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“Ingeniería Industrial”

“QUIMICA”

Nombre del maestro: Marina de la Paz

Nombre del alumno: Francisco Renato Ramirez Zambrano

Actividad: 1-s1

Fecha: 31/10/20
La química está en todas partes. Todo lo que puedes tocar, ver u oler contiene
una o más sustancias químicas. Vivimos en un mundo de sustancias químicas,
muchas son de origen natural, y otras sintéticas. Hoy día se conocen 25 millones
de sustancias químicas, lo que representa un aumento de 5 millones en un solo
año. Desde los vistosos colores de las flores hermosas, hasta los brillantes
pigmentos sintéticos de la última moda, los llamativos colores de las fotografías,
las tintas de imprenta y las pantallas de la televisión, la química se exhibe ante
nuestra vida.

Las sustancias químicas se encuentran presentes en los alimentos, medicinas,


vitaminas, pinturas, pegamentos, productos de limpieza, materiales de
construcción, automóviles, equipo electrónico y deportivo, y cualquier otra cosa
que puedes comprar. La química desempeña un papel fundamental, tanto por el
puesto que ocupa en las ciencias de la naturaleza y del conocimiento como por su
importancia económica y su omnipresencia en nuestra vida diaria. A fuerza de
estar presente por doquier se suele olvidar su existencia, e incluso corre el riesgo
de pasar completamente desapercibida. Es una ciencia que no propende a
ofrecerse en espectáculo, pero sin ella muchas proezas terapéuticas, hazañas
espaciales y maravillas de la técnica, que todos consideramos espectaculares, no
habrían visto la luz del día. La química contribuye de forma decisiva a satisfacer
las necesidades de la humanidad en alimentación, medicamentos, indumentaria,
vivienda, energía, materias primas, transportes y comunicaciones. También
suministra materiales a la física y la industria, proporciona modelos y sustratos a la
biología y la farmacología, y aporta propiedades y procedimientos a las ciencias y
las técnicas en general. Un mundo sin química estaría desprovisto de materiales
sintéticos y, por lo tanto, carecería de teléfonos, ordenadores, tejidos sintéticos y
cines. Sería también un mundo carente, entre otras muchas cosas, de aspirinas,
jabones, champús, dentífricos, cosméticos, píldoras anticonceptivas, colas,
pinturas y papel, por lo que no habría tampoco ni periódicos ni libros. No
olvidemos que la química ayuda a los historiadores del arte a descubrir algunos de
los secretos de fabricación de los cuadros y esculturas que admiramos en los
museos. Recordemos asimismo que permite a la policía científica analizar las
muestras recogidas en el “escenario del delito” e identificar así a los culpables más
rápidamente, y por último sepamos también que es ella la que descubre las
sutilezas moleculares de los platos que cautivan nuestro paladar. Es frecuente
encontrarse la afirmación de que la enseñanza formal de la química en México se
inició el 23 de septiembre de 1916 [1] con la fundación de la Escuela Nacional de
Química Industrial, antecesora de la actual Facultad de Química de la UNAM. Su
contenido es, a la vez que ilustrativo, un tanto ilusorio. En efecto, la afirmación
exhibe con toda claridad cómo desde entonces, la química fue concebida en
México con un carácter utilitario y práctico, característica que, lamentablemente
persiste hasta la fecha, y es ilusorio porque en muchos aspectos, la enseñanza
formal de la química como una ciencia básica todavía no se ha iniciado, ni siquiera
a escala apreciable, en las instituciones de educación superior del país. Así pues,
hablar del desarrollo de esta ciencia en México es un proceso complejo,
escabroso y un tanto controvertido. Como un breve preámbulo a esta sección, vale
la pena señalar que México es la sede de la industria petrolera (nacionalizada en
1938) más importante de toda Latinoamérica, además de ser por excelencia un
país agrícola y minero. Sus recursos naturales renovables y no renovables
constituyen una fuente de riqueza cuya exploración y, sobre todo, su explotación y
aprovechamiento, están estrechamente ligados al desarrollo tecnológico basado
en la química moderna. Además, se cuenta en el país con importantes industrias
de biocidas, fertilizantes, productos farmacéuticos, alimenticia y otras cuya
operación está fuertemente apoyada en la química. tecnológica de la industria
química establecida en el país, es que la química ha proliferado en nuestro medio
como un quehacer técnico al servicio de la operación, el mantenimiento, la
administración y la venta de productos de las grandes empresas que aquí operan.
Como ciencia, según veremos en seguida, el subdesarrollo es aún más notable
que en el caso de la física y las matemáticas.

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