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-Una gran historia significa una historia que se orienta a lo general, que es capaz de
extrapolar los detalles, de rebasar la erudición y de captar lo vivo, con sus riesgos y peligros
y en sus más grandes líneas de verdad.
-Se necesitan grandes cataclismos, desgracias en que el hombre y los pueblos perciben
instintivamente el lago trágico del destino, para que la gran historia pueda arrojar sus luces,
convertidas entonces en necesarias y sin duda en bienhechoras.
-Tres realidades que afectan a la historia: acontecimiento, azar, lo social.
La historia enemencial
-Un acontecimiento es un hecho histórico. Pero un hecho notado: señalado a nuestra
atención, registrado, convertido de un modo u otro en visible para nuestra mirada, por una
luz tal vez fortuita, en medio de la masa de esos hechos innumerables que, a cada instante,
conforman la historia ideal y completa del mundo. Lo que decidirá su importancia no es el
ruido que haga su momento o el ruido que se haga en torno a él, sino las consecuencias que
se deriven o no de él. Consecuencias que son hijas del tiempo.
-Los acontecimientos son hombres, estos o aquellos hombres, uno que habla, otro que llega,
otro que escribe, etc. Hombres a los que separamos de los demás mientras que, sin esos
otros hombres, suelen ser poca cosa. El carácter humano o, hablando más concretamente, el
carácter individual del acontecimiento no aumenta su importancia. Y eso es todo lo que
quiero que retengamos de momento.
-Una de las fuerzas de este triunfo de lo evenemencial está precisamente en dejarnos creer
que el destino depende de nuestras voluntades; que, modesta o ilustre, nosotros forjamos
nuestra propia historia.
-Poder, por lo tanto, magia de los acontecimientos. Sin embargo, por cautivadores que sean,
no representan la historia entera del tiempo que pasa sino su superficie nada más. La
historia no es el relato de acontecimientos sin más. No es solamente la medida del hombre,
del individuo, sino de los hombres, de todos los hombres y de las realidades de su vida
colectiva.
-La historia evenemencial (categoría de la historia y no toda la historia), ejerce su encanto
exclusivo sobre ellos como sobre los contemporáneos.
-La historia no es solamente un relato, ni siquiera un relato de grandes acontecimientos; es
una explicación –y los grandes acontecimientos mismos hay que explicarlos, por pequeña
ciencia coyuntural que sea la historia.
-El acontecimiento no nos basta. Están buscando a su manera una verdad, otra historia, una
historia real y profunda.