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DESCONCENTRACIÓN – DESCENTRALIZACIÓN, SU IMPACTO EN LA GESTION LOCAL, EXPERIENCIA EN

CUBA
Por Néstor Adrián Otavo Sanabria

En todo el mundo existen Estados con sistemas políticos democráticos y la participación

del pueblo es fundamental en la democracia, pues es el pueblo el que elige o escoge el

programa de gobierno del candidato postulado a gobernar durante cierto periodo. El voto

programático es implementado en los Estados con una democracia representativa, donde éste

programa de gobierno se convierte en el Plan de Desarrollo y a la vez es la carta de navegación

del mandatario electo durante su periodo de gobierno. La Democracia no solo es representada

en las urnas, sino, en la participación de los ciudadanos en el debate público, en los procesos

de desarrollo y en la solución de problemas sociales. En países de Sur América se evidencia

ejemplos positivos de iniciativas desarrolladas por sectores de la sociedad civil en la solución de

problemas locales, aunque también hay países que habla de programas participativos y en los

que la intervención de la comunidad en toma de decisiones es mínima. Como dice Kliksberg “El

discurso dice sí a la participación en la región, pero los hechos con frecuencia dicen no.”

En la administración Estatal se escucha términos como desconcentración,

descentralización y estos crea confusión en las personas del común, es importante aclarar

estos dos conceptos, pues cuando se habla de desconcentración se refiere a transferir la

titularidad o ejercicios de una determinada competencia de un órgano jerárquicamente superior

a uno inferior perteneciente a la administración pública, mientras que la descentralización se

refiere a distribuir o dispersar funciones, poderes, o cosas fuera de una ubicación o autoridad

central. Mejor dicho “Se puede organizar servicios desconcentrados manteniendo centralizadas

las decisiones”. Según la socióloga Martha Ernecker “en varios gobiernos locales latino

americanos, proponen desconcentrar administrativamente servicios que eran asumidos por el

gobierno local o central”; servicios como salud, transporte, acueducto y alcantarillado o

desconcentrar tramites como pagos de rentas, permitiendo un acercamiento de los servicios del
estado a la residencia de los ciudadanos agilizando los distintos procesos administrativos. Todo

esto no es suficiente para cambiar la calidad del ciudadano, para un verdadero cambio de la

calidad del ciudadano no solo se requiere de una desconcentración administrativa y

presupuestaria, sino de una descentralización política que permita que la ciudadanía ejerza

control sobre todo lo que concierne a la satisfacción de las necesidades insatisfechas de la

comunidad, que la ciudadanía como beneficiaria sea la que exija la calidad de los servicios

prestados por el estado, haciendo seguimiento a los procesos de gestión, a políticas públicas y

proyectos que se desarrollan en la comunidad. Para lograr esta descentralización política se

requiere el compromiso de cada uno de los ciudadanos, que la comunidad tenga una

interacción sostenida, que generen valores compartidos, reconocidos por todos y aceptados

como forma autentica de participación. Descentralizar funciones y decisiones no significa

reducir el papel del Estado sino se basa en la acción de una ciudadanía consiente, en los

procesos de políticas públicas y toma de decisiones.

Con la política neoliberal según algunos analistas se han generado supuestos procesos

de descentralización que lo único que han hecho es poner cargas a los gobiernos locales,

delegando problemas y responsabilidades que no corresponden con su capacidad técnica,

competencias, ni recursos financieros, ocasionando a los gobiernos locales una carga que no

pueden controlar y como consecuencia emergen protestas ciudadanas, manifestaciones y

marchas pacíficas exigiendo soluciones a unas necesidades insatisfechas de la población.

El Estado de Cuba nos da una enseñanza en materia de cómo los estados modernos

deben incluir a los diferentes sectores de la sociedad para el desarrollo de las políticas públicas.

Cuba implemento estrategias que redujo drásticamente el analfabetismo en todo el país,

implementando el desarrollo de campañas sanitarias y programas masivos de vacunación

contra enfermedades infectocontagiosas, lucha contra el delito etc. Permitiendo que la


ciudadanía desarrollara un alto nivel de cultura involucrando activamente a amplios sectores de

la población en su ejecución, desde la comunidad hasta el nivel nacional.

Conclusión

Por lo anterior se puede concluir que, para un mejor desarrollo democrático participativo, los

Estados deben garantizar la participación de la ciudadanía desde los diferentes sectores

sociales, para que las comunidades sean protagonistas en los diferentes procesos

administrativos, participen en la planificación de proyectos, en la ejecución y además que

realicen un control de los resultados alcanzados, para así disminuir la brecha de la corrupción.

Referencias:

Gerencia: los desafíos del siglo XXI, (2004), editorial Félix Valera

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