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CONCLUSIÓN MARILIA

La pastelería “San Antonio” tuvo a bien a anticiparse al inicio de cuarentena anunciada


por el Presidente Vizcarra, haciendo un plan estratégico teniendo como prioridad a sus
trabajadores manteniendo su planilla y regalando todos los alimentos a su personal de
turno y a los que vivían cerca a las sedes.

Esto continúo durante la cuarentena, los accionistas de la compañía decidieron aportar


su dinero para la planilla y el CEO dio su sueldo.

Volvieron a operar, pero no a su capacidad total. La empresa sigue poniendo como


prioridad la seguridad de sus trabajadores y sus clientes.

Pastelería San Antonio quien, a diferencia de otras marcas no hizo lo que se tenía que
hacer, sino lo que se debía de hacer en una coyuntura de inseguridad laboral y su
mensaje quedó como el referente de acción cívica de las empresas privadas en el país
con un importante alcance en redes sociales y televisivas. Aunque otras marcas se
sumaron por convicción o moda, como dicen, siempre se les recordará como el
primero.

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