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INTRODUCCIÓN

Cada año, adolescentes de todo el mundo se quedan embarazadas a una edad que no es la más adecuada
para gestar a un bebé. Esto es lo que se conoce como embarazo precoz o embarazo adolescente.
El embarazo adolescente es una problemática que afecta la esfera psicológica y social de los jóvenes,
sobre todo en ambientes urbanos. La mayoría de estos embarazos generan temor por los cambios que
se darán en su proyecto de vida, ya que hay abandono escolar, matrimonios forzados, dejan de ver a sus
amigos y existe rechazo de parte de la sociedad.
La escuela, desde el preescolar hasta la universidad, debe aplicar programas de formación para que
niños, niñas y adolescentes conozcan plenamente su funcionamiento sexual, los riesgos que conllevan
una sexualidad a corta edad y las posibilidades reales de prevención del embarazo a temprana edad y
otros riesgos de prácticas sexuales sin responsabilidad.
Es por eso, que se ha recopilado esta información al respecto, esperando sea de mucho valor y utilidad
a mi vida y a la de todos los que lo lean.
EL EMBARAZO PRECOZ

¿QUÉ ES?
El embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en la pubertad o en la adolescencia de una mujer.
Por lo general, la pubertad se origina a partir de los 9 años en niñas y 11 años en niños finalizando entre
los 14 y 15 años de edad. No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) contempló la
adolescencia entre los 10 y 19 años de edad.
La mayor parte de estos embarazos no son planeados ni deseados, originando situaciones complicadas
a nivel biológico, económico, psicológico y social.
CAUSAS

• Falta de orientación sexual


• Inicio precoz de las relaciones sexuales
• Inseguridad, baja autoestima
• Por querer experimentar
• Influencia y presión de las amistades
• Carencia afectiva.
• Problemas socioeconómicos
• Uso de drogas y alcohol
• Problemas familiares y falta de comunicación con los padres
• Falta de conocimiento de métodos anticonceptivos eficaces
• Por una violación

CONSECUENCIAS

• Miedo a ser rechazadas socialmente: una de las consecuencias de la adolescencia y el embarazo


es que la joven se siente criticada por su entorno y tiende a aislarse del grupo.
• Rechazo al bebé: son niñas y no desean asumir la responsabilidad, el tiempo y las obligaciones
que supone ser madre. Sin embargo, esto también las hace sentirse culpables, tristes y su
autoestima se reduce.
• Problemas con la familia: comunicar el embarazo en la familia muchas veces es fuente de
conflicto e incluso rechazo por parte de su propio entorno.
• No continuar con su educación
• Carga de culpabilidad, y depresión
• Problemas económicos, desempleo o menor salario.
• Mayor probabilidad de divorcio y problemas maritales por haberse casado a causa del embarazo.
RIESGOS
Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo mucho mayor de sufrir complicaciones durante el
embarazo como:

• Placenta previa
• Preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo).
• Anemia grave.
• Aumento de la mortalidad materna
• Rotura prematura de aguas.
• Mayor riesgo de que no acuda a las visitas ginecológicas, o no siga los consejos de su médico.
• Mayores dificultades durante el trabajo de parto.
• Cuadros de mala nutrición, con carencia de nutrientes esenciales para el buen desarrollo del bebé
• Sus bebés tienen un peso bajo ya que la inmadurez de su cuerpo hace que su útero no se haya
desarrollado completamente
• Un mayor número de abortos espontáneos
• Partos prematuros, hay un gran número de bebés de adolescentes que nacen antes de la semana
37 de gestación
• Las mamás adolescentes tienen niños con más problemas de salud y trastornos del desarrollo
• En los casos de embarazos de niñas de menos de 15 años, el bebé tiene más posibilidades de
nacer con malformaciones

EL PADRE ADOLESCENTE
El varón está aún menos preparado para la paternidad que la adolescente para ser madre. Es cierto que
algunos padres adolescentes intentan asumir su nuevo rol, buscando trabajo para mantener a su familia,
abandonando sus estudios y retrasando sus proyectos a largo plazo. Pero debido a la baja o ninguna
capacitación laboral a esa edad y escolaridad insuficiente para conseguir trabajos con la suficiente
remuneración como para atender a las necesidades de la familia, acaba siendo "adoptado" por la familia
política o reubicado en su propia familia como un hijo-padre, con roles difíciles de conciliar.
Esta situación contamina muchas veces la relación de pareja y se hace necesario la ayuda de
profesionales con experiencia en conflictos de pareja y paternidad adolescente que les presten atención
y ayuda.

PREVENCIÓN
La OMS y la mayoría de profesionales de la educación y la salud señalan que para reducir el número de
embarazos en adolescentes es necesario:
• Una completa educación sexual, comenzando en el seno familiar y continuando en los centros
educativos.
• La comunicación en la familia es esencial, por tanto, debe haber un diálogo abierto y transparente
para que los jóvenes tengan toda la información a su alcance.
• La familia debe fomentar el crecimiento de la autoestima del adolescente, y prepararlo para la
toma de decisiones responsables acerca de su sexualidad.
• Postergar el inicio de la actividad sexual hasta haber alcanzado un nivel de madurez físico,
psicológico y emocional.
• Fomentar en los niños, adolescentes y jóvenes tener un proyecto de vida y trabajar en función
del mismo.
• El mayor acceso y uso de los adolescentes, de los métodos anticonceptivos (tanto precoitales,
coitales como postcoitales) así como a los servicios de planificación familiar.
• También es necesaria la información y el apoyo por parte de los padres de los adolescentes en
cuestiones relativas al sexo, relaciones y métodos anticonceptivos.

EMBARAZO PRECOZ EN VENEZUELA


La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe es una de las mayores del mundo, solo
superada por regiones de África, revela un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas
(Unfpa). Venezuela ocupa el tercer puesto de países con mayor número de jóvenes en estado de
embarazo.
De acuerdo con el documento titulado El poder de decidir, 62 de cada 1.000 jóvenes entre 15 y 19 años
de edad han estado embarazadas en Latinoamérica. Ecuador (111), Honduras (103), Venezuela (95),
Nicaragua (92) y Guatemala (92) presentan las mayores tasas, al contrario de Chile (41), Trinidad y
Tobago (38), Curaçao (35), Aruba (35), Bahamas (32) y Martinica (20).
Según la ONU, los embarazos en la adolescencia son más comunes en los hogares más pobres y se deben
más por falta de acceso a métodos anticonceptivos que por el deseo de tener hijos. Esa situación impide
que puedan tener mayor acceso a la educación sexual o a la independencia económica, por lo que son
más vulnerables a terminar embarazadas a temprana edad, y ello termina reproduciendo el círculo de
pobreza.
CIFRAS DEL EMBARAZO A TEMPRANA EDAD EN VENEZUELA

• Datos de organizaciones no gubernamentales como la asociación Civil Niña Madre, indican que
la edad promedio de iniciación sexual en Venezuela se sitúa entre los 12 y 14 años de edad, lo
que unido a escasez de información y a falta de prevención crea una oportunidad clara para
embarazos precoces.
• Hasta 80% de jóvenes y adolescentes en los liceos tienen relaciones sexuales.
• En Venezuela, los adolescentes constituyen el 21,5% del total de la población, donde la tasa de
mortalidad es mayor en las chicas de 10 a 19 años, debido a complicaciones durante la gestación.
• Igualmente, para el año 2002 Venezuela presentó una tasa de embarazos no deseados del 20,5%,
esto ha llevado a que 2 de cada 5 venezolanas abandonen sus estudios permanentemente, donde
un 6,4% se han practicado el aborto (Corona Lisboa, 2015).
• También se determinó que un 21,4% de los nacimientos ocurridos en el año 2000 fueron de
adolescentes escolarizadas y no escolarizadas entre 15 y 19 años de edad.
• En 2010, Venezuela era el país de Sudamérica con mayor tasa de embarazo adolescente. Y el
tercero de todo el continente solo por detrás de Nicaragua y República Dominicana. Según datos
de la Organización de Naciones Unidas, 91 de cada 1.000 gestantes tiene menos de 18 años.
• Según datos del Ministerio de Salud en 2009, el 6,4% de las adolescentes tuvieron un aborto y se
produjeron dos muertes semanales por su mala práctica.
• Las complicaciones obstetricias son la tercera causa de muerte de las mujeres de 15 a 19 años,
que tienen cinco veces más probabilidades si el rango de edad desciende a las que se encuentran
entre los 10 y los 14 años (Vilella, 2010).
• En la última década, el embarazo precoz en adolescentes escolarizadas de Venezuela, se ha
convertido en un problema de salud pública en chicas de 10 a 19 años, con predominio en jóvenes
de 12 a 14 años.
• Según estadísticas que lleva la UNPFA, aproximadamente 55% de la población actual venezolana
son niños y adolescentes, quienes en los próximos años podrían entrar en la edad reproductiva
y laboral. Por ende, su nivel educacional, estado de salud y disposición para asumir
responsabilidades, determinarán su propio futuro y el del país (Massiah, 2016).
CONCLUSIÓN

El embarazo adolescente es un problema de salud pública que tiene graves repercusiones médicas,
psicológicas y sociales que hacen que se convierta en una larga condena moral para la joven embarazada.
Rechazo, depresión, soledad, vergüenza, abandono, incluso violencia obstétrica, son solo algunos de los
aspectos que puede experimentar una adolescente que está atravesando por esta condición.
La familia juega un papel importante en la prevención del embarazo, así como las instituciones
educativas, en donde desde la primaria se les debe hablar a los niños sobre aspectos relacionados con
su sexualidad. Asimismo, al ser un problema que impacta sobre la salud pública, se deberían realizar
acciones para prevenirlo desde el sistema primario de atención.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado un llamado para promover la educación sexual
en centros educativos y hogares, el acceso a los métodos anticonceptivos y la asistencia de la salud
pública con el fin de evitar los embarazos precoces o en adolescentes.
Las y los adolescentes deben ser informados de las causas y consecuencias de un embarazo a temprana
edad. Se deben implementar campañas informativas para padres, familiares y docentes para que
orienten a niños, adolescentes y jóvenes sobre la salud sexual y reproductiva.
Los medios de comunicación deben ser usados para formar criterios serios y fidedignos sobre la
sexualidad, especialmente sobre el problema de salud pública que representa el embarazo a temprana
edad.

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