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CASO 09

Justicia comunal, consuetudinaria o tradicional, como límite de la justicia común


(18.3)
Los ronderos de Junín detienen a un abigeo, Carlos Huamanchumo Sono, que ha hurtado
varias reses, aprovechando el pastoreo del ganado en las altas tierras comunales; conducido
al local de la comunidad campesina es sometido a juicio y sancionado a un mes de cadena
ronderil y trabajo a favor de los agraviados, imposiciones que se ejecutan plenamente, bajo
la atenta mirada de los comuneros y la ronda que los sirve.

1) ¿Podrá el fuero común perseguir a Carlos, luego de la actuación de la ronda y


la comunidad, imputándole delito continuado de hurto de ganado (189a- 49
CP)?

En primer lugar, se debe tener en cuenta la relación que existe entre la jurisdicción
de las rondas campesinas y el Derecho Penal, lo cual se constituye como un límite
objetivo a la actuación de la jurisdicción penal ordinaria. Ahora bien, con respecto a
la pregunta, El Estado y el ius puniendi no podrán intervenir en la administración de
justicia de las rondas campesinas. Por lo tanto, las rondas campesinas podrán
procesar a las personas que han cometido un delito por cuenta propia (función
jurisdiccional otorgada por la Constitución) sin que el Estado, sus fuerzas punitivas
y su jurisdicción ordinaria se interpongan. No obstante, el Derecho Penal solo
intervine cuando la jurisdicción especial conferida a las rondas campesinas se ejerce
de manera tal que termina vulnerando derechos fundamentales que configuran
bienes jurídicamente protegidos por el Estado. Entonces, frente a ello, el acto
delictivo (hurto de ganado) cometido por Carlos Huamanchumo Sono que
comúnmente sería analizado y juzgado bajo el Derecho penal; quedará sujeto bajo la
jurisdicción especial de las rondas campesinas, ya que solo le han sometido a una
cadena ronderil (desplazar por varios lugares al culpable del delito , para que así
todos los miembros de los centros poblados o caseríos lo conozcan y se valla
generando en él un escarmiento) y trabajo a favor de los agraviados; lo cual no se
estaría vulnerando ningún derecho Fundamental del acusado.
2) ¿Existe algún tratado internacional que se ocupa de la llamada justicia
comunal y del derecho de los pueblos originarios a contar con su propia
jurisdicción?
La justicia comunal, es definida según el autor Edgar Ardila Amaya, "como un
conjunto de instancias y procedimientos mediante las cuales, para situaciones de
controversia, se regulan los comportamientos legítimos a partir de normas propias de
una comunidad o contexto cultural específicos. Examinando esta definición claramente
se pueden establecer los rasgos característicos y elementos predominantes que
involucra el término justicia comunitaria: un grupo o comunidad, instancias y
procedimientos propios no creados por terceros, solución de controversias o lo que es
lo mismo la solución de conflictos generados en un entorno cultural determinado.
Cuando hablamos de justicia comunal estamos frente a un conjunto de reglas, métodos
y formas que persiguen la sanción de conductas reprochables, que son cometidas bien
sea por actos u omisiones y que estos son rechazadas por parte de la comunidad a la
cual pertenecen. En fin lo que busca este mecanismo de administración de justicia al
igual que cualquier otra institución jurídica es la de tratar de materializar los principios
morales y valores de una sociedad para una convivencia armónica entre ellos.
La Organización de los Estados Americanos (OEA), define a los medios alternativos
de resolución de conflictos como "al género de los métodos, medios y modalidades de
resolución de conflictos, contiendas y disputas”. Este medio alternativo de solución de
conflicto se constituye en una forma de administración de justicia desde y por la
comunidad, su característica intrínseca de comunitaria se deriva de su capacidad
regulatoria surgidas de las dinámicas de identidad y pertenencia a lo mismo, es decir
tiene muy en cuenta la identidad cultural de sus pobladores, sus usos y costumbres
propias para la impartición de la justicia más que las leyes formales escritas, aun
cuando deben observarlas y acatarlas pues este no se constituye en un procedimiento
totalmente autónomo de la justicia formal imperante, sino en una alternativa para que
toda la población independientemente de sus características y peculiaridades
especialísimas puedan acceder a la justicia efectiva.
Es importante señalar que la justicia comunal, es decir, la justicia impartida por las
autoridades de las comunidades campesinas y nativas, no fue una creación normativa
ni académica. Fue una respuesta a un sistema de justicia que no entiende las diferencias
culturales y que está ausente el mundo rural. Y es que las comunidades tienen serios
problemas para acceder a la justicia estatal

Asimismo, la justicia comunal antes no tenía reconocimiento en la norma, ni en la


constitución o en el marco legar. Pero en el año 1986, empezó a tomar reconocimiento
aunque sea con las carencias de conocimiento de los jueces, fiscales, policías y
abogados.

El primer reconocimiento no fue a la justicia comunal, sino a las rondas campesinas.


Nos referimos a la “Ley de reconocimiento de las Rondas Campesinas”, aprobada por
Ley No 24571, publicada el 7/11/86, y luego, se consolida el 15 de marzo de 1988, con
la aprobación del Reglamento de organización y funciones de las rondas campesinas,
pacíficas democráticas y autónomas, aprobada por D.S. No 012-88-IN

El artículo 149 de nuestra Constitución Política es la que constitucionalizará la justicia


comunal por primera vez señalando lo siguiente “ Las autoridades de las Comunidades
Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas campesinas, pueden ejercer las
funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el
derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la
persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha jurisdicción especial
con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder Judicial ”. Esto significa
que la norma más importante del ordenamiento jurídico, como es la Constitución Política,
reconoce a la justicia comunal como una de sus instituciones fundamentales.

Ante ello, en nuestro país, sí existe un tratado internacional que hace referencia a la justicia
comunal, pues el Perú respetuoso de los Tratados Internacionales, ratificó en 1994 el
Convenio N° 169 de la Organización Internacional de Trabajo – OIT sobre “Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes”, donde se reconoce el derecho de los
pueblos indígenas a su autoidentificación, al respeto a su identidad social y cultural,
costumbres y tradiciones, así como la preeminencia de las normas que otorgan más
derechos y ventajas a los pueblos indígenas, por lo que el Estado peruano debe
propender a condiciones favorables, a las Rondas Campesinas, a través de la presente
iniciativa. La justicia comunal también fue objeto de desarrollo por el Convenio 169 de
la OIT (Organización Internacional del Trabajo), norma que se incorporó en nuestro
ordenamiento jurídico el 2 de febrero del año 1995, luego de la firma y ratificación por
el Estado peruano.

Los artículos que se tomaron en cuenta fueron: el Artículo 8 lo cual nos manifiesta que
“[…] Dichos pueblos deberán tener el derecho de conservar sus costumbres e
instituciones propias, siempre que éstas no sean incompatibles con los derechos
fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos humanos
internacionalmente reconocidos. Siempre que sea necesario, deberán establecerse
procedimientos para solucionar los conflictos que puedan surgir en la aplicación de
este principio”, y el Artículo 9 donde nos señala que “En la medida en que ello sea
compatible con el sistema jurídico nacional y con los derechos humanos
internacionalmente reconocidos, deberán respetarse los métodos a los que los pueblos
interesados recurren tradicionalmente para la represión de los delitos cometidos por
sus miembros”.

Esto se trata de dos normas de rango constitucional, que reconocen la justicia comunal,
pero no con la claridad adecuada, sino de forma un tanto imprecisa. Estas deficiencias
ciertamente pueden ser corregidas a través de una interpretación sistemática desde la
Constitución, el acuerdo plenario, y las sentencias del Tribunal Constitucional.

Posteriormente y gracias al convenio se aprobó la Ley de Rondas Campesinas,


aprobada a través de la Ley No 27908, publicada el 6/01/03. La Ley No 27908 fue
reglamentada por el Decreto Supremo No 25-2003-JUS. Más que un desarrollo de la
función jurisdiccional es un desarrollo de las competencias de la justicia comunal en
general.

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