Juan Andres Obando 201714080

Texto argumentativo a favor de la peatonalización de las calles: Carrera séptima,

Zona G y Zona T

Peatonalización, una gran ayuda para la ciudad.

El propósito de este texto es argumentar que la peatonalización de la Zona G si se debió

haber implementado como en la Zona T y la Carrera Séptima para traer consigo sus ventajas
económicas, sociales y ambientales. Para esto, se empezará con la conceptualización necesaria
para abordar el tema, luego, se contextualizará el rechazo de la peatonalización de la Zona G y se
expondrán los argumentos justificando el porqué es buena la peatonalización aplicándolo a la
misma, para finalmente poder desarrollar la conclusión del escrito.

La peatonalización es la acción de convertir una calle vehicular a una calle peatonal

únicamente; un ejemplo de esto es el fragmento final de la Carrera Séptima y La zona T de
Bogotá. También, existe la semipeatonalización, que de igual manera es volver una calle
vehicular a una calle semipeatonal por medio de bolardos automáticos que suben y bajan, es
decir, que en ciertos momentos del día se permitirá el paso de algunos vehículos que usan la calle
para llegar a su destino, mas no, con un uso de paso. Este tipo de semipeatonalización se quería
implementar en la Zona G.

Teniendo en cuenta lo anterior, en los casos que se ha implementado la peatonalización (y

semipeatonalización) en el mundo se han reflejado 3 etapas de asimilación social. La primera es
la de rechazo, en esta es cuando se está planeando, se está construyendo y los primeros días o
quizás meses luego de la implementación, ahí las personas creen que con la peatonalización va a
pasar menos gente, lo cual afectará a los comerciantes, además las calles alternas se van a ver
más congestionadas y va a ser más inseguro el lugar. El segundo, es el proceso de cambio, como
el que le propuso la alcaldía de Bogotá a los comerciantes del sector, que plantearan nuevas
estrategias para aumentar el flujo peatonal en el sector y así incrementar las ventas (Alcaldía de
Bogotá, 2012). Finalmente, se llega a la etapa de completa aceptación porque se ha visto que ha
dado buenos frutos económicos, sociales y ambientales.
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Los residentes de la Zona G como el concejal Yezid García Abello, se opusieron a la

peatonalización sosteniendo que la realización del proyecto tiene un costo demasiado alto que
debería ser implantado en malla vial, que solo beneficia a los restaurantes del sector y que va a
aumentar la inseguridad. Según estudios y análisis, estos contraargumentos de la peatonalización
no son lo que posiblemente ocurra por las justificaciones que a continuación se abordarán.

Dicho lo anterior, se empezarán a argumentar las ventajas que tiene la peatonalización.

Entonces, una de las ventajas más notorias es la disminución de contaminación tanto de dióxido
de carbono, como la contaminación auditiva que generan los carros con su paso. Según un
estudio, hecho por Juan Pablo Bacarejo, en compañía de la Universidad de los Andes: en la
carrera séptima,

al retirar los vehículos de transporte público colectivo y privado resultó

en una reducción del 50% en las concentraciones de material particulado
en su fracción fina (PM 2.5) y de 15dB en los niveles de presión sonora.
Estos datos son significativos y tienen un efecto directo en la calidad del
aire para peatones y ciclistas”. (Juan Pablo Bacarejo, 2012). 

con esto, podemos afirmar que la primera ventaja, sí es verídica e influye en la salud de las
personas, porque según un estudio del grupo de investigación SUR (sostenibilidad urbana y
regional) de la universidad de los Andes “En Bogotá́ se presentan problemas de contaminación
auditiva severos, esta situación cobra mayor importancia en zonas sensitivas como clínicas y
zonas de tranquilidad.” (Behrentz, Franco y Pacheco, 2009). La Zona G es una zona residencial
que además contiene restaurantes y se ve un alto tráfico vehicular, lo que conlleva a lo anterior,
por eso, si se peatonaliza esta parte de Bogotá se va a reducir la contaminación, y el ambiente va
a ser más saludable para los residentes y visitantes proporcionándoles mejor calidad de vida.

Como segundo punto, la peatonalización beneficia a los locales comerciales del sector
aumentando las ventas y la valorización de los predios según muestran estudios y ejemplos como
el de Nueva York, Copenhague, Buenos Aires, Bogotá y el de Armenia entre otros. En la Carrera
Séptima, Diego Nicolás Rueda y Roger Garnica hicieron el análisis de estos dos factores en el
2016, y se dieron cuenta que los predios que están sobre la vía peatonalizada se han valorizado
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más que los otros y que el comercio mejoró desde la peatonalización no solo sobre la vía sino
también hasta 200 metros alrededor. (Rueda y Garnica, 2016). Entonces, tanto los restaurantes y
las residencias de la Zona G se hubieran podido valorizar y hubiera mejorado el comercio gracias
a la peatonalización como también pasó en la Zona T de Bogotá, que se ha vuelto uno de los
lugares más exclusivos de la ciudad.

En tercer lugar, la peatonalización le da prioridad a los caminantes. Esto, ayuda a

proteger la historia, la cultura y las zonas de mayor sociabilidad de la ciudad. Por ejemplo, en la
Carrera Séptima luego de la peatonalización se pueden conocer mejor los lugares históricos del
sector de manera tranquila. La Zona T es otro lugar que es altamente concurrido por los
ciudadanos y los turistas, por eso, esta medida debía ser implementada para que la estancia en el
lugar sea más amena, ya que es un lugar de socialización. Tal como la Zona T, la Zona G es otro
espacio de integración por el alto número de restaurantes de calidad que los turistas y ciudadanos
frecuentan; por eso, también debió o debe ser peatonalizado.

Además de lo ya dicho, Bogotá es una ciudad con altos índices de tráfico vehicular y con
un transporte urbano que colapsa, por eso, se debe incentivar la caminata, y una de las maneras
más eficientes es la peatonalización. Por ejemplo, en la Carrera Séptima hubo un incremento del
30.8% de tránsito peatonal quedando en 10,878 peatones por hora. Además, como anteriormente
se dijo, las personas creen que al cerrar una vía vehicular las otras calles van a ser un caos; esto
lo desmintió el profesor de la universidad de los Andes Daniel Páez y la estudiante Claudia
López en un estudio que hicieron sobre 6 intersecciones alrededor de la Séptima antes y después
de la peatonalización; el estudio tuvo como resultado que 2 intersecciones mejoraron
significativamente, dos se mantuvieron igual y dos tuvieron repercusiones negativas; de esto
concluyeron que aunque se redujo la capacidad, la reducción de movimiento en las
intersecciones de la carrera Séptima mejoró la capacidad operativa. (Páez y López)

Para finalizar con los argumentos, la peatonalización no aumenta la inseguridad, por el

contrario, disminuye como afirma el profesor de la universidad Tadeo German Prieto; él lo
justifica diciendo que al haber mayor tránsito de personas la seguridad va a ser mayor, y debido a
esto, además puede haber un mayor número de policías en la zona.
Juan Andres Obando 201714080

Con la conceptualización, contextualización y argumentos pertinentes ya desarrollados,

podemos concluir que los contraargumentos que presentaron los residentes de la Zona G
debieron no ser suficientes para la cancelación del proyecto, se debió informar de las verdaderas
consecuencias económicas, sociales y ambientales que trae la peatonalización, argumentándoles
con estudios como los expuestos en este escrito que realmente demuestran y justifican cada una
de las ventajas que trae consigo. Entonces, la peatonalización de la Zona G si se debió haber
implementado como se hizo en la Zona T y la Carrera Séptima para lograr la disminución de
contaminación, la valorización de los predios y un mejor comercio, la protección del lugar,
además incentiva la caminata, desincentiva el uso del carro con lo cual se aporta a un mejor
tráfico y disminuye la inseguridad.
Juan Andres Obando 201714080

REFERENCIAS

Juan Pablo Bacarejo, J. M. (2012). peatonalización de la Carrera Séptima, Análisis preliminar a

partir de datos de campo. Bogotá: universidad de los Andes. 

Rueda, D. N. y Garnica, R. (2016). Análisis de los impactos generados por proyectos de

peatonalización en Bogotá. Estudio de caso: avenida carrera séptima (Tesis).
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Juan Andres Obando 201714080

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