencia del Cósmico, en este momento donde pongo fin a mis primeras
consideraciones de un mensaje que he recibido en el Sanctum Celestial. . .

27
CAPÍTULO CINCO
LA LEY DEL SILENCIO

Esta mañana, antes de partir al Sanctum Celestial he releído el Liber 777.


Frecuentemente se nos hacen preguntas que muestran cuantas veces este
librito es mal comprendido por haber sido leído con apuro y a veces mal.
Declara brevemente, sin embargo, todo lo que necesita recordarse en cuanto
al Sanctum Celestial. Así, los miembros de la Orden Rosacruz, preguntan si
pueden alcanzar contactos en horas diferentes a aquellas del período de
servicio asignado para cada día, o el período diario especial de contacto.
Algunos piden más detalles acerca de la purificación recomendada para
estos contactos. Pese a que estos temas ya han sido cubiertos en ese libro,
implícita o explícitamente, puede valer la pena volver a ellos, y mejor citar un
párrafo del Liber 777 que claramente se relaciona con ellos:
“Podemos permanecer en tal contacto por períodos más largos o más
cortos que aquellos indicados. . . Los miembros pueden establecer contacto
con el Sanctum Celestial en otros períodos del día o de la noche, además de
aquellos delineados... pues sabemos por experiencia, después de años de
preparación, que cientos o quizás miles de miembros alcanzarán en
consciencia el Sanctum Celestial y permanecerán en contacto durante cada
hora del día y de la noche, según las variaciones de hora en los diferentes
países. Pero, no importa cuando ustedes puedan desear establecer contacto
y entrar al silencio del Sanctum Celestial, ustedes se prepararán como se les
ha instruido. Se encontrarán entonces en contacto espiritual con otras
mentes”.
Uno no puede ser más claro. La instrucción es completa: Purificación por
agua y oración, como se declara en el Liber 777. El método es personal y los
detalles de la visualización se dejan a elección de cada miembro: pero
cuando estos detalles son establecidos, y puestos a prueba con éxito, el
modo es descubierto. Uno encuentra en cada caso que está en armonía
absoluta con su Ser interior y nuestras aspiraciones profundas. Finalmente,
todos saben que la visualización es más fácil en ciertos momentos que en
otros. Es especialmente facilitada, y el resultado obtenido más rápidamente,
cuando el deseo por un contacto es sincero e intenso.
Debido a que ahora ustedes saben que pueden representar para sí
mismos al Sanctum Celestial de cualquier modo que deseen, y recuerden
que yo personalmente he elegido una catedral y le he dado la apariencia
exterior e interior ya mencionada, su propia visualización será aun más fácil.
Ustedes pueden decidir qué va a ser el Sanctum Celestial para ustedes;
pueden preocuparse más con algunos de sus aspectos, y, por lo tanto, su
visualización permanecerá personal, y ustedes aprenderán a definir su
propio modo.
El Sanctum Celestial le espera en cada instante y, como yo, ustedes lo
harán el cimiento de su vida mística. Si, como yo, ustedes le dan la forma de
una catedral, tendrán allí dentro su propio sanctum del mismo modo como
yo tengo el mío, aquel en el que me encuentro en este momento después de
haber obedecido la definida regla del Liber 777 y tomado a mi modo. Son
casi las tres p.m. en la Tierra, y aquí el Sol brilla fuertemente alrededor de
toda la catedral que visualizo. Mi santuario privado está bañado por sus

28
rayos y, maravillosamente transmutado por el vidrio coloreado, estos brillan
en muchos colores, dominados por el violeta. Para mi sorpresa descubrí al
llegar que me estaba esperando un maestro. Sin duda que él originó el
intenso deseo que me hizo venir al Sanctum Celestial para la meditación en
este sábado por la tarde.
El maestro, tan diferente del modo que la gente en la Tierra lo imagina, es
uno de los mejor conocidos entre aquellos nombrados por los místicos, pero
no revelaré su nombre ni el de aquellos otros que yo tenga el privilegio de
conocer aquí. ¿De qué serviría una descripción? Solamente infringiría sobre
la rígida ley de la impersonalidad a la cual los verdaderos maestros están tan
aferrados y se transformarían en un culto personal. Solamente cuenta el
mensaje, y en cuanto a este, nada está prohibido y todo puede transmitirse
sin limitación. Escucho al maestro sin Interrumpirlo jamás:
‘Te quería ver para hablarte acerca de la Ley del Silencio para que tú a la
vez puedas más fuertemente reafirmar este asunto que es tan importante
para aquellos que buscan mayor luz. Tú estás completamente consciente de
que la misión de los maestros —de todos los maestros— es ayudar al
hombre a descubrir su ser interno, la divinidad de su alma y al único
verdadero Maestro: aquel dentro suyo. De hecho, no hay ninguna otra razón
para que el hombre esté en la Tierra. El hombre debe hacerse consciente de
lo que es. El alma-personalidad debe volverse consciente de sí misma. Todas
las circunstancias, todas las emociones, todas las experiencias apuntan solo
hacia este fin, y los maestros son responsables de guiar al hombre hacia este
descubrimiento, este acercamiento al Ser. Especialmente así, cuando su
travesía a través del desierto de las pruebas y las preguntas sin solución le
han llevado a un sendero en el que se ha embarcado en un proceso
metódico. Sin embargo, aun en el Sendero, los malos hábitos pasados se
mantienen aferrados, y el discípulo avanza a través de crisis, alternando
entre el más engañador materialismo y fases muy poco razonables de un
misticismo fanático, exagerado. De esa manera indudablemente se progresa,
pero cuán lenta e imperfectamente!
‘La primera meta del discípulo debe ser buscar equilibrio. En él, debe
haber firmemente establecido un lugar de reunión entre lo material y lo
místico, el dominio físico y el espiritual. Así el misticismo debería ser
controlado por lo material, lo espiritual por lo físico, y viceversa. No hay
ninguna otra solución para un progreso verdadero y efectivo en el Sendero
sino su punto de apoyo, ese punto de enlace en el cual el discípulo siempre
debería permanecer, pues solamente así alcanzará la meta. El mundo
material es un punto del triángulo, el espiritual otro, y el tercer punto es el
discípulo en sí que, por lo tanto, evoluciona eficiente y verdaderamente si
solamente toma su posición en el equilibrio entre los dos otros puntos.
“En este triángulo formado por la materia, el espíritu y el discípulo, se
encuentra un cuarto punto en la intersección de las tres líneas
perpendiculares dibujadas desde cada punto al lado opuesto. Este cuarto
punto que dota al progreso místico con un fuerte cimiento sobre el cual los
otros tres se encuentran y juntan, es la Ley del Silencio. Es allí que el Poder
y la Luz se concentran, allí que la comunión interior y el contacto con el Ser
ocurren. Este punto central es un núcleo de poder infinito, de equilibrio
absoluto y de conocimiento perfecto. Nos recuerda el poder del silencio a

29
través de una frase corta pero significativa: ‘¡Entrad al silencio y sabed que
soy Dios!’. ‘Pues es en el silencio que uno encuentra a Aquel que es’: la
presencia divina, el Yo interior, el Ser.
“La práctica del silencio es un frecuente deber para el místico. Evitando
toda intranquilidad mental, repeliendo todo lo que es ‘exterior’, él entra por
unos pocos momentos dentro de sí para orientarse, es decir, para encontrar
la dirección y la luz del centro en donde todos los cimientos espirituales,
mentales y materiales de su existencia convergen en una combinación
armoniosa. Es claro que la práctica del silencio sea esencialmente pasiva.
Para recibir, uno debe quedar silente, y la mente debe estar muda. Pero esto
no significa que ningún pensamiento se ocasionará ni que el tren de
pensamientos no tomará un curso definido.
Al contrario, precisamente esto sucederá. No hay vacio absoluto. Por lo
tanto, es suficiente tomar la actitud de un espectador y ‘observar’ sin
participar. La mente nunca cesa de funcionar como igualmente no lo hacen
los sentidos, pero uno puede volverse inconsciente de la actividad mental y
no darse cuenta de las impresiones de los sentidos.
Algunos dicen que no se pueden concentrar, que repentinamente notan
que sus pensamientos no cesaron en desviarse. Esto es un error de
comprensión. Solamente porque repentinamente observan que su mente
continúa funcionando, infieren que no se concentraron. Sin embargo, se
olvidan que antes de esta ‘repentina’ consciencia ellos estaban ‘en otra
parte’, y precisamente ‘en el silencio del alma’. Este silencio se quiebra en el
momento de lo ‘repentino’, es decir, cuando se dan cuenta objetivamente que
su mente está funcionando. Ahora, repito, la mente nunca cesó de
funcionar, aun durante el período de silencio, pero lo hizo sin participación o
consciencia.
“Entrar al silencio significa, por lo tanto, que uno ya no toma parte, no
está más objetivamente consciente de los procesos mentales y físicos cuyas
actividades nunca cesan mientras uno está vivo. Es importante recordar que
cuando, en un cierto momento, uno nuevamente se vuelve consciente de
estos procesos, el periodo de silencio está terminado: sin embargo, uno
previamente estaba bien ‘dentro del silencio’.
“El periodo de silencio puede solamente durar unos pocos segundos desde
el punto de vista humano. Su duración no es de importancia. Un solo
segundo de verdadero silencio en el nivel del Ser es suficiente para la
manifestación de poder y conocimiento infinitos. Estos podrán no ser
inmediatamente percibidos pero en el debido curso se desarrollarán en la
vida consciente, aunque puede no ser posible ni necesario el atribuir tales
resultados a los períodos de silencio.
Estos son los períodos de los que se valen los maestros para su acción:
para estimular, para guiar y para establecer condiciones para la mejor
comprensión. En el silencio del alma trabajamos en servicios del discípulo,
de manera que sus esfuerzos subsiguientes resulten en un progreso más
rápido y más efectivo.
‘Todo es útil en el camino del iniciado: teoría y práctica, lectura y
experiencia, discusión y meditación; pero si hay desequilibrio, demasiada
teoría y no suficiente práctica, demasiada lectura y no suficiente experiencia,
demasiada discusión y no suficiente pensamiento recogido, entonces el

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esfuerzo es en vano. El equilibrio y el silencio van juntos. Uno complementa al
otro y le da valor total. Presten buena atención a estos comentarios
e insistan en su importancia. Llamen a todos a sus deberes. . .
“He hablado acerca del aspecto interior del silencio, pero como toda ley o
concepto iniciático, el silencio tiene un aspecto exterior que lo equilibra. La
sabiduría egipcia proclama: ‘No disperses tus pensamientos en palabras
inútiles’. Saber cómo quedarse quieto es un poder en todas las esferas,
incluyendo, y más que nada, la esfera de la espiritualidad. Uno no puede
llamar místicos a aquellos gárrulos parlanchines que no pueden dominar el
flujo de sus palabras ni sus comentarios cáusticos. En su desordenado
camino van llenos de arrogancia contemplándose a si mismos; revolotean de
un tema a otro y nuevamente a otro, para hablar acerca de todo y nada, y
principalmente acerca de si mismos, sus opiniones y sus decisiones que a
veces no son pedidas, complacidos en pensar que son sabedores de todo y
para alardear de su conocimiento.
Qué puede uno decir también acerca de aquellos seres extraños que
siempre están en búsqueda de lo que ellos ingenuamente consideran como
escándalos y fallas de sus congéneres. Ellos se pierden en vano chismeo
acerca de alguien en una falsa actitud de indignación, mientras están
sumergidos en el placer de achicar y calumniar y se olvidan de la viga en su
propio ojo! Esos no son místicos y van a tener que aprender —del modo duro
— que uno no viola la ley divina del amor sin graves consecuencias para sí
mismo.
‘¡Silencio!’. Bajo todas circunstancias debe ser la ley del hombre y, por
supuesto principalmente la ley del iniciado. Esto implica que el iniciado debe
esconder su posición y rango de aquellos que no son capaces de entenderlos
y de aquellos para quienes tal revelación no tendría ningún otro efecto que
no fuese estimular la curiosidad o alguna clase de adoración personal.
Un verdadero iniciado no busca aparecer como tal, excepto para uno que
pueda reconocerlo y pueda ponerse en completa resonancia con él. Para
todos los otros, incluyendo discípulos que son incapaces de evolucionar por
encima de las apariencias, él tomará cuidado de aparecer bajo un aspecto
puramente profano. El hasta exagerará este aspecto para descorazonar a
aquellos que no están listos y actuará de ese modo hasta que perciba a
través de la pantalla erigida ante él la verdadera naturaleza de un iniciado.
Entonces él establecerá el eslabón místico a aquel, y estará listo para una
comunión que el iniciado pueda reconocer y cuya intensidad él entonces
eleva al punto más alto. Esta es la forma que toma la ley del silencio para el
iniciado y hasta un grado menor esta misma ley es aplicable al estado de
disciplina. Si un discípulo está verdaderamente más adelantado, él nunca
busca de aparecer de esa manera para uno que está menos avanzado. Al
contrario, se adapta a su hermano y se pone a su alcance.
Él no busca el ser entendido sino que lucha por entender. El no quiere ser
admirado ni desea tomar aires arrogantes en que parece esconder lo que él
no puede revelar sin daño para uno menos avanzado en el Sendero. Él ayuda
a otros a entender mejor el grado que ellos en si han alcanzado, no el nivel
que él ha alcanzado. Esta es la forma que toma la ley del silencio para el
discípulo. “Desde un punto de vista práctico el silencio interior es más
fácilmente alcanzado por medio del sonido vocal OM. ¡Escuche una gran

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lección acerca de los misterios de OM! Le es dada por un maestro del oriente
en su propia manera de expresarse. Posiblemente usted ya ha tenido acceso
a esta alta sabiduría:
“‘Nuestro diario trabajo consagrado comienza con OM. Lo terminamos
igualmente con una prolongada entonación de la palabra mística OM,
seguida por una meditación. OM se describe como el comienzo, el medio y el
fin, no solamente de las Escrituras sino que de todas las cosas en la
creación. Los escritos sagrados tales como los Vedas comienzan con OM y
todos terminan con OM. No hay Mantra, ritual o culto que no esté
eslabonado de un modo u otro con la sílaba sagrada OM. Es la vida y alma
de todas las formas y todos los nombres. Podría decirse por lo tanto:
‘Al repetir la Sílaba Sagrada OM, uno repite todas las escrituras del
mundo entero’. Y además nos asegura la Mandakya Upanishad: ‘OM es en
toda verdad el principio, medio y fin de todo’. Al conocer a OM como tal, uno
alcanza sin ninguna duda posible esta Singularidad con Dios. La Biblia
cristiana también dice: ‘En el principio estaba la Palabra, y la Palabra estaba
con Dios y la Palabra era Dios’. ¡Cuán extraordinarias y portadoras de
alegría son estas declaraciones acerca de la Palabra! Y OM, la Sílaba Mística,
no es más que el símbolo de la PALABRA’.
“Uno puede decir: “¿Por qué no ha de ser Cristo o Krishna, Rama o
Zoroastro, Buda o Mahoma, X o Y? ¿Por qué es solamente la Sílaba Sagrada
OM?’ He aquí la respuesta: Porque OM es el sonido más simple, más natural
que todo lo cubre, de manera que hasta los sordomudos pueden
pronunciarlo. Es la palabra empleada en todas las religiones de una forma u
otra, una palabra expresada en todos los lenguajes. OM, Amen, Ahmin:
todas se refieren al Más Alto Estado de Consciencia y de verdad. Cuando
usted repite Rama Krishna, Buda, Cristo, Mahoma o Zoroastro, estos son
nombres santos, lo que significa que representan a Dios bajo diferentes
formas personificadas. El aspecto universal, cósmico de Dios, del Dios que
es sin forma, sin cambio y sin causa, está indicado por OM solo.
“Para recitar OM, no se requiere esfuerzo alguno. Uno puede pronunciarlo
sin el menor entrenamiento. Muchas veces se expresa espontáneamente.
Vemos que un niño lo repite cuando está feliz. Toda la gente enferma y que
sufre lo repiten sin darse cuenta, como si les acarreara algún alivio. Los
sonidos repetidos podrán no ser exactamente OM, pero con una ligera
variación, se parecen a OM.
“En la Canción Celestial del Bhagavad Gita, el Señor Krishna dice:
‘Aquellos que meditan sobre la Sílaba Mística OM, olvidándose de todo lo
demás, alcanzarán percepción de Dios en un corto tiempo’. Dice además: ‘Al
repetir OM, la Única Sílaba Eterna, y al meditar sobre Yo, aquel que lo hace,
olvidándose de su cuerpo, alcanza las Alturas Bendecidas de donde no hay
retorno.
“OM no es una simple palabra común. Es una palabra mística, una
palabra de poder, con fuerza escondida y energía latente. Es una palabra
que da vida y despierta el alma.
Al repetir OM uno encontrará que proviene de las profundidades del ser y
fluye de todas las células. Es una palabra que nunca puede separarse de la
vida. El hecho más asombroso, aunque uno lo crea o no, aunque uno lo sepa
o no, es que la palabra mística OM siempre se expresa y manifiesta a través

32
de nosotros, o mejor aún, a través de todas las criaturas y sonidos en la
Tierra.
“En el aliento en sí, Soham opera día y noche:
‘SO’ al inhalar y ‘HAM’ al exhalar. En SOHAM, las consonantes S y H (H
con A, eso es HA para completar el sonido) representan al mundo burdo,
material, y la vocal O y el sonido nasal M representan Espíritu y Verdad. En
esta palabra, hay OM fluyendo por el aliento, sin saber, e incesantemente
proclamando con cada aliento que se toma: ‘Soy la Verdad, soy la Divinidad,
soy el Aliento Universal, el Uno sin segundo. Soy Todo en Todo, la Presencia
inmanente en todo corazón y la creación entera además’. ¡Escuchen,
reconozcan y quédense silentes! ¡OM! ¡OM! ¡OM!
“La esencia de este mensaje es que OM es el símbolo de la Energía Divina,
de la Presencia que lo penetra todo. Siendo tal, no puede estar limitada a
cualquier individuo o cualquiera religión. Es la herencia de todas las
criaturas de Dios, de la humanidad entera. Aunque lo sepamos o no, se
expresa y manifiesta en nuestros pensamientos, nuestras palabras y
nuestros actos. La Paz Infinita (es decir, el equilibrio eterno) y el poder
ilimitado serán nuestros cuando conscientemente podamos reconocer toda
su importancia y significado, y entonarnos, ponernos en armonía con la
Palabra Sagrada en todo instante de nuestra vida, ambos para nuestro
propio bien y el bien común del mundo.
“Para cerrar el tema, mencionaré la historia del Kalinga Mardana en el que
Krishna mató a la serpiente de las mil cabezas, como lo cuenta el Swami
Rama Tisha. Krishna saltó al lago y se colocó encima de la serpiente,
bailando y tocando la Sílaba Sagrada en su flauta divina. Él no cesó de tocar
hasta haber aplastado todas las cabezas de la serpiente. La feroz serpiente
no es en realidad más que el intelecto. Las mil cabezas son sus deseos,
pasiones y tentaciones sin número tales como los celos, el rencor, la envidia,
la congoja, la vanidad, la arrogancia, el egoísmo y otros defectos. El
momento ha llegado en el que deberíamos actuar como lo hizo Krishna,
tirarnos al lago de nuestro ser y comenzar a entonar la Palabra Mística OM,
aplastando una pasión tras otra, mientras nuestros pies bailan y nuestra
flauta toca en el ritmo de la vida. Cuanto más las aplastamos, más se elevan
nuevamente las pasiones; sin embargo, con práctica persistente, ciertamente
que seremos victoriosos, como Krishna.
“Este no es un simple cuento, para leerlo ligeramente, sino que es un
ejercicio práctico para vencer el mal, con la ayuda de la bondad y con las
vibraciones sagradas de OM. También es una fórmula inspiradora el pensar
que nuestros cuerpos son flautas, y que, si los vaciamos de todas las
pasiones y de todas las ideas de ‘mío’ y ‘tuyo’, el Señor mismo cantará a
través nuestro canciones celestiales de Paz, Armonía y Bendición.
“Hay muchos que se preguntan si esta palabra debería deletrearse OM o
AUM. De hecho, estas dos formas son idénticas. OM es la fusión de tres
sonidos elementales. A (como en ‘arte’), U (como en ‘rueda’) y M (como en
‘madre’). La A y la U se mezclan cuando se pronuncian juntas, según la
gramática sánscrita.
“Al repetir A, U y M separadamente uno descubrirá que estas tres cubren
el curso entero de emisión o producción de sonido. A empieza en la raíz de la
lengua, al límite más bajo de generación de sonido; U comienza en el

33
principio, en la región cercana al paladar, y M viene del extremo, de la punta
de la lengua. Al pronunciar la sílaba entera todos los órganos vocales llegan
a cercana yuxtaposición. OM es el sonido fundamental y original de donde
salieron todos los otros sonidos del lenguaje. Por lo tanto OM es la matriz de
todas las palabras.
“Es muy importante entender el significado de la palabra OM. Las letras,
es decir los sonidos A, U y M, representan los tres estados o aspectos del
mundo, tal como:

A U M
Brahma Vishnu Shiva
Padre Hijo Espíritu Santo
Vigilia Sueño Dormir
Cuerpo Mente Espíritu
Materia Burda Materia Sutil Existencia Causal
Pasado Presente Futuro

“En todos estos aspectos triples vemos cómo A, U y M cubren toda


nuestra vida en todos sus planos. Si uno conoce la Palabra Mística OM, uno
podrá saber de la manera más natural el misterio de Dios, porque la Palabra
Mística lleva directamente a la presencia del Dios Universal.
“Ha sido declarado que la letra A representa el estado de vigilia, que es el
burdo mundo fenomenal; que la letra U representa el Mundo de los Sueños,
de la imaginación y la fantasía, y que la M representa el profundo e
inconsciente estado del dormir, el mundo desconocido.
Pero hay un Cuarto Estado más allá de estos. ¿Cómo está representado
por OM este estado de Superconsciencia? Cuando uno repite OM, el sonido
que resulta de la repetición de la Palabra Mística lleva al cuarto estado,
aquel de Consciencia Cósmica. Por lo tanto, al repetir OM, al pasar a través
de A, U, M —el estado de vigilia, estado de sueño y estado de dormir— uno
experimenta y conoce en silencio sus efectos maravillosos al alcanzar como
el resultado más maravilloso, el Cuarto Estado. El sonido que resulta de la
repetición de OM lleva, por lo tanto, al más alto estado de Paz. Este es un
estado sobre el cual debe meditarse y comprenderse en silencio, por
intuición.
“Puramente como un título indicativo declaramos que la repetición de una
sílaba, una palabra sagrada o un mantra se denomina lapa en sánscrito.
“Para el principiante es útil hasta simplemente repetir OM, OM, OM. . .
por varios minutos dos veces por día o, más específicamente, al amanecer y
atardecer, o cuando sea conveniente. Uno debería sentarse solo, en una
posición cómoda, manteniendo la parte superior del cuerpo bien erguida.
Uno puede elegir una habitación o ir a un lugar de belleza natural, por
ejemplo una colina o la ribera de un río o una playa. A medida que
evoluciona, el místico debe comprender que hay dos otras maneras de
recitar la Palabra. Primero de todo, cuando uno pronuncia el nombre de
Dios, OM, con la boca, uno comienza a sentir un estado extático y, en lugar
de pronunciarla fuerte, uno ama decirla con los labios en una manera
silenciosa.

34
Entonces, continuando, uno entra a tal estado de felicidad que ni siquiera
quiere hacer mover los labios. El más leve movimiento es una carga y un
doloroso esfuerzo. Entonces cesa hasta la repetición con los labios. Entonces
viene el último estado de repetición con el aliento. Uno inhala OM y exhala
OM, la Luz de luces, con cada aliento. Finalmente, uno ni siquiera la repite
en el pensamiento.
Uno simplemente está consciente de OM, de la Presencia que ya se repite
a Sí en cada aliento. Cuando uno sigue a OM en cada aliento sin ningún otro
pensamiento, uno flota en el Océano de Ser, Conocimiento y Alegría
absoluta; uno alcanza aquellas benditas alturas donde no hay más
inhalación ni exhalación, sino solamente la brillantez de millones de Soles.
Naturalmente, es difícil para los principiantes sentir la Presencia en el
aliento, pero para aquellos que están avanzados, aquellos que se han dado a
Dios, nada existe excepto Dios. Aun en su sueño están conscientes de la
Presencia, el Soham, el OM siempre presente.
Aun es necesario, antes de que uno comience a repetir OM, entender el
significativo de OM e identificarse con su esencia. La esencia es: ‘Eso eres
Tú’. Dios, u OM, no está separado o distante de ustedes. Ustedes son parte
de Eso; Eso que existe es UNO y Eso eres tú. La cosa más importante en la
repetición de OM es la identificación con la Luz de Luces, la Presencia
Penetrante que impregna al Universo al igual que el ser de uno.
“El segundo método es aquel indicado en el análisis de la Palabra OM. Al
entonar OM uno comienza con la A, prolongando el sonido por cuanto uno
puede; entonces uno pasa a U y finalmente, a M. De hecho los sonidos de A
y U, como si fuesen un solo sonido continuado de O, como la vibración
profunda de un instrumento musical. El cántico debe ser tan largo como sea
posible sin molestia para el cantante.
El sonido M final, debe ser prolongado en silencio. Cubriendo así el estado
de vigilia, de soñar y de dormir, el sonido finalmente lleva al Estado
Transcendental, gracias al silencio producido por entonar la A, U y M. Uno
debe quedarse en este inmutable silencio después del sonido M cuanto sea
posible y luego comenzar de nuevo con A, U, M que lleva al silencio cada vez
que uno lo canta y es finalmente seguido por una profunda meditación. Al
cantar AUM uno se eleva por encima de pasado, presente y futuro, y el factor
que resulta lleva al estado de la cuarta dimensión, aquel de la Consciencia
Cósmica, la meta del nacimiento humano.
En esta repetición de la sílaba entera AUM se usan todos los órganos
vocales, y cubre el alcance completo de la emisión y producción de sonido.
Por esto es que se ha dicho que al repetir OM uno recita todas las Escrituras
del mundo.
“Hasta ahora se han explicado dos importantes y útiles métodos: el OM
para la meditación profunda por medio de la boca, labios y aliento, y el AUM
para cantar fuerte, en donde uno extiende los sonidos de A y U, cantando la
M final por todo el tiempo que uno pueda.
Aun hay otro método; este es útil para mantener un interminable influjo
de consciencia divina en el medio del trabajo, juego o descanso. Todo el
mundo ama la música en alguna forma u otra. Cuando uno está feliz, uno
comienza a cantar una canción, a sabiendas o sin darse cuenta. En todos los
lenguajes hay muchas canciones populares que atraen la mente e inspiran el

35
alma en sí. Uno puede substituir las palabras ‘OM, OM’ por algunas
palabras, o añadirlas al tono deseado, y podemos hacer eso con cualquiera
canción.
La cosa importante en el canto rítmico de OM en cualquiera melodía
conveniente es dejar que los sentidos, la mente, el intelecto y el Ser se
derritan dentro de la Vibración Universal, en la singularidad de la Vida
Singular e Indivisible. Uno debe sentir, y sentir en una manera extática que
se está derritiendo dentro del Dios Único, en Paz Eterna, en Su Luz y dentro
de Su Amor.
“Todas las maneras de repetir OM llevan a la meditación y el silencio,
teniendo como punto final el Estado de Consciencia. Pero, en la más alta
meditación, ésta significa concentración del pensamiento sobre OM,
específicamente, dentro y fuera. Uno debe observar el esplendor luminoso
que emana de OM y cerrar los ojos, pensando que OM ya no está fuera de
nosotros. Está dentro de nosotros. Uno es aquel OM. El cuerpo en sí es el
aspecto físico de OM. De cabeza a pie, uno es la forma de OM, la
manifestación de OM. Fíjense: Allí está el Creciente encima de su cabeza. En
este creciente está el Sol de Soles, brillando en todo su esplendor.
Al así identificarse con la Palabra Mística OM uno medita acerca del gran
significado de Vida, Luz y Amor. Uno debe cantar fuerte la palabra OM, al
volverse uno más y más absorbido en ella; uno debe cantarla solamente con
los labios, y finalmente de una manera inaudible, sintiendo su esencia
dentro de uno. Uno debe sentir que al inhalar, uno absorbe en sí todos los
rayos de luz, extendiéndolos y radiándolos nuevamente, cerca y lejos, por el
mundo entero, con cada aliento. ¡Qué pensamiento maravilloso!
Uno debería practicar esta meditación especialmente durante las primeras
horas del amanecer, encarándose al Sol naciente, y a la hora del atardecer,
encarándose al Sol poniente. Precisamente cuando los rayos se derriten
dentro del Sol en el momento del atardecer, así uno deja que el mundo se
derrita dentro de uno, mientras uno está absorto en profunda meditación.
“Para una meditación aun más elevada, uno debe meditar en la parte de
arriba de la cabeza de uno, en donde hay Luz Infinita adentro, fuera y a todo
alrededor. Allí, no hay repetición ni cantar de OM, ni siquiera mentalmente.
No hay inhalación ni exhalación. En la Luz de Luces, en el centro más
elevado, el hombre siente inicialmente apenas una ligera presión. A medida
que uno se derrite más lejos, hasta esta sensación desaparece. Uno no siente
nada más que Eso. Aquí entonces está el significado final, el valor final de la
Palabra Mística OM —el Esplendor Infinito, Eterno Incomprensible de
Millones de Soles.
“En conclusión, mencionaré mi experiencia personal y daré mi propio
método para repetir OM. Después de solamente tres repeticiones de OM me
siento elevado a las Alturas Bendecidas de la Consciencia Espiritual. Con el
primer OM, lucho por armonizarme, por ponerme en acuerdo con el pasado,
presente y futuro en su vibración incomparable, incesante; en el segundo
OM, lucho por elevarme por encima del tiempo, Espacio y Causación. Sin
embargo, todos descubrirán cómo hacer uso de su propio modo por
experiencia.
Todos estos métodos de repeticiones y cantos de OM llevan a aquel Estado
Transcendental en que la respiración lleva a la No Respiración; el sonido o

36
vibración de OM lleva al gran Vacío de inmutable Silencio, a aquella Paz
Profunda que pasa toda comprensión, que es incomprensible para la mente
mortal y finita y que no puede ser comprendida excepto por las Verdades
Infinitas, Eternas e Inmortales dentro nuestro —pues se es Uno con un
segundo ser Todo Conocimiento y Toda Sabiduría en Sí.
“Que OM, el aliento de la vida en el individuo y el Aliento Universal en la
creación, bendiga a todos los discípulos con la Vista Universal para la cual el
mundo entero es simplemente el Aliento de Dios”.
El maestro ahora entona el AUM y este me atrae a la beatitud de
comunión suprema donde el olvido significa conocimiento, y la entrega, luz.
Cuando recobro la consciencia, El ya no está más allí y vuelvo a la Tierra. Al
grado que me acerco más al estado de consciencia objetiva, el mensaje del
maestro toma la forma comprensible de pensamientos y palabras que
transcribiré inmediatamente al “llegar”, de manera de no saltarme nada que
me haya sido enseñado; pero justo antes de comenzar, con un corazón
estallando de agradecimiento, diré:
“Qué el Cósmico santifique mi contacto con el Sanctum Celestial”.

37
CAPÍTULO SEIS
CICLOS, DÍA SOLAR Y LAS EXPERIENCIAS PSÍQUICAS

Esta noche, mi santuario privado, tal como lo he concebido en el Sanctum


Celestial, está poco iluminado, solamente por las velas de mi altar, y apenas
distingo al maestro que ha venido a instruirme. Él apareció, precedido por la
sagrada AUM que parece ser la “señal” de los maestros en mi catedral. Aquel
que está aquí me es conocido según la terminología que he compuesto para
mi propio uso, como “el maestro de la experimentación”, porque sus
mensajes siempre tienen una tendencia práctica, y cuando sus instrucciones
son cuidadosamente seguidas, es cosechado un muy gran beneficio. Por lo
tanto le doy la más aguda atención, tomando copiosas notas de manera de
poder recordar hasta el menor de los detalles, cuando esté de vuelta “allá
abajo”. Estoy listo, y el maestro lo siente:
‘Hoy volveré a un tema de la más grande importancia, y estoy muy
consciente de que repetiré, a veces literalmente, lo que ya te he enseñado en
otras ocasiones, pero el conocimiento requiere constante repetición de
manera de ser bien absorbido. Pues después de que un mensaje ha sido
recibido, muchas veces es seguido por unos pocos días, luego dejado de lado
y finalmente olvidado. Tú has transmitido de muchos modos lo que te he
enseñado, y lo has traído a colación en diferentes ocasiones. Al repetir
nuevamente las mismas admoniciones, tú demuestras la importancia que
los maestros les dan, y muchos sacarán de este hecho una inferencia
correcta: que deben poner estas enseñanzas a uso práctico si ellos desean
hacer buen progreso en la Senda elegida. Por lo tanto, escucha nuevamente
mi lección y presta respeto escrupuloso a mis direcciones.
“Muchos encuentran grandes dificultades para alcanzar contactos
cósmicos y la mayoría de las veces esto se debe a que están faltos de una
técnica que sea suficientemente simple pero digna de estudiarse
cuidadosamente, porque muchas veces es descuidada. ¿Qué significa uno
por contacto? Vale la pena subrayar que este término incluye la idea de
acuerdo. Estar en contacto con algo significa estar en armonía, en
resonancia con aquella cosa. Naturalmente, esta armonía también implica
un sentimiento de singularidad. Uno puede retener la individualidad de uno
hasta cierto grado, pero en todo contacto hay ciertas cualidades o
condiciones que estén en común con la cosa con la que uno está en acuerdo,
y uno mismo. Tiene que haber un lazo de intercambio común, o de lo
contrario no hay contacto. En la Física hay una palabra que se ajusta
perfectamente al asunto de que hablo. Esa palabra es: resonancia. Significa
armonía vibratoria, tal como existe, por ejemplo, entre dos diapasones de
igual tono. Cuando uno emite sonido, el otro responde a las vibraciones que
le golpean.
‘Pero lo que quiero examinar es el contacto con el Cósmico. Esto requiere
primero de todo que examinemos nuevamente la naturaleza del Cósmico y el
significado exacto de esta palabra que muchas veces es usada sin
comprensión perfecta. El Cósmico es aquella inteligencia suprema en la que
están contenidas todas las fuerzas, todas las realidades que se nos
manifiestan a nosotros a través de los diferentes fenómenos que
experimentamos.

38
El Cósmico es, por lo tanto, la Singularidad de toda la realidad. Es, al
mismo tiempo, el mundo material, físico y lo que los hombres han llegado a
designar bajo el nombre de espiritual. La distinción entre estos dos, lo
material y lo espiritual, yace solamente en la extensión o calidad de
manifestación. El Cósmico, siendo la fuerza e inteligencia universal,
funciona a la misma vez de una manera finita e infinita. Las manifestaciones
finitas del Cósmico son una forma reducida y limitada de fenómenos que
solamente podemos percibir de una manera objetiva. Para usar de una
simple analogía, consideremos a una estrella en el cielo. No importe cuan
inmensa esta pueda ser, es de un modo más pequeña y más limitada en
comparación con todas las galaxias en los cielos.
‘Cuando uno quiere entrar en contacto con el Cósmico, lo que busca es
una singularidad y armonía que no se aplica simplemente a alguna clase
particular de fenómeno o a alguna categoría definida de cosas. Lo que uno
busca es sumergir o derretir la consciencia de uno en el todo del cual la
consciencia verdaderamente es una parte. De hecho esta unidad existe
permanentemente pero nuestra meta en el contacto cósmico es realizar,
entender, sentir esta singularidad. La armonía con el Cósmico requiere que
la consciencia universal se vuelva activa dentro de nosotros, y es en esta
forma que entonces podemos elevarnos al gran ‘Todo’.
“El misticismo es una ciencia, en su método y en la manera analítica en
que se aplican sus técnicas. Sus objetivos son, por supuesto, totalmente
diferentes de aquellos buscados por la ciencia clásica, pero, sin embargo,
constituyen un método inteligente y sistemático para el uso de ciertas leyes.
Debido a que es una ciencia, el misticismo ha descubierto que hay algunas
condiciones y momentos precisos que son particularmente favorables a los
contactos cósmicos. Las manchas solares tienen definidos efectos sobre las
emociones humanas y los centros psíquicos. Todos saben, y la ciencia lo ha
revelado, que las manchas solares afectan la atmósfera de manera que le
bajan la velocidad a las ondas electromagnéticas y de hecho le bajan su
frecuencia. Como consecuencia, las manchas solares interfieren con la
emisión de radio y televisión y afectan hasta un cierto grado a los cables
submarinos.
“Los místicos y especialmente los Rosacruces han conocido por siglos los
efectos de las manchas solares sobre el hombre. El hombre es un ser
electromagnético. El mundo constituye u vasto campo de variadas energías.
El hombre vive en este campo, y todo místico debería saber claramente que
el Sol afecta grandemente a este campo. Por lo tanto, todo cambio de
condiciones en el Sol afecta nuestras glándulas, nuestros centros psíquicos y
nuestro ser mental y emocional. “Todos saben, a propósito, que la Luna
afecta la gravedad y las mareas; pero lo que los místico deberían saber es
que la Luna tiene un efecto polarizador sobre la naturaleza eléctrica de la
energía nerviosa. Afecta al delicado equilibrio del aura psíquica.
‘El mayor efecto del Sol se refleja en la vitalidad del ser humano. Pero la
Luna afecta principalmente al ser psíquico y mental de hombre. Mientras la
Luna va de nueva a llena tiene su mayor influencia sobre las cosas vivientes.
Durante su primer período de menguantes sus efectos sobre el hombre son
más positivos. El segundo período, de llena a Luna nueva, es más o menos
negativo en sus efectos sobre la humanidad. Durante el período positivo la

39
interacción de la Luna con los rayos cósmicos y otras fuerzas cósmicas es
mucho más fuerte.
‘Uno debe tomar nota y recordar que los contactos cósmicos son mucho
mejores durante este primer período de la Luna menguante. Es el mejor para
los ejercicios psíquicos y la proyección de la consciencia. Además, uno
descubrirá que durante este primer periodo existe para todos un día definido
que es el mejor posible para los contactos cósmicos, un día en el intervalo
entre Luna nueva y la llena. Todos deberían determinar de por si este día,
descubriéndolo a través de sus propios experimentos. Este día es aquel en
que los centros psíquicos están en armonía con las vibraciones cósmicas que
emanan del Sol y la Luna. La influencia de la Luna sobre las emociones y los
centros psíquicos cambia de fuerza de minuto a minuto. Cada siete minutos
un nuevo grado —un diferente grado de armonía— es creado en el cuerpo
humano.
“Después de descubrir el mejor día del período lunar, uno debe aprender
cómo descubrir subsiguientemente cuál es el mejor momento que produce
los mejores resultados para sí. Es un antiguo principio místico el que
establece el día del nacimiento como el día solar de uno, el día en que el
organismo entero, el ser entero, está en la más cercana armonía con las
fuerzas cósmicas. Consiguientemente, si alguien nace un miércoles, jueves o
viernes, ese día es su día solar. No solamente está la vida dividida en siete
ciclos de siete períodos cada uno, sino que la relación del hombre con lo
Divino y el Cósmico también tuvo siete grados que son los siete días de la
semana; pero uno debe notar bien el siguiente hecho: La semana cósmica
comienza con el día de nacimiento, es decir, el día solar, y este día en
particular es el mejor para revitalizar y regenerar las fuerzas vitales.
“Aunque todos los hombres son organismos idénticos, existen diferencias
funcionales entre ellos, y todos deberían hacer buen uso de estas
anotaciones personales de su propia naturaleza y descubrir su mejor periodo
para los contactos cósmicos. ‘Veamos ahora cómo ocasionar tales contactos,
y preguntémonos: ¿Qué ventajas podemos derivar de los contactos
cósmicos? Primero de todo, he aquí lo que uno debe hacer:
“En el día solar de uno, si es posible y lo permite el tiempo, uno debería
sentarse al Sol. Uno debería enfrentar al Sol y dejar que los rayos le den en
la cara, cuello y brazos por varios minutos. Al hacer esto, uno se pone en
armonía con las diferentes radiaciones solares. Algunas de estas radiaciones
les son conocidas al hombre: él las ha aislado y conoce sus lugares en el
espectro electromagnético; este es un simple asunto de física. Otras
radiaciones quedan aún por ser descubiertas por el hombre, y estas son las
que le permiten a uno estar psíquicamente entonado con el Cósmico. Apenas
uno está en la posición indicada más arriba, uno debe pedir ser ayudado
constructivamente y guiado durante los contactos. Es autoevidente que uno
debe ser sincero. Uno no puede esconder al Cósmico su verdadero propósito.
Uno no puede de alguna forma, expresar su deseo por palabras de boca
mientras que profundamente dentro suyo desea otra cosa. Lo que uno pide
debe ser digno de su consciencia y ser moral. Debe ser algo que uno ya ha
tratado de alcanzar por propio esfuerzo. Si, por otra parte, uno por el
momento no tiene problema particular que resolver, es justo ofrecerse como

40
un canal para ayudar a otros y pedir ser guiado para hacer o decir algo
beneficioso para otro.
“No es necesario siempre sentarse a la luz del Sol para alcanzar contacto
cósmico, aunque este método sea el mejor para las glándulas y centros
psíquicos. Pero cada vez que uno hace este contacto y prueba esta armonía,
debe seguir los principios que voy a indicar. Uno debe visualizar su
consciencia como una espiral ascendente de círculos concéntricos que se
eleva más y más alto, representando a la consciencia elevándose a la
infinidad. Esta imagen simbólica ayudará a todos a derretir la consciencia
mejor al ‘Todo’ cósmico. Uno debe evitar toda tensión y toda posición que no
sea natural. Además, uno debería soltarse la ropa de manera de no estar
consciente de su presión sobre el cuerpo, y elegir un asiento o sillón en el
que pueda descansar la cabeza y los brazos.
“Es completamente equivocado el pensar que ninguna relación es posible
entre el contacto cósmico y los hechos de la vida. La radiación espiritual
debe traer felicidad objetiva, física y material. Es un error básico el negarle al
cuerpo sus deseos naturales. Tal modo de actuar destruye las relaciones
armoniosas entre el ser físico y el ser espiritual. Uno debe considerar al
cuerpo como el vehículo del ser interior que uno desarrolla debido a las
diferentes experiencias acaecidas en la Tierra. “La primera y más importante
manifestación de contacto y armonía cósmica es una actitud de tolerancia.
Una extraña transformación toma lugar en el cuerpo. Los prejuicios se
vuelven más leves debido a una comprensión antes desconocida. Lo que uno
no podía admitir antes, lo tolera ahora más fácilmente. Si uno tiene éxito en
los contactos cósmicos, descubre que ha sido alcanzada la Paz Profunda, la
más rica recompensa de la vida.
‘He aquí otro punto que, creo, les parecerá interesante; en los diferentes
ejercicios místicos el discípulo utiliza ‘herramientas’ definidas. Ahora bien,
de manera de alcanzar la perfección en cualquiera clase de trabajo, uno debe
saber cómo utilizar con comprensión las herramientas de uno. Una de
nuestras herramientas principales es la visualización. Esta está relacionada
con la visión, aunque no es siempre una cuestión de aquello percibido por
los ojos psíquicos sino que de aquella cuestión realizada en la pantalla de la
consciencia sin la ayuda del sentido de la vista. En la visualización uno
usualmente elige del almacén de la memoria una impresión visual de
manera de componer una imagen mental en la pantalla de la consciencia.
El grado y perfección de la visualización dependen del poder de
concentración. Uno debe poder traer ante la consciencia diferentes
sensaciones visuales tales como colores, formas y portes, al igual que
diferentes sensaciones o impresiones placenteras y desagradables de olfato y
sonido, y eso en tal manera que uno realice completamente esas
sensaciones. La visualización perfecta no es una imagen vaga y sin
delineación. Todo lo que está relacionado con esa imagen debe ser preciso. Si
uno desea visualizar una sala que conoció de niño o adolescente, la imagen
debe ser completa y debe tener la precisión, realismo y perspectiva de un
continuo de tres dimensiones. La observación es importante a la
visualización. Uno debe tratar de entender lo que uno ve y así uno lo
recordará. Alguna gente tiene una inclinación natural hacia la observación;
otros deben cultivar esa habilidad. Todos los días, antes de acostarse, el

41
discípulo debería luchar por recordar qué ha visto durante el día —en el
trabajo o en los mandados. Si no puede recordar nada en forma
verdaderamente precisa, entonces él no ha hecho uso de sus facultades de
observación.
“En la escuela pitagórica, siglos atrás, todos los estudiantes estaban
obligados a repasar todas las noches todo lo que habían hecho durante el
día. “La visualización e imaginación necesitan las impresiones que uno
recibe como una base con la cual trabajar. La visualización debe tener la
sensación de realidad. La imagen visual debe estimular todas las facultades
que de cualquiera manera estén relacionadas a ella; no solamente la vista
sino que también todas las emociones y el ser psíquico. No es suficiente
simplemente ver. Uno debe Sentir, escuchar y colocarse dentro de la imagen
y volverse enteramente subjetivo por uno o dos minutos como si uno se
derritiese en la imagen y se volviese solamente uno entre sus personas y
alrededores.
‘Cuando uno visualiza una persona para el propósito de proyectarse hacia
él o ella, uno debe conocerla, de manera de obtener los mejores resultados.
El discípulo debe ser capaz de verla perfectamente en su mente, de manera
de dotar la imagen con realidad. Debe, por lo tanto, poder recordar la voz de
aquella persona, su expresión, sus características, él debe poder sentir su
choque de mano y, en el caso de una mujer, la fragancia de su perfume
usual. Si el discípulo observa todas estas marcas cuando visualiza, notará
los resultados efectivos de la imagen que ha creado. La imaginación, repito,
implica los principios psíquicos de visualización. Si uno no puede visualizar
las experiencias pasadas con suficiente precisión para evocar su impacto
emocional, entonces uno no puede triunfar en la creación mental. Un
ejercicio muy simple es dado en las enseñanzas Rosacruces para ayudar a la
visualización. Este es aquel del círculo:
“Uno debe visualizar un circulo de dos metros de diámetro y verse en el
centro de aquel circulo. Para este propósito uno comienza dibujando
mentalmente un arco circular. Con los ojos de la mente uno extiende una
parte de ese arco hacia la izquierda. Y así a todo el alrededor de uno. Uno
debe repetir este experimento frecuentemente. Es muy útil para alcanzar la
buena visualización. Con práctica la visualización se vuelve en toda manera
extremadamente fácil, y así le es permitido a uno utilizarla creativamente.
“Les he recordado esto sólo brevemente, pero en forma lo suficientemente
clara para darles un sólido cimiento para su trabajo místico. Aprendan a
utilizar estos principios para dar aun mayor eficiencia a su estudio de las
leyes cósmicas”. No puedo resistir hacer una pregunta que pesa en mi
mente:
‘Venerable Maestro, ¿qué sucede, desde este punto de vista, con los
períodos diarios revelados al público por el Dr. H. Spencer Lewis en su
trabajo El Dominio del Destino con los Ciclos de la vida?”. “Estos períodos
siguen siendo verdaderos —responde— pero como lo dijo usted mismo, le
fueron revelados al público y, por lo tanto, no podían incluir todo el
conocimiento reservado para los discípulos avanzados de los grados
Rosacruces altos. Tomemos una analogía del mundo en el que se vive. La
astrología, como aparece en los impresos públicos, aun en las publicaciones

42
especializadas, da, más o menos, las tendencias generales según el
‘horóscopo’ en sus aspectos amplios.
Pero un aspecto válido y preciso no puede establecerse, a no ser que se
conozca exactamente la hora del nacimiento. Lo mismo es aplicable al ciclo
diario. Esto le ofrece a la humanidad en general una firme base y da todos
los elementos generales necesarios para la maestría y el éxito. Pero el
discípulo tiene el privilegio de un conocimiento mucho más preciso, y usted
puede haberlo notado apenas le hablé acerca del día solar. Observe
atentamente la nueva comprensión ofrecida aquí, pero recuerde que la
designación de los períodos no cambia y que el horario con sus períodos A,
B, C, D. E, F y G no tuvo que pasar por el menor cambio.
‘Comprenderá inmediatamente qué es lo que te quiero explicar si observas
que en inglés el Día del Señor es llamado Día del Sol, significando día solar.
Así el domingo de los períodos diarios se convierten en el día solar y, como
usted sabe, este es el día de nacimiento. Por lo tanto, si alguien, por ejemplo,
nace un viernes, su domingo, el domingo de sus períodos diarios, para él
será el viernes; el lunes de esos mismos períodos caerá para él en sábado. El
martes cae en el domingo general, el miércoles en el lunes, etc. Los periodos
diarios se hacen así personales y son aplicables a todos, precisamente según
el día de su nacimiento. Espero haber sido claro. Aplique estas instrucciones
y hágalas aplicar. Aquellos que lo hagan experimentarán sus resultados
maravillosos en su vida espiritual y hasta en su apariencia exterior. “¡He
dicho!”
El Maestro de experimentación se pone de pie. Se acerca al altar de mi
santuario, levanta las manos por encima de su cabeza y entona tres veces
un largo sonido de AUM. Yo caigo de rodillas y mi vista queda fija en las
nubes que se forman a su alrededor y no se disuelven hasta que se va. Cerca
de la puerta extiende su mano derecha hacia mí en una última bendición, y
yo, mismo, cruzo el espacio al sanctum de mi domicilio terreno, donde
vuelvo a la consciencia objetiva e inmediatamente tomo nota de las
impresiones que he recibido y el mensaje dado. ¡Cuán largo y a veces duro
que es transcribir lo que se da tan perfecta y directamente ‘allí arriba”, que
unos pocos segundos de nuestro tiempo pueden llevar una fortuna de
instrucciones que tomaría días adquirir en este mundo!
En los días venideros meditaré largamente acerca de la lección que he
recibido, porque no iré a mi sanctum privado por algún tiempo. Durante las
siguientes cuatro semanas, comenzando mañana, tendré que llevar a cabo,
en el nivel del sanctum celestial, numerosas ceremonias especiales para el
beneficio de los miembros de mi jurisdicción. Este es un trabajo exaltador en
el que cada miembro participa en felicidad, luz, paz y amor. . .

43
CAPÍTULO SIETE
UN SERVICIO DE COMUNIÓN EN EL SANCTUM CELESTIAL

Cuando un Rosacruz medita en su sanctum, ¿está él ipso facto en el


Sanctum Celestial sin realizarlo objetivamente? ¿Está él en este mismo nivel
cósmico cuando está profundamente sumergido en el cuidadoso estudio de
una monografía, sea que esté en su sanctum o en cualquiera otra parte?
Estoy inclinado a creerlo así, y el informe que sigue señalará mis razones.
Un comentario parece buscado para este punto: es asombroso notar que
algunos discípulos están inclinados a ser escépticos tan pronto cuando uno
menciona hechos y fenómenos que transcienden el plano de la percepción
objetiva. Sin embargo, es claro que la vida mística transciende el nivel de la
existencia ordinaria que está limitada solamente a las impresiones objetivas,
y uno debería esperar que el discípulo quisiera por lo menos comprender que
el Hombre se manifiesta bien más allá de ese plano, aun cuando su
comprensión mortal no pueda realizarlo.
En una época en que cada uno conoce que está rodeado por vibraciones
que solamente pueden percibirse o verse después de haber sido
transformadas con la ayuda de los llamados “aparatos de recepción”, ¿no es
más bien que uno que pretende no creer nada excepto “lo que puede ver”
debería ser observado con asombro y piedad? El hombre en sí mismo es un
receptor. Por lo menos, tiene las facultades necesarias para la recepción, y si
no aprende a ponerlas en uso, la falta es suya. De todos modos, él
permanece como un ser total que refleja el universo visible e invisible con el
que está en continua resonancia y contacto. El Infinito del que de este modo
él está consciente puede, en cualquier momento, ser transformado por él y
congregado en su mente, para ser examinado, analizado y comprendido por
analogía con las cosas que él ya conoce.
Pero la mayoría del tiempo en que es recibido por los más altos niveles de
su ser, permanece improductivo con relación a la comprensión y asimilación.
Si él se beneficia del todo de tales impresiones, es en una manera pasiva,
instintiva e incomprensible. El discípulo, por definición, se coloca a si mismo
dentro de la perspectiva de una comprensión infinita. Como punto de
partida, él reconoce la totalidad de su ser; y trata de descubrir y vivir esa
totalidad. Es normal, no obstante, que un informe acerca de experiencias
que sobrepasan la esfera humana engendre dudas en otros. Experiencias de
esta clase solamente le conciernen a él, que las padece. Ellas no pueden ser
transmitidas por medio de explicaciones y otros no pueden aprenderlas en
idéntica forma. Esto es, sin duda, la razón para el siguiente precepto:
“¡Quédese callado!”, excepto si la experiencia puede ser puesta a prueba
por todos, después que ellos adquieran dentro del alcance de cada uno,
como es en el caso, por ejemplo, de contactos con el Sanctum Celestial. De
cualquier modo, el hecho que el Hombre es un ser total implica el
reconocimiento, aun antes del conocimiento actual, de una experiencia
igualmente total, que es la expresión de Ser en sus diferentes niveles, del
físico a las más sutiles manifestaciones. De la “transmisión de
pensamientos” y los ‘sueños”, por ejemplo, que el profano trata de explicar
por conclusiones imperfectas de hechos incompletos, el discípulo aprende a
conectar con la totalidad a la que él se siente atado, y cuyo gradual

44
descubrimiento ha emprendido. Cada detalle, ya sea del mundo perceptible o
de la esfera que escapa a la percepción de los sentidos, graba en sí misma,
pedazo a pedazo y en su verdadero lugar, en su total vista del Universo.
Por esta razón no vacilo en afirmar que en alguna etapa de nuestra
existencia total es posible estar en “cualquiera otra parte”, aunque el cuerpo,
y consiguientemente el intelecto, estén ignorantes de aquello. La Orden
Rosacruz enseña que las posibilidades del subconsciente son ilimitadas, y
debido a que el subconsciente actúa enteramente en una forma deductiva,
arrastrará al ser total, una vez que su intención sea “dirigida” y “canalizada”
hacia una dirección precisa. Esto será especialmente así durante la
meditación Rosacruz y el estudio de las monografías. Se conoce que los
sentidos físicos perciben solamente una muy pequeña fracción del teclado
vibratorio universal; pero a través de su ser interno, el Hombre permanece
en contacto con el teclado completo. De este modo, hasta el más breve
razonamiento hace plausible que cada Rosacruz sumergido en su trabajo
místico en el plano terreno pueda estar “presente” —aunque sin saberlo— en
el plano del Sanctum Celestial.
Estas conclusiones intelectuales son, por supuesto, reforzadas por la
verificación que pude hacer en otros niveles y especialmente en relación con
el Sanctum Celestial. Este Sanctum, es tan esencial en el trabajo Rosacruz y
tan íntimamente aliado al concepto de comunidad, que lo considero como
fundamental para los trabajos y actividades de la Orden Rosacruz AMORC,
como un total, y para el trabajo y la vida mística de cada miembro. En otras
palabras, todo lo emprendido, individual y colectivamente dentro del
armazón Rosacruz, “se expresa a sí mismo” a través del concepto del
Sanctum Celestial y a través de las ideas derivadas de este concepto general.
Si uno visualiza la jerarquía mística en la forma de una pirámide —entonces
uno podría concebir esta entera pirámide contenida dentro del Sanctum
Celestial. Por lo tanto, todos comprenderán la fuerza y poder que puede
atraerse de esta creación mental.
Hoy revelaré por primera vez una parte del trabajo que me incumbe para
llevar a cabo mis funciones relacionadas con el Sanctum Celestial. En el
Liber 777 se conoce que tengo que conducir personalmente ciertos períodos
especiales, y trato de describir uno de estos períodos; pero deseo que todo
esté perfectamente claro en el pensamiento de mis lectores. Por lo tanto,
sugiero que ellos inmediatamente relean o, por lo menos, recuerden lo que
he mencionado en detalle en estas páginas acerca de la visualización, la
creación mental y los contactos con el Sanctum Celestial. El concepto de
“construcción mental” es básico, y les recuerdo una vez más que el
pensamiento crea, pero lo que más cuenta es la intención positiva y el
resultado.
Ahora bien, lo último se obtiene siempre en el más alto nivel entre
aquellos concernidos en el intento. Si en un grupo de trepadores de
montañas atados juntos asciende el líder, todos aquellos detrás de él deben
ascender al mismo ritmo. Esta es la actitud que rige los períodos especiales
que son conducidos bajo la responsabilidad de nuestro Imperator y de
algunos Grandes Maestros de la Orden Rosacruz AMORC. Estos períodos
pueden estar concernidos con tales asuntos como el consuelo, la paz, la

45
oración o el desarrollo espiritual. Aquel acerca del cual voy a hablar, estaba
relacionado con la instrucción. Así es cómo él se manifiesta:
En ese jueves de septiembre, ascendí al Sanctum Celestial después de
una larga preparación que duró más de media hora. En mi sanctum terreno
vestía mi blanca vestimenta y la insignia de mi cargo para un doble
propósito: primero, mi propia visualización era así fortalecida, y segundo, yo
entraba al Sanctum Celestial para entregar allí un mensaje y es mí deber
usar vestidura ritualística. Además, aquellos que estarán entonados con el
Sanctum Celestial en este momento, percibirán el contacto muy
impersonalmente, aun si en esta ocasión particular uno que conocieran
fuera el que está encargado de expresar la sabiduría.
En la catedral que para mi representa el Sanctum Celestial, jamás me
coloco bajo el dosel porque en mi opinión este lugar debería estar reservado
solo para los visitantes cósmicos. Por lo tanto, tomo mi lugar esta noche —
son las 11 p.m. en la Tierra— en el centro del Coro, cerca del enrejado desde
donde puedo ver bien la gran asistencia. Precisamente antes de hablar,
visualizo sentado en el Este, precisamente bajo el dosel, al finado Dr. H.
Spencer Lewis; en el primer asiento a la derecha, a Jeanne Guesdon, entre
tanto que en el de la izquierda “veo” a Edith Lynne que me guiara hacia el
sendero a comienzos de mi décimo sexto año de vida. En otros asientos veo a
nuestros maestros de pasados días y cuando todos están sentados sé que ha
llegado el momento en que yo debería comenzar. Entre la congregación de
aquellos que en este instante están en contacto con el Sanctum Celestial, a
despecho de la forma en que ellos lo ven, percibí muchas caras familiares, y
debido a que hoy es jueves, recuerdo que muchos Rosacruces están
meditando o estudiando. ¿Están ellos conscientes de estar aquí? De la
actitud de algunos infiero que los hay, pero con otros nada podría ser más
cierto. Precisamente lo mismo, están allí y, después de todo, eso es lo que
cuenta. Lo que ellos recibirán se elevará de su consciencia tarde o temprano,
en una forma u otra. Entonces se sorprenderán por su mejor comprensión y
por sus “descubrimientos”.
He elegido embarcarme esta noche en un tema que oficialmente nada
tiene que ver con las enseñanzas Rosacruces, pero que se recomienda a los
miembros de la Orden para estudio personal. El diccionario del “Manual
Rosacruz” tiene lo siguiente que decir en relación con la palabra Astrología:
“Antigua ciencia basada en la íntima observación de las coincidencias de las
características humanas con la fecha y hora del nacimiento; el tiempo y el
análisis cuidadoso han probado que las coincidencias están basadas en
leyes fundamentales, sin tomar en cuenta si los planetas tienen algún efecto
sobre el nacimiento o sobre la naturaleza del hombre después de nacido.
Solamente los extremistas fanáticos claman o creen que estamos regidos por
los planetas; cuando más, las influencias pueden indicar, pero no controlar.
Es conveniente que todo místico tenga conocimiento de los fundamentos de
la astrología, aunque no se requiere que sea estudiante de esta materia”.
Después de llevar a mi mente esta definición Rosacruz, hablé de este modo:
“Mi propósito no es enseñarles los fundamentos de la astrología. Ustedes
pueden aprender estos fundamentos en algún buen manual. Tampoco
intento dar importancia a la actitud con la cual ustedes deben efectuar este
estudio, si les interesa. Como definición, el Rosacruz está bien consciente de

46
los peligros de la profecía, especialmente cuando ella concierne consigo
mismo. Porque él llega a conocer el poder creativo del pensamiento, la fuerza
de la sugestión y el poder del subconsciente en su acción deductiva. El
conoce, especialmente en su sensitividad mística, que si se ubica a sí mismo
abierto a esta clase de influencia, él mismo creará en lo que le ha sido
sugerido y lo que él ha aceptado en el plano emocional. Por lo tanto e1
recordará a cada momento que ha sido elegido para hacerse maestro de su
destino, y rehusará categóricamente a dejarse a si mismo a ser llevado por la
voluntad de algún pretendido profeta o por la curiosidad cuyo peligro de
insano carácter él realiza. Sin embargo, él no desechará el armazón que la
familiarización con una ciencia antigua como la astrología puede ofrecerle,
provisto que este armazón esté libre de toda profecía y defina solamente las
inclinaciones y tendencias que ‘los cielos’ designan para él.
Sin duda, tendría que tomar estas tendencias más en cuenta, sí no
estuviera en el sendero de la alta sabiduría. De este modo, él puede
comprender los defectos de los que puede escapar por su trabajo místico,
aquellos que aún él debe vencer y los particulares talentos que puede
desarrollar.
Finalmente, él estará mejor capacitado para determinar las circunstancias
de experiencias que él debe experimentar eventualmente para compensar
por pasada acción y para progresar en el sendero. De este modo conocerá
qué cualidades debe manifestar para evitar o superar esas circunstancias.
En otras palabras un Rosacruz no acepta las tendencias de los cielos en un
estado de mente negativo.
El admite su posibilidad o probabilidad, pero de inmediato adopta una
actitud positiva, y en seguida pone a trabajar las facultades a su comando
para evitar o vencer el periodo difícil que, supuestamente, está acumulando
para él. Si actúa diferentemente, si el miedo se apodera de él, si no procede
correctamente como lo haría un Rosacruz, entonces se entrega a sí mismo,
enteramente, a la sugestión y autosugestión, transformándose en una fácil
presa de las condiciones aceptadas y ampliadas por su mente.
“Cada miembro de La Orden Rosacruz AMORC, debería estar vigilante y
recordar siempre los peligros de las profecías que conciernen consigo mismo,
a despecho de la forma que ellas puedan asumir. Después de esta seria
advertencia es bueno conocer todas las ciencias serias —y la astrología es
una— sin jamás someterse a ella. Al examinar los principios fundamentales
de la astrología, uno advertirá que la fortaleza compensa la debilidad.
No existe asunto que sea enteramente positivo ni enteramente negativo.
Aquel que insiste exclusivamente en uno u otro aspecto, cometería un serio
error de juicio. Ora que esto sea premeditado por alguna razón oculta que
pueda siempre ser descubierta justamente la misma, ora que sea
involuntario y debido a la falta de información o comprensión —deberá ser
kármicamente compensado.
“Después de estas consideraciones y las necesarias advertencias, voy a
proceder a una revelación. Uso este término deliberadamente, porque lo que
intento decir es generalmente desconocido. Esta revelación pertenece a la
parte de la astrología supuestamente perdida, que la hizo en el pasado una
ciencia exacta. Pero ha llegado el tiempo de tomarla en cuenta nuevamente.
Además, interesará solamente a aquellos que reconocen la ley de

47
reencarnación. Para ellos será una ayuda adicional en su esfuerzo para
mayor luz. Pero hasta los otros pueden ajustar esta revelación a sus
creencias individuales.
“Sin embargo, primeramente existe un punto en el que debo insistir con
relación a la reencarnación. Lo que traje a la atención de ustedes en el
asunto de la profecía y de la sugestión se aplica con igual fuerza a esta
materia. Alguna gente tiene una tendencia que apesadumbra para buscar
sistemáticamente después de su pasada encarnación. Ocasionalmente, ellos
gastan mucho tiempo en esta búsqueda que descuidan su presente
encarnación, la única de la que están seguros y la única que cuenta de todas
las precedentes.
Después de todo, para poder alcanzar algo de verdad y una bien fundada
vislumbre de nuestras pasadas encarnaciones, es suficiente considerar lo
que somos ahora, con nuestras tendencias, nuestros rasgos buenos y malos.
Nuestra corriente personalidad es el resultado de pasados esfuerzos y
fracasos.
¿Para qué bien sirve el saber si fuimos o reyes o pastores? Somos ahora lo
que somos, y debemos construir nuestra evolución en esa base; no en eso
que fuera antes. Algunos van tan lejos que conceden una fe ciega a las
revelaciones que alguna gente pretende ser capaz de hacer acerca de
pasadas encarnaciones de otros. Aun sin cuestionar las igualmente
improbables pretensiones de aquellos que imprudentemente se llaman a sí
mismos ‘mediums’ —y mucho podría decirse en este asunto— es siempre
confundidor ver como alguna gente cree en las ‘revelaciones’ que les han
sido dadas acerca de pasadas encarnaciones.
He leído revelaciones de este tipo y prefiero no discutirlas. Esto no me
ahorrará la urgencia de usar palabras duras para caracterizar algo que es
extremadamente ridículo. Pero deseo que ningún Rosacruz rebaje su
dignidad y su responsabilidad, como místico y como ser humano, prestando
atención a esas prácticas y estimulando a sus desafortunados autores. Estos
autores, incidentalmente, incurren en una seria deuda kármica. Si
solamente ellos pudieran prever a tiempo esta deuda para evitarla con la
misma claridad con que sostienen su percepción de las anteriores
encarnaciones de otra gente.
“Nada de esta clase existe, afortunadamente, dentro de la bien entendida
astrología, aun si ella es estudiada en relación con la ley de la
reencarnación. La astrología concierne, en efecto, al hombre en su presente
estado, resultante de las influencias que mencioné antes, y así, ella es
eminentemente actual. La revelación referida está relacionada con las
conclusiones que uno puede extraer de los conceptos generales de ‘signo’ y
ascendente. “Es evidente que el ‘signo’ de natividad, tales como Aries, Tauro,
etc., representan rasgos adquiridos, es decir, expresan el resultado de
pasadas encarnaciones.
Las virtudes y fallas que implica representan el status alcanzado al final
de la última reencarnación. En estas bases debe ser construida la nueva
encarnación, y es también claro que las ‘circunstancias dadas’ son aquellas
que mejor permitirán un más eficiente florecer de los rasgos adquiridos. Con
esta conclusión todo astrólogo debe estar de acuerdo; pero lo que está
‘perdido’ y todavía desconocido para la astrología de ahora, es que el signo

48
ascendente determinado por la hora de nacimiento representa el propósito a
ser alcanzado, las nuevas adquisiciones a ser ganadas durante la nueva vida
en el ciclo evolutivo que debe seguir el alma-personalidad.
En otras palabras, el signo del nacimiento es el punto de partida
predeterminado de una vida, y el signo ascendente es el punto final sugerido
para esta misma vida. El análisis de las potencialidades de ambos signos
dentro de un horóscopo es por lo tanto, para obtener una satisfactoria
comprensión de lo que se espera de una encarnación en particular. Es
posible definir las existentes cualidades, y aquellas que uno debería adquirir
o fortalecer, las presentes imperfecciones y aquellas que aún debería evitar,
y así, sucesivamente.
Si los signos de nacimiento y ascendente son los mismos, el horóscopo
toma una significación muy especial. Las virtudes y los defectos -las
cualidades que pueden perfeccionarse- están intensificadas y la encarnación
tiene un valor muy particular para el seguimiento de la evolución y del gran
retorno.
‘Así, uno comprende que el signo del nacimiento en una encarnación fue
el signo ascendente de la encarnación previa y que el presente signo
ascendente será el signo de nacimiento de la encarnación siguiente, si esta
vida ha sido conducida como ella debería serlo. ¿Qué pasa, entonces, si la
existencia no ha cumplido esa obligación? Conociendo que la evolución
jamás retrocede y que uno la reanuda en cada existencia a contar del punto
alcanzado en la precedente, el resultado estará en la vida siguiente, en que
los signos de nacimiento y ascendente serán los mismos como en la presente
existencia; porque todas las lecciones deben ser muy bien aprendidas antes
que un ulterior progreso pueda ser considerado.
Por lo menos debe cumplirse una mitad del camino para que el signo
ascendente sea el signo de nacimiento de la siguiente encarnación. Si se
obtiene el resultado el signo de nacimiento será ‘avanzado’ más o menos en
grados fraccionales (digamos en los décimos de grado, aunque esta expresión
es debatible) y uno ve que es posible, por medio del examen de grados
angulares dentro del signo de nacimiento, determinar cómo ha de medirse
bien la previa existencia.
“Estoy tratando de expresarme lo más simplemente posible, para que así
lo entiendan hasta aquellos que tienen solamente una rudimentaria
familiaridad con la astrología. Muchos expertos astrólogos sabrán cómo
expresar en términos más exactos lo que yo deseo expresar simplemente,
para el bien de todos. Sería difícil ir más profundamente dentro de esta
materia sin consideraciones técnicas que rechazo. He enfatizado lo que la
astrología significa para los Rosacruces y no me corresponde entrar en
detalles de una ciencia compleja.
Cada uno puede muy bien comprender los puntos con los que tiene que
tratar y puede ponerlos a buen uso para una mejor apreciación de lo que él
es ahora y qué puede alcanzar. En este principio, se pueden hacer más
estudios detallados sin responsabilidad de mi parte. He revelado un
principio que fue tomado cuidadosamente en cuenta en días pasados,
cuando la astrología era una ciencia perfecta, y yo creo que el conocimiento
y uso de estos principios son esenciales si uno desea beneficiarse de la
astrología con la actitud en la que yo he insistido tan firmemente.

49
No tuve otro propósito en esta conversación que elegí para dedicar, como
una excepción, a una específica materia que cualquiera puede apreciar de
acuerdo con su elección. El propósito fundamental de un místico es obtener
comprensión e iluminación por medio de la iniciación, y todo lo que pueda
ayudar a alcanzar este propósito es útil; pero nada debe ser considerado
como el único y solo sendero que pueda conducir a ello.
Uno puede aprender a usar sensiblemente todo lo que es así
generosamente ofrecido, practicando una y otra vez por medio del uso de
ciertas y bien probadas técnicas de liberación, que, para nosotros son
aquellas de la Orden Rosacruz AMORC, a cuya luz debemos, en el último
análisis, conectarlo todo para nuestro bien más grande, y así poder alcanzar
sin peligro el propósito hacia el cual nos esforzamos en nuestra búsqueda
mística.
“¡Que el Cósmico bendiga a todos ustedes y les ayude siempre en sus
esfuerzos y en sus esperanzas!”.

50
CAPITULO OCHO
LOS PODERES PSIQUICOS

Poco tiempo atrás, sentí la urgente necesidad de meditar en mi santuario


privado dentro del Sanctum Celestial; y aquí estoy ahora. Una carta que
recibí esta mañana de un neófito de la Orden Rosacruz, me ha entristecido
grandemente. En ella, él me informa de una conversación que había tenido
con otros miembros que estaban más avanzados en grados, y había llegado a
la conclusión que la investigación psíquica debería principalmente ser
dirigida hacia la adquisición de lo que erróneamente son llamados poderes
psíquicos.
A menudo me ha espantado la frivolidad con que tienen acceso a este
tema los Rosacruces que han alcanzado, por sus estudios, un grado que
debería haberlos conducido a una mayor cautela. En cierta etapa de
evolución, son inadmisibles algunos propósitos y actitudes. Por lo tanto, uno
no puede insistir lo suficientemente fuerte en el hecho que un número de
miembro o el hecho de que uno pertenece a un grado alto en cualquiera
organización que sea, no significa en forma alguna que la correspondiente
evolución interna haya sido realizada.
Hay miembros de grados avanzados que por su propia falta, por falta de
trabajo y práctica, por duda destructiva y por una actitud superficial han
arribado solamente a un lugar bosquejado, incierto y rudimentario en el
plano de la verdadera evolución. Por otra parte, algunos neófitos han
alcanzado potencialmente un alto desarrollo místico; sin embargo, ellos
deben gradualmente hacerse conscientes de ello por medio del
redescubrimiento del conocimiento que ellos han logrado dentro de sí debido
a una atenta aplicación de las enseñanzas Rosacruces.
Buscar más luz de uno que supuestamente está más avanzado es, por lo
tanto, un error que puede ser fatal en un sendero que debe ser hollado
cuidadosa e impersonalmente. Admirar, o lo que es peor, confiar en uno que
está reputado de haber pertenecido a una comunidad tradicional durante un
largo tiempo o haber tenido un profundo conocimiento intelectual de temas
místicos -esto vincula un peligro del que el discípulo debería estar
vigilantemente receloso.
Aquel que ha alcanzado verdadera maestría, no le afecta una actitud
formal ni una conducta peculiar en público. Por el contrario, se esfuerza
para permanecer inadvertido entre los hombres que creen que ellos lo
conocen bien, y no apartarse de la multitud, inclusive si él debe sostener sus
debilidades por algún tiempo. Él se revela solamente a uno que lo ha
reconocido y que podría superar el obstáculo de las apariencias; porque es
verdad que “el maestro aparece solamente cuando el discípulo está listo”.
Todos los otros motivos son una ilusión. Más que cualquier otra cosa, un
Rosacruz debe constantemente probar su cautela y cuidarse de no sucumbir
al espejismo de las apariencias, ya sean ellas físicas, morales, intelectuales o
espirituales; inclusive si tales apariencias adquieren cualidades exteriores
que los conceptos equivocados, los libros y las ideas confusas atribuyeron a
aquellos que están altamente evolucionados. . .
Así es que estoy aquí, una vez más, en estos alrededores que regeneran el
ser entero y le dan nueva fuerza, vigor y coraje. Mi santuario está alumbrado

51
solamente por las llamas vacilantes de las luces eternas encendidas sobre mi
altar, y yo me sumerjo en el descanso y la paz profunda. Mis pensamientos
de la mañana que vuelven a mi consciencia como un destello luminoso,
conducen a reflejar más profundamente acerca de la cuestión de los poderes
psíquicos. . . Quiero mucho formularlos más precisamente para poder
dirigirlos y colocarlos dentro de su contextura verdadera. Conozco bien estos
poderes, verdaderamente debido a mi experiencia, por iniciación y por
privilegio de cargo, y puedo usarlos totalmente en secreto servicio para otros.
Pero, ¡cómo puedo explicar y puntualizar totalmente que ellos son de una
naturaleza secundaria y subordinada a su más profundo propósito del cual
ellos han derivado, y sin los cuales no tienen nada más que una espantosa
desviación! “La palabra” del maestro se necesita para encontrar la correcta
formulación, y yo lo llamo desde lo profundo de mi alma. ... y mi apelación
es escuchada. Rápidamente abro el libro de registro de mi memoria y por
medio del dictado del maestro que hoy está invisible pero cuya voz reverbera
dentro de mí desde su infinito poder, anoto el mensaje. Más tarde, después
de retornar al plano objetivo, lo transcribo en términos que puedan ser
comprendidos por otros y por mí mismo: No existen poderes psíquicos en el
sentido que uno generalmente le da a ellos. El hombre es un ser total y como
tal está dotado de excepcionales facultades. De éstas, usualmente él
desarrolla sólo una muy pequeña parte, debido a su educación y modo de
vivir. Hasta la ciencia estima esta parte entre el cinco y el diez por ciento.
Esta simple definición hace posible resolver el pretendido problema de los
poderes psíquicos. Ellos no son un regalo especial.
Todos los hombres, sin excepción, los poseen, pero pueden utilizarlos sólo
para aprender a desarrollarlos, del mismo modo como uno desarrolla, por
ejemplo, la memoria y la concentración Existe, sin embargo, esa básica
diferencia -que ellos desarrollan armoniosamente solamente si uno aprende a
adquirir conocimiento de la teoría y práctica de ellos. Sucede que
únicamente por avance en el sendero del conocimiento uno puede esperar
activar progresivamente y usar las facultades y poderes que cada hombre
lleva dentro de sí mismo potencialmente.
Esto es tan cierto que el discípulo sincero se hace consciente en el curso
de su aparentemente tan lento progreso, de que ya no es el mismo, que está
transformado y que nuevas posibilidades surgen dentro de sí, inclusive si él
no comprende inmediatamente su intención y significado. Es, por lo tanto,
fundamentalmente equivocado decir de alguien “que él tiene poderes” y que
es preferible declarar que él ha alcanzado una cierta etapa de evolución.
Esto implica que él puede usar a un alto grado, facultades que están
latentes en cada ser humano.
Un místico verdaderamente evolucionado no exagerará la importancia de
facultades que él haya despertado. Las considera como incidentales de su
progreso en el sendero; y si hace uso de ellas, que es su derecho y deber, lo
hace discretamente y jamás consiente en demostrarlas para satisfacer la
curiosidad de quien quiera que sea. Su investigación está basada en la
verdad que está para siempre contenida en el consejo de Jesús: “Busca
primero el reino de Dios (en otras palabras, avanza hacia el conocimiento) y
todo lo demás te será dado en adición”.

52
Con suficiente seguridad alguna gente busca los “poderes” para su propio
fin. Entonces estos no se desarrollan armoniosamente en ellos. Sus
esfuerzos llevan a cabo solamente el uso de una o dos facultades
excepcionales y la investigación es, desde el comienzo, desviada. En vista de
que no están acompañados por la comprensión, resulta en que ciertos
fenómenos son mal interpretados. Son falsamente utilizados para el
propósito que a menudo son egoístas y sus efectos pueden hasta ser
peligrosos, especialmente para uno que así juega con facultades que no
comprende. Así actúan los adeptos de la magia negra y la hechicería,
acerca de lo cual hablaré con ustedes en alguna otra ocasión.
Estas facultades latentes dentro del hombre corresponden a centros
definidos llamados chakras. Ahora bien; éstos centros son “transformadores”
cuyo propósito es reducir la tasa altamente vibratoria de la energía universal
a una más baja que permita su uso constructivo en el plano humano. Así el
Hombre coopera con el plano Cósmico. Él es un transformador sagrado y un
ministro de Verdad. Por lo menos, podría ser uno; y por esto es que el
místico verdadero busca desarrollarse armoniosamente.
Pero vayamos adelante en nuestro análisis. Existe en el universo un solo
poder, una simple energía. El Universo es una célula de tamaño infinito, y
de acuerdo con la ley básica de “como es arriba, es abajo”, queda revelada la
comparación con una célula animal. Un total grado del templo de la Orden
Rosacruz, está dedicado a él. ¡Dominen este estudio! Él mantiene la clave, la
solución fundamental de la forma en que el Universo está organizado.
El poder o energía universal de la que precisamente he hablado, emana
del núcleo de la célula universal. Ustedes pueden considerar este núcleo
como el asiento del Cósmico, y estarán bien. La energía universal da vida a
todo lo que existe y se expresa a sí misma a través de todo lo que existe. Así,
crea y utiliza todo. Su propósito es el bien y la permanencia de la totalidad
del universo celular.
Por lo tanto, el Universo tiene constancia. Nada se pierde, nada se crea. La
construcción y la destrucción están equilibradas y cualquier teoría científica
que se separa de esta básica verdad es completamente errónea desde sus
comienzos. Aplicando esto al nivel humano, la Única ley por la que existe lo
usa, por otra parte, para alcanzar sus fines y, en adición, establecer en él las
condiciones requeridas para evolucionar el alma personalidad que está
temporariamente encarnada.
Así uno, finalmente comprenderá que los chakras -o centros psíquicos-
son transformadores de la energía del alma para un propósito
predeterminado que no otro que el expresar esa energía a una tasa vibratoria
más baja acomodándose al ser humano manifestado. Por lo tanto, la vida
humana en la Tierra está mantenida por los centros psíquicos o chakras,
porque ellos transforman la energía del alma dentro de este 'medio ambiente'
vibratorio en que el hombre se baña, se mueve, actúa y, puesto brevemente,
existe.
Se considera que los centros psíquicos o chakras están totalmente activos
en todos los hombres, sin ninguna excepción, y lo que uno llama facultades
o poderes psíquicos, no están, estrictamente hablando 'dormidas' en nadie.
Como una analogía, eléctricamente siempre ha existido, pero ha sido
ignorado hasta que el hombre aprendió a utilizarla y a desarrollarla, en vías

53
de aumento, su maestría sobre esta particular manifestación de la energía
universal. Precisamente así, esta energía universal que se expresa a través
de cada ser por medio de los chakras o centros psíquicos, activa todo en
ellos, las correspondientes facultades o poderes.
No obstante, solamente aquellos pueden beneficiarse de ellos para un
propósito evolutivo, quienes han llegado a estar conscientes de ellos, no en
una manera intelectual y especulativa sino por la práctica progresiva que
conduce a la consciente participación en el gran trabajo cósmico. Para esto,
los sinceros, dedicados y perseverantes miembros de la Orden Rosacruz,
AMORC, son guiados lenta pero efectivamente. Tanto como el progreso hacia
esa suprema realización haya sido emprendido, el hombre puede ser un útil
transformador evidentemente usado para este propósito por el Cósmico, pero
él cumple este rol pasivamente, sin saberlo y, por supuesto, sin par.
Él puede tener, de tiempo en tiempo, alguna 'vislumbre' que advierta sin
comprenderla, llamándola intuición, telepatía, etc. Si una ocurrencia
psíquica lo ha impresionado en forma desusada, puede haber ocurrido
porque él tratará de reproducirla, y él emprenderá el desarrollo que
considera o cree que sea una facultad especial sin prestar atención al peligro
mortal que él corre por así hacerlo. Él se parece en este respecto a la
persona ignorante que ha descubierto una propiedad de la electricidad y
trata, sin una guía seria, de manipularla sin sospechar que el buen uso de la
fuerza, mal dirigido o falsamente usado, puede producir efectos
extremadamente destructivos, especialmente en él mismo.
"Así, una vez más volvemos a la cuestión básica de la consciencia
despierta; y miles de experiencias han demostrado que este despertamiento
puede solamente efectuarse efectiva y seguramente dentro del marco de una
organización, tal como la Orden Rosacruz proporciona. La fuerza poderosa y
colectiva de esa organización es, en sí misma, una total protección contra los
efectos desafortunados y destructivos de manipulaciones exteriores de la
clase que he discutido previamente.
Además, una técnica probada guía al discípulo a un progresivo y
armonioso despertar de consciencia que constituye verdadera maestría de la
vida y la comprensión y utilización de las facultades y poderes psíquicos
solamente acompañan su evolución. Estas facultades o poderes son, así, lo
que deberían ser: un aspecto, un incidente de la totalidad del desarrollo, y
en este auténtico progreso místico naturalmente no presentan, en ningún
respecto, ni peligro ni error ni superstición.
Esto caracteriza las ignorantes, incompletas, anárquicas y
fundamentalmente inefectivas tentativas de aquellos que fatuamente pierden
su tiempo y sus vidas en la búsqueda de pretendidos poderes de los que
ellos cosechan, a lo mejor, ilusiones para sí mismos y para algunos otros, y,
a lo peor, muerte espiritual, mental y posiblemente física".
De nuevo en el plano de la expresión física, hice tres profundas
aspiraciones y abandoné mi sanctum terrenal para dirigirme rápidamente a
mi oficina a formular el mensaje que recibiera. Seguramente que la
clarificación concerniente a las facultades psíquicas y las advertencias
relacionadas con la inútil y peligrosa búsqueda de pretendidos poderes hace
posible comprender la falacia de la hechicería y la magia negra; pero el
maestro ha prometido definir más precisamente sus pensamientos en este

54
tema, pronto, en ocasión de otro contacto. No intento esperar mucho para
mayor información, en vista de que, después de todo, él mismo acordó
hacerlo en el tema de su próxima charla. Esta misma noche, no obstante, iré
al Sanctum Celestial y visualizaré esta cuestión en particular. Me apresuro
en escuchar la respuesta y la verdad del maestro en estos problemas.

55
CAPÍTULO NUEVE
LA MAGIA —CIENCIA DE LOS MAGOS

Es casi común el diferenciar entre la magia negra y la blanca; y, sin


embargo, hay muchos aún que se estremecen ante el solo nombre de
“magia”, y con un temor mal ocultado, aunque con una sonrisa forzada
pretenden “no creer en ella”. Sin embargo, la palabra “magia” de por sí no
implica nada destructivo y profundamente incomprensible. Básicamente, la
magia es la ciencia de los magos, es decir, de altos iniciados que han
estudiado la ley fundamental y única del universo en larga investigación y
han perseverado en su progreso hacia el conocimiento total. Así han
aprendido a dominar los efectos o leyes secundarias que el Hombre tiene el
privilegio de utilizar, siempre y cuando haya cumplido las condiciones
requeridas por la evolución. Es un hecho que ciertas gentes han tratado de
utilizar alguna ley secundaria descubierta por accidente o torpemente sin un
propósito altruista y con un deseo de poder personal, sin satisfacer aquellos
requisitos y especialmente sin adquirir su conocimiento, y así trastocaron el
procedimiento o ignoraron el aspecto fundamental sobre el cual todo
depende.
Este hecho ha llevado a una clara distinción entre las dos fases de la
magia, y a la designación “negra” para aquellas empresas que tenían
propósitos destructivos o puramente egoístas. Si una polaridad era así
marcada, la otra necesariamente tenía que ser marcada opuestamente. Así,
la verdadera ciencia, la maestría auténtica que debería habérsele aplicado
exclusivamente a la palabra “magia”, fue por lo tanto llamada “blanca” en
contraste a la mancha negra de la otra. En verdad uno debería considerar
que hay una sola magia, cuyos efectos pueden ser “blancos” o “negros”
según la personalidad o intención del operador. Esto significa, por supuesto,
que hay magos blancos y negros, pero solamente una sola y misma magia.
Por lo tanto, uno debería considerar no a la magia de por sí, sino a sus
resultados.
Uno podría ir tan lejos como para decir que los estudiosos y sabios de
todos los tiempos y especialmente de los nuestros, son magos. Sus
propósitos de investigación a través de las leyes secundarias, apuntan a la
única ley universal; por lo tanto, su objetivo y su dominio son los mismos
que la ciencia de los magos, aún si lo atacan desde puntos de partida
aparentemente diferentes. Según los resultados que obtienen —si son
constructivos o destructivos— son o magos blancos o negros, y no pueden
escapar a esa distinción.
Todo es magia en el Universo en sí, y en todos los niveles. Para dar una
sola instancia:
El pensamiento evoca energía nerviosa como una fase secundaria de la ley
universal, este pensamiento puede ser positivo y constructivo y
consiguientemente es el acto de un mago blanco, o el pensamiento puede ser
negativo y destructivo aunque solamente lo sea para su autor, y por lo tanto,
se convierte en un mago negro sin saberlo. Esta noche he repasado estas
consideraciones diversas antes de prepararme para mi contacto con el
Sanctum Celestial.

56
Era importante clarificar cuanto fuera posible el propósito de mi
visualización, y así mi pregunta está limitada a la magia negra como ésta es
generalmente entendida, es decir, a prácticas individuales o colectivas cuya
intención es dañar a otros de alguna manera. Mi estudio me llevó a definir la
brujería como la totalidad de tales prácticas. Mi punto de vista es, por ello,
que la magia negra es la teoría y que la brujería pone a esa teoría en
funcionamiento, pero indudablemente el maestro pronto clarificará este
punto...
Ya he estado en mi sanctum privado por unos pocos momentos. Lejos, en
la catedral que visualizo como mi canal para comunicación con el Sanctum
Celestial, escucho al coro cósmico reforzado por grandes órganos. Vibra en el
ritmo de la música de las esferas en un cántico calmante de indescriptible
dulzura. De esto deduzco que se está desenvolviendo un período especial.
Pero yo vine aquí para un propósito definido, y el maestro aprueba de mi
soledad y deseo de conocimiento, porque “su” OM ha sonado y él ha entrado,
bañado en “su” luz. Tomando su lugar cerca de mi altar, él me habla como
sigue:
“Comprendo que desees recibir la prometida iluminación acerca de la
magia negra y brujería. Completará las explicaciones acerca de los poderes
psíquicos que te diera durante nuestra reciente reunión y verdaderamente es
mejor que se profundice este tema antes que otro guía te dé pronto
instrucciones acerca del contacto con otras almas, un tema que tendrá
tremendo interés para ti, y para muchos otros, como yo bien lo sé. Pero no
nos anticipemos a aquello que no es mi misión contigo, y vayamos al
problema que debería ocuparnos ahora.
“La magia negra, como lo has comprendido, es una desviación de la magia
sagrada y verdadera. Es hasta su oposición radical. Es obscuridad, noche y
mal, comparada con la magia blanca que es luz, día y bien. La magia negra
es muerte al igual que la magia blanca es vida; y, sin embargo, los magos
negros no están faltos de nada excepto de un poco de luz para transmutar
sus censurables y sórdidas operaciones en resultados constructivos y
beneficiosos. Pero es claro que no quieren esa luz porque sus propósitos son
egoístas y su intención es impura...
“Estos comentarios preliminares podrán sorprenderte porque implican que
la magia negra existe, mientras que tú puedes haber supuesto lo opuesto.
Pero puedes estar seguro, porque te hablaré de sus resultados también, y
verificarás que tus preconcepciones estaban bastante bien fundadas. De
todas maneras, uno no puede negar la magia negra. Esta se practica en
todas partes, y tenias razón al pensar que la práctica de la magia negra es
brujería en sus diferentes formas y procedimientos.
“De hecho, el mago o brujo negro aplica las mismas leyes secundarias
que el mago o adepto blanco, pero él las transmuta usándolas para un
propósito destructivo y malvado. Ciertamente, el brujo no tiene un verdadero
conocimiento de las leyes secundarias que emplea. Él es como un niño que
ha aprendido que cuando enchufa el cordón de una lámpara de velador en
un enchufe de corriente, la luz brillará, pero no sabe que cuando conecta el
alambre a un enchufe de voltaje más alto, arriesga un accidente para sí.
La fuente de corriente es la misma para el mago blanco y negro; pero el
mago blanco —el adepto— conoce todas las leyes secundarias, porque él

57
conoce la ley universal y se mantiene a ella por un propósito bueno y
puramente altruista, mientras que el brujo solamente ve su propósito egoísta
y malvado. El conocimiento no le interesa porque básicamente este lleva al
altruismo y el bien común. De allí que la diferencia esencial entre el mago
blanco y el brujo es una de intención, y en esta instancia están a mundos de
distancia. La intención mala, egoísta, destructiva, celosa o malvada, es el
punto común de todos los brujos del mundo, a despecho de las formas que
puedan tomar sus prácticas. Además, todas estas prácticas se parecen.
La ‘ayuda’ utilizada, el lenguaje y los gestos varían, pero el propósito es
siempre crear condiciones vibratorias dentro del brujo que le permitan
transmutar una energía que es intrínsecamente buena hacia propósitos
destructivos. Si la persona para la cual el trabajo es llevado a cabo se
encuentra presente, también es la intención ponerla en una condición de
receptividad y aceptación de manera que la práctica funcione; y llegamos
ahora a la importante cuestión de los resultados.
“Es absolutamente cierto afirmar que la magia negra y la brujería no
tienen efecto alguno sobre cualquiera que no crea en sus resultados y no
admita siquiera por un solo momento que puede ser afectado por ella. Sin
embargo, es evidente que no es solo suficiente dar una impresión de falta de
creencia en la brujería. Un rechazo intelectual no es suficiente.
La convicción debe estar profunda e indeleblemente grabada en el
subconsciente, invencible a despecho de los argumentos que se presenten.
Por supuesto, la educación y las condiciones sociales juegan una parte
básica en este respecto. Consideren el caso de gentes primitivas: Desde la
temprana niñez son criadas creyendo en brujos y temiéndoles. Nacen y
crecen en un medio ambiente en el que día tras día se acondicionan para
esta creencia, y esta es grabada en su subconsciente desde la más temprana
infancia y constantemente alimentada por lo que ve y escucha.
Por lo tanto, el individuo admite que la brujería puede actuar sobre él, y
aun si la educación más alta lo lleva a entender mental e intelectualmente
que la brujería no tiene efecto o resultado posible, le tomará un largo tiempo
antes de que su subconsciente sea liberado de la creencia pasada y pueda
impregnarse de la verdad que lo hará invulnerable.
Evidentemente, bajo tales condiciones, la brujería funciona, al igual de
como funciona en otros países incluyendo los de Europa y en ciudades que
se dicen son las más civilizadas: funciona en aquellos cuyo subconsciente
admite la posibilidad del encantamiento, mala suerte, etc. Sin embargo, la
brujería nunca actuará sobre aquellos cuyo subconsciente está
acondicionado a negar y rehusar todo poder a la brujería y magia negra.
La mejor prueba yace en el hecho que la brujería dirigida hacia personas
que nunca han creído en sus poderes no tiene efecto alguno, mientras que es
efectiva en contra de aquellos que admiten la posibilidad de que podrían ser
afectados por ella. En los países más avanzados hay tantos brujos y magos
negros como en las áreas primitivas, pero en los países adelantados la
brujería es inefectiva y no funciona, porque la educación y medio ambiente
no le otorgan crédito alguno, y la creencia y aceptación de su práctica no
están grabadas en el subconsciente de la gran mayoría.
“Esta es la verdad, y entre las grandes y nobles hazañas de la Orden
Rosacruz, AMORC, una de las más grandes consiste en reeducar al

58
subconsciente de aquellos que han estado acostumbrados a concederle
algún poder a la magia negra y la brujería. La técnica de la Orden Rosacruz
es singular en muchos respectos, y especialmente en este. Con los miembros
sinceros que perseveran en sus estudios, la verdad progresivamente borra
las mentiras y la superstición. Los archivos subconscientes muestran, aun
en aquellos que aceptaban la brujería como eficaz, que no tiene poder
verdadero y así, una vez que el subconsciente está acondicionado para
rechazarlas, estas prácticas gradualmente se vuelven inoperantes y
finalmente no funcionan del todo.
Como lo mencionara en cuanto a los poderes psíquicos, el solo hecho de
que uno pertenece a la Orden Rosacruz, estudia sus enseñanzas y, por
supuesto, las acepta y aplica, esto solo asegura la mejor protección posible,
en particular en contra de las prácticas sórdidas de la magia negra y
brujería. La acción comunal asegura esto, y en algunos casos el comité para
ayuda espiritual, incluyéndote a ti, como sabes, contribuyen a sostener a
quienes puedan necesitarlo suplementando su subconsciente ‘deficiente’.
Pero la liberación completa de aquellos que aun son subconscientemente
presas de una creencia ciega en la brujería, esto, repito, depende de una
atenta y perseverante práctica de las enseñanzas Rosacruces.
Sin embargo, todo Rosacruz siempre deberá recordar que su afiliación
sola, y su sinceridad en su trabajo místico, son suficientes para protegerle
contra todos los atentados malévolos de la brujería, y que tales atentados, no
importe por quien sean probados, son inoperantes y sin ningún efecto sobre
él. Si puedo usar lenguaje proverbial para llevar este punto a su propósito,
diría que si un brujo o adepto de magia negra se atreviera a actuar en contra
de un Rosacruz sincero, su trabajo de amor se perdería.
“No perderé el tiempo discutiendo la ‘mala suerte’ de los brujos y magos
negros. Esto es simple de entender. Reciben en igual medida lo que querían
dar. Lo que dirigieron en contra de otros, ellos lo reciben tarde o temprano, y
aun más rápidamente cuando la supuesta víctima en su subconsciente
rechaza lo que le ha sido enviado. Naturalmente, la compensación, el karma,
de un mago, es tremebundo. En todo respecto su posición no es envidiable;
pero la causó él mismo...
“La Orden Rosacruz, está firmemente situada a lo largo del mundo, y es
una organización universal y poderosa. Ofrece la garantía de su tradición, su
luz y su verdad. Es el refugio supremo de aquellos que están listos para
recibir la sabiduría y desarrollo que dispensa. Considera con respeto a todas
las tradiciones auténticas y válidas en dondequiera que se manifiesten. Las
recibe con reverencia, cuando esto es posible; pero no puede ser demasiado
cuidadosa en advertirle a todos que sean prudentes y circunspectos.
Es infinitamente preferible que aquellos que han elegido a la Orden
Rosacruz, la tomen como su solo y único refugio más bien que perderse en
los errores y peligros de otro sendero que es menos seguro, no importe cuan
atrayente este pueda parecer localmente. En este respecto, cada uno debe
ser su propio guía y decidir por sí mismo. En estos tiempos tumultuosos,
AMORC está al frente representando a la magia blanca en el más sagrado
sentido de la palabra, y, adaptada al nuevo ciclo de la humanidad, perpetúa
la noble ciencia de los magos.

59
Repentinamente me encuentro de vuelta en “la Tierra”, en mi sanctum de
la Gran Logia, y tan rápidamente he vuelto a la consciencia objetiva que
vacilo unos pocos momentos antes de decidir si estos últimos comentarios
vienen del maestro en sí. En todos los contactos cósmicos, el elemento
personal nunca está ausente totalmente, y lo que se “recibe” es impregnado
con la experiencia personal. Como quiera que sea —aun si estos comentarios
de alguna manera han recibido mi huella— sé que el maestro podría
haberlos expresado él mismo, y ciertamente estoy consciente de que en este
mismo momento cuando edito este “informe” él está cerca de mí fijándose de
que sea conforme a su pensamiento y a su intención. Quisiera que este libro
entero sea un tributo a su benévola solicitud...

60
CAPÍTULO DIEZ
CONTACTOS CON EL PLANO PSÍQUICO

Durante los últimos días, varios artículos que llegaron a mi escritorio,


provenientes de la prensa de diferentes países, trataban de comunicaciones
con el Más Allá. En uno de ellos Petain, “héroe del Somme” dirigía un corto
mensaje a la humanidad; en otro, una familia entera que pereció bajo
trágicas circunstancias, pidió a través de la voz del médium dirección y
ayuda en el plano que experimentaron de manera tan brutal, Y así por el
estilo, almas perdidas incorporando en el momento de contacto en un ser
receptivo y comunicándose a través de su mediación, con ayuda más fuerte
o más débil, pero siempre impresionante.
He leído esos libros de tapa a tapa; a veces obligado por el deber, más
frecuentemente para informarme a mí mismo. Estos libros y otros que desde
hace muchos años he hojeado, no tienen apenas ningún aspecto especial.
Todos se parecen: solamente las circunstancias —lugar, personalidad del
médium, etc— cambian según los autores; y todos, por supuesto, cometen
un error similar al suponer que un alma puede incorporarse en un ser
viviente y tomar el lugar de su personalidad de manera de entregar un
mensaje, dar algún consejo o pedir ayuda. Cuando tales trabajos son el
producto de gente que solamente tiene un conocimiento rudimentario de los
altos principios místicos, uno ciertamente puede juzgarles suavemente y
admitir que, después de todo, estos pueden ser útiles aunque sea finalmente
llevando a algún buscador hacia una luz mas verdadera. Pero algunos
autores de libros que he leído recientemente se sabe que por un largo tiempo
siguieron un camino válido y tradicional; y ¡no sorprende y hiere que todavía
puedan adherirse a teorías que defienden por implicación.
Su única excusa —la que voluntariamente les otorgo— es que su progreso
místico no ha sido tan completo, seguro y serio como uno podría haberlo
esperado, y que no le han dado a sus guías y maestro la adhesión sin
reservas exigida de todos los postulantes a la luz verdadera. Desde que el
“viejo Adán” no ha sido echado completamente, las antiguas creencias han
subsistido dentro de ellos y han salido en ocasión de alguna experiencia.
Esto ellos lo cargan de su falso brillo y, finalmente, producen un informe
entusiasta y engañador proveniente de un discípulo que puede ser muy
digno en todos los otros respectos. Sin embargo, las enseñanzas de la Orden
Rosacruz, AMORC, son categóricas sobre el tema de la comunicación con el
más allá: Las almas-personalidad que han abandonado el plano físico no
vuelven a él hasta el momento de su reencarnación. No se incorporan en un
médium, para comunicarse con los vivos, y quiero citar aquí la definición del
espiritismo dada por el Manual Rosacruz:
Espiritismo —Doctrina religiosa que intenta usar algunas de las
manifestaciones psíquicas del alma, algunas del espíritu y algunas de la
personalidad para sustentar un esquema teórico de las actividades del alma
aquí en la Tierra o en el Cósmico, después del cambio llamado transición. El
espiritismo, como sistema o como ‘ciencia’, es tabú para los Rosacruces,
porque éstos saben que la explicación espiritista de muchos fenómenos es
errónea; que muchos de los llamados médiums ignoran los hechos, saben
poco o nada de las leyes y principios que tratan de demostrar y a menudo

61
crean serias situaciones e infortunio en las vidas de quienes se guían por
ellos. Además, los Rosacruces SABEN que las ‘almas’ de los difuntos no
regresan a la Tierra en forma material, que los ‘espíritus’ no efectúan
demostraciones materializadas como entidades, y que las comunicaciones
recibidas del Cósmico a través de los cuerpos psíquicos de personas
vivientes, no son siempre lo que parecen ser para los espiritistas’’. Para una
mejor comprensión de lo que está por seguir, también transcribiré la
definición de la palabra ‘subconsciencia’ que da el glosado del mismo
Manual:
Subconsciencia — La corriente total de consciencia con sus varios niveles,
considerados como subliminales, esto es, que se encuentran más allá de
nuestras realizaciones del ser y el mundo externo. La consciencia objetiva y
la subjetiva son tan sólo dos de los niveles que integran la corriente de
consciencia. La subconsciencia se relaciona directamente con la Mente
Cósmica o Universal’’.
¿Implica la definición Rosacruz que la comunicación con almas
desencarnadas es imposible? Absolutamente no. Tales comunicaciones son
posibles, pero operan de una manera que es radicalmente diferente de las
prácticas que son generalmente empleadas, y no requieren médiums y aun
menos mesas que se mueven y otros procedimientos del mismo tipo. Pronto
el maestro revelará, en mi santuario privado en el Sanctum Celestial, los
principios verdaderos que deberían aplicarse para este propósito, pero un
comentario complementario parece ser adecuado: En las definiciones dadas
por el Manual Rosacruz, repetidamente se declara:
“Los Rosacruces saben”, y la pregunta que obviamente se eleva en el
pensamiento de algunos lectores es: “¿Cómo saben? ¿Cómo pueden saber?”
Este punto debe aclararse.
Primeramente, los Rosacruces saben a través de las enseñanzas que les
son dadas; y éstas enseñanzas son la formulación de la sabiduría
primordial, la sabiduría sagrada recogida a través de toda la Tierra, de las
fuentes tradicionales más auténticas, una síntesis de todo el conocimiento
iniciático, reconocido y probado por maestros pasados y presentes del
conocimiento, y adaptado al mundo moderno. Seguidamente, los Rosacruces
saben a través de la experiencia. En su lento pero eficaz progreso a la cima
más alta, la técnica de la Orden Rosacruz, AMORC, le permite a todo
miembro sincero, leal, trabajador y dedicado, verificar por sí mismo los
principios que aprende —en el punto de su progreso y desenvolvimiento
interior donde el éxito está asegurado si ha demostrado suficiente
perseverancia.
En sus sucesivos viajes “alrededor del triángulo”. Comenzando con el
séptimo grado del templo, él así no solamente adquirirá una explicación
razonable y verdadera del plan cósmico, sino que, para usar una frase de
uso corriente, “puede descubrir por sí mismo”, y así probará la exactitud de
las nociones teóricas que se le enseñan al mismo tiempo. Al afirmar que “los
Rosacruces saben” uno se refiere, por lo tanto, a las enseñanzas y a las
pruebas que cada miembro puede derivar individualmente de estas
enseñanzas en su fase experimental y práctica.
Por lo tanto, esta declaración está extremadamente bien fundada, por
perentoria que parezca al primer vistazo.

62
Pero el momento ha llegado de recibir “la Palabra” del Sanctum Celestial, y
después de llevar a cabo el ritual y alcanzar la visualización, una vez más
estoy en esta atmósfera de alta espiritualidad y sublimes vibraciones,
sentado ante mi escritorio cósmico. Espero al maestro que pronto aparece y
toma su lugar a unos pocos metros de mí, cerca de la gran ventana de
vidrios de colores. El conoce la pregunta que visualicé, y no necesito
repetirla. Cruzo las manos sobre el escritorio, cierro los ojos y permito que
mi consciencia registre el mensaje vibratorio del maestro que más tarde, en
el plano físico, se formará en estas palabras:
“La vida es Una; no está limitada solamente al dominio material.
“La vida es vibratoria, y uno podría decir que todas las vibraciones son
vida.
“La Fuerza Universal es vida, y así lo son las leyes secundarias y
manifestaciones de la energía fundamental.
“La creación es un aliento, una secuencia eterna de contracciones y
expansiones que el Hombre distingue como ciclos, los cuales él, aun,
solamente conoce levemente. Este respirar es la vida en sí.
Así, repito, la vida es Una y todo es vida. La vida incluye la consciencia —
una corriente que va interminablemente desde la fuente cósmica— del
‘núcleo’ de la célula universal
—penetra al universo y vuelve a aquella fuente. En el flujo de la
consciencia y consiguientemente de la vida, el Hombre ocupa el lugar que el
plan cósmico le ha asignado.
Él es el ‘transformador’ de la energía universal para un propósito que no
puede comprender hasta que la ‘realiza’, pero también es el ‘ayudante’ que el
alma universal usa para ‘personalizarse’ y de algún modo volverse consciente
de sí a través de las experiencias que la encarnación le proporciona. Durante
su vida, el Hombre es al mismo tiempo una ‘pantalla’ y un ‘transmisor’. La
consciencia toma varios grados dentro de él, desde las expresiones más
materiales a las fases más sutiles e interiores de su ser. En la percepción
humana, sin embargo, la fase o expresión que es mejor conocida, y la única
conocida a muchos, es la material, la accesible a los cinco sentidos con
todas sus limitaciones.
Por eso es que la gente sufre a causa de la desaparición de un ser querido.
Indiferente de sus creencias religiosas, uno se aferra a las percepciones
inmediatas y le cuesta mucho entender que la vida es eterna y continua. El
hombre carga a este estado ‘desconocido’ con sus temores, con sus
concepciones humanas y sus supersticiones y le atribuye una forma o
condición que de ninguna manera tiene.
Tú has explicado los puntos esenciales que deberían conocerse acerca del
verdadero Más Allá en tu escrito sobre la muerte, y de ahora en adelante,
ningún temor debería preocupar a quienes lo leen, aun si un dolor noble y
comprensible llena al hombre ante la pérdida de un ser querido. Pero
ciertamente, deberías haber resaltado más fuertemente que los
sobrevivientes tienen la posibilidad de entrar en contacto con el finado; y
podrías también haber explicado en mayor detalle los medios para hacerlo.
Es la persona viviente la que puede ‘elevarse’ hasta alcanzar a quienes lo
han dejado. Más precisamente, puede estar con ellos a voluntad
‘interiormente’, en su ser interior, pese a que la palabra ‘elevarse a sí mismo’

63
puede expresar mejor nuestra explicación. Nuevamente, debemos volver al
gran principio de visualización que es la única llave a toda transferencia de
la consciencia a otro plano. Al igual de como uno debe visualizar para entrar
en contacto con una persona aun encarnada, la visualización es el único
medio de comunicarse con ellos, y este proceso auténtico en el que la
comunicación es dirigida y dominada, está muy lejos de esa receptividad
utilizada por muchos médiums. Ellos ciertamente se elevan en tales
momentos al nivel cósmico; pero no tienen meta, y sin que lo sepan su
mente viste a lo que quiera que sea que perciben de forma personal, en sus
propias emociones y comprensión individual al igual que en sus
inhibiciones, manchando su contacto posible con los más graves errores.
Además, la comunicación con estas almas no es el privilegio de unos
pocos ni de los médiums profesionales. Está al alcance de todos, y para este
propósito es suficiente utilizar correctamente el principio de visualización y
aplicarlo al propósito deseado. Te recordaré de este principio en toda su gran
simplicidad, de manera que lo puedas compartir con aquellos de quienes
eres responsable.
“Es un asunto el de entrar en una relación psíquica con una específica
persona que se ha ido. En su estado cósmico, esta persona no tiene más, por
supuesto, las características físicas que fueron suyas durante su vida: pero
estas características siguen siendo el eslabón que le unen con la persona
que se está preparando para el contacto. En otras palabras, al visualizar al
que se ha ido como era en el cuerpo, uno se elevará a él; pero debe resaltarse
un punto: No es necesario visualizar al finado en su completa apariencia
corporal. Es suficiente con visualizar su cara y visualizarla sonriente,
receptiva y viva, Uno debe prestarle atención a los ojos y mirarlos como uno
lo haría en conversación con una persona aquí en la Tierra. Es importante
no sentir congoja en el momento de la visualización y contacto. Al contrario,
uno deberla sentir una alegría profunda y tranquila.
Apenas la visualización se ha llevado a cabo tan precisamente como fuera
posible y uno siente —como siempre lo siente— que se ha establecido
contacto, entonces uno debe parar de visualizar y entregarse a la comunión.
La visualización lleva con seguridad al contacto.
Quien quiera que sea que aplique este principio, está por lo tanto
asegurado de los resultados. Durante la comunión cuya duración puede ser
de segundos, minutos, y —en raras ocasiones— aun más, uno está unido
con el finado a cuyo nivel uno se ha elevado. La impresión inmediata es una
de gran paz, de inmenso consuelo y una sublime emanación de amor.
Algunos se vuelven conscientes de que le hablan psíquicamente al finado. En
realidad, aquel entiende los pensamientos de su ‘visitante’ lo que le da la
impresión de que está hablando. Otros parecerán escuchar al finado; pero la
explicación es la misma de antes.
Hay comunión, una unión por un tiempo, una singularidad entre dos
seres —y eso es lo que cuenta por encima de todo. Después que el contacto
termina y aquel que lo ha causado ha vuelto a la consciencia física, él puede
aferrarse a la impresión principal, y el encuentro puede entenderse bajo la
forma de una palabra, un mensaje o un consejo. En el plano cósmico no hay
‘palabras’, hay solamente un intercambio vibratorio y solamente después la
mente cierra el evento y las impresiones de este intercambio son traducidas

64
en palabras y a la comprensión objetiva. Se descubrirá que a veces unos
pocos segundos de comunión requieren mucha exposición para adaptarse al
plano físico en donde, en contraste al otro, todos están sujetos a las
limitaciones del tiempo y el espacio. Puede suceder también que después de
volver no haya una impresión definida; pero uno puede estar seguro de que
el contacto ha tomado lugar; y así uno recibe prueba —si eso fuese
necesitado— de que no existe muerte.
“Para proceder a esta experiencia es ciertamente necesario colocarse en
los alrededores correctos. El sanctum de un Rosacruz es bastante adecuado;
pero algunos preferirán recostarse, y otros una condición diferente propicia
al contacto deseado. Sin embargo, uno siempre descubrirá que el efecto
mayor se obtiene por medio del Sanctum Celestial. Por lo tanto, el resultado
más evidente se obtendrá conformándose a los principios que conciernen a
ese sanctum y visualizando entonces al finado. Este es el único
procedimiento verdadero que siempre deberá seguirse para cualquier
contacto con los fallecidos.
Puedo añadir que pese a que este procedimiento puede aplicarse a
voluntad, deberá usarse con prudencia. El hombre no está aquí, en la Tierra,
para el propósito de pasarse todo el día en comunicación constante con los
muertos. Si lo hiciera, estaría en peligro de gradualmente separarse no
solamente de sus planos místicos y de su propia evolución sino que también
de su existencia presente que es tan importante para su progreso espiritual
y sus experiencias. Después de esta advertencia, no hay objeción de
ocasionar el contacto con el finado una, o hasta dos y tres veces al día.
“Uno podría preguntar qué sucede cuando un alma-personalidad que uno
aun cree está en el plano cósmico, ha reencarnado. ¿Qué sucede en tal caso
de comunicación intentada? La respuesta es simple. Dije al principio de este
mensaje: La Vida es Una. El hombre es un ser cósmico, aunque no se da
cuenta de ello. Por su cuerpo se manifiesta el plano físico, pero por la parte
invisible de su ser él habita todos los demás planos. En el caso considerado
aquí, de alguna manera la visualización sería transferida. Sin saberlo, el que
trata la comunicación estaría en la situación de uno que quiere comulgar
con una persona viviente, y así el contacto se llevaría a cabo pese a que la
apariencia física del alma-personalidad buscada naturalmente no es la
misma de antes, porque todos los aspectos previos de un alma-personalidad
a través de las edades pasadas, le ‘siguen’ para siempre.
Cada uno de ellos es como una nota vibratoria que el alma-personalidad
reconoce y a la que responde. El asunto de saber si un alma-personalidad ha
reencarnado o no, no tiene significado en cuanto a un contacto psíquico con
ella. La comunicación siempre ocurrirá. El tiempo y el espacio son puras
ilusiones físicas. He dicho!”
Extraño es decirlo, apenas he entrado nuevamente en mi cuerpo físico
cuando pienso en una declaración hecha por uno de nuestros miembros que
en muchas ocasiones ha llevado a cabo comunicación con su hija que murió
hace mucho tiempo, cuando aún era bebé. Él siempre ha tenido la impresión
de que estaba en contacto con una entidad de unos cuarenta años. Por lo
tanto, es aparente que esta alma-personalidad había reencarnado casi
inmediatamente. El ciclo de 144 años explicado en las enseñanzas
Rosacruces es un promedio calculado en períodos muy largos de tiempo, de

65
manera que en algunos casos la reencarnación puede tomar lugar más
rápidamente y, en ocasiones, inmediatamente.
Ya estoy reflexionando acerca de la materia que someteré al Sanctum
Celestial en mi próxima reunión con él. Varias vienen a la mente. Haré mi
elección un poco más tarde, porque las tareas de nuestra Orden me llaman y
debo ir a mi oficina.

66
CAPITULO ONCE
SECTAS Y GRUPOS RELIGIOSOS

La nueva pregunta que planeo someter hoy al Sanctum Celestial está


ocasionada por un artículo en el que el autor esconde bajo un pseudónimo
su falso conocimiento del tema a través de las declaraciones efectuadas. En
su deseo de dañar a organizaciones serias, él sugiere, astutamente, los
peligros inherentes a organizaciones cuya meta él pretende denominar que
es “astral’: pero esta clase de insinuación puede solamente impresionar a los
lectores que no estén familiarizados con el muy dudoso carácter de tales
autores. En general están motivados por sentimientos que uno solamente
puede llamar muy indignos, porque muchas veces están basados en fraude o
en venganza por un muy merecido castigo. El orgullo es desastroso para
quienes sufren de él.
Lleva a la mayoría de las acciones no razonables al temor sin fundamento
que causa errores graves, a mentiras, desagrado y a acciones malvadas que
tarde o temprano rebotan sobre quien las lleva a cabo. Esperemos que
artículos del tipo ya mencionado nunca influyan en los verdaderos
buscadores. Si lo astral existiera en el sentido dado a él por este escritor,
entonces sus teorías engañadoras claramente demostrarían que él mismo es
su víctima engañada, al igual como, en otras ocasiones, él pudiera haber
sido engañado por otras fantasías que desequilibran su más simple poder
razonador. Pero solamente saludemos de paso a esta sufriente personalidad
cuyo público es después de todo casi cero. Sus intentos para aumentar su
importancia fracasan miserablemente porque no tienen el apoyo de los
poderes más altos.
Estos poderes son aquellos que le dan a la Orden Rosacruz su apoyo
iluminado y otorgador de vida verdadera, sagrada y pura iniciación, basada
en la vida, luz y amor verdadero. Después de todo, todos pasan, durante sus
ciclos de encarnación, a través de la noche obscura conocida de los
buscadores, en la que es un juguete de sus propias ilusiones. Aunque el
discípulo en el camino debe cuidar de ser contaminado por un buscador
errado, también debe sentir profunda compasión por él y rezar
incesantemente para que al fin sea iluminado y ayudado por el Cósmico.
A través de una asociación de pensamientos, el triste artículo a que me he
referido me lleva a pensar en las sectas y grupos-astilla religiosos que
florecen sobre esta Tierra. Sin duda que este pensamiento es causado por la
intolerancia que algunos de ellos demuestran, o si no porque la mayoría de
ellos no se refrenan de insinuaciones del mismo tipo con las que aderezan el
artículo que leí. Sea como sea, este es el tema que elijo para mi contacto con
el Sanctum Celestial, esta noche, con la esperanza de que un maestro allá
arriba consienta en clarificar más este tema. No creo que nuevamente tenga
que explicar el “ritual” que sigo para originar un contacto y elevarme al nivel
del Sanctum Celestial.
Creo que todo en este respecto ha sido dicho en las primeras páginas de
este libro, y repetido varias veces en ocasión de contactos anteriores. Sin
embargo, tendré que volver a este tema en uno de los últimos capítulos,
porque es mi intención relatar en detalle una iniciación cósmica llevada a
cabo en el nivel del Sanctum Celestial. Por lo tanto, hoy no detallaré los

67
pormenores del “viaje”. He llegado a salvo y escucho al maestro en la semi
obscuridad de mi santuario:
“Tu pregunta está mal encarada”, dice él al principio, “aunque fue lo
suficientemente inteligible para penetrar a nuestra consciencia, de manera
que se me dio el poder de responderla. Tú pareces distinguir entre sectas y
lo que llamas grupos religiosos. Pues, estos grupos en si son sectas.
Extrañamente, son ellos quienes le dan a la palabra ‘secta’ un significado
difamatorio sin darse cuenta que atribuyen las mismas objeciones para sí.
“Cada una es una parte, una sección, y por lo tanto toda religión,
representando una minoría, es una secta. Además, cientos de millones de
personas son llamadas ‘ateos’ por las diferentes ‘sectas’ religiosas. En
realidad, las llaman así porque no se adhieren a los dogmas y a la fe
específica de aquellas sectas que se inclinan a usar la palabra ‘ateo’ en una
manera tan difamatoria como la palabra ‘secta’ que utilizan para otros,
aunque es aplicable también a ellos. En realidad, hay muy pocos ateos en el
sentido absoluto de la palabra.
Yo he hablado con un número considerable de personas que no creen en
ninguna fé establecida ni en ninguna de las sectas de las que hablé. Sin
embargo, muchas de ellas son creyentes y practican una especie de religión
personal. Esto se ve en reglas de conducta y principios morales que son muy
elevados y libres de la hipocresía que, desgraciadamente, prevalece entre
creyentes que son atormentados por las opiniones de su iglesia o sus vecinos
en sectas religiosas grandes o pequeñas.
Sin duda te preguntarás, debido a tu interés predominante, dónde, desde
este punto de vista, está la Orden Rosacruz, AMORC, con sus muchos
adherentes a través del mundo. Pues bien, ella, también, es una secta, en el
significado de ‘sección’ y sin ninguna implicación perjudicial. En este sentido
todos los otros grupos humanos, sociedades clubes, etc., son igualmente
sectas. Sin embargo, existe una diferencia básica entre lo último y las pocas
auténticas órdenes iniciáticas, tal como la Orden Rosacruz y las grandes
sectas religiosas. Las sociedades y clubes tienen objetivos mundanos
definidos por ellos: algunos tienen propósitos verdaderamente religiosos que
ciertamente los convierten en sectas en el sentido que he definido arriba, no
importe cuan insignificantes puedan ser en cuanto al número de adherentes.
Una secta es religiosa cuando pretende ofrecer un camino a la salvación;
y, sin justificación y contra todos los principios verdaderos, la mayoría de
ellas piensan que fuera de ellas, no hay salvación. Por esta razón la palabra
secta no ajusta muy bien a las verdaderas organizaciones iniciáticas. La
Orden Rosacruz, AMORC, por ejemplo, no dice ofrecer un camino a la
salvación, y aun menos que no hay salvación fuera de ella. Le da a sus
miembros las herramientas que ellos pueden utilizar para aumentar su
evolución personal según su propio entendimiento.
No proclama dogmas. Sus miembros pueden rechazar algunos aspectos de
sus enseñanzas sin atraer las centellas de la organización. Además abraza,
en armonía, a adeptos de todas las religiones y todas las filosofías al igual
que sacerdotes de todas las denominaciones y gente que no pertenece a
ninguna secta religiosa, sea grande o pequeña; y además, lejos de separar a
un fiel de su religión, la enseñanza Rosacruz muchas veces tiene el efecto
secundario de acercarlo más a ella.

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Ciertamente, su educación amplia la comprensión interior y así desarrolla
la tolerancia en sus miembros sinceros y estudiosos. ¿Y no consiste esta
tolerancia en el verdadero espíritu ecuménico? De este razonamiento se
deduce que las varias organizaciones iniciáticas auténticas que aun existen
en este mundo —de las cuales la Orden Rosacruz, AMORC, ciertamente es
una de las más importantes— no están por encima, sino que al centro de
todas las religiones. Esto es cierto pese a que de por sí no son ‘religiones’ a
no ser que uno use este término en su significado literal de ‘atar juntos’ o
unificar, que se aplica en este caso a la unificación de Ser y la adquisición de
una consciencia total.
‘Por supuesto, toda organización iniciática auténtica incluye en su
educación tradicional un análisis de asuntos espirituales y metafísicos, y
ofrece una elección (no un dogma) que sabe que es cierto. Declarar por esta
razón que es religiosa en el sentido usual de la palabra, sería tan tonto como
pretender que los grandes filósofos como son Leibnitz, Kant y Bergson han
fundado religiones... ¡porque han propuesto soluciones a los problemas
metafísicos de la humanidad! Y en cuanto a las iniciaciones y rituales —el
atribuirles un carácter religioso es una tontería sin calificativo. La iniciación
y el ritual son una técnica para despertar y moldear nuestro ser y nuestra
consciencia hacia un crecimiento siempre mayor cuyo nivel final es la
maestría.
Una religión le otorga sus accesorios, vestimentas, implementos, etc., un
valor litúrgico cuyos supuestas prohibiciones y beneficios a veces están
cercanos a la superstición. Para una organización iniciática, estas
vestimentas, accesorios e implementos tienen solamente un valor simbólico.
De por sí, no son nada. Son parte de la técnica iniciática y su valor yace en
lo que representan y en el efecto que se ha de producir en el participante.
Buscan acondicionarlo a un impulso mental, a un despertar la Palabra
interior, darle ‘vida’, unificar su ser y traerle al hombre su total carácter
cósmico como ‘Hijo de Luz’ —en una sola palabra, como Maestro. Además,
en una organización tradicional y especialmente en la Orden Rosacruz, la
razón de cada accesorio es claramente explicada, pues su conocimiento no
incluye superstición sino que, al contrario, da una participación que es bien
comprendida en todos sus aspectos.
“Lo que es llamado ‘sanctum’ por los Rosacruces se explica de igual
manera. El sanctum, también es parte de la técnica iniciática y juega una
parte importante en el moldear de la consciencia. Como cierre, te recuerdo
que el Rosa-cruz siempre apela al ‘Dios de su corazón’, es decir al Dios de su
propio entendimiento, el Dios que él puede concebir, comprender y admitir,
que difiere de persona a persona y también según la edad, experiencia y
conocimiento.
El Dios que concebiste a los siete u ocho años no es el que concibes
ahora, y en años venideros Él será diferente aun. Para algunos, hasta los
Rosacruces, el Dios que pueden concebir, no es más que la Naturaleza en sí,
o alguna especie de poder cósmico. Esto de ninguna manera evita que sean
excelentes Rosacruces o que invoquen al ‘Dios de su corazón. Esto
ciertamente distingue a la Orden Rosacruz, de toda secta u organización
religiosa cuyo Dios está tan precisamente definido que la más ligera
desviación conceptual de este dogma delineado se condena como herejía. Por

69
lo tanto, nunca me preocupo cuando la Orden Rosacruz, AMORC, es
difamada como secta por ignorantes y fanáticos o por aquellos que no
piensan y que aún están acondicionados por siglos de obscuro dogmatismo
mental y moral que dejó su marca en tantos conceptos.
Permite que te moleste aun menos, cuando esta caracterización proviene
de cualquier grupo religioso, grande o pequeño. Siempre recuerda que este
grupo en sí es una secta. Tu alma estará en paz cuando reflexiones que las
organizaciones tradicionales tales como AMORC son Ordenes de Luz cuya
probada tolerancia les da un carácter que no le puede ser atribuido a
ninguna secta en existencia.
Pero, aun así, tú continuarás evitando el uso del nombre ‘secta’ para las
diferentes manifestaciones del pensamiento religioso, porque, a través de su
culpa, está manchado con intención negativa. Como lo has hecho antes, usa
la simple palabra ‘religión’ o si no la expresión ‘grupo religioso’ o ‘familia’. Así
seguirás consistente contigo mismo y con la Orden Rosacruz. Todo lo que le
es útil a la humanidad en sus diferentes niveles debe ser respetado y
apoyado, sin comprometer el conocimiento y luz que uno pueda haber
adquirido personalmente.
Aquí muchas veces es vitalmente importante el saber y permanecer
silencioso; pero este punto debe ser reforzado. Sin duda tú debes atreverte a
advertir a aquellos a tu cargo, si las actividades de cualquier grupo
amenazan causar error en mentes susceptibles, y de esa manera dañarlas.
Este es el único caso en que una firme intervención no solamente es
aconsejable sino que debe llevarse a cabo como un deber solemne. En cada
caso la regla es: silencio, tolerancia pero, cuando sea necesario, una
corrección benévola pero categórica.
“Ha llegado el momento en que debemos separarnos. Pero antes
permíteme simplemente confirmar lo que tú ya has aprendido de las otras
fuentes respetadas: La Era de Acuario ha comenzado y el Mundo es testigo
en el fin de las religiones. Para darse cuenta de eso es suficiente prestar
atención a lo que está sucediendo a través de la Tierra, de una manera que
es más y más perceptible y que en unos pocos años más será visible a todos.
De hecho, las religiones tomarán una forma diferente; pero nunca serán lo
que fueron antes, y algunas que aun son todavía importantes,
desaparecerán para siempre. El tiempo del dogmatismo y de la fe ciega ha
terminado. Comienza la era del conocimiento. Gracias a la misión llevada a
cabo por el finado Dr. H. Spencer Lewis, y a los esfuerzos hechos a través de
las décadas por quienes portaron la antorcha, la Orden Rosacruz, AMORC, y
algunos otros grupos tradicionales, se han preparado para el nuevo
escenario, y tienen una gran parte que cumplir.
Ahora, y en el futuro, los maestros de la consciencia mantienen la vigilia
más estrictamente que antes. Quienquiera que sirva impersonalmente y
coloque a la organización en la que ha sido ‘invitado’ a servir, por encima de
todo pensamiento egoísta y por encima de cualquier pensamiento de
prestigio personal con cualquiera que sea, dentro o fuera, recibirá ayuda de
arriba.
“La regla permanece: para cada uno su lugar en el servicio común, para
cada uno su justa responsabilidad jerárquica para el bien común. Dale esta
advertencia a todos: Si cualquiera que es elegido para servicio no se puede

70
liberar a si y escapar de los malvados impulsos de su ego, entonces sus
actos se vuelven manchados con el realce para sí mismo. La apariencia se
convierte en el poder impulsor tras de sus acciones y reacciones, con todas
las obstrucciones y obstáculos al servicio común que esto implica.
No importe cuan hábil él pueda ser en esta manera de actuar, no importe
cuan testarudos sus motivos y propósitos, no importe cómo él justifique sus
actos ante si mismo, su castigo llegará. No proveniente de autoridad
humana alguna sino que directo de los maestros de la consciencia suprema;
y será aterrador, incluyendo y excediendo su salida de todo servicio y
responsabilidad. Por otro lado, aquel que sirva impersonalmente, preparado
a cooperar en todo momento, que esté libre de todo temor. El tiene respaldo
cósmico, y nada prevalecerá en su contra.
“Medita sobre estos grandes problemas. Son esenciales en estos nuevos
tiempos en los que ocurren tantos desequilibrios repentinos.
El maestro se retira, pero yo permanezco por unos pocos momentos en el
Sanctum Celestial antes de volver al plano físico en este vasto templo de
servicio, nuestra Tierra.
Inmediatamente transcribo el mensaje que he recibido, y mientras trabajo
en esto, recuerdo un reciente comentario en nuestro servicio de publicación.
Relativamente pocos miembros leen y estudian El Santuario del Ser por el
Imperator Ralph M. Lewis. Esto me sorprende aun más, porque el libro es un
monumento de sabiduría Rosacruz. Muchos miembros podrían encontrar allí
la respuesta a tantas preguntas que se hacen a si mismos, o a la Gran Logia!
Especialmente los capítulos sobre iniciación, espiritualidad, supersticiones y
predicciones son de tremendo interés para todo Rosacruz. Ningún trabajo
podría ser más altamente recomendado que este.
Predicciones. . . profecías. . Ese es un interesante tema para mí próxima
comunión con el Sanctum Celestial. Comenzaré mañana, para prepararme
para ello.

71
CAPITULO DOCE
PROFECÍAS Y PREDICCIONES

El asunto a tratarse en este capítulo es uno de los más difíciles, y al


mismo tiempo uno de los más interesantes que puedan enfrentar al místico.
Uno puede atacarlo desde muchos puntos de vista, pero la respuesta
verdaderamente satisfactoria naturalmente está basada en aplicar la ley del
triángulo a este tema en particular. Comenzaré por lo tanto expresando el
resultado de mis propias meditaciones sobre las profecías y predicciones;
luego entraré al Sanctum Celestial para pedir luz adicional, y transmitiré a
lo mejor de mi capacidad lo que pueda haber aprendido acerca de este tema.
Mencioné la ley del triángulo, y todo Rosacruz sabe que esta ley es
fundamental y se aplica a todos los dominios, desde el más sutil hasta el
más bajo, en el universo visible e invisible de la creación.
Consiguientemente, concierne al problema de las profecías y predicciones al
igual de cómo podría explicar cualquier otro asunto que pueda dejar perpleja
a la mente humana. Pero por encima de todo descubriremos que un
conocimiento satisfactorio de esta ley hace que sea posible realizar aspectos
positivos y útiles. Solamente para propósitos de memoria voy a definir aquí
de nuevo y brevemente esta ley del triángulo.
Esta ley significa que si dos puntos, o dos condiciones, se establecen,
necesariamente resulta una manifestación. Sea que esta manifestación
ocurra en el plano psíquico, espiritual, o en el plano mental o material,
depende del hecho de si los dos puntos están localizados en el plano infinito
o el finito. En la terminología Rosacruz uno diría: Que el triángulo tenga su
punta hacia abajo o hacia arriba, depende del uso al que se ponga.
Es evidente que en relación con las predicciones estamos tratando con el
triángulo sobre el plano infinito, y que la manifestación es representada por
la punta más baja. Una predicción válida —similar a la intuición pura— es,
por lo tanto, un asunto de percibir las dos puntas localizadas en el plano
cósmico. Aquel que verdaderamente predice infiere que una manifestación
puede tomar lugar en el instante en el que toma en cuenta a un evento
posible.
Esta conclusión se debe a un mecanismo deductivo subconsciente del
cual puede ni siquiera estar consciente —especialmente si no ha tenido
entrenamiento iniciático. El origen de esta conclusión instantánea es la
percepción por el Ser interior de dos condiciones en el plano infinito. El
mecanismo deductivo del subconsciente es extremadamente rápido, y si las
dos condiciones “cósmicas” están firmemente establecidas, el adivino puede
declarar que el evento es inminente —si él es muy receptivo y aun más si ha
sido así acondicionado por la iniciación y trabajo en una verdadera
organización tal como AMORC, de manera que su evolución le da una buena
comprensión del proceso. Además, él reaccionará como Rosacruz en la
manera que explica su predicción y en el consejo que pueda otorgar.
He insistido, sin embargo, sobre la importante palabra calificadora,
posible. Estén las dos puntas o condiciones cósmicas recién formándose o
condensándose, o tan completamente formadas que la manifestación es
inminente, o hasta empezando a tomar su curso; mientras que el evento no
se haya cumplido, este es solamente virtual.

72
Por consiguiente, puede ser favorecido si es positivo y beneficioso, o
evitado si es negativo y desgraciado. Para este propósito es suficiente actuar
sobre las dos condiciones cósmicas o hasta aún solamente sobre una sola de
ellas. ¿En qué manera, por cuales medios, en una sola palabra, cómo?
Naturalmente a través del pensamiento, y más explícitamente a través de la
visualización. Tal visualización comienza con el evento que ha sido predicho
o aprehendido y visto como una posibilidad en el punto bajo del triángulo,
y/o ‘ve” este punto más agudamente o, al contrario, lo borra mentalmente.
Entonces se eleva a los dos puntos superiores “invisibles” del triángulo
y/o los refuerza o los disuelve, como sea el caso. Por lo tanto, ninguna
predicción “mala” es inmutable. Al contrario, todas ellas pueden evitarse si
se lleva bien a cabo el proceso de visualización.
En cuanto a las predicciones “buenas’, es natural que uno trate de
acelerar su manifestación; pero en cualquier caso, si los dos puntos
“cósmicos” verdaderamente han sido percibidos, si verdaderamente existen,
entonces la manifestación tomará lugar. Uno puede recibir de muchos
modos conocimiento por adelantado acerca del evento —a través de la
intuición, por los sueños o por una naturaleza verdaderamente receptiva.
Pero lo esencial es siempre reaccionar de la manera apropiada descripta
arriba. Además uno debe desconfiar de los “profetas de la mala fortuna”. La
mayoría del tiempo, estos no perciben nada del todo. Sea por aprovecharse
injustamente de la credulidad de la demás gente o simplemente causar un
tonto interés o cubrir con un engañoso prestigio su debilidad al vacío de su
existencia o sus fracasos. Ocasionalmente, ellos establecen así en los seres
crédulos los dos puntos que previamente no existían. Tales profetas son
hacedores del mal y uno debe cuidarse de ellos y mantenerlos a distancia,
para evitar su destructiva sugestión. En cualquier caso, aquellos que lean
estas líneas sabrán de ahora en adelante como evitar manifestaciones
indeseables al actuar de acuerdo con el simple pero efectivo procedimiento
que he indicado.
Por lo tanto, nadie debería temerle a las predicciones, de dondequiera que
sea que vengan. Además, está el trabajo de la comisión de ayuda espiritual
de la Orden Rosacruz, AMORC. Este es aplicado diariamente en la Gran
Logia de acuerdo con una técnica que se ha establecido por medio de largos
contactos cósmicos. Este trabajo pone en acción la ley del triángulo por
medio del cuerpo de miembros Rosacruces, para propósitos de fraternidad y
amor.
El resultado es, según el caso, el reforzar o si no, disolver condiciones
cósmicas y así favorecer o evitar una manifestación, un evento o una
condición, o quizás suavizar esa condición si ya está manifiesta, y
finalmente, ocasionar un resultado que, desde el punto de vista cósmico, sea
el más justo y beneficioso para la persona ayudada.
Las explicaciones que precedieron se refieren principalmente a las
predicciones individuales, aquellas que lo afectan a uno o a personas
especificas, que todo Rosacruz sincero y la comisión de ayuda espiritual
pueden ayudar, cuando sea necesario, añadiendo sus esfuerzos al que tiene
que ver con la predicción. Examinaremos ahora lo que toma lugar en el caso
de las predicciones que afectan a la comunidad, a la humanidad como un

73
total, y así consideraremos lo que es más apropiado y específicamente
denominado profecía.
Una profecía se refiere al futuro más o menos distante. Todos saben de las
profecías de Nostradamus y Malaquías. Las siguientes preguntas se
originan: Si tales profecías son válidas, ¿cómo pueden estar establecidos los
dos puntos “cósmicos” del triángulo tan por adelantado? ¿Significa esto que
todo ya está escrito? ¿Hay una predestinación concerniente a la humanidad
entera?
A estas preguntas he respondido en El Jorobado de Amsterdam, y de esta
respuesta pueden resolverse aquellas desde un punto de vista particular,
que justamente puede denominársele unitario, porque considera a la
creación en su nivel ya alcanzado y en relación a la evolución humana. Pero
este punto de vista es difícil de comprender para muchos, y daré aquí, por lo
tanto, una explicación en un nivel más bajo que es más fácil de percibir para
el intelecto, porque está construido de aquello que se manifiesta, que es
aparente, y no de la totalidad.
Le es sabido a todos los adeptos que el mundo evoluciona y se
desenvuelve en ciclos de los cuales los más importantes son conocidos como
eras o Edades: La Era de los Peces, la Era de Acuario, etc. Esto solo le
permite al iniciado saber qué caracterizaba a esas Eras pasadas, la Era
presente y las Eras futuras. Pero dentro de cada una de estas Edades se
desarrolla un ciclo de igual manera: La transición de la Edad pasada a la
nueva, su lenta evolución, su cima y entonces evolución hacia la Edad
venidera.
Cada era incluye en su poder todas las que le precedieron; es su síntesis
antes de una nueva partida. Ahora bien, cada era se prolonga 30 grados.
Puede dividirse en tres partes de diez grados cada una; es decir, cada era,
que dura 2160 años, comprende tres períodos de 720 años cada uno; por lo
tanto, cada grado de un periodo cubre 72 anos. Consiguientemente, uno se
encara a una parte de un gran triángulo, cada lado del cual es, por así
decirlo, de un largo de 720 años; y dentro de este, gran triángulo un
pequeño triángulo con un largo de 24 años por lado. Pues bien, toda era, la
síntesis de las que le precedieron, es una repetición de las pasadas en un
nivel más alto. Les aconsejo a mis lectores Rosacruces que repasen lo que
una monografía de los grados neófitos enseña sobre este tema de los
períodos. Así comprenderán aun mejor las revelaciones que estoy haciendo
aquí.
Sobre el tema que nos interesa, uno debe saber que los profetas aplican
este conocimiento, algunos sin darse cuenta y otros a sabiendas, como era el
caso con Nostradamus. Puede que de él haga algún día mayores revelaciones
porque, contrario a la creencia común, este no era el nombre de un solo
hombre sino que cubría el trabajo de un grupo de altos iniciados; de
aquellos de quienes he hablado en Las Mansiones Secretas de la Rosa Cruz.
Las profecías verdaderas son, por lo tanto, la percepción subconsciente,
por un sabio, de dos puntos cósmicos dentro del triángulo grande o el
pequeño. La percepción de estos dos puntos incluye la comprensión de todos
los lados del triángulo, e ilumina a cada grado de él.
También es importante notar que la percepción subconsciente de los dos
puntos lleva a la visión de grandes eventos, pero que el profeta los

74
interpretará a la luz de su propio tiempo. Por esto quiero significar que él
vestirá a los eventos futuros con las características de la sociedad en la que
vive. Por ejemplo, Nostradamus habla de ‘reyes’ para todos los eventos que
profetiza, pues en su tiempo no existía noción de qué podría ser un
presidente en el sentido moderno. Por lo tanto, al interpretar una profecía
correctamente uno debe estar bien al tanto del período en el cual vivió el
profeta.
Además, el verdadero profeta que siempre es un sabio, conoce los sucesos
principales de edades pasadas, y especialmente aquellos de las más
recientes, incluyendo la propia.
Este conocimiento es una de las puntas cósmicas del triángulo. Uno puede
justamente llamar a esta punta el karma acumulado positivo o negativo de
la humanidad. La segunda punta cósmica corresponde a las características
de la edad o edades consideradas. La tercera punta —la manifestación— es
la visión de los eventos por venir.
Una característica más debe mantenerse en mente: según el tipo del
profeta, su profecía puede ser histórica como en el caso de Nostradamus,
religiosa en algunos de sus aspectos, como en la profecía de Malaquías, y
puede asumir varios otros aspectos, según la personalidad del profeta.
Puede concernir al “destino” total de la humanidad —el gran triángulo— o a
una fase o período de tiempo de ese “destino” —el triángulo pequeño.
Este es el conocimiento básico acerca de la profecía; pero dos preguntas
se hacen presentes: Primera, ¿puede el cumplimiento de las profecías
acelerarse o anularse, según el caso con las predicciones, y de ser así, cómo?
Segunda, ¿por qué ocurren las profecías y de qué sirven? Estas son dos
preguntas que pienso someter al Sanctum Celestial, y por eso es que en este
momento me encuentro en mi sanctum privado, esperando al maestro que
pueda iluminarme acerca de este tema. Aquí, ahora, él entra y se me acerca
después que ha resonado siete veces el sagrada OM, en una nota muy
solemne. Solamente en raras ocasiones he estado en comunicación con este
maestro.
En el mundo cósmico es llamado el primero de los doce, debido a que es
completo su conocimiento de los ciclos. Se dice también debido a su
sabiduría, que él es el maestro de las constelaciones, pero no creo que él
aprecie mucho esa designación. Antes de empezar, coloqué las manos sobre
mí pecho —la derecha sobre la izquierda— y le rogué que grabara su
mensaje tan profundamente dentro de mí que después de volver al plano
consciente, pudiera yo formular sin omisión lo que él me hará el honor de
enseñarme.
Inmediatamente me lo asegura y comienza como sigue:
“Recordarás todo lo que necesitas recordar sobre esta comunicación
inmediata. Otros hechos surgirán en tu mente más tarde, cuando haya
llegado el momento de transmitírselos a otros. Otro maestro te ha dicho que
tus escritos son observados y guiados. No podría ser de otra manera, pues es
la intención que ellos iluminen a los buscadores y les transmitan lo que
deberían aprender y luchar por comprender en este nivel exacto de la
historia de la luz y el conocimiento.
Antes de venir a este dominio cósmico tú escribiste algunas páginas
declarando lo que sabias acerca de las profecías y predicciones; pero hasta el

75
instante preciso cuando comenzaste a hablar acerca de las Edades, acerca
del gran y pequeño triángulo, estabas ignorante acerca de todo el tema, al
igual como no conocías la verdad acerca de Nostradamus. He impreso este
conocimiento sobre tu consciencia, y tú lo has editado libremente, excepto
en cuanto a Nostradamas. Acerca de este tema no podrás revelar la verdad
que conoces hasta después, cuando crearé dentro de ti el impulso apropiado.
“No veo mucho más que añadir a lo que has escrito, excepto decir que los
profetas son escasos (todos saben eso), e indicar que la profecía difiere de los
pronósticos basados sobre la astrología. Esto último indica tendencias,
posibilidades debidas a un predeterminado ‘clima planetario’, y estas
tendencias a veces son mal interpretadas. De cualquier forma, las estrellas
inclinan pero no obligan. Las profecías de los sabios están fundadas en
conocimiento y, por lo tanto, colocadas sobre el nivel de la certidumbre.
Diseñan el marco de la evolución planetaria y, a veces, la universal.
Describen el escenario sobre el cual los hombres actuarán, y el medio
ambiente que les envolverá durante los diversos actos de la historia humana.
La obra ha sido preparada, en efecto, muy por adelantado, para hacerle
posible a los hombres evolucionar, hacerse autoconscientes y ocasionar su
retomo a la fuente de donde emanan. Pero fíjate! La obra no ha sido escrita
en todos sus detalles, no ha sido cada respuesta editada rígida y
literalmente. La mejor comparación es a la antigua ‘commedia dell’ arte’ en
la que un marco era definido por adelantado en sus puntos principales, pero
en la que no se anticipaba ningún detalle. Las situaciones se juntaban una
con otra a voluntad de los autores, siempre que los elementos básicos fueran
observados y respetado el final predeterminado.
En consecuencia, las respuestas de cualquiera dependían de lo que los
otros decían, y así la obra se desarrollada más y más precisamente, porque
estaba basada en el enlace de situaciones puestas por los actores mismos.
Esta simple explicación hace que sea posible entender las profecías. Se
refieren estas a los elementos básicos que serán seguidos ineludiblemente y
al resultado final que está igualmente determinado en cualquier caso.
Pero esto debe notarse: Un profeta de la distante antigüedad no podía ser
tan preciso como uno más reciente tal como Nostradamus. El desarrollo de
la obra no había avanzado tanto.
Él conocía el punto cósmico ‘karma’ y el punto cósmico ‘era’, pero no
podía percibir la interacción de los actores en todo el grado del triángulo
grande. Tendría más éxito en cuanto al triángulo pequeño, pero en ambos
casos solamente podría sentir por adelantado los elementos fundamentales y
unos pocos otros detalles. Nostradamus, sin embargo, vivió en una época
precedida por un largo pasado; la ‘obra’ había avanzado mucho más, y la
interacción que le había precedido había establecido situaciones precisas
además de los elementos fundamentales; la punta kármica estaba más
altamente cargada para bien y mal, y una luz más brillante estaba extendida
encima de cada grado del triángulo, el grande y el pequeño.
“He aquí la respuesta a tu primera pregunta” El cumplimiento de las
profecías no puede acelerarse o anularse a través de la voluntad humana en
cuanto a los elementos fundamentales ni el resultado final. Solamente la
punta del karma es afectada por las acciones y por el comportamiento de la

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humanidad como total, y así los grados o vicisitudes secundarias pueden ser
suavizadas, quizás transmutadas.
No olvides que el karma, las edades y las ‘circunstancias’ enfilan hacia la
evolución de toda la humanidad, y de cada ser humano en particular. Si una
lección ha sido aprendida lo suficientemente bien por la humanidad,
entonces un elemento fundamental puede hacerse menos importante. No
será suprimido, pero la humanidad lo encarará bajo mejores circunstancias
y por lo tanto con esfuerzos reducidos.
Uno debería añadir que los observadores supremos que llevan la
responsabilidad final en este dominio, ciertamente pueden decidir acelerar
ciertos eventos, si deciden que esto es útil. Después de todo, el tiempo y el
espacio son solamente nociones humanas. Por lo tanto, pocas profecías se
atreven a especificar fechas irrevocables. Ningún profeta verdadero haría
eso.
El se satisface con revelar la concatenación de los hechos —¡y esto es
bastante!
“Un comentario esencial debe resaltarse: Los iniciados tienen una parte
que jugar en la historia de la humanidad. Su acción debe dirigirse a la punta
kármica del triángulo cósmico. Por lo tanto las organizaciones estructuradas
como la Orden Rosacruz, AMORC, son necesarias y tienen una parte
cósmica que jugar.
Su acción para el beneficio de la humanidad solamente puede llevarse a
cabo colectivamente. La suma total de los pensamientos positivos dentro de
una orden tradicional llevan, por lo tanto, un trabajo beneficioso, y cada
rosacruz debe pensar en este hecho durante las reuniones organizadas y
hasta en su trabajo privado.
Esto no es simplemente un consejo. Es una obligación, donde cada
buscador de la luz lleva la responsabilidad.
‘¿Por qué hay profecías, y qué bien pueden hacer? Las profecías son una
línea de guía, y al mismo tiempo demuestran la realidad de un plan
universal. Algunos las consideran con temor supersticioso, especialmente
aquellos que aun se desvían en el valle en busca de un sendero al
conocimiento. Para aquellos que ascienden el ‘sendero’ son parcialmente un
mapa de guía y parcialmente una fuente para la meditación efectiva sobre
las razones de la creación y el marco ofrecido al Hombre para su evolución.
El adepto busca conocimiento y avanza hacia la maestría en el sentido
más sagrado de la palabra. Por lo tanto, él debe examinar cada detalle del
plano sobre el cual vive, de manera que finalmente pueda alcanzar una
síntesis tal que la Luz e iluminación estallen hacia afuera y alcancen el nivel
final de consciencia que significa el retorno permanente a la fuente, al seno
de la realidad. Al comprender, a través de verdaderas profecías, el plan
universal, el discípulo se acerca más a la consciencia cósmica, a la
comunión suprema. Pero, puesto más simplemente, el sabe donde él y el
mundo van encaminados, pues conoce las circunstancias bajo las cuales su
evolución debe desenvolverse, y está listo para todo beneficio posible de la
experiencia que le está reservada.
‘Desde otro punto de vista, sin lugar a dudas que tú nunca has
considerado que las profecías, si se refieren al mundo entero, también
afectan a cada ser humano individual, en cada edad. Simbólicamente

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representan las circunstancias que cada hombre encarará en cada una de
sus encarnaciones —sus luchas personales y experiencias individuales. Por
lo tanto, son tanto una historia de la humanidad como la historia de cada
hombre. Por eso son una guía para la humanidad y también una guía para
cada uno de nosotros. Medita acerca de este aspecto del asunto de las
profecías y advierte, finalmente, que ninguna profecía es tan clara que pueda
entenderse sin esfuerzo y sin un laborioso trabajo interpretativo.
Esto demuestra bien que están diseñadas primeramente para adeptos y
para aquellos que están luchando hacia la luz, pese a que no están
escondidas de todos los demás.
Especialmente para ellos, es aplicable la advertencia de Jesús: ‘¡Que aquel
que pueda entender, que entienda!’ Pero, de manera para poder entender,
uno debe estar preparado a buscar, y a veces a quedarse callado; pues el
conocimiento debe adquirirse por medio de esfuerzo personal. Solamente las
herramientas y una verdadera dirección para la investigación transcendental
puede enseñarse, y este es el trabajo de, por ejemplo, la Orden Rosacruz,
AMORC.
“Terminaré esta lección con una advertencia que ya ha sido dada —pero
nunca es inútil repetirla: Que el mundo se fije en los falsos profetas! Los
verdaderos y puros son escasos. Son sabios, y la mayoría de las veces se
quedan callados; ciertamente que no por orgullo y no por indiferencia —pues
están llenos de amor, sino porque saben que todo ha sido dicho, aunque no
todo haya sido aún comprendido.
El maestro avanza al altar de mi santuario, se vuelve hacia mí y me otorga
el favor de una tan arrolladora bendición que me encuentro en lágrimas en
mi sanctum terreno, susurrando una y otra vez: “¡Gracias, gracias!”, como si
el maestro me escuchara. Y quizás él escuchó esta canción de mi alma
agradecida, este pequeño “gracias” en el cual todo mi ser, toda mi vida y todo
mi amor hicieron eco.

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CAPITULO TRECE
CURACIÓN ESPIRITUAL

Vayan y curen a los enfermos”, ordenó Jesús y añadió: “Lo que yo hago
ustedes pueden también hacerlo, y aun cosas mayores’. Está por lo tanto
virtualmente dentro del poder de todo hombre el curar a su vecino; y si
especifico virtualmente, la razón es que este denominativo es una palabra
clave cuyo carácter restrictivo enfatiza que ciertas condiciones deben
forzosamente ser cumplidas para obtener el resultado deseado. Uno muchas
veces olvida que Jesús le habló a sus discípulos cercanos a los que había
cuidadosamente preparado y moldeado; a aquellos para quienes, como lo
declaró incesantemente, estaban reservadas las “perlas” de su mensaje —las
explicaciones completas y secretas acerca de los principios profundos,
aquellos que la multitud no podría haber entendido.
Ninguna negación de este hecho puede tolerar una simple lectura de los
evangelios cristianos, como estos nos han sido pasados. Uno no puede
aceptar sus principios cuando están de acuerdo con las doctrinas o dogmas
favoritos de uno, y rechazar o reinterpretar a otros, contra todo sentido
común, porque parecen contradecir esas mismas doctrinas o dogmas.
Los evangelios forman un total en el cual toda palabra tiene un valor que
uno no puede afirmar sin cambiar la enseñanza entera. Es ahora
universalmente acordado que Jesús era esenio; por lo tanto, miembro de
una comunidad secreta. Uno debe estar agradecido a los sabios que después
del descubrimiento de los pergaminos del Mar Muerto supieron como resistir
muchas intrigas y varias presiones y le revelaron al mundo este hecho
básico que ciertamente embarazó a algunos dogmas religiosos que eran
demasiado rígidos y habían sido declarados infalibles. Amenazó los
cimientos de un sistema entero que había sido establecido por los hombres,
pero pretendía ser divino.
Ciertamente, había llegado el momento, con la nueva Era, en el que la
verdad había aflorado en cualquier cosa, al igual como lo hará nuevamente
en otros dominios, indiferente de la oposición. Desde este momento terminó
el largo periodo de los tal llamados “misterios” que sirvieron para esconder la
verdadera sabiduría. Más que nunca todo discípulo en el sendero debería ser
aconsejado a leer y releer trabajos tales como La Vida Mística de Jesús y Las
Doctrinas Secretas de Jesús, por aquel gran emisario, el finado Dr. H.
Spencer Lewis. Estos escritos no son dogmáticos. Hasta un Rosacruz puede
rehusar toda fe en ellos, sin incurrir en el más leve reproche y sin hacer
peligrar en lo más leve su posición y adelanto dentro de AMORC. De todas
maneras, no pasarán diez o veinte años antes de que nuevos
“descubrimientos” les traigan el apoyo con las pruebas irrefutables; al igual
que como fue el caso recientemente, con algunas indagaciones hechas en
estos libros las que previamente habían sido consideradas como fantasías
por fanáticos ignorantes.
Pero esa no es la cuestión. Lo que debe recordarse es que la orden de
curar originalmente había sido dada a un grupo limitado de discípulos que
habían sido cuidadosamente preparados, y en consecuencia a aquellos que
recibieran una educación interior similar a esa dada a los discípulos después
de que han alcanzado un grado igual de evolución e igual posición.

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Debo dejar esto aclarado. No deseo implicar del todo, que solamente
aquellos que más tarde fueron moldeados y preparados por los discípulos
cercanos a Jesús estaban preocupados con la orden de curar del maestro,
pero quiero resaltar sin duda alguna que nadie puede pretender curar, al
aplicar principios espirituales o místicos si no ha conseguido el mismo
desarrollo interior alcanzado por los discípulos cercanos a Jesús. Esto se
alcanza a través de una disciplina y educación específicas, tal como la que
otorga la Orden Rosacruz, AMORC.
Puedo añadir que este desarrollo interior es más rápida y eficientemente
alcanzado a través del trabajo serio y perseverante dentro de una
organización tradicional auténtica, y he nombrado a la Orden Rosacruz,
AMORC, como ejemplo. Pero uno puede adquirirlo también —aunque más
escasamente— fuera de cualquiera organización a través de la observación
solitaria y hasta inconsciente de grandes principios encabezada por el amor
al prójimo.
Volveremos a esto. La curación es sin duda uno de los poderes místicos
del crecimiento armonioso que se desarrolla en el discípulo sincero. Esta
declaración es hecha estrictamente dentro del significado del capítulo en este
libro dedicado a tales poderes. Pero valía la pena insistir en el hecho que el
nivel interior o posición necesitado para practicar el arte de la curación con
absoluto éxito puede alcanzarse no solamente por un sendero esencialmente
cristiano o por una enseñanza dirigida, sino que por cualquier sendero, a
despecho de la afiliación religiosa filosófica o cualquier otra, aun por un
camino personal y solitario —pese a que ese puede ser mucho más largo y
peligroso que una técnica aprobada y guiada en el marco de un grupo fijo.
Estas consideraciones muy obviamente reducen el número de aquellos
que puedan declarar la práctica de la curación espiritual. Este número se
reducirá aun más con el progreso de nuestro análisis. Pero en el momento
deseado el Sanctum Celestial entregará su mensaje sobre este tema. Quizás
mencione el milagro que la buena voluntad y un destello —un solo destello—
de amor puede ocasionar aún con los que están menos preparados.
Veremos, mientras tanto, declaremos que las definiciones ya dadas llevan
a la conclusión clara de que hay curadores verdaderos y falsos. Los primeros
son extremadamente escasos comparados con el segundo tipo, de los cuales
hay multitudes y cuyas prácticas, a veces chocantes y siempre egoístas, los
marcan como malévolos charlatanes, o peor. Daré un simple ejemplo. Hace
unos pocos años un “curador” cuyo nombre no mencionaré, exigía de
aquellos que acudían a él, honorarios de cincuenta francos franceses y una
fotografía. Así él recibía diariamente, como promedio, unas diez fotografías.
Pues bien, su método y su único trabajo consistía en sostener todos los días,
por unos pocos momentos, en sus manos juntas, las fotografías que le
habían sido enviadas. Sin duda que obtenía resultados ocasionales.
Pero estos no eran para atribuirlos a él sino a los enfermos en sí, En ellos,
su completa confianza había creado una visualización efectiva y había
restaurado la armonía interior que sus cuerpos necesitaban para permitirle
a la naturaleza, es decir, al influjo cósmico, llevar a cabo su trabajo de
regeneración. Por supuesto, la mayoría de los clientes no estaban satisfechos
con los “servicios” de este curador. Desde entonces él ha desaparecido en el

80
anonimato de las multitudes, y según la sabiduría proverbial, “lo mal
adquirido no dura”. Pues bien, hay incontables números de esta clase!
En Suiza, hay un cantón en el cual se le permite operar a gusto a los
curadores. Sus oficinas están puerta con puerta, y se entregan a una
competencia sin restricciones. Por lo tanto, sus ganancias generalmente son
escasas, y muchos de estos curadores abandonan sus prácticas. ¿Lo harían
así si su poder fuera real y su propósito desinteresado? La respuesta es
obvia. Mencioné antes que algunos pacientes de un cierto curador sin darse
cuenta se habían curado solos, y uno podía declarar justamente que una
persona enferma siempre se cura a sí misma, indiferente de a quien acuda —
curador o médico— y qué medicina eventualmente pueda tomar.
Hablaré después un poco acerca de la medicina oficial, pero ya todos
podrán haber deducido, de lo ya dicho, que el ingrediente básico en la
curación, espiritual o de otro tipo, es la confianza del paciente y su estado
mental. Antes de cada curación, Jesús preguntaba: “¿Crees en mí?’ y no
procedía hasta que lo afirmaban, pues sabía que a no ser que se estableciera
un lazo entre él y el enfermo a través de la confianza, no se podía obtener
resultado alguno. El éxito relativo y temporal de ciertos curadores sin
preparación puede explicarse parcialmente por la confianza que tienen en si
mismos —por un tiempo— y parcialmente por la confianza que los enfermos
tienen en ellos. Una vez que esta confianza se malogra en cualquiera de
ambos lados, el fracaso es completo. Tal situación no puede ocurrir con un
verdadero curador que satisfaga los requisitos previamente explicados de
desarrollo y posición interna.
El solo hecho que uno recurra a él prueba la necesaria confianza; y el
verdadero curador posee una confianza absoluta en sí mismo, porque esto es
inherente a su estado de desarrollo. Él solo, por lo tanto, puede curar, si la
curación, es posible.
Lo que uno llama enfermedad es una alteración de equilibrio en la
transmisión de energía cómica a través del vehículo particular llamado
cuerpo humano. Así, como consecuencia de errores repetidos, un órgano
más o menos importante no puede llevar más a cabo correc-tamente su
función. Del mismo modo que hay una parte defectuosa en un automóvil, la
deficiencia de un órgano produce ‘mal funcionamiento’ que siente el vehículo
físico entero.
En casos más serios puede causar una ruina total, a no ser que se tome
una acción rápidamente. En el cuerpo físico el centro básico está localizado
en el cerebro —como la ciencia lo ha reconocido recientemente— y el corazón
ocupa el segundo lugar. Dos hechos surgen de esto:
Primero, que el pensamiento es maestro del cuerpo, lo que explica por qué
la curación requiere confianza, hecho que es una poderosa forma de
pensamiento positivo. Segundo, que un aumento de poder cósmico y energía
en el cuerpo, causado por un verdadero curador, puede “abrir” el órgano
deficiente y restablecer armonía en el circuito. En casos extremos es hasta
posible que se cree alguna especie de “substitución”, y que el circuito siga un
camino diferente, de manera que el equilibrio pueda restablecerse sin la
ayuda del órgano imperfecto hasta que la función de aquel órgano sea
restablecida por la fuente de energía cósmica y el estado mental positivo del
paciente.

81
Y ahora ha llegado el momento de examinar la utilidad de la medicina y
cirugía oficiales. Comencemos con una advertencia: Un verdadero curador
del tipo que he definido —y, repito, él es escaso comparado con la increíble
masa de charlatanes— ese curador nunca le prohibirá a ningún paciente el
consultar a un médico, a que siga sus indicaciones y hasta a recurrir a la
cirugía, si esto fuera necesario.
La profesión médica tiene siglos de investigaciones y de respaldo y ha
desarrollado su conocimiento y continúa desarrollándolo, en servicio de la
humanidad. Es extraño ver que algunas personas rehúsan medicinas y, sin
embargo, utilizan todos los otros alcances de la ciencia, tales como la
electricidad y el gas. La medicina es una ciencia basada en constante
investigación llevada a cabo por especialistas con interminable experiencia
debida a su constante práctica. Sin duda que hay médicos buenos y malos,
¡pero condenar a la medicina debido a estos últimos es igual que condenar a
todos los dueños de garajes porque algunos de ellos son incompetentes! La
medicina considera al cuerpo, como se le ve presentemente, y está
admirablemente equipada para llevar a cabo un diagnóstico lo más digno de
confianza posible.
Su método es actuar sobre el cuerpo con medios químicos y materiales
cuya efectividad ha sometido a largas pruebas. Con su propia técnica ayuda
a la naturaleza a llevar a cabo su trabajo. El médico no pretende curar: él
ocasiona condiciones que son favorables a la curación. El cirujano, por su
parte, interviene como un recurso final para hacer las necesarias
“reparaciones” después de que todo lo demás ha sido probado y si el
resultado perseguido no puede obtenerse de otra forma.
Los médicos y cirujanos tratan al tercer punto en el triángulo humano,
aquel de la manifestación, que es el cuerpo solo. Su ciencia es por lo tanto
necesaria para la humanidad y su misión es un acto de servicio, devoción y
amor deseado y mantenido por la consciencia Cósmica. Los médicos
cumplen sus funciones y los curadores verdaderos las de ellos. Ambos, en
sus dominios respectivos, no tienen otro propósito que no sea aliviar el
sufrimiento humano. Ambos cumplen la orden del maestro. Van y curan a
los enfermos.
Por lo tanto, negarle a alguien que sufre el conocimiento y efectividad de la
medicina oficial, es un grave error y a veces, un crimen. Quienquiera que le
imponga a una persona enferma tal prohibición, deberá inmediatamente ser
contado entre los curadores falsos. No importe cuan sinceros sean para sí y
para otros, están equivocados y deben considerarse peligrosos.
Lamento tener que ser tan brusco y categórico. Como todos los oficiales de
la Orden Rosacruz, AMORC, muchas veces he visto caer la desgracia sobre
seres de demasiada confianza que de otra forma podrían haber recobrado su
salud, que me quedaría seriamente corto en mi misión si no diera una clara
advertencia. Mi responsabilidad no es tratar de com-placer a una facción u
otra. Es mantener la verdad hacía y en contra de todos, y aun más si ello es
difícil. Por esta razón también digo que la medicina está equivocada en llevar
a cabo una despiadada guerra en contra de los curadores. Así,
principalmente, ayuda a la propaganda de los charlatanes al darles
publicidad efectiva.

82
El halo del mártir sirve al incompetente. La autoridad pública nunca
evitará que alguien que sufre busque una posible ayuda de los curadores. La
libertad completa tendría el resultado final de permitirle al público usar su
sentido común. La sabiduría de la gente no es engañada por mucho tiempo
si uno tiene confianza en ella y no la acondiciona a prohibiciones que la
mayoría de las veces sirven de avisos.
La libertad así otorgada haría comprender a los enfermos que hay
curadores verdaderos y falsos, al igual como hay médicos buenos y malos; y
el resultado final sería una considerable baja en el número de charlatanes, y
una efectiva cooperación entre la medicina oficial y los verdaderos
curadores. Esto es, a propósito, lo que ocurrirá finalmente durante la Era de
Acuario y ya ha comenzado, aunque hay que admitir que no muy
notoriamente.
Las condiciones de la verdadera curación espiritual han sido examinadas;
la utilidad de la medicina y la cirugía han sido llamadas a la atención.
Además, debería especificarse que la efectividad de la medicina alopática y
homeopática dependen de la condición, la constitución y las reacciones de
cada individuo; lo que tiene éxito con uno puede no estar de acuerdo con el
otro y todo médico debería, según el caso, usar una u otra de estas formas
de tratamiento sin ningún estrecho sectarismo. Ahora me preparo para
consultar al Sanctum Celestial acerca de este tema, bien consciente de que
el maestro nuevamente ha impresionado mis pensamientos con su luz,
apenas comencé a escribir los párrafos anteriores. Por lo tanto, mi
visualización del problema será corta ya que de alguna manera el “contacto”
ya estaba establecido.
Me encuentro rápidamente en mi sanctum cósmico, y ante mí está aquel a
quien mi corazón ha singularizado por varios años como el maestro
benévolo, ya que su cara siempre sonriente irradia bondad y amor.
Sentándose a mi lado, su fina mano sobre la mía, su consciencia se une con
la mía, y él me instruye como sigue:
“Desde las primeras palabras en adelante, de tu declaración acerca de la
curación espiritual, te impresioné con severidad, de manera que ciertas
cosas fueran dichas y ciertas advertencias dadas ampliamente. Tú has sido
estricto pese a ti mismo, del mismo modo como lo soy yo, pese a mí mismo,
bajo muchas circunstancias; pero la responsabilidad sobrepasa el aprecio
personal, y tú sabes que ya en el pasado tú te viste forzado a actuar por el
bien común en completa contradicción de tu lenidad innata. Si por esto tú
has sufrido como ser humano, ¡poco importa!
Tú has decidido servir, y el servicio de todo, el servicio para la meta final,
implica justicia y el mantenimiento firme de reglas rígidas y básicas que
nada tienen que ver con lo que los seres humanos individuales llaman
‘justo’, en cuanto a ellos mismos y a sus intereses particulares. Cuando el
todo y su integridad se conciernen, la responsabilidad exige que no se le dé
consideración a la ‘buena intención’, pues de ella está pavimentado el
camino al infierno. Si en ciertos casos tu no hubieras sido riguroso, bajo
nuestra presión. nuestra severidad habría sido aun más temible para
aquellos concernidos, pues naturalmente habríamos tomado las riendas de
tus manos, ya que somos los señores del karma.

83
Por lo tanto, crece más allá de tu dolor y angustia y no consideres la
opinión temporaria de los otros. En e1 servicio, evalúa solamente la opinión
de los maestros, como instrumento del cual tú eres durante el tiempo que
llevas a cabo tu cargo. Por lo tanto, es difícil esconder cualquier cosa de ti
aún si, de acuerdo con la ley, tú debes permanecer callado, sin cesar de
actuar, sin embargo.
“Pero en el asunto que ocupa nuestro pensar, la severidad debe ser ahora
compensada por el amor y la comprensión. Por ello, pronto estarás mucho
más feliz transcribiendo mi mensaje de lo que has estado antes estimando
severamente los abusos.
“Claramente has diferenciado entre el verdadero curador y el falso, de la
misma manera en que separaste al buen médico del malo. En ambos casos,
lo que distingue a uno del otro es principalmente en el caso de los ‘falsos’ o
‘malos’, una falta de amor de la cual la indiferencia es solamente un aspecto.
El verdadero amor que está dentro —un regalo total del ser de uno que está
muy lejos del sentimentalismo de muchos que así equivocadamente creen
que aman— este verdadero amor es capaz de milagros incomprensibles al
simple entendimiento humano. Una madre, por ejemplo, cerca de su hijo
que sufre, consigue tanto como el médico llamado a su lado.
En este sentido, ella es un verdadero curador, porque ama
verdaderamente. Hasta un falso curador y un mal médico, ambos pueden
llevar a cabo curaciones espectaculares si sienten, aún por una fracción de
un segundo, una ráfaga de verdadero amor por una persona enferma. Un
verdadero curador siempre siente esa ráfaga, debido a su preparación y su
molde interno.
El otro, el falso, la siente solamente en forma ocasional e infrecuente, en
casos raros, lo que explica sus repetidos fracasos. Es falta de amor
prohibirle a un paciente consultar a un médico o tomar ciertas medicinas.
Es falta de amor ridiculizar a un paciente que, además de la medicina, apela
a un verdadero curador. Ayudar a otros es un acto de amor, y este servicio
implica conocimiento, tolerancia y verdad.
“Si esto es así, ¿por qué los curadores verdaderos y los buenos médicos no
obtienen éxito en todos los casos? Esta pregunta merece cuidadoso examen.
“Primero de todo, tú has escrito y explicado en alguna parte, por qué no
está fijada la hora de la muerte. Lo que cuenta, después de todo, no es el
largo de una existencia sino su contenido, y una vida corta puede ser más
plena y más meritoria que una larga. Para ser colmado por esa verdad uno
debe, ciertamente, haber alcanzado un grado definido de desarrollo interior.
Hasta ese momento uno es la victima de esa clase de fetichismo corpóreo
que lleva a un constante deseo de vivir más tiempo. Para ese propósito uno
se entrega a reglas que tienen por propósito el ser saludables, pero que en
verdad muchas veces afectan al cuerpo adversamente.
La ley del medio dorado es raras veces observada, pese a que es la regla
dorada. ¿Has considerado que aquellos que se esfuerzan en rutinas inútiles
para siempre están tan equivocados como aquellos que se dan
constantemente a los excesos? Un hombre para quien el cuerpo y su salud
son una preocupación constante y toman precedencia por encima de todas
las otras consideraciones, puede compararse a un adorador de ídolos que
constan-temente se preocupa acerca de la apariencia externa de su iglesia o

84
su templo, olvidándose que ésta iglesia o templo están en uso para la
oración y meditación. La vida física es un riesgo constante, igualmente en
cuanto a lo que uno come, y aun si uno cree que come correctamente, como
lo son las posibilidades de accidente inherentes en el mundo moderno.
Se requiere del cuerpo que apoye y provea experiencias para el alma
personalidad que lo habita temporariamente. Cuando ya no puede llevar
más a cabo esta misión, el alma personalidad recibirá otro ‘apoyo’ físico y
continuará su evolución. Este es el modo en el que un iniciado considera
esta cuestión. Para él, la meta es más importante que los medios para
alcanzarla, y el cuerpo toma un lugar secundario.
Él busca cosechar el mayor beneficio de una encarnación, aun si esto
acorta su duración. Por lo tanto, lo que quizás podría ser un ‘error’ para
otros, desde el punto de vista del comportamiento humano, no lo es para él.
Después de todo, la vida humana, por necesidad, tiene que terminar, tarde o
temprano, haya sido ésta bien ocupada o no. El final depende del ritmo de la
vida. Como un automóvil, el cuerpo es usado más rápida o lentamente según
el modo en que es utilizado; y en cuanto a este uso, todos tienen libre
elección y responsabilidad.
Si es usado el cuerpo o uno de sus órganos, si su propósito ya no puede
ser cumplido, si todo lo que es posible ha sido cosechado de una
encamación, entonces las condiciones kármicas para la partida —aquellas
circunstancias de ‘muerte’ de las que has escrito en otra parte— entran en
acción. Entonces el alma personalidad se retira de un vehículo que se ha
vuelto inútil o no utilizable, y se prepara para tomar posesión de otro más
adecuado.
La muerte es el evento más grande, más noble y más maravilloso para un
hombre que está liberado de las supersticiones que para muchos rodean a
esta magnífica ‘transición’. No hay peor tontería que temerle a la muerte. La
muerte es una parte natural de la eternidad del hombre en su realidad
absoluta.
Cuando ha llegado el momento de abandonar el plano físico por razones
de uso y desgaste y de eficiencia que he destacado, es claro que ningún
curador, ningún médico y ningún cirujano pueden atrasar este término por
mucho tiempo. Lo que es importante entonces es suavizar el final, si es
posible, y eso puede ser hecho por un verdadero curador, un buen médico o
simplemente, por seres queridos. En esta última condición, como con todos
los casos de enfermedad, el comité de ayuda espiritual mutua de la Orden
Rosacruz, AMORC, hace un espléndido trabajo, muy impersonalmente y de
acuerdo con los grandes principios a los que llamaste la atención y que yo,
mismo, he especificado.
“En conclusión, déjame expresar lo que sentiste desde el principio de
nuestra reunión en el Sanctum Celestial: El cuerpo físico es el sanctum del
alma personalidad que reside en él. Todos deberían quererlo, respetarlo y
hasta adornarlo y embellecerlo con este espíritu.
A veces, uno debe apelar a un especialista competente para las
reparaciones necesarias o para un reacondicionamiento, si esto es aún
posible. Pero cuando ha servido mucho y bien, entonces es hora de dejarlo
con gratitud, pero sin pena innecesaria, por una habitación más adecuada y
por un sanctum aun más hermoso.

85
El maestro benévolo me deja con una última sonrisa a la cual responde la
intensa felicidad interna que me arrolla apenas vuelvo al temporario
sanctum de mi alma, a este cuerpo físico que someto a tantas pruebas y
experiencias y presiones, que acepto amante y graciosamente en el servicio
de otros. Que así pueda esta noche, transmitir tan bien como he recibido...

86
CAPÍTULO CATORCE
EL ALMA PERSONALIDAD Y EL CUERPO FÍSICO

Como el tema del alma personalidad y el cuerpo físico está hasta cierto
punto conectado con el que precede —y aún más al que sigue que tendrá
que ver con los “apetitos físicos”, quizás habría sido conveniente juntarlos en
un solo y mismo capítulo. Sin embargo, me pareció que esto podría haber
causado confusión, porque tres aspectos de un solo problema siempre deben
examinarse desde diferentes puntos de vista, produciendo argumentos que
parecen ser diferentes pese a que la conclusión necesariamente debe ser la
misma.
Además, entré al Sanctum Celestial tres veces para recibir iluminación en
cada uno de estos aspectos, y el maestro que respondió a mi visualización no
fue el mismo cada vez. Uno puede fácilmente entender la razón para esto. Es
conocida, y por lo tanto la he repetido muchas veces en estas páginas; debe
ser clara y precisa. Una pregunta vaga puede por lo tanto solamente recibir
una respuesta general, de perfiles indefinidos. Por contraste, si un problema
está bien visualizado y cuidadosamente definido, las aclaraciones serán muy
precisas, aun si es inevitable que hasta cierto punto se derramen sobre otros
aspectos del tema.
Había sometido la cuestión de la curación espiritual antes de editar el
último capítulo. Mi nuevo contacto cósmico, inspirado en parte por los
comentarios del maestro, deben estar naturalmente relacionado al cuerpo
físico en su relación con el alma personalidad. ¿Cómo deberá considerarse al
cuerpo? ¿Como un estado o grupo de condiciones nocivas que deben ser
dominadas por incesante ascetismo, y vencidas como una fuente de “pecado”
y de remordimiento, o de otra forma? ¿Deberá hacerse uso de este tal como
es, con sus grandezas y sus debilidades?
Mi santuario privado dentro del Sanctum Celestial está, hoy
brillantemente iluminado por los rayos de Sol que pintan sobre el altar y los
detalles distorsionados de la espléndida ventana de cristales de colores. En
la Tierra, es poco después del mediodía, y pese a que prefiero la noche para
mis contactos cósmicos, la urgencia de continuar con mi trabajo me ha
llevado aquí —y nuevamente me llevará durante los próximos días— a horas
diferentes. El maestro ya estaba ‘allí’ cuando llegué, lo que demuestra que
mi visualización fue correcta y eficientemente llevada a cabo, y que los
maestros de la consciencia comprendieron mi deseo de adelantar el trabajo
en progreso. Habiendo alcanzado el sanctum celestial, uno nunca debe
repetir la pregunta. Uno debe permanecer en un estado absolutamente
receptivo y pasivo de manera que la consciencia interior pueda ser imbuida
con la respuesta esperada. Por lo tanto, el maestro habla:
“Sí, nada es más cierto que el cuerpo debería considerarse como un
sanctum para el alma personalidad que habita en él. Este sanctum está vivo
mientras su habitante esté presente y lo provea de vida. El intelecto es el
guardián del sanctum. Teóricamente, su misión consiste en mantener la
propiedad en buen orden, reconocer las visitas —que son pensamientos— y
admitir solamente las buenas, fijarse que todo esté en buen orden dentro y
fuera y generalmente conformarse a las instrucciones establecidas para
siempre para su clase de función.

87
Desgraciadamente, este guardián frecuentemente toma un falso orgullo en
su posición y llega a creer que es el amo, con todos los errores que implica
tan falso concepto de su misión y para todas las reacciones destructivas
para sí y para el sanctum bajo su cuidado, que acarrea su actitud
equivocada. Puede ocurrir que se vuelve tan preocupado acerca de su
prestigio —que se olvida del verdadero habitante en el sanctum y no dirige
más hacia él los pensamientos que han venido a visitar al verdadero señor
de la propiedad. Por supuesto, más y más severas advertencias le son dadas
por el propietario, al igual que por las visitas.
Estas advertencias toman la forma de preocupaciones, de angustia, de
remordimiento y, por encima de todo, de intranquilidad y descontento. Esto
usualmente es compensado por alguna creencia religiosa que provee alivio
temporario. Pero este estado dura hasta que las repetidas experiencias
negativas han hecho brechas en la falsa autoconfianza del intelecto, y éste,
gradualmente, se entrega y devuelve al alma personalidad su justo lugar y
toda su influencia. El principio de esta saludable entrega coincide con la
entrada al sendero y con el comienzo de la búsqueda mística y tradicional.
“Es claro que la manera en la que el sanctum —es decir el cuerpo— es
considerado, depende de la importancia tomada por el intelecto. Con
aquellos que aún están completamente sometidos a él, con conceptos más o
menos ateos o simplemente supersticiosos, el cuerpo sigue siendo la
consideración más importante, con todo lo que esto implica en excesos de
todas clases y en diferentes temores de los cuales el peor es el temor a la
muerte. El sanctum corporal se convierte de esta manera en un total objeto
de idolatrante adoración.
“En el otro extremo se encuentra una concepción del intelecto que es
también una seria especie de ilusión, pese a que puede convertirse en el
punto de partida de un mejor modo de progreso. En este caso particular el
intelecto mal entiende su misión de guardián. Ya no cree mas que es el
guardián del santuario, es decir del cuerpo, y descuida esto, más o menos:
cree que es el guardián del alma personalidad.
Partiendo de falsas premisas que la lectura o la equivocada educación le
han sugerido, cree que el cuerpo es un obstáculo para ser vencido, una
prisión de la cual uno debe escapar y una atadura que debe dejarse de lado
con dureza y severidad. Esto resulta en varias formas de ascetismo con
excesivas disciplinas físicas y falsamente espirituales. Así, el sanctum
corpóreo se convierte en un objeto de desprecio, repulsión, temor y
represión.
“Cualquiera de estos casos está, por supuesto, en el error. La verdad,
como siempre, yace en el medio dorado. En este verdadero camino
intermedio, el intelecto es una herramienta. Le da forma comprensible a los
impulsos del alma personalidad y los interpreta correctamente.
Opuestamente, le transmite al habitante del cuerpo las impresiones
recibidas desde afuera, después de debida prueba y análisis. Es
verdaderamente el guardián, y mejora diariamente más en su tarea y misión.
“El sanctum del alma es entonces considerado como debe serlo. Se le
presta atención responsable. Todo puede y debe hacerse para hacerlo más
hermoso y cómodo. Se le da respeto y gratitud. El sanctum del alma
personalidad es una cosa de maravillosa perfección, una creación que la

88
mente humana nunca comprenderá. Merece el cuidado más prolijo, y
cuando necesita alguna reparación, esta nunca le deberá ser negada. Esto
ya lo has aprendido tú en tu contacto con otro maestro acerca del tema de la
curación espiritual.
Ciertamente, algunos sanctums corpóreos son de mejor apariencia que
otros, según las nociones humanas de la belleza. Pero desde el punto de
vista cósmico, todos son nobles y hermosos, pues todos son sanctums, y
todos deberían amar al suyo.
“Mirémoslo ahora desde un plano más alto. El alma universal es
vibración, y también lo es el alma personalidad encarnada, un segmento del
alma universal que habita cada sanctum corpóreo y que, por así decirlo,
transfiere al cuerpo, apenas entra en él, la personalidad que allí debe
comenzar o continuar su evolución. Pero todo consiste en vibraciones, y el
cuerpo físico también. Lo que diferencia a una manifestación física o
cósmica de otra, es su específica frecuencia vibratoria, y todo penetra a todo.
El alma personalidad, por lo tanto, es una vibración dentro de la otra
vibración llamada cuerpo. Las dos frecuencias están en armonía. Por lo
menos, esa es la intención, y este estado de armonía y equilibrio es llamado
salud. Cuando esta no existe más, la razón principal es que el guardián, el
intelecto, no lleva a cabo su deber correctamente y así uno vuelve a la
importancia fundamental del pensamiento positivo. Los buenos
pensamientos, en todo respecto, son verdaderamente una alquimia espiritual
cuyo poder regenerativo y conservador es milagroso, en tanto que su
oposición, los pensamientos negativos y malévolos, tienen un increíble poder
destructor para quien les da albergue, y para nadie más.
“Negar al cuerpo físico y sus necesidades es una tontería indescriptible.
Darle atención exclusiva es una falta de cordura. Juzgarlo nocivo significa la
ausencia del más simple sentido común. “Uno puede entender que algunos
sanctums corpóreos son nuevos, otros mayores, y otros más viejos que están
casi en ruinas. Estos ‘estados’ siguen un ciclo. Dependen de la edad y
también de la manera en la que el ‘guardián’ ha llevado a cabo su función.
Pero, ¿cómo puede uno explicar cósmicamente deformidades de nacimiento y
hasta los deterioros más o menos serios sufridos por el cuerpo durante su
ciclo asignado? Este es otro tema que deberá ser expuesto largo y tendido.
Digamos brevemente que el alma personalidad tiene el cuerpo que necesita
para continuar su evolución, y esto resulta de la ley del karma.
Uno podrá no entender la razón para ciertas situaciones, uno podrá
rehusar admitir que ciertos estados físicos tengan algún uso, pero esta
inhabilidad del intelecto de comprender las razones no cambia a las cosas
como son. La Ley Cósmica es buena. El alma personalidad que reside en un
cuerpo imperfecto sabía antes de entrar en él que sería así, y lo había
aceptado, entendido y hasta elegido. Después de dejarlo, comprenderá que
esto fue necesario para su correcto desarrollo, y después de entrar
nuevamente al ritmo de la eternidad recordará y usará el valor completo de
esa temporaria imperfección física para su ciclo de evolución.
“El alma personalidad no sufre por el estado defectuoso del cuerpo. Sabe.
Solamente el intelecto es así dañado y lo lamenta. Este, el guardián, debe
aprender a aceptar el sanctum que debe cuidar, y proveer para él lo mejor
que pueda. Debe amarlo tal y como es. Si no lo hace, entonces más tarde, en

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una encarnación aún por venir, será nuevamente el guardián de un sanctum
corpóreo de aspecto similar.
Para aquellos en posesión de un cuerpo más adecuado, también es una
lección el ver a su alrededor sanctums imperfectos. No deben solamente
sentir una compasión más o menos artificial. Debe resultar en una mejor
actitud mental hacia ellos mismos —si desean evitar una experiencia similar
después. Deben estar agradecidos de que se benefician del cuerpo que
tienen, y eso comprende todos los grados.
“Todos pueden así entender que el hombre debería aceptar su cuerpo
físico tal como es- Uno debería cuidar del sanctum del alma personalidad de
uno. Absorbe esta gran lección y transmítela a quienes puedan entender. . .
“Sé que muchos se preguntan acerca de los apetitos físicos, acerca de las
inevitables necesidades del sanctum corporal. Otro maestro te instruirá
acerca de este tema, y debes volver aquí lo más pronto posible, de manera
que esta importante lección pueda terminarse. Mi parte consistió en
mostrarte la grandeza del cuerpo humano en sus innumerables aspectos.
Reflexiona sobre el concepto de armonía y equilibrio que se mencionó
tantas veces durante tus últimos dos contactos; recuerda la función del
intelecto y sus posibles errores. ¡Considera los hechos en su totalidad
cósmica y toma en consideración el principio de la evolución y la ley
kármica!
Entonces tu meditación te llevará a conclusiones aceptables acerca de los
apetitos del cuerpo; pero las nociones del bien y mal sin duda también serán
consideradas en este contexto por el maestro que tú, pronto conocerás.
Puedes ahora volver al mundo: Mi misión contigo está ahora cumplida, en
cuanto a lo que tenía que enseñarte esta vez.
Entiendo que hoy es más difícil de lo usual para mi “volver al mundo”. El
medio ambiente del sanctum celestial es siempre tan calmante, tan
incomparablemente puro, que la consciencia vacila en volver al tumulto del
tiempo y el espacio. Pero debe ser así, porque allí abajo otro sanctum me
espera, y lo necesito para formular el conocimiento cósmico que he recibido.
Además, ¿no debo volver aquí, a mi sanctum privado, muy pronto para
adquirir aun más luz? Así, vayamos a la Tierra, transmitamos el mensaje,
con un corazón lleno de gratitud por este cuerpo que es tan útil para la
comunicación con otra gente, por este sanctum, mío y de ustedes, que refleja
un sanctum mayor y más noble, ¡el Sanctum Celestial!

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CAPITULO QUINCE
LOS APETITOS FÍSICOS

Regresé esa misma noche al Sanctum Celestial. Mi visualización se hizo


más fácil debido al hecho que ella se refería a una cuestión complementaria
a esa de los dos contactos precedentes, y particularmente al último. Además,
el maestro mismo había definido su propósito. Supe que la lección tratada
de los apetitos físicos. En la tarde yo había reflejado repetidamente sobre el
tema. Habría sido inexacto decir que yo no había venido aquí con alguna
comprensión del problema. Mi forma de mirar la materia ha sido muy bien
establecida durante un largo tiempo, y mi propia conducta tanto como mi
consejo que yo había pedido para prodigarlo a los miembros dentro del
marco de mi cargo, estaban basados en principios que yo había encontrado
sólidos muchas veces.
Sin embargo, la luz dispensada por el Sanctum Celestial siempre había
aclarado imprevistos detalles, y el tema en su totalidad adquiría una
extraordinaria unidad que conducía a una mayor efectividad y verdad de
acción y conducta. Además, en el Sanctum Celestial el maestro jamás
vacilaba en explicar situaciones o hechos a los cuales sería difícil acercarse
objetivamente, sólo por medio del razonamiento, en el plano humano. Ahora,
estas situaciones y estos hechos eran un serio problema diario para un gran
número de gente, aunque pudieran ser una mayoría. Por lo tanto, no oculto
que una cierta curiosidad penetró luego en mi visualización, aunque la
intensa sed de conocimiento permanecía predominante en mi prisa por
volver al Sanctum Celestial.
Al caminar a lo largo de la nave donde mi santuario privado estaba
ubicado, advertí que casi todos los otros estaban ocupados. La gente está
evidentemente trabajando en el Sanctum Celestial. De cualquier manera,
están trabajando los miembros que han alcanzado los grados más altos de la
Orden Rosacruz, y estoy profundamente feliz acerca de ese ambiente.
El maestro no ha aparecido todavía, pero no será por mucho tiempo,
porque él sabe que estoy esperándolo con respeto, humildad y amor. Aquí
está, verdaderamente, el retumbante OM que anuncia su llegada. Entra y la
luz que lo rodea es tan brillante que de inmediato mi santuario queda
notoriamente iluminado con ello. Entonces, de acuerdo con su voluntad, su
poder vibratorio es gradualmente mitigado, y al haber percibido al maestro,
recibo, de rodillas, su triple bendición. A su pedido, me siento en mi
escritorio, mientras que él camina hacia mi altar desde donde ha decidido
darme su mensaje, como si quisiera enfatizar aún más su importancia.
Estoy listo y él siente la apelación de mi alma: “Habla, maestro, tu servidor
escucha’. Cómo de clara y vibrante es la ‘palabra’ de Él, quien es carente de
edad porque es de todas las edades, quien ahora revela a mi consciencia
receptiva su sagrado conocimiento:
“No existe el mal en sí mismo. Otros, antes de mí, te han recordado esto
en ocasión de preguntas específicas. Esta noche veremos nuevamente cómo
de equivocados están los conceptos humanos, pero también explicaré por
qué su propio error es muy ventajoso para la humanidad en su totalidad a
una etapa de su evolución colectiva, y más precisamente, en ciertas
latitudes. No te instruiría de este modo, si dos maestros no me hubieran

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precedido y si sus lecciones no te hubieran llevado tan naturalmente a las
conclusiones que he de mostrarte ahora.
Tú no habrías sido capaz de admitir tan fácilmente lo que voy a enseñarte
y aquellos a quienes transmitirás mis enseñanzas habrían tenido grandes
dificultades. Precisamente lo mismo, la verdad permanece verdad, aun si
alguno, y quizás muchos, rehusaran reconocerlo. Su duda no cambiaría ni
un mínimo de la ley. Las nociones que el hombre forma acerca de las cosas
que le conciernen no influyen para nada eso que realmente existe.
“Me concierne hablarte acerca de los apetitos físicos, que son esas
necesidades que el hombre, por su naturaleza, experimenta durante el
período de su encarnación y que él, temerariamente, llama instintos —
buenos o malos— de acuerdo con su educación y la época en que vive. Pero
la palabra instinto es inexacta. Uno puede substituir por ella la palabra
necesidades que yo use, porque se ajusta mejor en cada respecto. Estas
necesidades son tales cosas como el alimento, la bebida, lo sexual, el refugio,
la compañía, etc. Estas necesidades constituyen requerimientos normales del
hombre.
Todas ellas son naturales, no importa la forma que ellas tomen. El
hombre, el hombre solo, ha establecido entre ellas ‘grados’ de bien o de mal,
que varían con cada ciclo, cuando todas estas necesidades son de igual
naturaleza y de igual ‘necesidad’, aunque sujetas al principio de ciclos que
todo lo regulan. Desde un punto de vista natural no existe diferencia entre el
deseo de comer o beber y la urgencia sexual. El hombre ha decretado esta
diferencia y su intelecto es el que lo ha concebido. Y ha sido hecho así bajo
la influencia o sugestión de supersticiones o más nacidos de las condiciones
de una época, o evocadas para proteger principios que no tuvieron un
fundamento real pero pudieron ser útiles para el bien de una época, una
región o un país. Esto los justificó por lo menos temporariamente. No es
menos cierto que la moralidad de ayer no es la misma que la de hoy, ni la
moralidad de hoy la misma de la de mañana.
La moralidad es, en efecto, una tentativa para apoyar los principios
indispensables para la vida social de un tiempo definido, y esto está basado
en la comprensión de ese tiempo. Durante un tiempo muy largo, la
moralidad estaba basada en los conceptos religiosos, y debido a que estos
varían de un lugar al otro, esto difiere mucho de un país al siguiente del que
uno pueda hablar, al mismo instante, no de una moralidad universal sino de
moralidades múltiples y algunas veces contradictorias. Pero estos tiempos ya
han pasado, y ha llegado para la humanidad la hora de seguir una
moralidad fundada en la comprensión individual.
Extraño que parezca decirlo, esta moral será más universal que todas
aquellas que la precedieron, por la simple razón de que está basada en un
retorno a la verdad fundamental de ser y en una etapa de evolución
infinitamente más elevada en cada plano. El hombre comienza a conocer lo
que es bueno para él. Él se libra a sí mismo, más y más, de las restricciones
impuestas sobre él. El se hace cada vez más libre porque se transforma en sí
mismo, y, al hacerlo así, se convierte en idéntico a los demás.
Sin embargo, ahora más que nunca, el intelecto, guardián del cuerpo —el
sanctum del alma humana— permanece, para cada uno y todo, siendo el

92
gran ‘regulador’, y corresponde a este guardián mantener la manifestación
de las necesidades naturales dentro del medio dorado.
El exceso es mal, pero la total represión es igualmente mala. El exceso,
tanto como la represión, conduce a que se quiebren la armonía y el
equilibrio, y entonces el intelecto en si se trastorna. Esto puede producir lo
que alguna gente llama ‘excesiva cerebración’. Las necesidades del cuerpo
son transferidas al cerebro. En el caso de las excesivas satisfacciones, el
intelecto en si mismo engendra la necesidad por aún más satisfacción y
excesos.
En el caso de la represión, la mente se concentra en la necesidad y la
amplía a extremos.
Por otra parte, si la necesidad es sensiblemente apaciguada, se mantiene
el equilibrio y el intelecto conserva su parte como regulador.
“La civilización, o lo que así se llama, ha creado, sin duda, nuevas
necesidades para el hombre. El alcohol es una de ellas, el fumar otra, y el
cuerpo humano cuyas maravillas ya se les han contado a ustedes, se ha
adaptado a sí mismo a estas nuevas necesidades. Pero aquí, también, el
medio dorado es absolutamente necesario. Consigno una vez más el punto
que la satisfacción de los apetitos no es mala, si el hombre obedece a la ley
de la moderación sensible. Si no lo hace, sufrirá los efectos negativos del
karma corporal.
La duración de su vida será más o menos acortada por ello. Esta,
entonces, es una elección que él hace y un riesgo que toma con
conocimiento, aunque firmemente mantenidos con pensamientos positivos
puedan disminuir considerablemente los efectos de su conducta.
Es importante advertir lo siguiente: La satisfacción de las necesidades
corporales no daña en forma alguna el desenvolvimiento interior, la evolución
espiritual y el logro fundamental de la consciencia que es la razón y el
propósito de la encarnación humana. No es la satisfacción de estas
necesidades lo que retrocede a los hombres. Es la interpretación de esta
satisfacción y de estas necesidades lo que impide el curso de la evolución; y
esta misma interpretación está condicionada por la comprensión alcanzada y
el grado de evolución que haya sido logrado. El místico avanzado está libre
en este respecto.
“Naturalmente, la interpretación mental es un asunto personal como
justamente lo es la evolución de cada uno, y cada uno debe actuar de
acuerdo con su interpretación, su consciencia y su grado de comprensión
interna. Sin embargo, él no debe juzgar a otros desde su propio punto de
vista. Nadie puede adoptar una forma de vida más avanzada —ni aun si
conoce que este modo de vida está cercano a la verdad— a menos que tenga
la absoluta convicción interna y la certeza nacida dé la comprensión, que él
actuará de ese modo de acuerdo con los verdaderos principios cósmicos.
Yo te he dicho que, desde ahora en adelante, las morales son un asunto
de convencimiento personal. Por eso, cada uno debe actuar y reaccionar de
acuerdo con esa convicción que se ajusta a él y no debe permitir que nadie
más que reclama ser más avanzado le sugiera una conducta con la cual él
no puede, todavía, estar de acuerdo.
‘De paso, si alguien está verdaderamente avanzado, jamás se prestará a
tal sugerencia. Solamente actuaría de ese modo quien no estuviera realmente

93
desarrollado pero que tuviera algún admitido u oculto pretexto o interés
personal para su acción. Todos deberían advertir y recordar esta
advertencia. En mis explicaciones, yo miro los hechos en su verdad
fundamental, que debe ser alcanzada por medio de la experiencia, solamente
la experiencia produce la comprensión y el conocimiento que nos permite
vivir la verdad.
De otro modo la fortaleza profundamente escondida y el impasible poder
interno faltarán, y el todavía desenfrenado intelecto reaccionará por “duda” y
remordimiento. Para algunos es mejor adherirse tenazmente a las antiguas
reglas morales, no importa lo fuera de fecha que estén, más bien que llegar a
resultados similares siguiendo principios que pueden ser verdaderos, pero
no son ni comprendidos ni asimilados por el Ser interno.
“El conocimiento que te doy ahora, ayudará, no obstante, a muchos a no
juzgar a otros ya que ya hay un gran progreso y una especie de liberación
para ellos. Por lo tanto, continúo:
“Si has recordado bien lo que quiero significar con relación a exceso y
represión, los alimentos y las bebidas son una especie de disciplina personal.
No existen reglas generales. Con algunas está de acuerdo la comida
vegetariana; con otras, no. Algunas necesitan vino o hasta licores fuertes,
para otras, ambos son peligrosos para el equilibrio del cuerpo. Cada uno
debe averiguar qué es bueno para él y qué debe excluir, y con seguridad que
las leyes que adopte pueden cambiar de acuerdo con las circunstancias y la
edad. Aquí, una vez más, el intelecto actuará en este respecto como un
regulador de acuerdo con las conclusiones que extrae de las reacciones
corporales.
Ciertos principios generales, así, siempre permanecerán válidos, en la
misma forma dada a ellos por las grandes religiones. El islamismo, por
ejemplo, prohíbe el vino, el alcohol y el cerdo. El clima de los países islamitas
justifica esta prohibición. Es por lo tanto, un consejo que probablemente
debería ser seguido por aquellos que viven en tales climas. El ayuno es
recomendado por todas las religiones desde hace largo tiempo. Es bueno
para el cuerpo.
‘Además de eso, con relación a los místicos y a los Rosacruces en
particular, un adecuado y razonable ayuno debe ser observado antes de
ciertas experiencias. Debe durar algunas horas o varios días, según él caso.
Todas las necesidades del cuerpo entonces se suspenden —y no solamente
algunas de ellas. El ayuno no es excesivo y jamás dura más allá de un límite
preestablecido. Seguidamente, se vuelve a la vida normal. Pero no existe una
regla ‘mística’.
‘Llegamos ahora al último asunto con que debemos tratar, y éste será el
más embarazoso. Te hablaré acerca de los verdaderos principios
concernientes a la sexualidad, y lo haré abiertamente, franca y
sinceramente, y trataré de no dejar de lado ningún aspecto, aunque mi
análisis evitará detalles innecesarios.
La sexualidad es una necesidad del cuerpo al mismo grado que otros
apetitos. De ningún modo difiere de ellos. Existe un ciclo natural para esta
necesidad, que es específico a ella, como son los ciclos de las otras. Del
mismo modo que con los alimentos y la bebida, las necesidades sexuales
varían con la constitución física de cada uno. Algunos necesitan más

94
alimentos y bebidas para mantener su equilibrio. Del mismo modo, la
sexualidad de uno puede ser más urgente que la de otro.
Cada uno debería ser capaz de determinar lo que es mejor para él,
estando bien entendido que la ley del medio dorado permanece válida para
esta necesidad y que también en esto la mente permanece como el gran
regulador. Lo que he especificado con relación al alimento y a la bebida se
aplica igualmente a la sexualidad. No debería existir ni represión ni exceso
relativos a la norma de cada uno.
Si existiera represión o exceso, el efecto en la mente y consiguientemente
en la conducta, seria, a la larga, la misma como en similares condiciones
aplicadas a las otras necesidades corporales, tales como el alimento y la
bebida. Debe insistirse y mantenerse en la mente que la sexualidad no es un
mal. Las inclinaciones sexuales son precisamente tan respetables como los
otros apetitos del cuerpo. Las enseñanzas de ciertos cultos dogmáticos
están, por lo tanto, básicamente equivocadas y mucha agonía y miseria
podría haberse evitado para muchos si a ellos los hubieran provisto de
nociones más cercanas a la verdad.
Desgraciadamente, debe declararse que este error ha sido más
pronunciado entre gente subscripta a la fe cristiana, aunque nada en las
enseñanzas de Jesús ni en los comentarios de San Pablo justificaba las
deducciones que subsiguientemente fueron transformándose en dogmas.
San Pablo recomendó pero no ordenó. Además, él habló a una élite. Sólo
ante el exceso él se alzó con violencia. Otras filosofías y otras religiones se
han acercado más estrechamente a la verdad.
No obstante, merece declararse que ciertas reglas, pese a lo erróneas que
pudieran ser, se necesitaron en ciertas épocas y previnieron muchos
excesos. Pero, desgraciadamente, esta justificación está equilibrada por los
excesos opuestos que engendraron, y algunas veces por los trágicos efectos
mentales que originaron. Realmente, después de los excesos debidos a la
libertad recobrada, el mundo está retornando a condiciones más normales,
más equilibradas; y se aproxima el tiempo cuando los verdaderos principios
serán universalmente comprendidos y seguidos para un mayor bien de la
humanidad. La próxima generación será completamente ‘normal’ en este
respecto.
‘De este modo el hombre ha alcanzado un grado de comprensión donde
sabe que al satisfacer razonablemente sus apetitos físicos, por ninguna
razón debe él cometer cualquier error o pecado. Por el contrarío, él debe
mantener la armonía interna y el equilibrio y así evita tener o mantener el
botín de pensamientos torturantes y de mórbida introversión que pueden
traer serios complejos y una constante introspección negativa que causa
inútiles remordimientos.
De este modo, bien equilibrado y teniendo su sanctum corporal
regularmente limpio de sus inherentes necesidades, el hombre puede dirigir
su atención y sus pensamientos hacia objetivos más constructivos y
meritorios.
‘La posibilidad de error, repito, no yace en los apetitos físicos en sí mismos
sino en las interpretaciones dadas a ellos por la mente. Por lo tanto, es la
mente la que debe ser educada, debe conocer al cuerpo y debe aprender a
conformar con la ley del medio dorado. Nada más necesita recomendarse en

95
este respecto, excepto, quizás, el liberarse uno mismo del pensamiento falso
y paralizante del llamado pecado.
“Las inclinaciones sexuales varían, pero, ¿en qué respecto son ellas
diferentes de los gustos variados de la gente con relación al alimento y la
bebida? Algunos quieren carne, otros no. Algunos no pueden apreciar ciertos
platos. El apetito sexual es, por lo tanto, principalmente personal, y estoy
llegando con esto a un tema especialmente delicado. Debo hacerlo así en
vista de que, como he dicho, él ha causado muchas tragedias internas que la
verdad debe desechar para siempre.
Existen las llamadas ‘minorías sexuales’. En países de cultura cristiana
ellas han sido desde hace tiempo insultadas, perseguidas, miradas con
horror y juzgadas sin la más mínima caridad. Pero todo lo que existe tiene
una razón para ser, y todo está incluido en el Cósmico, el cual, después de
todo, es el bien supremo.
Por lo tanto, ¿cómo puede uno negar que la existencia de estas minorías
tiene una razón válida en el mundo manifestado? ¿Cómo puede uno osar a
considerar como ‘apestadas’ aquellas inclinaciones que difieren de las de la
mayoría? Ellas no han deseado esas tendencias sobre ellos. Ellos las tienen y
se trata de apetitos físicos precisamente tan justificados como los otros, y
que no pueden ser condenados en forma alguna si ellos están satisfechos,
como los otros, de acuerdo a la ley del medio dorado, con la mente como
regulador.
¿Por qué existen esas minorías? La pregunta, en sí misma, es absurda.
Uno no preguntaría: ¿Por qué a algunas personas no les gusta el queso? En
cualquier caso es absolutamente equivocado pretender, como ciertos autores
inconscientes de sus responsabilidades han osado hacerlo, que un
homosexual, por ejemplo, no podría empeñarse en seguir un sendero místico
o tradicional. Él puede hacerlo tan bien como cualquier otro, y progresará
como todos los demás si da pruebas de la necesaria devoción, trabajo y
perseverancia. El no debe entregarse ni al exceso ni a la represión no más
que aquellos cuyos apetitos son menos poco frecuentes.
Es cierto que es más restringido el punto de mira abierto para él por la
manifestación de sus apetitos, pero existe exactamente lo mismo. Sería un
error kármico si él se dedicara al ‘proselitismo’, pero si está iluminado no lo
hará. Tal ‘proselitismo’, entre paréntesis, está igualmente prohibido en la
manifestación de todos los apetitos, cualesquiera que sean.
Realmente habrá poca probabilidad de éxito en cualquier caso. Es difícil
cambiar los apetitos de alguien debido a su carácter, pues es, esencialmente,
un asunto individual.
“Es importante puntualizar que nadie puede estar seguro de pertenecer
realmente a una minoría sexual. Si alguien cree que esta es su condición,
debería primero tenerla confirmada por una persona competente, como un
médico, que determine si se trata o no de un caso de falsa interpretación
mental, de una deficiencia glandular o de otro orden, que podría sanar con el
apropiado cuidado.
Si se han hecho las necesarias tentativas y no se ha encontrado cambio,
entonces uno debe aceptarlo por uno mismo y llevar una vida conforme a la
naturaleza de sus apetitos. Todos los apetitos físicos son individuales en
carácter, hasta aquellos que se declaran a si mismos normales. Por lo tanto

96
le cae mal a este último el juzgar todo lo otro como ‘anormal’. En último
análisis, los apetitos físicos de cualquiera conciernen solamente con él
mismo, no con otros.
¿No piensan ustedes que aquél que toma extremo cuidado acerca de los
apetitos físicos y la sexualidad de su vecino no es él mismo anormal en el
más estricto significado de la palabra? Él muestra que su mente está
atormentada y hasta torturada por cosas de esta clase, y que no ha sido
liberado por la conducta que he definido como ‘medio dorado’.
“Ahora que hemos estudiado abiertamente este punto importante —y
espero que el estudio fue muy útil para ti— volvamos a consideraciones más
generales. Para estar ‘libre en su mente’ en la natural y razonable
satisfacción de sus apetitos, uno debe ponerse firme contra la explotación
comercial de sus necesidades físicas. No digo que ponga sus manos frente a
sus ojos. Solamente recomiendo que no debería ser susceptible a esta
explotación y que la mire con mente clara.
No necesita aislarse a si mismo del mundo en que vive. Este es su taller y
él debería conocerlo bien, pero debe tener cuidado y evitar la tentación si
sabe que él es muy débil para superarla. Es verdad que están disponibles
medios de protección efectivos y seguros. Algunos países los han usado para
dar completa libertad a las diversas inclinaciones humanas, y uno ha
declarado que una excesiva curiosidad inicial va seguida de la indiferencia.
Pertenece por lo tanto a la humanidad encontrar los medios por los cuales
la mente sea puesta efectivamente libre de sus falsas interpretaciones
relacionadas con los apetitos físicos.
Está al presente trabajando en esta tarea, y en los próximos pocos años
traerá una creciente mejoría en este dominio, para que la insana explotación
de las necesidades físicas del hombre vaya perdiendo más y más su poder e
influencia.
“Esta liberación, esta verdadera comprensión del cuerpo humano, sus
inclinaciones y sus necesidades, deben estar combinadas con una
aumentada sinceridad hacia una espiritualidad real. Habiendo sido liberado
de sus inhibiciones mentales, el hombre puede volver su atención al
autoconocimiento. Por esta razón la responsabilidad de las organizaciones
válidas y auténticas, tales como la Orden Rosacruz, AMORC, es
considerable.
Su misión es conducir al hombre a un más alto grado de comprensión y
de desarrollo interno, de allí que es su deber promulgar una más amplia y
sostenida apelación a todo el mundo. La humanidad debe aprender que esas
organizaciones existen y que ellas pueden ofrecerle la posibilidad de alcanzar
un equilibrio real, y finalmente, conseguir una más alta consciencia, que ese
es su propósito.
Si el hombre se libra solamente de la ignorancia relacionada con su
cuerpo, sus apetitos y su naturaleza material, sin suplementar esta
liberación por medio del conocimiento total preservado por la verdadera
tradición, estará insatisfecho y conducido a la desesperación.
Sobrealimentado con conocimiento y ciencia material, perderá
‘percepción’; esto explica por qué en algunos países donde la liberación
sexual es completa, es tan grande el número de suicidios. La humanidad se
ha liberado a si misma de conceptos usados que restringen sus posibilidades

97
para una más alta evolución. Tarde o temprano, todos somos arrastrados
hacia los verdaderos canales del conocimiento.
Esta nueva etapa será la gloria de la Era de Acuario.
“Esto completa las comunicaciones que debías recibir en los temas
relacionados con el cuerpo humano, el alma-personalidad y su inter-
relación. El Sanctum Celestial permanece abierto para ti y para todos
aquellos que buscan su luz. Los cimientos han sido puestos.
Cualquiera puede venir aquí para nueva iluminación en cualquier
problema que desee y en aquellos que he discutido contigo. Todos siempre
son bien venidos en el Sanctum Celestial.
Tan pronto como retorné a mi consciencia mundana, me dediqué a
transcribir el mensaje del maestro como había sido grabado en mi
consciencia. No quise omitir nada de este conocimiento porque lo considero
muy importante.
La gran cantidad de correspondencia que diariamente llega a la Gran
Logia Francesa de la Orden Rosacruz AMORC, muy frecuentemente
comprende preguntas angustiosas acerca de problemas que tres maestros
“allá arriba” han discutido precisamente conmigo.
Las cartas algunas veces son verdaderos gritos de pena, siendo así que la
verdad es tan simple y tan reconfortante. Si no fuera por aquellos que sufren
internamente a un grado increíble porque ellos están ignorantes de la
verdad, mi corazón estaría exaltado de gratitud y rendiría gracias al
Sanctum Celestial por haber concedido que estos ocasionalmente delicados
problemas fueran tratados abierta y claramente.
La sabiduría afirma que “La Verdad Te Hará Libre”. No solo a uno hace
libre sino que precipita el retorno a la tierra prometida, a ese paraíso que los
hombres llevan dentro de sí pero que sus mentes engañosas han
transformado en un infierno mortal.
La ley del medio dorado, la dorada llave de Pitágoras, podrían resolver
todos los problemas si los hombres sólo conocieran cómo aplicarlas para
todas las experiencias que ellos enfrentan!
Muy a menudo el hombre olvida los pensamientos positivos y su
milagrosa omnipotencia y se da así mismo a los errores de sus ilusiones
mentales. Juzgar a otros es el peor de los errores, porque nadie está libre de
culpa. Amar a todos los seres como ellos son, debido a que todos nosotros
somos, como somos —ese es el curso seguido por un místico y por un
verdadero Rosacruz. Para él, el propósito se acerca y todo, gradualmente, se
hace más claro.
El ve solamente el bien, porque existe el bien solo. La paz profunda es la
verdad de la existencia. En el Sanctum Celestial la certidumbre penetra en la
consciencia y el ser entero. Elévense a este alto plano cósmico, mis amigos y
hermanos. A ustedes se les espera allí...

98
CAPÍTULO DIECISÉIS
EL ALMA DE LOS ANIMALES

Muchos discípulos en el sendero se hacen a sí mismos esta interesante


pregunta:
‘¿Tienen alma los animales?’
Hasta en el mundo profano la pregunta surge implícitamente por la
mucha gente que habla de algún animal doméstico al que quiere
particularmente: “¡Es tan inteligente que solamente le falta hablar!” Sin
embargo, uno no puede discutir del alma de los animales sin incluirla en
uno de los temas de alcance infinitamente grande: el de la vida, la
consciencia, el Alma universal y la evolución como un total.
Habiendo decidido buscar la luz que el Sanctum Celestial puede arrojar
sobre esta pregunta, consideré los precisos limites que mi visualización
tendría para incluir, para estar seguro de afortunados contactos cósmicos en
este asunto, y llegué a la conclusión de que serian de nuevo necesarias tres
discusiones”.
La primera debería realizarse precisamente en el “alma animal”. La
segunda trataría de las “vidas sucesivas”. Y la tercera concernida con la “ley
de compensación o karma”. El primero de estos temas será la materia del
presente capitulo. Por lo tanto, tomé mi lugar en el sanctum de la Gran
Logia de AMORC, habiendo efectuado los simples ritos de la purificación, y
después de una intensiva visualización, me encontré en mi Sanctum
Celestial, enfrentando al maestro que el acordaba el privilegio de instruirme.
Mi alma se regocijó al notar que ese día había llegado el benevolente
maestro —no porque tenga una preferencia hacia él— sino porque un adepto
de eternas verdades tiene igual reverencia por todos los maestros de
consciencia. Pero ese con el que estoy ahora en comunión espiritual infunde
siempre en mi consciencia tal ansia por comprender y amar a los otros sin
considerar ningún obstáculo, que después de mi retomo al mundo todos mis
pensamientos y todas mis acciones son poderosamente influidas por ello.
Pero ya el maestro benevolente habla a mi alma atenta:
“Repetidamente se te ha dicho aquí que la vida es una, el Cósmico es todo
y todo está en todo. Además, has aprendido que existe solamente un alma: el
alma universal, que, como la vida, es un atributo del Cósmico. Esto significa
que el Cósmico incluye vida y al alma universal. Si el intelecto humano no
estuviera forzado a ‘diferenciar’ para comprender, podría expresarlo todo por
medio de la simple palabra ‘Cósmico’, porque el Cósmico es la manifestación
de la ley suprema en todos los planos. Tú hasta puedes verlo en asuntos así:
El Cósmico es energía, tomando innumerables formas o manifestando a lo
infinito en lo visible y lo invisible. El hombre llama ‘leyes’ a aquellas
manifestaciones de esta energía que él aprende a conocer, a explorar y a
percibir; pero estas ‘leyes’ no son secundarias. Ellas tienen efectos
particulares de la única y sola energía en acción.
“Debido a que el Cósmico es todo, y debido a que todo está en él, el
hombre está, por supuesto, dentro de él; y así lo están los animales, las
plantas y cualquier cosa que existe.
Por esto la vida universal y el alma penetran en la más pequeña partícula
de la creación. La vida universal y el alma habitan consiguientemente en el

99
hombre, para estar seguros, pero también en los gérmenes
microscópicamente más pequeños y, por supuesto, en todas las semillas,
plantas y animales. Lo que parece ‘inanimado’ para el hombre posee también
un alma y vida y seria así mucho más adecuado no distinguir seres y cosas
como ‘animados’ e ‘inanimados’, sino simplemente como dotados de
‘movimiento’ e ‘inertes’.
Pero préstame total atención para no caigas en error y llegues a falsas
conclusiones: Todo vive y todo tiene un alma desde el punto de vista cósmico;
pero esto no quiere decir que cada ser o todo esté consciente de sí mismo y
que por esto tiene un alma personalidad.
La personalidad se desarrolla en el curso de las manifestaciones del alma
en seres y cosas. Es muy claro que en una roca, por ejemplo, existe,
estrictamente hablando, un no desarrollo de la ‘personalidad’, porque la roca
carece de un sistema físico que le permita conocerse a sí misma, ‘tener
autoconsciencia’. En los vegetales, por contraste, comienza a desarrollarse
una forma de consciencia, que es, evidentemente, muy baja y varia con la
clase de plantas. Así también en las cosas ‘pasivas’. Y puedo agregar que
esta pasividad está a cierto grado in-fluida por sus alrededores y por el
hombre.
Existe una clase de aura colectiva en cada ‘reino’ y esa aura que es, como
sabemos, de naturaleza vibratoria, es influida por el aura de los otros
‘reinos’, y particularmente de los reinos más altos. Esta influencia puede
hasta ser individual.
Tú sabes que ciertas plantas ‘aman’ a aquellos que las cuidan.
‘Por otra parte, nosotros somos seres dotados de movilidad, y hasta los
microbios son de esa clase. Allí también, una forma se desarrolla, una forma
de consciencia —infinitesimal o mucho más avanzada. Es un error llamar
instinto a esta forma de consciencia, porque si este término fuera a ser
empleado, uno tendría que aplicarlo también al hombre.
Ciertas ‘reacciones’ humanas claramente se deben a atributos de su clase
de ‘reino’ y son, por lo tanto, comunes a todos. Precisamente lo mismo que
algunos hombres están más desarrollados que otros, con una mayor
consciencia, así la forma de consciencia entre los seres dotados de
movimiento varia en grados entre las especies y también dentro de cada
especie no obstante, eso puede ser una forma de ‘personalidad’ del alma
universal que está incorporada en seres dotados de movimiento; y esa
responsabilidad comienza un ciclo milenario de evolución que se completará
en el hombre. Entonces, en el hombre, promueve una nueva etapa de
evolución, porque una vez que se ha alcanzado la etapa humana ya no existe
retroceso para el alma personalidad.
“Como ves, esta declaración implica que cuando la inicialmente
extraordinaria personalidad rudimentaria, en su ciclo evolutivo, es decir, de
etapas de consciencia en aumento, alcanza una cierta etapa, entonces esta
personalidad encarna en animal. Por lo tanto, en este momento allí ocurre
un pasaje de un ‘reino’ dentro de uno más alto, y en cumplimiento de la ley
de la evolución jamás existirá un retorno al reino anterior. En e1 reino
vegetal, por ejemplo, la ‘personalidad’ puede desarrollarse por medio de la
‘reencarnación’ en diferentes plantas.

100
Se desarrolla con el mismo reino pero no está obligada a tomar en
sucesión todas las formas de ese reino, sin excepción. Cualquier planta,
donde quiera que sea que pueda alcanzar, en algún momento de su ciclo de
reencarnaciones, el designado grado de desarrollo de consciencia, se
capacita para ‘atravesar’ a un reino más alto y encarnar en un animal
situado en el rango más bajo en la escala evolutiva dentro de su reino.
Entonces, la personalidad emprende ‘una nueva carrera’. Encuentra unas
experiencias más avanzadas. Está más cerca del reino humano y.
consiguientemente, más fuertemente influida por el aura colectiva e
individual. En este nuevo ciclo, como en el precedente, reencarnará el alma
personalidad en diferentes especies de animales, de acuerdo con sus
necesidades y a una forma de karma, hasta que su desarrollo sea suficiente
para atravesar hacia el ‘reino más alto’ —ese del hombre— y comenzar su
ciclo final de evolución en la Tierra en sucesivas encarnaciones como seres
humanos, y jamás en los reinos precedentes. En principio, el alma
personalidad puede alcanzar el grado requerido para ‘admisión’ al status
humano en cualquier animal. No obstante, en forma general, esto será bajo
la forma de un animal doméstico que permitirá alcanzar al alma
personalidad el determinado grado para transición al status humano. Sin
duda que requerirá varias encarnaciones de este tipo, y en algunos casos un
número muy grande, hasta que las requeridas condiciones de consciencia
hayan sido llenadas, porque es necesaria esta repetida presencia cercana al
hombre. Es como un aprendizaje, una preparación para su estado futuro.
“Tú puedes, por lo tanto, contestar en forma afirmativa a la pregunta
hecha:
‘Sí, los animales tienen un alma; pero recuerden que la palabra ‘alma’
debe siempre comprenderse en el sentido de alma-personalidad; y esto
también se aplica al ‘hombre’. Volveremos sobre este tema en nuestro
próximo contacto, porque será en ese que te instruiré acerca de las vidas
sucesivas. Mientras tanto, no olvides que el alma universal, del mismo modo
que la corriente eléctrica, por ejemplo, es, por así decirlo, ‘estática’.
Está en todas partes y permanece para siempre en sí y perfecta.
Solamente cuando pasa a una forma, surge en ella una ‘personalidad’ y es
esta personalidad —y no el alma universal ni su segmento incorporado,
manifestado— la que lenta y progresivamente evoluciona y desarrolla
consciencia y siempre una mayor percepción del ser; y esto va en progresión
desde las más primitivas formas de vida a las más altas cimas de la
evolución y el despertamiento espiritual del hombre. También comprenderás
que nada es inútil en la creación. Por el contrario, todo es un himno de
alegría al creador y una manifestación de su gran amor.
“Una pregunta subsidiaria surge en ti, a saber en vista que los animales
tienen alma personalidad, ¿debería la carne, por lo tanto, sacarse de la dieta
humana?. Las respuestas que has recibido con relación a la curación
espiritual deberían ser suficientes para que llegues a una conclusión válida,
especialmente si tomas en cuenta lo que has aprendido acerca de los
apetitos físicos. Pero agregaré algunas explicaciones.
Primero, como te lo he dicho hoy: las plantas, también están vivas; por eso
sufren, pese a que, como tú sabes, el oído humano no es capaz de escuchar
sus lamentos, y, además tienen un alma personalidad tan rudimentaria

101
como pueda ser. La misma pregunta hecha con relación a la carne debería,
por lo tanto, surgir con relación a los vegetales. Por consiguiente, como lo
declaran las sagradas escrituras y especialmente la Biblia, el hombre deberá
alimentarse de cualquier cosa que viva: Él debe mantener la vida dentro de
si, de eso que está bajo de sí.
Por consiguiente, no existe pecado en comer carne, no más que en
alimentarse con vegetales o pescados. No volveré atrás de nuevo al tema de
las dietas. Tú has recibido la necesaria información en este respecto. Es una
cuestión individual y una materia de constitución y necesidades físicas.
“Aunque los animales tienen un alma personalidad, como te lo he dicho,
yo sé que algunos de ellos son aptos para alimento y otros no, del mismo
modo que algunas plantas son comestibles y otras venenosas. El alma
personalidad encarnada en ‘comida’ animal debe atravesar por la experiencia
de este tipo de encarnación.
Le sirve para una expansión de su consciencia hacia un estado más alto, y
como de horrible pueda ello parecer, esta situación está en estado natural
-existiendo circunstancias humanas mucho más crueles. El detalle debe ser
visto en relación al total, y el total es la evolución progresiva de cada alma
personalidad en el alcance de la consciencia fundamental en algún instante
durante el curso del status humano.
“Naturalmente, a medida que el alma personalidad evoluciona, adquiere
aumentada independencia de este grupo de aura, y si tú prefieres ese
término, de la comunidad de espíritu de su reino; así, asume hasta una más
grande responsabilidad individual que culmina en la etapa humana. Esto
trae consigo satisfacciones más intensas pero también un mayor rigor en las
experiencias que deben padecerse y las lecciones que deben extraerse de
este mundo.
Advierte no obstante que en todos los reinos, y más visiblemente entre los
seres ‘dotados de movimiento’, es la misma la trama de experiencias que
favorecen el despliegue del alma personalidad. Todos los seres, por ejemplo,
experimentan amor y odio, coraje y temor, alegría y dolor. Esta es mi última
observación en nuestro contacto en esta primera materia. Tú deducirás de
allí una nueva prueba de la unidad cósmica y de la unidad de la ley.
No existe división entre los seres vivientes, no son ellos distintos de las
cosas inanimadas. No existe diferencia alguna entre las cosas o seres que el
hombre llama ‘visibles’ e ‘invisibles’. Todo es uno y, para comprender eso, uno
debe amar. Te esperaré para nuestra charla sobre las ‘vidas sucesivas’, tan
pronto cuando te sientas listo para una comunión.
Esta vez, el benevolente maestro esperó hasta que yo abandoné mi
santuario antes de retirarse, y tuve la impresión que con eso él quería estar
en estrecho contacto conmigo mientras yo transmita este mensaje. Mientras
escribía, supe que me estaba observando, que debería ser entregado el
mensaje de acuerdo con sus iluminados deseos, de modo que nada debería
dejarse de lado y ningún detalle inútil alterado en su naturaleza. Los
mensajes del Sanctum Celestial, ellos mismos, son herramientas. Ellos
ofrecen alimento para el pensamiento y cualquiera puede coger de ellos los
frutos que pueden ayudarle en su particular etapa de evolución.
Inmediatamente, comienzo a prepararme para mi próximo contacto con el
benevolente maestro, en “Las Vidas Sucesivas”. Después de lo que me ha

102
enseñado hoy, no tengo duda de alcanzar una más amplia comprensión de
este tema, cuando él me haya dado otra parte de su sagrada sabiduría...

103
CAPITULO DIECISIETE
LAS VIDAS SUCESIVAS

Medité varias horas en las enseñanzas del maestro benevolente, y creo


que comprendo totalmente la unidad cósmica que sugieren sus explicaciones
y, por muchos años, he reparado en ello como la solución fundamental a
todos los grandes y pequeños enigmas del universo visible e invisible en sus
innumerables aspectos. El origen de la vida y ese del alma personalidad, en
lo infinitamente pequeño, pareció para mí una sublime realidad. Y vi como
esta personalidad se expande, etapa por etapa, utilizando toda la creación y
sus “reinos”, que adquieren un significado mucho más vasto
transformándose en los vehículos múltiples del alma personalidad en
evolución.
El eslabón está establecido dentro de lo que pareciera separado y un
infinito motivo es dado a cada ser y a cada cosa. El alma personalidad llega
a status humano y desde allí continúa su evolución en forma humana sin
ninguna probabilidad de retornar a las etapas que ya han sido pasadas. En
este aspecto humano se alcanzará, tarde o temprano, el propósito supremo
de la evolución.
El tema de las vidas sucesivas con el cual tratará el maestro esta noche,
ha sido tan bien preparado por nuestra última charla cósmica que mi
visualización se hace más fácil por ello y claramente formulada mí pregunta.
Por lo tanto, me elevé más rápidamente de lo usual al nivel del Sanctum
Celestial, y cuando alcanzo mi sanctum privado, “allá”, percibo que una vez
más él me está esperando allí. Evidentemente, él considera extremadamente
importante su presente instrucción y conoce que mi consciencia está lista
para recibirla con respeto y gratitud. Sonriendo me invita a tomar un lugar
en mi escritorio y fija en mí la Palabra, su vibración de sabiduría y paz:
“La pregunta tiene que ver con cuando tú viniste por última vez a este
sagrado lugar, y hará más fácil mi informe y tu comprensión. Por lo tanto,
inmediatamente declaro que las almas personalidad están ahora en el
proceso de formación - o en el camino del desarrollo— en la Tierra y en
cualquier otra parte en el universo manifestado.
Algunas de estas almas personalidad ‘inferiores’ están dejando su
habitación o vehículo físico entre tanto otras están preparándose para tomar
posesión de una nueva en un reino que puede o no puede ser el mismo, de
acuerdo con su grado de desarrollo. Tú comprendes ya que existen también
almas personalidad que han alcanzado status humano en diferentes
períodos de la historia, algunas de ellas hace millones de años, y que
algunas de éstas están pasando a través de la transición o reencarnando en
este momento mientras tú y yo estamos en comunión cósmica. Solamente en
éstas estaremos interesados, debido a que el tema de las bajas —y
especialmente de las almas personalidad de los animales— fueron el objeto
de nuestra pasada discusión.
“Desearía primeramente eliminar el problema del crecimiento en la
población que ha sido usado como una objeción contra la reencarnación.
Siempre es meritorio recordar —como lo hago ahora— que existe solo un
alma en el universo, que es el alma cósmica. Si surgió la necesidad, un
segmento de esa alma podría encarnar en millones de ‘nuevos’ humanos.

104
Tan pronto como el ‘vehículo físico’ está listo, el alma toma posesión de él. El
electricista hace lo mismo cuando instala nuevas bombillas de luz en una
casa. Si se deseara, él podría instalar diez, veinte o más de ellas en la misma
habitación.
Es indiferente la forma de las bombillas es siempre la misma electricidad
la que se usaría.
La electricidad por siempre permanece la misma. Uno no puede juzgarla
responsable de imperfecciones en la luz de las bombillas; y estas pueden dar
más o menos luz. Si una bombilla de luz debe ser cambiada, es todavía la
misma electricidad la que produce luz en la nueva bombilla. Lo mismo
ocurre con el alma universal. Ella es infinita y sin mancha.
Cuando encarna en un hombre, es dentro de él el santo de los santos, el
segmento perfecto que da vida y luz a su ser. En el ‘molde’ que constituye
este segmento, es creada la personalidad —o mantiene su evolución. Ello
resulta del contacto de consciencia con el mundo y con sus alrededores y
también de los pensamientos, actos y experiencias del hombre en las
vecindades donde vive.
“¿Por qué el alma universal debe encarnar si es infinita y pura? Debe
hacerlo así porque necesita hacerse consciente de si misma. La electricidad
solamente cumple su parte para el hombre si es utilizada por él y para él. El
alma universal alcanza su propósito sólo encarnando.
En realidad, ella incluye dentro de sí todas las personalidades, pero éstas,
como ellas mismas, estaban en estado pasivo, sin auto-percepción, sin
consciencia’. La implicación en el universo manifestado, capacita a estas
personalidades el hacerse conscientes.
Ellas probarán del árbol del conocimiento, y el resultado final será un
alma universal consciente de sí misma, en la que cada personalidad
conocerá su propia realidad y participará conscientemente en el plan
cósmico. No es fácil comprender lo que es tan difícil de expresar.
Recuerda solamente que la creación es un acto permanente de amor. Es el
despliegue y el logro del plan y propósito cósmicos. En el comienzo existía la
inconsciencia, y el propósito final es la consciencia. El logro de conciencia
tiene lugar dentro de la encarnación, y todo, incluyendo la Ley de
compensación o karma, de la que hablaremos más tarde, tiene en vista
solamente este propósito.
“Algunos confunden encarnación con metempsicosis. De acuerdo con ésta
última, el alma personalidad retornaría dentro del cuerpo de un animal
después de haber tenido experiencia humana. Esta doctrina es falsa. Una
vez más: no existe retroceso en la evolución; por lo tanto, la palabra
‘reencarnación’ es para designar preferentemente las vidas sucesivas del
hombre.
Uno puede admitir o negar la doctrina de la reencarnación. Ciertamente,
el rechazo no cambia en nada a la ley, y no es suspendida por la negativa de
aquellos que no la admiten o no pueden admitirla. Además, el hombre no es
juzgado por sus creencias.
El es juzgado por sus acciones. Es mejor no tomar conocimiento de la
encarnación mental-mente, sino llevar una vida buena y eficiente, más bien
que perder uno el tiempo y desperdiciar las horas, días y meses en busca de
sus pasadas encarnaciones.

105
Lo que pertenece al pasado es un libro cerrado, cada capitulo del cual ha
sido asimilado. Un adolescente que ha aprendido la tabla de multiplicar al
comienzo de su educación, no va a ella más tarde. Está satisfecho con
usarla. Conocer las vidas pasadas puede constituir un interesante
descubrimiento, pero ofrece sólo un interés documental, y tal
descubrimiento no puede ser verificado. Aquel que se dedica a eso puede
llegar a alguna conclusión correcta, pero él también puede irse desviado a
los peores errores.
Confiar en su propia encarnación para pretendidas revelaciones de un
medium, da menos seguridad aún. El médium puede, y frecuentemente lo
hace, inventar cosas; y hasta si es sincero puede estar equivocado y
engañado por ilusiones de su mente. En lo que pretende ‘ver’, allí entra a su
propia subjetividad y posiblemente a destellos de su propio pasado que él,
con buena fe, atribuye a sus clientes.
Realmente, el único verdadero conocimiento que uno puede obtener
acerca de sus vidas anteriores viene del propio ser de uno. Las ‘charlas’ de
otros no ofrecen seguridad, ni siquiera si puede encontrarse a lo más un
rastro de verdad en medio de una masa de falsas impresiones.“Algunos
declaran que no pueden admitir la reencarnación porque ellos no recuerdan
sus vidas pasadas; este argumento es absurdo.
¿Recuerdan ellos lo que hicieron cuando tenían dos, cinco o diez años de
edad o hasta precisamente lo que hicieron en fecha mucho más cercana? ¿Y
habrían osado reclamar que no existían en el tiempo en que estaba borrada
su memoria?
“Bajo algunas condiciones es posible reconocer cierta circunstancia
pasada, estado o experiencia. Esto ocurre si ese presente conocimiento es
útil para la comprensión de una lección en la vida presente, porque todo lo
concedido al hombre apunta a su evolución y la ley cósmica es justa y
benévola. El maestro ‘realizado’, por supuesto, conoce todo su pasado,
porque ese conocimiento no puede dañarlo, y él conoce, además, lo
suficiente para estar en silencio con respecto a sí mismo.
Si el hombre tuviera un recuerdo total, viviría solamente en la fase
negativa.
Él encontraría placentero reconsiderar su pasado, y muy a menudo
experimentaría pesadumbre y remordimiento. Amando narrar su propia
historia, aprovecharía cualquiera oportunidad para hablar acerca de si
mismo. Finalmente, su curiosidad le haría ‘equivocar’ las experiencias que le
ofrece su actual existencia. Se dedicaría a sí mismo, para siempre, a un
análisis comparativo y a sus logros de una más alta consciencia, sus
propósitos reales, que, además, estarían retrasados.
‘Cada vida es, para el hombre, el resultado de las precedentes. Es la
síntesis de ellas para una nueva etapa. Al aprender a conocerse así mismo,
como un buen Rosacruz, al trabajar y perseverar, progresivamente
descubriría que lo que ha adquirido, es el resultado de sus vidas anteriores.
Le importaría poco si fue rey o pastor. Lo que contaría es el resultado de sus
anteriores acciones, y este resultado es lo que él es aquí y ahora. Debe
comenzar desde estos fundamentos, dentro del marco de las experiencias
que él padece, para seguir avanzando. Su vida futura será como él la prepare
en su presente existencia.

106
“Creo que estas explicaciones resumen, clarifican o completan lo que es
conocido por cada Rosacruz a una cierta etapa de su progreso. Ellos también
ponen el asunto de las vidas sucesivas en su aspecto verdadero y dentro de
los límites apropiados para un místico razonable y equilibrado. Pero queda
un problema por resolver: El alma personalidad que ha alcanzado la etapa
humana, ¿reencarna siempre en la Tierra? En otros términos, ¿puede ella
sufrir las experiencias necesarias para su evolución donde quiera que sea en
el universo?
“Podemos asumir que cada planeta tiene su propio orden de evolución y
que un organismo que ha comenzado su sendero evolutivo en un planeta
continuaría en esa senda, en ese planeta, hasta que se complete la serie. Las
leyes de atracción de las partículas de energía determinarían esto. Existe
vida a través del universo y en cada espectrum de este vasto lagar está el
alma universal, buscando y encontrando expresión de acuerdo al orden de
ese espectrum en particular.
“Puntualicemos, también, un importante asunto que será una revelación
para muchos”.
El sistema solar es el dominio del Hombre. Es su pasado, su presente (en
la Tierra) y su futuro. Cada sistema planetario está, igualmente, en
evolución, con sus planetas muertos, sus planetas vivientes y sus planetas
evolucionando hacia la vida.
Esto significa que en el curso de los descubrimientos planetarios llevados
a cabo por el hombre él no encontrará seres vivientes en su sistema sino
condiciones que permitirán o no vida, tal como él la conoce, o a las que su
organismo podría adaptarse gradualmente. En otras palabras, él puede
descubrir planetas muertos —ellos son su pasado— y él descubrirá planetas
que constituyen su futuro; pero, durante un largo tiempo por venir, la Tierra
será su hogar.
Cada sistema planetario dentro de los infinitos alcances del universo
igualmente comprende un pasado, un presente y un futuro. El presente es
un planeta activo y este planeta es el lugar adonde es llamada el alma
personalidad a enfrentar las experiencias necesarias para su evolución.
Nuestra Tierra es solamente uno de esos lugares. De este modo, tú has
obtenido una perspectiva más grande, infinita, de la forma en que el alma
personalidad evoluciona y florece hasta que finalmente alcanza la
consciencia total: y si agregas a este conocimiento lo que has aprendido
acerca de las almas de los animales en un previo contacto, sentirás nueva fe
en la grandeza de la unidad de la creación.
‘Para tu meditación te sugiero, sin darte la respuesta, un pensamiento de
vasto alcance:
El espacio existe solamente para el cuerpo físico y lo mismo se aplica a la
distancia. Bajo esas circunstancias, ¿existe una ‘separación’ o ‘distancia’
entre los planetas? ¿No existe el universo simplemente porque tú existes?
¿No está todo dentro de ti? Estas preguntas puedes responderlas tú por ti
mismo, porque uno no puede argüir acerca de tal conocimiento. Puede sólo
ser ‘sentido’, realizado como un destello de luz total. Es iluminación, el
alcance de la consciencia final que te permite comprender la antigua palabra
de sabiduría: Conócete a Tí Mismo y Tú conocerás el universo y los dioses.

107
‘Para finalizar esta discusión, te hablaré acerca del principio de los 144
años que significan la duración de un alma personalidad, como lo sabes de
las enseñanzas de la Orden Rosacruz. Se sabe que si una existencia dura
solamente cincuenta o sesenta años, por ejemplo, el alma personalidad
generalmente habitará en el plano cósmico el tiempo requerido para
completar 144 años. Estos 144 años son un medio calculado por los sabios
durante un largo periodo de tiempo, y esto explica por qué durante este largo
periodo las almas personalidad pueden a veces reencarnar más
rápidamente, y en otras ocasiones, más lentamente.
La Orden Rosacruz, AMORC, explica perfectamente estos principios en
sus enseñanzas del Grado Neófito. Quiero llevar a tu atención, sin embargo,
el siguiente punto: El tiempo y el espacio no existen en sí mismos. Ellos
tienen una noción humana y son solamente reales para el hombre durante
su vida consciente encarnada.
En el plano cósmico, el tiempo y el espacio no tienen realidad. Así, la ley
de 144 años, que es verdad en el nivel humano dentro de las limitaciones de
tiempo y espacio, no tienen significado desde el punto de vista cósmico. En
ese nivel, la reencarnación es, en efecto, inmediata. Para usar un símil
tomado del desgraciadamente limitado lenguaje humano, el ‘tiempo’ pasado
en el plano cósmico entre dos encarnaciones es como un sueño que dura
difícilmente un segundo, ‘sueño’ durante el cual puede desplegarse aquello
que requeriría años en el plano físico. Esto es realidad. Es lógico, sin
embargo, que el cerebro debe diferenciar y ‘medir’ para comprender y
asimilar, y, por lo tanto, es bueno considerar los grandes principios dentro
de los límites de tiempo y espacio que están acomodados por la existencia
física.
Pero el místico debe equilibrar incesantemente la comprensión ganada en
términos humanos con el conocimiento que puede asir en la realidad de su
ser, hasta que su consciencia evolucionada vibre para siempre en los ritmos
de la infinita sabiduría — donde todo es percibido y conocido más allá de
todas las limitaciones.
“He terminado con el tema de las vidas sucesivas; pero indirectamente
volveremos a él mientras examinemos la ley de la compensación o karma.
Este será nuestro próximo tema, tan pronto como tú te sientas listo.
Con estas palabras, y con esta última vibración de conocimiento que él
imprime sobre mi consciencia, el maestro benevolente se retira, y antes de
regresar a la Tierra y a mi oficina donde bosquejaré “el mensaje”, mi alma
descontinúa la comunión, mientras un sublime himno de alabanza, cantado
por los coros cósmicos a la gloria del Cósmico, produce eco a través del
Sanctum Celestial.

108
CAPITULO DIECIOCHO
LA LEY DE LA COMPENSACIÓN, O KARMA

Era natural que la investigación de un tema tal como la ley de la


compensación o karma finalmente se derivara de los contactos cósmicos que
están consagrados al alma personalidad y su residencia sucesiva en
“habitaciones” donde encuentra, aquí y en otra parte, condiciones que
favorecen su evolución y finalmente su alcance de completa consciencia. Era
primero necesario entender cómo la personalidad está gradualmente
formada en el corazón del alma universal, y ver cómo florecía
progresivamente a través de los diferentes reinos hasta alcanzar el nivel
humano. Entonces tenía que visualizarse el alma personalidad en su
evolución a través de vidas progresivas.
En esta perspectiva la ley de la compensación o karma parece ser
universal y, ciertamente, lo es. También universales son los grandes
principios místicos enseñados por la tradición y, en particular, por la Orden
Rosacruz, AMORC. Ellos no tendrían que ser modificados o ajustados en lo
más mínimo si algún día se descubriera otro sistema planetario “viviente”, y
entonces uno descubriera que uno o varios mesías o maestros divinos eran
venerados y seguidos allí. Lo mismo es aplicable al conocimiento. Éste no
pertenece a un tiempo o lugar.
Penetra al universo. La única cosa que cambia son las palabras en que
está vestido, las explicaciones con las que está adornado y la manera en que
es propagado. En sí permanece eterno, y para siempre como es.
Estoy listo, y ha llegado el momento para recibir más luz. Desde mi
sanctum físico me elevo al Sanctum Celestial. La hora es tarde, y todo está
tranquilo en este lugar de alta espiritualidad. Aquellos que están allí al
mismo tiempo que yo, están en el “silencio”.
Mi santuario está iluminado mortecinamente por las velas eternas, y no
habría notado que el maestro ha “aparecido” si mi consciencia no hubiera
vibrado unos pocos momentos al ritmo de OM anunciando su sagrada visita.
Él, ciertamente, está allí, el maestro benévolo cuya sonrisa me calma y
prepara para la lección que piensa transmitir, y todo mi ser interno le
escucha ansiosamente:
“Si —dice el maestro— la ley de la compensación o karma es universal y
se aplica a todos los niveles del universo, desde lo infinitamente pequeño a lo
infinitamente grande, y toma los aspectos más variados. Como aprendiste en
un contacto previo dedicado a la curación, existe un karma corpóreo, y no
volveré sobre el tema. Hay un karma mental en el sentido que un buen o mal
hábito de pensamiento tiene efectos similares.
Hay, finalmente, un karma espiritual; y esto se relaciona directamente con
el alma personalidad. Pero en realidad, estos aspectos múltiples del karma
son solamente sombras de una y la misma ley aplicada a condiciones
específicas; y el alma personalidad está directa o indirectamente concernida
con todos ellos. Puede pasar, en efecto, a través de la experiencia de un
cuerpo enfermizo y cosechar de allí una útil lección.
Puede pasar por la prueba de pensamientos negativos y ganar de la
instrucción así recibida. Los aspectos más bajos del karma —los corporales
o mentales— pueden traer sobre ella el destello de la comprensión y la luz de

109
la sabiduría. En los diferentes niveles de experiencia todo funciona junto
para ocasionar una consciencia más amplia. Pero, por encima de todo, la
reunión del alma personalidad con el medio ambiente que le es ofrecido por
la encarnación causa las condiciones más efectivas para el desenvolvimiento
del Ser.
El karma físico —debido a exceso o represión es ‘grabado’ por él, y aun sin
pasar por todas las consecuencias en sí, aprende a distinguir la verdad del
error, y así aumenta su conocimiento de las instituciones de este mundo.
Percibe la grandeza y los límites del sanctum corpóreo que le alberga.
Aprende a relacionar los límites inescapables del tiempo y del espacio a la
inmensidad del infinito, hacia el cual debe evolucionar.
Del tormento mental, de la incesante cadena de la asociación de
pensamientos, cosecha la lección que la paz y el silencio, solos, son reales.
Básicamente, la expansión del alma personalidad depende de las
emociones estimuladas por las circunstancias a través de las cuales pasa el
hombre durante el curso de su existencia; y el dolor físico o mental es de por
sí una emoción, porque no puede haber sufrimiento sin consciencia del
dolor.
Desde el punto de vista kármico, cada acción, cada pensamiento, cada
palabra y cada omisión tienen sus consecuencias positivas o negativas,
según el caso.
‘Así, la ley de la compensación o karma está en acción durante todo
instante de vida consciente. El karma puede ser inmediato o puede ser
llevado hacia un tiempo futuro.
Todo depende de la lección a ser aprendida. Si alguien se quema con un
fósforo, es claro que la lección será recordada inmediatamente y que después
actuará cuidadosamente. No será necesario que se queme varias veces antes
de saber que debe prestar atención.
Por contraste, si un hombre persigue a sus congéneres, si engaña de
manera de obtener injusta ventaja o si actúa mal hacia alguien, puede estar
tan preocupado por el propósito que tiene en mente y ser tan ignorante de
los peligros kármicos que arriesga para si, que el cumplimiento de la deuda
así contraída debe atrasarse hasta después, y las circunstancias elegirse de
tal suerte que la lección sea útil —y a veces no es así hasta después de un
largo periodo de prueba que termina apenas se haya comprendido.
“No es correcto decir que la ley de la compensación castiga. En ese
respecto, también recompensa. Las alegrías de la vida, los momentos de paz,
de tranquilidad y descanso, son igualmente un efecto del karma, aunque
desgraciadamente el hombre tiene la tendencia a no prestarles atención.
¡Pero a la más pequeña preocupación, se lamenta y ‘refunfuña’ acerca de lo
que él llama su ‘mal karma’!
En realidad la ley de la compensación ni castiga ni recompensa. Actúa
impersonalmente, y el hombre mismo la pone en acción, creando condiciones
positivas o negativas de las cuales derivará una lección que es útil a su
evolución y a su crecimiento de consciencia. El hombre en sí es, por lo tanto,
principalmente responsable por sus situaciones.
Es él quien establece su ‘destino’ y los niveles que comprenderá. La ley de
la compensación o karma sigue la trama de su existencia presente y futura.
Sus pensamientos y acciones serán formados por las circunstancias que

110
constituyen las lecciones que él mismo ha decidido aprender y de las cuales
cosechará el desenvolvimiento de su alma personalidad.
“Un místico debe incesantemente recordar este concepto de
responsabilidad personal por las circunstancias a las que se encara, y debe
luchar por entender la lección que debe sacar de ellas. Entre dos
encarnaciones, el alma personalidad está consciente de la meta que será
finalmente alcanzada, y percibe que la breve existencia física le es ofrecida
para poder llegar allí. Por lo tanto, acepta el bien y las situaciones difíciles
que se le presentarán en su próxima encarnación. Mejor aún, desearía
hacerlas aun más gananciosas —pues está apurada por llegar a esta
grandiosa meta a la que se anticipa tan fuertemente mientras está libre de
ataduras corporales.
Pero cuando vuelve al mundo manifestado, solamente se verá encarada
con lo que puede aguantar y el vehículo que habitará por un tiempo, porque
la ley de la evolución es justa y bondadosa, y todo está ajustado a
proporciones humanas. Sea como sea, todos en la Tierra pasan por las
experiencias que acordaron enfrentar mientras el alma personalidad se
encontraba en el interludio cósmico.
Por duras que estas parezcan, la enseñanza que se debe derivar de ellas
es esencial para la evolución del alma personalidad. Por lo tanto, el místico
busca el significado y lección de todas las circunstancias, buenas o malas,
que forman la trama de su vida, sabiendo que cesarán apenas hayan sido
entendidas y asimiladas, trayéndole más cerca de la meta de una
consciencia mayor.
‘La ley de la compensación o karma no es en ninguna forma una ley de
pruebas. No debería inspirar miedo. Sin duda que es estricta en su acción
impersonal. Pero no es esta ley lo que el hombre debería temer. Son sus
propios pensamientos y sus propias acciones a las cuales la ley de la
compensación invariablemente es aplicada.
‘Una pregunta final debería ser examinada. Es ésta: ¿Es la ley de la
compensación aplicable con el mismo rigor a los adeptos, por ejemplo, a los
Rosacruces? La respuesta es doble: Por una parte, si durante su progreso en
la senda el conocimiento adquirido no le lleva a mejor comportamiento,
evidentemente será más culpable que el ignorante, y la lección que debe ser
aprendida será más difícil, pese a que se le dará una oportunidad para hacer
corrección voluntaria sí hace uso de ello a tiempo. Por otra parte, sí es muy
sincero, y si su progreso en el sendero le lleva a los pensamientos y acciones
correctos, naturalmente tendrá menos problema en comprender los efectos
favorables o desfavorables de su karma pasado, y la ley suavizará y acortará
las situaciones de las cuales ha de aprenderse una lección. En ciertos casos
los efectos kármicos pueden hasta ser anulados si la evolución adquirida
hace innecesaria una experiencia por no contribuir ésta nada más que al
desenvolvimiento interior.
Específicamente, si alguien ha desarrollado en sí verdadero amor, de
manera que todos sus pensamientos y acciones están impregnados de él,
debería deberle poco o nada a la ley karmica en sus aspectos negativos. Su
vida debería ser armoniosa y el final último se alcanzaría o estaría muy
cercano.

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Conocer la ley de la compensación o karma significa para todos, acceso a
la sabiduría mayor y al conocimiento de que el futuro es el resultado del
presente, y que nunca es demasiado tarde para empezar una vida más justa
y verdadera. Para el místico, esta ley es un aspecto de la sabiduría y
grandiosidad cósmicas. La considera con reverencia, pues ha sido el origen
de su evolución pasada y presente y contribuirá mañana a elevar su
consciencia al nivel final de la unidad cósmica.
Con estas palabras y con esta ‘vibración’, el maestro benévolo completa su
declaración, y se retira inmediatamente. Nuevas herramientas me han sido
confiadas. Lo que él me ha dicho se convertirá en la base de muchas
meditaciones.
No es suficiente recibir. Uno debe trabajar, reflexionar y dar. Pero esto, es
tan difícil para aquel que tiene el privilegio de acceso a las más altas esferas
cósmicas, con un sanctum celestial al cual todos son bienvenidos cuando lo
desean, y donde se le da luz a todos: a ti, mi hermano, tan libremente como
a mí. No reprimas el impulso que te eleva. Anda al Sanctum Celestial.
Solamente allí encontrarás paz verdadera.

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CAPITULO DIECINUEVE
EL MÍSTICO MODERNO

Hoy será mi último contacto cósmico para el propósito de adquirir más luz
sobre una pregunta particular que será examinada en estas páginas. Mi
intención básica era principal-mente mostrarle a mis lectores que en el
Sanctum Celestial es posible obtener toda la iluminación deseada acerca de
cualquier problema y que todos pueden tener acceso a las fuentes de lo que
yo pude aprender en un contacto cósmico bien llevado.
Este trabajo sirve, por lo tanto, principalmente como ejemplo, mostrando
el camino que deberá seguirse para llegar a una abundante fuente de
conocimiento infinito. Sin embargo, antes de escribir el próximo y último
capítulo, relatando una iniciación en el Sanctum Celestial, supuse que sería
útil, durante un contacto personal, pedir iluminación acerca de la condición
de un místico en el mundo moderno, y transmitirles lo que se me enseñaría
acerca de este tema.
Me preparé por un tiempo muy largo para mi comunión de esta noche. Por
varios días solamente he participado en los períodos diarios de servicio del
Sanctum Celestial, sin someter preguntas definidas. He experimentado un
intenso deseo de calma, paz y descanso mental: pero profundamente dentro
de mi ser ya he considerado el tema de la visualización final que llevaría a
cabo para este libro.
¿Puede uno suponer que el misticismo aún tiene un lugar dentro de un
mundo en confusión, en transformación y en cambio repentino? La
humanidad parece estar poseída por una sed en aumento por gozar de todos
los aspectos de la vida, y a uno le parecería que de aquí en adelante
solamente se preocupa por las satisfacciones materiales. Esto, por lo menos,
es lo que muchos piensan, lo que la prensa declara y muchas transmisiones
de radio y televisión proclaman; pero esto es solamente una apariencia.
Es cierto que el hombre se mueve dentro de un nuevo medio ambiente y
en diferentes circunstancias. Experimenta una civilización material
vastamente más adelantada que durante una fecha relativamente reciente y
unas pocas décadas fueron suficientes para alcanzar este resultado, de
manera que la humanidad evoluciona en un nuevo escenario. Aquellos que
saben que la Era de Acuario ha reemplazado a la Era previa de los peces, no
se asombran por los cambios que han ocurrido, por las transformaciones
que han tenido lugar ahora —y por aquellas por venir. Notan que el próximo
acto ha empezado, pero están muy conscientes de que los actores seguirán
siendo los mismos.
La obra proseguirá hacia nuevos desarrollos pero las partes no
cambiarán. Ciertamente, las reacciones al nuevo medio ambiente en que la
humanidad se mueve, son necesariamente diferentes del pasado. Desde un
punto de vista físico e intelectual, la humanidad está situada a un nivel
considerablemente más elevado. Progresiva pero rápidamente se ha elevado,
en este respecto, al nivel de la nueva era.
Sin embargo, el ritmo de vida al cual la humanidad se está
acostumbrando para este ciclo más avanzado no es igualado por la
comprensión espiritual exigida por este ritmo. Uno podría decir que al
presente el hombre tiene un cuerpo adulto y el alma de un niño. Ha crecido

113
materialmente sin desarrollarse interiormente, y el desequilibrio persistirá
mientras no florezca en el hombre una comprensión adaptada a la nueva
era.
Los conceptos viejos están pasados de moda y no han sido reemplazados
para nada para las masas. Todo parece estar nuevamente en duda, pero
súbitas y apuradas reformas de estructuras muertas no restaurarán el
equilibrio. Esto solamente puede conseguirse a través de nuevas estructuras
inspiradas por la nueva era. Naturalmente, permanecerá vivo lo que era
permanente en el pasado: aquello que es común a todas las edades; y este
contenido permanente y esta nota común, son los principios fundamentales,
los diferentes aspectos de la sola ley.
Estos permanecen permanentemente a disposición del hombre y le
permiten acceso al conocimiento y al verdadero dominio de la vida. Por lo
tanto, las religiones desaparecerán o serán transformadas a un punto en el
que apenas serán reconocibles:
Son exotéricas, y su crisis es natural porque están sometidas a la ley del
mundo exterior. Por contraste, las auténticas escuelas de los misterios tal
como la Orden Rosacruz, AMORC, no cambiarán, porque son esotéricas y no
están sujetas a la influencia externa, excepto en sus maneras de enseñar,
educación e iniciaciones que evolucionan con el medio ambiente en el cual
estas escuelas deben operar para cumplir mejor su misión. En otras
palabras, el conocimiento no cambia, pero su expresión y la técnica
adoptada para su perpetuación toman las condiciones exteriores en cuenta.
Son precisamente estas auténticas escuelas de los misterios —y muy
especialmente la Orden Rosacruz, AMORC— las que están en posición de
guiar al hombre a la verdadera comprensión y a restablecer dentro de él el
equilibrio que ha sido alterado por su falta de adaptación a la nueva era;
porque, como lo he dicho antes, su interés exclusivo en la satisfacción
material es solamente una apariencia.
Si este interés es, o parece ser, tan exclusivo, es porque el hombre ve que
con los tiempos cambiantes todo lo que a él le parecía como un lugar de
refugio se hunde, todo aquello que consideraba como indestructible y
aquello que a sus ojos tenía valor inalterable. Una verdadera conspiración de
silencio rodeaba aquello que podría haberle ayudado, que está alrededor de
aquellas pocas organizaciones tradicionales que representan el conocimiento
permanente.
Esto bloqueaba sus esfuerzos para facilitar el acceso de la humanidad a
un nivel más alto a través de las enseñanzas necesitadas para una
comprensión que ajuste al nuevo ciclo, como todos los demás. Consciente de
su misión y sus responsabilidades, la Orden Rosacruz, AMORC, ha
emprendido una extensa propaganda para el propósito de romper esta
conspiración de silencio y revelarle a la humanidad que existe una
organización que podría llenar e1 vacío ante el cual se encara
repentinamente, y darle los medios para resolver todos sus problemas.
Muchos han contestado su llamada, y el número de quienes están
contestándola es cada vez más numeroso a medida que la nueva era entra
más en firme. Como se había previsto, se lleva a cabo una revivificación.
Asombroso como pueda parecerlo, lejos de desequilibrar lo que quedaba del

114
pasado y lo que estaba destinado a persistir, en forma diferente, para el
beneficio de las multitudes, esta revivificación le da nuevo aliento.
Así el misticismo toma su parte y ayuda, por ejemplo, a aquellos que son
atraídos a la religión, a admitir y comprender la religión de la cual se habían
separado debido a las fluctuaciones que la afligen y que no podía entender.
Más que nunca, el misticismo tiene una parte fundamental que cumplir,
entendiéndose bien que el denominativo “misticismo” es tomado con el
significado completo que la Orden Rosacruz le da —aquel del conocimiento y
la experiencia:
Un conocimiento y una experiencia que incluyan todos los aspectos de la
existencia y no impliquen frustración alguna ni retiro del mundo, sino, al
contrario, participación total.
La pregunta acerca de la condición del místico en el mundo moderno
amerita, por lo tanto, la mayor atención, y he regresado al Sanctum Celestial
para ser iluminado en este tema. En mi sanctum privado he esperado al
maestro, y él ha aparecido, como siempre lo hace para quienes ansiosamente
buscan su sabiduría y su verdad. Ha sonado el OM y él está allí —él, que
junto con el maestro benévolo, ha bendecido la mayoría de mis contactos y
me ha dado, para ustedes, estos mensajes del Sanctum Celestial. Mi
consciencia ahora recibe la Palabra y le da la bienvenida con reverencia.
‘Antes de venir a este lugar sagrado en el que ahora nos encontramos, has
considerado largo y minuciosamente el tema acerca del cual deseabas
conocimiento más profundo a través del contacto cósmico, y has escrito las
conclusiones a las que llegaste por ti mismo. Este es un buen método,
porque facilita la visualización, y deberías recomendárselo a aquellos que,
como tú, buscan más luz a través de un contacto con el Sanctum Celestial.
Al anotar los pensamientos en papel, apenas surgen las concepciones que
ya han adquirido en su búsqueda mística, establecerán una base para la
visualización efectiva. Estarán, por así decirlo, ‘acondicionados’ para la
comunión con el cósmico, y su ser entero estará preparado para ella. Esto no
es un deber, es un consejo dirigido para hacerles más fácil el venir aquí, y
más comprensible el mensaje que recibirán.
“Voy a hablarte acerca del místico moderno. Has hecho hincapié en la
permanencia del misticismo a través de todas las edades y todos los ciclos
cósmicos. En otra ocasión se te ha dicho que en la Era de Acuario sería muy
prominente, y mucho más extendida entre la humanidad de lo que había
sido antes. De esto inferiste correctamente que en esta posición prominente
inspiraría manifestaciones exteriores de pensamiento y actividades religiosas
entre las masas, entre aquellos que aún no han alcanzado el nivel de
completa adherencia al misticismo puro. Es cierto que las organizaciones
tradicionales, como la Orden Rosacruz, AMORC, serán cada vez más
conocidas y reconocidas por todos; pero esto no significa que todos serán
admitidos a su seno. Un número mucho mayor lo será. Aquellos listos para
la iniciación son ahora numerosos y lo serán aun más, a través de toda la
Tierra.
Siempre seguirán siendo, sin embargo, una minoría —aunque una muy
importante— entre la raza humana en evolución; y por minoría quiero decir,
por supuesto, una élite. Esta élite influirá al mundo profano más
efectivamente que antes. Habiendo adquirido reconocimiento, se le

115
escuchará mejor, y en muchos casos serán seguidas sus explicaciones y
hasta sus consejos. Sabiendo que existen las escuelas de sabiduría, quien
quiera que se sienta listo se acercará a sus portales sin temor o vacilación.
Sin ninguna duda, estas escuelas especialmente si tienen la influencia de
la Orden Rosacruz, AMORC, siempre tendrán que defenderse en contra de
los insidiosos ataques de la obscuridad. Sin embargo, son el canal elegido
por el Cósmico para la difusión del conocimiento y para la iniciación y, por lo
tanto, nada puede prevalecer en contra de ellos.
“La situación del místico moderno es una función de este nuevo estado de
cosas. El no está aparte de los hombres. Él vive y se expresa entre ellos. El
mundo es la sala de trabajo donde él experimenta y aplica los grandes
principios que sus estudios tradicionales le revelan. El místico lucha por
convertirse en una persona bien redondeada. Nada que ataña al mundo le es
extraño. Él toma un interés en el universo entero, visible e invisible —en los
esfuerzos de la ciencia al igual que las más variadas expresiones del pensar
filosófico y religioso. Él sigue su propio camino y construye su propia
comprensión, pero queda consciente de los caminos y comprensiones de la
otra gente. Él no deja que lo influyan en lo más leve, pero no juzga a otros ni
busca convencer a quienes no pueden ser convencidos.
“El místico moderno siempre recuerda que en todo ser hay una doble
polaridad —positiva y negativa— y que él en sí está sujeto a ellas, porque sin
esta doble polaridad ninguna existencia sería posible: El tercer punto —la
manifestación en el plano material— no podría ser sin los otros. La polaridad
positiva consiste en sus buenos rasgos, sus talentos y sus potencialidades
constructivas. La polaridad negativa, en sus fallas, límites físicos o
intelectuales y en sus tendencias destructivas. Todos, en efecto, tienen fallas
que corresponden a sus puntos fuertes, y esto es inevitable.
Por lo tanto, el místico comprende que no debe juzgar a los otros. Si la
polaridad negativa de alguien le molesta o sorprende, él sabe que su propia
polaridad negativa puede molestar y sorprender a otros igualmente. Además
como el Cósmico es todo en todo, esta doble polaridad también está incluida
en él, y lo que consideramos como una falla o imperfección es, en el análisis
final, solamente la deducción de un razonamiento limitado, pues esta doble
polaridad le sirve al hombre para su evolución, su crecimiento interno y su
alcance final de consciencia.
“La fuerza básica de un místico es, por lo tanto, ser él mismo. Él no trata
de ocultar hipócritamente del mundo su personalidad negativa y mostrar
solamente su polaridad positiva. Él sabe que hasta los más grandes
maestros llevan en si esta doble polaridad mientras están encarnados, y que
al seguir siendo ellos mismos le dan a otros la más grande lección y el mejor
ejemplo. Al ser él mismo, el místico es un ser completo. Crece utilizando
todos los medios a su disposición durante sus encarnaciones. Aprende, sin
embargo, a usar su polaridad positiva para los demás, y a mantener para sí
su polaridad negativa; y allí difiere del profano.
La polaridad negativa le es de considerable ayuda. Induce constante
humildad. No importa cuánto avance en el camino de la evolución, él
permanecerá consciente de los límites que su polaridad negativa le impone y
permanecerá humilde porque sabe que aún es humano.

116
“Como declaré antes y sobre lo cual continúo haciendo hincapié, el místico
moderno participa en la vida del mundo. No rehúsa las ventajas de una
civilización material avanzada. En su progreso en todos los planos, la
ampliación de su consciencia se lleva a cabo en el mundo, como es, porque
este mismo mundo es su laboratorio, su campo de manifestación y de
experiencia.
Pero, como lo aprendiste en tu contacto acerca de los apetitos físicos, el
místico siempre sigue la ley del medio dorado. Por lo tanto, su regla es la
temperancia; su grado varía con todos, según sus características personales,
físicas o de otro tipo. Como un principio particular, el místico se conoce a si
mismo y sabe qué es lo que para él constituye el medio dorado. Al místico no
le están prohibidos algunos placeres de la vida en este estado básico de
temperancia, tal como lo he definido. Su vida completa incluye los placeres
al igual que las angustias de la vida.
Él se puede divertir, reír y bailar tan sincera y verdaderamente como
trabaja, medita y reza. Es verdad decir que un santo que es triste es un
triste tipo de santo. El místico es verdadero en todo lo que hace. Debido a
que está principalmente preocupado por los grandes principios universales,
él no toma una actitud rígida. Repito, sigue siendo él mismo, cuando está
solo y cuando está en la presencia de los demás. El refleja universalidad; y la
universalidad incluye los más altos vuelos místicos al igual que las más
bajas expresiones de la vida diaria.
“Por lo tanto, el místico es un ejemplo en todo respecto, mientras que
recoge de su existencia y de su vida en la sociedad la experiencia necesaria
para una comprensión siempre en aumento, comprensión de la que brotará
una consciencia cada vez más amplia. El, ciertamente, es diferente a los
otros en el sentido que no está preocupado con la sola vida material, sino
que con el total cósmico. Igualmente, no puede actuar como un materialista,
y en su manera de vivir y hasta de entretenerse sigue siendo un místico.
El le otorga a su ser físico las satisfacciones que necesita, pero nunca se
deja atraer a excesos peligrosos. Por lo tanto, demuestra que un místico está
abierto a mucho, que no requiere una vida anormal que niega los
requerimientos de la sociedad, y que, por el contrario, él implica una
existencia lo más total posible, infinitamente más activa y universal que
aquella del profano que solamente está interesado en el aspecto material de
la vida.
“Habiendo delineado de esta manera el comportamiento de un místico en
el mundo moderno, uno puede hacer hincapié en que su comportamiento,
consistiendo en participación, tolerancia, sinceridad y verdad, tiene su
origen en la educación que el discípulo recibe en el camino y en el
desenvolvimiento de la consciencia que esto le acarrea.
Uno podría declarar correctamente que la vida externa, social, de un
místico es la polaridad negativa de su condición, en tanto que su vida
interna de iniciado es su polaridad positiva. Así, uno nuevamente
encontraría, en su aplicación a la vida mística, la gran idea de polaridad y al
mismo tiempo la igualmente importante idea del equilibrio.
“El místico moderno, como aquel del pasado, tiene su oratorio donde
adquiere más conocimiento, donde recibe su moldeo iniciático, donde
despierta a la luz y donde comulga con las huestes cósmicas. Allí establece

117
los fundamentos de su evolución, aprende el por qué y el cómo de las cosas,
y se convierte en un ser cósmico. Su consciencia se desenvuelve, su
comprensión se amplía, y después de volver al laboratorio que el mundo es
para él, prueba el conocimiento que ha adquirido y la sabiduría que ha
realizado.
En la Era de Acuario, una vida estrictamente monástica y contemplativa
es una cosa del pasado. O, más exactamente, debe ajustarse a las nuevas
condiciones. Para un Rosacruz, por ejemplo, consiste en sus períodos de
sanctum y en sus contactos con el Sanctum Celestial y en su presencia en
las convocaciones místicas. Allí él aprende, pero en el mundo él aplica lo que
aprendió, y sirve. La consciencia cósmica no puede conseguirse fuera del
mundo; se logra en el mundo, en medio de los hombres.
“Estos son los principios que quería contribuir a tu meditación. Todos los
demás los conoces, en cuanto a lo que a ti concierne, a través de las
enseñanzas de la Orden Rosacruz. Recuerda por encima de todo la ley del
equilibrio, cuando quiera que reflexiones acerca de la vida mística, y
recuerda también que un místico no debe ignorar el medio ambiente en que
vive. El debe tomar parte en él, pues es el marco para su evolución.
Y, finalmente, recuerda que el místico es un ser libre que no acepta
ninguna otra influencia que no sea su propia razón, que ha sido iluminada
por su conocimiento de evolución. La participación en el mundo, la
humildad, la temperancia y la libertad. Recuerda a estas!”
Al recobrar la consciencia objetiva y sentarme ante mi escritorio para
darle forma comprensible al mensaje sin forma con el cual había sido
impregnado mi ser en el sanctum celestial, las últimas palabras del maestro
sonaron aun más poderosamente en mis oídos. Al mismo tiempo recordé un
capítulo de un libro por nuestro Imperator, Ralph M. Lewis, del que citaré el
siguiente pasaje, que me parece la mejor conclusión de este contacto acerca
del místico moderno:
“El místico debe y puede encontrar, en el dominio de los negocios, ciencia
o arte algún trabajo que le gane el respeto de sus compañeros y asociados,
tan fácilmente como puede volver su consciencia hacia adentro y regocijarse
en la majestad del Cósmico. Solamente su ignorancia lleva a algunos a creer
que el místico es incapaz para encararse a las realidades cotidianas. Es un
insulto a los poderes que el místico ha desarrollado dentro de sí el pensar
que está indefenso y mudo en alrededores terrenos y pensar, por lo tanto,
que debería escapar a algún retiro en la montaña para eludir las realidades
de la vida.
Este falso concepto que se encuentra demasiado frecuentemente tiende a
pensar del místico como siendo un inútil donde otros triunfan.
‘Si usted quiere conocer a un místico, no limite su búsqueda a los
monasterios o templos, sino que busque también en las carreteras y
caminos, en ciudades y pueblos y en el teje y maneje de los grandes centros
cosmopolitas del mundo. Cuando usted encuentre a un hombre que es
activo, estudioso, compasivo, amado por sus amigos y vecinos, tolerante en
asuntos religiosos, y que puede mostrarle la magnificencia y poder cósmicos
en las cosas más simples, entonces usted ha encontrado un místico. Con
esas cualidades, no importa si usa una túnica sacerdotal o la ropa de un
trabajador —él es un místico’.

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Permítanme añadir, junto con el escritor y charlista Arnaud Desjardins,
que nunca he visto a nadie reír con tan buenas ganas y alegremente como
los grandes maestros de las escuelas orientales auténticas de sabiduría que
aún existen.

119
CAPITULO VEINTE
UNA INICIACION EN EL SANCTUM CELESTIAL

Una impresionante ceremonia va a tomar lugar esta noche en el Sanctum


Celestial.
¡Esta noche! . . . De hecho, la iniciación a la que me referiré aquí tomó
lugar hace varios años durante una noche de julio; y si en mi informe puedo
localizarla a voluntad dentro de los límites de tiempo adecuados a nuestra
tierra y especificar “esta noche”, esto es primero porque en el Cósmico no
hay otras condiciones excepto la permanencia de la eternidad y, segundo,
porque al decidir escribir esta ceremonia le estoy dando nueva fuerza, vigor y
actualidad. Esta noche, entonces, participaremos en una muy sublime
convocación, porque concierne al despertamiento de un alma personalidad a
su realidad, al alcance de una consciencia avanzada.
Me he preparado por tres días para este contacto excepcional con el
Sanctum Celestial.
Por tres días he observado un ayuno estricto, y he tomado el necesario
descanso, de manera que mi cuerpo físico no presente un obstáculo y origine
ninguna objeción o protesta, cuando llegue el momento. Así está en paz y no
hace exigencias de la mente que siempre está demasiado lista para satisfacer
sus pedidos razonables. ¡Y ha llegado el momento!
Según mi reloj terreno la cita fue hecha para las once. Hace media hora
preparé mi sanctum físico en la manera requerida. He encendido el incienso
en el altar, y una leve luz azulada llena la habitación. Llevé a cabo el rito de
purificación y encendí las velas, diciendo como ha sido mi costumbre por
muchos años, desde mi iniciación al primer grado de neófito de la Orden
Rosacruz, AMORC:
“Luz sagrada, símbolo de la gran luz de sabiduría cósmica. derrama tus
rayos en medio de la obscuridad ¡e ilumina mi camino!” mientras enciendo la
vela a la izquierda; y para esa de la derecha:
“La luz ha sido añadida a la luz, de manera que los rayos que se cruzan
puedan suavizar las líneas y las sombras y simbolizar el suavizar del dolor y
angustia, como lo fue la llegada al hombre de la gran luz de sabiduría
cósmica”.
Entonces sentado, recité la plegaria recomendada por nuestro Imperator,
Ralph M. Lewis en uno de sus maravillosos trabajos; plegaria la cual uno
puede justificadamente afirmar que contiene todos los elementos místicos:
“Que la esencia sublime del Cósmico me limpie de toda impureza de
mente y cuerpo, de manera de poder comulgar con el Sanctum Celestial.
Que mi consciencia mortal sea iluminada, de manera que todas las
imperfecciones de mi pensamiento me sean reveladas, y que pueda recibir
suficiente fuerza de voluntad para corregirlas. Pido humildemente que se me
permita percibir la totalidad de la naturaleza y tomar parte en ella,
permaneciendo para siempre en armonía con el bien Cósmico. ¡Qué así sea!”
Entonces, con los ojos cerrados, me dediqué a la meditación mientras que
mí corazón cantaba su gratitud por el privilegio que comparto con tantos
otros: Aquel de ser Rosacruz y servir.
Pero ha llegado la hora, y es tiempo de proceder con la visualización y
tomar el camino al Sanctum Celestial. Aquí está en su forma usual que para

120
mí es la de una catedral. Allí está, majestuoso en los cielos infinitos y,
acercándome al portal, reconozco ciertas “caras”.
Esta noche todos radian una seriedad que la ocasión justifica. En la
catedral, una inmensa multitud se apresura en tomar su lugar. Sé, sin
embargo, que solamente aquellos que tienen el derecho y el deber, estarán
conscientes de la iniciación. Muchos, además, han venido al Sanctum
Celestial sin saber que una ceremonia excepcional tomará lugar hoy. Como
siempre hay algunos aquí que no están conscientes de su presencia; sea que
se quedaron dormidos en la Tierra después de un último pensamiento
dirigido hacía el Sanctum Celestial o que esperaron una impresión física
imposible, Consistiendo de solamente imágenes sensorias.
Evidentemente, todos se benefician con el contacto cósmico que han
efectuado sin saber; y viéndolos en este elevado lugar, experimento una
sensación de profunda paz y alegría. Otros están allí por razón de una
pregunta personal que buscan resolver, y ven solamente el motivo que
impelió su presencia en el sanctum celestial. Aquel necesitado de consuelo
solamente escucha la música de los órganos cósmicos y los coros celestiales
que pronto entonarán sus cánticos. Aquel que busca más luz recibirá
precisamente eso del maestro a cargo de su instrucción, y este otro estará en
comunión con un ser querido que ha dejado el plano físico y se está
preparando para una nueva encarnación. Pues en el Sanctum Celestial, hay,
al mismo tiempo, tantas comuniones personales como hay buscadores cuya
consciencia se ha elevado a este nivel cósmico. Cada uno participa así
exclusivamente en aquello a lo que ha venido a participar. Muchas
actividades se llevan a cabo así al mismo tiempo en el Sanctum Celestial sin
interferencia alguna, o, para aplicar un denominativo humano a un estado
cósmico, sin indiscreción’.
La sublime iniciación que se va a llevar a cabo en el Sanctum Celestial
será “percibida” solamente por aquellos que están calificados para tomar
parte en ella o ser testigos de ella. Nadie más sabrá que se está
desenvolviendo una ceremonia de tal importancia, y siento tristeza al pensar
en los miembros de los grados altos de la Orden Rosacruz, AMORC, que
están reunidos en el Sanctum Celestial y, sin embargo, no pueden ayudar en
una iniciación de esta clase.
Pero llegará el momento en que puedan participar no solamente como
simples espectadores sino como iniciados; y este será su gran retorno, su
reconciliación cósmica, la muestra que un nivel supremo ha sido conseguido
y la recompensa final de la consciencia despierta.
En la catedral que para mí representa el Sanctum Celestial, todos los
asientos del coro están tomados, y la brillantez emanando de los rayos
entremezclados de estas mentes conscientes alcanzadas, sería intolerable
para el ojo físico. Pero la luz emanando del trono que bajo el baldaquín brilla
mucho más brillantemente aún, y sería imposible reconocer a todos los allí
presentes y a quien preside, si este conocimiento no hubiera sido instilado
en las almas de aquellos a quienes se les permite participar en esa
ceremonia.
El triángulo violeta repentinamente aumenta de brillantez, luego baja, y
así por tres veces; finalmente, mantiene un brillo excepcional que inunda al
altar donde tres antorchas eternamente simbolizan la Presencia. Esta es la

121
señal. De los grandes órganos brota una música de irreal esplendor,
mientras que los coros cósmicos entonan un cántico de extrema dulzura y
una voz solemne de origen desconocido repite OM, OM, OM, una y otra vez.
A través de la nave central avanza el iniciado hacia el coro de la catedral
escoltado por cuatro guardianes y precedido por otro. Allí te esperan dos
maestros, lo toman a su cargo y lo escoltan al asiento central, bajo un
baldaquín. Los cinco guardianes se alinean en frente del coro, sin entrar a
él. El iniciado parece ser tragado por la nube que le rodea. Todo aquí
solamente consiste en vibraciones, y él también. La atmósfera no se puede
describir. Música, cántico y OM, OM —y el iniciado percibe lo que nadie
excepto él puede percibir.
Él “sabe” ante quien él ha sido colocado. Lo que para otros es solamente
brillantez, para él es conocimiento. Estoy haciendo un esfuerzo por volverme
uno con su ritmo, por sentir lo que él experimenta, por unirme a su tasa
vibratoria, y comprendo: el hijo del hombre se convierte en el hijo de Dios. El
hijo de la obscuridad se convierte en el hijo de la luz; y esta consciencia
elevada a la iniciación cósmica se hace para siempre una con la consciencia
universal.
Más precisamente, se vuelve consciente de su unidad con ella —unidad
que nunca se quebró, pero que muchas experiencias en la Tierra y otras
partes le han permitido finalmente realizar completamente. Precisamente
sobre el iniciado parece juntarse en una nube brillante una energía
vibratoria de indefinible frecuencia, y es evidente que brotó de todos aquellos
reunidos en el coro dirigiendo su poder hacia él que ha sido recibido entre
ellos. Rayos brillantes, saliendo de los asientos, se unen a la nube, y aquel
proveniente del ser bajo el baldaquín tiene infinitamente más fuerza que
todos los otros.
Repentinamente, la brillantez del triángulo se vuelve más baja y baja el
brillo proveniente de los asientos. Ahora el iniciado parece estar brillando
con luz más intensa, y la nube toma una tonalidad violeta antes de
descender sobre él, rodeándolo por todas partes, penetrándolo y
convirtiéndose en una con él. ¿Escucha él algo de las preguntas que se le
hacen y las contesta? ‘Todo lo que puedo oír en ese momento no tiene
ningún otro valor ni realidad que aquel que corresponde a mi propia
comprensión, y lo que le sucede al iniciado es sin duda muy diferente, pese a
que siempre existe acuerdo entre las diferentes percepciones o impresiones
sentidas durante una experiencia compartida con otros.
Sea como sea, no hay duda que el iniciado ha sido investido de poder
cósmico. Por esto quiero decir que él ha alcanzado consciencia de su
verdadera naturaleza. Ya no es más un ser. Él es el Ser en Si. Está
iluminado, y la nube del conocimiento ha descendido dentro de él, para
siempre. Cuando recobre consciencia terrena, no habrá ningún cambio en
su existencia física.
Quizás no tenga recuerdo de la iniciación cósmica que ha recompensado
su mérito, pero él se sentirá “cambiado”. Percibirá que tiene dentro de sí
acceso a una fuente de infinito conocimiento que le permite entender y
resolver casi instantáneamente todas las preguntas hechas por su mente
acerca de los grandes problemas de “por qué” y “cómo”, que se enfrentan a

122
todos los hombres y sobre las cuales el ha meditado por tanto tiempo sin
encontrar una verdadera solución.
Bajo todas las circunstancias, aun cuando su propia mente esté agitada
—y en el tráfago de la existencia—, él experimentará en el centro de su ser
una paz más inmutable. El tomará parte en la vida, jugará el juego del
mundo, armonizará con otros, al nivel de su entendimiento y sus problemas.
Él los resolverá con ellos y como ellos, pero sabrá que debe quedarse callado;
si se revelara tal como es, él no sería ni comprendido ni aceptado y, por lo
tanto, no sería de ninguna utilidad. Entre otros servirá tal como los otros, y
llevará a cabo su verdadero servicio en silencio, desconocido de todos. El
será un hombre entre hombres y un místico iniciado, cuando él está solo.
Tal es la Ley.
La majestuosidad de una iniciación cósmica no consiste en el elaborado
ritual, como en las ceremonias en el plano físico. Una iniciación “terrena”
simboliza el camino que debe seguirse, con sus pruebas y las lecciones a
derivarse de las mismas. Impresiona en el reino de la razón la meta que debe
alcanzarse. Guía al iniciado a la realidad y lo despierta hasta el punto que el
candidato es receptivo. Al mismo tiempo le confiere conocimiento y los
medios para volverse consciente de sí mismo.
La iniciación Cósmica es un resultado final y la recompensa por el
esfuerzo y el mérito. Constituye el volverse consciente de un estado de ser.
Su grandeza, consiste en su extrema simpleza. La iniciación es reducida a
un contacto; pero este contacto incluye todo. Es conocimiento y luz, paz y
felicidad del alma, mezclarse en la unidad y, al mismo tiempo, consciencia
del ser al corazón de esa Unidad. La iniciación cósmica es la vuelta del hijo
pródigo y la bienvenida que le es dada. Él es todo, y todo es él.
Esto es lo que él sabe esta noche, aquel iniciado al que hemos
acompañado en el Sanctum Celestial. “Cuando el discípulo está listo,
aparecerá el maestro”, y a la pregunta: ‘¿Qué maestro?’ el Manual Rosacruz
responde: ‘Ciertamente que no un maestro terreno, pues él no requiere el
preparativo y desenvolvimiento necesitado para la iluminación cósmica.
El discípulo sincero que verdaderamente se prepara y se hace digno de ser
instruido por un maestro, pronto alcanza un nivel de desarrollo en donde un
maestro terreno no le puede ser de ninguna ayuda, pues solamente un
maestro cósmico puede responder a las necesidades de uno que “está listo”.
Ahora, el que está siendo iniciado en este momento permanece fiel y leal a
la organización que le ha guiado; humildemente lleva a cabo su completa
participación en las actividades de esa organización; pero él ha estado listo
por mucho tiempo y por mucho tiempo ha recibido instrucción adicional de
los maestros cósmicos y, además, ha sido juzgado digno de una Iniciación en
el Sanctum Celestial.
Antes de ser llevado a sus iniciadores, él ha meditado por largo tiempo en
el nivel del Sanctum Celestial, en la presencia de un maestro cósmico a
cargo de su preparación; entonces lo guiaron al gran portal ‘de la catedral’ y,
de allí, hemos visto cómo fue guiado al coro donde la iniciación se desarrolla
en este momento. La ceremonia es sublime debido a su extrema austeridad y
su impresionante simplicidad.
Enfrentando al maestro supremo y bañado en luz, el iniciado ha
escuchado una recitación de su propia evolución hasta este alto grado de

123
desenvolvimiento que él ha alcanzado ahora; él ha vivido nuevamente a
través de todos los niveles pasados, ha conocido la vida y la muerte, el
sufrimiento y la felicidad, el remordimiento y la paz. La palabra del maestro
despierta nuevamente en él las fases importantes de su camino místico, con
las innumerables experiencias pasadas.
El iniciado atravesó el drama de la crucifixión y la alegría de la
resurrección, la duda de la noche y la certidumbre del amanecer. Más allá
del tiempo y del espacio, sus vidas sucesivas le parecen como una, y,
protegido por los rayos de luz circundantes, ha vivido nuevamente en unos
pocos momentos el extraordinario viaje de su alma personalidad a través del
tiempo y el espacio. Entonces, la nube que descendió sobre él marcó el final
de su largo retorno a sí mismo. Todo fue asimilado, todo fue consumado. El
discípulo alcanzó la maestría.
Ahora lo vemos volverse hacia la multitud. Él va a dar su primer mensaje
a aquellos que pueden entenderle: “Por mucho tiempo me he arrastrado en
el valle de las lágrimas, y estuve perdido en el bosque del error. He cometido
errores extremadamente graves, y muchos han sufrido por mi culpa. He
juzgado y atormentado a mis congéneres, al igual que a mí mismo.
Orgulloso, mentiroso, envidioso y ambicioso —todo esto he sido en el
curso de mis vidas sucesivas. Algunos han llorado y perdido toda esperanza
debido a los actos dañinos que he cometido.
Por mi conducta indigna he sembrado duda y horror entre aquellos que
me eran más queridos en el curso del tiempo. He tocado el fondo más bajo
del abismo, y he pensado que estaba perdido y condenado para siempre.
Acabo de vivir a través de todo esto nuevamente. He conocido los
sufrimientos de aquellos que han sufrido por mi culpa. He conocido su juicio
y su tormento, su duda y su horror. He comprendido los efectos y crímenes
de mi orgullo, mis mentiras, mi envidia y mi ambición.
Comprendí los terribles sufrimientos que aguanté durante el curso de mis
encarnaciones a través de la justa ley del karma; pero se requirieron muchas
pruebas y muchas lágrimas para redimir el mal que había hecho. Por un
largo tiempo, engañado por mi ego y eligiendo la escapatoria más fácil, culpé
a otros de mis infortunios, tratando de ignorar que mis propias acciones
pasadas los habían causado, y que tenía que aprender, probar y comprender
las lecciones de la vida antes de poder ser regenerado.
Entonces llegó la luz, en ocasión de una prueba tan dura de aguantar que
nunca habría creído que podía vencerla. Cuando todas las esperanzas se
habían desvanecido, escuché la llamada en el centro más interior en mí, y
me volví hacia la montaña que, se me decía, tenía que ascender de manera
de poder encontrar la paz. Oh, cuan difícil fue el camino hacia ella y cuantas
veces tropecé, porque, pese a que se me había dado la dirección, el
infortunio me siguió aun en consecuencia de mi conducta pasada.
Pero desde que había recibido la llamada sabía que este infortunio era
merecido y, en lugar de quejarme y tener miedo, comencé a tener compasión
de los sufrimientos de los otros, a ayudarlos, apoyarlos, tomarlos de la mano
y guiarlos hacia la montaña de la paz y la regeneración. Solamente más
tarde, después de muchos retornos a aquellos que se lamentaban en el valle,
con mis hombros inclinados bajo la carga de mis propias pruebas merecidas,

124
yo, a mi vez, pasé a través de la puerta derecha y puse mi pie sobre el
camino.
En aquel entonces ya había expiado muchos de mis errores pasados. La
ley que yo adopté fue: humildad y amor bajo todas las circunstancias, en
todas las situaciones y hacia uno y todos. Acepté mis dificultades de la
misma manera. Nunca me di por vencido: acepté de manera de poder
comprender. Solamente ascendiendo el camino podía yo verdaderamente
aprender y comprender los sufrimientos que debo haber inflingido a los otros
de manera de merecer todos aquellos que por consecuencia tuve que pasar.
“Me regocijé que aún antes de que se me permitiera compartir el
conocimiento liberador, pudiera adoptar una regla de vida cuyo valor ahora
comprendo. Pero esta satisfacción interior estaba mezclada con el dolor y el
arrepentimiento por mis actos pasados, esos que habían ocasionado dolor a
los demás. Así, mis pensamientos y actos fueron llenados con aun más
humildad y amor. Al fin encontré paz, no solamente progresando hacia el
conocimiento mayor sino que usando este conocimiento en servicio de los
demás.
Me olvidé a mi mismo en los otros. Nada me podía dañar. El amor que me
colmaba lo transformaba todo, y di las gracias por toda la experiencia con
que me encontré. La paz había entrado a mi corazón, y mis pruebas se
hicieron cada vez más livianas. Mi reconciliación conmigo mismo, con mi
verdadero ser, había empezado. Gradualmente, creció en fuerza y se hizo
total.
“Después de vivir nuevamente el período obscuro, también vi aquí, ante
los maestros y los más grandes entre ellos, los niveles de mi renacimiento.
Fue entonces cuando me fue otorgado el presente más sublime. La Paz
Profunda que tantas veces me había sido ‘deseada’ y que yo tantas veces le
había ‘deseado’ a los demás —ésta ha descendido sobre mi y para siempre
ha tomado posesión de mi ser.
‘Ahora volveré al mundo a trabajar y servir allí. Mi responsabilidad es más
grande que nunca, y se me ha advertido que me fije vigilantemente en los
peligros a los cuales sucumbí en el pasado; pero se me ha dado una
oportunidad de servir mejor y más. La humildad y el amor siguen siendo mi
ley, y los más grandes maestros me ayudarán.
“Que mi experiencia les ayude a ustedes a que me escuchen y entiendan.
No hay circunstancia ni situación, por trágica que sea, sin su buena razón.
No hay abismo, por hondo que sea, del cual uno no puede salir y
nuevamente encontrar la luz. La involución es seguida por la evolución, y
dentro de cada uno de nosotros reside una sección de eternidad cósmica que
está siempre lista para contestar la más leve llamada y para ayudar a
quienes verdaderamente lo desean a empezar en la dirección a la verdad.
Avancen al conocimiento, apliquen aquel conocimiento y recuerden que el
discípulo tiene que querer servir más bien que lo sirvan, y que ese servicio
puede ser llevado a cabo en cualquier parte, dondequiera que estemos,
donde las circunstancias de la existencia nos hayan colocado; pues es allí
donde debemos estar y tomar nuestra posición de servidores. La humildad y
el amor. . . Amor sin pedir nada en cambio, sin exigir nada. Simplemente
amor. . . ¡Amor!”.

125
Con este mensaje avasallador llega la ceremonia ahora a su fin.
Lentamente, el iniciado es guiado de vuelta al portal, ya no más rodeado por
guardianes sino que por los maestros que lo ayudaron y por aquellos que
tuvieron el privilegio de participar en la ceremonia. Todo su ser irradia una
santa alegría y una paz infinita. . . La música no ha cesado, los coros
cósmicos no han interrumpido su cántico, y la voz solemne continúa
entonando su sagrado OM, OM, OM. y el iniciado cruza el portal, se va y
vuelve a la Tierra, donde le esperan gentes y servicios.
El sanctum celestial repentinamente toma su aspecto usual y nuevamente
se vuelve silencioso. No abandonaré todavía este medio ambiente armonioso.
Me siento entre los muchos que están allí esta noche: comparto su
comunión, y en esta paz y unidad con todos ellos mi alma vibrará por mucho
tiempo a ritmo con la de ellos, mientras que una y otra vez hace eco dentro
de todo mi ser la plegaria, el consejo, la orden del sabio:
“AMOR SIN PEDIR NADA A CAMBIO, SIN EXIGIR NADA. SIMPLEMENTE
AMOR... ¡AMOR!”

126
CONCLUSIÓN

En conclusión, recomiendo que lean nuevamente y con atención, las


primeras páginas de este libro y las graben en ustedes cuanto les sea
posible. En mi opinión son las más importantes para ustedes, pues al
asimilar perfectamente la técnica delineada allí, para entrar en contacto con
el Sanctum Celestial, podrán cosechar todo el beneficio de una comunión
personal con este elevado sitio cósmico. Mi propósito principal fue
recordarles la importancia de este elemento sublime que el Sanctum
Celestial constituye para el Rosacruz, e inducir a todos a compartir la luz
que está siempre pronta a dispensarse a cualquiera que apele a él.
Habré cumplido mi cometido si, después de leerlo, experimentan el
profundo deseo de ascender al Sanctum Celestial y, por encima de todo, si
ustedes deciden ir allí regular y frecuentemente, de manera de recibir
consuelo, paz, fuerza, salud y, principalmente, luz.
Vale la pena repetirlo: En el sanctum celestial ustedes encontrarán la
verdadera solución para sus problemas, las explicaciones necesitadas, toda
la iluminación que ustedes puedan desear, y la guía espiritual que necesitan
en su vida ordinaria y mística o en sus posiciones privilegiadas como
Rosacruces.
No hay circunstancia, situación, ni pregunta que no pueda ser explicada
por este medio que está a la disposición de ustedes en todo instante. Ustedes
deben definir y “localizar” a su Sanctum Celestial; y esto no será difícil si
siguen los principios de visualización que he especificado para su beneficio.
Entonces el Sanctum Celestial se convertirá en su refugio y su “santo de los
santos”. Allí ustedes se pueden encontrar a sí mismos, en toda ocasión.
He comenzado este manuscrito en el medio ambiente excepcional de los
Cuarteles Generales de la Cruz Rosácea, y antes y después de cada capitulo
he ido a mi oficina, a mi sanctum cercano. Lo edité en julio en las montañas
de Savoye, en Saint-Gervais-les-Bains; y allí mi sanctum fue la naturaleza y
el vigorizante medio ambiente de bosques encantadores.
Algunos capítulos los escribí en una casa de huéspedes en la región
parisiense, donde una torre llamada “la del cardenal” fue mi santuario para
la meditación. Es en el Dominio Rosacruz que estoy completando este
trabajo, hoy, domingo, 14 de septiembre de 1969 que el calendario designa
como el día de la “exaltación de la Santa Cruz”. Desde estas diferentes
localidades que me albergaron, el Sanctum Celestial siempre estaba cerca
del Rosacruz que estoy tratando de ser, y penetré a él fácilmente en todas
partes. Incluí en mi comunión a todos aquellos para quienes estos mensajes
han sido preparados, a todos aquellos que los leerán, es decir, usted que en
este momento mira sus últimas líneas.
Su vida espiritual será estimulada por el trabajo altamente espiritual al
que puede dedicarse en el nivel del Sanctum Celestial. Los Rosacruces
sentirán aun más la necesidad de vivir las enseñanzas que comparten y ser,
a los ojos de los hombres, ejemplos de equilibrio, eficiencia, maestría y, en
un mundo de críticas, tumulto y error, testigos y defensores de los más altos
valores del verdadero misticismo, como este es perpetuado por la Orden
Rosacruz, AMORC.

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En unos pocos momentos, en mi sanctum de la Gran Logia, solicitaré para
cada uno de ustedes la bendición del Cósmico. Pero ahora ha llegado el
momento de separarnos, y aunque nos encontraremos nuevamente en los
lazos de la hermandad, del amor y de la comunión cósmica en el alto lugar a
donde fuimos juntos tantas veces en estas páginas, permítaseme renovar
para su beneficio este juramento, esta esperanza, esta oración:
“Que la Paz Profunda habite en ustedes para siempre, y que el resplandor
del Sanctum Celestial les envuelva, proteja y eleve eternamente a las alturas
de la más pura espiritualidad” Y de mi corazón, con todos ustedes de
quienes tengo la alegría y honor de ser hermano, diré en conclusión:

“¡Que así sea!”

Dominio Rosacruz
Villeneuve- 5am t-Georges
Domingo, 14 de septiembre de 1969
“Exaltación de la Santa Cruz”.

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