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Psicología del dolor ¿Cómo se relaciona con


las emociones?
GUÍA DE FACTORES PSICOLÓGICOS PARA MANEJAR EL DOLOR
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Aspectos psicológicos del dolor ¿Cómo


podemos aliviarlo?
En la categoría Cuerpo y Mente
Índice de Contenidos

 ¿Qué es el dolor? ¿Cómo se relaciona con nuestras emociones?
 Psicología del dolor: Aspectos psicológicos del dolor
 El estado emocional y el dolor
 Cómo influyen nuestros rasgos de personalidad en la percepción del dolor
 El Dolor y la Atención, estrategias psicológicas
 Autora

 Puntúa y comparte
(Tiempo de lectura 9 minutos)
El dolor físico es una sensación que experimentamos desde que nacemos. De uno u otro modo
convivimos con él a lo largo de nuestra vida. Lo sentimos en muchas circunstancias y
situaciones cotidianas, ante una caída, una infección, una herida, un accidente, y también lo
sentimos sin saber identificar su origen. A pesar de ser algo tan común, frente al dolor, casi
nunca nos planteamos una estrategia distinta que tomar analgésicos. Pero la realidad es que el
dolor puede provocarnos un malestar que va más allá de las sensaciones físicas, puede afectar
a nuestras emociones y paradójicamente esas emociones pueden alimentar e incrementar
nuestro dolor. Sí, el dolor y las emociones están muy conectados. Este artículo quiero dedicarlo
a la psicología del dolor, explicaros por qué dependiendo de cómo seamos, de cómo
sintamos y de cómo nos comportemos, percibiremos el dolor de un modo más o menos intenso
y más o menos incapacitante.

¿Qué es el dolor? ¿Cómo se relaciona con nuestras


emociones?
La Asociación Internacional para el
Estudio del Dolor (IASAP) califica el dolor como “una experiencia sensorial y emocional
desagradable que se asocia a una lesión real o potencial de los tejidos”. ¿Te das cuenta que en
esta definición ya están incluyendo las emociones, la experiencia emocional?
Esto nos indica que con una adecuada salud emocional, con una adecuada gestión emocional,
podemos manejar mejor el dolor. ¿Cómo?
La psicología del dolor nos orienta a aplicar el entrenamiento en diferentes técnicas
psicológicas para manejarlo y aliviar su intensidad y frecuencia.
Hay diferentes elementos que hay que explorar y analizar individualmente cuando hablamos de
dolor:
 La experiencia dolorosa.
 La intensidad del dolor.
 La tolerancia al dolor.

Con una adecuada salud emocional y gestión emocional,

podemos manejar mejor el dolor CLIC PARA TUITEAR


En la psicología del dolor, la tolerancia al dolor, también llamada umbral del dolor, es un factor
importante. Es subjetiva y depende de cada persona y afecta a nuestra percepción y reacción
al dolor provocando reacciones afectivas desagradables y en ocasiones incontrolables –
aparentemente–.

No es más fuerte o más débil aquella persona que tiene un umbral del dolor más
alto o más bajo, es una cuestión fisiológica, es una cuestión biológica, de
características personales que no podemos moldear. Pero sí podemos disminuir la

experiencia subjetiva de dolor.

Psicología del dolor: Aspectos psicológicos del dolor

En la experiencia del dolor los aspectos psicológicos influyen de forma positiva o negativa; esto
significa que más allá de las sensaciones físicas objetivas, cómo percibimos el dolor afecta a la
intensidad con la que vamos a sentirlo.
La experiencia de dolor es el resultado final de dos factores subjetivos simultáneos: la
capacidad sensible del individuo para percibir desagradablemente una alteración tisular dañina
y su capacidad para soportarla.
En este punto intervienen tres componentes característicos de la experiencia dolorosa:
1. Un componente sensorial: recoge las cualidades estrictamente neurosensitivas del
dolor.
2. Un componente cognitivo-evaluador: se refiere al significado que le da la persona a lo
que está ocurriendo y a lo que le puede ocurrir –es una especie de valoración
consciente–.
3. Un componente subjetivo-afectivo-emocional: en el que confluyen el miedo, el temor, la
angustia, la ansiedad, etc., y que influye esencialmente en el umbral del dolor.
Desde el ámbito de la psicología del dolor, los profesionales de la Psicología trabajamos sobre
dos componentes:
1. Componente cognitivo–evaluador, es decir, el pensamiento, anticipaciones y la
predisposición de la persona ante el dolor y durante el dolor.
2. Componente subjetivo-emocional, identificando y gestionando las emociones que
surgen ante el dolor, que pueden interferir manteniendo o agravando la sensación
dolorosa.
En psicología del dolor, el objetivo es intentar cambiar la percepción que tiene la persona de
soportar el dolor y a su vez cambiar su actitud y comportamiento hacia el mismo.

No te pierdas el artículo: «El dolor crónico «rompe» nuestro bienestar


emocional»

En Psicología del dolor se actúa sobre 2 componentes:

cognitivo-evaluador y subjetivo emocional CLIC PARA TUITEAR

El estado emocional y el dolor

El dolor repercute de forma muy negativa sobre las funciones del paciente generando
un descenso significativo en su calidad de vida (trastornos del sueño, disminución del
apetito, limitaciones de la actividad física, alteraciones de su vida social, etc).

La convivencia con el dolor, más si hablamos de dolor crónico, de intensidad moderada o alta,
tiene graves repercusiones sobre la esfera psicológica del paciente.
La sintomatología psicológica más característica asociada al dolor es la depresión
y la ansiedad.
Psicología del dolor: dolor y depresión
Los síntomas depresivos pueden ser al mismo tiempo síntomas característicos de la
enfermedad biomédica del dolor crónico porque tienen muchas características similares. El
enfermo de dolor crónico modifica los conceptos sobre sí mismo, presenta cambios de humor
repentinos, está menos activo, muchas veces permanece largos períodos de tiempo en la
cama, cambia su dinámica vital y se altera también la dinámica familiar, etc.
Los pacientes con depresión informan de dolor como síntoma destacado y los pacientes con
dolor crónico presentan en un gran porcentaje depresión secundaria a causa del dolor.
Psicología del dolor: dolor y ansiedad
La ansiedad puede mantener la activación automática del dolor y facilitar la aparición de
mayores síntomas, es por ello que hay una importante interrelación entre la experiencia de
dolor y la ansiedad.
Estudios indican que manteniendo constante la intensidad del dolor, es el aumento de la
ansiedad lo que hace que los pacientes califiquen a la experiencia dolorosa de insoportable. La
ansiedad es un factor de riesgo para incrementar el dolor y la cronificación del mismo.
Cuando llegan a nuestra consulta pacientes con dolor, es importante realizar un diagnóstico
diferencial a través de una evaluación exhaustiva; no sólo centrarnos en reducir el dolor, sino
también disminuir la sintomatología característica de la ansiedad y depresión aumentando la
percepción de control ante las emociones desagradables.

Aspectos psicológicos que relacionan el dolor con la

ansiedad y la depresión CLIC PARA TUITEAR

No te pierdas el póster o infografía que resume las claves psicológicas del


dolor
Cómo influyen nuestros rasgos de personalidad en la
percepción del dolor

Nuestras características personales, los aspectos biológicos, la personalidad, nuestras


tendencias, influyen en nuestros comportamientos, actitudes y procesamientos cognitivos. Es
habitual encontrarnos con personas más resistentes al cambio o más inflexibles, con mayor
tendencia a sentir ansiedad o depresión, con propensión a la preocupación, a la obsesión, a la
queja, a magnificar y exagerar….
Las actitudes, rasgos, predisposición y estilos de afrontamiento repercuten
directamente en nuestras experiencias de dolor.
Si nos centramos en rasgos característicos en diferentes desórdenes emocionales, nos
encontramos un aumento de la interferencia y la limitación en relación a la experiencia del
dolor:
 Personas con rasgos histéricos, tienden a mostrar cierta inmadurez en sus emociones
y comportamientos, siendo de carácter extrovertido y dramático. Los sujetos de estas
características que presentan dolor tienden a magnificar los síntomas, llegando a ser
exagerados en sus gestos y conductas, dificultando la tolerancia al dolor.
 Personas con rasgos hipocondríacos tienden a una preocupación excesiva por el
funcionamiento del propio cuerpo y sus disfunciones y anomalías. Perciben dolor ante
la más mínima señal disfuncional que detectan. Suelen conllevar bastantes dificultades
diagnósticas y terapéuticas hasta que se descubre el origen orgánico –o no– de su
sintomatología, debido a sus interpretaciones inadecuadas.
 Personas con rasgos obsesivos, tienden a cometer, lo que llamamos, sesgos
atencionales hacia las manifestaciones dolorosas, es decir, centrar la atención
excesiva ante el menor síntoma, rumiar, preocuparse y obsesionarse convirtiéndose el
dolor en el centro de su vida y de sus conversaciones.
Un factor fundamental en el manejo o intensificación del dolor es la atención. La
Psicología en el dolor tiene un papel primordial para concienciar, enseñar y
entrenar a la persona en dirigir su atención y de ese modo regular y manejar el
dolor percibido.
El Dolor y la Atención, estrategias psicológicas

La atención es:
 Selectiva, “elige” a qué estímulos atender.
 Limitada, no podemos atender en condiciones óptimas a más de un estímulo al mismo
tiempo.
 Controlable, aunque habitualmente funcione con el “piloto automático”, basta con
proponérselo para darle órdenes.
Focalizando la atención en el dolor, podemos hacer que la experiencia dolorosa se intensifique
y sintamos más dolor y malestar, lo que llamamos «efecto lupa»:

Un ejemplo que nos encontramos con mucha frecuencia es cuando nos hemos puesto unos
zapatos nuevos para una fiesta, mientras estamos distraídos bailando, disfrutando de una
conversación, de una buena música, parece que no existen las molestias, pero ¿qué ocurre
cuando dejamos de bailar, la música se apaga y nos sentamos? Es muy habitual comentar
“Que dolor de pies”. ¿No te dolía antes? ¿Los zapatos no te molestaban hace apenas unos
minutos? ¿O quizás tu foco atencional estaba puesto en una actividad diferente, distractora?
En el campo de la psicología del dolor, tenemos un abanico muy amplio de
estrategias psicológicas de desactivación, de manejo de la atención y los
pensamientos, y modificación de nuestras conductas que podemos conocer y
llevar a la práctica. ¿Te animas a intentarlo? Tienes mucho que ganar.

El objetivo es entrenar a la persona en dirigir su atención y

así regular el dolor percibido CLIC PARA TUITEAR

El folleto “Dolor Crónico. Aspectos Psicológicos” ha sido


publicado dentro del proyecto «Emociones y Salud», desarrollado por psicólogos y psicólogas
de nuestro Centro, la Comisión de Emociones y Salud de la Sociedad para el Estudio de la
Ansiedad y el Estrés (SEAS) y el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
Si decides modificar tu afrontamiento ante el dolor, y fomentar la proactividad, la búsqueda de
soluciones, pide ayuda a un profesional de la Psicología que tenga experiencia en el manejo
del dolor.
Te recomendamos un tratamiento integral, que incluya trabajo atencional, técnicas de
relajación, técnicas cognitivas, asertividad, activación comportamental y la incorporación de
hábitos saludables y de autocuidado.

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