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Es cierto que lo síntomas más frecuentes en la endometriosis son el dolor de espalda, dolor

pélvico y dismenorrea; este dolor puede llegar a ser incapacitante y en algunos casos ocasionar la
infertilidad.

Estudios han indicado la prevalencia significativa de problemas de ansiedad y de estados de


ánimo en las pacientes que sufren de esta patología, observando una perdida en la calidad de vida
y la productividad de estas pacientes. La relación que existe entre los problemas de ansiedad y
depresión con el dolor crónico es bidireccional, debido a que la afectación a nivel físico puede
estar relacionada con diagnósticos de ansiedad o depresión, y la propia sintomatología ansioso-
depresiva puede agudizar o agravar el dolor.

Dentro de la terapia psicológica se encontró una variable moduladora y se refiere a la interacción


que establece la persona con su enfermedad, es decir cómo se relaciona la mujer con el
diagnostico de endometriosis, como lo percibe, y que hace para manejarlo.

Los factores psicológicos que se deben tomar en cuenta en una paciente con endometriosis van a
estar evidenciados en:

La convivencia con el dolor de forma crónica, es decir en un momento en el que el diagnostico sea
de carácter crónico la paciente tiene que hacerse la idea de que puede experimentar dolor a lo
largo de su vida y tiene que vivir con esa expectativa de sufrimiento.

Son pacientes que además pueden presentar fática, debilidad, baja estado de ánimo y cambios de
humor.

Otro factor frecuente es el dolor en las relaciones sexuales, lo que suele generar a su vez
problemas de excitación y deseo como consecuencia de este dolor

Muchas pacientes con endometriosis refieren un problema estigmatizante ya que al final se asocia
ese problema con un estigma de debilidad de mujer enferma.

Y por último se menciona la probabilidad de infertilidad lo que puede generar un cuadro


psicológico por el hecho de no poder tener hijos.

El cuadro psicológico puede afectar diversas áreas como son:

El área laboral o la actividad laboral debido a las afecciones físicas se puede evidenciar el
absentismo, con la consecuente pérdida de la sensación de eficacia.

Las relaciones interpersonales debido a que muchas veces refiere escaso apoyo, percepción de la
incomprensión por parte del entorno, delimitando la forma de relacionarse.

La reducción de las actividades bien sea por el dolor o el bajo estado de ánimo, reduciendo el ocio
y las actividades que lleva a una pérdida de reforzadores y al aislamiento.

Se puede encontrar también afectada el área sexual debido al dolor y la disminución del deseo.
Y por último una afectación general en la autoestima y la autoimagen.

Los objetivos de intervención van estar enfocados en tres bloques principales el dolor, la
sexualidad y la infertilidad. El abordaje de ellos dependerá de las características individuales de
cada paciente, por lo que será necesario tomar en cuenta los siguientes factores:

Nivel de gravedad de la enfermedad

El estadio de la enfermedad

Las diferentes áreas afectadas.

El abordaje médico que ha recibido.

En qué momento vital se encuentra la persona.

Las capacidades y recursos personales.

La situacion económica y laboral.

Los apoyos de los que dispone.

Ya que todos estos factores van a mediar en la vivencia de la enfermedad.

Cuando se habla de dolor también se habla de un enfoque biopsisocial, dolor se va a entender


como una interacción dinámica y multidimensional en la que los factores psicológicos, biológicos y
sociales van a influir y se van a interrelacionar de forma continua.

Por eso el dolor se trabaja mediante el servicio de dos procesos generales a nivel individual, al
querer conseguir un aumento del bienestar físico y emocional es importante trabajar en la idea en
que el diagnostico no es identitario, no es lo mismo ser una persona enferma que tener una
enfermedad y en muchas ocasiones las mujeres que llegan a la consulta con diagnostico así se
etiquetan como personas enfermas, por lo tanto van a pensar como personas enfermas, se van a
sentir como personas enfermas, van a comportarse como personas enfermas y esto no va a ser un
predictor de bienestar. Es por ello que hay que trabajar en la idea de responsabilidad sobre la
enfermedad, la responsabilidad no es culpa, no es juicio, responsabilidad es empoderamiento, es
decir se debe posicionar a la mujer en una posición de poder respecto a su diagnóstico. Es por ello
que las intervenciones van dirigidas al manejo emocional, la reducción del estrés y el
afrontamiento productivo hacia la enfermedad.

El comportamiento se explica por varias variables a nivel psicológico normalmente las personas
vivimos una situacion lo que podríamos considerar la realidad objetiva que puede referirse a algo
que está pasando fuera o interna que la persona percibe, ante esa situacion la persona emite una
respuesta y esa respuesta va a tener tres elementos los pensamientos que son los responsables de
interpretar la situacion que estamos viviendo, las emociones que van a ser una consecuencia o
compañera de esas interpretaciones y las conductas que van a impulsar la solución, estas
conductas una vez que son trasladas al entorno van a obtener los resultados o consecuencias y
deben ser tomadas en cuenta desde lo funcional y útil o al contrario lo no funcional o lo inútil.

Al final todos reaccionamos ante el dolor igual que reaccionamos ante otras situaciones de la vida
diaria.

Es importante manejar en cuanto a la relación con el dolor “La Ansiedad” estos pacientes suelen
tener niveles de ansiedad y estrés elevados, que a su vez genera un estado de hipervigilancia
frecuente.

Para ello se utilizan dos vías son la relajación muscular progresiva de Jacobson esta es una
estrategia que intenta diferenciar las sensaciones de tensión que puedan estar experimentando
las mujeres para que se den cuenta de que están ocurriendo y pongan habilidades aprendidas en
marcha para reducir la tensión, se trata de un entrenamiento diferencial para poder discriminar la
tensión. Otro entrenamiento es el autógeno de Schultz que se utiliza para generar sugestiones a
través de ejercicios de concentración mental. Ambas buscan una reducción general de la relajación
fisiológica por medio diferentes.

También se va intervenir sobre los pensamientos a través de técnicas de reestructuración


cognitiva que consisten en que las pacientes se identifiquen con respecto a los pensamientos y
actitudes en relación al dolor.

Otra intervención es sobre las emociones mediante las técnicas de regulación identificando y
analizando los estados emocionales con el fin de facilitar y desbloquear recursos a este nivel es por
ello que se deben establecer procesos de regulación emocional eficaces, el promover conductas
de expresión y ventilación emocional como el desahogo facilita el relato de cómo se siente la
paciente, y en base a esas emociones desarrollar las estrategias de solución enfocadas en esas
emociones, y de esa forma desbloquear los recursos de una comunicación asertiva.

Las conductas también parte del abordaje mediante estrategias comportamentales entre ellos la
solución de problemas mediante un procedimiento en el que la persona intenta identificar y
descubrir las soluciones a los problemas, la activación conductual con el objetivo de deshacer las
conductas ineficaces que mantiene la sintomatología depresiva y ansiosa, y por último el manejo
atencional mediante la programación de una actividad que este directamente ligada al estado de
ánimo pero que también suponga tener que utilizar los recursos de atención al realizarlas.

En cuanto a la sexualidad los problemas frecuentes que surgen en esta área son:

El dolor en las relaciones por lo que pasan de ser algo placentero a algo desagradable, por lo que
se generan anticipaciones ansiosas ante situaciones de intimidad y emociones como miedo,
enfado etc.

El problema de excitación y deseo si existe algo que me esté generando dolor por lo tanto no va a
ser algo que desee realizar y a su vez no generará una disminución de la excitación, ya que genera
dolor y no placer.
La afectividad alterada por la sensación de una autoestima dañada que genera a su vez
aislamiento y por lo tanto conflictos interpersonales y/o de pareja.

Los programas de intervención a nivel de sexualidad tienen varias fases y que se comparten con
diversos tipos de problemas, no todas las pacientes serán abordadas por todas las fases, ya que
dependerá de las afecciones que se tengan. De manera global las fases son las siguientes:

Fase 1 Psicoeducación: es importante hablar de sexualidad y desmontar mitos, esto reducirá la


ansiedad y elevara la autoconfianza

Fase 2 Focalización Sensual: se encarga de favorecer la iniciativa de contacto sexual y la


comunicación.

Fase 3 Focalización General: para aumentar la excitación genital sin llegar al coito, generando
mayor placer sensual y favoreciendo la excitación.

Fase 4 Penetración: se encarga de pautar la penetración sin movimientos, con el fin de reducir la
ansiedad por el acercamiento e inserción del pene.

Fase 5 Coito Completo: se implanta de forma progresiva el coito completo, logrando mantener las
sensaciones de excitación

A nivel de infertilidad depende de la confirmación completa o no del no poder tener hijos. Si es


una probabilidad se va a manejar en el manejo de la incertidumbre y las consecuencias, por lo cual
se trabaja mediante el modelo de conducta y con algunas técnicas de solución de problemas y
comunicación asertiva sobre todo en cuestiones más estigmatizantes. En el caso de estar
confirmado el abordaje psicológico que se trabaja es el proceso de duelo, es un proceso dinámico
e individual está orientado en el proceso de una perdida bien sea de expectativa, de rol etc. Por lo
que se les orienta a convivir con esa nueva realidad.

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