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Barlow, D.H., Farchione, T.J., Fairholme, C.P., Ellard, K.K., Boisseau, C.L., Allen, L.B. y
Ehrenreich-May, J. (2011). Unified protocol for transdiagnostic treatment of emotional
disorders. Nueva York: Oxford University Press
Febrero de 2016
Tabla de Contenido
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ductuales que corresponderían a varias categorías diagnósticas, pero
que dependen de factores comunes. En segundo lugar, el colocar ró-
tulos a las experiencias que han sufrido puede dar lugar a colocar la
causa de los problemas en ellos, en lugar de entender que están te-
niendo una reacción normal a un contexto de violencia o agresión. En
tercer lugar, la descripción de los rótulos diagnósticos no tiene claras
implicaciones para el tratamiento, en el sentido en el que no agregan
nueva información sobre los factores que están manteniendo el pro-
blema. Finalmente, la investigación reciente ha demostrado que hay
factores de mantenimiento que son comunes a distintos trastornos.
Por consiguiente, más que enfocarse en los trastornos, es más eficien-
te centrarse en los factores de mantenimiento que son comunes a di-
ferentes manifestaciones emocionales. En consecuencia, una aproxi-
mación transdiagnóstica parecería ser la que mejor se ajusta al abor-
daje de la problemática de la población víctima de conflicto armado.
El Protocolo Unificado (PU) para el tratamiento de trastornos emo-
cionales responde exactamente a las condiciones arriba expuestas y
ha demostrado su utilidad y eficacia con personas que sufren de una
variedad de problemas emocionales y en uno de los estudios demos-
tró efectividad en un grupo de personas con diferentes trastornos
emocionales: al final del tratamiento 73% de los participantes mostra-
ron mejoría, mientras que en el seguimiento el 85% reaccionaron a la
intervención (Ellard y col, 2010 ) y partes del PU ya han sido usadas
exitosamente con victimas de conflictos armados en otras regiones
del mundo (e.g. Bolton, et al. 2014). Este protocolo se está aplicando
en varios continentes y tiene la mayor cobertura mundial dentro de lo
que se denominan tratamientos basados en evidencia.
En nuestro caso, la población víctima de exposición a múltiples even-
tos generadores de trauma y estrés de distinta índole en el conflicto
armado, es mucho más vulnerable a sufrir alteraciones en sus emo-
ciones y en su estado de ánimo. En ese sentido, la adaptación del PU
puede ser de gran utilidad para ayudar a las víctimas de violencia po-
lítica, ya sean personas desplazadas, reinsertadas, paramilitares rein-
sertados o miembros de las fuerzas militares de Colombia, a enfren-
tar no solamente las secuelas de su experiencia sino los factores ad-
versos que tienen que enfrentar en su diario vivir.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el PU se desarrolló en
un contexto cultural diferente, y con una población clínica de perso-
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nas con trastornos emocionales con características culturales y educa-
cionales que difieren de las personas que han sido víctimas del con-
flicto en Colombia. Además es importante tener siempre presente las
características particulares de esta población. En primer lugar, la ma-
yoría son personas de ambientes rurales y campesinos con poca ex-
posición a educación formal. En segundo lugar, muchos de ellos han
sido expuestos a eventos de violencia atroz, a amenazas y ataques
por parte de actores del conflicto que han terminado en pérdida de
seres queridos, en despojo de tierras y posesiones y en múltiples he-
chos victimizantes. En tercer lugar, como consecuencia de esto mu-
chos de ellos han tenido que desplazarse de sus lugares de origen en
condiciones adversas, lo que ha llevado a pérdida de sus redes socia-
les y familiares, sus costumbres, rituales culturales, su entorno físico,
sus alimentos y gustos desarrollados por años. En cuarto lugar, du-
rante el desplazamiento han continuado siendo expuestos a más actos
de violencia y condiciones de estrés. Por otra parte, además de sus
pérdidas, tienen que enfrentar la adaptación a un ambiente diferente,
por lo general urbano y hostil, sin contar con las habilidades necesa-
rias y en condiciones de pobreza y desempleo que incrementan su
vulnerabilidad emocional. Finalmente, muchos aún se encuentran ba-
jo amenazas y su vida corre peligro. Como resultado, hay fundamen-
talmente una pérdida en perspectivas futuras, esperanza y proyecto
de vida. En resumen, las condiciones del contexto incrementan no so-
lamente su vulnerabilidad emocional sino que mantienen una situa-
ción de estrés continuo que rara vez se observa en población clínica.
En esta realidad Colombiana (Schultz et al. 2014), es necesario reali-
zar la adaptación del PU a las características culturales y sociales de
nuestra población de acuerdo a los estándares internacionales. Final-
mente, esta adaptación pretende proporcionar herramientas a las per-
sonas para ayudarles no solamente a superar las secuelas de eventos
dolorosos o traumáticos sino especialmente a enfrentar de una forma
más eficiente los múltiples factores generadores de estrés que viven
cotidianamente.
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do efectividad, pero están enfocados en ayudarles a las personas a en-
frentar emociones intensas o desagradables abordando los mecanis-
mos comunes a diferentes formas de experiencia emocional. Este
programa parte de la premisa de que las personas que tienen dificul-
tades emocionales utilizan formas para regular sus emociones que
son contraproducentes, como por ejemplo, intentar evitar o disminuir
la intensidad de emociones incómodas que, al final, producen el efec-
to contrario y en últimas son los factores que contribuyen a que se
mantenga el malestar. Es decir, el PU es un tratamiento centrado en
las emociones que busca ayudarle a las personas a aprender a con-
frontar y a sentir emociones incómodas y a responder a esas expe-
riencias emocionales de formas más adaptativas. Al cambiar los hábi-
tos que tienen las personas para regular las emociones se espera una
reducción en la intensidad y frecuencia de las reacciones emocionales
y de esa forma mejorar la forma en la que funciona la persona. Sin
embargo, es importante aclarar que el PU no pretende eliminar del
todo las emociones desagradables sino reducirlas a un nivel que sea
de utilidad, ya que aunque se sientan desagradables pueden ser útiles
y de hecho pueden ayudar al mejor funcionamiento de la persona.
Los primeros 3 módulos del programa, explicados en los primeros
tres capítulos del Manual y de la Cartilla, están enfocados en expli-
carle a los participantes el modelo de los tres componentes de las
emociones para ayudarles a entender mejor la forma en la que inter-
actúan los pensamientos, las sensaciones y las conductas para produ-
cir las experiencias emocionales internas. Además, se les enseña a ras-
trear y “seguirle la pista” a sus experiencias emocionales de acuerdo
con este modelo. Esto les ayuda a desarrollar una mayor consciencia
de la experiencia emocional (incluyendo los disparadores y las conse-
cuencias) y a que en lugar de quedar atrapados en la experiencia
emocional puedan tener una visión más objetiva de sus emociones.
Luego se perfecciona la habilidad de desarrollar más consciencia
emocional en el Módulo 4, que se focaliza en enseñar a desarrollar la
habilidad de prestar total atención a la experiencia emocional en el
momento presente y sin hacer juicios. El aprendizaje de la habilidad
de desarrollar consciencia emocional, es decir, darse cuenta de la ex-
periencia emocional, es fundamental para desarrollar otros conceptos
y habilidades en el resto del programa. De hecho, el PU se concentra
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en la naturaleza funcional y adaptativa de las emociones, y ayuda a
desarrollar una mayor tolerancia a las emociones.
Una segunda habilidad fundamental del PU consiste en aprender,
por una parte, a cuestionar las interpretaciones y valoraciones negati-
vas y ansiosas relacionadas con señales internas o externas que se
perciben como amenazantes y, por otra, a desarrollar una mayor fle-
xibilidad cognitiva. En el PU se adaptan algunas de las intervenciones
tradicionales en terapia cognitiva y se concentran en dos tipos de ma-
las interpretaciones: en primer lugar, la probabilidad de que ocurra
un acontecimiento negativo (sobre-estimación de probabilidades) y
en segundo lugar, las consecuencias de ese evento negativo si llegase
a suceder (catastrofización). Sin embargo, a diferencia de la terapia
cognitiva, el énfasis del PU no se centra en eliminar o en suprimir
pensamientos negativos y reemplazarlos por interpretaciones más
realistas o positivas, sino más bien en aumentar la flexibilidad cogni-
tiva, es decir considerar una mayor variedad de interpretaciones, co-
mo forma más efectiva de regular las emociones. A las personas se les
anima a usar estrategias de revaloración, no solamente antes, sino du-
rante y después de las experiencias emocionales. Estas habilidades se
trabajan en el Módulo 5. Además, en el PU se resalta la forma diná-
mica en la que interactúan los pensamientos, las sensaciones físicas y
las conductas como factor generador de las experiencias emocionales.
En el Capítulo 4 de la Cartilla se resumen los conceptos tratados en la
sesión y se explican los ejercicios que deben seguir practicando el res-
to del programa. Aunque en teoría se podrían utilizar los procedi-
mientos de revaloración cognitiva como un tratamiento en sí mismo,
la experiencia ha mostrado que pueden ser especialmente importan-
tes para ayudarles a los participantes a engancharse en las exposicio-
nes interoceptivas y situacionales que se hacen más adelante en el
programa.
Una tercera habilidad fundamental en el PU es la de identificar y
modificar las tendencias de acción contraproducentes: las conductas
impulsadas por emociones (CIEs), que son básicas para los ejercicios
de exposición. Tal y como lo señaló Barlow (1988) al referirse al tra-
tamiento de los trastornos fóbicos, es posible que una de las funciones
centrales de la exposición sea impedir que se den las tendencias de
acción asociadas con la emoción y de esa forma facilitar el aprendiza-
je de nuevas formas de reaccionar. El aprendizaje de formas para re-
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ducir patrones de evitación y para cambiar tendencias de acción se
hace en el tema del Módulo 6 que se describe en los respectivos Capí-
tulos en este Manual y en la Cartilla.
La cuarta habilidad del PU busca aumentar el nivel de consciencia y
tolerancia de las sensaciones físicas mediante ejercicios de exposición
a sensaciones internas o interoceptivas. A todos los participantes, in-
dependientemente del tipo de emoción que predomine, se les hacen
ejercicios de exposición interoceptiva diseñados para generar sensa-
ciones físicas parecidas a las que se sienten cuando hay ansiedad o
malestar emocional. Aunque en un principio estos procedimientos se
usaban específicamente en trastorno de pánico, en el PU se utilizan
con diferentes tipos de reacción emocional, independientemente de
que sean o no el principal motivo de ansiedad de la persona, con el
fin primordial de ayudarle a la persona a desarrollar consciencia de
las sensaciones físicas que siente en las experiencias emocionales, y
para que pueda darse cuenta de la forma en la que esas sensaciones
somáticas afectan los pensamientos y las conductas, así como la ma-
nera en la que los pensamientos y las conductas pueden intensificar
esas sensaciones.
En la parte final del programa, el quinto componente central del PU,
se integran todos los componentes fundamentales del tratamiento
mediante ejercicios de exposición a emociones. Estos ejercicios se cen-
tran en generar y enfrentar experiencias emocionales tanto relaciona-
das con situaciones externas como con eventos internos. Al igual que
ocurre en otros tratamientos cognitivo-conductuales en los que se usa
exposición, los ejercicios se hacen de forma gradual, de tal manera
que la persona pueda confrontar primero las situaciones menos difíci-
les (o las que menos provocan emociones) antes de avanzar hacia si-
tuaciones más difíciles o que generan más emociones. Sin embargo,
es importante aclarar que esto se hace para facilitar la participación
en las exposiciones y no hay una razón de fondo para hacer las expo-
siciones de esta forma: aunque las situaciones más difíciles produz-
can emociones más intensas, esto no quiere decir que sean más peli-
grosas que las menos intensas. En todos los casos, en las sesiones de
exposición se trata de experimentar las sensaciones en su total inten-
sidad. Por lo tanto, es necesario identificar patrones de evitación sutil
u otras formas de señal de seguridad para eliminarlos por completo
durante los ejercicios para facilitar el nuevo aprendizaje y la creación
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de nuevos recuerdos sobre la situación. De esta forma, las tendencias
a hacer evitación o supresión emocional se reemplazan por tenden-
cias a aproximarse.
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Los módulos se desarrollan de forma acumulativa y se diseñaron pa-
ra aplicarlos en ese orden. Sin embargo, hay cierto grado de flexibili-
dad en el PU de tal forma que, si la situación lo amerita, algunos mó-
dulos se pueden completar en más de una sesión para acomodarse a
las necesidades individuales de los participantes. Dependiendo de las
condiciones de cada participante, algunos pueden requerir más se-
siones en un módulo particular. Por ejemplo, un participante que su-
fra de excesiva preocupación, puede requerir más entrenamiento en
atención sin juicios centrada en el presente. De todas formas, es im-
portante que a todos los participantes se les aplique la totalidad de
los módulos, aunque aparentemente se crea que alguno no es espe-
cialmente pertinente a su problemática. De igual forma, puede haber
cierta flexibilidad en la duración de las sesiones. Aunque están dise-
ñadas para desarrollarse en 90 minutos cada uno, el terapeuta puede
considerar terminarlas en menos tiempo o aumentar el tiempo si las
condiciones del participante lo requieren. De igual forma, aunque la
frecuencia programada para este estudio es de dos sesiones en la se-
mana, a algunos participantes no les es posible realizarlas con esta
frecuencia, en cuyo caso se pueden realizar sesiones semanales.
Módulo 1. Desarrollo de motivación y compromiso con el tratamiento
Duración: 1 sesión
Protocolo original: TG, Capítulo 5; WB, Capítulo 4
Manual adaptado: Capítulo 4 ; Cartilla: Capítulo 3
Este módulo se centra en ayudarle al/a participante a estar listo/a
para el programa y a aumentar su motivación para cambiar, aumen-
tando el sentido de auto-eficacia, es decir creer que tiene la capacidad
para lograr los cambios que quiere. A los participantes se les da la
oportunidad de sopesar los pros y contras de cambiar o de seguir
igual, así como de articular las metas de tratamiento, tratando de ha-
cerlas más concretas y de identificar los pasos para lograrlas. En este
manual también se describen algunos procedimientos terapéuticos
para mejorar la motivación y el compromiso con el tratamiento.
Módulo 2. Psicoeducación y registro de las experiencias emocionales
Duración: 1 sesión
Protocolo original: TG, Capítulo 6-7; WB Capítulos 5, 6.
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Manual adaptado: Capítulo 5; Cartilla, Capítulo 4.
Los conceptos clave para este módulo incluyen psicoeducación sobre
la naturaleza de las emociones, los principales componentes de una
experiencia emocional, y el concepto de respuestas aprendidas. Du-
rante este módulo, se espera que los participantes logren darse más
cuenta de sus propios patrones de reacción emocional, incluyendo
posibles factores de mantenimiento (por ejemplo, disparadores co-
munes y/o contingencias ambientales) mediante el registro de esas
experiencias.
Módulo 3. Entrenamiento en consciencia emocional
Duración: 1 sesión
Protocolo original: TG, Capítulo 8; WB, Capítulo 7.
Manual adaptado: Capítulo 6; Cartilla, Capítulo 5
El módulo de consciencia emocional está diseñado para enseñarle al
participante a darse más cuenta de la forma en la que está reaccio-
nando y respondiendo a sus emociones y a practicar una forma de
darse más cuenta de su experiencia emocional centrada en el presente
y sin hacer juicios. Se espera que en este módulo los participantes
comiencen a desarrollar habilidades para permitirse observar en for-
ma objetiva su experiencia emocional mientras ocurre, dentro del
contexto del momento presente, lo cual les permitirá avanzar en la
identificación de pensamientos específicos, sensaciones físicas y con-
ductas que pueden estar contribuyendo a su malestar. Estas habilida-
des se desarrollan mediante la práctica de ejercicios cortos de aten-
ción plena (mindfulness) y ejercicios de inducción de emociones.
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practicar formas de modificarlos y a volverse más flexibles en la in-
terpretación de diferentes situaciones.
Módulo 5. Evitación emocional y conductas impulsadas por emociones (CIEs)
Duración: 1 sesión
Protocolo original: TG Capítulos 10, 11, WB Capítulos 9-10.
Manual adaptado: Capítulo 8; Cartilla Capítulo 7.
Este módulo está centrado en el segundo componente de la experien-
cia emocional: las conductas. En esta sesión el terapeuta le ayuda al
participante a identificar patrones de evitación emocional y conduc-
tas impulsadas por emociones (CIEs) perjudiciales. Después de que el
participante logra entender mejor la forma en la que esas conductas
mantienen el malestar, puede comenzar a trabajar en el cambio de los
patrones actuales de reacción.
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Este módulo se centra en exponer al participante tanto a desencade-
nantes emocionales situacionales como internos (incluyendo sensa-
ciones físicas), lo cual le da la oportunidad de aumentar su tolerancia
a emociones y hace posible que ocurra nuevo aprendizaje contextual.
El foco de las exposiciones es la experiencia emocional que se presen-
ta en diversas situaciones y se puede realizar mediante exposiciones
en sesión, en imaginación o en la situación real. En este módulo, el
terapeuta le ayuda al participante a diseñar una Jerarquía de Evita-
ción Emocional que abarca diversas situaciones, de tal forma que las
exposiciones se pueden hacer en forma gradual durante el resto del
tratamiento.
Módulo 8. Mantenimiento de progreso
Duración: 1 sesión
Protocolo original: TG Capítulo 15, WB Capítulo 14
Manual adaptado: Capítulo 11; Cartilla: Capítulo 10.
El tratamiento en el PU finaliza con una revisión general de los con-
ceptos tratados a lo largo de todas las sesiones y una discusión del
progreso del participante. El terapeuta le ayuda al participante a
identificar formas de mantener los progresos logrados y a anticipar
posibles dificultades en el futuro así como a estimularlo para que siga
utilizando las técnicas del tratamiento para lograr alcanzar las metas
a largo y a corto plazo.
CARACTERÍSTICAS DE LA INTERVENCIÓN
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tener el participante, y el logro de los objetivos de cada sesión con el
fin de maximizar la experiencia de aprendizaje.
Relación de colaboración
El establecimiento de una relación cálida y empática es fundamental
para cualquier intervención clínica, pero con mayor razón cuando los
participantes son personas que han sido y están siendo aún sometidas
a niveles extremos de sufrimiento y cuyas experiencias en relaciones
interpersonales anteriores han llevado a generar más dolor o a au-
mentar el sufrimiento. Muchos de los participantes han sufrido expe-
riencias en las que su confianza ha sido traicionada por funcionarios,
por profesionales de la salud mental o por actores del conflicto lo cual
hace particularmente difícil el inicio de un trabajo en colaboración.
Por esta razón, antes de iniciar la aplicación de los diferentes módu-
los, es fundamental establecer una relación empática en la cual los
participantes del programa se sientan entendidos y validados en sus
experiencias pasadas y actuales y puedan apreciar la utilidad de las
herramientas que se busca proporcionar para el manejo de sus emo-
ciones y para una mejor adaptación a las condiciones adversas que
tienen que enfrentar en su vida cotidiana. Dado lo anterior, es espe-
cialmente importante que el terapeuta trate de colocarse en el papel
del participante para poder entender el entorno desde su punto de
vista. Por lo tanto, las habilidades clínicas de combinar la estructura
de la intervención con procedimientos de escucha activa, reflexión de
sentimiento y resúmenes periódicos son condiciones necesarias, aun-
que no suficientes, para el logro de los objetivos. Igualmente la rela-
ción que se establece es de colaboración, en la cual cada uno de los
protagonistas, el participante y el terapeuta, tienen cierta información
que van a compartir para lograr el objetivo común de aumentar los
niveles de bienestar y calidad de vida del participante.
El papel del terapeuta
De acuerdo con lo anterior, más que una “autoridad”, el terapeuta
debe ser ante todo un colaborador o facilitador. Debe estar abierto a
recibir y a asimilar la información del participante. Es importante te-
ner en cuenta que, como se explicó en la sección anterior, el partici-
pante proporciona información sobre su experiencia actual y pasada
y sobre su contexto, mientras que el terapeuta colabora con el partici-
pante para que pueda tener información correctiva que le permita en-
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frentar con mayor eficacia sus circunstancias. Por esa razón, es impor-
tante tener un conocimiento profundo sobre la situación y el contexto
del participante, así como de los problemas cotidianos que tiene que
enfrentar. En general, no es fácil cambiar patrones de comportamien-
to y costumbres arraigadas, pero lo es aun menos, cuando las condi-
ciones del medio no favorecen el bienestar. Por esa razón, es muy im-
portante la información del participante sobre qué elementos de la se-
sión o de los ejercicios de práctica le son particularmente útiles y cuá-
les no lo son, con el fin de ir logrando refinar el protocolo para que se
ajuste más a las condiciones particulares de los participantes.
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guro y de confianza. Si bien es cierto, como se explicó al resaltar la
importancia de la relación de colaboración, que el escuchar activa-
mente es un ingrediente importante de la intervención, claramente no
es el único ingrediente. Por ese motivo, es necesario desde la primera
sesión orientar al participante a la característica fundamental del tra-
bajo colaborativo. Aunque el escuchar es importante para aliviar
temporalmente el malestar emocional, no es suficiente, ya que se bus-
ca que el participante adquiera nuevas herramientas que le permitan
hacer frente a las adversidades de una forma más efectiva. Para lo-
grar esto, es necesario orientar al participante a plantear objetivos
concretos y a revisar los medios para lograrlos.
Por consiguiente, al igual que ocurre en otras intervenciones en tera-
pia cognitivo-conductual, las sesiones del PU adaptado son estructu-
radas. Esto quiere decir que siguen una agenda predeterminada que
se describe en este manual en cada sesión. Puesto que este es un En-
sayo Clínico Aleatorizado, para poder evaluar de forma válida el
efecto de la intervención y posteriormente poder difundirla, es indis-
pensable seguir detalladamente las indicaciones de este manual, y
mantenerse en la estructura especificada. Como regla general, antes
de iniciar la sesión debe haberse reunido con su supervisor clínico pa-
ra revisar la sesión previa y aclarar dudas de cómo proceder en la se-
sión siguiente. Por lo general, cada sesión comienza con la revisión
de los ejercicios prácticos que se asignaron al final de la sesión ante-
rior. La revisión de los ejercicios ayuda a repasar los conceptos que se
trataron en la sesión anterior y a establecer una clara relación entre
los conceptos vistos y la práctica durante la semana. En esta primera
parte, también es importante evaluar los avances que hizo el partici-
pante desde la última sesión. Después de esta primera parte de revi-
sión de ejercicios prácticos, a través del método inductivo, se presen-
tan los temas centrales de la sesión y se demuestran y practican los
ejercicios correspondientes para ayudarle al participante a entender
las habilidades que se busca formar. Esta metodología didáctica de
combinación de método inductivo, resúmenes periódicos, demostra-
ciones y práctica de ejercicios conforman el núcleo de la sesión. Al fi-
nalizar la sesión, se le ayuda al participante a consolidar lo que ha
aprendido. Para lograrlo, debe preguntarle lo que le quedó claro de lo
visto en la sesión, preferiblemente a través de ejemplos de su expe-
riencia personal.
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Una de las habilidades clínicas que presenta más dificultad es la de
mantener un balance entre escuchar al participante y mantener la es-
tructura de la sesión. Los resúmenes periódicos y las frases de transi-
ción son particularmente útiles para este propósito. Una frase en la
que se valide la expresión del participante y al mismo tiempo traiga
de nuevo el tema a la agenda de la sesión tiene la doble ventaja de
responder a la necesidad de la persona y al mismo tiempo relacionar-
lo con el tema de la sesión que va a cumplir sus propósitos. Al final
de la sesión, también se debe pedir retroalimentación sobre cómo se
sintió con el material visto en la sesión, y si hubo algo que le hubiera
causado molestia o incomodidad. Para terminar, debe describir cla-
ramente los ejercicios para la siguiente sesión, demostrarlos con la
cartilla y asegurarse de que los entendió y que tiene un plan concreto
para realizarlos.
Ejercicios de práctica (“tareas” que se le asignarán al participante)
Para ser consistentes con el propósito de la intervención que, además
de entender las circunstancias del participante, busca entrenar habili-
dades para afrontar las emociones de una forma efectiva, es necesario
recalcar la importancia de la práctica. La investigación ha demostrado
en repetidos estudios que la práctica entre sesiones es fundamental
para el logro de resultados estables y duraderos.
La cartilla constituye la guía fundamental para la realización de los
Ejercicios de Práctica. En la adaptación del protocolo original se ha
reducido considerablemente el texto para leer en la cartilla y se ha li-
mitado a repasar los conceptos fundamentales, pero se ha tenido es-
pecial cuidado en presentar los ejercicios de una forma sencilla y que
facilite la práctica. Cada sesión tiene su correspondiente capítulo en
la cartilla en la cual se explican los ejercicios y se incluyen los forma-
tos de registro que deben tener llenos al principio de cada sesión.
Teniendo en cuenta la difícil situación que tienen que enfrentar a dia-
rio para subsistir, es de gran importancia que los participantes ten-
gan claridad sobre la importancia de la práctica entre sesiones y natu-
ralmente que los ejercicios asignados sean factibles y realistas. Por lo
tanto, la presentación de las razones para realizar los ejercicios y la
importancia de la práctica deben quedar claros desde la primera se-
sión. Una vez más, a través del método inductivo, y tomando ejem-
plos de su propia experiencia en cualquier habilidad en la que se
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desempeñen bien, por ejemplo, trabajo, cocina, etc. se les puede guiar
a través de preguntas para que ellos mismos lleguen a la conclusión
sobre la importancia de la práctica para lograr el estado que desean o
los objetivos que quisieran lograr. Por lo tanto, como se mencionó en
la descripción de las sesiones estructuradas, al final de cada sesión se
asignan ejercicios que se deben practicar para consolidar lo que se ha
aprendido durante la sesión y para lograr que los efectos se manten-
gan en su contexto cotidiano. Sin embargo, no basta con asignar el
ejercicio, sino que es necesario explicarle al participante las razones
por las que es importante realizar esa práctica particular para lograr
sus objetivos a largo plazo. Por lo tanto, es importante que al partici-
pante le quede claro que para lograr los efectos que desea para mejo-
rar su estilo de vida y lograr los objetivos que valora es necesario:
ü La asistencia a las sesiones y entender los conceptos y habilidades
que son el tema de cada sesión, son el primer paso para lograr el
cambio.
ü La aplicación y la práctica de lo que se ha tratado en la sesión en
la vida diaria es lo que realmente lleva a un cambio duradero.
ü Semanalmente tendrán que hacer unos ejercicios y tomar unas no-
tas en la cartilla que deberán traer a la siguiente sesión para facili-
tar la discusión sobre problemas que se puedan presentar en la
realización de los ejercicios.
ü Semanalmente deberán responder dos cuestionarios cortos, el
ODSIS y el OASIS, y anotar el resultado en la Hoja de Progreso en
la cartilla. La revisión de los registros los ayuda a mantenerse mo-
tivados y a discutirlos durante las sesiones. Es importante que se
den cuenta de que en el proceso de cambio es normal que haya al-
tos y bajos, dependiendo de las circunstancias, y que no se des-
animen ya que es normal a veces echar para atrás.
Es importante al final de la sesión repasar con el participante el resu-
men del material visto que está en la cartilla. Teniendo en cuenta el
nivel educativo de muchos de los participantes, así como las restric-
ciones de tiempo, en la cartilla se presenta un resumen muy breve e
ilustrado sobre el material cubierto. También es importante recalcar
la importancia de seguir practicando los ejercicios de las sesiones an-
teriores para que se vaya consolidando el aprendizaje.
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Revisión de ejercicios de práctica
A partir de la segunda sesión, se comienza con la revisión de los Ejer-
cicios de Práctica por varios motivos.
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1. Las condiciones actuales de malestar emocional en términos específi-
cos. Es decir la clara definición de los problemas que están aquejan-
do al participante en la actualidad:
ü Las principales experiencias emocionales que está sintiendo a dia-
rio, por ejemplo, miedo, ansiedad, tristeza, rabia, culpa, vergüenza,
duelo etc., y la forma en la que esas emociones están influyendo
en su vida.
ü El grado en el que esas emociones están interfiriendo con el fun-
cionamiento del participante, por ejemplo, la forma en la que se
puede estar limitando o restringiendo por esas experiencias.
ü Cualquier consecuencia física que está asociada con las emociones
intensas, por ejemplo, fatiga, problemas de sueño, dolores en el
cuerpo, mal de estómago, etc.
ü Cualquier técnica o estrategia que esté usando el participante para
manejar esas emociones intensas o el malestar.
2. La definición de valores de visa y objetivos a mediano plazo en rela-
ción tanto con sus problemas actuales como con el estilo de vida que
quisiera tener a largo plazo.
3. La relación entre el programa del PU y la mejoría en su malestar
emocional y los aportes concretos que le puede hacer para lograr sus
objetivos.
En segundo lugar, el análisis de las consecuencias de cambiar vs no
cambiar y la forma en la que se relaciona con sus objetivos ayuda a
aumentar la motivación para el cambio. En la segunda sesión, se ex-
plican los procedimientos para aumentar la motivación. En tercer lu-
gar, el establecimiento de una sólida relación de colaboración aumen-
ta la probabilidad de cumplimiento, y finalmente, la programación de
ejercicios de práctica que sean factibles dentro de sus condiciones de
vida contribuye al compromiso y cumplimiento.
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versión original hay una gran cantidad de texto en la Cartilla para el
participante, y considerando las características culturales, educacio-
nales y nivel de escolaridad de los participantes, se ha reducido al
máximo el texto en la cartilla para el participante y se ha integrado
dentro del manual para el terapeuta. Se espera que muchas de las ex-
plicaciones que se encuentran en la cartilla original se integren dentro
del tema de la sesión, por lo cual ese material se ha integrado dentro
del Manual. Igualmente, se ha modificado el lenguaje, los ejemplos,
se ha adaptado la forma de introducir los conceptos, así como los
ejercicios de práctica a las condiciones culturales de los participantes.
El objetivo de este manual es ofrecer una guía detallada a los terapeu-
tas con el fin de unificar la administración del programa y de minimi-
zar la variabilidad entre los terapeutas con el fin de asegurar que la
evaluación que se va a realizar corresponda estrictamente al progra-
ma y no a procedimientos diferentes de los terapeutas. Por consi-
guiente, se recomienda seguir estrictamente en lo posible los linea-
mientos del protocolo aunque manteniendo la flexibilidad para ajus-
tarse a las condiciones que puedan surgir en la sesión en un momento
particular. Por esta razón, se espera que haya juicio clínico del tera-
peuta para mantener el balance entre las guías del protocolo y las
condiciones particulares del participante.
El Manual está organizado por módulos del protocolo. Por lo general,
cada módulo corresponde a una sesión, aunque en casos particulares,
el terapeuta puede decidir aumentar el número de sesiones de un
módulo si las condiciones del caso lo ameritan. Estas decisiones deber
discutirse con el supervisor y con el equipo clínico. El módulo 7 de
exposición emocional comprende de 4 a 6 sesiones dependiendo de
las necesidades del participante.
Teniendo en cuenta las características de la población y que proba-
blemente la mayoría de los posibles participantes no están familiari-
zados con intervenciones psicológicas, y que en algunos casos o han
tenido experiencias desfavorables con entrevistas psicológicas o de
otros profesionales que han generado desconfianza, o simplemente
desean ser escuchados, se ha introducido una sesión preliminar al
comienzo del protocolo con el fin de establecer una sólida relación de
confianza y conocimiento para poder comenzar con sesiones más es-
tructuradas en la primera sesión del protocolo. Los siguientes capítu-
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los del Manual siguen la misma organización que corresponde a la
organización de la sesión de la siguiente forma:
1. Descripción del módulo. Cada capítulo se inicia con una revisión gene-
ral de los conceptos que se van a cubrir en el módulo.
2. Materiales. Se hace referencia a los formatos de evaluación, la cartilla,
los ejercicios, los registros o cualquier otro material que se vaya a
emplear durante la sesión. El terapeuta debe asegurarse de tener ese
material listo antes de comenzar la sesión.
3. Conceptos básicos. Se presenta una lista concisa de los conceptos bási-
cos que se deben cubrir en la sesión.
4. Objetivos para el participante. Se especifican los objetivos que se espera
que los participantes logren al terminar la sesión.
5. Metas para el terapeuta. Se especifican en forma resumida las metas de
actividades que debe cumplir el terapeuta a lo largo de la sesión.
6. Agenda. Se hace una descripción detallada de la agenda que se debe
cubrir a lo largo de la sesión incluyendo ejemplos concretos sobre la
forma en la que se deben tratar los conceptos y entrenar habilidades
específicas. La agenda tiene un orden pre-establecido y constituye la
estructura de cada sesión.
7. Ejercicios de práctica. Al final de cada capítulo se describen los ejerci-
cios que se le asignan al participante para practicar de ahí en adelan-
te a lo largo del programa.
La organización de la cartilla es similar. El objetivo de la cartilla es
servir de referencia al participante para repasar los conceptos centra-
les de cada módulo. Como se mencionó anteriormente, se simplificó
el texto de tal forma que solamente se incluye un breve resumen tex-
tual del tema de la sesión, un listado de los conceptos fundamentales,
material gráfico para ilustrar los conceptos, y espacios para auto-
registros y guía en la realización de ejercicios.
20
Capítulo 2 Sesión preliminar
DESCRIPCIÓN
21
que están interfiriendo en su vida, y (3) los mecanismos actuales que
está utilizando para hacerle frente a esas emociones, como base para
profundizar en la primera sesión. Aunque en la siguiente sesión se va
a retomar este tema de una forma más sistemática, en esta oportuni-
dad el terapeuta tomará nota de esta información, lo cual le dará más
elementos para estructurar la sesión inicial. Finalmente, introducirá
el tema de la siguiente sesión, en la cual se le explicará detalladamen-
te el programa, y se identificarán las principales necesidades y las ca-
racterísticas de la intervención.
INFORMACIÓN DE ENTRADA
§ Datos demográficos
§ Cuestionarios de tamizaje
22
AGENDA (60-90 MINUTOS)
23
ticipar posibles facilitadores, barreras u obstáculos para el desarrollo
del programa.
Descripción de su experiencia
Para introducir el tema que permita profundizar sobre su historia,
utilizando preguntas abiertas, es importante indagar sobre su expe-
riencia con el conflicto armado, y si ha sido desplazado, puede narrar
su propia historia. Recuerde que aunque inicialmente se le formulan
preguntas, en esta sesión se trata de permitirle hablar libremente, y
solamente hacer intervenciones para mostrar comprensión y para ha-
cer resúmenes periódicos. Utilice procedimientos de reflexión de con-
tenido: haga parafraseo y breves resúmenes periódicos sobre lo que
ha entendido y sobretodo valide verbal y no verbalmente su expe-
riencia. Recuerde que se trata de entender la experiencia del partici-
pante desde la perspectiva de el o de ella. Trate de ponerse en la si-
tuación del participante y observe sus propias reacciones emocionales.
Expréselas verbalmente en forma de reflexión de sentimiento. Conti-
núe escuchando activamente la narración con el mínimo de interrup-
ciones pero con claras señales verbales, para-verbales y no verbales
de atención y aceptación.
Finalización de la sesión
Faltando 10 minutos para terminar la sesión, haga un resumen gene-
ral de lo que entendió de lo que expresó el participante y haga la
transición a la siguiente sesión. Se le explica que en la primera sesión
se va a profundizar sobre algunos de los aspectos que describió en es-
ta sesión con miras a determinar la mejor manera de ayudarlo/la a
funcionar mejor dentro de las circunstancias actuales y a aumentar su
nivel general de bienestar. Es muy importante en este punto, acordar
la hora de la siguiente sesión y anticipar posibles dificultades que se
puedan presentar.
24
Capítulo 3 Introducción y definición de áreas de ma-
lestar emocional en contexto
DESCRIPCIÓN
25
personales, así como en el balance de toma de decisiones entre conti-
nuar de la misma forma o iniciar un proceso de cambio.
Puesto que con frecuencia, las personas que han sobrevivido al con-
flicto armado y que viven en situaciones adversas, tienen la justa ex-
pectativa de que se les ayude a satisfacer sus necesidades básicas,
como vivienda, alimentación, y trabajo, entre otras, en esta sesión de-
berá quedarle claro al participante que este programa, más que estar
en capacidad de darle solución a sus problemas cotidianos, le ayuda-
rá a darle más poder y autonomía para poderle hacer frente a los
múltiples problemas diarios que tiene que enfrentar, como sus con-
diciones familiares, laborales, de alimentación y vivienda y de salud.
Es importante transmitir el mensaje de que muchas veces los estados
emocionales intensos y la forma de enfrentarlos no le ayudan a las
personas a resolver problemas de la vida diaria que podrían enfrentar
mejor si pudieran utilizar sus estados emocionales a favor y no en
contra de sus objetivos vitales.
Teniendo en cuenta la complejidad de las situaciones por las que han
tenido que pasar los sobrevivientes del conflicto armado, así como su
situación actual, esta sesión está centrada en continuar construyendo
el espacio que se inició en la sesión previa, en el cual la persona se
sienta entendida y validada y se pueda establecer un espacio común
de trabajo teniendo en cuenta no solamente su situación actual sino
también los factores contextuales que dieron lugar a su estado pre-
sente. Sin embargo, a diferencia de la anterior, en esta sesión se esta-
blecerá un mayor grado de estructuración.
En la primera parte de la sesión, con base en el material recolectado
en la evaluación inicial y en la sesión preliminar, se busca identificar
en términos específicos su estado emocional actual, así como las con-
diciones contextuales anteriores y actuales que contribuyen a dicho
estado. Se trata de validar y en cierta forma, “normalizar” sus estados
emocionales actuales. Aunque muchas de sus reacciones emocionales
intensas fueron adaptativas y necesarias para su supervivencia en las
experiencias violentas y adversas que han tenido que enfrentar, con
frecuencia el cerebro queda sensibilizado y sigue produciendo esas
reacciones con la misma intensidad, aún cuando no son necesarias
todo el tiempo ni en todas las ocasiones, lo cual interfiere con lo que
quieren y no les permite enfrentar muchas otras situaciones de la vi-
da, ni sentir bienestar. Por lo tanto, es importante que el terapeuta le
26
ayude al participante a entender la forma en la que esas experiencias
anteriores todavía lo/la está afectando en su situación actual, y que
aunque tienen un valor adaptativo y funcional en ciertas situaciones,
como amenaza reales, cuando se siguen presentando la mayor parte
del tiempo o con demasiada intensidad en condiciones que no lo
ameritan, generan malestar e interfieren con la reacción a las situa-
ciones actuales que requieren su atención y en general no les permite
vivir su vida plenamente.
Además, se trata de determinar las áreas de problema en las que se va
a trabajar y hacer un análisis funcional inicial. Aunque no se van a
trabajar trastornos ni rótulos diagnósticos, puede ser de utilidad iden-
tificar los tipos de emoción que están generando malestar e interfi-
riendo con el funcionamiento, y ayudarles a diferenciar los distintos
tipos de emoción como miedo, tristeza, ansiedad y rabia, así como
formas específicas en las que se manifiestan: corazón acelerado, sudo-
ración, recuerdos intrusivos, preocupación, hipervigilancia, pesadi-
llas, irritabilidad, insomnio, bajo estado de ánimo, pasividad, etc. Por
lo tanto, se trata de definir en términos precisos a través de preguntas,
tanto la naturaleza de la emoción, incluyendo sus componentes de
sensaciones y pensamientos como las formas en las cuales están ac-
tuando para hacerles frente. En esta sesión es importante tener cui-
dado de no hacer juicios sobre el valor adaptativo o desadaptativo de
estas estrategias, sino simplemente llamar la atención a través de
preguntas, sobre su efecto a corto y a largo plazo. Aunque en sesio-
nes posteriores se va a profundizar sobre estos aspectos, la informa-
ción obtenida en esta sesión le proporciona elementos necesarios al
terapeuta y orienta al participante a las futuras sesiones. Es importan-
te tener presente que en esta sesión solamente se van a identificar las
áreas actuales de problemas. Sin embargo, éstas deben estar enmar-
cadas en el contexto actual en el que se va a desarrollar la interven-
ción incluyendo posibles obstáculos y factores facilitadores. El esta-
blecimiento de blancos concretos de acción desde un principio, facili-
ta el establecimiento de objetivos específicos y de esa forma permite
ligarlos con el programa para desarrollar la motivación, que es el ob-
jeto de la siguiente sesión.
Con base en lo anterior, en la segunda parte de la sesión se explicarán
las características del programa. Es importante aclarar que a través de
este programa se busca ayudarle a la persona a entender mejor sus
27
experiencias emocionales, a ubicarlas en el contexto actual en el que
ocurren y a contrarrestar las tendencias desadaptativas que con fre-
cuencia usan para manejar experiencias emocionales incómodas. Por
lo tanto, lo que lo que se pretende no es eliminar las emociones como
el miedo, la ansiedad, la tristeza o la rabia. De hecho, esas emociones
son parte normal de la vida y son importantes para darnos informa-
ción necesaria para hacer frente a situaciones que realmente requie-
ren de nuestra atención. Se busca tener más claridad y darnos cuenta
de la forma en la que a veces esas experiencias emocionales pueden
ser demasiado intensas y darnos información equivocada. Entonces la
forma en la que reaccionamos a esas emociones contribuye al males-
tar y a los síntomas y no solo no ayudan sino que no dejan que po-
damos vivir con tranquilidad y funcionar para resolver los problemas
que hay que enfrentar. Por lo tanto, este programa le va ayudar a las
personas a darse más cuenta y tener más presente las diferentes expe-
riencias que producen emociones incómodas o desagradables, que
pueden ser acontecimientos negativos o positivos, y aprender a res-
ponder a esas sensaciones de formas más adecuadas.
Finalmente, para terminar la sesión se le explica al participante la im-
portancia de tomar notas y llevar registros para monitorear su pro-
greso y de esa forma apoyar su proceso de aprendizaje. En esta sesión,
en particular, se le muestran las medidas de progreso, ODSIS, OASIS
y CURE, y se le enseña a llenar el Formato 2.7 Gráfico de Progreso.
Es importante aclarar que este programa es concreto, tiene una dura-
ción limitada, es estructurado y dirigido a objetivos específicos, y re-
quiere trabajo en colaboración y práctica continua. Se describen con
precisión las características del programa, número, duración y fre-
cuencia de las sesiones, estructura de cada sesión, política de citas y
cancelaciones, registros y ejercicios de práctica entre las sesiones. Por
lo tanto, al final de la sesión se presenta un resumen sobre las áreas
principales de problema y la forma en la que está afectando su vida.
Al final de esta sesión se espera que el participante cuente con los
elementos necesarios para hacer el ejercicio motivacional que es el
tema de la segunda sesión. Es la base inicial para aumentar su parti-
cipación y promover la adherencia y cumplimiento.
28
CONCEPTOS BÁSICOS
INFORMACIÓN DE ENTRADA
§ Cuestionarios de tamizaje
§ Datos demográficos
MATERIALES
29
§ Formato 2.7 Gráfico de Progreso
30
formas más adecuadas. Por esa razón es necesario hacer un traba-
jo en colaboración y en equipo y se requiere práctica continua de
lo que se ha aprendido en la sesión para aplicarlo en todos los
momentos de la vida.
ü Describir el programa: 12 sesiones de hora y media de duración,
dos veces a la semana.
ü Describir formas de programar citas, cancelaciones, etc.
ü Prácticas fuera de la sesión : Aprender haciendo
ü Necesidad de tomar notas y hacer seguimiento de progreso
ü Manejo de confidencialidad y de datos
31
AGENDA (60-90 MINUTOS)
32
rante la descripción anterior, es importante ayudarle a la persona a
identificar la emoción: miedo, ansiedad, rabia, tristeza, etc. Describa
brevemente en qué consiste cada una de esas emociones y refiéralo a
la cartilla, ya que a lo largo del programa se va a continuar trabajan-
do con esas categorías. A través del relato de sus experiencias emo-
cionales, puede demostrarle la forma de categorizar dichos estados
en las cuatro emociones básicas que se van a trabajar.
33
patológicos o enfermedades mentales, el énfasis se hace en la forma
en la que se utilizan los recursos para hacerle frente a situaciones ad-
versas en el contexto. Más aún, se trata de resaltar su fortaleza y resi-
liencia que han desarrollado para enfrentar situaciones tan adversas
por las que han tenido que pasar. Por consiguiente, y teniendo en
cuenta la naturaleza continua y permanente de eventos generadores
de emociones negativas, se trata de determinar tanto los eventos vio-
lentos que llevaron al desplazamiento, como las condiciones de es-
trés presentes en la actualidad.
Identificación de áreas de funcionamiento afectadas
6. Hay que tener siempre presente que un objetivo fundamental de las
dos primeras sesiones es sentar las bases para generar motivación
para continuar y cumplir con las indicaciones del programa. En este
sentido, es importante que en esta parte de la sesión se hable en for-
ma explícita del grado en el que estas reacciones están afectando as-
pectos específicos de la vida y el bienestar de la persona y de sus se-
res queridos. A partir del análisis funcional y haciendo preguntas
abiertas, utilice el Formato 2.4 Definición de Áreas de Malestar, para
ayudarle a la persona a identificar en qué áreas de su vida se está
afectando. Por ejemplo, su trabajo o, en caso de que no tenga, su difi-
cultad para conseguirlo, la solución de problemas básicos inmediatos,
su familia y sus relaciones con su pareja, con sus hijos, o con perso-
nas cercanas o con quienes vive, su salud, sus actividades, sus redes
sociales, etc. Con frecuencia, las personas que están sufriendo esta-
dos emocionales intensos, aunque tienen que hacerle frente a una
gran cantidad de situaciones inmediatas, lo hacen con un grado alto
de alteración emocional, o están tan centrados en la evitación o en
rumiación, que no ven claramente la relación entre sus estados emo-
cionales y el contexto. Es muy importante en este punto llamar la
atención del participante sobre la forma en la que sus estados emo-
cionales están relacionadas con aspectos importantes de la vida. Al
dejar este punto claro, se está preparando el terreno para el análisis
motivacional que será el tema de la segunda sesión. Utilice el mismo
Formato 2.4 Definición de Áreas de Malestar, para escribir frente a
cada uno, las áreas de la vida que están siendo afectadas y pídale
que lo siga llenando para la siguiente sesión. En resumen, durante la
realización de esta evaluación hay que asegurarse de identificar los
siguientes componentes:
34
1. Las principales experiencias emocionales que tiene a diario: miedo,
ansiedad, rabia, vergüenza, culpa, remordimiento, etc.
2. La forma en la que estas emociones no le permiten funcionar como
quisiera, por ejemplo, limitarse para hacer ciertas cosas, o reaccionar
de manera que le genera otros problemas.
3. Las reacciones físicas asociadas con esas emociones demasiado in-
tensas, por ejemplo, fatiga y cansancio, dolores, problemas de sueño,
etc.
4. Las estrategias que está usando para manejar estas emociones incó-
modas.
35
2. Las sesiones buscan dar herramientas que pueden utilizar para lo-
grar sentirse mejor a largo plazo.
3. Les permiten entender lo que les pasa y actuar consistentemente.
4. El programa les ayuda a determinar los logros que son importantes
para el participante y que pueden contribuir a una mejor calidad de
vida.
5. Para que funcione, se necesita que además de hablar, se actúe y se
hagan prácticas. La mejor forma de aprender es haciendo.
6. Importancia de llevar registros de las experiencias. Para poder darse
cuenta de los progresos, es necesario llenar cuestionarios y hacer al-
gunos registros. Esto ayuda a motivar y a darse cuenta de que sí es
posible cambiar. Se explica que a partir de esta primera sesión se ha-
rá una evaluación del progreso mediante el OASIS y el ODSIS, y que
en las siguientes sesiones se les pedirá que tomen nota de sus expe-
riencias en los formatos que se proporcionan en la cartilla.
7. Explicación de las condiciones de trabajo y diligenciamiento del con-
sentimiento informado.
ü Horas y programación de las citas.
ü Políticas de cancelación. Se le solicita que si por alguna razón no
les es posible asistir a una sesión, avisen con una anticipación de
24 horas para poder tener tiempo de reasignar la cita.
ü Acceso al terapeuta. Se debe dar la información de que el acceso al
terapeuta se va a hacer través del teléfono centralizado del estu-
dio.
8. Expectativas del programa. Con el fin de ayudarle al participante a ver
la forma en la que este programa le puede servir, utilice el Formato
2.6 Definición de Expectativas para que pueda escribir sus expecta-
tivas respecto del programa. En este punto no es necesario que sean
objetivos específicos, ya que eso se va a profundizar en e Módulo 1
sobre motivación.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
36
en la Cartilla. Explíquele cada uno de los Cuestionarios y la forma de lle-
narlos. Si encuentra que es difícil para el participante hacerlo, entonces
hágalo junto con el participante al comienzo de la sesión, hasta que crea
que ya entendió la forma de hacerlo. Utilice la Cartilla para explicarle y
comience a llenar el Formato 2.7 Gráfico de Progreso con el participante,
para asegurarse de que entendió.
✎ Ejercicio de descripción áreas de malestar en contexto. Al participante se le
dan instrucciones para que durante la semana llene el Formato 2.5 Ejer-
cicio de Experiencias Emocionales en Contexto que se encuentra en la
cartilla con base en su experiencia durante la semana. En le primera co-
lumna debe anotar diariamente qué situaciones le generaron malestar, en
la siguiente columna, qué tan intenso fue, en la siguiente, qué áreas de la
vida se vieron afectadas y en la última, qué hizo o qué estrategias usó
para enfrentar el malestar.
37
38
Capítulo 4 Módulo 1. Motivación y compromiso con
el tratamiento
DESCRIPCIÓN
39
En esta sesión se busca que, en primer lugar, el participante pueda
darse cuenta de que, aunque hay aspectos de la situación, del contex-
to y de su vida que no están bajo su control y no puede cambiar, hay
otros que sí puede cambiar, y en ese sentido pueda darse cuenta de la
importancia del programa para lograr sus necesidades personales, y
de esa forma pueda comprometerse con el proceso de cambio. Sin
embargo, todo cambio también implica costos y esfuerzos que lleva a
que se presente ambivalencia entre cambiar y seguir igual. Para ayu-
darles a resolver la ambivalencia, esta sesión se inicia con un ejercicio
de balance de toma de decisiones identificando los beneficios y los
costos de cambiar y con base para ayudar a tomar la decisión y com-
prometerse con el cambio.
Esto le abre la posibilidad de tener algún grado de control. En tercer
lugar, a desarrollar discrepancia entre la forma en la que se están sin-
tiendo en la actualidad y cómo les gustaría sentirse.
Finalmente, se busca promover la autoeficacia, es decir, darse cuenta
de sus posibilidades de cambio. Para lograr este propósito, se va a
hacer un ejercicio para determinar metas y objetivos en relación con
valores de vida. Las estrategias que se van a proporcionar en esta se-
sión van a ser de ayuda precisamente para esos momentos en los cua-
les se hace más difícil la motivación, por lo cual no son solamente
aplicables en esta sesión sino a lo largo de todo el programa.
Además, se trata de ayudarle a determinar sus valores de vida, o aque-
llo que valora como importante en su vida. Es decir, hacia qué direc-
ción quiere orientar su vida, cuáles son sus metas en diferentes esfe-
ras, el tipo de persona que quisiera ser en diferentes áreas, y cómo
quisiera vivir..
Una vez se determinaron en la sesión anterior los tipos de emociones
intensas que están generando malestar o que afectan el funcionamien-
to de la persona, así como las áreas de vida que se están viendo afec-
tadas por las reacciones a las emociones, en esta sesión se comenzará
por repasar la información obtenida e identificar los objetivos del par-
ticipante de acuerdo con lo que valora como importante en su vida,
así como sus metas inmediatas y la forma en la cual se pueden lograr
mediante pasos específicos. Por lo tanto, utilizando el Formato 3.3
Metas Manejables, para cada emoción se le ayuda al participante a
identificar metas específicas con base en la descripción detallada de
40
sus emociones. Las metas seleccionadas se pueden enmarcar dentro
del contexto más general de sus valores personales de vida, lo cual
puede aumentar el nivel de motivación proporcionándole un sentido
más a largo plazo de la aplicación de este programa.
Después de establecer los objetivos y metas, para comenzar a fomen-
tar la motivación, es importante mostrar empatía sobre la natural sen-
sación de ambivalencia entre cambiar y seguir igual, y generar una
discrepancia entre lo que está ocurriendo y lo que quisiera lograr. El
Ejercicio 3.2 de Balance de toma de decisiones cumple este propósito.
La validación de la resistencia al cambio proporciona las bases para
aumentar la creencia en el propio cambio, es decir, reforzar la autoe-
ficacia. En este caso particular, para entender el concepto de autoefi-
cacia, se puede hacer énfasis en las fortalezas del participante y en su
resiliencia para haber enfrentado y sobrevivido las situaciones adver-
sas por las que ha tenido que pasar, así como para hacerle ver las co-
sas que ha hecho para lograr superar la adversidad. Esta relación
proporciona la base para generar esperanza en la capacidad que tiene
el participante para generar cambios a través de este programa y de
esa forma aumentar la credibilidad en sus propias capacidades. El
ejercicio de balance de toma de decisiones se hace respecto no sola-
mente de asistir regularmente a las sesiones, sino de cumplir con las
actividades del programa, como llenar los registros y hacer los ejerci-
cios de práctica. Finalmente, con base en las áreas de problema identi-
ficadas en la primera sesión y en los objetivos del participante, se tra-
ta de señalar la forma concreta en la que este programa puede ayu-
darle a lograr sus objetivos, lo cual va a permitir generar el anclaje
motivacional inicial.
CONCEPTOS BÁSICOS
41
§ La discrepancia es necesaria para el cambio: Las personas cambian si
necesitan cambiar.
MATERIALES
§ Cuestionario URICA.
42
OBJETIVOS PARA EL PARTICIPANTE
43
to asignados en la sesión anterior en la cartilla. En caso de que no
haya completado el ejercicio, trate de indagar con el participante la
razón de ser de esas dificultades y de generar ideas para superarlas.
Como se trata del primer ejercicio, es probable que no lo haya com-
pletado, o que lo haya hecho parcialmente. Sin embargo, esta es una
muy buena oportunidad para fijar un precedente sobre las impor-
tancia de realizar los registros y los ejercicios. Aunque no lo haya
completado en su totalidad, o no lo haya hecho bien, comience por
moldear y estimular avances o intentos de hacerlo, y luego dele in-
formación específica sobré cómo realizarlo. Esta también es una ex-
celente oportunidad para identificar conceptos de la sesión anterior
que no hayan quedado claros y por lo tanto para aclararlos. No se
trata de regañar al participante por no completar los ejercicios. Por el
contrario, esta puede ser una oportunidad para modelar un enfoque
de solución de problemas. Por lo tanto, la idea es identificar las difi-
cultades u obstáculos que ha experimentado para hacer los registros
y generar estrategias para aumentar la adherencia en la siguiente
semana. Incluir los registros dentro de las rutinas diarias, hacer un
plan de una hora específica para realizar los registros, usar ayudas
para recordar llenar el ejercicio en la Cartilla o tener la Cartilla en un
lugar visible que les recuerde el ejercicio son estrategias que pueden
ayudar a establecer el hábito de cumplir con los registros. Con el fin
de aumentar la adherencia, es importante revisar al comienzo de ca-
da sesión los ejercicios y registros que se acordaron en la sesión ante-
rior para realizar a lo largo de la semana. De igual forma, es una
oportunidad para recalcar la importancia de la práctica en el proceso
de cambio.
4. Aplicación del URICA. Con en fin de evaluar el grado en el que el par-
ticipante está listo o dispuesto al cambio, dedique unos minutos a
aplicar un cuestionario breve sobre el estado inicial de su motivación
al cambio.
5. Estructura de la sesión. Con el fin de orientar el trabajo durante la se-
sión, es importante emplear unos pocos minutos en presentarle al
participante los puntos que se van a desarrollar: (1) Darse cuenta de
la importancia de la motivación para el cambio, (2) considerar los
pros y contras de cambiar o seguir igual, (3) con base en la definición
de áreas emocionales de malestar de la primera sesión, ayudarle a
definir las metas que quisiera lograr frente a cada una de las emocio-
44
nes y relacionarlas con objetivos en la vida más a largo plazo y des-
cribir en términos claros la forma en la que, al final de este programa,
estaría actuando de forma diferente, (4) determinar los pasos que
tiene que hacer para lograrlas, y (5) identificar posibles obstáculos
para el tratamiento. Una vez presentado el tema de la sesión, se pue-
de proceder al primer punto de la agenda.
Motivación
La motivación es lo que nos mueve a hacer cambios para lograr lo
que es importante en para nosotros en la vida. El éxito que se pueda
alcanzar en el logro de los objetivos en este programa y el grado en el
que se mantienen los logros después de terminarlo, depende del nivel
de compromiso y cumplimiento en todas las actividades y ejercicios
del programa.
La motivación no es algo fijo, sino que va cambiando con el tiempo. A
veces el participante puede estar muy motivado y puede hacer los
ejercicios sin que le cueste mayor esfuerzo. Otras veces le puede cos-
tar más trabajo persistir y hacer los ejercicios. En esta sesión se le da-
rán al participante herramientas para que utilice en distintos puntos
del programa. En este módulo se le van a enseñar al participante una
serie de herramientas que le ayudarán a mantener la motivación en
las fluctuaciones normales que se pueden presentar a lo largo del
programa. Estas herramientas se basan en los principios de entrevista
motivacional desarrollados originalmente por Miller y Rollnick (2002)
para problemas adictivos, pero que han demostrado que funcionan
en personas con ansiedad y depresión (Westra y Dozois, 2003, 2006).
Por lo tanto, en este módulo se busca ayudarle al participante a estar
listo y motivado al cambio mediante dos herramientas. En primer
lugar, un ejercicio de balance de toma de decisiones en que el parti-
cipante pone en la balanza las ventajas y las desventajas de cambiar
versus seguir igual. En segundo lugar, un ejercicio para fijar metas
del programa en relación con los que es importante en la vida, y para
identificar pasos concretos para lograrlas. Es importante tener en
cuenta que además de usar estas herramientas antes de comenzar el
programa, los principios de entrevista motivacional pueden ser de
gran utilidad más adelante a lo largo del desarrollo de las sesiones.
Por ejemplo, cuando se vayan a empezar las sesiones de exposición,
puede ser conveniente repasar estos principios sobre motivación al
45
cambio, al igual que cuando se quedan estancados o se desmotivan
en la mitad del programa. Por lo tanto, a continuación se describen
los principios fundamentales de la entrevista motivacional para que
el terapeuta los pueda utilizar en cualquier punto del programa.
46
que las condiciones actuales son algo inevitable, el poder identificar
las metas y objetivos de vida les ayuda a darle dirección a su vida y a
desarrollar una actitud más proactiva y empoderada frente a sus ad-
versidades. Por ese motivo, los elementos identificados en la sesión
anterior, es decir, dónde están en el momento actual respecto de su
estado emocional, junto con los que se identifican en la presente se-
sión, es decir, a dónde quisieran llegar, les permite desarrollar una
discrepancia necesaria para el balance de toma de decisiones. Por lo
tanto, la labor del terapeuta es ayudarle al participante a darle más
peso en la balanza al cambio, mediante la amplificación de la discre-
pancia entre su situación actual y lo que quisiera lograr. Por ese mo-
tivo, es necesario ayudarle a determinar lo que valora como impor-
tante en la vida para que al ver que su situación actual no es consis-
tente con sus valores, aumente la discrepancia y aumente la probabi-
lidad de querer cambiar. Para lograr este propósito se deben utilizar
habilidades de reflexión selectiva de sentimientos que apoyen el
cambio de comportamiento.
3. Aceptar la resistencia. Con frecuencia, la primera tendencia de los te-
rapeutas para tratar de aumentar la motivación es engancharse en
argumentos y “venderle la idea” a la persona de las bondades del
cambio. Desafortunadamente esto tiene el efecto contrario de llevar a
que la persona busque argumentos para no cambiar, lo cual genera
una lucha inútil y no un trabajo en colaboración, como debe ser. Por
esa razón, para no caer en esa trampa es importante que el terapeuta
evite usar medios de confrontación o de persuasión explícita sino
más bien de aceptación de la ambivalencia como un proceso normal.
Un principio fundamental de la entrevista motivacional es que el
cambio debe provenir de la persona, no del terapeuta. A través de
preguntas abiertas se busca generar alternativas desde la perspectiva
del participante. En este punto, es de gran utilidad retomar el trabajo
de valores realizado previamente, y a través de las preguntas ayudar
al participante a relacionar las alternativas con sus propios objetivos
de vida. Las principales habilidades clínicas en este proceso son va-
lidación de las preocupaciones del participante, y el uso de pregun-
tas abiertas para buscar nuevas alternativas y facilitar el proceso de
solución de problemas.
4. Promover la autoeficacia. La investigación ha demostrado que por en-
cima de las intenciones de cambiar, lo más importancia para que se
47
pueda dar el cambio es el convencimiento de las capacidades propias
para cambiar. Es decir, la autoeficacia es un factor crítico para que se
de el cambio. Sin embargo, a pesar de las múltiples situaciones difíci-
les que han tenido y tienen diariamente que superar, las personas
víctimas de conflicto muchas veces pueden sentir que no pueden ha-
cer mucho para cambiar la situación. Por lo tanto, la labor del tera-
peuta en este aspecto es ayudarle al participante a darse de la forta-
leza y resiliencia que ha mostrado al sobreponerse a múltiples situa-
ciones adversas, y a utilizar estos recursos para sacar máximo prove-
cho de este programa. Mediante afirmaciones en las que, utilizando
la información de la sesión preliminar sobre su propia historia, haga
énfasis en las fortalezas que ha mostrado al superar las situaciones
que ha tenido que enfrentar, se le demuestra su capacidad para el
cambio. La promoción de autoeficacia debe utilizarse a lo largo de
todo el tratamiento, no solamente en esta sesión. Se utilizarán dos
herramientas principales. Primero, reforzar afirmaciones de cambio.
Segundo, a través de identificar valores de vida, metas para el trata-
miento y pasos para lograrlas. Es importante hacer énfasis en que es-
te programa busca ante todo, darle poder a la persona no solamente
para enfrentar las múltiples situaciones difíciles de la vida cotidiana,
sino para construir una vida con sentido y de acuerdo a sus valores y
preferencias personales.
Fases en el desarrollo de la motivación
Los procedimientos de desarrollo de la motivación tienen dos fases
en las que se utilizan los cuatro principios.
1. Construcción de motivación. En esta fase se busca identificar valores
importante en la vida del participante y desarrollar discrepancia en-
tre la experiencia actual y los valores personales, lo cual se logra me-
diante el Ejercicio de Balance de Toma de Decisiones que le ayudará
a construir la motivación para el cambio.
2. Reforzar el convencimiento sobre la capacidad de cambiar. Nuevamente se
utilizan los cuatro principios de entrevista motivacional. En esta fase
se le ayuda a establecer metas concretas de cambio en este programa
en relación con sus valores de vida y los pasos específicos para lo-
grarlas.
48
Determinación de valores de vida
El primer paso para desarrollar la discrepancia es identificar los valo-
res, es decir lo que la persona valora como importante a largo plazo
en su vida, con el fin de contrastarlo con su situación actual con base
en lo que identificó en la sesión anterior. Los valores guían la vida de
la persona a largo plazo aunque nunca se logran en su totalidad. Por
ejemplo, ser un trabajador persistente, una madre afectuosa, una per-
sona tolerante y tranquila, contribuir al bienestar de las personas al-
rededor, etc. Por lo tanto, se trata de incluir los valores a largo plazo,
para ayudarles desde un comienzo a desarrollar un sentido de vida,
dentro del cual se puede enmarcar este programa. Para lograr esto, es
importante realizar el Ejercicio3.1 Valores de Vida, en el que se define
la forma en la que quisiera ser, o en lo que quisiera hacer en las dis-
tintas áreas de vida.
49
evitar pensar o hablar sobre ciertos temas. Es más, tener que enfrentar
los miedos fuera de la sesión en la vida diaria, puede ser atemorizan-
te e incómodo y muy diferente de lo que normalmente se ha tratado
de evitar a toda costa. Finalmente, los ejercicios de práctica entre se-
siones, así como llenar los registros semanales también requiere un
esfuerzo adicional. Por otro lado, no cambiar y seguir igual tiene un
menor costo a nivel inmediato, es con lo que las personas han estado
familiarizadas durante mucho tiempo y, en cierta forma, es lo que les
brinda mayor seguridad. A través de este ejercicio, se busca pesar los
costos del cambio frente a los beneficios a mediano y a largo plazo.
Mediante el Ejercicio 3.2 de Balance de Toma de Decisiones, el parti-
cipante puede darse plena cuenta de los beneficios y de los esfuerzos
que tiene que hacer para desarrollar el programa y para seguir usan-
do las herramientas aprendidas después de terminar.
50
Malestar que se completó en la sesión anterior, utilice el Formato 3.3
Metas Manejables para determinar en términos específicos, cómo
quisiera que fuera diferente. Es importante tener en cuenta que al
describir en forma concreta la naturaleza de las emociones intensas o
del malestar, es mucho más factible determinar metas concretas en
términos de lo que podría hacer para lograrlas.
Es importante ayudarle al participante a diferenciar entre objetivos y
metas. Aunque los objetivos pueden fijarse en términos más genera-
les de sentimientos o sensaciones, como “tener más tranquilidad” o
“estar más feliz” o “disfrutar más lo que hago”, uno no tiene un con-
trol directo sobre lo que siente, sino sobre lo que hace. Uno no puede
a voluntad “estar más tranquilo” o “disfrutar más”. Uno puede hacer
(o no hacer) ciertas cosas para estar más tranquilo o para disfrutar
más. Por lo tanto, es importante tratar de fijar las metas en términos
específicos de lo que se hace, no de lo que se siente. Por lo tanto, s
más fácil motivarse si se establecen las metas en términos específicos
y concretos. Al final se espera que la forma en la que se siente va a ser
el resultado de lo que hace. Por lo tanto, se trata de identificar metas
en términos de lo que haría en forma diferente.
Al comienzo puede ser importante definir las metas específicas, como
por ejemplo, tener más amigos. Sin embargo, para lograrlo es impor-
tante especificar los pasos que hay que dar.
51
Anticipación de dificultades
Una vez discutido el balance de toma de decisiones, utilice el Ejerci-
cio 3.4 de Anticipación de Dificultades en la cartilla para anticipar
posibles obstáculos o dificultades en la realización del programa y
genere posibles soluciones para superarlos.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
52
✎ Dele instrucciones al participante para que, antes de la siguiente sesión,
siga haciendo el Formato 3.3 Metas Manejables que está en la Cartilla y
que se comenzó a hacer durante la Sesión.
53
54
Capítulo 5 Módulo 2. Cómo entender y registrar las
emociones
DESCRIPCIÓN
55
que sienten como negativas. Sin embargo, pretender dejar de sentir
emociones como miedo, tristeza, o ansiedad, en general no sería re-
comendable, ya que esas emociones pueden servir para hacer frente a
situaciones difíciles y, en general, a lograr lo que se quiere en la vida.
Por lo tanto, el objetivo de este programa no es eliminar emociones
incómodas como miedo, ansiedad, tristeza o rabia sino poder llevar-
las a un nivel en el que sean útiles para la persona. Es decir, lo que se
busca es ayudarle a la persona a aprender como entender mejor y to-
lerar emociones desagradables, y sobretodo a darse cuenta de la ma-
nera en la que la forma de reaccionar a esas emociones muchas veces
puede ser contraproducente; a entender que la emoción que está sin-
tiendo con frecuencia está ligada a cosas que han ocurrido en el pasa-
do o a pensamientos de lo que pueda ocurrir en el futuro, lo cual no
les permite vivir en el momento presente sino que los hace reaccionar
ante el pasado o el futuro como si fuera el presente.
En esta sesión se busca ayudarles a las personas a poner un poco de
orden en esa “maraña” de emociones y a entender en su propia expe-
riencia la función adaptativa de las emociones y el papel de los meca-
nismos que utilizan para hacerles frente y a saber determinar cuándo
dejan de ser útiles o funcionales. El aumento de la consciencia de las
emociones, es decir, el darse cuenta de cuáles son sus componentes,
la forma en que interactúan, el contexto en el que ocurren y el papel
de las acciones impulsadas por las emociones constituye el primer
paso para empoderarse y aprender a hacerles frente de una forma
más adaptativa y funcional, que va a ser el tema del resto de este pro-
grama. Así mismo se busca descomponer la experiencia emocional
explicando los tres componentes de las emociones; lo que pensamos,
lo que sentimos y lo que hacemos, lo cual permite al participante ob-
servar y comprender sus emociones de manera más efectiva. Final-
mente, en la sesión se tiene en cuenta la importancia de revisar las
emociones según el contexto en el que ocurren, a partir del modelo
ARC, en el cual se observan las emociones en su contexto, es decir, los
antecedentes (A), la respuesta emocional y sus componentes (R) y las
consecuencias (C), y se ilustra la forma en la que aprendemos a reac-
cionar ante las emociones por las consecuencias y la forma en la que
esas reacciones, a veces inconvenientes, se pueden volver hábitos au-
tomáticos que ocurren sin que nos demos cuenta.
56
En la primera parte de la sesión, se busca ayudarle a la persona a en-
tender que las emociones son útiles y tienen un valor adaptativo para
la supervivencia, aunque a veces, cuando son muy intensas o cuando
ocurren en el contexto equivocado pueden llevar a más malestar y su-
frimiento. En esta parte de la sesión se busca que el participante pue-
da aprender a discriminar entre el valor adaptativo y desadaptativo
de las emociones, así como a comenzar a entender el papel de las ac-
ciones impulsadas por emociones. Es importante analizar en conjunto
con el participante, la forma en la que estas conductas impulsadas
por emociones les puede ofrecer un alivio a corto plazo, pero a la lar-
ga, están contribuyendo a mantener o a agravar su estado, y en todo
caso interfiere con sus valores de vida. En la segunda parte de la se-
sión, se busca ayudarles a los participantes a poner orden en la mara-
ña de emociones que pueden sentir descomponiéndolas en sus ele-
mentos a través de la identificación de los tres componentes de la ex-
periencia emocional y la forma en la que interactúan entre sí. Para fi-
nalizar, se busca que el participante pueda ubicar las experiencias
emocionales en contexto, tanto identificando los disparadores antece-
dentes como las consecuencias, y la forma en la que ha aprendido a
reaccionar a las emociones.
CONCEPTOS BÁSICOS
§ Todas las emociones, tanto las que se sienten positivas como negati-
vas cumplen un propósito funcional y adaptativo. Nos proporcionan
información sobre lo que está ocurriendo en nuestro entorno y nos
ayudan a desenvolvernos por el mundo y nos impulsan a hacer cosas
que nos ayudan a sobrevivir.
57
§ Además es necesario observar el contexto en el que ocurren mediante
el ARC de las emociones: A, Antecedentes o disparadores que suce-
den justo antes de las emociones; R, Respuestas, es decir, pensamien-
tos, sensaciones o conductas que se dan como respuesta a los dispa-
radores y C, Consecuencias tanto a corto como a largo plazo de esas
respuestas.
MATERIALES
58
OBJETIVOS PARA EL PARTICIPANTE
59
1. Retroalimentación sobre la sesión anterior. Como ocurre en todas las se-
siones del programa, comience con una breve conversación pregun-
tándole al participante sus reacciones a la sesión anterior. Específi-
camente, cómo se sintió, durante la sesión y si hubo algo que le hu-
biera producido malestar, o que por el contrario lo hubiera hecho
sentir mejor. De forma similar, es importante preguntarle, cómo se
sintió después de la sesión. Si hubo algo que lo hubiera hecho pensar
o sentir diferente. Pregúntele sobre lo que pensó respecto de las ven-
tajas y desventajas de seguir en este programa y de cumplir las re-
comendaciones. Este es un espacio para que el participante pueda
expresar al terapeuta sus sentimientos respecto de la sesión y de la
forma en la que percibió el papel del terapeuta.
2. Eventos desde la última sesión. Una vez completado el primer punto, se
le pregunta al participante si han ocurrido nuevos eventos desde la
sesión anterior que puedan haberlo/a afectado, ya sea externos, co-
mo cambios en sus condiciones de vida, en la familia, en el trabajo o
nuevos eventos estresantes, o internos, como cambios en sus estados
emocionales o en su estado de ánimo o de salud durante la semana.
3. Revisión de Ejercicios y Registros de la segunda sesión. Es muy importan-
te iniciar con la revisión de los Ejercicios y Registros del ODSIS y el
OASIS, así como el Formato 2.7 Gráfico de Progreso. En caso de que
el participante no haya realizado los Ejercicios o los Registros, siga
los mismos procedimientos especificados en la sesión anterior. Se
debe articular la revisión de la tarea y los ejemplos con el tema de la
sesión. Con el fin de orientar el trabajo durante la sesión, es impor-
tante emplear unos pocos minutos en revisar los ejercicios de la se-
sión anterior: con base en la definición de áreas emocionales de ma-
lestar de la primera sesión, revisar lo que definió sobre lo que qui-
siera lograr frente a cada una de las emociones y describir en térmi-
nos claros la forma en la que, al final de este programa, estaría ac-
tuando de forma diferente. Con base en el Ejercicio en la cartilla, re-
visar y discutir lo que adelantó sobre los pasos que tiene que hacer
para lograrlo y el papel de este programa para sus objetivos y rela-
cionarlo con objetivos en la vida más a largo plazo, y finalmente,
considerar los pros y contras de participar activamente en este pro-
grama o seguir igual. Revise el Ejercicio 3.2 de Balance de Toma de
Decisiones y Objetivos de la sesión anterior. Una vez presentado el
tema de la sesión, se puede proceder al primer punto de la agenda.
60
4. Estructuración de esta sesión. Una vez revisados los Ejercicios de la se-
sión anterior, se le presenta al participante el tema de la tercera se-
sión. Se le explica que se le va ayudar a entender lo que pasa con sus
experiencias emocionales actuales y cómo se les puede ayudar a en-
tenderlas mejor y a darse cuenta de lo que está pasando, como un
primer paso para poder reaccionar de una mejor forma ante las reac-
ciones emocionales que están experimentando. Igualmente, se les
explica que en la sesión se van a hacer unos ejercicios de la cartilla
para ayudarles en este proceso.
Utilidad de las emociones
En esta primera parte, se busca que el participante pueda entender
que la emociones no son buenas ni malas, aunque a veces pueden pa-
recer peligrosas o negativas. De hecho, ellos son la prueba viviente de
este valor. Si no fuera por sus emociones, ciertamente no habrían lo-
grado sobrevivir las experiencias de violencia, guerra, desplazamien-
to y las múltiples situaciones que han tenido que enfrentar en las que
su vida o la de sus seres queridos ha sido amenazada. En esta parte
de la sesión, es de gran utilidad buscar, en conjunto con el participan-
te, experiencias concretas de supervivencia en las que se pueda ilus-
trar la función adaptativa de las emociones: el miedo como una estra-
tegia de protección que los ha llevado a tomar acción para proteger
su vida o la de sus seres queridos. La ansiedad, como un mecanismo
de preparación para reaccionar ante la posibilidad de un peligro. La
rabia, como un mecanismo de supervivencia que les permite defen-
derse y reaccionar ante el ataque; o la tristeza, que les permite recupe-
rar energías para continuar haciéndole frente a condiciones adversas.
Con base en las experiencias particulares de cada participante, pue-
den lograr entender en qué consisten las principales emociones: mie-
do, ansiedad, rabia y tristeza y valorar la forma en la que estas emo-
ciones que se experimentan como negativas les han ayudado en su
supervivencia. De hecho, les ha ayudado a avisarles que hay algo que
hacer, o alguna forma de reaccionar para protegerse. ¿Sobre qué nos
alertan las emociones?
61
Utilice nuevamente ejemplos de la experiencia del participante y
muéstrele cómo esa emoción nos lleva a que reaccionemos en forma
muy rápida y sin que nos demos cuenta. Pídale que diga que habría
ocurrido si no hubieran reaccionado rápido y se hubiera puesto a refle-
xionar en cómo proceder.
62
jar las actividades y centrarse en la pérdida o en lo que generó la emo-
ción, con el fin de tratar de entender y recuperar fuerzas.
Sin embargo, también hay veces en las que la persona sigue indefini-
damente en ese estado y deja de actuar y de hacer cosas, pensando en
que esa sensación va a durar para siempre. Hay ocasiones en las que
la tristeza no cumple una función útil. En esos casos, la tristeza no nos
sirve para recuperar fuerzas ni para tener consuelo, sino que nos lleva
a la inactividad y a la tendencia a no hacer esfuerzos para seguir ade-
lante.
63
hacer cosas, porque no hay nada que podamos hacer. En esos casos
nos quedamos dándole vuelta a los pensamientos, rumiando y preo-
cupándonos en círculos, y al final nos sentimos mal y la preocupación
no nos deja ocuparnos de lo que realmente podemos cambiar.
Para finalizar, resuma esta sección haciendo énfasis en que las emo-
ciones pueden ser agradables o desagradables pero no necesariamente
son “buenas” o “malas”, sino que nos sirven para responder al contex-
to. Sin embargo, cuando las emociones se sienten todo el tiempo, o son
demasiado intensas, o cuando ocurren en el lugar equivocado o con las
personas equivocadas, pueden llevar a tomar acciones impulsadas por
64
las emociones y que pueden ser una fuente de malestar o sufrimiento.
Una vez aclarado el concepto fundamental del valor adaptativo y
desadaptativo de las emociones se pasa al siguiente punto de la agenda
que busca ayudar al participante a entender el concepto de las Con-
ductas Impulsadas por Emociones y a diferenciar cuándo son útiles o
funcionales y cuándo interfieren con lo que queremos en la vida y nos
mantienen el malestar.
65
A continuación y para ilustrar mejor el concepto con su propia expe-
riencia, trate de identificar ejemplos concretos de situaciones actuales
en las cuales las reacciones a esos estados emocionales han sido perju-
diciales o contraproducentes. Por ejemplo, reacciona de forma similar a
como reaccionaba cuando había un peligro real, sin que lo haya en el
presente. También puede traer ejemplos de CIEs contraproducentes,
como consumir alcohol o sustancias, o reaccionar con una explosión de
rabia en una situación que no lo amerita. Nuevamente señale los com-
ponentes de la emoción y utilice el ejemplo para mostrar que en la si-
tuación actual, esas sensaciones no están protegiéndolo del peligro.
Trate de identificar algunas consecuencias no funcionales de la forma
en la que está reaccionando y las consecuencias que está trayendo para
su vida y las de las personas a su alrededor. Una vez aclarado este
concepto, se puede pasar al siguiente punto, es decir, entender los tres
componentes de la emoción y la forma en la que se relacionan.
66
Para asegurarse de que el participante está entendiendo el concepto,
puede pedirle que de ejemplos de lo que tienden a decirse las personas
cuando tienen ansiedad, o rabia o cuando están felices.
67
mento?”, “¿en qué parte del cuerpo estaba sintiendo esas sensacio-
nes?”, o “¿cómo podría poner en palabras lo que sentía en su cuer-
po?”, la persona puede tener mayor consciencia del componente físico
de la experiencia emocional. En ocasiones las personas ante esta pre-
gunta responden de forma muy general, como el rótulo de la emoción.
Por ejemplo, “Nervios”. Es importante ayudarle a especificar más de-
talladamente el tipo de sensación y no quedarse con la descripción ge-
neral. Si le cuesta trabajo expresarlo, llévelo a través de preguntas a
identificar si sintió que el corazón le latía más rápido, o si sentía los
músculos tensionados, si sentía mareo, “mariposas en el estómago” o
que se le subió la sangre a la cabeza, etc.
68
Relaciones entre los componentes de la emoción.
Estos tres componentes, pensamientos, sensaciones físicas o senti-
mientos y conductas o acciones se pueden identificar en cualquier ti-
po de emoción, aunque en algunas es más fácil identificar unos que
otros. A veces nos podemos dar más cuenta de los pensamientos pero
no de las sensaciones. En otras ocasiones puede ser al contrario. Es
importante tratar de identificar los tres componentes porque están re-
lacionados entre sí y se alimentan aumentando muchas veces la in-
tensidad de la experiencia emocional. En el resto de este programa
nos vamos a concentrar en cada uno de estos tres componentes y es-
pecialmente en la forma en la que se relacionan para dar lugar a reac-
ciones que no son útiles o convenientes.
Por consiguiente, el poder analizar más de una situación que le esté
ocurriendo o que le haya ocurrido al participante, puede ayudarle a
aclarar cuáles son los componentes de la emoción y la forma en la que
se relacionan. Una vez identificados los tres componentes de las emo-
ciones en sus experiencias reales, es importante ayudarles a entender
la forma en la que esos componentes se relacionan.
Después del ejercicio anterior se puede tomar como ejemplo una últi-
ma experiencia en la que la persona haya sentido cualquiera de esas
emociones y con ayuda del gráfico de la cartilla se descompone la expe-
riencia emocional en pensamientos, sensaciones en el cuerpo y com-
portamiento. Utilizando el Formato 4.1 Los Tres Componentes de
las Emociones en la cartilla, en el que se representan los tres compo-
nentes, es decir, el chequeo de los tres puntos, se toma el ejemplo de la
experiencia que se utilizó como ejercicio, para explicarles, dibujando
flechas, la forma en la que los componentes físicos pueden llevar a in-
terpretaciones o pensamientos, que a su vez pueden exacerbar las sen-
saciones físicas llevando a un aumento de la intensidad de la experien-
cia emocional. Muéstrele la relación entre la situación y la reacción fi-
siológica, como ocurre en una reacción de alarma verdadera. Luego,
muéstrele la relación entre la situación y el pensamiento, y la forma en
la que puede dar lugar a una reacción física y a una acción. Ahora
muéstrele la forma en la que interactúa el pensamiento y la señal físi-
ca, que puede terminar en un aumento de la emoción y en una tenden-
cia de acción. Finalmente, muéstrele la forma en la que el tercer com-
ponente es una reacción a la interacción de los otros componentes con
69
la situación. Es decir, se trata de que el participante pueda enten-
der que la forma en la que interactúan los tres componentes
puede producir señales emocionales exageradas o que no dan la
información correcta. Luego, utilice un formato en blanco y pídale
que trate de llenarlo usando como ejemplo una reacción emocional que
haya tenido recientemente, y de ilustrar con flechas la forma en a que
interactúan los componentes. Debe hacerse énfasis en la interacción
entre estos componentes y cómo cada uno de ellos puede hacer que la
emoción se mantenga o se intensifique. Este es un buen momento para
explicar la forma en la que el aumento de la intensidad de las sensa-
ciones puede llevar a que la persona haga algo para ponerles fin, ya sea
escapar, o reaccionar impulsivamente, o consumir alguna sustancia, o
cualquier otra. Al tener esa reacción, de escape o de evitación va a sen-
tir un alivio temporal, pero a la larga, probablemente va a mantener el
problema.
70
§ Antecedentes. Los Antecedentes son los disparadores que ocurren in-
mediatamente antes de las reacciones emocionales. Puede ser algo
que ocurrió justo antes de la reacción emocional o algo que ocurrió
antes en el mismo día o incluso en la semana. Pueden ser cambios en
el ambiente externo, como un ruido, algo que se ve o que se oye, algo
que se dice o que se lee, como una amenaza. Pero también pueden ser
cambios internos, como un dolor, una sensación en el cuerpo, como
por ejemplo, opresión en el pecho, o algo que se piensa, un recuerdo
o una imagen. Estos factores de contexto externo o interno ocurren
antes de la reacción emocional. Además, la ubicación, el sitio mismo
donde ocurre o la actividad que se estaba haciendo en ese momento
son también antecedentes de la emoción. Por ejemplo, la calle, la casa
o ciertos sitios o actividades pueden desencadenar emociones. En ese
sentido, se puede utilizar otro ejemplo de una situación en que la
persona haya sentido malestar y con ayuda del Formato 4. 2 El ARC
de las Emociones en la cartilla, identificar los antecedentes.
71
Pueden ser inmediatas o demoradas o a largo plazo. No se pueden
confundir las consecuencias con el componente de acción de la res-
puesta emocional. De hecho, se refieren a qué pasó después, ya sea a
nivel externo, o a nivel interno. Por lo general, las consecuencias in-
mediatas tienden a ser un refuerzo negativo, es decir, reducen la sen-
sación de malestar o incomodidad, lo que hace que la persona tienda
a repetir la misma respuesta en el futuro. Las conductas impulsadas
por emociones, como evitación de ciertas situaciones, recuerdos o
sensaciones tienden a repetirse en el futuro. Por otra parte, es impor-
tante hacer énfasis en las consecuencias desfavorables o negativas a
largo plazo. Si la persona deja de reunirse con otras personas porque
se siente con timidez o incomodidad, a la larga va a terminar por ais-
larse y no disfrutar de muchas situaciones agradables. De igual forma
si deja de montar en bus y se queda en la casa, se puede sentir cómo-
da y mejor a corto plazo, pero a la larga está agravando el problema y
se está incapacitando.
Utilizando el mismo ejemplo que se usó para ilustrar los dos primeros
términos del ARC, explíquele las consecuencias de la reacción emocio-
nal, señalando aparte las consecuencias inmediatas y las demoradas y
a largo plazo. ¿Qué consecuencias tuvo su reacción? ¿Cuáles fueron
las consecuencias inmediatas? ¿Cuáles cree que son las consecuencias
a largo plazo? Este es un buen momento para identificar algunas de
las tendencias de evitación que tiene la persona y comenzar a crear
una discrepancia preguntándole qué tan efectiva cree que a la larga
puede ser esa estrategia que está utilizando.
72
secuencias, tanto inmediatas como demoradas. Siga ayudándole al par-
ticipante a completar el Formato 4.2 El ARC de las Emociones,
preguntándole en el mismo ejemplo, cuáles fueron las consecuencias
externas e internas de la reacción emocional. Finalmente, haga un re-
sumen de las emociones en contexto y repase los tres conceptos fun-
damentales de esta sesión.
Reacciones aprendidas
Los conceptos en la sección anterior ya proporcionan las bases para
que el participante comience a desarrollar una mayor consciencia de
su experiencia emocional, de los antecedentes y de las consecuencias.
Como continuación lógica, en esta última sección se profundizará en
el papel de las consecuencias de reacción emocional, haciendo refe-
rencia al concepto de reacciones aprendidas. Para dar esta explicación
deben quedar claros los siguientes puntos.
Los seres humanos estamos permanentemente aprendiendo de la ex-
periencia. De hecho la experiencia es la mejor maestra. La mejor for-
ma de saber qué es bueno y qué es malo para nosotros y nuestra su-
pervivencia es la experiencia y las emociones nos ayudan a saber eso.
Cuando nace un bebé y no tiene cómo comunicarse ni decirle a los
papás que tiene hambre, o dolor o frío grita y llora. El llanto de un
bebé genera incomodidad, nervios y desasosiego en la mamá. Enton-
ces comienza a hacer distintas cosas para que se calle, como darle
comida, abrigarlo, mecerlo, etc., hasta que se calma. A través de esa
experiencia, y del malestar emocional que siente, la madre está
aprendiendo a cuidar a su bebé. En ese sentido, la experiencia emo-
cional tiene un gran valor. En general, tenemos la tendencia a repetir
las acciones que nos hacen sentir bien y a evitar las que nos hacen
sentir mal. Desde que somos niños aprendemos por consecuencias. Si
tocamos una estufa caliente aprendemos a no volver a tocarla sin algo
que nos proteja. Pero si decimos o hacemos algo que les divierte a
otras personas, aprendemos a repetirlo.
Cuando sentimos alguna emoción, tiende a repetirse. Lo que dispara
las emociones y lo que sentimos tiende a quedarse con nosotros y a
repetirse en el futuro. Si hubo una experiencia que nos haya causado
mucha impresión, tenemos la tendencia a volver a sentir sensaciones
parecidas cuando hay disparadores similares. Cuando hemos enfren-
tado situaciones peligrosas, como cuando nuestro pueblo o nuestra
73
familia ha sido atacada, rápidamente aprendemos a detectar señales
de peligro para poder escapar a tiempo y sobrevivir. Es posible que
cuando vuelva a aparecer una señal parecida, vuelvan a aparecer esas
mismas sensaciones emocionales que nos llevan a protegernos. Lo
importante es que aprendemos a reaccionar no solamente a la situa-
ción original sino a situaciones parecidas. Eso naturalmente es nece-
sario para la supervivencia.
Sin embargo, cuando las emociones son demasiado intensas o las ex-
periencias que hemos tenido nos han causado una gran impresión,
seguimos repitiendo la misma reacción aunque la situación ya no sea
peligrosa. Por ejemplo, ante una situación muy impactante como un
ataque con bombas, algunas personas pueden seguir sintiendo la
misma reacción ante cualquier ruido fuerte, como por ejemplo el rui-
do de una motocicleta. En este caso, la situación inicial de peligro ya
no es igual, pero las reacciones siguen siendo iguales. La persona
puede aprender a reaccionar de la misma forma evitando salir a la ca-
lle o estar en sitios donde puede haber ruidos fuertes. Sin embargo,
esa reacción ya no es útil. Por el contrario, le impide continuar una
vida normal. No busca trabajo, no tiene actividades. Aunque gene-
ralmente hay diferentes grados de peligro, es importante aprender a
diferenciar y poder actuar para mejorar el estado de vida propio y de
la familia. Aunque las situaciones de peligro que se han tenido que
enfrentar llevan a tomar precauciones no quiere decir que todas sean
igualmente peligrosas. En esos casos, cuando las reacciones emocio-
nales son demasiado intensas o se dan ante cualquier contexto, ya de-
jan de cumplir su papel de protección y se convierten en obstáculos
que no nos dejan vivir.
Finalmente, cuando tenemos conductas impulsadas por emociones
que nos producen un alivio temporal, se convierten en hábitos y en
costumbres y tienden a repetirse automáticamente sin que nos demos
cuenta. El problema es que se genera un círculo vicioso. Las CIEs
tienden a producir un alivio temporal del malestar asociado con la
emoción, y ayudan a evitar sentirse peor. Debido a esa sensación de
alivio, tenemos la tendencia a repetir la misma CIE cada vez que ex-
perimentamos emociones intensas en el futuro. Al repetirlas muchas
veces con el tiempo las aprendemos para aliviar el malestar del mo-
mento y evitar sentirnos peor, lo cual lleva a que se vuelvan automá-
ticas y no nos demos cuenta. Eso a su vez no nos permite aprender y
74
actualizar nueva información en el sentido de que la situación no es
realmente peligrosa y que esas sensaciones a la larga van a pasar. El
problema es que como sentimos que nos alivia en el momento, llega-
mos a creer que nos ayudan. Sin embargo, son perjudiciales porque
no nos permiten aprender que la situación ha cambiado, nos dejan
atascados en el pasado y contribuyen no solamente a mantener el ma-
lestar, sino que no permiten avanzar en otros aspectos importantes en
la vida. Por lo tanto, es importante aprender a identificar y a darse
cuenta de las consecuencias de esas Conductas Impulsadas por Emo-
ción que no son adaptativas y que se han vuelto hábito en la vida.
Con el fin de asegurarse de que este concepto ha sido entendido,
puede dar las siguientes instrucciones:
Trate de pensar en algo que haya aprendido a evitar para sentirse me-
jor, o para no sentirse tan mal. ¿Cuál fue la experiencia inicial que lo
llevó a desarrollar esta reacción? ¿En este momento de su vida para
qué le está sirviendo esta reacción? ¿Qué cree que pasaría si no tuvie-
ra esa reacción?
Cierre
En el cierre se debe resumir lo que se ha aprendido en esta sesión re-
saltando los conceptos centrales enumerados en los objetivos. Re-
cuerde que el inicio y el cierre de cada sesión es el espacio para articu-
lar los temas y relacionarlos con el resto del programa. De igual for-
ma se le explicará al participante que el tema de esta sesión se seguirá
desarrollando con mayor profundidad en el resto del programa. Este
programa es acumulativo, por lo tanto, el tema de cada sesión se se-
guirá practicando de ahí en adelante. En la próxima aprenderá a ob-
servar y ser consciente de las emociones y después se revisará cada
uno de los componentes en módulos separados, primero el pensa-
miento, después las sensaciones físicas y después el comportamiento.
Lo anterior permitirá desarrollar estrategias relacionadas con el ma-
nejo de cada uno de estos al momento de sentir las emociones.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
75
✎ Formato 4.1 Los Tres Componentes de las Emociones. Se le dan instruc-
ciones al participante para que seleccione por lo menos una emoción que
tenga durante la semana y llene el Formato de los tres componentes de la
emoción y la forma en la que están relacionados y que aparecen en la
Cartilla.
✎ Formato 4.2 El ARC de la Emociones. De forma similar, se le dan ins-
trucciones para que seleccione otra emoción diferente que haya sentido
durante la semana y diligencie el formato del ARC registrando el contex-
to antecedente, respuesta y consecuente y que aparece en la Cartilla.
76
Capítulo 6 Módulo 3. Consciencia emocional: ¿Cómo
darse cuenta de las emociones?
DESCRIPCIÓN
77
CONCEPTOS BÁSICOS
MATERIALES
78
§ Explicar la forma en la que las reacciones a las emociones afectan las
experiencias emocionales (uso del ejercicio de los tres componentes
de las emociones)
79
AGENDA (60-90 MINUTOS)
80
timule y le recuerde que así como lo está haciendo es más fácil al-
canzar los objetivos.
ü Haga un ejercicio de solución de problemas en caso de que no los
haya completado y nuevamente retome el tema de motivación pa-
ra hacerle énfasis en la importancia de la práctica.
ü Articule los resultados de estos ejercicios con el tema de esta se-
sión. El primero sobre el Ejercicio 4.1 Los Tres Componentes de
las Emociones. Asegúrese de que logró identificar una situación
específica en la que sintió una emoción intensa y logró identificar
los tres componentes. En caso de que no lo haya logrado, puede
explicarle nuevamente haciendo el ejercicio conjuntamente. Pídale
al participante que le muestre en la cartilla el ejercicio sobre CIEs
y Emociones en contexto en el Formato 4.2 El ARC de las Emo-
ciones. Revise cada una de las casillas y explíquele que ese ejerci-
cio es muy importante para aprender a observar las emociones
mientras ocurren y a salirse de esa maraña de emociones intensas
que a veces puede sentir. El poder identificar cuándo ocurren,
cómo se alimentan los tres componentes y las consecuencias, le
ayuda a observar las emociones desde afuera y a actuar de una
mejor forma frente a ellas. Asegúrese de que logró identificar los
antecedentes, tanto distales como proximales, y tanto externos
como internos. De igual forma que logró identificar los tres com-
ponentes de la respuesta. En las consecuencias, asegúrese de que
logró identificar consecuencias tanto inmediatas como a largo pla-
zo. Pregúntele si observó algún patrón, es decir, si las emociones
tienden a ocurrir en las mismas situaciones o ante los mismos dis-
paradores, o si hay pensamientos que se repitan o acciones impul-
sadas por emociones que tienda a hacer con frecuencia. Utilice es-
te formato para introducir el tema de la sesión.
4. Articulación con el tema de esta sesión. Una vez revisados los Ejercicios
de la sesión anterior, se le presenta al participante los puntos que se
van a tratar en esta sesión.
ü Importancia de desarrollar consciencia de las emociones.
ü Observar cómo se van desenvolviendo las emociones en el pre-
sente y cómo interactúan los tres componentes.
ü Importancia de anclarse en el presente y observar sin hacer juicios.
81
ü Hacer prácticas en sesión para aprender a observar las emociones.
ü Asignar los ejercicios para practicar entre ésta y la siguiente sesión.
Lo más importante de esta sesión es que va a aprender a darse más
cuenta de la forma en la que las emociones se van desenvolviendo y
van cambiando y a ver en qué medida esas experiencias a veces no
tienen que ver con lo que está pasando en el momento presente.
Consciencia emocional
Para darle continuidad al tema de la sesión anterior, puede iniciar ha-
ciendo un breve recuento de los conceptos tratados.
82
a avanzar un paso más en ese proceso y se van a proporcionar herra-
mientas para aprender a observar, como si fuera un observador ex-
terno, la forma en la que se van desenvolviendo las emociones.
Darse cuenta de las emociones no es simplemente sentirlas. De hecho,
todo el tiempo estamos sintiendo las emociones. Lo que pasa es que a
veces se sienten demasiado fuertes e intensas, son enredadas y pue-
den dar la sensación de que no se tiene ningún control sobre esas sen-
saciones y que aparecen de la nada. Sin embargo, lo que la persona
no se da cuenta es que esa maraña emocional que siente tan intensa y
dolorosa es el resultado de la forma en la que se alimentan los pen-
samientos, las sensaciones y las acciones, y esa interacción entre los
tres componentes son las que aumentan la intensidad y la duración
del malestar y pueden tener una enorme influencia en hacerle la vida
mucho más difícil de lo que es. La consciencia emocional o el darse
cuenta de las emociones es la capacidad de salirse de ese ciclo de in-
teracciones entre esos tres elementos para poder ver esa experiencia
de una forma más objetiva.
83
Emociones primarias y secundarias
En este punto es importante aprender a diferenciar las emociones
primarias, que son las que nos avisan que algo está pasando de las
reacciones secundarias a esas emociones, es decir, nuestras reacciones
a las emociones, lo que interpretamos, lo que pensamos de esas expe-
riencias, los juicios que hacemos o la forma en la que reaccionamos
frente a esa emoción primaria. Cuando sentimos una sensación dife-
rente en el cuerpo, como por ejemplo el corazón acelerado, o senti-
mos que nos faltan las fuerzas o que estamos cansados, son emocio-
nes primarias que responden a algo. Sin embargo, la forma en la que
reaccionamos a esas emociones tiende a estar asociada a cosas que
pasaron antes o a situaciones que creemos que pueden pasar en el fu-
turo. Como “yo no debería sentir esto” o “por qué me tengo que sen-
tir sin fuerzas y con fatiga”. La primera es una reacción a algo que es-
cuchó en el pasado o que piensa sobre el futuro. La segunda es un
juicio de valor, en el sentido de que esa emoción es mala o negativa.
Lo que genera problemas es la emoción secundaria, es decir no estar
centrado en el presente y hacer juicios que aumentan la sensación de
malestar. Por lo tanto, en esta sesión se va a aprender a darse cuenta
de la emoción sin hacer juicios y centrándose en el momento presen-
te, y a no reaccionar al pasado o a lo que se imagina que va a pasar
en el futuro. Para poder explicar mejor ese concepto puede hacer el
siguiente ejercicio.
84
só, como si estuviera pasando en el momento presente. Pero no está
pasando. Es como si su mente se quedara atascada en el recuerdo. Ha-
biendo realizado esto, puede ilustrar la diferencia entre reaccionar ante
la situación actual, la emoción primaria que fue útil y el reaccionar
ante nuestras reacciones aprendidas (recuerdos, pensamientos, sensa-
ciones) asociadas a experiencias del pasado o anticipaciones del futuro,
emoción secundaria, que no responde a las características de la situa-
ción actual, y por eso no son útiles, es decir, se trata de una falsa
alarma. Use este ejemplo para ilustrarle al participante cómo, a dife-
rencia de la situación original en la que fue útil, las condiciones ac-
tuales son diferentes, pero ha seguido reaccionando de una manera si-
milar a las condiciones originales de alarma (como si estuvieran suce-
diendo nuevamente). Si en lugar de estar atascado en el recuerdo pa-
sado lograra conectarse con el momento presente y darse cuenta de que
en este momento no le está sirviendo, su reacción sería diferente. Lo
anterior, significa que en este punto su sistema emocional ha quedado
desactualizado y no está recibiendo información de lo que está ocu-
rriendo en el momento presente. Como la atención está enfocada en el
recuerdo o en el pensamiento, no se está actualizando la nueva infor-
mación que le indica al cuerpo que ya la situación ha cambiado.
85
Emociones (sin flechas) en la cartilla para demostrarle la forma en
la que interactúan los tres componentes y dan lugar a una conducta
impulsada por emociones, en este caso evitar salir de la casa. Llene
frente al participante los tres componentes y utilizando flechas, de-
muéstrele la forma en la que interactúan y se alimentan los tres com-
ponentes. Explíquele al participante, que esta forma de reaccionar le
puede dar la impresión de que no le pasa nada gracias a que no sale de
la casa. Pero en realidad no le pasa nada porque ya el peligro pasó. Sin
embargo, como no se está dando cuenta de lo que pasa en el momento
presente, no está permitiendo adquirir información nueva, es decir ac-
tualizar la información en el sentido de que ya ese peligro no es real.
Sin embargo, aún si hubiera cierto grado de peligro, porque por ejem-
plo hay una amenaza, no en todas las situaciones existe el mismo peli-
gro real, y es necesario aprender a diferenciar cuándo es una alarma
verdadera y cuándo es una falsa alarma. Es muy difícil aprender si no
se está poniendo atención a lo que está pasando. De ahí la importancia
de aprender a centrar la atención en el momento presente.
86
lor”, las sensaciones emocionales se van a hacer más intensas e inca-
pacitantes y no van a permitir continuar enfrentando la vida. Aprove-
che para señalar qué tanta utilidad está teniendo esa reacción y qué es-
tá dejando de aprender o actualizar sobre lo que pasa en el momento
presente. Finalmente, explíquele que entre más veamos las emociones
como malas o hay algo malo en nosotros, más se aumenta el circulo vi-
cioso entre sensaciones, pensamientos y acciones y peor nos vamos a
sentir.
87
Para esto, vamos a empezar con un ejercicio en el que le pide al parti-
cipante que cierre los ojos y piense en algo que le resulte desagradable.
Puede ser una preocupación o algo que le genere malestar. Luego pída-
le que trate de no sentirlo y que describa sus esfuerzos y estrategias
para no sentir la emoción. Observe con el participante los resultados.
Es probable que por momentos logre librarse de la sensación, pero
tiende a volver. Luego, pídale que simplemente observe la sensación y
la deje pasar y observe el curso de la emoción. Utilizando el ejemplo de
la cartilla sobre las curvas del curso natural de las emociones, explique
el concepto de consciencia emocional y aceptación sin juicios.
88
pante pueda identificar que por más desagradable o inapropiado que
parezca las sensaciones o pensamientos que aparecen, nos están in-
formando sobre cómo responder.
89
Ejercicio de atención plena en el momento presente
Una vez se han enseñado los dos principios de la consciencia emocio-
nal, observación de los componentes de las emociones en el presente
y no hacer juicios, se puede mostrar al participante cómo funcionan
de manera simultánea e indivisible en el proceso de ser consciente
emocionalmente. En este punto se hace el ejercicio de atención plena
adaptado de Seagal, Williams y Teasdale (2002), para practicar la
consciencia emocional objetiva, centrada en el momento presente.
Puede poner la grabación del ejercicio y hacerlo simultáneamente con
el participante.
“Cierre los ojos y acomódese bien en la silla, por favor. Ahora, por un
momento centre su atención en imaginarse usted mismo/a en esta ha-
bitación. Imagínese la habitación - imagine como se ve la habitación, lo
que hay aquí. Dónde están los muebles. Ahora imagínese a usted mis-
mo estando dentro de la habitación exactamente donde está. Observe
cómo se siente el estar sentado en la silla. Empiece a observar como se
siente en su cuerpo, y cualquier sensación que esté sintiendo. Note
cualquier reacción física que esté sucediendo en este momento. Pare un
momento y simplemente permítase observar sus sensaciones físicas.
90
lo, algunos otros pueden ser difíciles de dejar pasar de largo. Simple-
mente note lo que está pensando, si nota que está pegado a un pensa-
miento, solo dese cuenta de él sin juzgarlo, y suavemente trate de vol-
ver a enfocar su atención en observar sus pensamientos como ocurren,
usando su respiración para ayudarse a anclarse. Déjese observar sus
pensamientos por algunos instantes- y mientras lo hace, note como
vienen y van.
91
Una vez terminado el ejercicio, es importante dedicarle un tiempo a
comentar la experiencia y lo que sintió. Una vez más, haga énfasis en
la importancia de practicar esta habilidad. Solamente con hacerlo una
vez no es suficiente. Para que se vuelva un hábito es importante prac-
ticar este ejercicio.
Anclarse en el presente
Además de la práctica formal representada en el ejercicio anterior, es
importante introducir dentro de la sesión la práctica de anclarse en el
presente. En primer lugar, ayúdele al participante a escoger una señal
para recordarle que se conecte con el momento presente. Luego, en la
situación de consulta, escoja cualquier estímulo sensorial. Puede ser
visual, auditivo, táctil u olfativo, y pídale que preste toda la atención
a ese estímulo. Una buena forma de ilustrar la importancia de cen-
trarse en el momento presente es comenzando por un breve ejercicio
en e que contrasta las dos formas de abordar la experiencia emocional.
92
lestar, mientras que cuando centra su atención en el momento presen-
te, nota una diferencia en el grado de tranquilidad que siente. Su
cuerpo está actualizando información sobre lo que ocurre en el pre-
sente. Retomando los aprendizajes del ejercicio anterior, en este pun-
to se le explica al participante la importancia de poder anclarse a la
experiencia tal cual como está sucediendo en el presente. Como lo
hemos venido viendo, gran parte del problema de nuestras reaccio-
nes, no son ellas en sí. Más bien, es que no corresponden a la situa-
ción que estamos experimentando en el momento presente.
93
Pregúntele al participante si hay alguna canción o música que le re-
cuerde de algo o que le produzca alguna emoción. Si no se le ocurre
ninguna, utilice por ejemplo, alguna música que sea nostálgica o tris-
te. Luego, utilice el Formato 5.4 Registro de Inducción Afectiva
Mediante la Música que se encuentra en la cartilla. Pídale que ob-
serve su primera reacción emocional a la música, y luego sus reaccio-
nes a esa respuesta emocional. Pídale que cierre los ojos y escuche la
canción. Luego, tan pronto termine, ayúdele a llenar el formato de In-
ducción Afectiva en la cartilla. Pídale que trate de hacer ese ejercicio
con distintas canciones durante la semana y llene el formato de la car-
tilla, tal y como se especifica en los Ejercicios de Práctica más adelante.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
94
ejercicio formal de centrarse en el presente, es importante que vaya in-
corporando esta habilidad en su vida diaria. Primero, debe tratar de es-
coger una señal que le acuerde de centrar su atención en el momento
presente. Una de las señales mas fáciles es la respiración. Siempre está
con nosotros y siempre ocurre en el momento presente. Cualquiera que
sea la señal que escoja, es importante que le acuerde de focalizarse en el
presente. Tan pronto la ha escogido, asóciela con alguno de los sentidos,
como lago que oiga, que ve o que toca, como por ejemplo, la textura de la
silla en la que está sentado/a, o algo que vea en la casa. Entonces, por
ejemplo, en un momento dado durante el día puede hacer una respira-
ción profunda (su señal) y en ese momento, trate de fijar su atención so-
bre lo que está pasando a su alrededor, los ruidos de los carros, los soni-
dos de la calle, la música, la gente, etc., o lo que está viendo u oliendo, en
ese momento. Puede ver con detalle lo que está a su alrededor, observar
los distintos planos de profundidad, los colores, la luz, las texturas, o
puede examinar con las yemas de los dedos cualquier objeto que esté a
su alcance. De igual forma, explíquele que se puede anclar en el presente
en cualquier actividad, como lavándose los dientes, cocinando, haciendo
oficio, caminando, duchándose, comiendo, etc. También puede fijar su
atención sobre lo que está sintiendo, lo que está pensando y lo que está
en ese momento. Es decir, haga un chequeo de los tres puntos. Puede re-
gistrar esas prácticas en el Formato de anclarse en el presente que está en
la cartilla.
✎ Inducción afectiva. De forma similar al ejercicio que se hizo en la sesión,
pídale al participante que escoja por lo menos dos canciones que le trai-
gan recuerdos emocionales que estén asociados. Explíquele que use la
señal que haya escogido, como la respiración, para anclarse en el presen-
te, especialmente si se tiende a ir en los pensamientos. Pídale que registre
sus reacciones a las canciones en el Formato 5.4 Registro de Inducción
Afectiva Mediante la Música que está en la cartilla, para poder discutir
esas reacciones al comienzo de la siguiente sesión. Pídale al participante
que haga este ejercicio varias veces en días diferentes y que le ponga
cuidado a notar las diferencias en las emociones dependiendo de cómo
se estaba sintiendo antes. También le puede sugerir que utilice el Forma-
to 5.1 Los Tres Componentes de las Emociones (sin flechas) para exami-
nar con mayor detalle sus reacciones.
95
96
Capítulo 7 Módulo 4. Revaloración de pensamiento
DESCRIPCIÓN
97
interpretaciones centrales, y a flexibilizarlas. Se dará cuenta de que
esas interpretaciones pueden llevar a dos tipos de trampas de pensa-
miento: sobre-estimación de probabilidades y catastrofización. Al
darse cuenta de las trampas de pensamiento en las que está cayendo,
va a ser más fácil considerar otras alternativas. Al aprender a no que-
darse fijado/a en las mismas interpretaciones, sino a considerar dife-
rentes alternativas, es posible entender mejor la interacción con los
otros componentes de la experiencia emocional: las sensaciones físi-
cas y las acciones.
En esta sesión, se trata de explicar al participante la forma en la que
funciona el pensamiento y puede dar lugar a emociones. Aprenderá a
darse cuenta de la forma en la que interpreta la realidad, a identificar
pensamientos automáticos y los errores más comunes o trampas de
pensamiento que dan lugar a emociones intensas. Finalmente, se le
ofrecerán herramientas para aprender a revalorar sus interpretacio-
nes y desarrollar una mayor flexibilidad de pensamiento.
CONCEPTOS BÁSICOS
98
§ Cada persona desarrolla ciertos estilos o formas de interpretar la
realidad que tienden a ser inflexibles y que llevan a hacer las mismas
interpretaciones de diferentes experiencias.
MATERIALES
99
§ Introducir y ayudar a practicar revaloración de pensamiento y a au-
mentar la flexibilidad
100
rapeuta sus sentimientos respecto de la sesión y de la forma en la
que percibió el papel del terapeuta.
2. Eventos desde la última sesión. Una vez completado el primer punto, se
le pregunta al participante si han ocurrido nuevos eventos desde la
sesión anterior que puedan haberlo/a afectado, ya sea externos, co-
mo cambios en sus condiciones de vida, en la familia, en el trabajo o
nuevos eventos estresantes, o internos, como cambios en sus estados
emocionales o en su estado de ánimo o de salud durante la semana.
3. Revisión de Ejercicios y Registros de la segunda sesión. Comience por re-
visar el ODSIS y el OASIS y el Formato 2.7 Gráfico de Progreso y el
formato de CIEs en contexto que se asignó en la sesión anterior.
101
Es importante dedicarle un tiempo a revisar estos formatos con el
participante para evaluar los avances en la capacidad para identificar
y evaluar en forma objetiva sus experiencias emocionales. A algunos
participantes les puede costar más trabajo tomar una perspectiva más
objetiva de sus emociones. También es común que les cueste trabajo
trasladar lo que hicieron en las prácticas formales (Formato 5.2 Regis-
tro de Consciencia Emocional Objetiva) a situaciones más informales
de la vida diaria (Formato 5.3 Anclarse en el Momento Presente). Se
trata de ayudarles a darse cuenta de que este ejercicio es un medio, y
lo que importa es el proceso de hacer la práctica, no el ejercicio en sí
mismo. En conjunto, estos ejercicios le ayudan a desarrollar una
perspectiva más objetiva de sus emociones. El primer paso para ayu-
darle al participante a practicar cómo se siente ponerse en el momen-
to presente es mediante la práctica formal de un ejercicio preseleccio-
nado de atención plena. Aunque puede ser difícil para algunos por
tratarse de una experiencia nueva, les puede ayudar haciendo un
ejercicio informal en la sesión, como comer una galleta o examinar un
objeto con el tacto.
102
4. Estructuración del tema de esta sesión. Una vez revisados los Ejercicios
de la sesión anterior, se le presenta al participante los puntos que se
van a tratar en esta sesión.
ü Entender la forma en la que nuestra manera de pensar nos ayuda
a entender, a interpretar y a encontrarle sentido a lo que pasa a
nuestro alrededor.
ü Darse cuenta de la forma en la que tiende a interpretar o a valorar
las situaciones que le pasan y a notar la forma en la que esas in-
terpretaciones afectan las sensaciones y la forma en la que res-
ponde a las emociones.
ü Aprender a volverse más flexible en las interpretaciones y a darse
cuenta de los errores o trampas de pensamiento y a hacer inter-
pretaciones que le puedan ayudar más.
Valoración de pensamiento
Siempre hay una gran cantidad de cosas que pasan a nuestro alrede-
dor. Sin embargo, no a todas les ponemos cuidado. Tenemos una es-
pecie de filtros que nos ayudan a ponerle atención a algunas cosas
que pueden ser importantes para actuar, pero no a otras que no son
importantes. Por ejemplo, no sentimos la ropa que tenemos puesta
porque no es importante. Sin embargo, si algo nos aprieta, lo senti-
mos porque nos avisa que debemos hacer algo para sentirnos más
cómodos. Además esos filtros nos sirven para entender la situación
que nos rodea. Permanentemente estamos haciendo predicciones so-
bre lo que va a pasar y eso nos sirve para funcionar mejor en el mun-
do. Si llegamos a una plaza de mercado, ya entendemos lo que pasa.
Ya sabemos que hay un puesto donde venden verduras, otro donde
venden frutas y así sucesivamente. También sabemos que las pode-
mos escoger y que hay que pagar. Si no tuviéramos procesos de pen-
samiento cada vez que entráramos a una plaza sería como una nueva
situación y no podríamos funcionar bien. Si nos encontramos con una
persona que conocemos y le miramos la cara y notamos que está
frunciendo la frente, podemos pensar que algo le está pasando. Puede
ser que esté de mal genio o que esté triste. El pensamiento nos ayuda
a sacar conclusiones de las cosas que nos rodean. Cuando no tenemos
información completa sobre lo que pasa, el pensamiento nos ayuda a
completarla para poder reaccionar a la situación.
103
En esta sesión se busca explicar la forma en la que tenemos filtros que
nos permiten enfocarnos en algunos aspectos del ambiente y no en
otros. Esos filtros están influidos por las experiencias anteriores, por
lo que pensamos que es importante y por lo que nos imaginamos que
pueda pasar en el futuro. De igual manera, la forma en la que inter-
pretamos lo que pasa alrededor nos ayuda a tener idea de lo que va a
pasar después, es decir, a prepararnos para el futuro.
Los elementos de la situación en los que nos enfocamos determinan el
tipo de emoción que sentimos en respuesta a determinada situación.
El ejercicio de la imagen ambigua que se va a describir más adelante
le puede ayudar al participante a identificar la forma en la que sus in-
terpretaciones pueden influir en sus sentimientos o en su estado
emocional. Como se explica más adelante, se puede utilizar esta si-
tuación para que el participante pueda relacionar las interpretaciones
con la forma en la que se siente.
Pero así como las interpretaciones influyen en nuestras emociones,
también es igualmente importante ver la forma en la que las emocio-
nes pueden influir en la forma en la que hacemos interpretaciones. En
el caso del ejercicio de la imagen ambigua, se le puede hacer ver al
participante que la forma en la que se siente en el momento puede
hacer que interprete la situación de una manera u otra.
Los pensamientos influyen en nuestras emociones
Para ayudarle al participante a entender la forma en la que interpre-
tamos las cosas tiene una gran influencia sobre nuestras emociones y
la forma de sentirnos, puede utilizar el siguiente ejemplo, o cualquier
otro similar en el que se muestre el concepto:
104
sar. Ahora, supongamos que hacemos otra interpretación diferente:
“Mi amiga si vive como en la luna. Siempre ha sido tan distraída que
ni se dio cuenta de que yo le pasé por enfrente. Además como hace
tiempo que no nos vemos, ni siquiera me reconoció.” En este caso,
probablemente no voy a sentir una emoción particular. Es decir, tene-
mos el mismo hecho, pero tres valoraciones diferentes y tres respues-
tas emocionales diferentes.
105
tación de la preocupación o la tristeza. Finalmente, en el tercer caso,
había tenido un buen día, y estaba contenta porque por fin me habían
pagado una plata que me debían. Entonces mi interpretación de lo que
paso fue mucho más tranquila. Es decir, tenemos la tendencia a hacer
interpretaciones que se parecen más al tipo de emociones que estamos
sintiendo.
106
ción y reaccionar rápidamente. Sin embargo, con el paso del tiempo
aprendemos a hacer las mismas interpretaciones. Con frecuencia, te-
nemos más facilidad para hacer interpretaciones negativas o de peli-
gro, porque de alguna forma nos pueden preparar para posibles
amenazas. Por ejemplo, podemos desarrollar un estilo negativo de
pensamiento que tiende a invadir toda nuestra experiencia emocional.
Hay personas que tienden a ser negativas y solamente hablan de
“tragedias”. En cierta forma, son como los noticieros que solamente
dan noticias malas. Rara vez sale en las noticias o en los periódicos
que pasaron cosas buenas. Esas personas tienen una especie de filtro
que solamente les permite ver las cosas negativas de ellos mismos, o
de lo que pasa a su alrededor, o de lo que pueda pasar en el futuro.
Sin embargo, hay veces en las que es difícil entender por qué tenemos
reacciones demasiado fuertes ante pensamientos automáticos que no
parecen ser tan graves. Lo que pasa es que detrás de esos pensamien-
tos automáticos están escondidos pensamientos más básicos, más ne-
gativos y más catastróficos, que son los que nos producen emociones
más intensas. A veces es difícil “descubrir” esos pensamientos escon-
didos más básicos. Un método que puede ser útil es el de la flecha
descendente. Ante un pensamiento automático, se hace sucesivamen-
te la pregunta “¿qué pasaría si eso ocurriera?” o “¿Qué significaría
eso sobre mí?” Por ejemplo veamos el siguiente ejemplo.
Trampas de pensamiento
Los pensamientos básicos no siempre ayudan. A veces hacen que nos
quedemos fijados en lo mismo aunque las cosas en el mundo real sí
cambien. Por lo general son el resultado de errores o fallas en el pen-
samiento que sirven de trampas. Hay dos que son las más frecuentes:
Conclusiones apresuradas y pensar lo peor.
107
1. Conclusiones apresuradas o sobre-estimación de probabilidades. Cuando
nos pasa algo que no entendemos del todo, por ejemplo, un amigo
quedó de llamar y nunca llamó, lo primero que podemos pensar es
“No quiere hablar conmigo” “Ya no quiere tener nada que ver con-
migo”. Es decir, estamos pensando que algo malo va a pasar. Aun-
que puede ser posible que sea cierto, hay otras explicaciones que
pueden ser más posibles, como “se quedó sin minutos”, “se le pre-
sentó algún problema” o simplemente “no encontró un teléfono”. Es-
ta trampa se vuelve muy problemática cuando cogemos la costum-
bre de sacar conclusiones sin que tengamos suficientes pruebas de
que son ciertas y las creemos como si fueran una realidad.
2. Pensar en lo peor o catastrofización. “Llegué a la casa y me dijeron que
me habían llamado y habían preguntado por mí y no habían querido
decir de parte de quien“. El pensamiento puede ser “Eso puede ser
que me quieren hacer algo” o “me están buscando” o “me van a dar
una mala noticia y por eso no me dejan la razón”. Las primeras in-
terpretaciones tienden a ser las peores. Además se piensa que si pasa
lo peor, no va a ser capaz de enfrentar la situación. Aunque existe la
posibilidad de que sea cierto, hay otras cosas que pueden ser mucho
más probables: “Llaman a ofrecerme algo”. Entonces la reacción
emocional ante ese pensamiento automático es como si de verdad es-
tuviera pasando lo peor.
Revaloración de pensamiento
La revaloración del pensamiento es una herramienta que sirve para
romper el ciclo que mantiene las emociones. Al aprender a desarro-
llar formas más flexibles de pensamiento y de generar otras explica-
ciones más realistas, se puede lograr manejar mejor las emociones in-
tensas.
108
Las trampas de pensamiento mantienen los ciclos de las respuestas
emocionales problemáticas disminuyendo la flexibilidad de pensa-
miento y no permitiendo ver otras interpretaciones diferentes o el
contexto en el que ocurren las cosas. El problema con estas interpre-
taciones automáticas no es que sean “malas” o “erróneas” sino que
limitan a una sola forma de interpretar una situación. Por lo tanto, o
que busca la revaloración cognitiva es aumentar la flexibilidad de in-
terpretaciones, más que corregir formas erróneas de pensamiento.
Revalorar implica interpretar una situación de manera diferente, o de
manera más flexible, lo cual influye directamente en sus emociones.
Una manera de abordar estas trampas de pensamiento es observar las
valoraciones y evaluarlas, no como “verdades”, sino como pensa-
mientos o posibles interpretaciones de la situación. De esta manera,
aunque el peor escenario puede ser una posibilidad, también hay una
probabilidad de otros escenarios o posibilidades. El objetivo es tener
flexibilidad en los pensamientos y poder contemplar otras opciones
que provoquen también emociones diferentes, que estén centradas en
el presente y que tengan en cuenta el contexto.
Se debe introducir a la persona a las estrategias de revaloración. Estas
estrategias implican contemplar interpretaciones alternativas o posi-
bilidades diferentes a las que se está contemplando y revisar las evi-
dencias de que lo que estamos anticipando puede ocurrir. Lo anterior
se puede realizar utilizando un ejemplo de la vida de la persona en la
cual ella haya tenido una interpretación específica y revisar todas las
otras posibilidades de interpretación posibles y cómo estas interpre-
taciones lo harían sentir y actuar de una manera determinada.
Teniendo en cuenta que la población que se está atendiendo si puede
estar en situación de amenaza o peligro, esto debe abordarse con cui-
dado. En ese caso es necesario revisar qué recursos tiene la persona
para protegerse y ver qué interpretaciones si se acercan a su realidad
y cuáles no. Además, revisar que aunque el peligro sea real y haya la
posibilidad de tener daño el punto es identificar si la interpretación
está o no ayudando.
1. Revaloración de sobre-estimación de probabilidades o conclusiones apresu-
radas. Para enseñar a revalorar esta trampa, después de identificar el
pensamiento automático de base, el siguiente paso es examinar con
el participante la probabilidad de que ocurra en la realidad. Una
109
forma es revisar las veces que ha ocurrido en el pasado, y a través de
preguntas sucesivas, llevar al participante a considerar el mayor
número de alternativas posible. Es posible preguntar por la eviden-
cia o pruebas que tiene la persona de que esto es así. Por ejemplo, en
esta situación pueden pasar cosas muy graves, como probablemente
las que han tenido que vivir en su experiencia de violencia. Sin em-
bargo, no quiere decir que siempre vayan a ocurrir. Es importante
hacer un análisis real de la situación con base en información objeti-
va. En algunos casos, la persona puede estar realmente amenazada,
por lo cual no se aplica la sobre-estimación de probabilidades, ya que
hay que hacer una estimación real de probabilidades para tomar las
medidas necesarias para protegerse. Por lo tanto, este procedimiento
se aplica a situaciones en las cuales no hay evidencia ni indicios de
que la probabilidad de un evento negativo sea alta.
2. Revaloración de pensar en lo peor. En las situaciones en las cuales la
persona está dándole características de catástrofe a algo que no las
tiene, se le puede guiar a través de preguntas como “¿Qué es lo peor
que podría pasar?” o “¿Ha podido lidiar con eso en el pasado?” para
que aprenda a evaluar en su justa medida las consecuencias.
110
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
111
112
Capítulo 8 Módulo 5. Evitación emocional y
Conductas Impulsadas por Emociones
DESCRIPCIÓN
CONCEPTOS BÁSICOS
113
§ Además de las estrategias obvias de evitación, hay tres específicas
que hay que identificar: evitación sutil, evitación cognitiva y uso de
“señales de seguridad”.
§ Una vez se presentan, las emociones nos indican que debemos actuar
de ciertas formas, es decir, impulsan nuestras conductas en cierta di-
rección. En muchas ocasiones, estas conductas impulsadas por emo-
ciones, o CIEs son necesarias y nos ayudan a sobrevivir o a funcionar
mejor. Sin embargo, en otras y dependiendo del contexto en el que se
dan, pueden ser inútiles o incluso perjudiciales.
114
MATERIALES
115
§ Darse cuenta en su propia experiencia de las formas de evitación
emocional y las conductas impulsadas por emociones que está utili-
zando en la actualidad.
116
esfuerzo, es la mejor forma para contrarrestar formas automáticas de
valoración que se han vuelto fijas. En la medida en la que practica,
cada vez va requiriendo menos esfuerzo hasta que ya se vuelve au-
tomática la habilidad de considerar otras alternativas.
Evitación Emocional
Una vez se han revisado los Ejercicios se introduce el tema de esta se-
sión. Es importante relacionarlo con los temas de las sesiones anterio-
res y de las próximas. Volviendo al modelo de los tres componentes
de las emociones, se les explica que así como en la sesión anterior nos
concentramos en ver la forma en la que ciertas maneras de pensar y
de interpretar lo que ocurre, puede contribuir a la experiencia emo-
cional negativa, en esta sesión nos vamos a concentrar en el compo-
nente de acciones o conductas, es decir la forma en la que nuestras
respuestas a las emociones pueden ser perjudiciales y contribuir a
mantener el malestar emocional. De igual forma, en la próxima sesión
el énfasis se hará en la forma en la que las sensaciones pueden contri-
buir a la experiencia emocional negativa.
Una forma en la que las personas tratan de controlar las emociones es
a través de evitación emocional. La evitación emocional se refiere a las
estrategias que usamos para no sentir emociones fuertes. Aunque por
lo general, las personas tratan de evitar emociones negativas, como
miedo, ansiedad o tristeza, a veces también tienden a evitar emocio-
nes positivas, porque sienten que si se descuidan “algo malo puede
pasar”. Por ejemplo, si hay situaciones en las que una persona tiende
a sentir malestar, como por ejemplo, cuando hay un sitio que le
acuerda de algún ser querido que perdió, la primera tendencia es evi-
tar ir a ese sitio para no sentirse mal. En otros casos, pueden sentir in-
comodidad en sitios donde hay mucha gente o cuando salen a la calle,
o les da miedo que les vaya a pasar algo o se vayan a enfermar. Para
evitar sentirse mal, van a tratar de no salir de la casa. O de forma si-
milar, si hay un recuerdo de una experiencia muy dolorosa, la perso-
na va a tratar de “no pensar en eso” o de distraerse para no sentirse
mal. Otras personas que son muy tímidas pueden evitar situaciones
donde hay gente que no conoce muy bien, o en otros casos, si le tie-
nen miedo a algunas enfermedades, van a tratar de evitar sentir sien-
tas sensaciones, como el corazón acelerado o situaciones en las que
117
hace mucho calor. En estos casos, las personas hacen cosas “para no
sentir” las emociones, es decir, para que no se vayan a presentar.
Tipos de evitación emocional. Aunque en la muchas veces es fácil darse
cuenta de la forma en la que se trata de evitar la experiencia de emo-
ciones, como no montar en bus, no hacer viajes largos, no estar con
gente, o quedarse encerrados en la casa, en otras ocasiones sin darse
mucha cuenta se pueden utilizar otras formas menos obvias de evita-
ción emocional.
118
Ejercicio de demostración de evitación emocional
Para ilustrar el papel de la evitación emocional, realice el siguiente
ejercicio en la sesión con el participante.
Para entender bien lo que acabo de explicar quiero que hagamos el si-
guiente ejercicio. Por un minuto, trate de pensar en un elefante en la
mitad de esta oficina. Trate de imaginárselo con todos los detalles.
119
Ahora vamos a repetir este ejercicio, pero esta vez trate por todos los
medios de no pensar en esa experiencia. Trate todo lo que pueda de no
pensar en ese recuerdo.
Se habrá podido dar cuenta de que aunque por breves momentos logró
no pensar en la experiencia, de vez en cuando tenía que chequear que
no estuviera pensando en eso, y al hacerlo, precisamente estaba pen-
sando en la experiencia.
120
participante a identificar sus propios mecanismos de evitación emo-
cional en su experiencia. Es importante tratar de identificar situacio-
nes de su propia experiencia cotidiana en las que tratan de evitar ex-
perimentar emociones. Para eso se puede ayudar del listado de estra-
tegias de evitación emocional que aparece en la cartilla e introducir el
Ejercicio práctico de listado de evitación emocional para completar
antes de la siguiente sesión.
121
vos vitales, cuando son desproporcionadas o cuando ocurren en la si-
tuación o contexto inapropiados, se pueden convertir en fuente de
malestar y pueden interferir con nuestros objetivos vitales. Por ejem-
plo, como se explicó en la sesión inicial, una situación de un ataque
por parte de un grupo armado impulsa conductas de protección que
son necesarias para la supervivencia. Sin embargo, si esas conductas
se dan en un contexto diferente, como una aglomeración de gente por
la celebración de año nuevo con fuegos artificiales y pólvora, no
cumplen una función útil sino que interfieren con disfrutar de la cele-
bración.
Las CIEs muchas veces no solamente no son útiles, sino que se vuel-
ven en sí mismas un problema. Por ejemplo, la reacción de rabia que
nos puede servir para defendernos, puede ser una fuente de proble-
ma cuando se da en el contexto equivocado. Por ejemplo cuando lleva
a maltratar a las personas que queremos, como la pareja o los hijos.
En otras ocasiones, ciertas conductas o acciones producen un alivio
en las emociones intensas. Por ejemplo, el trago puede ayudar a tran-
quilizar a corto plazo. Sin embargo, va a traer muchos otros proble-
mas y en sí mismo se puede convertir en otro problema. El consumo
de trago es un ejemplo de CIE que no solamente no cumple una fun-
ción adaptativa sino que es perjudicial. Explotar en un arranque de
rabia puede producir un alivio temporal pero puede hacer mucho
daño.
Otro problema que ocurre con las CIEs es que están ligadas a hechos
que ocurrieron en el pasado o que pensamos que pueden ocurrir en el
futuro. Por esa razón, muchas veces reaccionamos a lo que pensamos
sobre el pasado o sobre lo que puede suceder en el futuro como si
fueran hechos reales que estuvieran pasando en el presente. Esas fal-
sas alarmas pueden llevarnos a reaccionar de formas que son perjudi-
ciales.
Ejemplos de CIEs.
122
§ Tristeza. Alguien que se siente triste porque ya no está en su ciudad o
vereda de origen, se queda todo el día acostada pensando sobre todo
lo que tenía y ya no tiene, a pesar de que muchas veces la han invita-
do a salir con personas agradables.
Tristeza por estar sola à Quedarse en la casa pensando y sin
ver a nadie
§ Rabia
Frustración por los papeleos que à xplotar violentamente con la es-
tiene que hacer para que le den posa
protección
Identificación de CIEs
Con el fin de diferenciar si las CIEs son útiles o perjudiciales, es im-
portante realizar un ejercicio práctico en la sesión. Pídale al partici-
pante que mencione una situación reciente en la que haya experimen-
tado una emoción intensa. ¿Cuál fue la situación en la que se presen-
tó? ¿Qué tipo de emociones sintió? Pídale luego que trate de identifi-
car las conductas que impulsó esa emoción. Luego pídale que trate
123
de identificar para qué sirvió esa conducta. Es decir, ¿cuál fue su fun-
ción? ¿Cuáles fueron las consecuencias a corto y a largo plazo de esas
conductas? ¿Hubiera preferido actuar de una forma diferente en res-
puesta a esas emociones? ¿En qué forma? Con base en esa informa-
ción realice el Ejercicio 7.2 de CIEs y Experiencia emocional.
124
Cambiar nuestras CIEs. En la primera columna, escriba la CIE
identificada en el Ejercicio anterior. En la siguiente columna, ayúdele
a generar conductas opuestas o alternativas a la CIE inicial.
Ejercicios de práctica
125
126
Capítulo 9 Módulo 6. Tolerancia a sensaciones físicas
DESCRIPCIÓN
MATERIALES
127
METAS PARA EL TERAPEUTA
CONCEPTOS BÁSICOS
§ Las sensaciones físicas pueden indicar que las emociones son más in-
tensas de lo que realmente son y pueden afectar la intensidad de la
emoción.
128
§ Al ser más conscientes de las sensaciones y lograr sentirlas con más
tranquilidad es posible verlas en perspectiva y darse cuenta de la
forma en la que contribuyen a la experiencia emocional
Estructuración de la sesión
Comience preguntándole al participante cómo se sintió en la sesión
anterior y si hubo algún nuevo evento significativo que hubiera ocu-
rrido desde la sesión pasada.
a. Revisión/aplicación ODSIS, OASIS, CURE y Formato 2.7 Gráfico de
Progreso. Revise junto con el participante el resultado del ODSIS y
el OASIS o aplíquelos en caso de que no los haya diligenciado.
Marque el gráfico de progreso y discútalo con el participante.
b. Revisión de ejercicios. Con el fin de mantener la práctica acumula-
da, revise no solamente los ejercicios de la sesión anterior, sino
también los de las sesiones previas y aclare cualquier duda o con-
cepto que sea necesario: Ejercicio 4.2 de El ARC de las Emocio-
nes, Ejercicio 5.3 Anclarse en el Momento Presente y Ejercicio
6.2 de Identificación y Evaluación de Interpretaciones Automá-
ticas . Revise igualmente las de la sesión anterior: Formato 7.1 Es-
trategias de Evitación Emocional y Formato 7.3 Cómo Cambiar
nuestras CIEs. En esta parte de la sesión es importante asegurar-
se de que el participante entendió el papel de la evitación emo-
129
cional y las conductas impulsadas por emociones. Al revisar los
ejercicios, explique con ejemplos de su propia experiencia las es-
trategias de evitación emocional y de CIEs y aclare la forma en la
que esas reacciones contribuyen a mantener la respuesta emocio-
nal.
El papel de las sensaciones físicas en la respuesta emocional
Se puede empezar a introducir el tema retomando un ejemplo de una
situación del participante en la que las respuestas fisiológicas hayan
sido intensas, se revisan los tres componentes y su interacción. Es ne-
cesario aclarar que las sensaciones físicas en la respuesta emocional
tienen un valor adaptativo: sirven para señalar que se necesita actuar.
En algunos casos esas acciones tienen que ver con la supervivencia,
como cuando hay una respuesta física de aceleración del ritmo car-
díaco ante un ataque. Otras veces señalan algo importante para nues-
tros valores de vida. Sin embargo, en otras ocasiones, estas respues-
tas pueden dispararse sin presencia de un peligro real, como resulta-
do de aprendizajes de experiencias previas. Por lo tanto, muchas ve-
ces el cuerpo indica la presencia de un peligro que no necesariamente
está presente en el contexto. Si la persona sigue respondiendo a la se-
ñal de peligro del cuerpo, como si el peligro estuviera presente, se
mantiene la historia de aprendizaje previa y no permite que se actua-
lice el aprendizaje emocional para reaccionar de forma apropiada an-
te el contexto actual. Por lo tanto, la manera de actualizar el aprendi-
zaje emocional es respondiendo de una manera diferente a la presen-
cia de estas sensaciones, es decir observarlas y tolerarlas. De esa ma-
nera se aprende que estas sensaciones en el contexto actual no repre-
sentan un peligro real. Por lo tanto, en esta sesión se trata de exponer-
se repetidamente a sensaciones físicas incómodas asociadas a las
emociones para aprender a habituarse y tolerar el malestar.
Una vez haya explicado el concepto de sensaciones físicas a través del
ejemplo de la historia del participante, puede continuar con el tema
de esta sesión relacionándolo con el de la sesión anterior. De la mis-
ma manera que nuestros pensamientos y comportamientos tienen una
gran influencia en nuestras emociones, las sensaciones físicas internas
pueden afectar nuestras reacciones emocionales y así mismo nuestras
emociones pueden afectar nuestras sensaciones físicas. Como se ex-
plicó en la sesión anterior, las sensaciones físicas cumplen una fun-
130
ción muy importante para la supervivencia porque señalan, depen-
diendo del tipo de emoción, que debemos actuar. Por ejemplo, las
sensaciones físicas asociadas al miedo suelen ser: tensión muscular,
aumento en la frecuencia cardiaca, sudoración, a veces temblor, ma-
reo y sensación de vacío en el estomago. Las sensaciones asociadas a
la tristeza son el cansancio, fatiga, presión en el pecho y ganas de llo-
rar. Las sensaciones asociadas con la rabia por lo general son tensión
muscular, calor en el cuerpo, especialmente en la cara y algunas veces
aumento en el ritmo cardíaco. Generalmente, sentir estas sensaciones
puede ser molesto y se puede interpretar como si estuviera ocurrien-
do algo peligroso. La forma en la que interpretamos las sensaciones
pueden alimentar la experiencia emocional sin que sea realmente ne-
cesario. Las sensaciones físicas internas, como por ejemplo, sentir que
el corazón late muy rápido, sudoración, mareo y calor, pueden ha-
cernos pensar que las emociones son mucho más intensas de lo que
en realidad son y pueden hacer que, en efecto, se hagan más intensas.
Si aprendemos a identificar, observar y tolerar estas sensaciones físi-
cas molestas, es posible adoptar una perspectiva diferente y a enten-
der que luchar contra ellas puede hacer que se mantengan o incluso
aumentar el malestar emocional. Por esta razón, es importante poner
las sensaciones en contexto y poder identificar qué emoción nos seña-
lan las sensaciones y de esa forma actualizar y contrastar esa infor-
mación con lo que está pasando en el momento. En resumen, así co-
mo es importante darnos cuenta de que la forma en la que pensamos y
actuamos influye en nuestras emociones, es igualmente importante
darnos cuenta de la relación entre las experiencias emocionales y lo
que sentimos.
La evitación de sensaciones físicas se presenta con frecuencia en per-
sonas que le tienen miedo a enfermedades del corazón o que piensan
que las sensaciones físicas son señal de un peligro inminente. Es im-
portante que en esta parte de la sesión trate de identificar si el parti-
cipante presenta tendencias a evitar sensaciones físicas. Por ejemplo,
no hacer mucho ejercicio, ni tomar bebidas estimulantes para no sen-
tir sensaciones físicas. Sin embargo, en muchas otras situaciones, co-
mo en situaciones sociales, las personas pueden tener miedo a sensa-
ciones visibles de la ansiedad como sonrojarse o temblar.
131
Ejercicio de inducción de sensaciones desagradables
Para ayudar al participante a identificar, enfrentar y tolerar sensacio-
nes físicas desagradables, se realizarán ejercicios para producir sen-
saciones como los que se enumerar a continuación. Cada uno de los
ejercicios produce sensaciones diferentes y puede que todos no sean
igualmente pertinentes para todas las personas. Es más, puede ser
necesario idearse ejercicios nuevos que produzcan las sensaciones
más similares a las que la persona experimenta cuando está sintiendo
emociones intensas. El propósito de estos ejercicios es ayudarle al
participante a identificar sensaciones físicas y verlas como lo que son:
simples sensaciones. Es importante en este punto ayudarle al partici-
pante que lo que genera malestar no es la sensación por sí sola, sino el
sentido que se le da a la sensación en un contexto determinado. Por
eso el primer paso consiste en darse cuenta de cómo se siente la sen-
sación particular, sin tener en cuenta la interpretación.
132
malestar y que produzcan las sensaciones más parecidas a las que
siente en la vida real cuando está experimentando emociones des-
agradables.
133
ansiedad bastante rápido por lo cual es importante incitar al partici-
pante a continuar por lo menos por uno o dos minutos.
Exposiciones repetidas
Después de realizar los ejercicios en sesión que provocan sensaciones
más parecidas a las que siente en la vida real, pídale al participante
que repita diariamente los ejercicios, como tarea para seguir practi-
cando y desarrollando tolerancia. Pídale que después de cada ejerci-
cio llene el formato. Explíquele que debe aumentar poco a poco la du-
ración de las prácticas de exposición para lograr mantener la intensi-
dad de las sensaciones por lo menos en el mismo nivel o en un nivel
mayor. Sin embargo, es normal que el nivel de malestar vaya dismi-
nuyendo poco a poco en la medida en la que el participante aumenta
su capacidad de tolerar las sensaciones. Es importante explicarle a la
persona qué no se debe abandonar el ejercicio si se está sintiendo mu-
134
cho malestar y dar la indicación de estar pendiente de cualquier cosa
que quiera hacer para evitar sentir las sensaciones.
Ejercicios de práctica
135
136
Capítulo 10 Módulo 7. Exposición emocional
DESCRIPCIÓN
CONCEPTOS BÁSICOS
137
§ Las exposiciones emocionales se pueden hacer en el contexto de si-
tuaciones internas, como pensamientos, recuerdos, imágenes o sensa-
ciones físicas. También se pueden hacer en situaciones externas que
por lo general tienden a producir emociones intensas y que se tratan
de evitar.
MATERIALES
138
§ Desarrollar una jerarquía de temor/evitación emocional y situacional.
139
vida. A pesar de que puedan haber entendido los conceptos, si no los
aplican repetidamente en la práctica, no van a tener el efecto benéfi-
co que se desea.
Si hizo los ejercicios, pregúntele ¿qué observó? Pregúntele si notó
pensamientos o acciones en relación con esas sensaciones, la forma en
la que interactuaron y en la que afectaron la experiencia emocional.
Pregúntele si tuvo algún pensamiento negativo respecto de la sensa-
ción y la forma en la que la afectó. Pregúntele si hizo algo para tratar
de evitar la sensación y si logró dejar observar las sensaciones sin tra-
tar de controlarlas.
140
demos aprender a nadar en una piscina desocupada. Para aprender a
manejar las emociones intensas, necesitamos que haya emociones
fuertes. De lo contrario no es posible aprender. Por lo tanto, estos
ejercicios buscan producir sensaciones emocionales fuertes. Precisa-
mente, esas emociones fuertes que le producen malestar y que no le
permiten vivir con tranquilidad ni enfrentar las situaciones de la vida
diaria que tiene que resolver.
Hay diferentes tipos de contexto en los que se pueden presentar estas
emociones. Las exposiciones a emociones se pueden realizar ante es-
tímulos internos, como pensamientos, preocupaciones, recuerdos,
imágenes o sensaciones físicas. Pero también se pueden hacer ante si-
tuaciones externas como sitios o lugares en los que siente malestar o
incomodidad.
141
sensaciones físicas. Con frecuencia, las personas que han sido vícti-
mas de violencia extrema centran su atención en sensaciones somáti-
cas, dolores en el cuerpo y malestar físico como un mecanismo de
atenuar las sensaciones de malestar emocional. También puede in-
cluir situaciones externas, como lugres o sitios asociados con recuer-
dos dolorosos, personas, ver ciertas películas, oír canciones, etc. Para
poder realizar adecuadamente los ejercicios de exposición a emocio-
nes es necesario identificar aquellos elementos que el participante es-
tá tratando de evitar.
Es importante tener en cuenta que el objetivo de los ejercicios de ex-
posición emocional NO es la reducción inmediata de las sensaciones.
Más bien se trata de que el participante aprenda algo nuevo como re-
sultado de la experiencia. De hecho, todas las exposiciones buscan
que los participantes puedan experimentar y sentir en su totalidad
sus emociones (es decir, eliminando los patrones de evitación) y dar
respuestas diferentes. El aspecto crítico de los ejercicios de exposición
es desarrollar tolerancia a las emociones.
Introducción a las exposiciones en sesión.
Las exposiciones a las emociones durante la sesión le ayudan al parti-
cipante a aprender la forma en la que deben hacer los ejercicios de
exposición a emociones mientras las procesa al mismo tiempo con el
terapeuta. Aunque no siempre es factible, en lo posible hay que tra-
tar de hacer exposiciones en la sesión, ya que eso le permite darle re-
troalimentación correctiva al participante, hacer modelamiento de los
ejercicios y facilitarle la tolerancia a las emociones durante las prácti-
cas. Durante los ejercicios de exposición durante la sesión, asegúrese
de dejar un tiempo de por lo menos 15 minutos para procesar la ex-
posición con el participante.
142
evitarse y que generen cierto malestar emocional. El criterio de dificul-
tad es que los primeros ítems produzcan por lo menos niveles medios
de malestar, hasta llegar a las situaciones que producen mayor males-
tar.
143
bre experiencias parecidas que han ocurrido en el pasado. Indíquele
que en esas situaciones trate de hacer el triple chequeo: pensamientos,
sensaciones y acciones. Igualmente, que trate de darse cuenta de va-
loraciones automáticas disfuncionales y trampas de pensamiento e
identificar otras formas más útiles de valorar la situación. Dígale que
se fije si está usando estrategias de evitación perjudiciales o si está
usando CIEs y que trate de contrarrestarlas con acciones opuestas y
de esa forma, empiezan a surgir interpretaciones más realistas y sa-
nas. Además se empieza a revertir la evitación y se logran identificar
y modificar las CIEs.
144
Exposiciones basadas en las sensaciones físicas
Dependiendo del caso, también puede sugerirle que siga practicando
los ejercicios de exposición a sensaciones físicas que se hicieron en la
sesión.
Realización de exposiciones dentro de la sesión.
Utilice el Formato de registro de prácticas de exposición emocional y
elija un ejercicio de exposición (bien sea activado por claves internas
o externas), basado en la jerarquía. Este proceso debe realizarse en
conjunto y acuerdo del participante teniendo en cuenta que la exposi-
ción sea de una dificultad media, pero con una alta probabilidad de
éxito (la primera vez). Una vez se ha identificado la tarea de exposi-
ción a emociones dedíquele un tiempo de la sesión a preparar la ex-
posición siguiendo los pasos que se describen a continuación.
145
hágale caer en cuenta al participante y pídale que centre nuevamente
su atención en la experiencia emocional.
Durante los ejercicios de exposición en la sesión es importante ser di-
rectivo y mostrar confianza y pedirle al participante que siga con la
exposición a pesar de que pueda estar sintiendo emociones intensas o
desagradables. Tenga cuidado de no reforzar la idea del participante
de que no va a ser capaz de aguantar la emoción negativa y no vaya a
caer en propiciar evitación. Es importante que no le vaya a sugerir al
participante que una situación particular pueda ser muy difícil ni va-
ya a darle demasiada importancia al malestar que puede estar sin-
tiendo durante la exposición.
Empiece por las situaciones que generen un nivel medio de malestar,
de tal forma que haya una alta probabilidad de éxito, para que el par-
ticipante pueda tener una sensación de dominio sobre la experiencia
negativa mientras al mismo tiempo aprende a tolerar. Poco a poco
puede ir subiendo a ítems de mayor dificultad en la jerarquía.
Después de hacer la exposición, dedíquele unos 15 minutos a proce-
sarla. Utilice el Formato de los tres componentes de las emociones pa-
ra ayudarle al participante a explorar su experiencia emocional du-
rante las exposiciones. Pregúntele sobre sus emociones antes de la
exposición y los pensamientos y sensaciones físicas durante la expo-
sición. Póngale atención a posibles intentos de evitación y CIEs du-
rante la exposición. Trate de identificar formas de aumentar el nivel
de dificultad de las exposiciones y formas para hacerlas más efectivas.
Finalmente, reconozca y estimule al participante por sus logros.
Preparación de las prácticas de exposición emocional fuera de la sesión
Un factor fundamental para el éxito del tratamiento es la práctica de
los ejercicios de exposición fuera de la sesión por varias razones. En
primer lugar, la práctica de las exposiciones “en el mundo real” le
permite al participante aplicar las habilidades que han aprendido en
el contexto de su vida cotidiana. En segundo lugar, los empodera y
les da autonomía, de tal forma que no tengan que depender del tera-
peuta y sirve de transición para finalizar el programa. Finalmente,
como el tiempo de las sesiones es limitado, las prácticas permiten más
tiempo para perfeccionar las habilidades.
146
En esta parte de la sesión, debe trabajar en colaboración con el parti-
cipante para diseñar prácticas de exposición que se puedan practicar
fuera de la sesión. Al igual que en el diseño de prácticas en sesión, el
Formato de jerarquía de evitación situacional puede darle algunas
ideas de situaciones de práctica.
Al comienzo de cada una de las siguientes sesiones dedíquele un
tiempo a procesar los ejercicios de exposición realizados desde la se-
sión anterior poniendo especial atención a los patrones de evitación o
a los obstáculos o dificultades en la realización de las prácticas.
✎ En los Ejercicios de práctica de esta sesión, se van a integrar todas las ha-
bilidades que se han trabajado a lo largo del programa. En cierta forma,
todo el trabajo realizado ha sido una preparación para estas prácticas.
Por esa razón, es muy importante dedicarle suficiente tiempo para expli-
car detalladamente la forma de realizar estos ejercicios. En la parte final
de la sesión, haga un breve resumen del material cubierto, especialmente
el procesamiento de las exposiciones realizadas en la sesión, y señale la
forma en la que lo que ha aprendido le va a ayudar aún más a las prácti-
cas que va a seguir realizando. Utilizando el Formato 9.2 Práctica de
Exposición Emocional y Situacional de la cartilla, demuéstrele al parti-
cipante cómo llenarlo y pídale que lo complete en cada ejercicio de expo-
sición. Acuerde junto con el participante el tipo de ejercicio de exposición
que va a realizar despendiendo de sus condiciones particulares y de los
resultados de los registros anteriores. Explíquele cómo llenar los espacios
para especificar pensamientos, sensaciones y acciones antes del ejercicio,
la Revaloración de la evaluación automática en el ejercicio y los pensa-
mientos, sensaciones y acciones después del ejercicio. Finalmente explí-
quele que debe escribir la duración de la exposición y el nivel de males-
tar. Igualmente, debe registrar intentos de evitación sutil.
147
mucha ayuda. Si el participante no está en disposición de enfrentar
emociones incómodas, es necesario volver a repasar conceptos que se
han tratado en sesiones anteriores para ayudarle a comprometerse
con las exposiciones emocionales.
En otras ocasiones, si las emociones se vuelven demasiado intensas la
persona puede tratar de escapar o de terminar la exposición cuando
está sintiendo el máximo grado de malestar. Si ocurre eso, ayúdele al
participante a no verlo como un fracaso, sino más bien como una
oportunidad de aprendizaje. El escape obviamente es una CIE que
por lo general se presenta como respuesta al miedo y por lo general
se basa en hacer la predicción de que si se sigue soportando el males-
tar algo muy malo puede pasar. Por ejemplo, no es raro que las per-
sonas piensen que si se quedan en la situación la ansiedad va aumen-
tar de tal forma, que no van a poder resistir y no van a poder funcio-
nar. Ayúdele al participante a evaluar esta predicción de acuerdo a
las trampas de pensamiento como saltar a conclusiones o catastrofizar.
A partir de esto puede animar al participante a volver a hacer las ex-
posiciones lo más pronto posible.
A veces es posible que los participantes se desanimen por la rapidez
de los efectos de la exposición. También puede ser frustrante ver que
aunque la emoción puede disminuir en una situación, con el tiempo
puede aumentar en la misma situación. En este caso, puede ayudar
recordarle al participante que la forma normal en la que se aprende
no es constante, sino que tiene altos y bajos ya que puede haber cier-
tos grados de olvido. Además, el aprendizaje tiende a estar ligado a
ciertos contextos. Entonces cuando hay algún cambio en el contexto
puede haber una reaparición de las reacciones que ya habían desapa-
recido. Cuando las reacciones emocionales vuelven a aparecer des-
pués de que habían disminuido, no quiere decir que el programa no
esté sirviendo ni que las exposiciones no funcionen. Por el contrario,
hay que ver esas reapariciones como oportunidades de nuevos
aprendizajes, es decir, que tienen la capacidad de tolerar las emocio-
nes y que la situación no es realmente peligrosa. De hecho, estas
reapariciones pueden ser una excelente oportunidad de aprendizaje y
de generalizar lo que se ha aprendido en una situación a otras pareci-
das. Una vez más, el objetivo de este programa no es tratar de que no
aparezcan estas reacciones, sino disminuir el malestar a las emociones,
148
y a las situaciones que las generan, y responder de una forma más
efectiva.
EJERCICIOS DE PRÁCTICA
149
150
Capítulo 11 Módulo 8. Mantenimiento del progreso y
planeación del futuro
DESCRIPCIÓN
CONCEPTOS BÁSICOS
151
§ Es normal que haya fluctuaciones y cambios en las sensaciones emo-
cionales y eso no quiere decir que haya habido una recaída.
MATERIALES
152
§ Darse cuenta de las herramientas específicas aprendidas para enfren-
tar las emociones y de la forma en la que han contribuido a su pro-
greso.
153
Pregúntele qué cambios ha notado a lo largo de los ejercicios en
cuanto a sensaciones, pensamientos y acciones. Utilice la revisión de
los ejercicios realizados para revisar específicamente en qué medida
ha utilizado las herramientas del programa: consciencia emocional y
atención en el momento presente, revaloración de pensamiento,
identificación de CIEs y acción opuesta y tolerancia a las sensaciones.
Trate de llamar la atención del participante sobre la forma en la que
interactúan los tres componentes de las emociones, y la manera en la
que la experiencia emocional se ha ido modificando a través de las
prácticas realizadas. Con el fin de aumentar el sentido de control, es
importante en este punto que el participante pueda identificar la re-
lación entre las estrategias que ha aplicado y los avances logrados.
Repaso de habilidades para enfrentar las emocione
Para hacer más clara esta relación puede repasar las principales estra-
tegias tomando ejemplos de la situación del participante para ayudar-
le a identificar las habilidades que utilizaría para hacerle frente a las
emociones. Puede poner ejemplos de posibles situaciones que podría
enfrentar y pedirle que trate de pensar en una estrategia concreta pa-
ra hacerles frente. Las siguientes pautas pueden ayudarle a reaccionar
de una forma favorable a las emociones incómodas.
ü Utilice la respiración o cualquier otra señal para ayudarse a centrar la
atención en el momento presente. Pídale al participante que por un
momento haga el triple chequeo: ¿Qué está pensando en este
momento? ¿Qué está haciendo? ¿Qué está sintiendo tanto en emo-
ciones como en sensaciones físicas? Pídale que trate de observar
su experiencia en forma objetiva sin tratar de hacer juicios, ni de
cambiarla ni de controlarla.
ü Examine cualquier pensamiento o interpretación automática que pue-
da haber tenido o que esté teniendo cuando siente alguna emoción.
Pregúntele si puede darse cuenta de alguna trampa de pensa-
miento en la que esté cayendo, o si puede pensar en otras explica-
ciones diferentes de su interpretación original.
ü Cambie cualquier acción o conducta perjudicial que esté haciendo en
respuesta a la sensación emocional y en cambio haga cosas opues-
tas a las CIEs (por ejemplo, quedarse en la situación y sonreír en
vez de salir corriendo, o hace cosas, salir y tener actividades aun-
que no tenga ganas de hacer nada). Acuérdele que para cambiar
154
las CIEs se necesita producir emociones diferentes de su primer
impulso. Además, pregúntele si se ha podido dar cuenta de algu-
na tendencia de evitación emocional y si ha logrado hacer lo con-
trario. Por ejemplo, en vez de distraerse prendiendo el radio o la
TV para no pensar en algo que le produce molestia o para no sen-
tir malestar, fijarse en lo que está sintiendo, o en vez de quitar la
mirada cuando está en una situación social que le produce nervios,
mirar directamente a los ojos, etc.
ü Fíjese en sus sensaciones físicas, y si contribuyen a su estado emocional,
o viceversa. Pídale que se fije si lo que piensa sobre sus sensaciones
se ajusta realmente a la situación actual en el momento presente.
Mire si ha podido tolerar más las sensaciones físicas sin tratar de
cambiarlas ni de controlarlas y más bien dejando que sigan su
curso natural.
Evaluación de los avances
Ayúdele al participante a evaluar los progresos que ha hecho en el
programa desde que comenzó.
155
emociones, pídale que marque SÍ en el Formato 10.1 de Evaluación
de Progreso. De lo contrario, que marque NO. En tercer lugar, exa-
mine los pensamientos. Pregúntele si notó algún cambio concreto en la
forma de pensar en las cosas que le producían emociones intensas, y si
piensa diferente sobre las emociones y las sensaciones físicas que con-
tribuyen a las emociones de como pensaba al comienzo. Pregúntele si
ha logrado caer menos en la trampa de conclusiones apresuradas o de
sacar las cosas fuera de proporción. Pídale que marque la respuesta
apropiada. En cuarto lugar, pídale que examine si ha notado cambios
en su capacidad de manejar las sensaciones físicas. Revise sus puntajes
iniciales de temor en el Formato 8.2 Registro de Inducción de Sen-
saciones Físicas y que lo compare con su nivel actual de las mismas
sensaciones y actividades. Pregúntele si ahora maneja mejor las sen-
saciones físicas producidas por hiperventilación, dar vueltas, hacer
ejercicio, tomar café, etc. Si ha habido una disminución en el nivel de
malestar por esas sensaciones, pídale que marque SÍ. De lo contrario,
que marque NO. Por último, pregúntele por cambios en sus acciones
y conductas y si está haciendo menos evitación que al principio. Pre-
gúntele la forma en la que está haciendo las exposiciones a emociones y
si está avanzando en la Jerarquía de Temor y Evitación. Pregúntele si
ahora está pudiendo hacer ciertas cosas que antes no podía hacer. Si lo
ha logrado, pídale que marque SÍ, de lo contrario, que marque NO. Fi-
nalmente, pídale que revise el Formato 7.2 Cómo Cambiar nues-
tras CIEs, y si está aplicando la acción alternativa para contrarrestar-
las. Pídale que marque SÍ, si lo ha logrado. De lo contrario, que mar-
que NO.
156
al examinar las razones de la falta de progreso se puede el participan-
te puede darse cuenta de lo que puede hacer para mejorar después de
que termine el programa.
Diseño de un plan de práctica
En este momento, puede ser de utilidad volver a repasar con el parti-
cipante la lista de metas de tratamiento que identificó al principio.
Evalúe junto con el participante, cómo va en el cumplimiento de sus
metas.
157
Claves para mantener el progreso
Finalmente recuérdele al participante las claves para seguir mejoran-
do.
ü Seguir dándose cuenta de sus emociones. Recordar el ARC y tra-
tar de practicar ejercicios de consciencia emocional focalizada en
el presente, sin juicios.
ü Seguir practicando la revaloración de pensamiento y aumentando
la flexibilidad en las interpretaciones.
ü Evitar la evitación. Acuérdese que cada vez que hace evitación es-
tá reforzando y empeorando sus emociones negativas.
ü Seguir practicando exposiciones emocionales y cambiando las
CIEs para prevenir que vuelvan a aparecer ciclos contraproducen-
tes de emociones.
ü ¡La práctica hace al maestro!
Anticipación de dificultades y manejo de recaídas
Todo el mundo va a sentir emociones intensas o desagradables en al-
gún momento de la vida, en respuesta a circunstancias de la vida.
Todos experimentamos fluctuaciones en las experiencias emocionales,
las altas y bajas de la vida. Puede haber ocasiones en las que aparen-
temente esas sensaciones no tienen que ver con lo que está ocurrien-
do en la vida en ese momento. Es posible que si ese ocurre, se pueda
presentar una recaída. Como a lo largo del programa, los participan-
tes han aprendido a desarrollar una perspectiva más objetiva, sin jui-
cios de sus experiencias emocionales, pueden utilizar esta herramien-
ta para enfrentar las inevitables fluctuaciones emocionales que pue-
den ocurrir a lo largo de la vida.
Una forma para ayudar a impedir que la reaparición de algunos sín-
tomas termine en una recaída drástica es aclarar las expectativas que
pueda tener el participante sobre la posibilidad de volver a sentir
emociones intensas. Por lo tanto, el terapeuta debe hacerle caer en
cuenta al participante que es perfectamente normal que haya fluctua-
ciones en las experiencias emocionales y eso no quiere decir que esté
recayendo. Si el participante vuelve a sentir que aparecen algunas
manifestaciones de ansiedad, depresión o de evitación de estímulos
externos o internos, eso no significa que haya problemas internos que
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están volviendo a resurgir, ni tampoco quiere decir que el programa
no funcionó. Simplemente es una reaparición transitoria de viejos há-
bitos que se pueden enfrentar utilizando las mismas estrategias que
se han venido manejando a lo largo del programa.
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