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Juicios Sobre Propiedad y Posesión
Juicios Sobre Propiedad y Posesión
INTRODUCCION
Nuestra legislación sustantiva y adjetiva en materia civil, regulan los actos y las
acciones jurídicas relativas a la posesión, como un medio de adquirir una cosa, así
como la posesión derivada de un título traslativo o simplemente declarativo de
dominio. De igual forma regulan las acciones tendientes a la conservación, retención,
restablecimiento y restitución de la posesión, acciones que encontramos normadas en
los Artos. 1715 al Arto. 1829 C.C y Artos 1650 al Arto. 1683 Pr.
Fundamentalmente la posesión consiste en una situación o estado de hecho de
la cual derivan consecuencias jurídicas que, de ordinario, vienen a proteger en mayor
o menor medida esa situación o estado de hecho. Si se emplea la palabra posesión
en su sentido más amplio, puede decirse que posee aquél que de hecho actúa como
titular de un derecho o atributo en el sentido de que, sea o no sea el verdadero titular,
de facto, goza de las ventajas y soporta los deberes que normalmente corresponde
gozar y soportar al titular del respectivo derecho o atributo. Es natural que semejante
actuación cree la apariencia de que quien la realiza es el verdadero titular del derecho
o atributo de que se trate. Así se comprende el aserto de que "la posesión es la
imagen del derecho".
En ese amplio sentido se habla no sólo de la posesión de las cosas sino de la
posesión de diversos derechos reales, de la posesión de herencia, de la posesión de
estado, de la posesión de créditos, etc. Pero, aun cuando en todas esas situaciones
existen elementos comunes, los mismos son bastante limitados y en cambio son muy
diferentes sus consecuencias jurídicas.
Indudablemente, la titularidad de la propiedad y de algunos derechos reales
implican un derecho a la posesión ("ius possidendi"); pero no siempre el titular ejerce
efectivamente esa facultad. En cambio, la posesión no implica la titularidad del
derecho de propiedad ni de ninguno de esos derechos reales ni tan siquiera la
preexistencia de un derecho a poseer; pero, una vez que existe, la posesión confiere
al poseedor una serie de facultades o derechos ("ius possessionis").
1.3 Posesión
Es una situación de hecho, mas no de derecho como lo es la propiedad
(derecho real por excelencia y consecuencia de la posesión a través de la
prescripción).
La posesión requiere o necesita dos elementos para configurarse y ellos son el
corpus, que es la cosa en sí y el animus rem sibi habendi que es la intención de
comportarse como su dueño, es decir la posesión requiere la intención y la conducta
de un dueño. De esta manera distinguimos de la tenencia en la cual el tenedor
reconoce en otro la propiedad de la cosa en su poder.
Así mismo es válido recordar que la posesión se presume siempre de buena fe, posee
porque posee.
La imprecisión de la definición y la necesidad de una detentación efectiva del
bien o derecho, llevan a la mayor parte de la doctrina a considerar la posesión como
un hecho con efectos jurídicos.
Si bien la posesión no es un derecho en sí, es necesaria una protección de la
misma, de forma que un poseedor no se vea en la obligación de probar su título
posesorio (el motivo por el cual posee lícitamente) cada vez que alguien intente
interrumpir su posesión.
El artículo 771 (C.C), que establece: “La posesión es la tenencia de una cosa,
o el goce de un derecho que ejercemos por nosotros mismos o por medio de otra
persona que detiene la cosa o ejerce el derecho en nuestro nombre.”
Por tanto, la posesión es una situación de hecho, mas no de derecho como lo es la
propiedad, es decir, es el control físico o material de una cosa, en el cual se le otorga
a una persona el poder exclusivo de retener una cosa para ejecutar actos materiales
de aprovechamiento. La posesión requiere de la intención y la conducta de un dueño,
es importante recalcar que en la posesión se presume de buena fe.
Diferencias entre una y otra: es que la posesión es una situación de hecho y la
propiedad es una situación de derecho
1.4 Prescripción
Para abordar la Prescripción, el articulo 1952 (C.C.) establece: “La prescripción
es un medio de adquirir un derecho o de libertarse de una obligación, por el tiempo y
bajo las demás condiciones determinadas por la Ley.”
El Juicio sobre propiedad y posesión, es una novedad en nuestra legislación procesal,
todo con el fin de afianzar y consolidar los derechos de propiedad y los demás
derechos reales. Para ello existe una figura jurídica muy amplia y que posee su propio
procedimiento especial, como lo es la prescripción adquisitiva.
En la propiedad cuando se pretenda la declaración por adquisitiva según la ley o la
declaración de cualquier otro derecho el interesado presentara demanda en forma
ante el juez de primera instancia en lo civil del lugar de situación donde se halle el
inmueble. La propiedad solo se adquiere por la ocupación y otros derechos que se
transmiten por la ley, por sucesión, por efecto de los contratos.
El actor deberá probar en juicio:
1.- Que es propietario de la cosa,
2.- Que el demandado posee o detenta el bien,
3.- Que el bien cuyo dominio pretende es el mismo que posee o detenta el
demandado.
1. 5 Efectos de la Reivindicación
La declaración de la existencia de la titularidad del dominio por parte del actor,
con eficacia erga omns según lo establece la doctrina, la restitución de la posesión
dispone que el ilegitimo poseedor devuelva la cosa al propietario, GONZÁLEZ A. 1996
expresa lo siguiente:
“Tanto el concepto de posesión, como el de despojo, a que se refiere el
Artículo 783 del Código Civil, es el resumen de los hechos que realizados en forma
material producen la convicción de que, en efecto, se ha ejercido la tenencia de una
cosa y se ha perpetrado la privación de esa tenencia”. p.326-328
2. Juicio de Prescripción
La prescripción
La prescripción es un medio de adquirir un derecho o de libertarse de una
obligación, por el tiempo y bajo las demás condiciones determinadas por la Ley. En
materia civil la prescripción es en sentido amplio un derecho adquirido por el
transcurso del tiempo.
El Dr. Aníbal Dominicci, citado por Humberto Guzmán, en sus comentarios al
Código Civil Venezolano, conceptualiza la prescripción como “un medio de adquirir
por la posesión o de librarse de una obligación por la inacción del acreedor, después
de transcurrido en tiempo establecido en las Leyes”.
Estamos en presencia pues, de un modo de adquirir un derecho siempre cuando se
cumplan ciertas condiciones legales, y a tal sentido Nuestro Código Civil vigente,
estable en su Artículo 1952 lo siguiente: “La prescripción es un medio de adquirir un
derecho o de liberarse de una obligación, por el tiempo y bajo la demás condiciones
determinadas por la Ley”. Así también, el Art. 1903 de la misma Ley Sustantiva
establece: “para adquirir por prescripción se necesita posesión legítima”. Así pues,
tanto las definiciones doctrinales como normativas legales concuerdan en que la
prescripción permite adquirir un derecho o liberarse de una obligación si ha
transcurrido un lapso legal de tiempo.
Sin embargo, notemos que la prescripción origina la ADQUISICIÓN de un derecho
pero también para LIBERARSE O EXTINGUIR una obligación, es decir que podemos
tener la certeza que la prescripción puede ser adquisitiva o extintiva. Para la primera,
el requisito indispensable para que pueda surtir efectos es la Posesión y en el
segundo caso lo indispensable es que exista inactividad del titular del derecho que
posee. Estos principios lo evidenciamos en la Ley Civil Sustantiva en los Artículos
1977 y 1979 que establecen lo siguiente: “Todas la acciones reales se prescriben por
veinte años y las personales por diez, sin que puedan oponerse a la prescripción la
falta de titulo ni de buena fe, salvo disposición de la Ley”. Y “Quien adquiere de buena
fe un inmueble o un derecho real sobre un inmueble en virtud de un título
debidamente registrado y que no sea nulo por defecto de forma, prescribe la
propiedad o el derecho real por diez años, a contar de la fecha del registro del título”.
Dichos principios tiene sus excepciones, pues en materia de prescripción adquisitiva,
quedan excluidos de esta peculiaridad y por lo consiguiente, no son usucapibles las
cosas que no estén en el comercio (Art. 1959 C.C)
Se distinguen dos clases:
La prescripción adquisitiva y extintiva o liberatoria:
a) La Adquisitiva: tiene por objeto hacer adquirir un derecho sobre una cosa
b) La Extintiva o Liberatoria: es un medio o recurso mediante el cual una persona se
libera del cumplimiento de una obligación recuperando su libertad natural por el
transcurso de un determinado tiempo y bajo las demás circunstancias señaladas en la
Ley.
Existen dos especies fundamentales:
• La Prescripción Veintenal: la posesión legítima del derecho correspondiente
durante un lapso de veinte años. Se debe entender como posesión legítima aquella
que cumple con los requisitos establecidos en el artículo 772 del Código Civil “cuando
es continua, no interrumpida, pacífica, no equívoca y con intención de tener la cosa
como suya propia”. Por ejemplo si una persona ha venido ejerciendo la posesión de
un inmueble o casa durante un transcurso de veinte años de manera continua, no
interrumpida, pacífica, no equívoca y manejándose como dueño, aun cuando no tenga
título, la Ley considera que ha adquirido la titularidad de la propiedad por vía legal de
la prescripción adquisitiva o usucapión.
• La Prescripción Decenal: También llamada Abreviada, que supone la posesión
legítima del derecho correspondiente y la buena fe del poseedor, unida al transcurso
del tiempo (diez años) y a las condiciones preceptuadas en el artículo 1.979 del
Código Civil.
• Suspensión de la prescripción:
La prescripción se suspende cuando la Ley impide que corra a favor de alguien. Su
efecto consiste en que no se cuente el tiempo de la suspensión. Únicamente se
cuenta el tiempo anterior de la suspensión, que es útil, que se adicionará más tarde el
tiempo al que corra, cuando cese la causa de la suspensión. No elimina estas causas
él término transcurrido antes de su verificación. Las causas generadoras de la
suspensión obedecen a: A las relaciones que vinculan a aquel en contra del cual corre
la usucapión con el usucapiente (en especial, relaciones de derecho de familia). Estas
causas que suspenden la prescripción están establecidas en los artículos 1.964 y
1.965 del Código Civil.
• Interrupción de la Prescripción:
Consiste en eliminar retroactivamente el tiempo transcurrido a favor del prescribiente,
en forma tal que, si se iniciara nuevamente la prescripción, el plazo anterior no
entraría en el cómputo. Está establecida en el artículo 1.967 del Código Civil.
• Interrupción Natural:
Esta se configura cuando el poseedor, por cualquier causa, deja de estar en posesión
de la cosa por más de un año; está establecida en el Código Civil en su artículo 1.968.
Por abandono o renuncia o porque un tercero le sea quitada la posesión. El abandono
voluntario de la posesión produce la pérdida definitiva del tiempo anterior.
• Interrupción Civil:
Estipulada en los artículos 1.969 y 1.973 del Código Civil enuncia las dos formas de
interrupción civil de la prescripción adquisitiva:
a. La demanda judicial, aunque se intente ante un Juez incompetente.
b. El reconocimiento del derecho del titular efectuado por el prescribiente. El decreto y
el acto de embargo y el cobro extrajudicial, son formas interruptivas aplicables a la
prescripción extintiva de los créditos.
Procedimientos:
A efectos de salvaguardar los intereses de quien pretenda solicitar la titularidad
de la propiedad de un inmueble por vía de la usucapión, éste deberá acudir por vía de
demanda ante un tribunal de primera instancia a efectos de que previamente
revisados los extremos de ley contemplados en los artículos 1.979 y 772 del Código
Civil, le sea otorgado mediante una acción mero declarativa dicha titularidad, (sino hay
un tercero interesado que se oponga a la misma), de existir dicho tercero el juez
deberá resolver mediante la utilización de la Ley, la lógica, máxima de experiencias y
la sana critica dicho conflicto intersubjetivo de derechos.
El procedimiento implica la citación de los demandados principales, que son
precisamente aquellos titulares de derechos reales susceptibles de registro, en la
forma prevista en el CPC, y la vigencia de un Edicto, que se fijará y publicará en la
forma prevista en el artículo 231 CPC que establece: “Cuando se compruebe que son
desconocidos los sucesores de una persona determinada que ha fallecido, y esté
comprobado o reconocido un derecho de ésta referente a una herencia u otra cosa
común, la citación que debe hacerse a tales sucesores desconocidos, en relación con
las acciones que afecten dicho derecho, se verificará por un edicto en que se llame a
quienes se crean asistidos de aquel derecho para que comparezcan a darse por
citados en un término no menor de sesenta días continuos, ni mayor de ciento veinte,
a juicio del Tribunal, según las circunstancias.
El edicto deberá contener el nombre y apellido del demandante y los del
causante de los sucesores desconocidos, el último domicilio del causante, el objeto de
la demanda y el día y la hora de la comparecencia.
El edicto se fijará en la puerta del Tribunal y se publicará en dos periódicos de
los de mayor circulación en la localidad o en la más inmediata, que indicará el Juez
por lo menos durante sesenta días, dos veces por semana, una vez que esté
realizada la citación de los demandados principales, emplazando para el juicio a todas
aquellas personas que se crean con derechos sobre el inmueble.
La Sala de Casación Civil ha determinado el alcance del artículo 231 del CPC, al
establecer que la obligación de citar a los herederos desconocidos mediante edicto es
aplicable incluso cuando no esté demostrada la existencia de éstos.
La publicación de los edictos para la citación de los herederos desconocidos es una
carga de las partes, específicamente de los herederos conocidos, y la omisión deriva
en la perención de la instancia. Si las partes actúan con diligencia en la tramitación de
la publicación de los edictos y el tribunal incumple su responsabilidad, procede la
anulación de lo actuado y la reposición de la causa al estado de que se produzca la
publicación correspondiente.
Los demandados principales deberán contestar la demanda dentro de los
veinte días siguientes a la citación del demandado, o del último de los demandados,
mientras que los terceros intervinientes, que se crean con derechos en el inmueble
que no estén registrados, deberán comparecer dentro de los quince días siguientes a
la última publicación del edicto, tomarán la causa en el estado en que se encuentre y
podrán hacer valer todos medios de ataque o de defensa admisibles para los
demandados principales siempre que acompañe prueba fehaciente del derecho que
invoque sobre el inmueble.
La publicación del edicto debe efectuarse una vez cumplida la citación de los
demandados principales; mientras que la contestación de la demanda debe tener
lugar dentro de los veinte días siguientes a la citación del último de los demandados si
fueran varios y no desde la última publicación del edicto, lo contrario sería infringir los
artículos 692 y 694 CPC.
La sentencia declarativa de propiedad por prescripción adquisitiva es un
instrumento apto para ser registrado e inscrito en el Registro de la propiedad
inmobiliaria. El mismo no puede ser impugnado de la forma como se prevé en los
casos de filiación.
3. Interdictos Posesorios y Prohibitivos
Tal como lo aprecia la doctrina y nuestra legislación procesal especial
interdictos es, proteger el derecho posesorio contra el desalojo, las perturbaciones, o
para prevenir los daños que presumiblemente pueda causar una obra nueva o vieja;
en los cuales y en atención a los agravios del agente perturbador responsable de los
daños, como de los efectos que en cada caso se pueda prever para solventar la
agresión. Cualquiera que sea el fundamento de la acción interdictal, que se promueva
requiere que el titular de ella sea o tenga la cualidad de poseedor del bien o del
derecho, cuya protección solicita. Los cuales se distinguen en dos grupos:
Interdictos Posesorios:
El cual está destinado a preservar la posesión de los damnificados, contra actos de
despojos o perturbaciones (Art.16 C.P.C), el cual da lugar a dos tipos de interdictos.
a) Interdictos de despojo: según lo que establece el Art. 783 del C.C “Quien haya sido
despojado de la posesión cualquiera que ella sea, de una cosa mueble o inmueble,
puede, dentro de un año del despojo, pedir contra el autor de él, aunque fuere el
propietario, que se le restituya en la posesión”. Este es el fundamento legal y
procediendo de conformidad con el Art. 699 del C.P.C donde el afectado puede ocurrir
ante el Juez de Primera Instancia, en lo civil del lugar donde se encuentra situada la
cosa objeto del agravio, para solicitar la restitución o devolución de los bienes
muebles o inmuebles sobre los cuales se hubieren afectado los actos despojatorios.
b) Interdictos de amparo: la acción interdictal consigue su fundamento legal en el Art.
782 del C.P.C “Quien encontrándose por más de un año en la posesión legitima de un
inmueble, de un derecho rea, o de una universidad de inmuebles, es perturbado en
ella, puede dentro de un año, a contar desde la perturbación, pedir que se mantenga
en dicha posesión” y “en caso de una posesión por menor tiempo, el poseedor no
tiene esta acción, sino contra el no poseedor o contra quien lo fuere por un tiempo
más breve”. Entonces encontrándonos dentro de las hipótesis que establecen estas
normas, se debe considerar titular de la acción que le autoriza el Art.700 del C.P.C,
para ocurrir ante el juez de Primera Instancia Civil, a los fines de solicitar se decrete a
su favor el AMPARO de los actos de perturbación ejecutados, a los fines de que
cesen.
Interdictos Prohibitivos:
Están destinados a la protección de los inmuebles, derechos reales o a otros objetos
con ocasión de la ejecución de alguna obra. El da lugar a dos tipos de interdictos:
a) Interdicto de obra nueva: según el Art. 785 “Quien tenga razón para temer que una
obra nueva emprendida por otro sea en su propio suelo, sea en suelo ajeno, cause
perjuicio a un inmueble, a un derecho real o a otro objeto poseído por él, puede
denunciar al juez la obra nueva con tal que no esté terminada y que no haya
transcurrido un año desde su principio “. Lo primero que se debe destacar es que el
fundamento de la petición es una apreciación subjetiva, en que se sustenta el temor
que el sujeto pueda haber albergado con ocasión de que una obra pueda causarle
daño a sus viene.
b) Interdicto de obra vieja: “Quien tuviere motivo racional para temer que un edificio,
un árbol o cualquier objeto que amenace con daño próximo un predio u otro objeto
poseído por él, tendrá derecho a denunciarlo al Juez y, de obtener, según las
circunstancias, que se tomen las medidas conducentes a evitar el peligro o que se
intime al interesado de dar caución por los daños posibles”. A los efectos de diseñar el
proceso para encausar la denuncia del posible daño que pueda causar la edificación
de edad provecta, el árbol o cualquier otro objeto, el legislador sigue la conducta
desarrollada en la legislación sustantiva y que se repite en el Art. 786 del C.C y se oirá
apelación en solo un efecto.
Competencia
En el caso específico de los procedimientos por Interdictos Prohibitivos (Obra Nueva y
Obra Vieja), la competencia fue asignada a los Juzgados de Primera Instancia por
nomenclatura con criterio forum rei sitae (donde esté situado el inmueble) sin importar
la cuantía establecida para el asunto, esto es, que independientemente que la
demanda esté estimada en menos de 3000 U.T., compete conocer al Juzgado de
Primera Instancia Civil, salvo que no exista en la localidad Tribunal de Primera
Instancia en cuyo caso si correspondería al Juzgado de Municipio respectivo.
(Conforme a la Decisión Juzgado de los Municipios José Félix Ribas y José Rafael
Revenga de la Circunscripción Judicial del estado Aragua. Sentencia 14-02-2011,
Exp. 3066.
Procedimiento en los Interdictos
1. Se introduce la demanda, mediante un escrito que cumpla con los requisitos del Art.
340 CPC.
2. Se suponen que transcurren 3 días para el Auto de Admisión
3. Se consignan todas las pruebas
4. El Tribunal admite la acción o demanda
5. En ese estado, el Tribunal solicita al Querellante que constituya una garantía por la
cantidad de dinero que el estime conveniente para responder de los daños y perjuicios
que pueda causar su solicitud en caso de ser declarada sin lugar.
6. El Querellante verá si constituye o no la garantía exigida por el Tribunal
7. Si el Querellante constituye la garantía, el Tribunal inmediatamente le decretará la
restitución de la posesión
8. Si el querellante manifestare no estar dispuesto a constituir la garantía, pueden
pasar dos cosas:
a) Si el Juez verifica que están llenos o no, los requisitos del Art. 585 CPC, es decir;
que exista riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que
se acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta
circunstancia y del derecho que se reclama. (Fumus boni iure – Pericullum in mora);
va a decretar el secuestro.
b) Si no cumple con estos requisitos, no decreta nada.
9. Decretada la restitución de la posesión, se práctica y ordena la citación.
10. Practicada la Citación del Querellado, éste quedará emplazado para el 2do. Día
siguiente a la citación, a fin de que exponga los alegatos que considere pertinentes en
defensa de sus derechos (Conforme a la Decisión de la Sala de Casación Civil del
TSJ. Sentencia 22-05-01, Exp. Nº. 00-202)
11. Luego, se abre la causa a pruebas por 10 días.
12. Concluido dicho lapso, las partes presentarán dentro de los 3 días siguientes, los
alegatos que consideren convenientes.
13. El Juez, dentro de los 8 días siguientes, dictará la sentencia definitiva.
14. En el lapso de sentencia, pueden pasar dos cosas:
a) Que declaren el interdicto CON lugar; cuya consecuencia será la extinción de la
garantía.
b) Que declaren el interdicto SIN lugar; la decisión será apelable en un solo efecto.
15. Si la decisión de la apelación en un solo efecto es declarada SIN lugar; ocurren
dos cosas:
a) Se vuelve a restituir en la posesión al que haya resultado despojado, por la medida
dictada con lugar.
b) Se procede a la ejecución de la garantía.
Criterios Técnicos
A pesar de que no se establecen criterios técnicos para la fijación del lindero y el
contenido del acta, para mayor seguridad jurídica de las partes, deben indicarse los
siguientes elementos:
Los accidentes encontrados, cercas, hitos, mojones, ríos, lagos y cualquier otra
circunstancia preexistente que contribuya a la precisión de los límites.
Una indicación minuciosa de los nuevos hitos que definen los linderos.
La composición geológica de los terrenos y la cualidad y extensión de los mismos.
Las vías de comunicación.
El establecimiento de coordenadas U.T.M. en cartas bases topográficas aéreas.
La indicación de cualquier otra circunstancia que fuere útil para el levantamiento de la
línea divisoria o para la identificación de la línea ya levantada.
Fijación De Linderos
El CPC da una connotación diferente al acto de deslinde ya que, una vez oídas
las exposiciones de las partes, el Tribunal procederá inmediatamente a deslindar las
propiedades fijando los linderos. Si el lindero fijado por el Juez no es aceptado por las
partes siempre tendrá la condición de lindero provisional, cumpliéndose el objeto del
acto de deslinde. Por tal razón, las partes podrán expresar su disconformidad con el
lindero provisional, señalando los puntos en que discrepen de él y las razones en que
fundamenten su discrepancia, por cuanto es una oportunidad preclusiva.
La actividad probatoria posterior está referida a esta actuación y es de carácter
delicado porque cualquier omisión de sustanciación de las pruebas puede originar la
nulidad de la sentencia.
Tratándose entonces de un procedimiento en el que está envuelto el interés público
de evitar conflictos de vecindad, el juez está obligado a fijar los linderos, aunque sea
en forma provisional, y las partes deben respetar la definición hecha hasta tanto sea
revisada de acuerdo a los mecanismos procesales establecidos. Caso contrario, si el
colindante traspasa o altera el lindero provisional se le impondrá una multa en
beneficio de la otra parte y quedará sujeto a responder de los daños y perjuicios que
hubiere ocasionado.
Oposición a la Fijación de Linderos
Sólo en el supuesto de que la parte interesada formule la oposición en el acto de
deslinde, se pasarán los autos al Juez de Primera Instancia en lo Civil, ante quien
continuará la causa por el procedimiento ordinario, entendiéndose abierta a pruebas al
día siguiente del recibo del expediente. En los supuestos en que no se produzca
oposición al lindero fijado por el tribunal, éste quedará firme ordenándose, mediante
auto expreso, la expedición de las certificaciones del acta de la operación de deslinde
y del auto que declare firme el lindero a fin de que se protocolice en la Oficina
Subalterna de Registro correspondiente y se estampen las respectivas notas
marginales en los títulos de cada colindante.
Apelación
La decisión que dicte Primera instancia sobre la oposición o inconformidad alegada
por el demandado y resuelta en el procedimiento ordinario tiene carácter de sentencia
definitiva, por lo cual puede ser objeto de apelación en ambos efectos, contra la cual
no es procedente alegar que con ella se estaría validando una tercera instancia, pues
el Tribunal de Distrito (municipio) si bien es cierto que admitió la solicitud de deslinde y
trato de practicar el deslinde pero al momento de producirse la oposición , pierde el
conocimiento del asunto y sin decisión sobre el contradictorio remite todo el
expediente a Primera Instancia y solo por razones de paz social provisional un
alinderamiento temporal y por supuesto no definitivo.
CONCLUSION
La propiedad es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que
se atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más limitaciones
quelas que imponga la ley, es decir, es el dominio que un individuo tiene sobre una
cosa determinada, con la que puede hacer lo que desee a su voluntad. Es ese
derecho real que implica el ejercicio de las facultades jurídicas más amplias que el
ordenamiento jurídico concede sobre un bien. Usualmente se considera que el
derecho de propiedad comprende tres facultades principales: Uso (ius utendi), disfrute
(ius fruendi) y disposición (iusabutendi), distinción que proviene del Derecho romano.
Nuestra legislación sustantiva y adjetiva en materia civil, regulan los actos y las
acciones jurídicas relativas a la posesión, como un medio de adquirir una cosa, así
como la posesión derivada de un título traslativo o simplemente declarativo de
dominio.
.Al profundizar en el estudio de los interdictos o acciones posesorias,
encontramos en nuestro código civil y procesal civil, los elementos de la posesión, en
sí hablamos del “Corpus” o sea la potestad, el poder físico, que el individuo ejerce
sobre la cosa, es decir la apropiación jurídica que permite no solo la apropiación, sino
disponer de ella, y el “Animus” que no es otra cosa que la voluntad especial de
poseerla con ánimo de dueño, es un elemento de carácter subjetivo, psicológico,
porque la persona exterioriza ese ánimo de dueño mediante actos concretos de
posesión sobre determinada cosa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Código Civil. (1982).
Código Procesal Civil Venezolano (1990). Recopilaciones y Reorganización para
hacerlo pertinente a los objetivos del Manual, Autor: José Antonio Mangiagli
Testamarck. 01/12/2010
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999).
DUQUE C. (2001). Cursos Sobre Juicios de la Posesión y de la Propiedad. Caracas,
página 48
Edgar Núñez Alcántara. (1995). Los Interdictos. Editores Vadell Hermanos, Colección
Humberto Cuenca. Valencia Venezuela.
GONZÁLEZ A., con respecto a los requisitos para el ejercicio de la “acción” restitutoria,
de los Juicios sobre la Propiedad y Posesión, Cuarta Edición, Caracas, 1996, páginas
326 a la 328.