Está en la página 1de 22

LAS FRUTAS

Las frutas tienen diferentes tamaños, hermosos colores y agradables olores. Podemos
comerlas crudas sin ningún tipo de alteración culinaria. Su sabor es delicioso, dulce y fresco.
Como tienen una alta concentración de agua, al consumirlas nos sacian completamente la sed.
Son el alimento que en su estado natural nos atrae más y nos sabe más sabroso. Cuando
paseamos por el campo y vemos algún árbol frutal, los colores de sus frutas, sus aromas, su
belleza, surge en nosotros un pensamiento agradable, atrayente hacia ellas. Lo mismo sucede
cuando vamos a un supermercado y nos encontramos con una frutería, nos sentimos atraídos
hacia ellas, de comerlas, de olerlas, de tocarlas.

Aunque tenemos una atracción innata hacia las frutas, no las comemos o lo hacemos
infrecuentemente. Hoy en día las frutas para muchas personas representan un alimento
secundario y de poca importancia. El poder de las grandes multinacionales que anuncian
constante y sistemáticamente sus productos por todos los medios de comunicación, provoca en
el público que su elección de alimentos en su dieta y sus instintos naturales estén
condicionados y manipulados constantemente.

Los alimentos fragmentados, salados, refinados, los dulces, las bebidas de todos los colores y
sabores, los embutidos, los alimentos fritos, los cárnicos, los productos lácteos, etc., son los
más anunciados y por tanto los más consumidos. Sí se anunciarán más las frutas la gente las
comería más, es así de simple y claro. Sí se hablaran más de ellas, de lo que son, de lo que
tienen, que tipos hay, de cómo comerlas y de los beneficios en la salud que se obtienen de
comerlas más frecuente y correctamente, la gente las comería más a menudo. En las próximas
líneas vamos a conocerlas un poco más.

¿Qué son las frutas?

Las frutas pertenecen a los carbohidratos, los cuales son formados por las plantas verdes, en el
proceso de fotosíntesis. Las plantas forman azúcares a través de tres gases: carbón, oxígeno e
hidrógeno. El oxígeno y el hidrógeno son tomados del agua en el suelo. El carbón es tomado
del dióxido de carbono del aire. El azúcar es el más importante constructor de materia en el
reino vegetal. A través de los azúcares las plantas construyen sus raíces, ramas, flores, frutas y
semillas. Estos azúcares son los carbohidratos que se pueden clasificar en:

 Monosacáridos: formados por una molécula simple de carbohidrato. Pueden ser


utilizados por el cuerpo directamente. No requieren digestión. Ejemplo de
monosacáridos: las frutas, verduras, néctar de las flores, etc. ·
 Disacáridos: formados por dos moléculas de carbohidrato. Deben ser hidrolizados,
descompuestos a monosacáridos para poder utilizarse. Ejemplo de disacáridos: lactosa,
el azúcar de la leche. ·
 Polisacáridos: formados por miles de moléculas de carbohidrato. No pueden ser
directamente utilizados por el cuerpo, deben ser descompuestos en monosacáridos.
Ejemplo de polisacáridos: Almidón (Patata, arroz, trigo, centeno, maíz), celulosa, etc.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
El cuerpo sólo puede utilizar azúcar simple, de una sola molécula, es decir, monosacárido, por
esa razón tanto los disacáridos como los polisacáridos deben ser descompuestos primero a
monosacáridos para que el cuerpo pueda utilizarlos. Este proceso gasta mucha energía vital. El
azúcar de los carbohidratos, de las frutas, es esencial para nuestro organismo porque:

 El cuerpo transforma el azúcar de las frutas en glucosa y así nos suministra energía
rápidamente. ·
 proporciona energía para todos los órganos y células del cuerpo.

¿Cómo y cuándo es mejor comer las frutas?


Las frutas es mejor comerlas como lo hacen los animales en la naturaleza, es decir, crudas y
solas sin ningún otro alimento. La razón de esto es que las frutas están formadas por azúcares
simples que son monosacáridos que no requieren digestión, pasando a los intestinos en
cuestión de minutos, si son consumidas con otros alimentos que requieren más tiempo para su
digestión como son los almidones ( patatas, arroz, maíz, etc), productos de origen animal, etc,
entonces las frutas permanecen demasiado tiempo en el estómago esperando a la digestión de
los otros alimentos y las bacterias residentes allí pueden descomponerlas, produciéndose su
fermentación. La fermentación contribuye a la toxemia del cuerpo y no a la nutrición del mismo.

Las frutas como el resto de alimentos si son sometidos a calor, sus nutrientes son destruidos y
convertidos en venenos para el cuerpo, dañando su digestión y fermentando en el estómago.
Las frutas son ofrecidas por la naturaleza crudas y frescas listas para ser comidas directamente
y sin la acción de las cocinas o microondas.

Las frutas es mejor comerlas cuando tengamos el estómago vacío. Es mejor no comer las
frutas después de comer otro alimento, siempre antes, dejando un intervalo mínimo de una
hora o dos. Si hemos comido otros alimentos es prudente esperar de 3 a 4 horas, dependiendo
de lo que hayamos comido.

El momento ideal para consumir las frutas es a lo largo del día cuando se tenga apetito y el
estómago vacío. Por ejemplo, desayunar frutas, es un hábito fabuloso y sano que nos dará
muchísima energía. Las frutas se digieren muy rápido y proporcionan una gran abundancia de
energía a todo tu cuerpo. En cambio, si desayunamos una comida copiosa, por ejemplo café,
bollos, tostada, mermelada, etc., nuestro cuerpo gastará muchísima energía en digerirla y en
eliminar las toxinas que tiene. Por tanto las frutas es mejor comerlas:

 SOLAS: Después de comerlas esperar al menos media hora antes de consumir otros
alimentos. Si se comen después de comer otros alimentos, esperar 3 a 4 horas. ·
 CON EL ESTOMAGO VACIO. ·
 CRUDAS.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
¿Qué beneficios se obtienen de comer fruta?

Las frutas son el alimento más completo y mejor para nosotros. Comerlas a menudo y
en más cantidad es un hábito que conlleva inmensos beneficios:

o ·Nos proporcionan la totalidad de los nutrientes necesarios para el correcto


funcionamiento del cuerpo. El resultado es que la salud mejora. ·
o Proporcionan energía rápidamente a todas nuestras células, órganos, sistema
muscular, sistema central, cerebro, actividad sexual, etc. Nos sentimos con más
fuerza y ganas de vivir. ·
o No necesitan a penas digestión, por lo que son absorbidas y asimiladas en
cuestión de minutos no gastando apenas energía en este proceso. Tras una
comida de frutas podemos irnos a trabajar tranquilamente; podemos, tras unos
minutos hacer deporte; en cambio las personas con la comida cárnica y
convencional se sienten muy cansados y sin ganas de hacer nada. ·
o Tienen una gran abundancia de agua pura satisfaciendo la sed. En cambio con la
comida convencional, las personas beben y beben agua y otras cosas,
perjudicando notablemente la digestión de los alimentos. El agua de las frutas, el
cuerpo la utiliza para muchísimas funciones. Estamos formados por más del 60%
de agua. ·
o No necesitan ser cocinadas; crudas saben mejor y conservan todos sus
nutrientes. La gente que come la comida convencional se pasa horas y horas en
la cocina preparando la comida y después limpiando los cacharros; además los
alimentos que toman están muertos, con sus nutrientes destruidos y tóxicos. El
comer más a menudo las frutas conlleva un ahorro increíble de tiempo valioso. ·
o El precio de las frutas es más barato que la mayoría de los otros alimentos. No
cuesta lo mismo 1 kilo de carne que 1 kilo de naranjas. La consecuencia es que si
nuestra alimentación consta principalmente de frutas, a parte, por supuesto de
mejorar increíblemente la salud, también mejora nuestra economía. ·
o Las frutas se conservan muy bien y durante bastante tiempo. No necesitamos
neveras, ni conservantes. La fruta a temperatura ambiente está deliciosa. ·
o Convertir las frutas en tu alimento principal conlleva a ayudar a la conservación
del planeta tierra. Anualmente son sacrificados miles de millones de animales en
todo el mundo. Alimentar a estos animales, sacrificarlos, envasar su carne,
empaquetarla y distribuirla conlleva un gasto enorme de agua, de energía, de
árboles, de vegetación, de alimentos. ¿Os habéis fijado alguna vez que dónde
pasta el ganado no hay árboles? Millones de árboles son talados anualmente con
el propósito de que pueda pastar el ganado. Los árboles desempeñan una
función vital: toman el dióxido de carbono y expulsan oxígeno. La conclusión es
que cuanto menos árboles menos oxígeno en atmósfera y más dióxido de
carbono. El clima está cambiando, las estaciones también, esto es debido a la
acumulación de dióxido de carbono en el aire. Si la mayoría de la gente
comiéramos más frutas, más verduras, habría más árboles, más oxígeno, el
sacrificio de los animales disminuiría notablemente y la muerte en el mundo por
hambre disminuiría e incluso podría desaparecer.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Cómo juzgar y seleccionar las frutas
A la hora de elegir las frutas es importante tener en cuenta lo siguiente:

Compra en temporada cuando la calidad es superior y los precios los más bajos.

No compres más de la que vayas a consumir para evitar que se eche a perder. Cuanto
antes consumas la fruta madura, más sabor y valor nutritivo contendrá.

No compres fruta dañada a menos que el daño sea leve y consúmela inmediatamente.

Ten cuidado al tocar la fruta expuesta de modo que no estropee el resto.

La fruta es mejor comerla cuando está madura, no cuando está verde o demasiado madura.
Algunas frutas se pueden comprar verdes y terminar de madurarse en casa.

El problema con muchas de las frutas disponibles hoy en día es que se cogen cuando aún
están inmaduras y así nunca tienen la oportunidad de desarrollar de forma adecuada su
máximo potencial de sabor y valor nutricional.

La temporada para comercializar la fruta se ha ido prolongando cada vez más y, a


consecuencia de ello, no es extraño encontrarnos fruta fuera de temporada que es más cara e
insípida. Por eso es importante no comprar frutas fuera de la estación.

Desgraciadamente, la mayoría de las frutas son cultivadas en un suelo al que le han añadido
productos químicos para aumentar la productividad, y la fruta ha sido fumigada con pesticidas
químicos. La espesa cáscara de las piñas, melones, plátanos, mangos y aguacates protege su
pulpa de forma natural frente a la mayoría de los insecticidas químicos. En el caso de otras
frutas, lo único que puede hacer es lavarlas y frotarlas a fondo, y esperar lo mejor. Pélelas si
así lo prefiere. Si debe pelar la fruta, no lo haga muy profundamente; intente quitar sólo la piel
fina. La mayor concentración de nutrientes está precisamente bajo la piel.

Las uvas y las cerezas no tienen protección contra los altos niveles de residuos químicos,
por lo que se aconseja no comer grandes cantidades de estas frutas a menos que hayan sido
cultivadas orgánicamente, y de temporada.

Las manzanas, peras y ciruelas suelen encerarse para dotarlas de una apariencia brillante.
Por está razón es mejor pelarlas.

La fruta es más exquisita si se coge del árbol en la plenitud de su maduración. Donde


quiera que vivas, trata de tener y cultivar tus propios árboles frutales. Ninguna fruta comprada
en una tienda puede compararse a la fruta madura recién cogida en cuanto a sabor y calidad.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Siempre que sea posible, compra fruta a un agricultor - puedes conseguir fruta casi tan
buena como la que tú mismo cultivarías. Incluso podrías ser lo bastante afortunado/a como
para encontrar a un agricultor local de frutas orgánicas.

La mayoría de las personas dependen de los mercados para obtener la mayoría de la fruta que
consumen. Es necesario desarrollar la habilidad de juzgar la madurez y calidad de la fruta que
se compre. Esta habilidad llegará con la experiencia, aunque hay veces que los que sabemos
más podemos equivocarnos.

Hay varias cosas que comprobar. En primer lugar, si es fresca, si parece fresca, sin arrugas y
sin golpes. El color debería ser el característico de la fruta madura. Si está deformada, su sabor
y texturas son inferiores a los normales y será inevitable desperdiciarlas. Los tamaños
medianos generalmente son mejores que los muy grandes o los muy pequeños.

Las frutas maduras, independientemente si pertenecen a la clasificación ácida, subácida o


dulce, poseen un cierto dulzor, y, en la mayoría de los casos, es posible juzgar la madurez por
la apariencia, fragancia, tacto, y, desde luego, el sabor

La fruta inmadura es muy indigesta y generalmente muy desagradable al gusto. Puede


contener almidón y otros carbohidratos que son desagradables e insanos.

Las frutas muy maduras son todavía peores. Cuando comienza la putrefacción, el azúcar
se transforma en dióxido de carbono, alcohol y ácido acético (fermentación) y el valor nutritivo y
sabor de la fruta se deteriora rápidamente. Pierde agua y se vuelve esponjosa, harinosa e
insípida.

La fruta es potencialmente alcalina, es decir, produce una sustancia alcalina después que ha
pasado por el proceso de la digestión. Si la fruta es de mala calidad, o inmadura o
demasiado madura, sobre todo está fermentada, produce una reacción ácida en el
cuerpo y su absorción crea muchos síntomas desagradables, tales como nerviosismo e
insomnio, además de problemas digestivos y «alérgicos.»

Si la fruta no sabe bien, tírala. Es mejor «perder» algún alimento que perder la salud.

Puesto que la fruta madurada en la planta es demasiado blanda no aguanta una manipulación
excesiva en el recorrido desde la granja hacia el supermercado, la mayoría de la fruta
comprada en el mercado se coge cuando está madura (¡eso esperamos!) aunque no del todo.
La mayoría de la fruta disponible en los supermercados no puede consumirse inmediatamente,
sino que necesita un día o dos a temperatura ambiente hasta que madure por completo.
Pueden surgir problemas para lograr la maduración adecuada cuando la fruta se coge antes de
que esté totalmente madura. Generalmente, el inicio del proceso de maduración es la señal
que indica que la fruta está lista para comercializarse.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
La mayoría de las frutas maduras prácticamente no tienen ninguna parte dura, pero no
están blandas. Muchas frutas maduras exudan una fragancia deliciosa, pero delicada. Por
regla general, es mejor comprar frutas que están casi maduras, y comerlas en cuanto el sabor
llegue a su máxima plenitud(o meterlas en la nevera cuando estén maduras y comerlas tan
pronto como sea posible.)

Los plátanos, aguacates y algunas otras frutas se pueden comprar verdes y madurarlas
en casa. Las frutas que tienen que ser maduradas en casa pueden ser «expuestas» en
bandejas en el mostrador de la cocina durante el día, y meterlas en bolsas de papel por la
noche, para protegerlas de los insectos. Para acelerar la maduración de la fruta muy dura,
métela en una bolsa de papel de estraza con una manzana o un plátano (día y noche). Las
manzanas y los plátanos emiten una clase de gas natural de maduración, el etileno.

LA FRUTA: EL MEJOR ALIMENTO DE TODOS


por William L. Esser

De todos los alimentos que podemos comer, las frutas son el mejor en todos los aspectos.
Son objetos que cautivan a la vista, deleitan al olfato y estremecen al gusto normal mucho más
que cualquier sensación incitada por cualquier otro alimento. En si misma, la fruta es perfecta. No
requiere preparación de ningún tipo más que limpiarla, deshuesarla o pelarla. La cocción, los
aderezos y cualquier otra preparación las hace menos, no más sabrosas.

Además de ser muy atrayente para todos los sentidos, posee la mayoría de las proteínas,
minerales y vitaminas esenciales necesarios para el mantenimiento de la salud a su más alto
nivel. Si se come una variedad bastante amplia, las frutas (con la adición de frutos secos que
también son frutas) serían suficientes para el mantenimiento de la salud ideal.

Muchos hechos indican que los humanos fueron originariamente frugívoros o animales
comedores de frutas, no omnívoros como actualmente. Que los humanos se hayan desviado de
su dieta natural durante los últimos miles de años no significa que los órganos hayan cambiado
hasta el punto de adaptarse a la dieta predominante. Los cambios que han ocurrido son el
debilitamiento, el reblandecimiento y la degeneración de una criatura de auténtica grandeza. Si
algún cambio ha ocurrido, es que nos hemos convertido en criaturas enfermas. Hemos perdido
nuestra excelencia física. Por esta razón, es más importante que nos adhiramos más
estrechamente a nuestra dieta natural. Los hábitos ruinosos de alimentación deben ser eliminados
por completo. Sólo la patología ha resultado de nuestra dieta antinatural.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Las frutas constituyen nuestra dieta ideal y deberían abarcar la mayoría de su volumen. Las
verduras, frutos secos y semillas pueden añadirse con gran beneficio cuando se observan las
reglas de combinación de alimentos.

La fruta debería estar madura a la hora de comerla. Las frutas excesivamente maduras deberían
evitarse. La fruta es más exquisita y el súmmum de la perfección cuando es arrancada del árbol,
tallo o vid recién maduras. Ninguna fruta comprada comercialmente puede compararse a la fruta
recién cogida en cuanto a la calidad o sabor.

Siempre que sea posible, se debería comprar la fruta fresca del agricultor, más que del
mercado que obtiene gran parte de sus existencias de almacenes. Los que viven en climas más
fríos tienen poca elección durante el invierno. Se debe tener mucho cuidado a la hora de
seleccionar la mejor disponible.

La habilidad para juzgar las diversas frutas en el mercado, para determinar su conveniencia,
es un logro que sólo puede venir con la experiencia. La mayoría de las frutas, independientemente
de si pertenecen a la clasificación ácida, subácida o dulce, poseen una dulzura y un sabor
agradables cuando están maduras. La experiencia le enseñará a juzgar una buen manzana entre
un montón de ellas de calidad inferior a primera vista. Se debe tener cuidado para evitar frutas
que han sido dañadas por las heladas, plagas, putrefacción u otras influencias similares. Hoy en
día las frutas se fumigan en exceso contra insectos y antes de comerlas, deberían lavarse y
cepillarse cuidadosamente, para eliminar posibles venenos.

Algunas frutas inmaduras contienen almidón y diversas sustancias de carbohidrato que son
desagradables e insanas. Por otro lado, la putrefacción es común en las frutas muy maduras, y
los azúcares se transforman en dióxido de carbono, alcohol, ácido acético y otros subproductos
dañinos. Las frutas maduras en exceso deterioran rápidamente sus valores nutritivos. Estos
cambios, más la pérdida de agua, explican la esponjosidad e insipidez de la fruta que ha sido
almacenada durante períodos prolongados de tiempo.

La fruta es potencialmente alcalina. La alcalinidad se da después que ha pasado por los


procesos de la digestión. Si la fruta es de mala calidad, se combina inadecuadamente o la
digestión es débil, a menudo permanece ácida y su absorción crea muchos síntomas
desagradables como nerviosismo, insomnio, orinar con frecuencia debido a la irritación de la
vejiga, gases intestinales, moco en las heces, irritación de la garganta, etc. La mayor parte de las
veces, sin embargo, los síntomas que se producen tras la ingestión de fruta no son culpa de la
fruta, sino de las facultades digestivas dañadas. Hay personas que eructan y experimentan
flatulencia y molestias en los intestinos sin tener en cuenta lo que coman. Las personas así
afectadas están enfermas y deberían dejar de comer hasta que su sistema digestivo haya
recuperado sus facultades.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Las frutas no deberían mezclarse al azar con otros alimentos, o incluso con otras frutas.
Incluso la mejor digestión no puede hacer frente con éxito a mezclas indiscriminadas y
químicamente incompatibles. Una buena política es no comer nada más que una o dos clases de
fruta en una sola comida.

Las frutas pueden dividirse en tres clases: dulces, subácidas y ácidas. Las frutas dulces
pueden combinarse bastante bien con las frutas subácidas pero no debería convertirse en una
costumbre. Pero la combinación de fruta dulce con fruta ácida puede resultar bastante molesta.
Por ejemplo mezclar plátanos y pomelo o dátiles y naranjas es peor que no comer nada. Lo mejor
a la hora de combinar frutas es mezclar sólo frutas de la misma clase. Por ejemplo, plátanos,
dátiles, higos y pasas son frutas dulces. Las manzanas, peras, la mayoría de las uvas, los mangos
y las papayas están entre las frutas subácidas. Las bayas, cerezas, melocotones, piñas, etc. están
entre las frutas ácidas.

Los melones de todas clases deberían tratarse como una categoría aparte y deberían
comerse solos. Los frutos secos pueden comerse al final de una comida de frutas, preferiblemente
después de una comida de frutas ácidas.

Al igual que con cualquier otro alimento, masticar desempeña un papel importante en la
digestión completa de las frutas. Cada partícula debería licuarse sistemáticamente, asegurando
así la absorción y la asimilación. Esto es doblemente importante cuando te das cuenta de que la
mayoría de las frutas no se digieren en el estómago. Tragarse alimentos sin que hayan sido
masticados a conciencia es una de las razones principales por las que se quedan en el estómago
y fermentan. Los jugos digestivos son incapaces de descomponer los grandes trozos de alimento
y se inicia la descomposición bacterina. Beber un vaso de zumo de naranja o cualquier otro zumo
de fruta en uno o dos tragos hace más mal que bien. Debería beberse a sorbos lentamente y
saborearse, como si se comiera, no tragarse como si estuviésemos intentando apagar un
incendio. Nunca se deberían comer las frutas frías. La temperatura ambiente es la ideal.

Las frutas no deberían considerarse simplemente como un postre o un refrigerio entre comidas,
ni bajo la misma consideración que la filosofía de "una manzana al día mantiene al médico
alejado." Tomarlas como un "laxante" o para limpiar la corriente sanguínea, o tomar frutas de
cualquier manera que sepa a medicina en vez de alimento es erróneo.

Las frutas son la mejor clase de alimento. Deberían ser tratadas como tal. La gente enferma
no debería comer. Un cuerpo enfermo requiere descanso y ayuno, no alimento,
independientemente de la naturaleza de la enfermedad. La parte principal de la dieta de una
persona debería consistir de fruta. Es alimento más delicioso, sano y perfecto que podemos
tomar.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Observación breve de la teoría actual de las necesidades calóricas

Un examen de las poblaciones del mundo que llevan vidas activas y gozan de buena salud
con 1,200 a 2,000 calorías al día despierta serias sospechas sobre nuestras supuestas
necesidades calóricas. ¡Los frugívoros que comen alimentos crudos raramente comen más de
2,000 calorías al día incluso si trabajan duro y durante mucho tiempo!

1. La comida de frutas proporciona más calorías que la comida ciudadana convencional.


Aunque la comida convencional proporcionará 3,380 calorías en el fogón, no proporciona esta
cantidad de energía al sistema humano digestivo/asimilativo. No necesariamente lo que se come
se asimila.

2. Los alimentos cocinados tienen algunos de sus valores calóricos destruidos.

3. Los comedores de alimentos cocinados requieren más energía para digerir, procesar y
eliminar los residuos tóxicos de los alimentos cocinados.

4. Los alimentos cocinados se suelen comer con condimentos que son tóxicos. Es necesaria
más energía interna para ocuparse de estas sustancias tóxicas.

5. El ciudadano medio está tóxico. El cuerpo necesita más energía para mantenerse que en
personas que no están tóxicas.

6. Los frugívoros sanos, en cambio, requieren menos calorías para el mantenimiento interno
y, debido a su extraordinaria salud, hacen un uso más eficiente de las calorías que obtienen.

7. La comida de fruta proporciona más del 90% de su potencial calórico. La comida


convencional proporciona sólo cerca del 65% de su potencial calórico. Teniendo esta
desproporción en cuenta, las energías extras requeridas son para defenderse de un estado
continuamente patológico; que puede verse en los frugívoros, que gozan de buena salud con
cerca de la mitad de calorías consideradas necesarias.

Estas consideraciones, desde luego, no resuelven nada. Hay serias discrepancias entre lo
que la ciencia nutricional convencional dice que necesitamos y las necesidades reales de
los frugívoros que se alimentan de alimentos crudos.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
ALGUNAS ACUSACIONES HECHAS CONTRA LAS FRUTAS Y LOS
COMEDORES DE FRUTAS.
Estas son las acusaciones hechas contra las frutas.

Las frutas tienen pocas proteínas;

Las frutas tienen muchos ácidos libres;

Los que comen frutas se vuelven neuróticos;

Las frutas tienen muy poco hierro y causan anemia si sólo se comen frutas;

Los que comen sólo frutas sufrirán desequilibrios y deficiencias nutricionales;

Los comedores de fruta no pueden mantener el peso y están demasiado delgados;

Los comedores de fruta tienen un exceso de álcalis y a menudo sufren de alcalosis; y

Las frutas son deficientes en calcio además de en proteína y ocasionan un crecimiento


retardado en los jóvenes.

Si unimos todo, estas acusaciones suenan como una recriminación. Sin embargo, la
profesión médica casi hizo las mismas acusaciones contra las frutas y verduras hace 150 años.
Se decía que comer fruta provocaba fiebres, trastornos biliares y otras enfermedades. La fruta era
tratada como un postre o como un elemento decorativo.

Desde luego esta recriminación nunca ha sido escuchada por las tribus y poblaciones que
subsisten casi totalmente de plátanos, cocos blandos (antes de que su grasa y fibra se forman),
dátiles, higos y frutas similares. Los orangutanes de las Indias Orientales viven exclusivamente de
fruta y son los parientes primates más inteligentes y parecidos al hombre.

Las frutas tienen pocas proteínas (Ver artículo más abajo)


Se hace la acusación de que las frutas tienen poca proteína. Es cierto que si comparas un
plátano seco con su 5% de contenido proteínico a la soja seca con un 35% de proteína, el plátano,
desde luego, tiene poca proteína. Pero el contenido de proteína de cualquier alimento tiene
relevancia sólo en función de nuestra necesidad de ella en la dieta. De modo que debemos
comprender nuestra dieta en relación a nuestra necesidad de proteína.

Un bebé humano en crecimiento sigue una monodieta con la leche de su madre durante
muchos meses antes de probar otro alimento. La leche materna para su bebé que crece
rápidamente contiene sólo un 1.1% de proteína. Seguro que nadie puede discutir que una persona
adulta pueda requerir más proteína que un niño que está creciendo y que dobla su peso en poco

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
espacio de tiempo. En todo caso, un adulto que ha logrado un desarrollo pleno requiere menos
porcentaje de proteína en su dieta que un nene lactante.

Las RDA de proteína se dice que son de 70 gramos diarios para un hombre medio de 75
kgrs.. Esta cifra es dos veces más alta que la necesidad real humana. De hecho, es cerca de tres
veces mayor que la necesidad real establecida por los tests del Dr. Chittenden de Yale y el Dr.
Hinhede de Dinamarca y muchos otros. Es más, hay grupos de personas físicamente robustas del
Caribe que viven con una ingesta media de cerca de 15 gramos de proteína diariamente. (Comen
yuca o mandioca.) Teniendo en cuenta que el cuerpo puede obtener hasta un 70% de sus
necesidades proteínicas reciclando sus desechos proteínicos, es evidente que las necesidades de
proteína de los humanos se han exagerado. Las industrias cárnica, láctea, avícola y pesquera han
dejado su huella, incluso en aquellos que rechazan los productos animales como alimentos.

¿Podemos continuar diciendo que las frutas tienen poca proteína? A la vista de todo lo
anterior, si la proteína es el uno por ciento de nuestra dieta, nuestras necesidades proteínicas se
satisfacen ampliamente, ¡entonces las frutas contienen la proteína adecuada! Cuando hemos
comido alrededor de 2,250 calorías de casi cualquier fruta excepto manzanas, hemos también
ingerido algo más de 25 a 40 gramos de proteína. En la medida en que la mayoría de las frutas sí
contienen todos los aminoácidos esenciales, afirmaría que las frutas satisfacen las necesidades
humanas de proteínas ampliamente.

La historia corroborá sin lugar a dudas que los humanos han sido comedores de fruta
durante toda su permanencia en la tierra exceptuando un periodo que comienza en las edades de
hielo. Incluso entonces, la gran mayoría de nuestros antepasados aún comían frutas. La mayoría
emigró al sur hacia climas más cálidos y continuó comiendo frutas. Comer granos no tiene más de
10,000 años. Comer carne, aunque mucho más antiguo, estaba confinado principalmente a las
poblaciones del norte. Casi toda la mitología gira en torno a los árboles y factores climáticos que
afectaban a los árboles. Sólo las mitologías relativamente recientes relacionan a los humanos con
el cultivo de granos y la cría de ganado.

Las frutas tienen muchos ácidos libres


La acusación de que las frutas tienen demasiados ácidos libres es falso y carece de sentido.
Las frutas no tienen ácidos libres. Todos son orgánicos. El vinagre, el queso y la leche fermentada
son sustancias con ácidos libres, a saber los ácidos acético y láctico.

Los humanos son principalmente comedores de fruta dulce. Pero incluso los pomelos, las
ciruelas, las cerezas ácidas, las uvas ácidas, limones, limas y otros alimentos ácidos no tienen
ácidos libres.

El cuerpo humano metaboliza la mayoría de los ácidos de las frutas muy bien. Los ácidos
libres, como: el ácido benzoico, el ácido tánico, el ácido oxálico y el ácido prúsico, son raros en las
frutas; pero todos ellos se encuentran entre los ácidos que dan a los hombres problemas

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
metabólicos. Los humanos manejan los ácidos cítrico, tártarico y málico muy bien. Estos son los
ácidos principales de las frutas. Quizás las ocasiones en que las frutas ácidas dan problemas
sucede cuando frutas ácidas como limones, fresas, piñas o pomelos se comen junto con frutas
dulces como plátanos, dátiles, higos, pasas, caquis u otros alimentos.

Los que comen frutas se vuelven neuróticos


La tercera acusación de que los que subsisten de frutas se vuelven neuróticos es
simplemente ridícula. Si la fruta es, como afirmamos, un alimento perfectamente sano que aporta
todas las necesidades a la vida humana, entonces lo único que puede ocasionar no es otra cosa
que salud. Aunque somos los primeros en afirmar que las disfunciones nerviosas o neurosis tiene
una base fisiológica, también señalamos que estos problemas proceden de toxemia en casi todos
los casos. A menudo, no siempre, preceden a la neurosis. La mayoría de las neurosis se
complican con ansiedades, inseguridades, preocupaciones y otros trastornos emocionales
engendrados por un sistema social que genera mucho malestar. A mi parecer tenemos
incontables millones de neuróticos y pocos son comedores de fruta. Desgraciadamente, nuestros
psicólogos no reconocen la base física de la neurosis y dan crédito casi totalmente a factores
emocionales, sociales, económicos y mentales. Los desarreglos físicos a menudo ponen las
bases para los desarreglos mentales. De modo que la acusación de que las frutas causan
neuróticos es una acusación que carece de fundamento.

Existen sociedades de humanos que comen frutas en este mundo y las descripciones de
ellas demuestran que poseen las disposiciones más pacíficas, agradables y armoniosos de todas
las poblaciones de la tierra.

Las frutas tienen poco hierro y causan anemia


La acusación de que las frutas tienen poco hierro y causan anemia carece igualmente de
fundamento. El cuerpo puede reciclar hasta cerca de un 95% de su suministro de hierro y necesita
muy poco del exterior. Se dice que nuestras RDA de hierro son de unos 10 miligramos
diariamente. Esto, como el resto de las RDA, es dos o tres veces muy alto. Sin embargo, las
naranjas suficientes para satisfacer nuestras necesidades calóricas suministran cerca de veinte
miligramos de hierro diariamente. De hecho, si comparas todas las frutas y su contenido de hierro,
descubrirías que cada una satisface las RDA de hierro en exceso. ¡Un alimento que podría decirse
que es deficiente en hierro según las RDA es qué sorpresa, la leche materna!

Si se acusase a las frutas de tener poca Vitamina B-12, entonces lo mismo puede decirse de
todos los alimentos, incluso de los alimentos que comen los animales. Sólo las carnes y ciertas
clases de algas tienen lo que se califica de suficiente Vitamina B-12. Pero si la comida de los
animales como pasto, hojas, granos, hierbas y frutas no aportan a los animales la Vitamina B-12,
¿Cómo es que sus órganos llegan a tener una abundancia de ella? ¿Por qué los órganos de los
primates comedores de fruta la tienen en abundancia? ¿Cómo es que las sociedades frugívoras
no son anémicas debido a la falta de Vitamina B-12? Lo cierto es que los humanos, como el resto

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
de los animales, obtienen amplios suministros de Vitamina B-12 de la producción bacteriana de
sus intestinos. Incluso los comedores de ajo generalmente no destruyen lo bastante su flora
bacterial simbiótica para negarse un suministro adecuado de Vitamina B-12.

De modo que afirmo que la acusación de que los comedores de fruta son anémicos no tiene
ninguna prueba sustancial.

Los que sólo comen fruta sufren desequilibrios y deficiencias nutricionales


La acusación de que los comedores de fruta sufrirán desequilibrios y deficiencias
nutricionales también carece de fundamento. Las frutas, comidas sensatamente de acuerdo a su
temporada, nos proporcionan todos los factores nutritivos, conocidos y desconocidos, en
abundancia. Aquellos antiguos griegos que crearon los cuerpos esculturales, que aún hoy son
cánones de belleza, eran comedores de fruta. La mayoría comían muchas manzanas, dátiles,
naranjas, aceitunas, higos y uvas. Los dioses griegos y romanos eran atribuciones nacidas de la
reverencia a los árboles frutales y las plantas que dan alimentos.

Los comedores de fruta no pueden mantener el peso y están muy delgados


La acusación de que los comedores de fruta están muy delgados no está corroborada ni
siquiera por la investigación más sencilla. Personalmente, he llegado hasta las 60 kgrs. de peso y
he subido hasta las 75 kgrs. con un desarrollo muscular excelente, con una dieta casi enteramente
de frutas. Mi esposa tiene que vigilar su ingesta frutas altas en calorías, sobre todo frutos secos,
por temor a engordar demasiado. Como mencioné anteriormente, los griegos subsistían con
dietas de frutas. Pitágoras, uno de los gigantes de la literatura, filosofía y matemáticas de Grecia,
era frugívoro y tuvo una escuela de seguidores que, asimismo, eran frugívoros. Realmente, las
enseñanzas de Pitágoras eran muy semejantes a las enseñanzas de Gautama Buda, con cuyas
enseñanzas Pitágoras estaba familiarizado. Buda era, en esencia, un adorador de árboles como lo
eran las sociedades frugívoras. A Baco se le representaba con exceso de peso debido a su
glotonería con los higos.

Los comedores de fruta tienen exceso de álcalis y sufren de alcalosis


La acusación de que los comedores de fruta tienen exceso de álcalis y que a menudo sufren
de alcalosis es, asimismo infundada. Nosotros, los humanos, podemos excretar inocentemente el
exceso de sustancias alcalinas pero, si tenemos un exceso de sustancias formadoras de ácido
como carnes, productos animales, alimentos de cereales, etc., realmente tenemos problemas. El
cuerpo debe robar a sus huesos, dientes y otras estructuras alcalinas álcalis, principalmente
calcio, necesarios para neutralizar los ácidos generados por los alimentos formadores de ácido. El
autor de esta acusación de "alkalosis" simplemente ignoraba la fisiología. Les corresponderá a los
vegetarianos o frugívoros hacer dicha acusación.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Las frutas son deficientes en calcio además de proteína y ocasionan el
crecimiento retardado en los jóvenes
Se dice que las frutas son deficientes en calcio. Para investigar esto hice tablas de un
número de frutas y su composición. Nuestras necesidades energéticas pueden ser satisfechas
ampliamente por las frutas. El calcio y una plétora de otros nutrientes son un componente de cada
gramo de las frutas. Cuando hemos comido fruta suficiente para suministrar nuestras necesidades
calóricas, digamos cerca de 2,250 calorías ¿cuánto de nuestras RDA de calcio hemos satisfecho?
Las RDA están establecidas a razón de 800 miligramos al día para un hombre de 75 kgrs.. Esto,
como las demás RDA, es de dos a cuatro veces muy alto. Sin embargo, vamos a ver algunas
frutas y su contenido en calcio cuando se han consumido 2,250 calorías.

Las naranjas, una fruta ampliamente consumida, tiene cerca de 2,050 miligramos de calcio,
2 1/2 veces las RDA. Las manzanas tiene 315 mg. Los albaricoques tienen 782 mg. Los
cantalupos tienen 1078 mg. Los higos tienen 1.130 mg. Los plátanos tienen 224 mg y las
sociedades que comen plátanos tienen una excelente formación ósea a todos los niveles. Las
uvas tienen 440 mg., los dátiles tienen 530 mg., los mangos 370 mg., las piñas 785 mg., la sandía
640 mg. y así sucesivamente. Obviamente las frutas nos proporcionan ampliamente todas
nuestras necesidades de calcio. El dicho de que los comedores de fruta sufren un crecimiento
retardado no resiste una investigación seria. Como mencionamos previamente, los esculturales
griegos eran comedores de fruta.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
LAS PROTEÍNAS EN LA DIETA FRUGÍVORA
por el Dr. Herbert M. Shelton

¿Puede el hombre obtener proteínas adecuadas de una dieta de frutas? Es decir, si un


hombre quisiera intentar vivir como un frugívoro estricto, ¿podría estar nutrido de forma
adecuada? Planteamos esta pregunta en relación a la proteína de esta dieta porque no hay
ninguna duda sobre la capacidad de una dieta frugívora para proporcionar las cantidades
necesarias de grasa, carbohidratos, minerales y vitaminas.

En un artículo titulado "Porqué no como carne" por el doctor en medicina Owen S. Parrett, el
autor dice, "W.C. Rose de la universidad de Illinois, un autoridad en el campo de la proteína, dice
que "menos de veinticinco gramos al día es todo lo que necesitamos."

"Si un hombre no comiese carne, huevos o leche aún obtendría una media de 83 gramos de
proteína al día. Una mujer obtendría 61 gramos de proteína al día. Esto fue descubierto en un
proyecto de investigación realizado por el Dr. Mervyn Hardinge del College of Medical Evangelists
bajo la dirección del Dr. Frederick J. Stare de Harvard, una célebre autoridad en la nutrición.

"El Dr. U. D. Register, bioquímico eminente, y el Dr. Hardinge, ambos activos en el campo de
la nutrición humana, me dijeron que la fruta sola, si se tomaba con suficiente variedad,
proporcionaría a las personas proteína suficiente para satisfacer la demanda real del cuerpo."

Se han hecho muchos esfuerzos por vivir con una dieta a base frutas nada más, obteniendo
generalmente un éxito parcial. Se ha descubierto que por regla general esas dietas mejoran con la
adición de verduras de hoja verde. Es probable que esta necesidad se haya debido a una
variedad insuficiente de frutas. Sin duda cuando consideramos la gran gama de sustancias
alimenticias que se incluyen bajo el término de fruta, parece que no deberían existir insuficiencias
en la dieta del frugívoro. Los frutos secos, que son frutas, son casi todos ricos en proteína de alto
valor biológico, capaz de proporcionar las necesidades de todos los aminoácidos esenciales para
el crecimiento y reproducción.

El biólogo define a la fruta como "Un ovario maduro con o sin partes asociadas." Para hacer
esta definición un poco más completa, una fruta es el ovario maduro de la flor, sus contenidos y
todas las partes estrechamente conectadas. Las frutas son a menudo más complicadas de lo que
esta descripción indica. Además del desarrollo de la pared del ovario, el cáliz también puede ser
carnoso y envolver al ovario como en la manzana y la pera; o el final del tallo (receptáculo) puede
agrandarse y formar una parte de la fruta, como en la fresa y zarzamora. Aunque pueden
formarse cáscaras o cortezas a modo de protección, como en los frutos secos y limones; o una
carne deliciosa puede envolver una duro hueso interior, como en el melocotón y la ciruela.
Algunas frutas, como la patata y el cacahuete, se maduran bajo tierra.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Todos estos desarrollos sirven para realizar unas pocas funciones sencillas:

1. Protegen los óvulos y semillas mientras están madurando.

2. Impiden la pérdida de agua.

3. Proporcionan la dispersión de la semilla.

Un animal come la fruta y tira la semilla a una distancia de la planta original. Puede decirse
entonces que las frutas comestibles son la moneda con la que la planta compensa al animal por
los servicios prestados, a saber, dispersar la semilla. Una semilla es un óvulo maduro encerrado
en la fruta. Muchas frutas son meramente dispositivos mecánicos para asegurar la dispersión de
la semilla y no son comestibles. No necesitamos tener en cuenta a estas en nuestra discusión
sobre las frutas.

Una breve hojeada a la evolución de la fruta puede ayudarnos a formarnos una imagen clara
de una fruta. El ovario crece a medida que la semilla se desarrolla, dando lugar a una fruta. Una
fruta, a este respecto, no es necesariamente un producto carnoso comestible, sino el órgano
portador de la semilla. Es costumbre incluir los frutos secos en la categoría de frutas, aunque, es
la semilla más bien que el órgano portador de la semilla lo que comemos.

Una fruta puede constar de un único ovario con una semilla, como en el caso de los granos,
frutos secos, cerezas, ciruelas y melocotones, o puede evolucionar de un único ovario que tiene
varias semillas, como sucede con la judía, el guisante, la manzana y la naranja. También existen
flores que poseen varios ovarios que se combinan para formar frutas compuestas como la fresa o
frambuesa.

Con la explicación anterior en mente, no debería ser difícil para cada uno de mis lectores
contestar por sí mismo la siguiente pregunta: ¿Es el tomate una fruta o un vegetal? Las frutas son
todas ellas producidas por plantas y, en cierto sentido, todas son vegetales. Pero son partes
especiales de las plantas y se clasifican como frutas a causa de esto. El tomate, como el ovario
maduro de la flor del tomate que contiene la semilla, es bastante obvio que es una fruta al igual
que la manzana o la naranja. El pepino, el chayote, la calabaza y alimentos similares son frutas.

Si nos limitamos, en esta discusión a las frutas comestibles, e ignoramos aquellas frutas que
sólo sirven como dispersoras de semillas y no tienen valores alimenticios, las frutas son secas o
carnosas, simples o compuestas, dependiendo del carácter y desarrollo del ovario que les formó.

1. Ejemplos de frutas carnosas son la manzana, la pera, la cereza, el melocotón, el


albaricoque, la ciruela, la nectarina, el mango, el plátano, el tomate y la grosella.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
2. Ejemplos de frutas secas son las legumbres (judías y guisantes), bellota, avellana,
pacana, nuez y almendra.

De este modo es evidente que el término frugívoro puede emplearse en un sentido más
amplio del que se piensa normalmente. En efecto, biológicamente hablando, puede incluir
prácticas alimenticias que probablemente sean extrañas para el hombre. Es decir, que puede
haber más de una categoría de frugívoros en la naturaleza. Estamos justificados a la hora de
clasificar a los pájaros comedores de grano como frugívoros, pero es dudoso que los granos
debieran formar parte de la dieta normal del hombre.

FRUGÍVOROS Y VEGETARIANOS
por Dr. Herbert M.Shelton

Escritos anteriores ya han dejado clara la superioridad de una dieta basada por completo en
plantas sobre la dieta de carne o la dieta mixta convencional. Sin embargo, aún quedan
algunas cosas por decir. En la naturaleza es obvio que, al menos, en los climas templados los
animales que dependen de los excedentes de plantas para alimentarse en invierno tienen
infinitamente más posibilidades de sobrevivir que los predadores que dependen de matar algún
animal para alimentarse. De esta forma, los animales que se alimentan de plantas tienen una
gran ventaja sobre los que se alimentan de carne. Estas ventajas se extienden a otros muchos
aspectos de la vida que no necesitan ser comentados aquí.

No pretendo establecer aquí una larga discusión sobre la anatomía y fisiología comparada, sino
que me contentaré diciendo que cada característica anatómica, fisiológica y embrionaria del
humano lo coloca sin lugar a dudas en la clase de los frugívoros. El número y estructura de sus
dientes, la longitud y estructura del tracto digestivo, la posición de los ojos, la composición de
las uñas, el funcionamiento de la piel, la composición de la saliva, el tamaño relativo del
hígado, el número y situación de las glándulas mamarias, la posición y estructura de los
órganos sexuales, la composición de la placenta humana y muchos otros factores dan fe de
que el humano es constitucionalmente un frugívoro.

Puesto que no existen frugívoros puros, ya que todos los frugívoros comen libremente hojas
verdes y otras partes de las plantas, también el hombre puede, sin violar su constitución
natural, comer hojas verdes de las plantas. Estas partes de las plantas poseen ciertas ventajas,
como ya se ha dicho antes, de las que las frutas carecen. Los análisis actuales demuestran que
la adición de verduras verdes a una dieta de frutas y frutos secos mejora la dieta.

La gran mayoría de la raza humana siempre ha sido, principal o exclusivamente,


comedora de fruta y plantas. Las tribus humanas que hayan vivido exclusivamente de carne
o de otros productos animales han sido excepcionalmente raras o no existentes, y han tenido
una vida media más corta. Incluso los esquimales comen al menos 24 clases de musgos y
líquenes, incluyendo camemoros, berberís, arándanos, musgo del reno y otras plantas que
crecen en el Ártico. Posiblemente, el hombre de hoy en día come más carne que en ningún otro
periodo de la Historia. La civilización está basada en el vegetarianismo —en la agricultura y

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
horticultura—. Las tribus que dependen de la caza y ganadería no son estables y no
construyen civilizaciones.

«Cuando retrocedo —dice Higgins en Anacaypsis II— a los periodos más remotos de la
Antigüedad en los que es posible penetrar, encuentro evidencias claras y positivas de varios
hechos importantes: Primero, no se comía ningún alimento animal, no se sacrificaban animales.
» Orígenes nos ha dejado el testimonio de que «los egipcios preferían morir antes que ser
acusados de comer cualquier clase de carne. »

Herodoto nos dice que los egipcios subsistían a base de frutas y verduras, que comían crudas.
Plinio confirma esta declaración. Harold Whitestone, en su obra The Private Lives of the
Romans [La vida privada de los romanos], dice: «De los romanos se puede decir que durante el
principio de la República y quizá durante el siglo segundo a. de C., se preocupaban poco de los
placeres de la mesa. Vivían frugalmente y comían poco. Eran casi vegetarianos estrictos,
mucha de su comida se ingería fría, y la máxima simplicidad caracterizaba la cocina y
presentación de sus comidas. »

No fue hasta la conquista de Grecia que los romanos alteraron sus costumbres en la mesa y se
convirtieron en un pueblo amante de los placeres y comedores de carne. Incluso entonces las
clases más pobres vivían frugalmente y, como dice Whitestone, «cualquier niño en edad
escolar sabe que los soldados que ganaron las batallas del Cesar vivían a base de cereales
que molían en sus propios molinos y tostaban en las hogueras de los campamentos. »

Los egipcios pensaban que, puesto que los primeros egipcios vivían de frutas, raíces y otras
hierbas, fue Isis, unas de las diosas más adoradas de Egipto, la que les enseñó el arte de
hacer pan de los cereales antes de que estos crecieran salvajes y no se pudieran utilizar. La
adoración de Isis era general en todo Egipto y le dedicaron magníficos templos. A sus
sacerdotes, consagrados a la pureza, se les exigía que vistieran túnicas de lino, sin ninguna
mezcla con fibra animal, que se abstuvieran de todo alimento animal y de aquellos vegetales
considerados impuros: judías, cebollas, ajos y puerros.

Han existido tribus en islas que no tenían acceso a alimentos cárnicos y también han existido
varios pueblos que se abstenían de comer carne por motivos religiosos. Podemos encontrar
esto en China, India, Turquía y entre los Esenios de la antigua Palestina. A los espartanos se
les prohibía comer carne y, al igual que los sacerdotes de Isis, también se les prohibía comer
judías. Aún existen sectas en India que tienen prohibido el comer judías.

Hindhede ha demostrado que en toda la tierra y durante todo el tiempo que lleva la vida ha
habido hombres más importantes entre los vegetarianos que entre los carnívoros. McCarrinson
ha demostrado que los Hunzas del Norte de la India, son los que están mejor nutridos con su
dieta de frutas, y que se pueden comparar en salud, fuerza, en carencia de enfermedades y
duración de vida con cualquier otro pueblo de la tierra.

Los atletas vegetarianos han alcanzado honores en más de una actividad. De hecho, cuando lo
que se requiere es una gran resistencia, ellos casi siempre ganan. Muchos miles de inválidos
han cambiado su dieta mixta por una dieta vegetariana o frugívora y, gracias a ello, han
salvado la vida, a pesar de no haber podido recuperar una salud vigorosa.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Un cirujano del Bone and Joint Hospital, de la ciudad de Nueva York, que tenía una gran
experiencia con vegetarianos, me dijo que las mujeres vegetarianas daban a luz muy rápido, el
poco dolor no las reducía a animales y se recuperaban con sorprendente rapidez. Añadió que
cuando recibía una llamada para atender el parto de una vegetariana, él no perdía el tiempo,
sino que correría a atenderla y, muy a menudo, cuando llegaba se encontraba que el bebé ya
había nacido. También afirmaba que las heridas se curan antes en los vegetarianos que en
otros. Él propio cirujano no es vegetariano.

Un cirujano de aquí, San Antonio, que atendió varios partos de mujeres que este escritor había
atendido durante sus embarazos, me dijo una vez: «Cuando me llaman para atender a una
parturienta que tú has alimentado sé que no voy a tener complicaciones y que todo irá como
debe ir, pero cuando me llaman para atender a una mujer que come de forma convencional,
nunca sé lo que pasará. »

El profesor Richet descubrió que las frutas y verduras no generan anafilaxia, mientras que de
los resultados e interpretaciones de los alimentos cárnicos se deduce que la naturaleza pone
veto, por ser inadecuadas, a ciertas proteínas, principalmente animales. Lo que está claro es
que nunca se le debe dar a un niño menor de siete u ocho años carne, caldo de carne o
huevos. Hasta esa edad no tiene el poder para neutralizar estos venenos.

Los vegetarianos y frugívoros tienen menos posibilidades de padecer intoxicaciones


endógenas o infecciones que los que se alimentan con animales; muchos de estos últimos
casi no tienen defensas, sino que sumisamente sucumben a la imposición de los parásitos.

Tácito nos dice que los antiguos orientales se negaban a comer carne de cerdo por miedo a
contraer la lepra si consumían la carne del animal que les servía como basurero. El bacón o
panceta es particularmente resistente a las secreciones digestivas: su grasa ralentiza mucho la
digestión gástrica. Bouchard descubrió que las soluciones preparadas con las heces de los
carnívoros eran el doble de tóxicas que aquellas preparadas con las heces de los no
carnívoros. Herter, de Nueva York, observó que los animales mueren rápidamente con
soluciones hechas a partir de las heces de los animales carnívoros, pero no morían con
soluciones similares preparadas a partir de heces de animales herbívoros.

Es evidente que la mayor toxicidad de los alimentos cárnicos descompuestos daría lugar a
clases más graves de enfermedades, si la putrefacción ocurriera en el estómago y los
intestinos, donde se puede producir la absorción. Quizá esto explique la frecuente aparición de
cáncer y de otras patologías graves en los consumidores de carne.

En su discurso presidencial ante la Sección 1 de la British Association, en 1913, el catedrático


Gowland Hopkins señaló, en relación con algunas reacciones proteínicas importantes, que el
carnívoro se comporta de forma diferente del herbívoro: este último demuestra más poder de
síntesis y defensa. Con respecto a la pureza, estabilidad y fiabilidad, las sustancias vegetales
ofrecen al hombre proteínas y carbohidratos que son de superior calidad a aquellos que se
derivan de los alimentos cárnicos. Se sabe las heridas de los nativos que se alimentan de
frutas y frutos secos se curan mucho antes que las de los europeos que se alimentan de carne.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
Hay datos que demuestran que los vegetarianos y frugívoros viven más tiempo que los
comedores de carne. Los defensores de la dieta cárnica intentan contrarrestar esta evidencia
señalando la vida media tan corta que tienen las personas de la India. Al hacerlo, ignoran todos
los demás factores de vida que ayudan a determinar la duración de la vida. India es una tierra
con inmensas riquezas y el hogar de 1/5 de la población mundial. Posee recursos naturales
que rivalizan con los que hay en Estados Unidos. Pero estos recursos no se han desarrollado,
la riqueza está en manos de muy pocos, mientras que millones están condenados a la pobreza.
India ha estado gobernada por explotadores extranjeros que le quitaron la mayor parte de lo
que debería haberse utilizado para vestir, alimentar y cobijar a su enorme población. El 90% de
su gente es analfabeta, sólo el 39% está bien nutrida, mientras que 80 millones de personas
están permanentemente hambrientas. Además, mucha gente no conoce las reglas de una
buena sanidad, o no tiene acceso a la misma. En condiciones similares de suciedad, pobreza,
superpoblación, ignorancia, hambruna y malnutrición, los europeos comedores de carne de la
Edad Media tenían una vida media mucho más corta. Este contraste entre los comedores de
carne y los vegetarianos que viven en condiciones similares ofrece una perspectiva mucho más
favorable para los vegetarianos.

La inadecuación de algunas clases de sustancias como alimentos se hace evidente por la


frecuencia con la que los fenómenos anafilácticos aparecen tras su ingestión. Cuanto más se
parezcan estas sustancias a la carne del cuerpo, más inadecuadas son como alimentos. Por
tanto, la carne es el peor ofensor; los siguientes son los huevos y, después, la leche. El cáncer
y la anafilaxia tienen mucho en común, sobre todo porque ambas afecciones se deben a una
intoxicación proteínica. De hecho, la anafilaxis crónica latente puede ser el tan buscado virus
del cáncer.

Aunque el cáncer es una enfermedad de los comedores de carne, en ocasiones oímos que un
vegetariano muere de cáncer. En casi todos esos casos el vegetariano desciende de
comedores de carne y se hace vegetariano cuando ya es adulto. En estos casos, la diátesis
heredada simplemente es demasiado fuerte para poder ser contrarrestada por una reforma
alimenticia casual a la que con tanta frecuencia se recurre. Muchos de estos vegetarianos sólo
lo son de nombre, ya que habitualmente comen pescado, pollo u otras carnes que no son rojas.

El hombre o mujer que se convierte en un casual o parcial vegetariano sólo tras verse obligado
a hacerlo por una serie de problemas graves de salud, una especie de arrepentimiento a última
hora, no siempre encuentran la salvación.

El Doctor en Medicina, Louis Westerna Sanborn, ofrece una imagen muy representativa de
cómo hacer que los vegetarianos padezcan cáncer en la explicación que daba sobre la
incidencia de esta enfermedad entre los italianos de Sambucci que eran vegetarianos. De
forma accidental, durante el curso de su explicación, hace saber que estos vegetarianos comen
cerdo y son grandes bebedores de vino —hábitos que han persistido desde los días de la
antigua Roma—. Si los enemigos del vegetarianismo se ve obligados a utilizar estos ejemplos
de vegetarianos cancerosos en sus esfuerzos por demostrar que los vegetarianos padecen
cáncer, estás abocados a fracasar.

Estoy de acuerdo con el Dr. John Round en que el argumento del vegetariano, como causa de
moderación, ha sufrido por sus amigos. Al relacionar el aumento del cáncer con el avance del

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
consumo de carne, él dice: «Entre los polinesios y melanesios el cáncer es casi desconocido;
en Egipto, el cáncer rara vez o nunca se da entre las razas negras; en África del Sur, los bóer y
europeos que son principalmente consumidores de carne padecen con frecuencia de cáncer,
mientras que los nativos que son principalmente vegetarianos rara vez lo padecen. »

Fuente: 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE

El gran secreto de la felicidad:


Consumir siete vegetales o piezas de fruta al día
http://www.elconfidencial.com 17/10/2012

La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo diario de cinco piezas de


vegetales o frutas, pero *sólo tiene en cuenta los beneficios que estas presentan para la salud
a nivel físico, no a nivel psicológico. *Ungrupo de investigadores de la Universidad de Warkick,
en Reino Unido, se planteó en qué medida el consumo de frutas y verduras está asociado
también al bienestar mental y la felicidad, y para ello estudiaron los hábitos alimenticios de
80.000 británicos. El número de frutas y vegetales que consumía cada individuo fue cotejado
con respecto a su satisfacción vital, su salud mental, la presencia de desórdenes mentales, la
autopercepción de su salud, su felicidad, sus niveles de nerviosismo, y la cantidad de veces en
que se sentían bajos de forma.

“El poder estadístico de las frutas y los vegetales fue una sorpresa” explica *Sarah Stewart-
Brown*, profesora de salud pública y coautora del estudio, que aparecerá publicado en la
revista *SocialIndicators

Su asombro está justificado. Pese a tratarse de una simple relación estadística (sobre la que no
se conoce la causa) lo cierto es que los investigadores encontraron un patrón, que tal como
aseguran en el propio estudio, es extraordinariamente robusto: “La felicidad y la salud mental
aumentan de manera casi proporcional en función de las porciones diarias de frutas y verduras
que se consumen”*. Si bien en algunos casos el máximo nivel de bienestar se alcanza con el
consumo de cinco piezas diarias consideradas estas como una ración de aproximadamente 80
gramos, los picos máximos se dan principalmente en torno a las siete piezas.

Un incremento substancial
Los datos obtenidos son razón suficiente para animar a la gente a cambiar de hábitos
alimenticios. La mejoría a nivel mental que apareció asociada al consumo de vegetales y frutas
puede compararse con otro tipo de variables para entender en qué medida se trata de un factor
importante de nuestra felicidad y bienestar general. “Si se comparan niveles altos y bajos de

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576
consumo de frutas y verduras”, explican los autores del estudio, “la diferencia en cuanto a
bienestar general se encuentra entre 0,25 y 0,33 puntos de satisfacción vital. Para poner esto
en perspectiva, se puede comparar con el efecto bien conocido que tiene sobre el bienestar el
hecho de estar en paro, por el que se suelen perder 0,90 puntos de satisfacción vital”. Se trata,
pues, de un factor muy a tener en cuenta, por lo que los investigadores aseguran que
continuarán investigando al respecto en búsqueda de la relación causa-efecto de estos datos.
Uno de los autores del estudio, el profesor de economía *Andrew Oswald, asegura que pese a
que se necesita más información los datos obtenidos son razón suficiente para animar a la
gente a cambiar de hábitos alimenticios: *“Este estudio nos ha deparado resultados
sorprendentes y yo mismo he decidido que es prudente comer más frutas y vegetales.* Tengo
interés en seguir siendo alegre”.

Instituto Holístico de Higiene Vital. C/ Diego de León, 22 3º Dcha. 28006- Madrid. Tel.: 915776576

También podría gustarte