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CAPITULO 1

INTRODUCCION A LAS CONDUCCIONES LIBRES

Las conducciones libres han sido a través de la historia de la humanidad la forma más usual
para conducir el agua. El solo efecto de la gravedad hace que la masa de agua se mueva
de un nivel a otro permitiendo así a las antiguas civilizaciones crear grandes sistemas de
abasto, que hoy en día aún nos maravillan por la ingeniosidad de sus constructores. En
Cuba, por solo citar tres casos, la Zanja Real, el Acueducto Albear y los sistemas de riego
del Mayabeque, son ejemplos elocuentes del dominio del agua que se tenía desde épocas
remotas. Ejemplos de una obra cubana, terminada recientemente, aparece en la figura 1.1.
Otras obras cubanas de importancia aparecen en la figura 1.2.

FIGURA 1.1 Dos tramos de uno de los canales trasvases de las provincias
orientales cubanas, unidos por el Sifón de Sojo.

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En este primer capítulo se presentan las características generales del estudio de las
conducciones libres con el objetivo de adentrar al lector en algunas de las cuestiones
básicas, que más adelante se aplicarán.

FIGURA 1.2 Salida al canal Pedroso-Güira y vista interior del canal de Albear

1.1. Clasificación de las conducciones libres.


Numerosos son los criterios de clasificación de las conducciones libres. Las dadas por León
y Estopiñan (1986), son:
 Según su naturaleza.
— Conducción artificial: la formada por la mano del hombre y pueden ser
indistintamente de sección transversal abierta o cerrada, figura 1.3.

FIGURA 1.3 Imagen y esquema de una sección trapecial de una conducción


libre artificial

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— Conducción natural: la formada por procesos de la naturaleza. En el caso de
conducciones naturales, que no han sido modificadas sustancialmente por la mano
del hombre, pueden ser de sección transversal abierta (ríos, arroyos,....) o de sección
transversal cerrada (túneles naturales, cavernas subterráneas, ....). Las secciones
son normalmente irregulares, figura 1.4, de rugosidad variable a lo largo de su
perímetro y su estudio tiene una gran importancia tanto para la hidráulica, como para
la hidrología.

FIGURA 1.4 Dos ejemplos de conducciones libres naturales: una sección del río
Bayamo y un tramo de un afluente del río Zaza.

 Según su objetivo.
— para riego
— para drenaje
— para trasvasar agua entre dos puntos
— para recolectar aguas con diferentes fines
— para abasto en general
— para navegación
 Según su tamaño.
— Pequeñas (si Q<0,5 m3/s y/o y<0,6 m)
— Medianas (si 0,5Q<3,0 m3/s y/o 0,6y<1,2 m)
— Grandes (si 3,0Q<10,0 m3/s y/o 1,2y<1,6 m)
— Muy grandes (si Q>10,0 m3/s y/o y>1,6 m)
 Según la variabilidad de forma y trazado.
— Prismáticas: si la sección en forma o dimensiones y el perfil del fondo no
varían en el tramo analizado.

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— No prismáticas: si algunos de los parámetros anteriores varían.
 Según su categoría
— Magistrales: si son canales muy grandes que conducen todo el caudal del
sistema.
— Principales: si son canales grandes, medianos o pequeños que conducen todo
el caudal del sistema.
— Secundarios: canales que se derivan o tributan a los principales.
— Terciarios: canales que se derivan o tributan a los secundarios.
— Temporales: canales que se construyen por un corto periodo de tiempo,
normalmente de la época de siembra hasta la recolección o en épocas del año
de intensas lluvias.
Existen numerosas clasificaciones más, que varían de acuerdo al autor que las proponga
y a los fines que persiga, pero en definitiva todas, con uno u otro criterio, tratan de subdividir
estas conducciones tal que el lenguaje técnico al describirlas sea suficientemente explícito
a la vez que sencillo.

1.2. Definiciones generales.


A continuación, se presentan algunos parámetros y formas esquemáticas de
representación, en el caso de las conducciones libres, que deben definirse por están
asociados a la sección transversal o al perfil de la conducción y que estarán presentes en
todos y cada uno de los análisis que se realicen en este tipo de conducción.

1.2.1 Representación de la sección transversal y el perfil longitudinal.

En el estudio de las conducciones libres, naturales o artificiales, las variables que entran en
el estudio son representadas, de forma esquemática: en la sección transversal de la
conducción y en su perfil longitudinal por el eje del trazado en planta de la conducción. En
el perfil se representa, figura 1.5, el fondo de la conducción, la superficie del agua, la
intersección canal-terreno, la rasante de los diques y las bermas (si existen) y el perfil
esquemático de las obras que existan en el tramo de estudio. En él se representa la
profundidad de circulación, la pendiente o las cotas del fondo y cualquier otro detalle de
interés.

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FIGURA 1.5 Representación esquemática de un tramo del perfil de un canal.

En la sección transversal del tramo en estudio se representa: su forma geométrica, sus


dimensiones, o sus cotas (x, z) si es irregular y la profundidad de circulación. Además
pueden representarse: la geometría y dimensiones de los diques, caminos y bermas (si
existen) y cualquier detalle de importancia, figura 1.6.

FIGURA 1.6 Representación de la sección transversal.

Existen dos formas tradicionales de representar la sección transversal de un canal: la


sección vertical y la sección normal. La sección vertical o simplemente sección, figura 1.7,
es la contenida en un plano vertical. La sección normal es una sección contenida en un
plano normal al vector velocidad media que pasa por el punto donde se cruzan la sección
vertical y el fondo de la conducción. Los niveles de agua se denominan:
y: profundidad de circulación, si se mide en la sección vertical.
d: tirante de circulación, si se mide en la sección normal.
Variables geométricas de la sección.
En la representación en la sección transversal se definen un grupo de variables geométricas
que entran en los cálculos hidráulicos de cualquier conducción.

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FIGURA 1.7 Representación de las dos secciones de un canal

 Variables básicas: las que definen la geometría, figura 1.6.


b: ancho del fondo del canal principal [unidades de longitud]
m: inclinación del talud [tanto por uno]
d: diámetro del conducto si es circular [unidades de longitud]
r: radio del conducto si es circular [unidades de longitud]
x, z: coordenadas de las secciones irregulares [unidades de longitud]
 Variables asociadas: son las que dependen de la geometría, de las básicas y de la
profundidad o del tirante.
A: área mojada por debajo de la superficie libre [unidades de longitud al cuadrado]
P: perímetro mojado por debajo de la superficie libre [unidades de longitud]
T: ancho de la superficie libre [unidades de longitud]
R: radio hidráulico (igual a A/P) [unidades de longitud]
D: profundidad hidráulica (igual a A/T) [unidades de longitud]

1.2.2 Cálculo de A, P y T en secciones de geometría simple.

En las secciones transversales de geometrías simples conocidas, el cálculo de A, P y T es


muy sencillo ya que existen fórmulas al respecto, tabla 1.1 y figura (1.8), derivadas de la
geometría plana. La obtención de las variables A, P y T posibilitan obtener las otras dos
variables: R y D necesarias para los cálculos iniciales en las conducciones libres.

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Tabla 1.1 Parámetros geométricos de las secciones de uso más frecuente

RECTANGULAR TRAPECIAL TRIANGULAR PARABOLICA CIRCULAR

1
(  sen  )d 2
2 8
A by by  my2 my2 Ty
3 𝑑 − 2𝑦
𝜃 = 2 𝐴𝑟𝑐 cos ( )
𝑑

4𝑦
𝑢=
𝑇
P b  2y b  2y 1  m2 2y 1  m2 𝑇 𝐿𝑛(𝑢 + √1 + 𝑢2 ) 0,5 d
𝑃= [√1 + 𝑢2 + ]
2 𝑢

2 y (d  y )
3A
T b b  2my 2my o
2y 𝜃
𝑠𝑒𝑛 ( ) 𝑑
2

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Tabla 1.1 Parámetros geométrico de las secciones de uso más frecuente (continuación)
RECTANGULAR
TRIANGULAR CON ARISTAS TRAPECIAL CON ARISTAS
CON ARISTAS
REDONDEADAS REDONDEADAS
REDONDEADAS

  2 𝑇2 𝑟2 𝑇2 𝑟2
A   2r  b  2r y −1
− [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 (𝑚)] (𝑏 + 2𝑟)𝑦 + − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)]
2  4𝑚 𝑚 4𝑚 𝑚
𝑇 2𝑟 𝑇 2𝑟
P   2r  b  2y √1 + 𝑚2 − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)] 𝑏 + √1 + 𝑚2 − [1 − 𝑚 ∗ 𝑐𝑜𝑡 −1 (𝑚)]
𝑚 𝑚 𝑚 𝑚

T b  2r 2 [𝑚(𝑦 − 𝑟) + 𝑟√1 + 𝑚2 ] 𝑏 + 2 [𝑚(𝑦 − 𝑟) + 𝑟√1 + 𝑚2 ]

SECCION U SECCIÓN PORTAL


yr ;  y>r y≤h y>h

1 r 2  − 𝑠𝑒𝑛( ) 𝜋
A (  sen )d 2  d y  r  𝑑𝑦 𝑑ℎ + ( − ) 𝑑2
8 2 8 8

P 0,5 𝜃 𝑑 r  2y  r  𝑑 + 2𝑦 (𝑑 + 2ℎ) + 0,5 (𝜃 − 𝜋) 𝑑

T 2 y (d  y ) 2r  d 2𝑟 = 𝑑 2√𝑟 2 − (𝑦 − ℎ)2

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FIGURA 1.8 Geometrías de referencia para la Tabla 1.1

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1.2.3 Cálculo de A, P y T en las secciones compuestas y naturales.

Las secciones compuestas son muy usuales en el caso de tener conducir grandes rangos
de caudales, mientras que las secciones naturales están presentes en todos los análisis
hidrológicos e hidráulicos de ríos y valles de inundación.
En el caso de las secciones de geometría compuesta, figura 1.9, una de las formas en que
el cálculo de A, P y T puede realizarse es subdividiendo la sección en subsecciones de
figuras geométricas conocidas y en algunos casos, esta subdivisión responderá a criterios
hidráulicos para facilitar los cálculos futuros. En estas secciones y en secciones naturales
con una clara definición entre el cauce principal y las zonas ubicadas en cotas superiores
con geometrías diferentes, el cálculo de A, P y T puede presentar saltos bruscos al pasar
la profundidad de una geometría a otra, esto tendrá consecuencias importantes en la
solución de los problemas relacionados a estas secciones.

FIGURA 1.9 Subdivisión de una sección natural

La solución clásica, figura 1.9, que parte de la definición de la sección: (xi, zi); i=1→n, como
un contorno discreto, es subdividir esta en subsecciones conocidas (triangulares y
trapeciales) y calcular entonces:
n
A   Ai (1.1)
i 1

n
P   Pi (1.2)
i 1

n
T  Ti (1.3)
i 1

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Una solución propuesta por D.D. Franz (1982), figura 1.10, plantea las siguientes
ecuaciones de cálculo para el área, el ancho superficial y la posición del centroide del área
mojada.
y
A   T d (1.4)
0

z A   y   T d   A d
y y
(1.5)
0 0

I   y   2T d  2 zA d
y y
(1.6)
0 0

donde:
 es una falsa variable de integración
T es el ancho superficial a una distancia 
z es la distancia del fondo de la sección al centroide del área
I es el segundo momento del área
Franz define la interpolación de los valores buscando sobre tablas preparadas al efecto de
T y A como funciones de y, tal que:
yi  y  yi + 1 para i = 0, 1, 2, ..., n –1, n+1.

FIGURA 1.10 Figura de referencia para las fórmulas de Franz

Entonces para interpolar se empleará:


y  yi
Ty  Ti  (Ti 1  Ti ) (1.7)
y i 1  y i
1
Ay  Ai  ( y  y i )(Ty  Ti ) (1.8)
2
1 1
z A  zAi  ( y  y i )( Ay  Ai )  ( y  y i )2 (Ty  Ti ) (1.9)
2 12


I y  Ii  y  y i  yAy  yAi   16 y  y i 2 Ay  Ai  (1.10)

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Los valores interpolados tendrán tanta exactitud como lo tenga el cálculo de T, ya que los
otros valores son exactos.

1.3 Primer criterio de clasificación del flujo: tiempo-espacio.


El nivel del agua en una conducción libre puede variar respecto al tiempo y al espacio. Si
denominamos y a la profundidad de circulación del agua en una sección de una conducción
libre, se puede escribir que,
y  f (t, x ) (1.11)
El primer criterio de clasificación del flujo en una conducción libre es el de: tiempo-espacio.
 Criterio de tiempo, figura 1.11.
dy
 Si  0 el régimen se clasifica como permanente.
dt
dy
 Si  0 el régimen se clasifica como impermanente.
dt
 Criterio de espacio, figura 1.11.
dy
 Si  0 el régimen se clasifica como uniforme.
dx
dy
 Si  0 el régimen se clasifica como variado.
dx
— gradualmente variado si el cambio es lento.
— rápidamente variado si el cambio es brusco.

FIGURA 1.11 Esquema de diferentes alternativas de clasificación.

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1.4 Las ecuaciones de la física clásica en la hidráulica.
Se analiza brevemente las dos ecuaciones más empleadas para los análisis relacionados
con las conducciones libres.

1.4.1. Conservación de masas.

Independiente de cualquier estado (laminar o turbulento) el fluido debe satisfacer la


ecuación de conservación de masa (ecuación de continuidad).
Tanto para el flujo permanente como impermanente en una sección de canal se cumple
que:
Q=vA (1.12)
donde:
v es la velocidad media de la sección normal.
A es el área de la sección.
Q es el gasto.
En los flujos permanentes en un canal, sin entradas ni salidas laterales, se cumple que:
v1.A1 = v2.A2 = ... = vn.An (1.13)
en este caso se dice que el flujo es continuo y la ecuación que gobierna al flujo desde el
aspecto de conservación de la masa se denomina ecuación de continuidad.
Este concepto es aplicable a tramos con entradas o salidas, en los cuales se dice que el
flujo es discontinuo, agregándose en la ecuación el valor de estos aportes, tomando la
ecuación la siguiente forma, por ejemplo,
Q 1 = Q2 + Q3
o sea: A1.v1 = A2.v2 + A3.v3. En el caso anterior el gasto de Q1 se ramifica en Q2 y Q3.

1.4.2 Ecuaciones de movimiento.

Basando el análisis en la segunda ley del movimiento, se tiene:


F = m.a (1.14)
si a ambos lados de la ecuación se integra a lo largo de la longitud de recorrido S paralela
a la dirección de la fuerza y la aceleración, queda,
s2 s2
2 2
 Fds  m  ads  12 m(v2  v1 ) (1.15)
s1 s1

que es la ecuación de la energía, que establece que el trabajo realizado por un cuerpo al
moverse de S1 a S2 es igual a la energía cinética adquirida por el cuerpo.

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La diferencia entre las ecuaciones (1.14) y (1.15) es que mientras la primera es una
ecuación vectorial, la segunda al ser el resultado de un producto vectorial es un escalar, lo
cual establece que la energía es una magnitud escalar.
Si de nuevo se parte de la ecuación (1.14) y se integra respecto al tiempo, queda,
t2 t2

 Fdt  m  adt  m(v 2  v1 ) (1.16)


t1 t1

que es la ecuación de momentum y establece que el impulso (fuerza x tiempo) aplicado a


un cuerpo es igual al cambio de momentum (masa x velocidad) que experimenta el cuerpo.
El multiplicar un vector por un escalar produce otro vector, por lo cual el momentum es una
magnitud vectorial.
Estas ecuaciones son las fundamentales en el estudio del movimiento de un fluido y serán
empleadas para la solución de los problemas de las conducciones libres.
Las tres ecuaciones extraídas de la física clásica unidas a numerosas ecuaciones empíricas
y semiempíricas, desarrolladas, fundamentalmente, a lo largo de los últimos trescientos
años, son hoy la base de la solución de los problemas de la hidráulica de los canales.

1.5 La ecuación de energía aplicada a un fluido en régimen


permanente: Euler y Bernoulli.
Según plantea Henderson (1966), si se aplica la ecuación (1.14) a un elemento de área
unitaria (dA= 1) y que se mueve a lo largo del eje S, figura 1.12, se tiene que,
(p - (p + p/s s)) n .1 +  s . n .1. sen  = m.a, o lo que es lo mismo,
(-/s . s. n +  s . n. sen ) = ( . s. n . as), y a su vez, sen  = - z/s, entonces
queda,
-/s -  z/s = p . as, de donde,
/s (p + z) + .as = 0 (1.17)
que es la conocida ecuación propuesta, en el siglo XVIII, por el matemático suizo Leonardo
Euler y reconocida universalmente como la ecuación de Euler.
Esta ecuación no es rica en aplicaciones como su forma integrada, pero ayuda al
conocimiento del fenómeno básico y sobre todo aclara el alcance y significado de la
ecuación de Bernoulli.
El término ( + z) es llamado carga piezométrica y según la hidrostática es constante en
aguas tranquilas, esto es:
/s (p + z) = 0 (1.18)

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FIGURA 1.12 Definición de las fuerzas sobre un elemento de un fluido.

La presencia de as indica que el agua está en movimiento, la distribución de presiones se


disturba y (p + z) no es constante. Al evaluar el término de as debe notarse que la velocidad
varía simultáneamente en tiempo y espacio.
Según la teoría de la diferenciación parcial se puede escribir,
dv/dt = ds/dt (v/s) + v/t (1.19)
la cual indica la razón de cambio de la velocidad v que aparece frente a los ojos de un
observador que se mueve a lo largo del eje S con una velocidad igual a (ds/dt).
Si se interpreta la derivada dv/dt como la aceleración del fluido, se puede escribir,
as = v v/s + v/t (1.20)
Y si el flujo es irrotacional, entonces, sea o no S en la dirección del movimiento, puede
escribirse,
v v s
as  v  (1.21)
s t
donde v es la resultante de la velocidad y vs es la componente en la dirección S. Los dos
términos de la ecuación se denominan aceleración convectiva y aceleración local,
respectivamente.
Sustituyendo (1.21) en (1.17) se obtiene una ecuación para régimen impermanente que se
escribe así,
 v v
(p  z)  ( v  )0 (1.22)
s s t
Concentrando la atención en el régimen permanente queda,
 v
(p  z)  v 0 (1.23)
s s
que puede ser integrada directamente,
p  z  12 v 2  constante , o lo que es igual,
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p v2
z  H (1.24)
 2g

que es una de las formas alternativas de la ecuación de Bernoulli.


Esta ecuación puede aplicarse a lo largo de una línea de corriente, en un fluido ideal sin
rozamiento, pero la aplicación de la misma en otra dirección exige que el fluido sea
irrotacional.
En canales el flujo irrotacional no se produce en condiciones normales y por consiguiente
la ecuación descrita no debe aplicarse entre distintos puntos de una sección transversal.

1.6 La ecuación de cantidad de movimientos aplicada a un


fluido en régimen permanente.
Considérese, el elemento de fluido de la figura 1.10. Como el momentum y el impulso son
cantidades vectoriales a lo largo de un eje x, ubicado en la horizontal, se tendrá,
Fx dt = mdv (1.25)
que es una forma de escribir la segunda ley de Newton.
Considérese que el área transversal del elemento es dA con un valor diferente a la unidad.
Si dFx representa la fuerza diferencial que actúa sobre el elemento de fluido y  es
constante en un flujo que se comporta como permanente, entonces,
dFx dt = d ( ds dA V)x (1.26)
dividiendo entre dt y multiplicando por ds/ds se obtiene,
dv x
dFx   ds.dQ (1.27)
ds
como dQ es constante a lo largo de un tubo de corriente la integración entre 1 y 2 conduce
a,
Fx =  dQ (vx,2 – vx,1) (1.28)
y aplicando esta última expresión a la sección de un canal, considerada como un gran tubo
de corriente, se obtiene,
Fx =  (vx,2 – vx,1) Q (1.29)
que es la expresión simple de la ecuación de impulso–cantidad de movimiento aplicada a
un fluido.

1.7 Ecuaciones para el régimen impermanente.


El régimen impermanente al variar respecto al tiempo crea una complicación adicional al
formular la ecuación de conservación de la masa y la ecuación del movimiento.
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Barre de Saint Venant, en 1871, desarrolló por vez primera, las ecuaciones que describen
este régimen. Las suposiciones para el desarrollo de estas ecuaciones fueron:
1. flujo unidimensional, la profundidad y la velocidad varían solamente en la dirección
longitudinal del canal. Esto implica que la velocidad es constante en la sección y
que la superficie del agua es horizontal en cualquier sección transversal
perpendicular al eje longitudinal del canal.
2. flujo gradualmente variado de forma tal que la distribución hidrostática de presiones
prevalece y las aceleraciones verticales pueden despreciarse.
3. El eje longitudinal del canal es casi una línea recta.
4. La pendiente del fondo del canal es pequeña y el lecho del canal es de fondo fijo,
es decir los efectos de socavación y deposición son despreciables.
5. Los coeficientes de resistencia para el régimen uniforme turbulento son aplicables
de tal forma que la ecuación de Manning puede emplearse para tales fines.
6. El fluido es incompresible y de densidad constante en el tramo analizado.

1.7.1 Conservación de la masa: ecuación de continuidad.

FIGURA 1.13 Esquema para la solución de la ecuación de continuidad en régimen


impermanente

Considerando la conservación de la masa en un espacio infinitesimal entre dos secciones


de canal, figura 1.13, se tiene que,
 el caudal cambia según Q/x,
 la profundidad según y/t.

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entonces el cambio de volumen en el espacio y en el tiempo será:
[(Q/x) dx dt] (1.30)
y el cambio correspondiente al almacenamiento en un tramo de canal es:
[Tdx (y/t) dt ] (1.31)
o sea,
[dx (A/t) dt] (1.32)
como el fluido es incompresible, el cambio neto del volumen más el cambio del
almacenamiento debe ser cero. Debe tenerse en cuenta que si el gasto de entrada es mayor
que el de salida, entonces (Q/x) es negativo y el almacenamiento positivo y viceversa. Al
final puede plantearse que,
 Q   y 
 dx.dt  Tdx  dt  0
 x   t 
Q y y A
o sea que, T  0 , pero se sabe que: T  , y entonces,
x t t t
Q A
 0 (1.33)
x t
que es la primera forma de presentación de la ecuación de continuidad en forma
conservativa del régimen impermanente.
Para algunos métodos de solución donde se emplean las ecuaciones que modelan el
régimen impermanente se utiliza la forma conservativa en que Q aparece como variable
independiente, mientras que la forma no conservativa de estas ecuaciones es aquella
donde v es la variable independiente.
Como Q = vA en una sección dada, entonces se puede transformar la ecuación en,
vA  A
  0 , o lo que es igual a:
x t
A v A A v y
v A   0 , que a su vez se puede transformar en: v A T  0 , que
x x t x x t
dividiendo entre T queda:
y v y
v D  0 (1.34)
x x t
que es otra de las expresiones muy empleadas de esta ecuación de continuidad ahora
presentada en su forma no conservativa.
Para un canal rectangular de ancho de plato igual a b, la ecuación (1.33) puede
transformarse dividiéndola entre b y quedará:
q y
 0 (1.35)
x t

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Si el canal tiene una descarga lateral q’ (m2/s) la ecuación (1.33) aparecerá expresada así:
Q A
  q'  0 (1.36)
x t

1.7.2 Ecuación dinámica.

Partiendo de la segunda ley de Newton y asumiendo que la pendiente es pequeña, la


distribución de presiones es hidrostática. La diferencia de presiones a lo largo de cualquier
línea horizontal tiene una magnitud igual a ( h) donde h es la diferencia entre las cotas
del agua de las caras aguas arriba y aguas abajo del elemento, figura 1.14.

FIGURA 1.14 Esquema para el desarrollo de la ecuación dinámica

La fuerza total sobre el elemento de ancho b tomando como positiva la dirección agua
abajo, es:
𝐹∆𝑏 = −𝛾 (𝑦∆𝑏)∆ℎ (1.37)
Nótese que, si el régimen fuera uniforme las fuerzas fueran iguales y de sentido contrario,
pero en el caso ejemplificado no solo son diferentes, sino que además, la de aguas arriba
es mayor que la que actúa desde aguas abajo.
Las fuerzas actuantes sobre el elemento, considerando toda la sección de área A, arroja
como resultado:
𝐹𝐴 = −𝐴 ℎ (1.38)
La fuerza resistente dada por los esfuerzos a lo largo del perímetro mojado de la sección
en el tramo de longitud x y que actúa en dirección contraria a la dirección del flujo, es
igual a,
𝐹𝑅 = 0 𝑃 𝑥 (1.39)
donde (P x) es el área de actuación de 0.
Estas dos fuerzas no son en realidad paralelas, pero puede asumirse así y entonces la
fuerza neta en la dirección del flujo es:

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∑ 𝐹 = 𝐹𝐴 + 𝐹𝑅 = −𝐴 ℎ − 0 𝑃 𝑥 (1.40)
por tanto, la ecuación de movimiento de Newton quedará,
-A h - 0 P x = ma, que puede descomponerse en:
v v
-A h - 0 P x = (A x) (v  ) y al despejar 0 quedará:
x t

 v v 
Ax v    Ah
 x t   v v  h
 0   R v    R
Px  x t  x

 h v v 1 v 
 0   R    (1.41)
 x g x g t 
La ecuación de energía puede expresarse así,

v2
Hh y si se deriva respecto a x se tendrá,
2g

H   v 2  h v v
 h   
x x  2g  x g x
(1.42)

entonces la ecuación (1.41) queda,


 H 1 v 
 0   R   (1.43)
 x g t 
Pero también puede escribirse de acuerdo a las hipótesis del régimen variado y empleando
la ecuación de Chezy, que,
0
Sf  (1.44)
R
 H 1 v 
por tanto podrá escribirse que: S f    
 x g t 
que una vez reubicados los términos queda,
H 1 v
  Sf  0 (1.45)
x g t
que puede escribirse así,
SE + SA +Sf = 0 (1.46)
donde,
SE es la pendiente de la rasante de energía,
SA es la pendiente de la aceleración,
Sf es la pendiente friccional.

Capítulo 1 pág. 20
En el régimen permanente el gradiente H/x es igual y de signo contrario a la pendiente
de la rasante de energía, de hecho esta es su definición. En el régimen impermanente hay
dos definiciones independientes y una viene dada por la ecuación (1.42) y la otra por la
(1.44).
Como H = z + y +v2/2g el término H/x puede reescribirse así,
H  z y  v v y v v
    S 0  
x  x x  g x x g x

que ordenando convenientemente y sustituyendo H/x por la ecuación (1.45), se convierte


en:
H y v v
  S0   0
x x g x

y v v 1 v
 S0     S f  0 , o lo que es igual,
x g x g t

y v v 1 v
S f  S0    (1.47)
x g x g t
ecuación que describe al régimen impermanente y variado, en su forma no conservativa,
tal como la plantea Henderson (1966).
En la ecuación (1.47) el significado de cada agrupación de términos es:

S f  S0  régimen uniforme y permanente


y v v
S f  S0    régimen variado y permanente
x g x
La forma conservativa de la ecuación (1.47) es,


1 Q


1  Q 2 / A v

  S0  S f (1.48)
gA t gA x x

Chow (1959) llega al mismo resultado, que a su vez fue propuesto por Saint Venant, pero
empleando la ecuación de energía de otra forma.
Otras formas de la ecuación dinámica o de momentum para este régimen lo son:
forma conservativa.

1 Q 1   Q 2  y
    g  g(S 0  S f )  0 (1.49)
A t A x  A 
 x

donde la interpretación física de los términos que gobiernan el flujo en la ecuación de


momentum es:

Capítulo 1 pág. 21
Aceleración local, la cual describe el
1 Q
cambio de momentum debido al cambio de
A t
la velocidad con el tiempo.
aceleración convectiva, que describe el
1   Q2 
  cambio de momentum debido al cambio de
A x  A 
la velocidad a lo largo del canal.
y fuerza de presión, proporcional al cambio
g
x de la profundidad.
es la diferencia entre fuerza gravitacional y
fuerza de fricción, proporcionales a la
g(S0  S f )
pendiente del fondo y a la pendiente de
fricción respectivamente.
forma no conservativa para un elemento de ancho unitario.
v v y
v  g  g(S 0  S f )  0 (1.50)
t x x
los términos, de esta forma de la ecuación, se interpretan así,
Onda cinemática. Es el modelo
más simple, las fuerzas
g(S 0  S f )  0
gravitacionales y de fricción se
balancean unas a otras.
Onda de difusión. Es un modelo
y incompleto que incorpora al
g  g(S 0  S f )  0
x modelo anterior el término de
presión.

El modelo completo que representa la ecuación (1.49), (1.50) u otra, modelo de onda
dinámica, junto a la ecuación de continuidad, en cualquiera de sus formas (1.33), (1.34), u
otra de sus transformaciones; es el conjunto de ecuaciones que es capaz de representar
con fidelidad el régimen impermanente variado.
Los modelos alternativos más simples, formados por las variantes de la ecuación dinámica
y la ecuación de continuidad, se emplean en casos particulares, en que no es necesario
tener en cuenta todos los términos de la onda dinámica.
Los efectos tales como el de remanso, que implican una transmisión de información hacia
aguas arriba, necesitan la onda dinámica para poder modelar el fenómeno, mientras que

Capítulo 1 pág. 22
casos del régimen supercrítico con propagación aguas abajo, se modelan muy bien con la
onda cinemática.

1.8 Segundo criterio de clasificación: fuerzas dominantes.


El segundo criterio de clasificación está en dependencia de la relación entre las fuerzas:
viscosidad, densidad y gravedad, de una masa de fluido.

1.8.1 Efectos de la viscosidad.

La relación entre las fuerzas de inercia y viscosidad se representa por el número


adimensional propuesto por Reynolds:
v 2
FI vL
NR   L  (1.51)
FV v 
2
L
donde: v está expresada en m/s,
 está expresada en m2 /s,
L es una longitud característica expresada en m.

FIGURA 1.15 Resultados para canales lisos expresados gráficamente de forma


simple respecto a los originales expuestos por Chow (1959).

Capítulo 1 pág. 23
De acuerdo a esta clasificación el flujo será laminar, transicional o turbulento, de acuerdo a
los límites que aparecen en la tabla 1.2.

TABLA 1.2 Límites de clasificación respecto al Número de Reynolds (NR)


Tuberías Clasificación Canales
NR  500 laminar NR  500
500<NR  12 500 transicional 500<NR  2 000
NR  12 500 turbulento NR  2 000

Estos tipos de flujo pueden expresarse gráficamente en función del número de Reynolds y
el factor de fricción, conocido usualmente como el diagrama de Stanton (1914), que fue
desarrollado para el flujo en tuberías. Utilizando el factor de fricción f de la fórmula de Darcy-
Weibach, se puede escribir,
d0 2g
f hf (1.52)
Lv 2
si se sustituye d0 = 4R y hf/L  Se = S, entonces:
8gRS
f (1.53)
v2
que puede aplicarse al flujo uniforme en canales.
Numerosos experimentos de la relación f-NR en canales realizados por la Universidad
Illinois y Minnesota proveen un diagrama para definir la ocurrencia de uno u otro estado
del flujo, figuras 1.15 y 1.16. En el caso de los canales con superficie lisa se pueden obtener
las siguientes conclusiones:
— El régimen transicional no esta tan bien definido como en tuberías y se acepta
entre 500 y 2000.
— Los datos de la región laminar conducen a la siguiente relación,
k
f (1.54)
NR
donde:
8gR 2 S
k (1.55)
v
Como v y R tienen valores específicos para una geometría de canal dada, k es un factor
dependiente solo de la sección transversal del canal.

Capítulo 1 pág. 24
FIGURA 1.16 Resultados para canales rugosos dados por Chow (1959).

— Para flujo laminar en canales lisos el valor de k puede hallarse teóricamente en el


diagrama f – NR, k  24 para secciones rectangulares y k  14 en triangulares.
Los datos del flujo turbulento en canales lisos coinciden con la ley de distribución en
el caso de tuberías lisas y demuestran además que la sección no tiene un papel
significativo.
En el caso de canales rugosos, figura 1.16, los datos recolectados en la Universidad de
Minnesota y los colectados por Kirchmer, Eissner, Kozeny y otros muestran otro
comportamiento:
— En la región laminar f  k / NR sigue siendo válida sólo que k es más alto que en
canales lisos (60 a 33) indicando la influencia de la rugosidad en el factor de fricción.
— En la región turbulenta la geometría de la sección tiene un pronunciado efecto en f.
Para un grado de rugosidad constante f decrece si la sección es rectangular,
triangular, trapecial y circular. Esto lo explican Prandtl y Kirschmer por la aparición
del flujo secundario.

Capítulo 1 pág. 25
— En la región turbulenta muchos puntos aparecen en tendencias paralelas a la curva
de Prandtl – Von Karman.
— Cuando NR es muy alto, las curvas tienden a la horizontal llegando al estado
denominado turbulencia total. Entonces f es independiente de NR y sólo es función
de f = f (rugosidad, R y geometría).
En muchos canales el flujo laminar nunca ocurre, si la superficie del agua aparece suave y
lisa a un observador no necesariamente indica que el flujo sea laminar, probable es que la
velocidad superficial sea más baja que la requerida para que se formen ondas superficiales.

1.8.2 Efecto de la gravedad.

La relación entre inercia y gravedad se cuantifica con el número de Froude (NF).


v 2
FI L v2
  (1.56)
FG  gL
en este caso,

FI v2 v
NF    (1.57)
FG gL gL

donde:
v en m/s
g en m2/s
L longitud característica en m.
 Cuando NF=1 hay equilibrio entre FI y FG y se dice que el flujo es crítico.
 Cuando NF1 hay predominio de la FG y se denomina subcrítico.
 Cuando NF1 hay predominio de la FI y se denomina supercrítico.
El denominador del NF es la celeridad (c) de una onda elemental gravitacional moviéndose
en aguas poco profundas. Para este caso, figura 1.17, una onda impermanente es creada
por el movimiento de la pared y el observador ve su traslado de izquierda a derecha.

FIGURA 1.17 Esquema de la generación de una onda de gravedad.

Capítulo 1 pág. 26
En la figura de la derecha, el observador se mueve de izquierda a derecha a velocidad igual
a c y por tanto respecto a ese sistema de coordenadas las velocidades cambian y el flujo
se hace permanente.
Si se aplica la ecuación de Continuidad para flujo permanente y unidimensional se tiene,
cy = (y + y) (c - v) (1.58)
simplificando:
v
cy (1.59)
y
Según el principio de momentum para flujo permanente unidimensional, se tiene que:
 FEXTERNAS =  momentum
que aplicándolo al caso de estudio se obtiene lo siguiente,

y  ( y  y ) 2  cy(c  v )  c 
1 2 1
2 2
o sea que:
v g
 (1.60)
y c

sustituyendo (1.59) en (1.60), queda c  gy / c , o sea,

c  gy (1.61)

Si asumimos que D  y lo cual es especialmente cierto en canales anchos, entonces la


celeridad de una onda de gravedad es igual al denominador del número de Froude. Esta
ocurrencia es especialmente importante para el conocimiento e interpretación de los flujos
subcríticos y supercríticos.
Otros números adimensionales utilizados para propósitos similares son:
v2
Factor cinético: NF 2  (Rehbock 1919, Bakhmeteff 1932)
gL

número de Boussinesq: B  v (Engel 1933)


2gR
2
Razón velocidad – carga: k  v 2gL (Stevens 1944, Posey 1944)

1.9 Invariante en el estudio de las conducciones libres.


En la clasificación del flujo en canales, en función del espacio y del tiempo, surgen cuatro
alternativas de flujo. De ellas la prácticamente improbable es el uniforme impermanente,
mientras que las otras tres están presentes en muchas conducciones libres, a veces
dominando toda la conducción, a veces estableciéndose transitoriamente en un tramo.

Capítulo 1 pág. 27
El estudio y cálculo del régimen permanente y uniforme y del régimen variado, permanente
o impermanente, presenta una característica peculiar, un rasgo distintivo y es la invariante
de estos regímenes de flujo. Aquello que se presenta en todos y que representa el objetivo
esencial del cálculo: la superficie del flujo.
Esto es, cuando se conozca la superficie del flujo cualitativa y cuantitativamente el problema
que se enfrenta estará resuelto.
De ella dependen las otras variables y hacia ella van dirigidos todos los cálculos. Aún en
aquellos casos particulares, como las transiciones en régimen subcrítico, donde el final de
uno de los posibles procedimientos de cálculo son las cotas del perfil del fondo, la definición
de la superficie del flujo es de vital importancia para conseguir el objetivo final.
Por esta razón las estrategias para el cálculo y los algoritmos específicos para su desarrollo
irán dirigidos a:
 calcular la profundidad normal si el régimen es uniforme.
 calcular las profundidades de circulación en cada sección si el régimen es variado
permanente.
 calcular las profundidades de circulación y la velocidad en cada sección o el gasto,
si el régimen es variado impermanente.
Conocido lo anterior el problema en cuestión estará resuelto, o, si es un diseño de la
conducción, o de una obra, o una comprobación de operación estará en vías de segura
solución.

1.10 Comunicación: subcrítico y supercrítico.


En el caso de NF1 la velocidad del flujo es menor que la celeridad de una onda de
gravedad. Por tanto, la onda puede propagarse aguas arriba y las áreas aguas arriba están
comunicadas con las de aguas abajo. Este criterio de comunicación diferencia el subcrítico
del supercrítico.
El análisis del fenómeno físico de la propagación da los siguientes esquemas, figura 1.18,
posibles:
a) Propagación en aguas tranquilas.
b) Propagación en flujo subcrítico.
c) Propagación en flujo crítico.
d) Propagación en flujo supercrítico.
En el caso del flujo supercrítico el valor de  es:
c 1
sen   (1.62)
v NF
Capítulo 1 pág. 28
FIGURA 1.18 Casos de propagación

La celeridad c debe ser distinguida de la velocidad absoluta de la onda (v  c). La celeridad


es la velocidad de la onda relativa a la velocidad del flujo.

1.11 La velocidad en las conducciones libres.


La Energía del flujo en una sección transversal de una conducción libre está compuesta
de la suma de tres términos:
― la carga de posición del fondo de la sección respecto a un plano de referencia,
normalmente horizontal,
― la carga a presión,
― la carga a velocidad.
El primer término se limita a la cota de posición de la sección y en él no intervienen
factores del fluido que circula. El segundo, en el caso de las conducciones libres, está
relacionado con la profundidad de circulación y de él y sus posibles variantes, se tratará
más adelante en este capítulo.
El tercer término está relacionado con la velocidad media de circulación en la sección
específica de que se trate, y es justamente de sus características y su cálculo el tema que
se tratará a continuación.
Capítulo 1 pág. 29
En la sección normal de una conducción libre la velocidad no es uniforme, figura 1.19, en
cada punto el vector velocidad es diferente y por tanto la energía y el momentum de dicha
distribución no uniforme de velocidades difieren cuantitativamente de los que produciría
una distribución uniforme.

FIGURA 1.19 Distribución de velocidades en la sección

Para determinar las propiedades hidráulicas relacionadas con la velocidad del flujo es
necesario conocer la velocidad en cada punto de la sección normal, la cual se obtiene
mediante diferentes instrumentos diseñados para ese fin, figura 1.20.

FIGURA 1.20 Molinetes para medir velocidades

1.11.1 Calculo de la velocidad media

La velocidad media puede calcularse una vez que se conoce la distribución de ve-
locidades en la sección. Para esto, se calcula la velocidad media en una sección

Capítulo 1 pág. 30
calculando la velocidad media en cada una de las verticales que componen la sección,
figura 1.21.

FIGURA 1.21 MEDICION DE LA VELOCIDAD EN UNA VERTICAL

N
 v ij
j 1
vi  (1.63)
N
y entonces
M
 v i  Ai
v i 1 (1.64)
A
Existen formas de cálculo aproximado que permiten estimar este parámetro utilizando
pocas observaciones, y que generalmente son engorrosas. Una de estas formas se basa
en el hecho empírico de que la velocidad puntual en una vertical al 60 % de la profundidad
(0.6y) es aproximadamente igual a la velocidad media en dicha vertical como puede
observarse en la figura 1.20. Otra de las formas consiste en suponer que la velocidad
media en una vertical es el promedio de las velocidades puntuales al 20% y 80% de la
profundidad en dicha vertical (0.2y y 0.8y).
v i  v i (0.6y ) (1.65)

v i (0.2y )  v i (0.8y )
vi  (1.66)
2
Existen, por otra parte, métodos mucho más refinados para hacer cálculos más precisos,
y una amplia variedad de equipos para llevar a cabo estas mediciones, en las que se
destaca el empleo del láser, el ultrasonido y técnicas basadas en medidores
electromagnéticos.

Capítulo 1 pág. 31
1.11.2 Variación de la velocidad en una sección transversal

Las velocidades en una conducción libre no están uniformemente distribuidas en su


sección, debido a la presencia de una superficie libre y a la fricción que se produce entre
el agua y las paredes de la conducción; además, influyen la pendiente del canal y las
variaciones de sección, de pendiente y de dirección.
La máxima velocidad se desarrolla entre el 5 y el 25 % de la profundidad de circulación y
mientras más ancho es el canal más próximo a la superficie tiene lugar esta velocidad
máxima.
En la figura 1.22 se muestra una sección transversal en la cual están dibujadas las
isovelas correspondientes a un gasto determinado.

FIGURA 1.22 Ejemplo de isovelas en secciones transversales

La rugosidad de las paredes de la conducción afecta la distribución de la velocidad; a


medida que un canal es más rugoso, a mayor profundidad se encuentra la velocidad
máxima y menor es su valor.
La variación de dirección de un canal ocasiona el surgimiento de corrientes secun -
darias, que imprimen un movimiento de rotación al agua, debido a la componente de
la velocidad tangencial al plano de la sección transversal.

Capítulo 1 pág. 32
En la mayoría de los canales el flujo es de características turbulentas. El aparentemente
comportamiento aleatorio del movimiento turbulento lleva a numerosos investigadores a
describirlo en términos estadísticos.
Sobre esta base es conveniente definir la velocidad instantánea en términos de velocidad
promedio en el tiempo más una componente aleatoria.
Sobre los ejes de coordenadas, figura 1.23, la velocidad instantánea es:
v x  v x  v' x (1.67)
v y  v y  v' y (1.68)

v z  v z  v' z (1.69)

donde v es la velocidad promedio en el espacio para un instante de tiempo dado.


FIGURA 1.23 Ejes coordenados para el tratamiento del vector 𝒗

La velocidad promedio en el espacio viene dada por:


1
v
A  vdA
A
(1.70)

y las fluctuaciones turbulentas aleatorias de la velocidad en término de promedio de tiempo


son:
T
 1
v 
T 
v'dt
0
(1.71)

Los parámetros estadísticos de interés para cuantificar las fluctuaciones de la velocidad


son:
a) La Root Mean Square (RMS o desviación media cuadrática) de las fluctuaciones de la
velocidad
1
 T  2


1
RMS ( v' )   ( v') 2 dt  (1.72)
T 
 0 
b) La energía cinética media de la turbulencia por unidad de masa: (ECM).

Capítulo 1 pág. 33
ECM  1
2 (v' x )2  ( v' y )2  ( v' z )2  (1.73)

Y por la importancia relativa de las componentes de la velocidad en los ejes X y Y también


se utiliza:
c) Medición del grado de correlación de la interdependencia de dos variables, que aplicada
a los vectores vx y vy queda:
T
1
vxvy 
T 
v' x v' y dt
0
(1.74)

Muchos de los problemas en las conducciones libres pueden resolverse simplificando el


campo de velocidades, a un campo unidireccional y en otros casos a campos
bidimensionales, por lo cual formas más simples de las ecuaciones básicas del flujo son
comúnmente empleadas con acierto sin tener que tomar en cuenta las componentes de la
velocidad en los tres ejes de coordenadas.

1.12 Distribución de presiones en la sección de una


conducción libre.
La carga a presión en cualquier punto de una sección transversal de una conducción
libre con pendiente suave puede medirse mediante la columna de agua en un piezómetro
introducido en el flujo, cuyo extremo coincida con el punto en cuestión.
El nivel de agua en el piezómetro coincide a su vez con la superficie libre de agua, si es
que no existen perturbaciones importantes en la circulación; de modo que la distribución
de presiones en una circulación libre sigue la, ley hidrostática de distribución de
presiones, figura 1.24. Esto es válido solamente si el canal es de poca pendiente y el
flujo es paralelo, es decir, si las líneas de corriente no presentan curvaturas ni conver -
gencias.
En el caso de canales que presentan curvaturas en el fondo (como es el caso de ver -
tedores, transiciones, etc.), el flujo deja de ser paralelo debido al efecto de la fuerza
centrífuga normal a la dirección de este, y la distribución de presiones es curvilínea,
figura. 1.25.
La carga a presión real en un punto cualquiera i, en un canal con curvatura, se determina
por:
hCi  hI  Ci (1.75)

Capítulo 1 pág. 34
FIGURA 1.24 Ley hidrostática de distribución de presiones en canal es de poca
pendiente

FIGURA 1.25 Ley de distribución de presiones en canal con curvatura


cóncava (imagen superior) y convexa (imagen inferior)

En la expresión (1.75), hi es la carga presión correspondiente a la distribución


hidrostática de presiones y C i es la corrección por efecto de curvatura, que será
positiva en caso de un fondo cóncavo y negativa si el fondo es convexo.
El valor de C i se calcula a partir de las leyes de Newton:
v i2
Ci    hi (1.76)
g  ri
donde:
r i : radio de curvatura medido desde el centro de la curva hasta el punto i.
vi la velocidad puntual, que en caso de no conocerse se utiliza la velocidad media ( v )
Para el fondo del canal, donde ocurre la máxima carga presión:
v2 v2
hC  h   h  h  (1  ) (1.77)
gr gr
aproximándose la velocidad del fondo a la velocidad media del flujo si esta no se conoce.
En la figura 1.26 se observa que en un canal de pendiente fuerte, el peso de la
columna de agua (área rayada en la figura) tiene un valor   y  cos   dl . La presión

debida a ese peso es:   y  cos2   dl

La presión unitaria es, por tanto,   y  cos2  y la carga será:


Capítulo 1 pág. 35
h  y  cos2   d  cos  (1.78)
En el caso de conducciones con régimen variado debe utilizarse la segunda
relación, ya que la primera pierde validez.

FIGURA 1.26 Ley de distribución de presiones en canal con pendiente fuerte

Esta afectación al valor de la carga presión debe aplicarse a canales con pendientes
mayores de 0.1; en canales de pendiente más suave no vale la pena entrar en esos
refinamientos de cálculo.
En los canales de pendiente fuerte y con curvatura en la sección longitudinal , figura
1.27, deben aplicarse ambas correcciones.

v2
hC  y  cos2    y  cos2  (1.79)
gr

FIGURA 1.27 Ley de distribución de presiones en canal con curvatura y


pendiente fuerte

Capítulo 1 pág. 36
1.13 Breve introducción a la modelación matemática y física de
los problemas en conducciones libres.
Para la solución numérica de los problemas de la hidráulica de canales se tiene como base
fundamental los tres principios derivados de la física:
 Conservación de la masa
 Conservación de la energía.
 Impulso–cantidad de movimiento: conservación del momentum.
Además de lo anterior, se cuenta con una amplia gama de ecuaciones obtenidas como
resultados de la observación y la medición de experimentos de laboratorio y en proceso de
la vida real, con lo cual, los modelos matemáticos pueden ser preparados para solucionar
muchos de los problemas que se presentan cotidianamente.
No obstante, la modelación matemática de un problema requiere de dos etapas, posteriores
al planteamiento matemático de la solución y su programación, estas son: la calibración del
modelo y su verificación, con bases de datos reales del problema específico a resolver y
esto, en algunos casos, complica la aplicación satisfactoria del modelo matemático
desarrollado, figura 1.28.
En la mayoría de los casos los caudales de circulación o la posición de la superficie libre
son los parámetros a obtener mediante la modelación matemática, mientras que las
características del factor n de Manning, C de Chezy u otro similar que cuantifique el efecto
de retardo del material que cubre el perímetro sobre el transito del flujo, será el factor que
con más frecuencia se calibra a partir de bases de datos reales.
Para la modelación matemática de las conducciones libres es necesario conocer con
exactitud:
― las características planimétricas y altimétricas de la conducción (secciones, perfiles),
― las características del material que recubre todo el perímetro mojado y las llanuras
aledañas si se requieren estudios de erosión y transporte de sedimentos.
― las condiciones de borde a lo largo de la conducción,
― las condiciones iniciales de las que partirá la modelación,
― la calidad del agua que se transporta
― las profundidades que definen la superficie libre a lo largo de la conducción o los
caudales entrantes y salientes a lo largo del tramo de conducción estudiado.
Otros parámetros serán necesarios en estudios específicos, pero los anteriores son
prioritarios en la mayoría de los casos.

Capítulo 1 pág. 37
FIGURA 1.28 Pantallas de programas para la modelación matemática de las
conducciones libres

Pese a los avances de las investigaciones en este campo aún no son suficientes los
estudios experimentales, ni los resultados de las mediciones de campo y alguno de los
problemas en conducciones libres, más que en otras ramas de la hidráulica, deben ser
reproducidos en laboratorio, a escala reducida, para su estudio y adecuación del modelo
matemático a las condiciones reales de comportamiento del objeto de estudio, o para
complementar el estudio previo realizado numéricamente.
De esta forma, problemas asociados a grandes caudales y problemas relacionados con el
transporte y la erosión, los flujos curvilíneos, el régimen impermanente, los fenómenos de
dispersión y difusión, los canales no prismáticos y otros muchos deben ser modelados física
y matemáticamente.
Capítulo 1 pág. 38
En un modelo físico, figura 1.29, deben cumplirse dos criterios:
 Modelo y prototipo serán geométricamente similares.
 Modelo y prototipo serán dinámicamente similares.
Los requerimientos de similitud geométrica establecen una relación de escala de longitudes
entre modelo y prototipo.
Los de similitud dinámica requieren que ambos, modelo y prototipo, tengan patrones
similares de flujo. O sea, que las fuerzas que actúen sobre cada elemento del fluido estén
en la misma proporción.
Una aproximación al desarrollo de parámetros apropiados que aseguren la similaridad
dinámica es el escalado de las ecuaciones gobernantes.
La igualdad del número de Froude requiere que:
vM vp
 (1.80)
gML M gp L p

v R  gRL R (1.81)

donde el subíndice M designa al modelo, P al prototipo y R a la relación prototipo-modelo.


El requerimiento de igualdad en el número de Reynolds hace que:
R
vR  (1.82)
RL R
Si suponemos que gR = 1, entonces combinando (1.72) y (1.73), se obtiene,
2
  3
2
L R   R    R3 (1.83)
 R 
donde  es la viscosidad cinemática.
De esta forma puede estimarse un modelo físico exacto de una conducción libre y por tanto
sólo hay un grado de libertad para el diseñador: escoger el fluido del modelo.
Como los valores de , para los fluidos comúnmente asequibles, son muy limitados,
usualmente resulta el modelo y el prototipo de igual dimensión. Y como conclusión: un
modelo físico exacto de un flujo en conducciones libres es virtualmente imposible.
De esta forma en muchos casos se desprecia, sin incurrir en errores importantes, el efecto
de la viscosidad y los modelos se construyen sólo con la igualdad del número de Froude.
Entonces:
v R  gRL R (1.84)

donde, TR es la razón de la escala de tiempos.

Capítulo 1 pág. 39
FIGURA 1.29 Modelo físico, a escala reducida, de los apoyos de un puente

En este caso deben vigilarse dos cuestiones:


1. Que en el modelo los efectos de viscosidad sean dominantes, o sea, si
NRp  turbulento, NRM  turbulento.
2. En los casos en que los efectos friccionales sean importantes entonces se simularán los
efectos de la rugosidad periférica en vez de simular la igualdad de los números de Reynolds.
Por ejemplo, en la similitud respecto al número de Froude, las relaciones prototipo-modelo
dan los siguientes resultados, tal como lo plantea Henderson,
1
Velocidad: v R  L R2 (1.85)
5
Gasto: QR  v RL2R  L R2 (1.86)

Masa: mR  RL3R (1.87)


Longitud: LR = LR (1.88)

Tiempo: TR  L R v R1  L R2
1
(1.89)

Fuerza: FR  mRL R TR2  RL3R (1.90)

Capítulo 1 pág. 40
Presión: pr  FRLR2  RLR (1.91)
En el caso del flujo estratificado el modelo se hará en función del número de Froude
densimétrico (NFD).
v
NFD  (1.92)
  
gL 
  
donde,
 es la diferencia entre las densidades de las capas.
L es usualmente la profundidad del flujo de la capa inferior, figura 1.17.
Entonces puede escribirse:
v
NFD  (1.93)
gy 1

donde, g = g(1 - 2)/ .


Y entonces su empleo es similar al número de Froude clásico.
En los casos especiales donde se generen pequeñas ondas en el modelo la tensión
superficial debe considerarse y el parámetro que mide la magnitud relativa entre la fuerza
de inercia y capilaridad es el número de Weber.
v 2 L
We  (1.94)

donde,
 es la tensión superficial por unidad de longitud.
Otras fuerzas que diferentes a la gravedad y que pueden influir en los modelos de
conducciones libres son la tensión superficial y la capilaridad, pero si las profundidades y el
ancho de los canales no son menores de 25 mm, esto no tiene efectos apreciables.
El término efecto de escala se introduce en esta especialidad, para nombrar las pequeñas
distorsiones introducidas por fuerzas no tomadas en cuenta en el modelo y que afectan no
aproximadamente el comportamiento del mismo.
Por último, como cuestión general, debe señalarse que en canales existen dos tipos de
modelos bien diferentes en cuanto a diseño y respuesta que se buscan de él: los modelos
de fondo móvil y los modelos de fondo fijo.
Además, deben tomarse en consideración al diseñar y construir un modelo la posible
distorsión de escalas (horizontal y vertical) en modelos tales como los necesarios para un
río (ancho y relativamente poco profundo). En estos casos el tratamiento del escalado
respecto al número de Froude difiere de lo clásico y necesita un estudio específico.

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