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UNIVERSIDAD DE CUENCA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y
URBANISMO

TEMA:
EL ARTE EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

MATERIA:

HISTORIA 4
-GRUPO 4-

REALIZADO POR:
MAYLEN SALAZAR
CRISTIAN CASTILLO

18 de Mayo de 2020
OBJETIVO

Analizar y comprender cómo el arte en cualquier forma de expresión que se presente


permite al ser humano mejorar su capacidad de aprendizaje.

DESARROLLO

Introducción
El presente trabajo busca comprender la influencia del arte en el desarrollo de la
inteligencia y cómo éste puede contribuir al mejoramiento intelectual, para ello es
importante entender dos términos clave que irán de la mano: arte e inteligencia.

El arte es entendido como cualquier actividad o producto realizado con un fin estético y
comunicativo, a través del cual se expresan ideas, emociones y, en general, una visión del
mundo. Al hablar de arte generalmente evocamos una pintura o un museo, sin embargo,
es necesario comprender que puede ser encontrado en diversas formas y lugares.
(Universidad Nacional del Litoral) El arte está presente donde sea que miremos, en la
arquitectura de los edificios de nuestras ciudades, en la publicidad que vemos, la música
que escuchamos a diario, la ropa que vestimos o los objetos que nos rodean, el arte está
en todas partes.

La Real Academia de la Lengua Española define la inteligencia como la capacidad de


aprender, entender o comprender y resolver problemas. El diario EL ESPAÑOL explica
en uno de sus artículos en base a un estudio científico, que la inteligencia es una capacidad
intrínseca del ser humano que necesita ser desarrollada y cultivada a través del
aprendizaje, contribuyendo al desarrollo cerebral con ayuda del neurotransmisor llamado
dopamina.

El papel de la dopamina en el bienestar cerebral y la función del arte como


generador de estímulos que desarrollan la memoria y la imaginación.

La dopamina es un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y es


de especial importancia para la función motora del organismo y la regulación del
aprendizaje (EL ESPAÑOL, 2014). En base a esto podemos considerar que su producción
es una actividad esencial para mantener el correcto desarrollo de las conexiones
neuronales que permitan a nuestro cerebro almacenar información.
El cerebro humano se constituye como un órgano biológico y social encargado de todas
las funciones y procesos relacionados con el pensamiento, la imaginación, la acción y una
serie de transformaciones biológicas. El epistemólogo suizo Jean Piaget ha demostrado
que la mente no es pasiva sino dinámica y creadora por lo que este órgano también posee
la capacidad para cambiar respondiendo a las modificaciones del entorno (Velásquez
Burgos, Remolina de Cleves, & Calle Márquez, 2009). En base a lo expuesto se establece
que todo lo que nos rodea contribuye a generar nuevos conocimientos convirtiendo a los
estímulos externos en relevantes para la creación de información.

En el artículo científico, El cerebro que aprende, elaborado por Velázquez, Molina y


Calle se explica que “al cerebro le estimulan los cambios, lo desconocido excita las redes
neuronales y por esa razón los ambientes fluidos y variados despiertan la curiosidad
favoreciendo el aprendizaje.” Todos los campos o disciplinas con los que entramos en
contacto proporcionan un arco de referencia, es decir, esquemas y teorías mediante las
cuales el mundo se experimenta, se organiza y se comprende. (Eisner, 2004). Es posible
definir que para fomentar un adecuado desarrollo cerebral es de vital importancia la
riqueza de estímulos. Como parte de esos estímulos podemos establecer al arte en sus
diversas expresiones como una manera de potenciar el aprendizaje en el ser humano.

A través de diversos estudios citados en el análisis del artículo anteriormente mencionado


se establece que la creación y apreciación del arte contribuye a generar conexiones
cerebrales que mejoran el pensamiento visual, el análisis y resolución de problemas y
brindan mayor riqueza de lenguaje y creatividad. Se ha descubierto mediante
investigaciones que la educación artística ejerce refuerza una amplia gama de habilidades
sociales y de aprendizaje como: razonamiento abstracto, coordinación, creatividad,
capacidad verbal, lectura y también activa la memoria procedimental generando un
aprendizaje duradero.

Un estudio realizado por Burton, Horowitz y Abeles en 2002 establece que los estudiantes
que tienen mayor relación con el arte presentan un mejor desarrollo en áreas como
creatividad, originalidad, fluidez, toma de riesgos, facilidad de expresión, interés
profesional y apoyo entre pares (Ferreyra Murillo, Oropeza Tena, & Ávalos Latorre,
2014). La incorporación del arte dentro de los procesos de aprendizaje genera un
incremento significativo en la capacidad intelectual dotando al ser humano de mejores
habilidades para el manejo de información y su aplicación en la vida diaria.
El profesor Elliot Eisner en su libro El arte y la creación de la mente establece que las
artes “permiten la expansión de nuestra conciencia y conforman y modelan nuestras
actitudes. Uno de sus papeles fundamentales el de refinar nuestro sistema sensorial y
cultivar nuestra capacidad de imaginación”. Cada expresión artística activa partes
distintas del cerebro por lo que es una excelente forma de estimular nuestro intelecto y
creatividad. Estas potencian las capacidades de resolución de problemas, y también, la
memoria y la capacidad de aprendizaje, la plasticidad cerebral, el coeficiente intelectual,
y la capacidad de atención (University of Toronto, 2014). Las artes refinando nuestros
sentidos para que nuestra capacidad de experimentar el mundo sea más compleja y sutil,
nos ofrecen modelos para que podamos experimentar de nuevas maneras y nos
proporcionan instrumentos para aprender a abordar problemas que dependen de formas
de pensamiento. Las artes invitan a prestar atención a las características expresivas del
entorno (Eisner, 2004). Podemos concretar que una función de las artes es ayudarnos a
aprender a observar el mundo, nos ofrece las condiciones para que despertemos y
descubramos lo que nos rodea, en este sentido las artes nos ofrecen una nueva manera de
conocer.

En el artículo investigativo El valor del arte en el proceso educativo se presentan


argumentos que buscan reconocer la función cognitiva de los sentidos y de la percepción.
La autora cita al psicólogo y filósofo alemán Rudolph Arnheim quien establece a los
sentidos como la base sobre la que se construye la vida cognitiva, y a las artes como los
medios idóneos para enriquecer las experiencias sensitivas (Palacios, 2006). Podemos
dilucidar que las artes permitirán desarrollar y afinar nuestros sentidos y formas de
percepción y que esto podrá generar una mejor comprensión de los conocimientos que
adquiramos a través de la educación. En este sentido Palacios sugiere que el arte es un
medio que permite adquirir las habilidades necesarias para comprender nuestro entorno y
su información destacando que aprender a usarlos inteligentemente permitirá desarrollar
mejores procesos de aprendizaje.

La activación de las áreas sensoriales con la música

La música es fundamental en todas las culturas, desde siglos pasados. Esta surgió de
forma simultánea al lenguaje, debido a la necesidad de cooperar y comunicarse. Y está
encaminada a evocar y reforzar emociones. Según la Real Academia de la Lengua, música
significa “melodía, armonía y ritmo”, así como una “serie de sonidos modulados para
recrear el oído”.

La música es procesada por medio de un sistema modular y diferentes áreas del cerebro
se encargan de procesar sus distintos componentes, en donde, implican áreas de
procesamiento auditivo y motor. El proceso de la música se da mediante canales
separados para los elementos temporales (ritmo), melódicos (tono, timbre, melodía),
memoria y respuesta emocional. Cuando escuchamos música, en el interior de nuestros
oídos, la información se desplaza por el nervio auditivo, a través del mesencéfalo para
hacer sinapsis en el núcleo coclear, de dónde se dirige hacia el tallo cerebral, hasta llegar
al córtex auditivo (Custodio y Campos, 2017).

La percepción de la música se basa en dos procedimientos neurales diferentes:


organización temporal y del tono. En la primera participan el cerebelo y los ganglios
basales, se cuentan con interacciones entre los sistemas auditivo y motor para el análisis
del ritmo que se activan cuando escuchamos música o la imaginamos. Mientras que, en
la segunda para analizar el tono, están implicadas diversas áreas auditivas primarias y
secundarias, las cuales interacciones con áreas frontales, en el hemisferio derecho.

El córtex auditivo primario está organizado de tal manera que distintas partes de esta área
cerebral pueden ser activadas por sonidos de diferentes tonos. Otras áreas cerebrales como
el córtex auditivo secundario, área auditiva posterior e interior, están comprometidas en
el procesamiento del sonido. Por lo tanto, en el cerebro hay zonas que procesan diversos
componentes de la música, como el tono y la armonía, mientras que, el cerebelo se
encarga del ritmo.

La música que nos gusta activa áreas cerebrales que


favorecen la motivación y reduce el cansancio.
También sirve para la rehabilitación, mediante la
musicoterapia, la cual puede mejorar nuestra salud
mediante diversos factores: atención, emoción,
cognición, conducta, comunicación y percepción. El
poder de la música sobre el ser humano es evidente.
Existen diversas evidencias de la influencia positiva de
la música como opción terapéutica complementaria en
diversas enfermedades como hipertensión arterial, infarto al miocardio, y la mejora en el
tiempo de sueño de los bebés en las salas de cuidados intensivos.

La imaginación y la capacidad de comprender el problema, plantear soluciones y


desarrollar un pensamiento crítico.

La capacidad de una persona para comprender problemas se puede definir como la


eficacia y agilidad al momento de encontrar soluciones a los problemas manifestados.
Aquellas personas con alta capacidad para comprender un problema actúan de forma
proactiva, no pierden el tiempo, y encuentran las soluciones más apropiadas para cada
caso que se presente. Para comprender un problema y todo lo relacionado, no se trata de
tener la capacidad de almacenar información y relacionarla con información previamente
adquirida, se trata de usar la imaginación y ser creativos, de tener la capacidad de cambiar
los enfoques a un problema, tener fluidez de pensamiento y ser original.

En el proceso cognoscitivo, la importancia que tiene la imaginación es capital, Aristóteles


afirmaba “el alma no piensa sin fantasmas o imagen de la fantasía”. La imaginación
funciona de diversas maneras: por el deseo de satisfacer una tendencia, cuando se planea
cómo hacerlo y se previenen situaciones nuevas, y al plantear soluciones a los problemas.
El adecuado uso de la imaginación le permite a la persona dar respuestas creativas a los
problemas que se le presentan diariamente, y también a plantear soluciones imaginativas
a situaciones difíciles y complicadas, considerando la creatividad y la imaginación como
una forma de planteamiento de soluciones a los problemas.

El proceso para plantear soluciones al igual que el desarrollo de la imaginación, está


ligado a los procesos vitales de los seres humanos. En García (1998) se cita: “El proceso
de aprendizaje, es una actividad de resolución de problemas, por medio del cual, se
adaptan al medio y este proceso de planteamiento de soluciones se lleva a cabo
simultáneamente en los campos cognitivo, afectivo y psicomotor" (López y Costa 1996).

En el campo social, la imaginación y los procesos de planteamientos de soluciones, se


combinan para generar un cambio en las formas de ver y pensar el mundo, de hecho los
cambios históricos más drásticos, han sido producidos por innovaciones que han resuelto
problemas existentes previamente, de esta manera se cita en García (1998) "el futuro
pertenece a aquellos que sean capaces de resolver creativamente los problemas, y la clave
para construir el futuro es el desarrollo de la habilidad mental para tomar riesgos y
explorar múltiples soluciones" (Schwartz SD).

La imaginación es un elemento que actúa junto con el pensamiento crítico, como un


componente natural en algunos puntos del proceso del análisis, para que de esta manera
las cosas se desarrollen de un modo creativo.

Se define al pensamiento crítico como el arte de discernir y establecer una posición a


partir de argumentos. De esta manera, se toma el control de las ideas y se genera cierta
independencia. La unión de la imaginación, la memoria y la atención estimula un
pensamiento crítico, reflexivo y creativo. En el pensamiento crítico se encuentra por lo
general, la imaginación y la creatividad, en la identificación de los problemas, en el
análisis de una situación y en el momento de enfrentarse a nuevas situaciones cotidiana,
de modo similar, en el pensamiento creativo también implica una evaluación crítica, el
análisis y el juicio racional. De esta manera la acción de pensar bien es un pensamiento
crítico y creativo porque al ser un pensamiento razonable y reflexivo, implica una
apelación a las razones, al juicio, se adhiere a las normas y criterios, y es creativo ya que
conlleva a cuestionar suposiciones y descartes de ideas, creencias.

Al pensamiento crítico se le asocia indisolublemente con la capacidad creativa, pues para


ser creativo, se hace uso de la imaginación y la intuición. De esta forma el desarrollo del
pensamiento crítico se convierte en la base de aprendizaje de las personas, para que
aprendan a cuestionarse el porqué de las cosas. Por lo tanto, se puede afirmar, que se
forman personas conscientes de su realidad y sus problemas, con el fin de que sean
agentes de cambio positivo, con pensamiento crítico y autónomo, dispuestos a colaborar
en la búsqueda de soluciones de los problemas que se presentan día a día.

Las artes permiten acrecentar nuestro conocimiento. A través de este, es posible aprender
a apreciar las particularidades. De igual manera, el arte afina la atención y agudiza la
capacidad de las personas para distinguir las cualidades específicas de los objetos y los
fenómenos de la realidad.

Conclusión

Podemos concluir que las experiencias sensoriales son fundamentales en la conformación


de las estructuras del pensamiento. Los sentidos son muy importantes y desempeñan un
papel crucial en nuestra vida cognitiva. Las artes se conciben como medios privilegiados
para proporcionar estímulos sensitivos que contribuyen al desarrollo de la capacidad
intelectual otorgándonos mejores instrumentos para el análisis de información en los
procesos de aprendizaje y la creación del conocimiento. Por todo lo expuesto podemos
establecer que una educación acompañada del campo artístico nos permitirá
desenvolvernos de mejor manera alcanzando mejores resultados de aprendizaje.
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