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La dicción incluye la pronunciación de los sonidos del habla, que es cómo usamos las

palabras para formar oraciones, tanto habladas como escritas.

Se puede decir que la dicción es la capacidad que tiene una persona de hablar con
precisión, de expresar con precisión sus pensamientos, de lograr que los demás
entiendan cuando los expresa y el idioma que usa, sin importar el contenido o el
significado de lo que se dice.

Establece que la propia dicción simplemente se refiere a la forma gramatical de las


oraciones y frases que producimos. Se puede decir que es una forma de autoexpresión.
Pues ella se basa únicamente en el uso correcto o incorrecto de las palabras y estructuras
morfológicas que surgen al formar una frase u oración, por ejemplo, si hacemos un
examen de lengua en el que presentamos algún fallo ortográfico o gramatical
(¿recordáis cuando la profesora os quitaba 0,5 por escribir mal una palabra? o por usar
muletillas constantes como “eehhh” durante una presentación oral) estaríamos ante una
mala dicción.
Cuanto más de cerca sigamos las reglas ortográficas y gramaticales del idioma que
hablamos, más podremos decir que estamos tratando con alguien con una buena
dicción. Lo contrario sería una mala dicción.

¿cuáles serían los errores más comunes que nos llevarían a una mala dicción?
Cuando hablamos de errores en dicción, utilizaremos el término “vicios de dicción”, que
son los errores que se hacen cuando hay un uso equivocado del lenguaje. Los más
destacados serían;
Vulgarismos, Muletillas, Redundancias, Barbarismos, Laísmos o leísmos, Seseo o
ceceo, Incorrecto tono de voz, velocidad inadecuada del habla, e incorrecto control del
aire al hablar.

PRACTICA

Ejercicios de respiración
Si te preguntas cómo mejorar la dicción y la oratoria, el primer paso es realizar
algunos ejercicios de respiración. Y es que son muchas las personas que sienten que se
ahogan cuando hablan durante varios minutos, un problema que casi siempre viene
causado por los nervios.
Para evitar estos inconvenientes que dificultan el habla, es necesario realizar ejercicios
de respiración. Si tienes que hablar en público por largo tiempo, realiza estas técnicas 15
minutos antes de tu intervención:
1. Ponte de pie, con la espalda recta, y coloca tu mano izquierda sobre el vientre y
la derecha sobre el estómago, haciendo una leve presión.

2. Inspira lentamente por la nariz hasta inflar la caja torácica y contraer el vientre.
3. Luego, saca el aire lentamente por la boca, vaciando el diafragma y relajando el
abdomen.

4. Completa 10 repeticiones y después realiza el mismo ejercicio pero, al inhalar y


exhalar, mantén la boca abierta y los dientes juntos, sin apretarlos. De este
modo, al respirar, relajarás tus cuerdas vocales.
Al completar estos sencillos ejercicios notarás como, al comenzar a hablar, estás mucho
más relajado. Cuando hables, recuerda tomar aire por la nariz y sacarlo por la boca,
respirando continuamente.

Perfecciona el ritmo y la entonación


Entre las técnicas más útiles para aprender cómo vocalizar mejor encontramos los
ejercicios de modulación; muchas personas tienen un timbre de voz demasiado bajo y
les cuesta proyectar la voz. Otras tantas, por el contrario, tienen un timbre tan fuerte que
resulta difícil no molestar al oyente.
Con los ejercicios de modulación perfeccionarás el ritmo y la entonación del habla,
detectando las pausas y las inflexiones necesarias para hacer más entendible y atractiva
tu forma de expresarte.

1. Para calentar tu garganta, ensaya sílabas que incluyan vocales abiertas (a, e, o) y
las consonantes ese (s) y erre (r). Por ejemplo: bra-bre-bro; rae-rea-roa; ere-era-
ara; ese-esa-osa; asa-ase-ose... Repite 5 veces cada combinación durante 2
minutos.

2. Continúa con palabras que incluyan, igualmente, las consonantes ese (s) y erre
(r). Por ejemplo: vasos-abrazos-atajos; tenedores-moduladore-repetidores;
supervisor-organizador-articulador... repite 5 veces cada combinación,
ensayando durante 2 minutos.

3. Termina la ronda de ejercicios leyendo un texto de, aproximadamente, 200


palabras en un minuto. Así, en solo 5 minutos, activarás tu lengua, garganta y
pulmones para modular correctamente el habla.
Practica la modulación de las vocales
Cunado te propones aprender cómo mejorar la dicción, la modulación de las vocales es
fundamental. Si no pronuncias adecuadamente las vocales abiertas o fuertes (a, e, o) o
las vocales débiles o cerradas (i, u), sin duda tendrás serios problemas de dicción.
Un buen ejercicio para practicar la modulación de las vocales consiste en repetir
combinaciones de las tres vocales abiertas y de las dos cerradas, aumentando
gradualmente la velocidad en la repetición de las frases.
1. Por ejemplo, puedes comenzar con repetir tres veces la combinación a-e-a.

2. Luego, alternas al orden e-a-e y sigues con la secuencia a-o-a y o-a-o.


3. Para finalizar con las vocales fuertes, repite la secuencia e-o-e y o-e-o.

4. Antes de decir cada frase, inhala por la nariz y, cuando pronuncies las vocales,
exhala por la boca.
5. Para las vocales débiles, simplemente alterna varias veces seguidas la secuencia
i-u y u-i.

Leer en voz alta


El consejo fundamental si no sabes cómo mejorar la dicción y cómo mejorar la
oratoria es leer en voz alta, pues sin darnos cuenta. De igual manera, el timbre y la
entonación de la voz son esenciales, por lo cual debes modular el volumen de voz de
acuerdo con el contexto.
Si, por ejemplo estás en una charla con amigos, no es necesario que hables muy alto,
pero si se trata de un evento público, necesitarás subir los decibelios.

Lee en voz alta por 10 minutos en casa, frente a familiares y amigos. Procura buscar
lecturas primero sencillas (noticias, textos literarios), que no incluyan términos
demasiado complejos. Así mejorarás la entonación y la articulación de las palabras.
Luego, puedes avanzar con lecturas más complejas.
No te comas ni cambies las consonantes
Un problema recurrente en la dicción de muchas personas es que, sin darse
cuenta, omiten la pronunciación de letras consonantes al finalizar una palabra. Esto
sucede principalmente con la letra ese (s), aunque no es extraño dar con otros ejemplos.
También es frecuente escuchar la articulación de términos erróneos como "vusté"
(usted), "haiga" (haya), "hubieron" (hubo).
Una buena forma de corregir estos problemas y aprender cómo vocalizar mejor es leer
en voz alta separando las palabras en sílabas. Por ejemplo: "el-á-gil zo-rro sal-ta".
Leyendo cada oración lentamente y desglosando las palabras en sílabas, te ayudará a
memorizar la escritura y pronunciación correcta de cada palabra.

Mejora tu vocabulario personal


Para evitar todos estos errores comunes, lo principal es conocer la grafía de las palabras
y las características básicas de la gramática española. Un buen repaso por el Diccionario
de la Real Academia Española te permitirá mejorar tu vocabulario y ampliar tus
conocimientos. También es muy importante la lectura cotidiana ya que alimenta la
mejora de nuestro vocabulario.

Perfecciona tu acento nativo


Otro punto esencial para aprender cómo mejorar la dicción y la oratoria es saber
conjugar las normas ortográficas que rigen tu idioma con las particularidades del acento
nativo. Una buena dicción no significa perder la originalidad y la esencia de tu idioma
nativo.

La idea es hacerte entender de la mejor manera, conjugando tu acento natural con un


vocabulario estándar, es decir, sin abusar de los coloquialismos. Para ello, escucha
programas culturales de radio y detalla la forma en la que los locutores de tu país se
expresan.

(ejercicio lápiz en la boca)


Recita trabalenguas
Si aún no tienes claro cómo vocalizar mejor, los trabalenguas son de gran ayuda.
Busca en Internet y comienza por trabalenguas sencillos, aumentando gradualmente la
dificultad.
Uno de los problemas más comunes al hablar en público es sentirse atragantado por una
palabra. La ele (l), la erre (r), la pe (p) y la ese (s) son algunas de las letras que más
problemas causan. Algunos buenos ejemplos son:

 Parra tenía una perra. Guerra tenía una parra.


La perra de Parra subió a la parra de Guerra.
Guerra pegó con la porra a la perra de Parra.
Y Parra le dijo a Guerra:
-¿Por qué ha pegado Guerra con la porra a la perra de Parra?
Y Guerra le contestó:
-Si la perra de Parra no hubiera subido a la parra de Guerra,
Guerra no hubiese pegado con la porra a la perra de Parra

 “Erase una vez una madre tranque sipilitranque le dijo al hijo trijo sipilitrijo: hijo
trijo sipilitrijo ve al campo tranco sipilitranco por una liebre notiebre
sipilitiebre…madre tranque sipilitranque aqui te traigo la liebre notiebre
sipilitiebre….hijo trijo sipilitrijo ve y pidele a la vecina trija sipilitrija una olla
trolla sipilitrolla para cocinar a la liebre notiebre.”

Regula la velocidad del habla


Al igual que la respiración, la velocidad del habla marca una gran diferencia. Si hablas
muy pausado, aburrirás al público, pero si hablas demasiado rápido, nadie te entenderá.

Si te preguntas cómo mejorar la dicción, ten en cuenta que los expertos recomiendan
decir, aproximadamente, 180 palabras por minuto, es decir, 3 palabras por segundo.
De este modo, la dicción será dinámica y eficiente, articulando palabras y frases de
forma clara y precisa.

La clave está en que te sientas cómodo/a con tu discurso y en que tengas seguridad en
ti mismo/a.

CONCURSO:
 Estaba dos patas sentado en tres patas comiéndose una pata, vino cuatro patas y
le quitó la pata, dos patas cogió a tres patas por una pata, se la tiró a cuatro patas
y le quitó la pata.

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