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TALLER:

EL CASO: EVANGELINA
Por: Néstor Arrieta Hernández

La señora EVANGELINA NIETO PÉREZ, es una madre soltera de treinta y seis años
(36) que vive en el barrio la Esperanza ubicado a pocas cuadras del centro de la
ciudad. A pesar de la ubicación, es un barrio relativamente seguro en donde concurren
actividades comerciales y residenciales. Su Madre, una mujer de sesenta años
aproximadamente, desde hace un tiempo vive con ella, con el pretexto de apoyarla en
las labores de la casa y el cuidado de su hijo Juan Antonio quien tiene dieciséis años
(16) de edad.

Al principio Evangelina quería contratar a una señora para que le apoyara en las
actividades domésticas, al igual que estuviera pendiente de los cuidados de su hijo,
pues considera que su mamá no está en condición de soportar el esfuerzo que
demanda una casa. Además, en los últimos años ha sufrido de enfermedades que ella
le atribuye a los achaques de la vejez. Pero acepta la petición de su mamá, en vista de
su insistencia y del cariño que le tiene a su hijo, permitiéndole vivir con ella, aun cuando
posee una casa amplia que comparte con sus dos hermanas mayores.

Lo anterior le permitió aceptar un trabajo en una empresa multinacional donde le pagan


un buen sueldo pero le absorbe gran parte de su tiempo. Es lo único que no le gusta
porque quisiera estar más tiempo con su hijo para brindarle un mejor cuidado. Su hijo
quién goza de buena salud, en la última visita al médico, éste le informó que lo observa
muy callado y quizás se deba al proceso de divorcio por el cual Evangelina acaba de
pasar y considera que está afectando su desempeño. Ella ha pensado llevarlo al
Psicólogo para una opinión profesional.

El divorcio que tuvo hace un año, al comienzo fue un poco traumático para ella, pero
con el tiempo, el trabajo y el amor a su hijo, ha logrado superar la prueba. Actualmente
está pensando en replantear su vida y continuar con la carrera de derecho que quedó
truncada con el embarazo y la posterior separación.

Por las tarde cuando llega a su casa, lo primero que hace es conversar con su hijo y
darle un fuerte abrazo, mientras susurra en su oído, que todo ese esfuerzo que realiza
es para el bienestar de todos, especialmente para él. Ella quiere brindarle una mejor
condición y calidad de vida.

A pesar de todo, el rendimiento académico del hijo es bueno y la relación con su


mamá, también. Sin embargo, en los últimos días se ha observado un cambio en el
comportamiento de Juan Antonio. Se relaciona más con los compañeros de colegio y
es más extrovertido en su comportamiento, lo que a su mamá le agrada un poco,
teniendo en cuenta el impacto que en él produjo el divorcio de sus padres. Pero la
preocupación aumenta al ver que ya no es el mismo hijo obediente, respetuoso y
cariñoso. Más bien se ha vuelto grasero.
Evangelina, le deja pasar todo lo anterior por no contradecirlo y aumentar su enojo y
considera que ese comportamiento pasará con el tiempo. Es tanto su amor por él que
le duele tener que castigarlo. Ella recuerda lo estricta que fue su mamá y no quisiera
repetir la historia con su hijo.

Hoy viernes por la noche cuando llegó a su casa, su hijo la estaba esperando para
decirle que los compañeros del salón han organizado una fiesta (Rumba) en una
discoteca ubicada en La Calle del Sol. Le informa que quiere ir y le solicita permiso.

Evangelina sabe que esas fiestas son hasta las tres de la mañana. En ese instante,
elle recuerda la conversación que tuvo con una amiga acerca del incremento de la
inseguridad en la ciudad y cómo los índices de atraco y de asesinatos han aumentado.
También ha escuchado que después de esas rumbas los jóvenes salen en sus
vehículos a alta velocidad ocasionando graves accidentes.

Evangelina no sabe qué hacer. Por un lado, le preocupa la situación de inseguridad de


la ciudad y por otro, no desea pelearse con su hijo, ya que es la persona que más ama
en ésta vida. En el pasado, en situaciones similares en donde ella se ha negado a darle
un permiso, su hijo le ha formado un berrinche y se ha encerrado en su cuarto gritando,
tirando las cosas y diciéndole que es una mala mamá y hasta le ha quitado el saludo
por varios días. Ese comportamiento de su hijo a Evangelina le duele mucho y no
soporta que piense de esa manera.

¿Qué Hacer?

Preguntas:

Si usted estuviera en el lugar de Evangelina, ¿Cómo habría actuado?

¿Usted le daría el permiso su hijo.

Explique su respuesta.

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