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¿Qué es el tartamudeo?

El tartamudeo es un trastorno del habla en el que se repiten los sonidos, las


sílabas o las palabras; se prolongan los sonidos; y se tienen interrupciones del
habla conocidas como “bloqueos”. Una persona que tartamudea sabe
exactamente lo que quisiera decir, pero tiene problemas para producir un flujo
normal del habla. Estos trastornos del habla pueden estar acompañados de
comportamientos que muestran esfuerzos, tales como parpadeo rápido de los ojos
o temblor de los labios. El tartamudeo puede dificultar comunicarse con los demás.

Esto puede influir en la calidad de vida y las relaciones interpersonales de la


persona. El tartamudeo también puede influir negativamente en el rendimiento en
el trabajo y las oportunidades laborales, y el tratamiento médico puede ser caro.
Los síntomas de tartamudeo de cada persona pueden variar bastante a lo largo
del día. En general, hablar ante un grupo o hablar por teléfono puede empeorar el
tartamudeo de una persona. Cantar, leer o hablar al unísono puede
temporalmente reducirlo.

Al hablar con una persona que tartamudea, lo mejor es darle el tiempo que
necesite para expresar lo que tenga que decir.
Es mejor no tratar de terminar las oraciones ni sugerirle palabras.
Esto sólo hace que la persona sienta mayor necesidad de apresurarse. Además,
sugerencias como "más despacio," "relájate" o "respira hondo" pueden hacer que
la persona se sienta más incómoda, ¡porque estos comentarios sugieren que la
tartamudez debería ser fácil de dominar cuando en realidad no lo es!

Síntomas

Los signos y síntomas del tartamudeo comprenden:

 Dificultad para comenzar una palabra, frase u oración


 Prolongación de una palabra o sonido dentro de una palabra
 Repetición de un sonido, sílaba o palabra
 Silencio breve para ciertas sílabas o palabras, o pausas dentro de una
palabra (separación de palabras)
 Uso de palabras adicionales como «eh...» en caso de dificultad para
continuar con la siguiente palabra
 Tensión excesiva, rigidez o movimiento de la cara o la parte superior del
cuerpo para pronunciar una palabra
 Ansiedad por hablar
 Capacidad limitada para comunicarse efectivamente

Las dificultades del habla del tartamudeo pueden estar acompañadas por:

 Parpadeo rápido
 Temblor de los labios y la mandíbula
 Tics faciales
 Movimientos de cabeza
 Puños cerrados

Complicaciones

La tartamudez puede llevar a:

 Problemas para comunicarse con los demás


 Sentirse ansioso al hablar
 No hablar o evitar las situaciones que requieren del habla
 No participar ni tener éxito en el plano social, escolar o laboral
 Ser objeto de intimidaciones o burlas
 Baja autoestima

Tratamiento para los niños


Si los niños son muy pequeños, empezar el tratamiento pronto puede evitar que el
tartamudeo del desarrollo se convierta en un problema que les dure toda la vida.

Hay estrategias que pueden ayudar a los niños a mejorar la fluidez al hablar, al
mismo tiempo que les ayudan a desarrollar actitudes positivas con respecto a la
comunicación. Por lo general, los profesionales de la salud recomiendan que se
evalúe un niño si ha tartamudeado por tres a seis meses, si muestra otros
síntomas de esfuerzo asociados con el tartamudeo o si el tartamudeo u otros
trastornos de comunicación tienden a darse en la familia.

Algunos investigadores recomiendan que se le evalúe al niño cada tres meses


para saber si el tartamudeo está aumentando o disminuyendo. A menudo, el
tratamiento requiere enseñarles a los padres formas de apoyar la fluidez en el
habla de su hijo. Se puede animar a los padres a:
 Ofrecer un ambiente relajado en el hogar que permita muchas
oportunidades para que el niño hable. Esto incluye dedicar un tiempo para
hablar unos con otros, especialmente cuando el niño está animado y tiene
mucho que decir.
 Escuchar con atención cuando el niño habla y concentrarse en el contenido
del mensaje, en lugar de responder a cómo lo dice o interrumpir al niño.
 Hablar en una forma un poco más lenta y relajada. Esto puede ayudar a
que el niño no se sienta tan apurado.
 Escuchar atentamente cuando el niño habla. Esperar a que diga la palabra
que tiene en mente. No terminar las frases del niño. Además, ayudar al niño a
que aprenda que una persona se puede comunicar bien aun cuando
tartamudea.
 Hablar en forma abierta y franca con el niño si él saca el tema del
tartamudeo. Permitir que el niño sepa que no importa si ocurren algunas
interrupciones en el habla. 

La terapia para el tartamudeo


Muchas de las terapias actuales para los adolescentes y adultos que tartamudean
se concentran en tratar de ayudarles a aprender cómo minimizar el tartamudeo al
hablar. Por ejemplo, tratar de hablar de forma más lenta, ajustar cómo respira la
persona o avanzar poco a poco de responder con palabras de una sola sílaba a
palabras más grandes, y frases más complejas. La mayoría de estas terapias
también tratan la ansiedad que una persona que tartamudea pueda sentir cuando
tiene que hablar.

 Cantar: las canciones son perfectas para practicar la pronunciación.


Primero escucha atentamente, lee la letra (para resolver dudas y entender
bien el texto) y empieza a cantarla. Puedes cantar solo, apuntarte a un coro
o en un karaoke con amigos. Sea cual sea la manera, cantar es un ejercicio
estupendo para mejorar la dicción y, de paso, alegrarte el día. Además,
aprender a cantar es una técnica excelente para aprender a no forzar la voz
y respirar adecuadamente.

 Practicar con trabalenguas: aprenderte o leer trabalenguas es un método


muy divertido para mejorar dicciones específicas de algún fonema en
concreto: “s”, “gr”, “bl”… Puedes encontrar muchísimos en internet.
Empieza leyéndolo lentamente y continúa repitiéndolo cambiando la
velocidad o el tono.

 Escucha activa: aprender por imitación, escuchar a “los grandes”,


audiolibros o programas de radio que te gusten puede ser de gran ayuda
para mejorar, no solo la pronunciación, si no el vocabulario y las estructuras
gramaticales.

 Gimnasia facial: imita a los cantantes profesionales y realiza ejercicios de


gimnasia facial para tonificar y relajar los músculos de la cara y la lengua.
Inflar o desinflar las mejillas reteniendo el aire unos segundos, alternar el
lado derecho y el izquierdo (se puede hacer lo mismo con agua). Abrir y
cerrar la boca grande, masajear las mejillas y mover o girar la lengua en
todas las direcciones, así como hacer tocar la lengua en todas las piezas
dentales.

 Ejercicios respiratorios: puedes elegir un sonido y realizar inspiraciones y


espiraciones nasales y bucales. Para fortalecer la musculatura y mejorar la
dicción, y también realizar este tipo de ejercicios soplando pompas de jabón
o bolitas de papel utilizando cañitas de tomar refrescos.

 Masticar chicle: si tenemos problemas de dicción asociados a una


hipotonía o debilidad muscular, mascar chicle (sin azúcar) es un ejercicio
delicioso para fortalecer la musculatura.

 Repetir sonidos y jugar con las sílabas: pa, pa, pa… Escoge una
consonante y una vocal o dos consonantes (bl, pl, br…) y repítela,
cambiando el tono (puedes ir de grave a agudo y al revés) o realizar el
sonido más fuerte o más suave. Este es un ejercicio ideal para mejorar la
articulación.

Los mejores ejercicios para superar la tartamudez


Para obtener los mejores resultados se deben poner en práctica con
constancia. Ten en cuenta que para el niño no será tarea sencilla, por lo
que necesitas una actitud positiva y paciencia.
Claro está, lo ideal es que estas prácticas se completen con la ayuda y
control del especialista.

Utiliza grabaciones
Graba al niño cuando hable despacio y también cuando lo haga deprisa
para que note la diferencia. Además, invítalo a cantar y hazlo con él. En
este momento también debes grabarle para que pueda ver que cuando
canta no tartamudea. Explícale que esto sucede porque al cantar gestiona
mejor la cantidad de aire que expulsa.

Respiración diafragmática
El niño entenderá que debe trabajar la respiración como lo hace al cantar.
Ayúdalo a realizar ejercicios de respiración diafragmática. Muéstrale cómo
hacer una respiración profunda de modo que el aire se expanda al
diafragma o a la tripa. Antes de hablar debe hacer dos respiraciones
profundas como si fuera a sumergirse al agua, tomar todo el aire posible y
retenerlo unos segundos en el diafragma. Por último, exhalar despacio.
Para que le resulte más fácil hazlo tú primero.

Ejercicios de soplo
Estos ejercicios ayudan a fortificar los órganos fonadores. Intenta hacer la
actividad divertida para tu hijo. Por ejemplo, dale un globo para que lo infle
solo. También puedes encender varias velas y jugar a ver quién apaga más
solo con un soplido.
Otra forma es jugar al fútbol con palillos, para lo que necesitarás bolitas de
papel y dos palillos. El objetivo es soplarlas a través de ellos y meterlas en
la portería.

Imitar sonidos de animales


Imitar el sonido de diversos animales contribuye a que tenga mayor fluidez,
porque estimula las cuerdas vocales. No solo mejora el problema sino que
también le resultará divertido.

Movimiento de la lengua y los labios


Este ejercicio consiste en meter y sacar la lengua sin tocar los labios,
pasarla lo más lejos que pueda. Luego, meterla y sacarla otra vez hasta
llegar a 20 repeticiones. Anímalo a interactuar la velocidad, de rápido a
despacio.
Oro de los ejercicios para superar la tartamudez es intentar tocar la nariz
con la lengua. De esta manera, se fortalecerá y le será más fácil moverla de
forma adecuada.

10 ejercicios sencillos para problemas del lenguaje

#1  – Ejercicios respiratorios:
Se realiza con movimientos simples y repetitivos, incorporando sonidos. Se puede
realizar inhalaciones y espiraciones nasales y bucales, reteniendo el aire. También
retener progresivamente el aire dentro de la boca o nariz. Además puedes incluir
inspiraciones rápidas, lentas o profundas, dejando salir el aire rápidamente.

#2 – Soplar bolitas de papel:


Deben colocarse bolitas de papel o polietileno, también se pueden emplear velas,
tumbar torres de papel con soplidos y utilizar pajillas para aspirar agua o limonada.
Otra estrategia divertida es soplar burbujas de jabón.

#3 – Pronunciar las vocales:


Para realizar la pronunciación el niño debe inhalar lentamente por la nariz, retener
el aire y luego exhalar lentamente mencionando las 5 vocales. También puede
aumentarse la velocidad, de acuerdo a como se maneje el aire.

#4 – Ejercicio de ritmo:
En los problemas del lenguaje, el ritmo es esencial de tratar, para que puedan
articularse correctamente las palabras. Para realizarlo, se pueden dar pequeños
golpes a una mesa o tambor, y luego pedirle al niño que imite los sonidos con la
voz, de esta manera podrá adaptarse al ritmo.

#5 – Jugar con las silabas:


El niño deberá articular silabas usando alguna consonante, de manera repetida,
por ejemplo: Con la letra P, articulará la silaba pa, pa, pa, pa. Luego debe cambiar
las vocales y cada vez que realice este ejercicio se ejercita el ritmo y la
articulación, mejorando los problemas del lenguaje.

#6 – Articular frases:
En este caso pueden utilizarse frases completas, poesías, trabalenguas o cuentos
cortos, de esta manera el niño repetirá las silabas y frases, una y otra vez hasta
articular de manera correcta las mismas. Este ejercicio ayuda a mejorar los
problemas del lenguaje, que también pueden combinarse con golpes de objetos
pequeños, para marcar el ritmo.

#7 – Ejercicios con la lengua:


Abarcan diversidad de movimientos con la lengua, ideales para los problemas del
lenguaje en los que se ve afectada la articulación de algunos fonemas. Pueden
realizarse giros con la lengua en todas las direcciones, estirar la lengua, llevarla al
paladar superior, comer goma de mascar y tocar todos los dientes con la punta de
la lengua.

#8 – Ejercicios de silencio:
Primero deben ubicarse en una habitación completamente silenciosa, y luego
realizar algún sonido, de manera que el niño pueda detectarlos y prestar atención,
para luego preguntarle que sonido escucho.
Con este ejercicio no solo se ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, sino
también, puede ayudarles a distinguir la duración e intensidad e los sonidos,
ejercitando la localización del mismo y reconocimiento de los objetos que lo
emiten.
#9 – Ejercicios con los labios:
Se pueden realizar sosteniendo un palillo con los labios, sin introducirlo
completamente a la boca. También pueden apretarse y aflojarse, separarlos y
juntarlos rápidamente. Realizar el sonido de la letra P con los labios
repetidamente.

#10 – Ejercicios faciales:


Inflar las mejillas y desinflarlas, luego de retener el aire algunos segundos.
También pueden alternarse las mejillas, primero del lado izquierdo y luego inflar la
derecha. Además puede retenerse el agua en la boca y soltar lentamente.

Psp MSc Mariela Arteaga Rietveldt


Doctora Orientación en Conducta

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