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Fiesta de preparación para la Reconciliación

A través de esta fiesta, queremos encontrarnos con los padres


y con los niños para celebrar con alegría que Dios padre es
misericordioso y que nos ama.

El objetivo es encontrarse, y por eso, las representaciones que


vamos a proponer son muy sencillas, y las dinámicas tienen
como objetivo promover el trabajo entre padres e hijos.

Nota importante: esta fiesta está pensada para poder ser


realizada por un grupo de 25 o 30 chicos y de manera que se
pueda preparar fácilmente y que no sea necesario realizar
muchos ensayos, porque los chicos no tienen que recordar la
letra. Si son pocos chicos, cada uno puede hacer varios
papeles, y si son muchos, uno cada uno.
 

Desarrollo de la fiesta
 

1.- Creación:

- Guía (puede ser un niño, pero se debe entender claramente lo


que dice):

Estamos reunidos para prepararnos para celebrar el amor de


Dios. Nosotros descubrimos el amor de Dios en muchos
lugares, pero especialmente en la creación, que es obra de sus
manos.

- Los chicos representan una canción. Sugerimos: ¿Quién lo


hizo?, de Daniel Poli, en el casete La Biblia, o La Creación, de
Alejandro Mayol.
Para representarla, los chicos realizan disfraces sencillos, que
se puedan confeccionar en un encuentro de catequesis. El
catequista lleva hechos en papel de diario moldes de: luna,
estrellas, sol, nubes, montañas, flores, animales... También se
necesita: cartulinas de distintos colores, papel celofán celeste
(para pegar a la nubes como si fuera lluvia), y palitos (como los
de las perchas), cartones (de cajas de ravioles para que no se
doblen las figuras). El tiempo de preparación de los elementos
con los cuáles se va a bailar es importante por que es un
momento en que los niños se ayudan unos a otros, y deciden
cómo va a ser la coreografía. En este «hacer» se ponen en
práctica las actitudes que trabajamos en los encuentros de
catequesis: colaboración, no buscar ser el primero, preocuparse
por el que necesita ayuda, descubrir qué necesita el otro... A
Dios lo podemos representar con un títere grande, o pedirle a
un maestro o un padre que lo represente.
 

2.- Pecado:

Cuando los chicos terminan la representación, se quedan


quietos unos instantes y después se coloca una música que
sugiera desorden. Todos se empiezan a mover y a mezclarse
durante unos minutos. También lo podemos acompañar con
luces de colores que se mueven rápidamente. Cuando termina
la música, todos se sientan y el guía dice:

- Guía: Todo lo que había creado Dios era bueno. Pero, el


hombre quiso ser más que Dios, quiso tener más poder.

Los primeros hombres no quisieron escuchar a Dios, y lo


desobedecieron. Entonces, el mal entró en el mundo y la
creación ya no fue lo que Dios había pensado.

(Pasan por el escenario dos chicos discutiendo, otros


peleándose por un juguete, otro contando dinero, otro
mirándose a un espejo... Estas situaciones se planean con
mismos chicos; luego se sientan y miran a los padres con cara
de tristeza o de enojo.)
 

3.- Dios promete un salvador

- Guía: Pero Dios (el que hace de Dios pasea entre los chicos),
no quería que sus hijos estuvieran tristes, no quería que
hubiera peleas, mentiras, o egoísmo en su corazón.

Por eso, les prometió un salvador, les dijo que enviaría a su hijo
para que todos pudieran ser amigos nuevamente.

Dios preparó un pueblo para que naciera Jesús, (todos los


chicos se ponen de pie y comienzan a caminar. Algunos llevan
carteles con nombres: Abraham, Moisés, Profetas, Jueces.) y
les hizo una promesa: Yo siempre seré su Dios, nunca los
abandonaré.

Después de muchos años, en un pequeño pueblo llamado


Belén, nació Jesús, el salvador. Los pastores y los reyes fueron
a visitarlo y adorarlo. Jesús nació para todos los hombres
viviéramos como hijos suyos. (Pegamos dos papeles madera, y
sobre ellos colocamos las siluetas de María, José y Jesús. El
pesebre se pega contra una pared de manera que se vea.
Todos se ubican mirando el pesebre y cantan un villancico.)
 

4.- Dinámica:

Armamos grupos entre padres y chicos. Antes de la fiesta los


chicos ya saben con quién va a estar en el grupo, y los padres
se ubican con los hijos.

- Guía: En pequeños grupos, vamos a pensar qué actitudes


tenemos que cambiar nosotros y cuáles se deben cambiar en el
mundo. Vamos a escribir oraciones pidiendo a Jesús que nos
perdone por las cosas que nos alejan de Dios. Cada grupo
puede escribir varias. Cada una se escribe en una hoja, y con
ella haremos avioncitos. Cuando yo les diga, vamos a comenzar
a tirarnos los avioncitos de grupo en grupo, y después, los
vamos a tirar hacia el escenario para colocar todas estas
peticiones a los pies de Jesús. A medida que nos llega un
avioncito, lo abrimos, lo leemos y lo volvemos a arrojar.

(Ponemos música de fondo. Mientras se tiran los avioncitos


hacia el escenario, el guía abre algunos y los lee en voz alta.
Después los coloca en una canasta a los pies del pesebre.)
 

5.- Padre misericordioso

- Guía: Jesús creció y fue anunciando por todos los pueblos la


buena noticia: Dios quiere perdonarnos. Para que pudíeramos
comprender el perdón de Dios, Jesús nos contó una parábola.

(Representación de la palabra del Padre Misericordioso. El guía


lee el texto de Lc. 15, 11-32 adaptándolo para que los chicos lo
puedan representar. Para que puedan participar todos los
chicos, se pueden agrupar de a tres, y todos lo van
representando, a través de gestos, al mismo tiempo.)
 

6.- Formamos nuevamente los grupos:

Cada grupo va a pensar qué va a cambiar en su vida a partir de


recibir el perdón de Dios. Siempre que recibimos un regalo de
Dios, es para que lo pongamos al servicio de los demás.
Nosotros vamos a recibir el perdón de Dios y la gracia que nos
ayuda a vivir como hijos suyos. ¿Qué le podemos ofrecer al
mundo, a nuestros familiares, a nuestros amigos para que todo
sea mejor? Escribimos lo que reflexionamos en una vela de
cartulina. El catequista tiene preparado un círculo azul que
representa la tierra y alrededor pega las velas que escribieron
los grupos.

Cada familia recibe una vela y juntos cantamos: «Puedes


encender una luz aunque sea pequeña», de Carlos Seoane, u
otra canción que nos hable de la esperanza o del amor de Dios.
En el círculo se escribe: Gracias Dios Padre por tu inmenso
amor y rezamos el Padrenuestro tomados de la mano.
 

7.- Despedida:

Nos despedimos hasta el día de la celebración de la primera


reconciliación.

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