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NEUROEDUCACION MUSICAL

Sofia Jara Guajardo

Estefanía García Pérez


Tabla de contenido
Introducción ……………………………………………………………………………………………………………3-4.

Neuroeducación musical……………………………………………………………………………..............5-12.

Conclusión…………………………………………………………………………………………………………..…..13-14.

Bibliografía…………………………………………………………………………......................................15.

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INTRODUCCIÓN

La música está en todas partes, la escuchamos cuando trabajamos,


cuando estamos en la casa, en un ascensor, en el jardín infantil, en la micro…
No hay momento en el que no se disfrute de la música. Siendo la expresión
artística mas utilizada, aquella que marca épocas y memorias. Muchas veces
vamos caminando tranquilamente y un automóvil pasa por tu lado, solo basta
con escuchar esos segundo de música y se te viene no solo parte de la letra, si
no también, el ritmo, el video musical, la vez que bailaste esa canción o como
la cantaste en el karaoke; la música no solo marca emociones personales si no
épocas, tanto así que si tocas los primero acordes de “I love her” de The
Beatles se puede escuchar un suspiro de parte del público, y esto no solo se
debe a lo bonita que es la letra o la melodía, si no por su marca de añoranza,
de juventud, de amor, entre otras cosas. A la música la relacionan con la salud
emocional, desde la antigüedad el ser humano ha utilizado este arte como
método para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, tanto
conscientemente como sin darse cuenta de ello. En este sentido, en la
actualidad hablamos de musicoterapia para referirnos a las intervenciones que
usan la música como herramienta para reducir el malestar psicológico, mejorar
las funciones cognitivas, desarrollar la motricidad o facilitar la adquisición de
habilidades sociales, entre otros objetivos. La investigación científica reciente
ha confirmado buena parte de lo que se creía: la musicoterapia es efectiva
para reducir los síntomas de trastornos mentales como la depresión, la
demencia o la esquizofrenia, y también para disminuir el riesgo de sufrir
accidentes cardiovasculares. Por otro lado, la musicoterapia forma parte
considerable de la asociación del cerebro, el aprendizaje, los mecanismos y la
educación. El ejercicio físico del cerebro depende mucho de esto, incluso no
basta con hacer crucigramas, sopas de letras o sudokus, entender y trabajar la
música contempla muchas áreas, como la matemática, el lenguaje, la biología,
la física, etc. Este ensayo habla sobre como la música incide en el cerebro, en
cuanto a diversos factores sobre todo en la educación contemplando a la
música y el lenguaje como uno solo. Relacionar las diversas áreas de
desarrollo cognitivo es trabajo del educador y es deber del alumnado
practicarlas y llevarlas a cabo, sin embargo el cerebro se moldea desde

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pequeños, el trabajo se debe realizar desde antes de que se ingrese al sistema
escolar, y para que el despertar cognitivo sea completo se requiere de mucha
estimulación, no solo motriz y lingüística, la música mejora todos los sentidos;
en ese sentido, cuando un bebe comienza a descubrir su mundo incluso es
capaz de diferenciar distintos idiomas, esa capacidad no debe ser restringida si
no que potenciada. En este ensayo se hablará sobre la flexibilidad del cerebro
y como a través de los mecanismos de la musicoterapia, que fácilmente puede
ser utilizada en la sala de clases, se pueden trabajar y moldear. El cerebro por
su lado toma parte fundamental de todos los procesos del ser humano, actúa
en la realización de acciones tanto voluntarias como involuntarias, muchas
veces también simplemente estamos siguiendo el ritmo con el pie de una
canción o asiendo silbidos con los labios y no nos damos cuenta; la activación
cerebral es un ente básico en toda ejecución de movimiento del cuerpo, de la
sincronía e internalización de los efectos que produce la música, por lo que
aprender otras materias en conjunto con la música no es del todo una
interferencia. El aprendizaje musical ayuda a sociabilizar, fomenta la
colaboración, el espíritu crítico y el respeto cuando se hace actividades
colectivas. La música bien enseñada ayuda a los niños y niñas a apreciar la
belleza de todo y las hace mejores personas.

No cabe duda, que por su incidencia en la vida cotidiana cultural,


económica, social, etc. Construye la historia de los individuos, así como la
historia de la sociedad. Sabemos que, por la educación y su cultura, los
pueblos se levantan y florecen, y en medida de que los individuos son mejores
(física, mental y culturalmente), los países son mejores, entonces estamos
hablando de educación. La música desde su punto mas básico hasta su punto
mas complejo educa, con ella podemos despertar muchas facultades
cognitivas, la música nos une y nos enseña día a día durante muchos
momentos de nuestras vidas y es impresionante como nuestro cerebro
responde a ella, activándose canales que están alejados de por sí, creciendo y
madurando partes del cuerpo del mismo. Ciertas investigaciones han
destacado el nivel intelectual de aquellos niños que estudian en escuelas
donde la música se practica y se aprende con ella. Los procesos de
aprendizaje y la experiencia musical van moldeando el cerebro que se

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mantiene a través de las sinapsis activo y dispuesto para modificarse ya que se
le ofrecen estímulos intelectuales necesarios para el cerebro y su desarrollo.

NEUROEDUCACIÓN MUSICAL

La música es un tipo de arte que funciona como un medio de expresión,


por lo tanto, de comunicación entre los seres vivos que mezcla los sonidos y
los silencios en un determinado tiempo produciendo una secuencia sonora que
transmite sensaciones agradables al oído. La música, por muchos años, forma
parte de nuestro día a día incluso algunos autores indican que “la música
acompaña al hombre desde que este apareció sobre la Tierra,
probablemente desde el momento en que se supo diferente de los
primates” (Gregorio Gancho & Lys Vilá, 2003, p.1954). Es aquella que nos
evoca sentimientos, épocas, emociones, recuerdos entre muchas otras cosas
que nos marcan en nuestra vida, como recordar a una persona si suena una
canción específica, sentirse llena de energía al realizar ejercicio físico con
música alegre o incluso hay música para permanecer concentrado cuando se
estudia. Como señala Arthur Schopenhauer (1998):

La música nos revela la esencia intima del mundo, a través


de los ritmos, la sabiduría mas profunda, y nos habla en
una lengua que la razón no comprende […] el arte nos
libera del sufrimiento, transformando la vida en
contemplación de la vida. La música es la más metafísica
de las artes, ya que mientras las otras partes nos hablan de
sombras, la música nos habla del ser. (p. 203).

Este arte tiene la especialidad de expresar lo que denominamos como


sentimientos puros, ya sean, dolor, serenidad, alegría, tristeza, entre otros.
Induciendo infinitos estados de ánimo que se quedan en la memoria y que
pueden activarse sin que actúe la voluntad, por lo que es más sencillo sentir la
música que definirla, puesto que no es solo una cosa, es un completo sistema
en los que se trabaja sonidos, ritmos y melodías que el hombre ha ido
descubriendo y perfeccionando con el paso de los años elaborándolo hasta
obtener una infinita gama de posibilidades permitiendo canalizar las emociones

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y sentimientos de la persona. Gancho & Vilá (2003) indican que: La música
es una manifestación esplendida de las facultades creativas del hombre y
guarda íntima relación con los aspectos sociales y culturales de la
humanidad. De ahí que su estudio ayuda a conocer la evolución de las
gentes y los pueblos en la historia (p. 1995). Es por esto que la música se
considera una forma de expresión trasversal que toda cultura posee,
demostrando distintas ideas y sensaciones a las que pertenece sumando
relevancia en lo que respecta al cúmulo cultural de una comunidad, suponiendo
que la música evoluciona en conjunto a la sociedad. Siesto (2017) indicia que:
las raíces tempranas de la música pueden deberse a un sistema ancestral
de señales afectivas común a muchos mamíferos sociables, y que
posteriormente se desarrolló introduciendo emociones estéticas y
proporcionando un entorno seguro para el aprendizaje auditivo,
promoviendo la cohesión social y el bienestar. (p. 13). Por lo tanto, la
música no habla de cosas, ni objetos, si no de afectos y sentimientos, por eso
se diferencia de las otras artes, porque no se dirige al mundo objetivo; su
objeto no es la representación si no a la voluntad no objetiva, mostrando la
propiedad misma del mundo de forma penetrante y poderosa, incluso se dice
que “las cosas que podemos ver o tocar se encuentran necesariamente
fuera de nosotros mismos: la música, sin embargo, parece ocurrir en el
interior de nuestras cabezas, imponiéndose directamente sobre nuestras
mentes y nuestros sentimientos” (Paul Griffiths, 2015, p.9).

Un musico, busca a un oyente al cual pueda generar algún tipo de


sensación al momento de escuchar su composición mediante la letra, el sonido
y los instrumentos; y es así como la música se transforma también en ciencia,
donde se integra lo cognitivo, lo emocional y lo motriz, para canalizar y liberar
malas energías y encontrar la propia en cada ser, siendo la musicoterapia parte
de la gran gamma de acciones positivas que puede tomar la música, la
creencia de que esta y la medicina tienen un poder mágico y curativo llega
desde los primeros tiempos, influyendo a nivel biológico, psicológico,
intelectual, fisiológico, social y espiritual. Por ejemplo, desencadena la
liberación de dopamina en el cerebro, aquella sustancia que esta asociada al
placer que se da al comer, drogarse o tener relaciones sexuales, resultando ser

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una experiencia completa de intensidad y placer en todo el cuerpo, además,
reduce el estrés, controla la ansiedad, ayuda a la concentración, mejora la
memoria y estimula el cerebro, Ferreira (2012) explica que la literatura
reciente acerca de los efectos del estrés en el aprendizaje, la música y
otros estímulos pueden ayudar a los educadores a proporcionar entornos
que sean mas propicios a disminuir este factor deletéreo del aprendizaje,
al igual que en el aprendizaje para niños normales y con dificultades de
aprendizaje.(p.72). La música llega a nuestro organismo gracias a un órgano
del que sabemos relativamente poco: el cerebro. Situado en la cavidad craneal,
el cerebro es una masa de tejido nervioso que integra las funciones cognitivas,
motoras, emocionales y vitales del organismo. Bigutti, (2002) dice que el
cerebro está “formado por dos hemisferios separados por una profunda
hendidura (denominada hendidura interhemisférica), pero unidos en su
parte central e interna por una cinta ancha, resistente y de color blanco
llamada cuerpo calloso” (p.56). Sin embargo, esta concepción del cerebro es
relativamente reciente ya que, a lo largo de los siglos, las distintas culturas han
atribuido diferentes capacidades a este órgano. Por su parte, Hipócrates,
(siglo V a.C.), postulaba lo siguiente “Los hombres deben saber que del
cerebro y solo de él vienen las alegrías, las delicias, el placer, la risa y
también el sufrimiento, el dolor y los lamentos. Por él adquirimos
sabiduría y conocimiento, y vemos y oímos (…) es el máximo poder en el
hombre. Es nuestro intérprete de aquellas cosas que están en el aire.”
Entonces, cada vez que un musico toca un instrumento musical, ya sea solo,
en una banda o en una orquesta, se desata una cadena de “fuegos artificiales”
en sus cerebros, cuando a simple vista están calmados y concentrados leyendo
la música y ejecutando los movimientos precisos y requeridos. Gómez (2004)
afirma que: Los avances científicos que se han producido durante los
últimos ciento cincuenta años sobre la estructura y el funcionamiento del
sistema nervioso han puesto de manifiesto el papel rector que el cerebro
ejerce respecto del resto del organismo. Todas las funciones orgánicas
están reguladas por el cerebro y hay un permanente flujo de información
entre los órganos y el cerebro. (p.24). En las últimas décadas los
neurocientíficos han dado pasos enormes en la comprensión del
funcionamiento del cerebro estudiándolo en tiempo real con aparatos de

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resonancia magnética en los cuales el paciente al resolver problemas
matemáticos o leer se activan ciertas partes del cerebro donde se puede
observar actividad cerebral, pero cuando los científicos pusieron a los
pacientes a escuchar música se encontraron con una fiesta de “fuegos
artificiales” donde se iluminaban múltiples zonas del cerebro a la vez conforme
procesaban el sonido, la melodía y el ritmo, todo eso a la vez. Puesto que,
escuchar música hace participar al cerebro en algunas actividades de
activación, tocarla la hace una explosión de activación cerebral, activando todo
el cerebro a la vez en especial las cortezas visuales, auditivas y motrices, y
como cualquier otro ejercicio, la practica disciplinada y estructurada de la
música fortalece las funciones cerebrales permitiendo aplicar esa fuerza a otras
actividades, como la memoria, Ferreira (2012) se refiere a la memoria como
el nivel mas básico, el aprendizaje esta presente en los procesos de
adquisición de la memoria, pero tiene lugar un proceso neurológico
complejo para transferir información recién adquirida al bando de la
memoria a largo plazo, donde puede ser almacenada para usar después
de una nueva oportunidad. (p. 71)., también combina la precisión lingüística y
matemática en la que el hemisferio izquierdo está más desarrollado, mientras
que el hemisferio derecho se encarga del contenido nuevo y creativo, por estas
razones se a encontrado que tocar música aumenta el volumen y la actividad
en el cuerpo calloso del cerebro, que es el puente entre los dos hemisferios
permitiendo que los mensajes lleguen más rápido desde las diversas vías,
permitiendo a los músicos resolver problemas de manera mas eficaz y creativa
en contextos académicos y sociales, Ferreira (2012) dice que “el cerebro es
visto por la gran parte de la gente de la calle como la instalación eléctrica
de una casa, la utilizamos todos los días y no nos damos cuenta de su
existencia o importancia, mientras no pase algo” (p.50)., añadido a eso, los
músicos presentan funciones realzadas de memoria, creando, almacenando y
recuperando recuerdos mucho más rápido y eficientemente, sabiendo que
hacer música implica también elaborar y comprender su mensaje y contenido
emocional, los músicos a menudo tienen niveles mas altos de funciones
ejecutivas, una categoría de tareas interrelacionadas que abarcan planificación,
formulación de estrategias y atención al detalle. Por su parte, De La Barrera &
Donolo (2009) formulan que los procesos de aprendizaje y la experiencia

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propiamente dicha van modelando el cerebro que se mantiene a través de
incontables sinapsis; estos procesos son los encargados de que vayan
desapareciendo las conexiones poco utilizadas y que tomen fuerza las
que son más activas. Si bien las asociaciones entre neuronas se deciden,
sobre todo, en los primeros quince años de vida, y hasta esa edad se va
configurando el diagrama de las células nerviosas, las redes neuronales
dispondrán todavía de cierta plasticidad. Las sinapsis habilitadas se
refuerzan o se debilitan a través del desarrollo por medio de nuevos
estímulos, vivencias, pensamientos y acciones; esto es lo que da lugar a
un aprendizaje permanente (p. 6). El aprendizaje ha sido siempre un proceso
duro y difícil, que requiere constancia, dedicación, concentración, disposición
entre muchas cosas más, sin embargo, hoy en dia existen técnicas y
estrategias que hacen que la transmisión de información sea placentera para el
profesor e interesante para el alumno, algunos autores indican que “Los
educadores deben enseñar a los niños a aprender estructurando sus
conocimientos de forma equilibrada y compensada” (Ferreira, 2012, p.72).

La música es un recurso atractivo que puede favorecer el aprendizaje


debido a la importancia que tiene hoy día en nuestras vidas y por ello es
importante trabajarla en todas sus dimensiones, ya que no solo se debe limitar
al estudio musical en sí mismo, si no también es conveniente un acercamiento
y disfrute del proceso musical, que puede estar globalizado en los demás
aprendizajes de las diferentes áreas que se producen en el aula. Cualquier
tema educativo puede relacionarse dentro de la sala de clases, aumentando la
motivación de los niños, ya que incluimos un punto de interés en su propio
aprendizaje, lo que favorece su colaboración y su implicación en tal proceso de
forma activa, haciéndolos participes de su propia educación y fomentando que
se sientan personas importantes, que tienen mucho que decir en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.

La educación debe servirse de todo elemento que le ayude a lograr sus


metas y uno de estos elementos y poco valorados es la música, quien aporta
grandes beneficios a las personas contribuyendo al desarrollo saludable de los
niños y niñas, más que en lo de los adultos, y que es un gran elemento de
aprendizaje teniendo importancia fundamental en el desarrollo intelectual,

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auditivo, emocional, lingüístico y motriz, Ferreira, (2012) se refiere a que
“mientras que es verdad que los niños del periodo infantil tienen
inteligencias que sufren cambios sustanciales y rápidos, y son mas
flexibles que las inteligencias adultas” (p. 56). Desde pequeños lo niños y
niñas son ingresados al sistema educativo pasando la mayor parte de su día y
posteriormente de su vida dentro de la sala de clases, utilizar la música para su
imaginación y creatividad es el primer paso que se debería dar a la hora de
empezar a aprender, en conjunto con los distintos tipos de música se puede
mejorar el estado de animo o así mismo puede potenciar la concentración.
Estudios científicos señalan que la música tiene efectos positivos en el
desarrollo cognitivo, Ferreira (2012) explica que “la educación refleja un
conjunto de valores sociales y familiares. Elegimos que enseñar, como
enseñarlo y porque se debe aprender” (p. 51)., incluso se ha demostrado
que estimula el hemisferio izquierdo del cerebro, el encargado del aprendizaje
del lenguaje, los números y el uso de la lógica, “no olvidemos que conocer la
estructura y el funcionamiento del cerebro bien podría deparar unas
consecuencias interesantes para el aprendizaje y la pedagogía. Y la única
manera de saberlo con seguridad es probarlo. Y si convertimos todo eso
es un hecho determinante hará que cambien nuestra manera de concebir
el cerebro y no nuestra manera de concebir la pedagogía” (Gardner, 2000,
citado en Ferreira, 2012, p.52). El trabajo melódico favorece la memorización
de textos y la correcta acentuación de las palabras e incluso mejora la dicción,
es decir, no solo ayuda con las matemáticas explícitamente, si no que, puede
abarcar muchas más áreas que inconscientemente no estamos trabajando,
como dice “Esta educación creadora a través del arte no se refiere solo a
los alumnos y alumnas, no solo a las metodologías didácticas, a las
concepciones educativas o al currículo, si no que implica una
transformación también del profesorado y expertos” (Romero, 2012,
p.120)

Desde la época de Platón, la relación de la música y el lenguaje ha


despertado el interés de grandes pensadores, recientemente investigaciones
científicas que se centran en la lingüística, las ciencias cognitivas, la música y
la neurociencia han determinado que la lengua y la música son capacidades

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procesadas por mecanismos cerebrales que no están separados, pero añadido
a eso, los científicos están de acuerdo de que ciertas formas de aprendizaje
son adquiridas con facilidad durante ciertos periodos del desarrollo del bebe,
Kuhl (1996), dice que niños con menos de 6 meses reaccionan con igual
interés ante los sonidos de todos los idiomas, pero, rápidamente empieza
a desarrollar un mapa perceptivo que filtra los sonidos de unos idiomas
respecto a otros. Se puede producir un efecto de interferencia que puede
dar lugar a dificultades de aprendizaje de idiomas en el futuro. (p.812). En
muchas ocasiones se ha dicho y escuchado “Mozart hace a los bebes más
listos” y según quienes defienden la existencia del fenómeno denominado
“efecto Mozart”, escuchar la música del compositor, o la música clásica en
general, aumenta la inteligencia y otras capacidades cognitivas, sobre todo
durante el desarrollo temprano, sin embargo, los investigadores científicos
descubrieron que este fenómeno no dura más allá de 15 minutos, entonces
¿escuchar música clásica es inútil? Y aunque el efecto Mozart solo dure 15
minutos, recibir educación musical formal y de larga duración puede llegar a
tener mejoras en aspectos que se consideran básicos para cualquier
aprendizaje, especialmente a una edad temprana, como indica “aprender no
consiste en almacenar datos aislados” (Cazau, 2004, p.160).

Finalmente, hablar sobre musicoterapia es el primer paso que se podría


dar para que la música se parte de la educación de cada niño y niña, ya que
existe una fina línea entre sentir emociones y sufrirlas, Siesto (2017) explica
que: La utilización de la música como terapia se debe a que induce
emociones estéticas (puramente bellas) proporcionando un ambiente
seguro que facilita el aprendizaje auditivo, promueve la cohesión social y
mejora la salud fisiológica y psicológica. Además, la música requiere
muchas de las habilidades necesarias en el lenguaje y puede haber
evolucionado junto al lenguaje de forma simultánea. (p.15).; en las últimas
décadas los avances en medicina se han visto incrementados de forma
exponencial, teniendo acceso a numerosas terapias, vacunas, tratamientos
para enfermedades, que incluso aumentan la esperanza de vida en las
personas. Sin embargo, puede que muchas personan desconozcan que la
música es objeto de investigación en la medicina, y puede utilizarse para todo

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tipo de afecciones. La música, no solo tiene poder curativo a nivel psicológico,
sino que también a nivel fisiológico, intelectual y social, y se a descubierto que
se puede implementar esta terapia en diversas metodologías como la
sonoterapia que consiste en la utilización de la voz y/o instrumentos musicales
para generar determinadas vibraciones que incidan sobre el paciente, también
existe la ritmoterapia en donde se utilizan ritmos para desarrollar la audición, la
capacidad motriz, la concentración y relajación, además se utiliza la terapia con
la voz y la danza que respectivamente funcionan para ayudar a mejorar
problemas respiratorios, y la segunda para mejorar la capacidad de
coordinación motriz-respiratoria y ayuda a la expresión emocional, Siesto
(2017), dice: la música influye en procesos fisiológicos que implican una
mejora de la salud mental y física, estos podrían considerarse
consecuencias de funciones adaptativas importantes. Además, tiene
otros efectos que no pueden considerarse adaptativos porque aún hoy
siguen existiendo como problemas en el hombre: reduce la ansiedad y el
dolor e incrementa los niveles de oxitocina, reduce la depresión y la
frecuencia cardíaca y, además, escuchar música modula la actividad de
redes de estructuras implicadas en estimular la sensación de placer (en el
cerebro) (p.16).

La música es importante para el ser humano, sin ella no podríamos


expresarnos en su nivel más simple y básico, saber bien utilizarla es mero
deber de todos los hombres y mujeres y poder ocuparla, no solo para transmitir
emociones, cultura o recordar, si no que también para educar y aprender.

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CONCLUSIÓN

La música parece tener un pasado extenso, lleno de historia y avances,


evolucionó junto con el hombre y es aquel arte que lo acompaña día a día,
considerablemente sencillo de internalizar, no es como ver una pintura y
descubrir que quiso el artista demostrar. La música suena por lo tanto si suena
disonante sonará triste y si suena consonante sonará alegre. Existen muchas
hipótesis sobre la convivencia de la música en la evolución, algunas de estas
nos llevaron a estudiar el cerebro en su respuesta a la música, las áreas claves
que se ven implicadas son las del control y ejecución del movimiento, pues
claro está, cuando suenan los compases de “We Will Rock You” de Queen el
sujeto tiende a golpear cualquier cosa con tal de seguir el ritmo, controlando y
ejecutando el movimiento. Una de estas hipótesis postula que esta es la razón
por la que se desarrolló la música: para ayudarnos a todos a movernos juntos.
Por lo tanto, la música une, si no fuera así, los recitales no se llenarían, no
existirían los hits del verano ni las estrellas de rock. Y la razón de esto tendría
un favor evolutivo, es que cuando la gente se mueve al unisonó tienden a
actuar de manera mas generosa y estar mas unidos, esto explica el uso de la
música en los comerciales o en las películas. Gracias a todo esto, la influencia
de la música llega mucho mas allá, ya que toma la capacidad de embargar
sistemas cerebrales construidos para otros fines, tales como el lenguaje, la
emoción y el movimiento.

La música esta considera entre las artes, la que causa más placer en la
vida, libera dopamina, genera la activación cerebral, reduce el estrés, alegra la
vida, etc. Por esto es que las canciones y los sonidos están desde siempre, las
personas cantan y bailan juntas desde tiempos inmemorables, en todas las
culturas existe un registro musical como por ejemplo los chilenos tiene la
cueca, los argentinos el tango, los brasileños la samba y es así muchos países.

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Otro factor prometedor de la música es que se puede trabajar a nivel individual,
para armonizar el estado de animo e incluso la fisiología humana. La activación
sincronizada de los circuitos cerebrales forja efectos considerables a los que
denominamos “fuegos artificiales”. En gran medida, cada ser es capaz de
potenciarse con la música, desde pequeños en los primeros meses de vida, los
bebes tienen la capacidad de comunicarse a través de la respuesta a melodías
con sus padres, por ejemplo, puede reír si escucha una canción alegre y
pegadiza y llorar si se la cambian a otra.

Por último, educar con música no se debe considerar solo para recrear,
tampoco se debe utilizar como un ente distractorio, si no como un factor de
potenciación a la concentración, a la memoria, al desarrollo motriz. Entonces
nos toca hacernos la pregunta, ¿sería más fácil aprenderse las tablas de
multiplicar, la historia del país, los nombres de todos los huesos del cuerpo, etc.
con música? Si podemos recordar tantas cosas con solo un par de compases
de una canción de un auto que pasa a lo lejos con la música fuerte. Pues sí, la
música ayuda a retener y comprende la información solo falta ser capaces de
canalizarla de manera positiva hacia el post de la educación.

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BIBLIOGRAFÍA

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siglo XXI”. Bogotá: Thema Equipo Editorial Barcelona.
 Schopenhauer, A. (1985) “El mundo como voluntad y representación”.
Madrid: Ediciones Orbis.
 Siesto, V. (2017) “Música y cerebro. Influencia del arte musical en la
biología humana”. Madrid: Editorial Salamanca.
 Griffiths, P. (2015) “
 Ferreira, T. (2012) “Neurociencia + pedagogía: neuropedagogía.
Repercusiones e implicaciones de los avances de la neurociencia para
la práctica educativa”. Andalucía: Universidad Internacional de
Andalucía.
 Bigutti, (2002) “Anatomía Humana” Barcelona: Editorial Barcelona.
 Hipócrates, (siglo IV a.C.) “Libro sobre las enfermedades sagradas”
 Gómez, J. (2004) “Neurociencia Cognitiva y Educación” Chiclayo: Fondo
Editorial FACHSE.
 De La Barrera, M. y Donolo, D. (2009) “Neurociencias y su importancia
en contextos de aprendizaje” Ciudad de México: Universidad Nacional
Autónoma de México.
 Kuhl, PK. (1994) “Aprendizaje y representación en el habla y el lenguaje”
Seattle: University of Washington.
 Cazau, P. (2004) “Neurociencia Cognitiva y Educación” Chiclayo: Fondo
editorial FACHSE.

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