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En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos,
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
2. MODALIDADES ORACIONALES
3. MODO VERBAL
4. LÉXICO
► ACTITUD OBJETIVA
-Se busca un léxico denotativo (con la menor carga connotativa posible) y unívoco (evitando
dobles sentidos, ambigüedades, etc.):
■ A modo de ejemplo, véase más arriba el texto de Wikipedia sobre el motor de explosión: se utiliza
un léxico técnico, preciso, sin ambigüedades, y poco propenso a las connotaciones.
El pintor español Pablo Picasso es considerado pionero del movimiento pictórico denominado
cubismo, aunque otros pintores anteriores ―especialmente franceses, como Cézanne― apuntan en
sus obras detalles técnicos presentes en las obras cubistas.
► ACTITUD SUBJETIVA
–Adjetivación valorativa:
―Estudias poco.
―Teniendo en cuenta que trabajo por las tardes, yo diría que estudio mucho.
El ambulatorio está cerca, a 500 metros o así. (Si el interlocutor tiene 84 años y usa andador,
posiblemente entienda que está lejos.)
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–Empleo de signos gráficos para resaltar el léxico (negrita, versales...) o para darle matices
diversos (comillas, cursiva...).
Entre los verbos unipersonales destacan los de fenómenos atmosféricos (llover, nevar,
granizar...), que son objetivos por su propia naturaleza semántica: refieren hechos de la realidad. Distinto
es que se utilicen de forma metafórica, o por sus valores simbólicos o connotativos en un poema, etc.,
todo lo cual sí sería marca de subjetividad:
En España se conversa sobre el tiempo para romper el hielo. (También lo hace el hablante, pero esto es
irrelevante, por lo cual recurre a la impersonalidad con se.)
Se vende. (Lo vende quien ha puesto el cartel, pero esto es irrelevante, y por eso opta por la pasiva refleja.)
No se admitirán trabajos escritos a mano. (No los admitirá el profesor que dice eso, pero al utilizar la
pasiva refleja confiere a su mensaje una apariencia «legal», de norma objetiva e incontestable.)
Objetividad y verdad
No hay que confundir objetividad con verdad. Decíamos en nuestra introducción al tema 2 que el
hablante adopta una actitud objetiva cuando intenta referir hechos de la realidad sin dejar que en el
mensaje se transparenten sus opiniones, gustos, fobias, sentimientos, etc., o sea, su subjetividad. Ser
objetivo significa simplemente hablar del «objeto», de las cosas, de la realidad externa, y no de uno
mismo, del «sujeto».
Ambos enunciados son igual de objetivos, pues reúnen las mismas marcas de objetividad: función
representativa, modalidad enunciativa, modo indicativo, etc. Ambos hablan de una realidad externa al
sujeto: de ciudades, de países, de capitales. Pero la información que ofrece (1) es verdadera, mientras que
la que ofrece (2) es falsa.
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Es fácil entender que uno de los recursos de la persuasión e incluso de la mentira sea la
objetividad: si a un mensaje que no es una verdad sino solamente una opinión personal mía, o
directamente una mentira interesada, le suprimo todas las marcas posibles de subjetividad y lo presento de
la manera más objetiva posible, es más probable que pueda persuadir o engañar a mi(s) interlocutor(es),
porque esa superficie de objetividad puede hacerle(s) pensar que hablo de la realidad tal cual es.