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Estructuras textuales

Para iniciar este tema es necesario recordar algunos de los conocimientos


adquiridos a lo largo del curso de comprensión lectora. Uno de ellos se
refiere a la morfología, que es la parte de la gramática que nos permite
elaborar imaginarios y cogniciones sobre la construcción del discurso, es
decir, pensamos en las palabras que debemos utilizar, cómo organizar las
oraciones y qué ideas pretendemos defender, informar o explicar. Vale la
pena preguntarse: ¿por qué es importante que un texto o discurso tenga
progresión temática? ¿Cuál es la importancia del encadenamiento lógico de
las ideas en un texto? ¿Cómo se deduce o construye la idea global de un
texto? ¿Para qué sirve identificar la forma como está organizado el esqueleto
de un texto? ¿Identificar la macroestructura y la superestructura de un texto
mejora la comprensión lectora?

Las estructuras textuales son los diferentes modos de organizar de manera


global la información en un discurso. Dicha organización abarca desde la
forma, la estructura y las secciones que lo integran hasta el contenido (tema
y rema) del mismo. En términos del análisis del discurso, las estructuras
textuales se refieren a las partes que componen un texto: la macroestructura
y la superestructura, que trabajan el discurso como un todo, desde la
globalidad y unidad del mismo, por lo que se reconocen como estructuras
globales, y la microestructura o las estructuras locales, que abordan las
oraciones o secuencias de un texto como fragmentos del mismo.

Superestructura

Según Teun van Dijk (2011), “la superestructura corresponde a la estructura


esquemática o forma global del discurso, y su función es definir la
ordenación global del discurso y las relaciones jerárquicas de sus respectivos
fragmentos”. A partir de la delimitación de esta se infiere el tipo de
información que debe ir en cada parte que compone el texto. La
superestructura no da pistas sobre el contenido del texto, pero sí permite
delimitar el tipo de texto del que se trata. Por ejemplo: si va a escribir un
ensayo, la superestructura del mismo lo organiza en problema, hipótesis,
argumentación y cierre.

Funciones de la superestructura

Un lector competente, además de identificar la macroestructura de un texto,


debe dar cuenta del modo como se exponen el discurso y las secciones o
partes que lo componen.
La superestructura permite:

• Identificar la tipología del texto, independientemente de su contenido.

• Definir y caracterizar el texto globalmente y brindar un esquema de


desarrollo. Podría decirse que la superestructura es el índice que guía
tanto la lectura como la escritura de un texto.

• Darle forma al contenido y determinar cómo se organiza en partes


diferenciables y reconocibles.

Si bien la macroestructura y la superestructura son estructuras


independientes, estas se complementan ya que una brinda el esqueleto o
boceto y la otra aporta el contenido semántico.

La macroestructura

El Diccionario de términos clave de ELE (s. f.) define el texto como “una unidad
de comunicación que organiza su contenido en el plano global en dos tipos
de estructuras: la macroestructura y la superestructura textuales. La
macroestructura textual da cuenta del contenido semántico que representa
el tema del texto”. Ejemplo: “El título de un informe científico puede dar
cuenta de la macroestructura del mismo ya que técnicamente debe resumir
de manera precisa el tema que tratará”.

El contenido semántico de un texto, o sea el sentido global o el tema general,


en ocasiones se puede deducir de una oración, como en el caso del título,
pero generalmente se deduce a partir de la relación entre las oraciones
temáticas de cada párrafo que lo conforman. Recuerde que en un texto las
oraciones se relacionan entre sí: primero, usando diferentes mecanismos de
cohesión, y segundo, manteniendo la coherencia que les da un tema en
común que es más impreciso y general y que corresponde al mensaje que
quiere comunicarse.

Funciones de la macroestructura

Un lector competente identifica la macroestructura de un texto y puede


hacerle seguimiento para reconocer las coherencias o las contradicciones
dentro del mismo.

La macroestructura:

• Proporciona coherencia global. Si un lector no puede construir la


macroestructura de un texto una vez lo ha leído, fracasa en esa misma
medida en su comprensión.
• Particulariza la información referida al tema central, de tal forma que
es posible diferenciar la información relevante de la que no lo es y
jerarquizarla bien sea de lo más general a lo más particular o de la más
simple a la más compleja.

• Permite resumir un texto en ideas muy concretas sobre el mismo.

La microestructura

La microestructura textual hace referencia a la forma como se comunica el


discurso mediante oraciones y enunciados y a la forma como se desarrolla la
macroestructura propuesta. Por eso, en la microestructura se encuentran las
ideas básicas del texto, se desarrolla la progresión temática entre estas ideas
que dan cuenta del hilo conductor y se relacionan las ideas en términos de
secuencialidad, causalidad, generación, oposición, etc.

Para organizar las oraciones según la relación que se dé entre ellas se


emplean, además de los diferentes mecanismos de cohesión, los conectores
y los signos de puntuación, que juegan un rol importante.

Funciones de la microestructura

Un lector competente identifica en la microestructura aspectos léxico-


semánticos, morfosintácticos, sintácticos, etc.

La microestructura permite:

• Encontrar la información detallada de la macroestructura.

• Identificar cómo se relaciona y se cohesiona la información detallada


para lograr una unidad discursiva.

Las oraciones se organizan en distintas relaciones: causa-efecto, condición,


etc.

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