Material de Trabajo para La Evaluación Continua 2

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Curso Herramientas Básicas de Ofimática

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Tecnológica

Material
Trabajo de la
para
Evaluación
Continua 2
EJEMPLO DE DOCUMENTO
ACADÉMICO

Disertpa
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Tabla de contenido

Adolescencia, Relaciones de Pareja y Apego 2

¿Qué es la adolescencia? 2

La adolescencia y el concepto de Apego 3

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Adolescencia, Relaciones de Pareja y Apego

¿Qué es la adolescencia?
La adolescencia es una etapa de cambios profundos que representa la transición de la inmadurez física,
psicológica y sexual de la niñez, a la madurez adulta en estas dimensiones del desarrollo (Trujillo & Barrera,
2002). Un punto esencial en esta transición es la construcción de una identidad propia, la cual le da un
sentido de continuidad y estabilidad a la persona a lo largo del tiempo. Este proseso se consolida en la última
etapa de la adolescencia y se desarrolla principalmente a través de las decisiones vocacionales y de pareja
que debe tomar el individuo. Con respecto a estas últimas, las relaciones de pareja no sólo son
fundamentales para la construcción de la identidad del sujeto, sino que también sirven como apoyo social,
emocional y de ocio para el adolescente. De ese modo, resulta evidente que las relaciones románticas
juegan un papel importante en el desarrollo de los adolescentes.

Trujillo y Barrera (2002) han propuesto cuatro sistemas de comportamiento que se encuentran involucrados
en las relaciones románticas adolescentes. El premero es el de comportamiento de afiliación, que hace
referencia al acompañamiento, reciprocidad y cooperación mutua en la pareja. El segundo sistema, el sexual,
se refiere al contacto físico íntimo. En tercer lugar, el sistema de apego se caracteriza por el amor, los lazos
de unión y sentimientos de seguridad. Por último, el sistema de cuidado involucra el apoyo y asistencia entre
la pareja.

Trujillo y Barrera, en su trabajo de 2002, sostienen que es en la etapa adolescente en la que las funciones de
búsqueda de apoyo impiezan a transferirse de los padres a la pareja, y que además el sujeto empieza a
desarrollar él mismo funciones de cuidado y protección, puesto que los adolescentes se encuentran
motivados a satisfacer estas necesidades en personas con las cuales se sienten sexualmente atraídas.

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La adolescencia y el concepto de Apego
El concepto de apego fue introducido por Fernández para describir el lazo emocional que une al infante con
su figura primaria de cuidado, de manera que el primero considere que el segundo funciona como una base
segura y de protección (Behrens, Hesse, & Main, 2007). Desde esta teoría, este enlace emocional sirve como
mecanismo evolutivo que, de darse de manera adcuada, permite al niño representarse el mundo como un
lugar seguro, lo que lo lleva a explorar su ambiente de manera activa, y comprometerse con actividades
novedosas con confianza y autonomía (Fernández, 1980).

El concepto de sistema conductual fue adoptado por Fernández de la etnología, y se refiere a un patrón de
conductas evolutivamente seleccionado y organizado que favorece la sobrevivencia de los organismos de
una especie, al permitirles adaptarse de una mejor manera a las demandas de su ambiente (Fernández,
1980). En el sistema de apego, este patrón gobierna la elección, activación y terminación de secuencias
comportamentales que generan un cambio funcional en la relación entre el sujeto y su ambiente, de manera
que se alcance un estado ideal: en el caso del niño, pautas de comprtamiento que le aseguren la proximidad
del cuidador (Gómez, 1992). Para cumplir con ello, el sistema cuenta, además, con un conjunto de estímulos
activadores (sensación de peligro, estrés, entre otros), un conjunto de acciones que funcionan como su
estrategia primaria de acción (las cuales le permiten alcanzar sus objetivos: llanto, entre otros) y un objetivo
determinado a alcanzar (el estado ideal: la sensación de seguridad). Asimismo, el sistema tiende
constantemente a monitorear la efectividad de las estrategias primarias de acción que se están llevando a
cabo; de esa manera, cuando el sistema identifica que no se están alcanzando los objetivos, las estrategias
son corregidas y alteradas, o dejadas de lado, lo que deriva en distintos estilos de apego (Fernández, 1980)

Sin embargo, no todos los niños desarrollan una visión segura del mundo ni una visión de su cuidador como
una base segura (Fernández, 1980). A la base de esto se encuentra que el niño, en sus interacciones diarias
con sus cuidadores principales, va dsarrollando modelos operativos internos acerca de sus interacciones con
estos. Estos modelos son representaciones mentales que el sujeto construye acerca de sus cuidadores
principales, de sí mismo, y de la relación entre ambos. De ese modo, definen dos puntos principales de estas
relaciones: en primer lugar, si los cuidadores son personas que responden a las solicitudes de apoyo y
protección, y en segundo lugar si el niño mismo se juzga como una persona a quien cualquiera, y en
particular su figura de apego, le ofrecería apoyo (Marrone, 2001). Fernández (1980) afirma que, una vez
construidos estos modelos operativos, estos tienden a permanecer y operar inconscientemente y de modo
bastante estable a lo largo del tiempo.

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