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DE BOLIVIA
CARRERA DE MEDICINA
INSUFICIENCIA HEPATICA
CATEGORÍA EXPOSICION
ASIGNATURA PATOLOGIA II
POR:
PRISCILLA FRANCESCA OSORIO ALVAREZ – 64010
CORRALES FAJARDO CAMILA ANECI – 63880
SAAVEDRA CALLAU DAYANA GRACE – 63677
HURTADO SALAZAR YESSENIA – 63523
LUCIMAR DE MIRANDA LIMA – 64009
ROJAS ARIAS MARIA GUADALUPE – 58136
MICHELLE LORETO CAMPILLAY GODOY – 58958
POSTIGO MONTERO DANIEL – 48513
EDEILTON MARCOS XAVIER LAVAYEN – 61319
SARAH SARDINHA DE SOUZA – 62767
ASESOR:
DR. CINTHIA LEDEZMA SORIA
A Dios
Este trabajo está dedicado principalmente a Dios, cual es el creador de todas las cosas y
sobre todo lleno de bendiciones, el que me ha dado la fortaleza, la salud y la sabiduría para
guiar y terminar este trabajo de investigación. Señor te doy gracias por la agilidad e
inteligencia para poder proseguir en la culminación de esta etapa de mi carrera.
A la UCEBOL
A la universidad por habernos aceptado y de ser parte de esta gran comunidad, abriéndonos
las puertas para poder estudiar la carrera de medicina, también agradecer a los diferentes
docentes, recalcando a la Dra. Cinthia Ledezma Soria, quien nos brindara el primer
conocimiento de cómo hacer un trabajo de investigación y guiarnos con todo el apoyo para
seguir adelante en estos procesos día a día.
Queremos dedicarle a nuestra docente Dra. Cinthia Ledezma Soria por incentivar nuestra
enseñanza a superarnos cada día motivándonos en la elaboración y de este informe, a
pensar como grandes a pesar de que somos alumnos del segundo semestre, no ha
demostrado que confía en nosotros como alumnos.
Además, al rector Dr. Soo Hyun Chung por ser la persona que incentiva al alumnado de la
universidad a investigar e innovar para nuestra superación profesional y personal.
INDICE
I. Resumen ………………………………………………….…….………5
II. Introducción ………………………………..………….…...………..…6
III. Objetivos……………………………………………………….……….7
IV. Marco teórico …………………………………...……….……..………7
4.1 Anatomía……………………………………………….…..……….7
4.2 Epidemiologia………………………………………….……..…….7
4.3 Mecanismos fisiopatológicos de daño hepático………………….…9
Se explicará que existen dos tipos de daño o insuficiencias hepáticas; uno agudo y otro
crónico. La insuficiencia hepática aguda (IHA), es el fallo súbito, rápido, potencialmente
irreversible de la función hepática, en pacientes sin enfermedad hepática previa, con una
duración de la enfermedad < 26 semanas.
Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, pero a menudo incluyen hinchazón
del abdomen y las piernas, tener moretones con facilidad, cambios en el color de las heces y
la orina, y piel y ojos amarillentos o ictericia. A veces no hay síntomas. Las pruebas de
imagen o de función hepática pueden comprobar si hay daño en el hígado o ayudar a
diagnosticar enfermedades del hígado.
3. OBJETIVOS
Objetivos generales:
Objetivos específicos:
Conocer los recursos disponibles para establecer el diagnóstico de los tipos de
insuficiencia hepática aguda y crónica con sus complicaciones.
Proporcionar criterios para el tratamiento y prevención de la insuficiencia hepática.
4. MARCO TEÓRICO
4.1. El hígado anatomía general:
En un adulto normal pesa entre 1.400 – 1.600gr. su aporte de sangre es doble, es por eso
por lo que la vena porta representa un 60 – 70 % del flujo de sangre hepática y arteria el 30
– 40 % restante. Entonces la vena porta y la arteria hepática entran por la cara inferior del
hígado a través del hilio. Dentro las ramas de la arteria, venas y conductos biliares
discurren en paralelo dentro de los espacios, ramificándose hasta de 17 – 20 orden.
Debemos hablar de que hay 2 tipos una súbita (insuficiencia hepática aguda) y una masiva
(insuficiencia hepática crónica). Hay algunos casos que los pacientes con hepatopatías
crónicas desarrollan una insuficiencia hepática aguada sobre crónica, esta situación es
independiente del estadio que se encuentre la enfermedad crónica o viceversa, esto conlleva
la perdida de la capacidad funcional hepática en un 80 – 90%.
4.2. Epidemiologia:
Las hepatitis víricas constituyen un problema de salud pública que requiere atención
prioritaria en todas partes del mundo. Los virus de las hepatitis B (VHB), C (VHC) y D
(VHD) tienen la capacidad de inducir hepatitis crónica que puede evolucionar con el
tiempo hacia cirrosis hepática y favorecer la aparición de carcinoma hepatocelular primario.
Los virus de la hepatitis A (VHA) y E (VHE) producen hepatitis aguda y no inducen
enfermedad crónica. En tanto que la prevalencia de la infección por VHC es relativamente
uniforme en el mundo, la de la infección por VHB varía mucho de una región geográfica a
otra y aun dentro de una misma región puede variar notablemente en los distintos grupos de
población. En los países industrializados, la prevalencia de la infección por VHA es baja y
el VHE suele ser un agente exótico que solo se registra como casos importados en
inmigrantes y viajeros. Por el contrario, en los países en desarrollo el VHA es sumamente
endémico y el VHE produce brotes epidémicos en algunos de ellos.
Cuando un hígado sano se expone a una noxa severa, como ocurre con la hepatitis
fulminante de causa viral o tóxica por drogas, se produce una alteración en las diferentes
funciones de síntesis de proteínas, del metabolismo intermediario y en sus funciones
biotransformadora y excretora, que trae como consecuencia un desbalance entre la
capacidad del hígado de brindar apoyo homeostático metabólico adecuado ante una
demanda incrementada o normal de las necesidades de los órganos de la economía. A este
concepto es a lo que se le llama "hipótesis de la masa crítica."
Varios son los productos tóxicos que se invocan en la patogenia de la insuficiencia hepática
severa, pero ninguno ha tenido una evidencia tan real de su efecto nocivo como el
amoniaco, el cual se encuentra incrementado en 80-90 % de los pacientes con este
síndrome. El amoniaco junto con otras sustancias como: mercaptanos, fenoles, indoles,
melatonina, el ácido gamma aminobutírico (GABA), receptores de benzodiazepinas
endógenas, aminoácidos aromáticos, ácidos grasos de cadena corta, opioides-encefalinas y
el manganeso, han sido implicados como elementos desencadenantes de la encefalopatía
hepática que ocurre durante el transcurso de la insuficiencia hepática.
Por una disfunción hepatocelular que impide el aclaramiento hepático de las citoquinas
producidas al nivel sistémico.
Las citoquinas desempeñan un papel fundamental en los procesos inflamatorios pues sirven
de intermediarias en el control y la regulación de los estados proinflamatorios y
antiinflamatorios, en dependencia de los procesos desencadenantes.
Muchas de las citoquinas han sido implicadas en el estado inflamatorio local y sistémico
observado en la IHA, pero las principales investigaciones enfatizan el papel que
desempeñan la interleuquina 1 (IL 1), la 6 (IL 6) y el factor de necrosis tumoral (FNT).
Todo parece indicar que en el daño hepático severo existe un desequilibrio y predominan
las sustancias vasodilatadoras, bien sea por un aumento en su producción y/o una
disminución en su degradación o por un descenso en la síntesis, liberación y/o agotamiento
de las sustancias vasoconstrictoras.
Las endotelinas (ET) son péptidos ácidos de 21 aminoácidos con un potente efecto
vasoconstrictor. Diversas investigaciones confirman niveles elevados de ET en pacientes
con daño hepático severo.26 Estudios recientes de individuos con insuficiencia hepática
permiten concluir que la endotelina 1 (ET-1) tiene efectos locales sobre la microcirculación
hepática, que genera pues un aumento de la resistencia vascular y se exacerba así la
hipertensión portal. Este efecto parece ser producido por una activación de las células
estrelladas perisinusoidales, que junto a las células endoteliales desempeñan un papel muy
importante en el control del tono vascular hepático porque poseen una gran capacidad
contráctil, así generan un aumento de la resistencia vascular al nivel sinusoidal y en los
vasos colaterales de la circulación portal. De acuerdo con estudios realizados, 50 % de los
pacientes con insuficiencia hepática padecen de trastornos en la difusión-perfusión
(síndrome hepatopulmonar), ocasionado por las dilataciones vasculares intrapulmonares. Se
han comprobado altos niveles de ET 1 en la vasculatura pulmonar, que pudieran reflejar
incremento en su generación in situ o por una disminución en su aclaramiento hepático. Al
parecer, estas alteraciones morfológicas vasculares son mediadas por la liberación de ON
pulmonar secundario a la activación de los receptores B de la ET-1 en las células
endoteliales. También se ha discutido ampliamente el papel de la ET-1 en la fisiopatología
del sindrome hepatorrenal. En la circulación renal es capaz de causar vasoconstricción y
contracción mesangial que origina una reducción del filtrado glomerular.
Otras sustancias vasoconstrictoras implicadas son: arginina vasopresina (AVP), sistema
nervioso simpático (SNS) (ambos implicados en la vasoconstricción renal del síndrome
hepatorrenal), factor activador de plaquetas (FAP), sistema renina-angiotensina-aldosterona
(SRAA), tirosina, tromboxano A2 e interleuquina 1-6.
Como se aprecia en esta revisión, muchos son los factores que intervienen y se relacionan
en el complejo mecanismo fisiopatológico de la insuficiencia hepática; por lo que en la
figura tratamos de unificar dicho mecanismo patogénico como un todo integrador que
explique cada uno de los procesos que aparecen en su contexto clínico.
5. INSUFICIENCIA HEPÁTICA AGUDA O INSUFICIENCIA HEPÁTICA
FULMINANTE
5.1. Etiología:
La identificación de la etiología de la FHA es importante para guiar el tratamiento y para
definir el pronóstico. La frecuencia con que estas etiologías se presenten depende del
contexto epidemiológico. En las hepatitis virales, la intoxicación por acetaminofeno y las
reacciones idiosincrásicas a fármacos constituyen las causas más frecuentes de FHA. Los
datos disponibles en Chile sugieren que la etiología más frecuente de la FHA es la hepatitis
viral por virus. A pesar de que solo el 0.35% de los casos de hepatitis A se presenta como
FHA el número total de casos anuales en nuestro país determina su predominancia como
etiología de este síndrome.
5.2. Causas:
Hepatitis viral: Virus de Hepatitis A, B, C, D, E, Herpes Simplex, Epstein-Barr,
Citomegalovirus, Herpesvirus 6, Influenza tipo B, Virus de fiebres hemorrágicas
(Lassa, Ebola, Marburg).
Droga: Paracetamol (accidental o intento suicida), Antibióticos (isoniazida,
nitrofurantoína, tetracilina, ciprofloxacino, eritromicina, amoxicilina-ácido
clavulánico), Acido valproico, Lovastatina, Fenitoína, Tricíclicos, Halotano, Oro,
Flutamida, Antabuse, Ciclofosfamida, Ectasis, Loratadina, Propiltiouracilo,
Diclofenaco, Sulfas, Amiodarona, etc.
Toxinas: Amanita Phalloides, Solventes orgánicos, Hierbas medicinales (ginseng,
valeriana, etc), Toxinas bacterianas (Bacillus cereus, cianobacterias).
Misceláneas: Hígado graso agudo del embarazo, Síndrome HELLP, Hepatitis
autoinmune, Budd-Chiari, Trombosis portal, Insuficiencia cardiaca derecha,
Isquemia, Leucemia, Linfoma, Metástasis, Malaria, Tuberculosis, Síndrome de
Reye, Enfermedad de Wilson.
Indeterminadas.
5.5. Tratamientos:
El manejo de un paciente con falla hepática aguda presenta varias dificultades, sin
embargo, uno de los principales errores se origina en no diagnosticar en la etapa inicial la
presencia de insuficiencia hepática y subestimar la gravedad del enfermo. Cuando el
enfermo se presenta con franco compromiso de conciencia y coagulopatía, el diagnóstico es
fácil, pero muchas veces implica una demora importante en el diagnóstico y la
imposibilidad de plantear terapias específicas (antídotos y transplante).
Los medicamentos son particularmente frecuentes como causa de FHA, y el
reconocimiento del antecedente no siempre es fácil. Una completa búsqueda de todas las
drogas consumidas en el último tiempo por el paciente es crucial en la evaluación inicial de
estos pacientes. Del mismo modo, el reconocimiento en el examen físico de estigmas de
daño hepático crónico o de signos específicos (como el anillo de kayser-fleischer en la
enfermedad de Wilson) es importante en la toma de decisiones en la FHA.
En la etapa inicial es imprescindible un esfuerzo por descartar las etiologías que permitan
tratamientos específicos, por ejemplo: Intoxicación por acetaminofeno (N-acetilcisteína),
hepatitis fulminante por herpes (aciclovir iv), hígado graso agudo de embarazo
(interrupción del embarazo), etc.
La biopsia hepática, si bien aporta información pronóstica, etiológica y sobre la presencia
de daño hepático previo, habitualmente está contraindicada por la coagulopatía. En algunos
centros se realiza biopsia hepática trans-yugular rutinariamente en estos enfermos, ya que
puede hacerse independientemente de los niveles de protrombina y plaquetas.
Las decisiones para considerar en esta etapa incluyen:
Ingreso del paciente a una Unidad de Cuidados Intensivo (En general indicado en
todo paciente con INR > 2 o status mental alterado).
Soporte General.
La falla hepática aguda generalmente adopta el curso de una falla multiorgánica, con una
respuesta sistémica que se puede expresar en una variedad de sistemas. Esto explica la
necesidad de un estricto monitoreo general que habitualmente sólo es posible conseguir en
la Unidad de Cuidados Intensivos. El apoyo de soporte permitirá preservar las funciones
vitales hasta que el hígado se regenere o esté disponible un órgano para trasplante.
En el paciente que se está deteriorando se requiere un catéter vesical para monitoreo horario
de diuresis, una vía venosa central de triple lumen para administración de drogas y
monitoreo de presión venosa central y una línea arterial para obtener muestras de sangre sin
punciones repetidas. Se prefiere la vía yugular por sobre la subclavia para acceso venoso
central por la presencia de coagulopatía.
Si hay mayor deterioro y necesidad de ventilación mecánica, habitualmente es necesario la
monitorización con un catéter de arteria pulmonar (Swan-Ganz), monitoreo de presión
intra-craneana y saturación de bulbo yugular.
Medidas específicas según Etiología.
La hepatitis crónica (HC) es una lesión necroinflamatoria difusa del hígado, de diferentes
etiologías en las cuales se incluyen la infección viral crónica, fenómenos auto-inmunes,
drogas y en algunos casos no se logra identificar, quedando como hepatitis crónica
criptogénica.
Las causas más comunes de enfermedad hepática crónica en el mundo y en México son: el
consumo crónico de alcohol, seguido por la infección crónica de los HBV y HCV y, en
tercer lugar, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), en menor proporción la hepatitis
autoinmune, colestasis obstructiva crónica, hemocromatosis hereditaria, enfermedad de
Wilson, obstrucción crónica del drenaje venoso, toxicidad por diversos fármacos, entre
otras.
Los diferentes agentes etiológicos pueden causar daño tisular, inflamación, necrosis
hepatocelular y hasta carcinoma hepatocelular, pero el tipo de reparación celular que
predomine —ya sea regeneración o fibrosis— determinará que el tejido hepático se
recupere, o bien que la fibrosis progrese y esta regeneración tisular anormal conduzca a la
cirrosis. El predominio de un tipo u otro de respuesta depende tanto de las características y
persistencia del agente causal, como de las características propias del individuo.
6.2. Causas:
Alcohol
Hepatitis Crónica
Cirrosis biliar primaria
Hemocromatosis
Colangitis esclerosante
Déficit de A-1 anti-tripsina
Drogas hepatotóxicas
Cirrosis biliar secundaria
Enfermedad de Wilson
6.3. Presentación Clínica:
Los síntomas de los pacientes con hepatitis crónica son inespecíficos: compromiso del
estado general, fatiga, sensación nauseosa y dolor abdominal. La ictericia, coluria, prurito y
baja de peso se presentan con mayor frecuencia en hepatitis crónica autoinmune, la que
suele manifestarse como un cuadro más bien agudo. Los pacientes pueden permanecer casi
asintomáticos durante meses o años y el diagnóstico ser descubierto por un examen médico
de rutina en el cual queda en evidencia.
Desde el punto de vista clínico se debe sospechar la presencia de una hepatitis crónica en
las siguientes circunstancias: hallazgo de disminución del tamaño hepático, hígado nodular
o aumentado de consistencia, esplenomegalia, ascitis, edema, y varices esofágicas; lesiones
cutáneas como telangectasia facial, eritema palmar o dedos en palillo de tambor;
antecedentes de hiperbilirrubinemia conjugada en la infancia; historia familiar de
enfermedad hepática crónica, recaída de una hepatitis aguda, persistencia de un cuadro de
hepatitis aguda mayor a 3 meses, antecedentes de hepatitis aguda por VHB, VHC, no A no
B, drogas, transfusiones y patología autoinmune.
La endoscopia es un procedimiento que debe realizarse a todo paciente con daño hepático
crónico para evaluar la presencia de varices gastroesofágicas por hipertensión portal.
6.5. Tratamientos:
Es el tratamiento de la causa subyacente de la hepatopatía. Sin embargo, resulta
fundamental:
Detener o revertir la progresión de la enfermedad hepática.
Prevenir injurias superpuestas al hígado.
Identificar los medicamentos que requieren ajustes de dosis o que se deben evitar
por completo.
Manejo de los síntomas y alteraciones de laboratorio.
Prevención, identificación y tratamiento de las complicaciones para mejorar la
calidad de vida.
Evaluar la indicación de trasplante según el score de MELD (bilirrubina, INR y
creatinina) y clasificación de Child.
7. CONCLUSIONES
1. http://publicacionesmedicina.uc.cl/MedicinaIntensiva/Insuficiencia.html
2. https://www.who.int/features/qa/76/es/
3. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hepatitis-b/symptoms-causes/syc-
20366802
4. https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/hepatopatia.pdf
5. https://www.sap.org.ar/docs/varios/Pronap10UnoCap1.pdf
6. https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062002000200012
7. https://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/ayudas-
practicas/48_Datos_laboratorio_Pruebas_hepaticas_alteradas.pdf
8. https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-del-h%C3%ADgado-y-de-la-ves
%C3%ADcula-biliar/manifestaciones-cl%C3%ADnicas-de-las-enfermedades-hep
%C3%A1ticas/insuficiencia-hep%C3%A1tica
9. http://dpd.fvet.uba.ar/cartelera/00014500.pdf
10. https://bvsms.saude.gov.br/bvs/publicacoes/hepatites_abcde.pdf