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Epicureísmo: el hedonismo racional

como base de la Terapia Cognitivo Conductual

Jesús Alberto Ríos Esparza


Universidad Autónoma de Coahuila
Facultad de Psicología
Maestría en Psicología Clínica

Resumen
Epicuro fue uno de los filósofos griegos más influyentes del período helenístico,
promovió el estudio de temas que aún en la actualidad resultan de gran interés como la
muerte, la felicidad y la finalidad de la vida. Consideraba que nuestra existencia
material es nuestra única oportunidad de ser felices, por lo que desarrolló una escuela
filosófica de carácter práctico basada en un hedonismo racional, cuyo objetivo era guiar
a las personas a llevar, de manera cotidiana, un estilo de vida centrado en la felicidad y
el bienestar, buscando para ello el placer y la eliminación del dolor físico y emocional,
para lo que instruía a sus seguidores a controlar racionalmente sus miedos y a usar la
razón para elegir placeres que causaran bien a largo plazo y evitar aquellos que
entrañaran un mal posterior. Dadas sus características, esta escuela filosófica es un
antecedente importante para el desarrollo de la Teoría Cognitivo Conductual.

Biografía
Epicuro vivió del 341 al 270 a de C., no se tiene certeza de su lugar de nacimiento, el
cual pudo haber sido Gargeto (Corona, 2005, p. 66) o Samos (Jufresa, 1995, p. 5),
aunque sí de que fue ciudadano ateniense. Su padre era campesino y profesor de
gramática y su madre se dedicaba a hacer rituales de purificación (Jufresa, 1995, p. 5).
Diógenes Laercio nos dice que Epicuro inició en el estudio de la filosofía a los catorce
años (Jufresa, 1995, p. 7). Aunque no es claro por quién fue educado, se sabe que
estuvo bajo la tutela de Nausífanes y se pueden identificar en sus escritos influencias
de Demócrito, Aristóteles, Platón y Eudoxo (Corona, 2005, p. 66-67). Fundó la escuela
del jardín en su casa (Jufresa, 1995, p. 7), donde aceptaba a cualquier persona que
deseara hacerse educar sin importar su sexo o condición social (Corona, 2005, p. 70).
Teoría
El hedonismo de Epicuro no debe ser confundido con un estilo de vida ligado a los
excesos y el libertinaje (Corona, 2005, p. 82), ya que promovía una vida sobria y casi
ascética (Boeri, 1997, p.4). Siendo la filosofía de Epicuro hedonista, es fácil entender
que su principal objetivo era la búsqueda del placer (Corona, 2005, p. 71), pero resulta
interesante la forma en que este era definido en su escuela, pues a la vez consideraba
que no todos los placeres deben ser buscados, afirmando con esto que debe tomarse
en cuenta la consecuencia del placer elegido y si esta le da a la persona mayores
males que beneficios, tal placer debe ser evitado (Vara, 2012, p. 36); por el contrario,
consideraba que algunos males menores pueden ser necesarios para obtener placeres
o bienes mayores, en cuyo caso deben ser buscados (Villarino, 2014, p. 12). A este
análisis de los propios deseos con respecto a sus consecuencias lo identificó con la
phronesis (Corona, 2005, p. 75).
Epicuro consideraba que la filosofía debe ser una disciplina para ser practicada
en la vida cotidiana, así, afirmaba que el sabio debe ser probado no por sus
enseñanzas, sino en la práctica, por su capacidad para generar para sí mismo una vida
provista de felicidad (Acosta, p. 4) (Corona, 2005, p. 69).
Un rasgo importante del pensamiento de Epicuro era la importancia que le daba
a la justicia, a la que le daba una visión utilitarista, considerándola una construcción
social cuya materialización era determinada para cada sujeto en sus propias
circunstancias (Villarino, 2014, p. 14) y un pacto social que permitía la vida en
comunidad (Corona, 2005, p. 86). (Vara, 2012, p.37) (Boeri, 1997, p.14).
Epicuro concebía a las necesidades físicas y emocionales como dolor,
aparentemente en consideración del malestar que pueden causar cuando no son
satisfechas oportunamente, derivado de esto, sostenía que su ausencia es el máximo
placer que puede experimentar el ser humano (Villarino, 2014, p. 12), a lo cual llamaba
placer “catastemático” o estático, así mismo distinguía el placer que causa la acción
mediante la que se extingue la sensación de necesidad y llamaba a este placer
“cinético” o de movimiento (Corona, 2005, p. 72). Es este último tipo de placer sobre el
que versa el uso de la phronesis, para lo cual es también importante considerar la
“adaptación hedónica” que causa la extinción gradual del placer que causa un estímulo,
razón por la que, según Epicuro, resulta necesario evitar la búsqueda del placer por ser
agradable, ya que esa adaptación siempre nos conduciría a buscar mayor intensidad o
cantidad de tal estímulo, y no lograríamos la saciedad, llegando esto a perturbar
nuestra vida (Savater, 2011, p. 86). Así, Epicuro consideró que debíamos buscar la
autarquía, o sea limitar nuestras necesidades a lo indispensable y conformarnos con
tan poco como nos fuera posible (Villarino, 2014, p. 13) (Corona, 2005, p. 78-80).
Uno de los puntos centrales del epicureísmo fue el interés por las perturbaciones
del pensamiento, para lo cual se enfocó en instruir a sus seguidores en cómo eliminar
el miedo a través de la reflexión de su irracionalidad, centrándose para esto en los
temores más comunes que presentaban las personas en su época, que eran el temor a
los dioses, temor al futuro y temor a la muerte (Villarino, 2014, p. 12) (Corona, 2005, p.
83) (Vara, 2012, p. 19).
Respecto al miedo a los dioses, luchó contra una concepción popular de los
dioses como seres rencorosos y vengativos que exigían pleitesía, explicando que los
dioses están más allá del entendimiento humano y no somos capaces de comprender
sus motivaciones, además ya han conseguido la ataraxia (Vara, 2012, p. 29), por lo que
no tendrían intención alguna de hacerle daño a la humanidad (Corona, 2005, p. 85).
Con relación al temor al futuro ofrecía la explicación atomista que afirma que al
estar toda la materia (e incluso el alma) formada por átomos, los cuales a través de su
movimiento definido determinan el futuro de toda la materia, proceso en el cual el ser
humano poco puede llegar a influir, por tanto no tiene sentido preocuparse por la
ocurrencia de fenómenos en los que no podemos hacer nada por cambiar, además
afirmó que no estamos del todo sujetos a él si sabemos reconocer las cosas que nos
pueden causar daño y las que nos traen beneficios (Villarino, 2014, p.13).
Respecto al temor a la muerte, afirmó que el alma es materia y muere con el
cuerpo, por lo que no hay vida inmaterial después de la muerte. De esta forma, al morir
habrá una ausencia de sensaciones (Vara, 2012, p. 35), por lo que la muerte no puede
ser experimentada y no tiene sentido alguno preocuparse por algo que no podemos
conocer (Corona, 2005, p. 85-86), y al ofrecer argumentos de que no existe una vida
inmaterial después de la muerte, le quita la condición de compensación o penalización
(Villarino, 2014, pp11) en la “siguiente vida” a las acciones realizadas en el cuerpo
material, por lo cual las orienta únicamente a sus consecuencias dentro del presente
inmediato de la vida en el cuerpo físico.

Aportaciones a la TCC
El carácter conductual del epicureísmo que decía que la filosofía debe expresarse en la
vida práctica, se corresponde con la TCC, cuyos principios de eficacia se basan en el
triple tratamiento que incluye elementos fisiológicos, conductuales y racionales.
Epicuro enseñaba que la filosofía debía conferir a las personas de herramientas
para vivir mejor, expresando que debía ser el medio para “suprimir las enfermedades
del alma” (Jufresa, 1995, p. 7). Tal planteamiento tiene un gran parecido con la TCC en
tanto considera que para el tratamiento del malestar emocional, es necesaria la acción
directa, más que hacer disertaciones y esperar que la solución nazca de forma
espontánea.
El planteamiento del uso de la phronesis resulta claramente en sintonía con las
teorías de reforzamiento de la conducta propias del condicionamiento operante. Así
mismo, es el uso de la phronesis, el que sugiere la supeditación de las emociones y los
deseos a la razón, rasgo que está claramente acentuado en la TCC, donde los
pensamientos son tratados como filtros que determinan las reacciones y el
comportamiento emocional de los sujetos.
Así mismo se puede observar en la cuestión de la eliminar el temor por el
destino, se puede ver un precedente importante para la TCC, en cuanto a la
conceptualización de algunos tipos de pensamiento irracional como los de anticipación
negativa. También con respecto la eliminación de temores, encuentro una invitación
implícita a una cultura de vida de acción en la cual, al disipar la ansiedad por las cosas
sobre las que no tenemos control, en el caso de los atenienses, personalizadas por la
figura de los dioses, tal energía permanecería disponible para las cosas que sí
podemos controlar representadas por la búsqueda de las cosas que nos proporcionan
placer.
El hedonismo a largo plazo es un concepto utilizado por Ellis.
• Los pensamientos recionles Producen emociones moderadas, de baja
intensidad y corta duración, siempre en consonancia con lo ocurrido.
• La aceptación de la incertidumbre es una variable o valor para cumplir las
metas de la TREC

• Se debe sentir miedo o ansiedad ante cualquier…}

• Los trastornos secundarios y la ataraxia


Referencias
Boeri, M. (1997). Epicuro, sobre el placer y la felicidad. Santiago de Chile: Editorial
Universitaria.
Corona Mendoza, E. (2005). El epicureísmo, una invitación a la filosofía y la libertad.
(Tesis de maestría inédita). Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad
de México.
García Gual, C. & Acosta Méndez, E. (1974). Ética de Epicuro. La génesis de una
moral utilitaria. Barcelona, España: Barral Editores.
Jufresa, M. (1995). Epicuro. Obras. Barcelona, España: Ediciones Altaya.
Savater, F. (2011). Historia de la filosofía sin temor ni temblor. Madrid, España: Editorial
Espasa.
Vara, J. (2012). Epicuro. Obras completas. Madrid, España: Ediciones Cátedra.
Villarino, H. (2014) Vivir según la naturaleza. El caso de Séneca y Epicuro. Eikasia, 54.
Oviedo, España.

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