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UNIVERSIDAD DE CARABOBO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES


MODULO DE LENGUAJE Y COMUNICACION
CURSO INTRODUCTORIO
CAMPUS BÁRBULA

¿POR QUÉ ELEGIMOS QUE EL MIEDO INFLUYA EN NUESTRAS


DECISIONES?

Autor(a):
Ledezma, Andrea
CIV-29.785.139

Bárbula, Julio de 2018


¿Por qué elegimos que el miedo influya en nuestras decisiones?

El miedo se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un
peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la
realidad. El miedo definitivamente puede controlar nuestras vidas si así lo deseamos o
muy bien si así le dejamos, éste fenómeno es capaz de influir en todas nuestras
decisiones y afecta todas nuestras actitudes desde un plano psicológico del ser.
Infringe en nuestras vidas como un pequeño intruso que amenaza con acabar con todo
si el individuo en cuestión se deja dominar por el miedo, y este tema en cuestión es
difícil de tratar. Hacerle batalla a nuestros miedos más profundos puede traer
contrariedad a nuestras vidas, cientos de autores han dedicado su vida a escribir
maravillosas citas, libros y guías de autoayuda para ayudarnos a vencer nuestros
temores y fobias. Aunque a veces no todo lo que proviene del miedo es malo.

Al hacer referencia al tema del funcionamiento del miedo, André (2015)


señala lo siguiente:

El miedo funciona como una señal de alarma, cuya función, como la de


todas las señales de alarma, es avisarnos de un peligro, para poder
enfrentarnos mejor al mismo. El quid de la cuestión es que la alarma esté
bien regulada. Un miedo normal es una alarma bien calibrada tanto en su
activación como en su regulación. (p. 18)

Desde la perspectiva de este autor, hay que aprender a equilibrar las


emociones para así poder conseguir el equilibrio perfecto entre miedo y valentía,
entre temeridad y cobardía, porque nadie es tan valiente como aparenta, ni tan
cobarde como se insinúa, y ninguno hay que sea demasiado temerario, al punto de
que nada le espante o asuste, y estas alarmas no pueden activarse ante la posibilidad o
el recuerdo de un peligro, sino más bien en el momento apropiado y preciso que éste

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se presenta. El miedo aparece a través de una serie de emociones que activan todas
nuestras defensas internas.

Al respecto, Tizón (2011) señala que “podemos sentir el miedo con una
intensidad mínima o baja (preocupación, incertidumbre, aprensión...) o con los
extremos máximos de tal emoción (horror, terror, pavor...)” (p. 16), así que para cada
situación de peligro existirá una emoción diferente que hay que aprender a equilibrar,
a convivir con las emociones que son producidas por el miedo diariamente y a
medida que aparecen en diferentes situaciones, poder acostumbrarnos y tener un
control abierto sobre ellas, para así poder usarlas en nuestra vida cotidiana a nuestro
favor.

De esta manera puede uno concentrarse en un fenómeno común, controlar


nuestras emociones a través del sistema de alarmas, que posee el organismo, en
especial aquellas de las cuales tenemos consciencia, acerca de como se manifiestan en
ciertos momentos y situaciones particulares. Existen diversos factores que activan las
mismas, como los temores asociados a la sorpresa los cuales pueden ser: ruidos
violentos, una persona que llega silenciosamente, entre otros (Guerra, 2017).

Esto es lo expuesto por Pérez (1988) cuando habla del temor como forma de
diferenciación:

El temor a ser diferente y a sufrir rechazos, son los más comunes. Prefiere
conformarse con imitar a otras personas que creen que son aceptados por
todos. Además de esforzarse por agradar a sus amistades, no las
contradice en nada para evitar que se alejen o desprecien su compañía,
sobre todo si son del sexo contrario. La mayoría de las veces termina
manipulada por sus amigos (p.103).

Esto sucede en la mayoría de las personas a una cierta edad, sobre todo
cuando esta persona es joven y aún está tratando de descubrir quién es y hacia donde

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quiere ir, el entorno en el que se encuentra puede ser favorecedor para el individuo o
también lo contrario, terminar siendo influenciable por sus amigos y las personas que
lo rodean, simplemente por el miedo a estar solo, o al rechazo, y estas son tendencias
contra las que cada persona debe luchar, o de lo contrario nunca va a lograr dar con
su verdadera misión y propósito en esta vida.

Por otro lado, existen otro tipo de emociones que son generadas por
situaciones más severas, donde el miedo que se presenta en el ser humano, pude durar
días, meses, hasta años y puede que ese individuo, sea hombre o mujer, niño o
anciano, nunca lo supere si no trabaja a conciencia en ello, puesto que los factores
tales como, la confianza en sí mismo y el sentirse seguro en su entorno, no están
presentes regularmente en su vida diaria (Tizón, 2011).

Por otra parte, André (2015) mantiene la postura de que “cada miedo tiene su
propia historia, que creemos conocer o a veces permanece oculta”(p.40), esto se debe
a que todas las personas tienen miedos, temores o fobias que tienen un origen o a
veces son innatos del ser, y muchos de los que dicen lo contrario, probablemente
están mintiendo, ya que estos temores son frecuentes en ciertas edades, donde se
puede ser influenciable, como en la niñez y juventud, así que lo mejor que se puede
hacer es trabajar en construir una confianza completamente sólida en uno mismo,
para así conseguir que nadie trate de interponerse en nuestras decisiones, o que
nuestros propios miedos influyan en ellas, es por esto que adecuarnos a nuestro
entorno, adaptarnos a él y trabajar en nosotros mismos podamos lograr que en un
futuro nuestras decisiones sean alejadas del miedo y enfocadas en lo que queremos
hacer más adelante.

Se requiere hacer énfasis a este tema debido a que es uno de los principales
causantes de enfermedades de trastornos, mentales, sentimentales y afectivas de
acuerdo a su nivel de tensión, hoy en día forma parte de cada uno de los individuos de

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manera muy personal, en vista de que cada uno contiene sus propias preocupaciones,
problemas, diferencias y manejo de su vida, por lo que es de suma importancia poder
controlar el miedo a lo que se presente, buscando equilibrio y determinación para
siempre estar al frente con la mejor actitud posible dando lugar a excelentes
resultados.

Siendo así el miedo un sentimiento desagradable que forma un rol muy


importante al momento de tomar decisiones, en cuanto a este punto en específico no
tiene correspondencia con el peligro, es decir que está asociado con la imaginación y
neurótico, encargado de crear el peor de los escenarios posibles sin específicamente
probable o tan perjudicial como se cree. Cuando las personas no tienen seguridad en
su personalidad puede generar un miedo de aceptación que suele ser desfavorable al
momento de tomar sus decisiones en vista que se crea el temor de ser diferente y
sufrir rechazos.

En este punto, Pérez (1998) al presentar su perspectiva sobre el rechazo,


manifiesta que:

Cuando la persona teme ser rechazada por los demás hace todo lo posible
para no desentonar con la mayoría de la gente que conforma su medio
social, sobre todo con los individuos de su misma generación. Sacrifica
sus ideales, sus gustos y hasta su personalidad con tal de ser aceptada
(p.103).

En este sentido, lo que genera debilidades en las personas con respecto a sus
actitudes prefiriendo conformarse con imitar a otros, refiriéndose a no soportar estar
solo o en su defecto sola consigo mismo por no lograr sus expectativas, lo que origina
una basura mental que se encarga de acentuar los conceptos erróneos, conversaciones
negativas y todo lo malo que puede ocasionar agentes externos que impiden tomar las
medidas que presenten miedo.

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Por otro lado se opina que el miedo a tomar decisiones puede ser por muchas
opciones tal como no estar a la altura, mantener el control o perderlo sobre algo o el
más común en la actualidad el rechazo social. El mismo conforma una cantidad de
variables que son inevitable sin embargo, las personas debe incentivarse, motivarse y
prepararse de la mejor manera con un alto grado de positivismo para tomar decisiones
que conformen nuestros objetivos, esto no quiere decir que pueda traer consecuencias
o caminos fallidos, sin embargo no se pierde nada con internarlo, no es necesario
elegir una situación y perder la sensación, porque a pesar de todo se puede avanzar
con este hasta lograr superarlo (Chacón, 2009).

En este particular, Pérez (1998) sostiene que “la basura mental consiste en
acumulo de datos inútiles e información inservible que debe desecharse” (p. 105) Lo
que quiere dar expresar que todas las responsabilidades, comentarios o factores
negativos que puedan ser perjudiciales deben ser evitados sin tomarlos como una
posibilidad. Es necesario equilibrar nuestro despliegue de emociones negativas, en
vista de que nuestra emocionalidad no tiene un flujo 100% positivo, ya que la
inquietud nos sirve para reflexionar, buscar soluciones y culpabilidad, para ser más
responsables de nuestros actos.

Decidir es una tarea que se hace diariamente, sin embargo en muchas


ocasiones se nos dificulta o nos bloqueamos al momento de escoger. Gracias a la
cantidad de información proveniente de nuestra sociedad se piensa que podría
facilitarnos la toma de decisiones, pero cabe a destacar que mientras mayor sea las
opciones se hace más difícil el hecho de decidir, lo que ocasiona el miedo frente a
situaciones que se considera importante dentro de nuestra vida lo que logra producir
colapsos mentales, estrés, ansiedad, entre otros que debe lograr superarse en su
totalidad o durante el proceso.

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REFERENCIAS

André, C. (2015) Psicología del miedo: Temores, angustias y fobias. Recuperado el


19 de julio de 2017, de:
https://books.google.co.ve/books/about/Psicologia_Del_Miedo_The_Psycholog
y_of_t.html?id=_U34srSR4bgC&printsec=frontcover&source=kp_read_button
&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false

Chacón, M. (2009). Decidofobia Miedo a la toma de decisiones. Recuperado el 18 de


julio de 2017, de: https://www.gestiopolis.com/decidofobia-miedo-toma-
decisiones/

Guerra, M. (2017). ¿Tienes miedo a tomar decisiones?. Recuperado el 3 de julio de


2017, de::
http://www.marthadebayle.com/v2/especialistasv2/marioguerra/tienes-miedo-a-
tomar-decisiones/

Pérez, R. (1998). Transfórmese en una persona positiva. México, DF: Editorial


Diana.

Tizón, J. (2011). El poder del miedo ¿Dónde guardamos nuestros temores


cotidianos? Recuperado el 8 de julio de 2017,
de:http://www.psicoterapiarelacional.com/Portals/0/eJournalCeIR/V7N1_2013/
El%20poder%20del%20miedo_J.L.Tiz%C2%A2n%20(Milenio).pdf

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