La estructura textual se refiere a la manera en que se organiza un texto, de tal forma que

tenga sentido, tanto para quien lo presenta, como para quien lo lee; esto gracias a las
relaciones que existen entre las proposiciones que sustentan las oraciones conformadoras del
texto.
Para que un texto tenga sentido es necesario que este adecuadamente cohesionado y que su
estructura sea coherente. La cohesión hace referencia a la unión o conexión lineal entre
oraciones y esta relacionada con la sintaxis. La coherencia, por su parte, esta estrechamente
vinculada a la semántica y tiene que ver con la secuencia lógica de las proposiciones que le da
un sentido global al texto.
La conexión lineal entre oraciones es conocida como microestructura textual y se asocia con la
manifestación superficial del texto; son las llamadas ideas principales. La macroestructura
textual tiene que ver con la idea central o tema general del texto, es decir, con el contenido y
se puede interpretar como un esquema conceptual.
Por otro lado, la superestructura textual tiene que ver con la forma en que están estructuradas
y organizadas las secuencias de oraciones en un texto y que le dan un cierto carácter. También
puede entenderse como las diferentes tipologías textuales. Un tema global puede ser
abordado de diferentes formas generando distintos tipos de texto: narrativo, argumentativo,
descriptivo o expositivo.