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Una estufa de leña eficiente es la que por sus características de diseño y materiales de construcción,
consumen menor cantidad de leña que los fogones tradicionales, debido a que la leña se quema mucho
mejor, en un proceso de combustión eficiente; conservando mejor el calor obtenido de la combustión de la
leña y manteniendo calientes los alimentos, a la vez que se emplea menos tiempo en la cocción.
La estufa puede permanecer todo el día activa, es decir, en los momentos que no se están cocinando los
alimentos, puede permanecer en un estado de mínimo calor, siempre tibia, conservando un tizón o brasa
(al rojo vivo) entre la ceniza, esto se logra cerrando todas las salidas hacia el exterior de la estufa. Esta
práctica hace que se pueda volver a iniciar la llama por combustión de la leña, rápidamente en cualquier
momento que se requiera para cocinar. Igualmente esto permite mantener los alimentos en los recipientes
que se deje encima, siempre tibios. En la mañana y especialmente en climas fríos, es más demorado iniciar
la combustión de la leña y la actividad de la cocina, en una estufa fría que cuando permanece tibia.
Las estufas son construidas en ladrillo y con los “herrajes”, parte de ellos en metalistería, como es el
caldero, el horno, la corredera para el ingreso de aire, los perfiles de borde que forman el marco metálico
que sostiene el tubo galvanizado para protección que bordea la estufa y la cachucha de los tubos o “gorro
chino”. Otros “herrajes” son producto de fundición, como las planchas (o fogones), la parrilla, la puerta
hogar y los “registros”. También se debe dotar de dos ganchos metálicos (en varilla), uno para extraer el
hollín al limpiar la estufa y otro para manipular las planchas de los fogones calientes.
Cuentan con paredes internas que forman una cámara aislada del exterior comunicada por túneles que
llevan el humo fuera de la vivienda a través de un buitrón en tubo generalmente de gres.
Tienen una “puerta de hogar” para la alimentación del combustible que cubre la “boca” por donde se
introduce los leños de aproximadamente 50 cm en forma manual, (o el carbón según sea el caso), y debe
permanecer cerrada durante todo el proceso de combustión.
Tiene un orificio aireador a través del cual se proporciona el oxígeno requerido para la combustión y se
regula de acuerdo con la abertura que se le dé a la ventanilla metálica.
Las comunidades que las emplean son conscientes de las bondades ambientales. Al utilizar menos leña
que un fogón convencional, se generan menos contaminantes atmosféricos y se conserva el recurso
bosques y las micro-cuencas.
Su uso también es conveniente para la salud humana, pues se previenen enfermedades de las vías
respiratorias y de los ojos. Igualmente se ha percibido una mejoría notable en la actividad de las personas
que las emplean, por lo general las mujeres, esto debido al menor tiempo dedicado a la preparación de
alimentos e incluso a la búsqueda de leña para cocinar.
La ubicación de la estufa dentro del área destinada a la cocina es un factor determinante de la tipología
final que debe adoptarse.