Capítulo 2 – Miltenberger

Resumen sobre “La observación y el registro del comportamiento”

Es importante revisar el resumen del capítulo 3 de Cooper. También habla

sobre la evaluación conductual.

LA EVALUACIÓN CONDUCTUAL.

Uno de los aspectos fundamentales de la modificación de la conducta, es la medición del

comportamiento que se pretende cambiar. Dicha medición recibe el nombre de
EVALUACIÓN CONDUCTUAL.

La evaluación conductual es importante por las siguientes razones:

- La medición de la conducta antes del tratamiento proporciona información que

nos ayuda a decidir si el tratamiento es o no necesario.
- La evaluación conductual puede brindar información que nos ayude a elegir qué
tratamiento puede ser más efectivo.
- Las conductas blanco de interés deben seguirse todo el tiempo, antes y después
del tratamiento, para concluir si se produjo un cambio conductual en el paciente.
- La evaluación conductual permite descifrar el verdadero problema del
comportamiento: con la observación descubre si hay que tratar al paciente, o no
tratarlo, al descubrir que no existe algún problema o malestar.
- Una vez que la evaluación conductual detecta el problema, sin duda alguna,
empieza a evaluar por contextos y a intervenir una vez que tenga la información
relevante (las mismas conductas objetivo), para cambiar el comportamiento.

En esencia, para ayudar a la gente a cambiar su comportamiento, es importante dirigir

nuestros esfuerzos hacia conductas que sean socialmente significativas, conductas que el
paciente reconozca como importantes objetivos de cambio.
TIPOS DE EVALUACIÓN CONDUCTUAL.

- EVALUACIÓN DIRECTA: es la evaluación que se da en función a la observación y el

registro del comportamiento, alrededor del seguimiento del mismo. Adicional al
seguimiento de la observación, el investigador tendrá que escuchar todo lo que el
paciente diga en su contexto natural, o donde se comporte normalmente en una situación
cualquiera. Si es válido dentro de un consentimiento informado, se podría emplear
cámaras de vídeo u otros objetos de seguimiento y registro, para tener en cuenta
tangiblemente lo que el paciente realice. El investigador deberá tomar registros de todo lo
que el paciente haga, y cuando se emita algún comportamiento de interés para la
evaluación, se registra inmediatamente. Este tipo de evaluación es mucho más precisa que
la indirecta, a razón de que se aplica algo tan efectivo como el seguimiento de las
conductas blanco, en función a la observación.
- EVALUACIÓN INDIRECTA: es la evaluación en donde se aplica el uso de entrevistas,
cuestionarios y escalas de valoración para obtener información de las conductas
blanco o comportamientos clínicamente relevantes para tratar. No sólo se le hace
al paciente, sino también a aquellas personas que estén implicadas en sus
contextos, sea el familiar, laboral, afectivo, académico… pues la evaluación
conductual no solamente se enfoca en las conductas de la persona en un solo
lugar, sino en varios lugares, y obviamente, deben estar implicadas personas que
pueden ser testigos de alguna información que sea útil para el proceso de la
evaluación e intervención.

CONTINUACIÓN DE LAS FASES DE EVALUACIÓN CONDUCTUAL

VISTAS EN CLASE.

En clase se acordaron ver 5 criterios o fases de la evaluación conductual. En el caso del

grupo 2, se vieron los dos primeros criterios, correspondientes a las “consideraciones
previas del psicólogo y observador” y “la identificación de los objetivos de intervención y
el problema”. A partir de aquí, se verán los siguientes criterios, en función a la lectura y a
este resumen elaborado. Tenga en cuenta que los últimos tres criterios fueron los
siguientes:

- Definición de la conducta blanco.

- Monitoreo del cambio conductual.
- Seguimiento del cambio conductual o post – intervención.

SOBRE EL CRITERIO DE “DEFINICIÓN DE LA CONDUCTA BLANCO”

DEFINICIÓN DE LA CONDUCTA DE INTERÉS, LAS ETIQUETAS Y EL

ACUERDO ENTRE OBSERVADORES.

Como primer paso a todo el proceso de intervención, uno debe elegir la conducta objetivo o
conducta específica dentro del registro, esto es, tener en cuenta con exactitud qué es lo que la
persona dice o hace, dentro del déficit conductual de la misma. Esto se pretende cambiar. En la
lectura hablan del ejemplo de un deportista que emite conductas antideportivas como gritar a
otros, o agredirlos, también emitir agresividad e impulsividad cuando no logra algún objetivo,
pateando las cosas o quitándose su camiseta. Estas son las conductas blanco que uno como
investigador debe tratar. Uno no trata estados internos como la tristeza o la ira, sino
concretamente lo que uno ve, para cambiarlo, pues son las cosas evidentes las que hay que
trabajar. El resto no nos importa, ni siquiera las intenciones o pensamientos, porque tampoco
pueden observarse.

El hecho de las etiquetas, que de acuerdo a la lectura expresan ciertos puntos de vista sobre la
gente, digamos, el hecho de que una conducta antideportiva sea para X persona cuando un
jugador de fútbol golpea a otro, y para una persona Y no sea así, sino sea el hecho de revolcarse en
la gramilla y dañarla, tampoco es muy relevante para nosotros, en especial porque es algo
completamente erróneo y altamente subjetivo para el registro del comportamiento.

Las etiquetas son nombres comunes que se utilizan frecuentemente para explicar algún
comportamiento.

Como investigador, uno debe fijarse en el comportamiento y definirlo sin etiquetas: lo que es, es.
No me voy a limitar a uno o varios puntos de vista, sino al más concreto, expresado por lo
evidente. El comportamiento siempre debe definirse antes de ser observado y registrado. Sin
embargo, las etiquetas más comunes pueden contener información que podría ser de gran
utilidad, pues todas están conformadas por un conjunto de conductas descritas. A continuación
citaré los siguientes ejemplos:

- ETIQUETA DE ESTUDIAR: leer las páginas de un libro, subrayar frases, hacer ejercicios del
libro, leer apuntes de clase y resumir capítulos.
- ETIQUETA DE TARTAMUDEAR: repetir una palabra, prolongar el sonido cuando la dice o
dudar más de 2 segundos entre palabras en una frase o entre sílaba.
- ETIQUETA DE UNA RABIETA: gritar, sollozar, tumbarse en el suelo, golpear paredes u
objetos que están alrededor y en el suelo.

ACUERDO ENTRE OBSERVADORES (AEO)

Es el ejercicio de reunir a una serie de observadores, para que puedan fijarse en las conductas
blanco del paciente o sus comportamientos relevantes, y entre todos, llegar a un acuerdo de
observación de la misma conducta, teniendo en cuenta el contexto o el lugar.

SOBRE EL CRITERIO DEL “MONITOREO DEL CAMBIO CONDUCTUAL”

LA OGANIZACIÓN DEL REGISTRO, EL OBSERVADOR Y LOS TIPOS

DE AMBIENTES NATURALES DE OBSERVACIÓN DE LA CONDUCTA
BLANCO

Es importante determinar quién observará y registrará el comportamiento. En cualquier programa

de modificación conductual, la conducta blanco debe ser continuamente observada y registrada
por una persona diferente a la que emite la misma, como un psicólogo, investigador profesional o
una persona cercana o muy familiarizada con el paciente y su ambiente natural: estas personas
pueden ser profesores, padres de familia, hermanos, supervisores o empleados, que tienen que
estar cerca del paciente para reportar lo que hace, una vez entrenado y tenga un tiempo de lleno
para hacer este oficio.

En caso de no tener terceros que observen el comportamiento del paciente, se pueden elaborar
estrategias de auto registro o auto – evaluación: esta herramienta es útil para el monitoreo del
cambio conductual en momentos donde no hay nadie más presente, y que se puede combinar con
la observación directa por parte de otro observador.

EL OBSERVADOR Y EL PERIODO DE OBSERVACIÓN: es el periodo de tiempo que debe determinar

el observador para registrar alguna conducta específica que se quiera estudiar. La información
derivada de la evaluación indirecta por parte del paciente u otros, puede indicar cuáles son los
mejores momentos para programar el periodo de observación. Esta misma programación también
se establece en función a la disponibilidad del observador o de los observadores y de las
limitaciones impuestas por las actividades del paciente.

TIPOS DE AMBIENTES PARA LA OBSERVACIÓN

- AMBIENTES NATURALES: es aquel en el que la conducta objetivo tiene lugar en su

normalidad: la casa, un parque, el trabajo, la universidad, colegio, etc. Es más probable que dentro
de estos ambientes se dé una muestra factible y confiable del comportamiento relevante o de las
conductas blanco que se vayan a trabajar. Aquí, los participantes de la observación pueden elegir,
bajo su experiencia con el paciente, en qué momentos su conducta blanco o su comportamiento
relevante es emitido, pues saben en qué contextos o en qué momentos ocurre.
- AMBIENTES ARTIFICIALES O ANÁLOGOS : son aquellos ambientes que se simulan,
montan o se construyen para observar el comportamiento del paciente: en el caso de los niños, se
construye una sala de juegos como ambiente artificial para observar su comportamiento. El
problema de los ambientes artificiales es que, muy probablemente, no se vea la conducta blanco o
el comportamiento explícito, porque es un lugar donde el mismo paciente puede cambiar los
verdaderos hechos. Por esa razón, para una mejor intervención, se recomiendan más los
ambientes naturales donde todo fluya normalmente. Así como tiene estas desventajas, los
ambientes artificiales tienen ventajas como el control de variables ambientales para una mejor
observación, de tal forma que no hayan distractores y demás que repercutan o alarguen más el
proceso.

En aras a los tipos de ambientes para la observación de la conducta, se puede contar con dos
tipos de observación:

- OBSERVACIÓN ESTRUCTURADA: cuando las observaciones son estructuradas, el

observador fija eventos o actividades específicas que se producirán durante el periodo de
observación. En el caso de los niños, por ejemplo, se le puede pedir a los padres que le hagan
peticiones a un niño que no suele hacer caso. Nosotros debemos observar qué sucede en ese
periodo o momento. Aquí se evoca, o se provoca, el comportamiento con instrucciones.
- OBSERVACIÓN NO ESTRUCTURADA: cuando las observaciones no son estructuradas,
no se dan eventos, actividades o instrucciones específicas que evoquen rápidamente la conducta
blanco o el comportamiento para estudiar dentro de un periodo de observación.

SOBRE EL CRITERIO DE “SEGUIMIENTO DEL CAMBIO CONDUCTUAL O POST –

INTERVENCIÓN”

ELECCIÓN DE UN MÉTODO DE REGISTRO, SUS MÉTODOS, LA ELECCIÓN DE

UN INSTRUMENTO DE REGISTRO, LA REACTIVIDAD Y EL ACUERDO ENTRE
OBSERVADORES.

(Esto ya lo hemos visto en evaluación y formulación)

ELECCIÓN DE UN MÉTODO DE REGISTRO Y SUS MÉTODOS

La conducta blanco o comportamiento relevante se puede medir y registrar en función a distintos

métodos de registro para su seguimiento. Estos métodos de registros son:

- Registro continuo: El observador observa al cliente, de manera continua durante un

periodo de observación y registra cada ocurrencia de la conducta. Debe tener en cuenta la
aparición y desaparición de la misma. En este registro, se tiene en cuenta las dimensiones
de la conducta, estas son: FRECUENCIA, DURACIÓN (tiempo que transcurre una vez que
inicia la conducta, hasta que termina), INTENSIDAD Y LATENCIA (tiempo en que se tarda
una conducta en emitirse o iniciar). Dentro de estos registros, usted puede encontrar que
es muy común la medición de la frecuencia, en función a la línea de base (periodo durante
el cual se registra la conducta objetivo, antes de llevar a cabo el tratamiento) y el periodo
de tratamiento.
- Porcentajes: es un método de registro, en el cual el observador registra la
ocurrencia de una conducta, en relación con algún otro evento, como un ensayo
 de aprendizaje o una oportunidad de respuesta. Además, informa el resultado
como el porcentaje de ocasiones en las que la conducta tuvo lugar.
- Registro de productos: también es llamado “registro de productos permanentes”,
es un método de evaluación indirecta que se puede utilizar cuando una conducta
da lugar a cierto resultado tangible en el que se tiene interés: asignar tareas… un
profesor puede registrar el número de problemas (tareas) que se han completado
correctamente en casa o en clase, para saber el rendimiento académico de los
estudiantes. Uno de sus beneficios es el hecho de que el observador no tiene que
estar cuando la conducta se emita.
- Registro de intervalos: cuando el observador divide el periodo de observación en
un determinado número de periodos de tiempo o intervalos, y observar en cada
intervalo de tiempo, lo que el paciente hace. Esto se debe registrar con respecto a
cada intervalo de tiempo. Existen dos tipos de intervalos: los parciales (el interés
no se encuentra en el número de veces que el comportamiento se produce (en
frecuencia) o cuánto dura (en duración) y los continuos.
- Registro de muestreo temporal: es cuando se divide el periodo de observación en
intervalos de tiempos, pero se observa y registra la conducta durante una parte de
cada intervalo. Los periodos de observación están separados por periodos sin
observación. Si tengo un programa de periodo de tiempo de, digamos, 1 hora, yo
voy a ver en 10 minutos la emisión de la conducta. Es algo útil porque no tengo
que registrar toda la conducta en una hora, sino en los primeros minutos de ese
periodo de tiempo que yo asigné. Cuando la conducta se emitió en esos 10
minutos, pues asumo ese intervalo de tiempo, como un intervalo cambiado.

LA ELECCIÓN DE UN MÉTODO DE REGISTRO Y EL ACUERDO ENTRE

OBSERVADORES

Son los distintos mecanismos o herramientas de recolección de información de la

conducta blanco o del comportamiento. Estas herramientas ayudan a cuantificar y
ordenar las dimensiones de la conducta desde su inicio, hasta su final; en especial, de su
frecuencia y duración, en una hoja de datos. Este material permite una claridad de la
emisión del comportamiento, y donde es esencial, importante e imprescindible la
OBSERVACIÓN y el TIEMPO DE DURACIÓN. A partir de tener datos concretos de registros
de la conducta, en un intervalo de tiempo asignado por el investigador, se procede al
acuerdo entre observadores, para saber si 1. Todos sus datos coinciden con la
observación, y 2. Llegar a un acuerdo cuantificable y total de la emisión de las conductas
observadas. Esto se hace mediante una ecuación matemática para contemplar el nivel de
objetividad y de acuerdo entre todos, una vez concluida la observación en función al
tratamiento. Esto es una estrategia para monitorear todo el proceso de intervención y ver
si hubo algún cambio o efecto.