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Las conducciones libres han sido a través de la historia de la humanidad la forma más usual
para conducir el agua. El solo efecto de la gravedad hace que la masa de agua se mueva
de un nivel a otro permitiendo así a las antiguas civilizaciones crear grandes sistemas de
abasto, que hoy en día aún nos maravillan por la ingeniosidad de sus constructores. En
Cuba, por solo citar tres casos, la Zanja Real, el Acueducto Albear y los sistemas de riego
del Mayabeque, son ejemplos elocuentes del dominio del agua que se tenía desde épocas
remotas. Ejemplos de una obra cubana, terminada recientemente, aparece en la figura 1.1.
Otras obras cubanas de importancia aparecen en la figura 1.2.
FIGURA 1.1 Dos tramos de uno de los canales trasvases de las provincias
orientales cubanas, unidos por el Sifón de Sojo.
Capítulo 1 pág. 1
En este primer capítulo se presentan las características generales del estudio de las
conducciones libres con el objetivo de adentrar al lector en algunas de las cuestiones
básicas, que más adelante se aplicarán.
FIGURA 1.2 Salida al canal Pedroso-Güira y vista interior del canal de Albear
Capítulo 1 pág. 2
— Conducción natural: la formada por procesos de la naturaleza. En el caso de
conducciones naturales, que no han sido modificadas sustancialmente por la mano
del hombre, pueden ser de sección transversal abierta (ríos, arroyos,....) o de sección
transversal cerrada (túneles naturales, cavernas subterráneas, ....). Las secciones
son normalmente irregulares, figura 1.4, de rugosidad variable a lo largo de su
perímetro y su estudio tiene una gran importancia tanto para la hidráulica, como para
la hidrología.
FIGURA 1.4 Dos ejemplos de conducciones libres naturales: una sección del río
Bayamo y un tramo de un afluente del río Zaza.
Según su objetivo.
— para riego
— para drenaje
— para trasvasar agua entre dos puntos
— para recolectar aguas con diferentes fines
— para abasto en general
— para navegación
Según su tamaño.
— Pequeñas (si Q<0,5 m3/s y/o y<0,6 m)
— Medianas (si 0,5Q<3,0 m3/s y/o 0,6y<1,2 m)
— Grandes (si 3,0Q<10,0 m3/s y/o 1,2y<1,6 m)
— Muy grandes (si Q>10,0 m3/s y/o y>1,6 m)
Según la variabilidad de forma y trazado.
— Prismáticas: si la sección en forma o dimensiones y el perfil del fondo no
varían en el tramo analizado.
Capítulo 1 pág. 3
— No prismáticas: si algunos de los parámetros anteriores varían.
Según su categoría
— Magistrales: si son canales muy grandes que conducen todo el caudal del
sistema.
— Principales: si son canales grandes, medianos o pequeños que conducen todo
el caudal del sistema.
— Secundarios: canales que se derivan o tributan a los principales.
— Terciarios: canales que se derivan o tributan a los secundarios.
— Temporales: canales que se construyen por un corto periodo de tiempo,
normalmente de la época de siembra hasta la recolección o en épocas del año
de intensas lluvias.
Existen numerosas clasificaciones más, que varían de acuerdo al autor que las proponga
y a los fines que persiga, pero en definitiva todas, con uno u otro criterio, tratan de subdividir
estas conducciones tal que el lenguaje técnico al describirlas sea suficientemente explícito
a la vez que sencillo.
En el estudio de las conducciones libres, naturales o artificiales, las variables que entran en
el estudio son representadas, de forma esquemática: en la sección transversal de la
conducción y en su perfil longitudinal por el eje del trazado en planta de la conducción. En
el perfil se representa, figura 1.5, el fondo de la conducción, la superficie del agua, la
intersección canal-terreno, la rasante de los diques y las bermas (si existen) y el perfil
esquemático de las obras que existan en el tramo de estudio. En él se representa la
profundidad de circulación, la pendiente o las cotas del fondo y cualquier otro detalle de
interés.
Capítulo 1 pág. 4
FIGURA 1.5 Representación esquemática de un tramo del perfil de un canal.
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FIGURA 1.7 Representación de las dos secciones de un canal
Capítulo 1 pág. 6
Tabla 1.1 Parámetros geométricos de las secciones de uso más frecuente
1
( sen )d 2
2 8
A by by my2 my2 Ty
3 𝑑 − 2𝑦
𝜃 = 2 𝐴𝑟𝑐 cos ( )
𝑑
4𝑦
𝑢=
𝑇
P b 2y b 2y 1 m2 2y 1 m2 𝑇 𝐿𝑛(𝑢 + √1 + 𝑢2 ) 0,5 d
𝑃= [√1 + 𝑢2 + ]
2 𝑢
2 y (d y )
3A
T b b 2my 2my o
2y 𝜃
𝑠𝑒𝑛 ( ) 𝑑
2
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Tabla 1.1 Parámetros geométrico de las secciones de uso más frecuente (continuación)
RECTANGULAR
TRIANGULAR CON ARISTAS TRAPECIAL CON ARISTAS
CON ARISTAS
REDONDEADAS REDONDEADAS
REDONDEADAS
2 𝑇2 𝑟2 𝑇2 𝑟2
A 2r b 2r y −1
− [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 (𝑚)] (𝑏 + 2𝑟)𝑦 + − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)]
2 4𝑚 𝑚 4𝑚 𝑚
𝑇 2𝑟 𝑇 2𝑟
P 2r b 2y √1 + 𝑚2 − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)] 𝑏 + √1 + 𝑚2 − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)]
𝑚 𝑚 𝑚 𝑚
1 r 2 − 𝑠𝑒𝑛( ) 𝜋
A ( sen )d 2 d y r 𝑑𝑦 𝑑ℎ + ( − ) 𝑑2
8 2 8 8
T 2 y (d y ) 2r d 2𝑟 = 𝑑 2√𝑟 2 − (𝑦 − ℎ)2
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FIGURA 1.8 Geometrías de referencia para la Tabla 1.1
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1.2.3 Cálculo de A, P y T en las secciones compuestas y naturales.
Las secciones compuestas son muy usuales en el caso de tener conducir grandes rangos
de caudales, mientras que las secciones naturales están presentes en todos los análisis
hidrológicos e hidráulicos de ríos y valles de inundación.
En el caso de las secciones de geometría compuesta, figura 1.9, una de las formas en que
el cálculo de A, P y T puede realizarse es subdividiendo la sección en subsecciones de
figuras geométricas conocidas y en algunos casos, esta subdivisión responderá a criterios
hidráulicos para facilitar los cálculos futuros. En estas secciones y en secciones naturales
con una clara definición entre el cauce principal y las zonas ubicadas en cotas superiores
con geometrías diferentes, el cálculo de A, P y T puede presentar saltos bruscos al pasar
la profundidad de una geometría a otra, esto tendrá consecuencias importantes en la
solución de los problemas relacionados a estas secciones.
La solución clásica, figura 1.9, que parte de la definición de la sección: (xi, zi); i=1→n, como
un contorno discreto, es subdividir esta en subsecciones conocidas (triangulares y
trapeciales) y calcular entonces:
n
A Ai (1.1)
i 1
n
P Pi (1.2)
i 1
n
T Ti (1.3)
i 1
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Una solución propuesta por D.D. Franz (1982), figura 1.10, plantea las siguientes
ecuaciones de cálculo para el área, el ancho superficial y la posición del centroide del área
mojada.
y
A T d (1.4)
0
z A y T d A d
y y
(1.5)
0 0
I y 2T d 2 zA d
y y
(1.6)
0 0
donde:
es una falsa variable de integración
T es el ancho superficial a una distancia
z es la distancia del fondo de la sección al centroide del área
I es el segundo momento del área
Franz define la interpolación de los valores buscando sobre tablas preparadas al efecto de
T y A como funciones de y, tal que:
yi y yi + 1 para i = 0, 1, 2, ..., n –1, n+1.
I y Ii y y i yAy yAi 16 y y i 2 Ay Ai (1.10)
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Los valores interpolados tendrán tanta exactitud como lo tenga el cálculo de T, ya que los
otros valores son exactos.
Capítulo 1 pág. 12
1.4 Las ecuaciones de la física clásica en la hidráulica.
Se analiza brevemente las dos ecuaciones más empleadas para los análisis relacionados
con las conducciones libres.
que es la ecuación de la energía, que establece que el trabajo realizado por un cuerpo al
moverse de S1 a S2 es igual a la energía cinética adquirida por el cuerpo.
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La diferencia entre las ecuaciones (1.14) y (1.15) es que mientras la primera es una
ecuación vectorial, la segunda al ser el resultado de un producto vectorial es un escalar, lo
cual establece que la energía es una magnitud escalar.
Si de nuevo se parte de la ecuación (1.14) y se integra respecto al tiempo, queda,
t2 t2
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FIGURA 1.12 Definición de las fuerzas sobre un elemento de un fluido.
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entonces el cambio de volumen en el espacio y en el tiempo será:
[(Q/x) dx dt] (1.30)
y el cambio correspondiente al almacenamiento en un tramo de canal es:
[Tdx (y/t) dt ] (1.31)
o sea,
[dx (A/t) dt] (1.32)
como el fluido es incompresible, el cambio neto del volumen más el cambio del
almacenamiento debe ser cero. Debe tenerse en cuenta que si el gasto de entrada es mayor
que el de salida, entonces (Q/x) es negativo y el almacenamiento positivo y viceversa. Al
final puede plantearse que,
Q y
dx.dt Tdx dt 0
x t
Q y y A
o sea que, T 0 , pero se sabe que: T , y entonces,
x t t t
Q A
0 (1.33)
x t
que es la primera forma de presentación de la ecuación de continuidad en forma
conservativa del régimen impermanente.
Para algunos métodos de solución donde se emplean las ecuaciones que modelan el
régimen impermanente se utiliza la forma conservativa en que Q aparece como variable
independiente, mientras que la forma no conservativa de estas ecuaciones es aquella
donde v es la variable independiente.
Como Q = vA en una sección dada, entonces se puede transformar la ecuación en,
vA A
0 , o lo que es igual a:
x t
A v A A v y
v A 0 , que a su vez se puede transformar en: v A T 0 , que
x x t x x t
dividiendo entre T queda:
y v y
v D 0 (1.34)
x x t
que es otra de las expresiones muy empleadas de esta ecuación de continuidad ahora
presentada en su forma no conservativa.
Para un canal rectangular de ancho de plato igual a b, la ecuación (1.33) puede
transformarse dividiéndola entre b y quedará:
q y
0 (1.35)
x t
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Si el canal tiene una descarga lateral q’ (m2/s) la ecuación (1.33) aparecerá expresada así:
Q A
q' 0 (1.36)
x t
La fuerza total sobre el elemento de ancho b tomando como positiva la dirección agua
abajo, es:
𝐹∆𝑏 = −𝛾 (𝑦∆𝑏)∆ℎ (1.37)
Nótese que, si el régimen fuera uniforme las fuerzas fueran iguales y de sentido contrario,
pero en el caso ejemplificado no solo son diferentes, sino que además, la de aguas arriba
es mayor que la que actúa desde aguas abajo.
Las fuerzas actuantes sobre el elemento, considerando toda la sección de área A, arroja
como resultado:
𝐹𝐴 = −𝐴 ℎ (1.38)
La fuerza resistente dada por los esfuerzos a lo largo del perímetro mojado de la sección
en el tramo de longitud x y que actúa en dirección contraria a la dirección del flujo, es
igual a,
𝐹𝑅 = 0 𝑃 𝑥 (1.39)
donde (P x) es el área de actuación de 0.
Estas dos fuerzas no son en realidad paralelas, pero puede asumirse así y entonces la
fuerza neta en la dirección del flujo es:
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∑ 𝐹 = 𝐹𝐴 + 𝐹𝑅 = −𝐴 ℎ − 0 𝑃 𝑥 (1.40)
por tanto, la ecuación de movimiento de Newton quedará,
-A h - 0 P x = ma, que puede descomponerse en:
v v
-A h - 0 P x = (A x) (v ) y al despejar 0 quedará:
x t
v v
Ax v Ah
x t v v h
0 R v R
Px x t x
h v v 1 v
0 R (1.41)
x g x g t
La ecuación de energía puede expresarse así,
v2
Hh y si se deriva respecto a x se tendrá,
2g
H v 2 h v v
h
x x 2g x g x
(1.42)
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En el régimen permanente el gradiente H/x es igual y de signo contrario a la pendiente
de la rasante de energía, de hecho esta es su definición. En el régimen impermanente hay
dos definiciones independientes y una viene dada por la ecuación (1.42) y la otra por la
(1.44).
Como H = z + y +v2/2g el término H/x puede reescribirse así,
H z y v v y v v
S 0
x x x g x x g x
y v v 1 v
S0 S f 0 , o lo que es igual,
x g x g t
y v v 1 v
S f S0 (1.47)
x g x g t
ecuación que describe al régimen impermanente y variado, en su forma no conservativa,
tal como la plantea Henderson (1966).
En la ecuación (1.47) el significado de cada agrupación de términos es:
1 Q
1 Q 2 / A v
S0 S f (1.48)
gA t gA x x
Chow (1959) llega al mismo resultado, que a su vez fue propuesto por Saint Venant, pero
empleando la ecuación de energía de otra forma.
Otras formas de la ecuación dinámica o de momentum para este régimen lo son:
forma conservativa.
1 Q 1 Q 2 y
g g(S 0 S f ) 0 (1.49)
A t A x A
x
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Aceleración local, la cual describe el
1 Q
cambio de momentum debido al cambio de
A t
la velocidad con el tiempo.
aceleración convectiva, que describe el
1 Q2
cambio de momentum debido al cambio de
A x A
la velocidad a lo largo del canal.
y fuerza de presión, proporcional al cambio
g
x de la profundidad.
es la diferencia entre fuerza gravitacional y
fuerza de fricción, proporcionales a la
g(S0 S f )
pendiente del fondo y a la pendiente de
fricción respectivamente.
forma no conservativa para un elemento de ancho unitario.
v v y
v g g(S 0 S f ) 0 (1.50)
t x x
los términos, de esta forma de la ecuación, se interpretan así,
Onda cinemática. Es el modelo
más simple, las fuerzas
g(S 0 S f ) 0
gravitacionales y de fricción se
balancean unas a otras.
Onda de difusión. Es un modelo
y incompleto que incorpora al
g g(S 0 S f ) 0
x modelo anterior el término de
presión.
El modelo completo que representa la ecuación (1.49), (1.50) u otra, modelo de onda
dinámica, junto a la ecuación de continuidad, en cualquiera de sus formas (1.33), (1.34), u
otra de sus transformaciones; es el conjunto de ecuaciones que es capaz de representar
con fidelidad el régimen impermanente variado.
Los modelos alternativos más simples, formados por las variantes de la ecuación dinámica
y la ecuación de continuidad, se emplean en casos particulares, en que no es necesario
tener en cuenta todos los términos de la onda dinámica.
Los efectos tales como el de remanso, que implican una transmisión de información hacia
aguas arriba, necesitan la onda dinámica para poder modelar el fenómeno, mientras que
Capítulo 1 pág. 22
casos del régimen supercrítico con propagación aguas abajo, se modelan muy bien con la
onda cinemática.
Capítulo 1 pág. 23
De acuerdo a esta clasificación el flujo será laminar, transicional o turbulento, de acuerdo a
los límites que aparecen en la tabla 1.2.
Estos tipos de flujo pueden expresarse gráficamente en función del número de Reynolds y
el factor de fricción, conocido usualmente como el diagrama de Stanton (1914), que fue
desarrollado para el flujo en tuberías. Utilizando el factor de fricción f de la fórmula de Darcy-
Weibach, se puede escribir,
d0 2g
f hf (1.52)
Lv 2
si se sustituye d0 = 4R y hf/L Se = S, entonces:
8gRS
f (1.53)
v2
que puede aplicarse al flujo uniforme en canales.
Numerosos experimentos de la relación f-NR en canales realizados por la Universidad
Illinois y Minnesota proveen un diagrama para definir la ocurrencia de uno u otro estado
del flujo, figuras 1.15 y 1.16. En el caso de los canales con superficie lisa se pueden obtener
las siguientes conclusiones:
— El régimen transicional no esta tan bien definido como en tuberías y se acepta
entre 500 y 2000.
— Los datos de la región laminar conducen a la siguiente relación,
k
f (1.54)
NR
donde:
8gR 2 S
k (1.55)
v
Como v y R tienen valores específicos para una geometría de canal dada, k es un factor
dependiente solo de la sección transversal del canal.
Capítulo 1 pág. 24
FIGURA 1.16 Resultados para canales rugosos dados por Chow (1959).
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— En la región turbulenta muchos puntos aparecen en tendencias paralelas a la curva
de Prandtl – Von Karman.
— Cuando NR es muy alto, las curvas tienden a la horizontal llegando al estado
denominado turbulencia total. Entonces f es independiente de NR y sólo es función
de f = f (rugosidad, R y geometría).
En muchos canales el flujo laminar nunca ocurre, si la superficie del agua aparece suave y
lisa a un observador no necesariamente indica que el flujo sea laminar, probable es que la
velocidad superficial sea más baja que la requerida para que se formen ondas superficiales.
FI v2 v
NF (1.57)
FG gL gL
donde:
v en m/s
g en m2/s
L longitud característica en m.
Cuando NF=1 hay equilibrio entre FI y FG y se dice que el flujo es crítico.
Cuando NF1 hay predominio de la FG y se denomina subcrítico.
Cuando NF1 hay predominio de la FI y se denomina supercrítico.
El denominador del NF es la celeridad (c) de una onda elemental gravitacional moviéndose
en aguas poco profundas. Para este caso, figura 1.17, una onda impermanente es creada
por el movimiento de la pared y el observador ve su traslado de izquierda a derecha.
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En la figura de la derecha, el observador se mueve de izquierda a derecha a velocidad igual
a c y por tanto respecto a ese sistema de coordenadas las velocidades cambian y el flujo
se hace permanente.
Si se aplica la ecuación de Continuidad para flujo permanente y unidimensional se tiene,
cy = (y + y) (c - v) (1.58)
simplificando:
v
cy (1.59)
y
Según el principio de momentum para flujo permanente unidimensional, se tiene que:
FEXTERNAS = momentum
que aplicándolo al caso de estudio se obtiene lo siguiente,
y ( y y ) 2 cy(c v ) c
1 2 1
2 2
o sea que:
v g
(1.60)
y c
c gy (1.61)
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El estudio y cálculo del régimen permanente y uniforme y del régimen variado, permanente
o impermanente, presenta una característica peculiar, un rasgo distintivo y es la invariante
de estos regímenes de flujo. Aquello que se presenta en todos y que representa el objetivo
esencial del cálculo: la superficie del flujo.
Esto es, cuando se conozca la superficie del flujo cualitativa y cuantitativamente el problema
que se enfrenta estará resuelto.
De ella dependen las otras variables y hacia ella van dirigidos todos los cálculos. Aún en
aquellos casos particulares, como las transiciones en régimen subcrítico, donde el final de
uno de los posibles procedimientos de cálculo son las cotas del perfil del fondo, la definición
de la superficie del flujo es de vital importancia para conseguir el objetivo final.
Por esta razón las estrategias para el cálculo y los algoritmos específicos para su desarrollo
irán dirigidos a:
calcular la profundidad normal si el régimen es uniforme.
calcular las profundidades de circulación en cada sección si el régimen es variado
permanente.
calcular las profundidades de circulación y la velocidad en cada sección o el gasto,
si el régimen es variado impermanente.
Conocido lo anterior el problema en cuestión estará resuelto, o, si es un diseño de la
conducción, o de una obra, o una comprobación de operación estará en vías de segura
solución.
Para determinar las propiedades hidráulicas relacionadas con la velocidad del flujo es
necesario conocer la velocidad en cada punto de la sección normal, la cual se obtiene
mediante diferentes instrumentos diseñados para ese fin, figura 1.20.
La velocidad media puede calcularse una vez que se conoce la distribución de ve-
locidades en la sección. Para esto, se calcula la velocidad media en una sección
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calculando la velocidad media en cada una de las verticales que componen la sección,
figura 1.21.
N
v ij
j 1
vi (1.63)
N
y entonces
M
v i Ai
v i 1 (1.64)
A
Existen formas de cálculo aproximado que permiten estimar este parámetro utilizando
pocas observaciones, y que generalmente son engorrosas. Una de estas formas se basa
en el hecho empírico de que la velocidad puntual en una vertical al 60 % de la profundidad
(0.6y) es aproximadamente igual a la velocidad media en dicha vertical como puede
observarse en la figura 1.20. Otra de las formas consiste en suponer que la velocidad
media en una vertical es el promedio de las velocidades puntuales al 20% y 80% de la
profundidad en dicha vertical (0.2y y 0.8y).
v i v i (0.6y ) (1.65)
v i (0.2y ) v i (0.8y )
vi (1.66)
2
Existen, por otra parte, métodos mucho más refinados para hacer cálculos más precisos,
y una amplia variedad de equipos para llevar a cabo estas mediciones, en las que se
destaca el empleo del láser, el ultrasonido y técnicas basadas en medidores
electromagnéticos.
Capítulo 1 pág. 31
1.11.2 Variación de la velocidad en una sección transversal
Capítulo 1 pág. 32
En la mayoría de los canales el flujo es de características turbulentas. El aparentemente
comportamiento aleatorio del movimiento turbulento lleva a numerosos investigadores a
describirlo en términos estadísticos.
Sobre esta base es conveniente definir la velocidad instantánea en términos de velocidad
promedio en el tiempo más una componente aleatoria.
Sobre los ejes de coordenadas, figura 1.23, la velocidad instantánea es:
v x v x v' x (1.67)
v y v y v' y (1.68)
v z v z v' z (1.69)
⃗
FIGURA 1.23 Ejes coordenados para el tratamiento del vector 𝒗
1
RMS ( v' ) ( v') 2 dt (1.72)
T
0
b) La energía cinética media de la turbulencia por unidad de masa: (ECM).
Capítulo 1 pág. 33
ECM 1
2 (v' x )2 ( v' y )2 ( v' z )2 (1.73)
Capítulo 1 pág. 34
FIGURA 1.24 Ley hidrostática de distribución de presiones en canal es de poca
pendiente
Esta afectación al valor de la carga presión debe aplicarse a canales con pendientes
mayores de 0.1; en canales de pendiente más suave no vale la pena entrar en esos
refinamientos de cálculo.
En los canales de pendiente fuerte y con curvatura en la sección longitudinal , figura
1.27, deben aplicarse ambas correcciones.
v2
hC y cos2 y cos2 (1.79)
gr
Capítulo 1 pág. 36
1.13 Breve introducción a la modelación matemática y física de
los problemas en conducciones libres.
Para la solución numérica de los problemas de la hidráulica de canales se tiene como base
fundamental los tres principios derivados de la física:
Conservación de la masa
Conservación de la energía.
Impulso–cantidad de movimiento: conservación del momentum.
Además de lo anterior, se cuenta con una amplia gama de ecuaciones obtenidas como
resultados de la observación y la medición de experimentos de laboratorio y en proceso de
la vida real, con lo cual, los modelos matemáticos pueden ser preparados para solucionar
muchos de los problemas que se presentan cotidianamente.
No obstante, la modelación matemática de un problema requiere de dos etapas, posteriores
al planteamiento matemático de la solución y su programación, estas son: la calibración del
modelo y su verificación, con bases de datos reales del problema específico a resolver y
esto, en algunos casos, complica la aplicación satisfactoria del modelo matemático
desarrollado, figura 1.28.
En la mayoría de los casos los caudales de circulación o la posición de la superficie libre
son los parámetros a obtener mediante la modelación matemática, mientras que las
características del factor n de Manning, C de Chezy u otro similar que cuantifique el efecto
de retardo del material que cubre el perímetro sobre el transito del flujo, será el factor que
con más frecuencia se calibra a partir de bases de datos reales.
Para la modelación matemática de las conducciones libres es necesario conocer con
exactitud:
― las características planimétricas y altimétricas de la conducción (secciones, perfiles),
― las características del material que recubre todo el perímetro mojado y las llanuras
aledañas si se requieren estudios de erosión y transporte de sedimentos.
― las condiciones de borde a lo largo de la conducción,
― las condiciones iniciales de las que partirá la modelación,
― la calidad del agua que se transporta
― las profundidades que definen la superficie libre a lo largo de la conducción o los
caudales entrantes y salientes a lo largo del tramo de conducción estudiado.
Otros parámetros serán necesarios en estudios específicos, pero los anteriores son
prioritarios en la mayoría de los casos.
Capítulo 1 pág. 37
FIGURA 1.28 Pantallas de programas para la modelación matemática de las
conducciones libres
Pese a los avances de las investigaciones en este campo aún no son suficientes los
estudios experimentales, ni los resultados de las mediciones de campo y alguno de los
problemas en conducciones libres, más que en otras ramas de la hidráulica, deben ser
reproducidos en laboratorio, a escala reducida, para su estudio y adecuación del modelo
matemático a las condiciones reales de comportamiento del objeto de estudio, o para
complementar el estudio previo realizado numéricamente.
De esta forma, problemas asociados a grandes caudales y problemas relacionados con el
transporte y la erosión, los flujos curvilíneos, el régimen impermanente, los fenómenos de
dispersión y difusión, los canales no prismáticos y otros muchos deben ser modelados física
y matemáticamente.
Capítulo 1 pág. 38
En un modelo físico, figura 1.29, deben cumplirse dos criterios:
Modelo y prototipo serán geométricamente similares.
Modelo y prototipo serán dinámicamente similares.
Los requerimientos de similitud geométrica establecen una relación de escala de longitudes
entre modelo y prototipo.
Los de similitud dinámica requieren que ambos, modelo y prototipo, tengan patrones
similares de flujo. O sea, que las fuerzas que actúen sobre cada elemento del fluido estén
en la misma proporción.
Una aproximación al desarrollo de parámetros apropiados que aseguren la similaridad
dinámica es el escalado de las ecuaciones gobernantes.
La igualdad del número de Froude requiere que:
vM vp
(1.80)
gML M gp L p
v R gRL R (1.81)
Capítulo 1 pág. 39
FIGURA 1.29 Modelo físico, a escala reducida, de los apoyos de un puente
Tiempo: TR L R v R1 L R2
1
(1.89)
Capítulo 1 pág. 40
Presión: pr FRLR2 RLR (1.91)
En el caso del flujo estratificado el modelo se hará en función del número de Froude
densimétrico (NFD).
v
NFD (1.92)
gL
donde,
es la diferencia entre las densidades de las capas.
L es usualmente la profundidad del flujo de la capa inferior, figura 1.17.
Entonces puede escribirse:
v
NFD (1.93)
gy 1
Capítulo 1 pág. 41