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La ilustración

Salón Marie-
Thérèse Rodet
Geoffrin

Fue uno de los


salones
preferidos para
las reuniones de
los ilustrados.
La Ilustración también criticó las enseñanzas de la Iglesia y a la institución
como tal. Las críticas a la doctrina se expresaron en dos posiciones:

• Ateísmo. Esta posición negaba la existencia de Dios.

• Deísmo. Era la reducción del papel divino al de principio ordenador del


universo. Esta fue la posición más extendida.

Las críticas a la Iglesia como institución se centraron en el excesivo control


sobre los fieles y la intromisión de esta en la sociedad. Los ilustrados
afirmaban que era la razón la que debía organizar las sociedades humanas.

La Iglesia católica no fue la única institución que recibió críticas, también


arremetieron contra la monarquía absolutista. Los ilustrados anhelaban un
sistema político que permitiera mayor participación de las personas y se
basara en la igualdad y la libertad.
Práctica: Resuelva los siguientes ejercicios
Otras características de la ilustración

Características de la Ilustración | El Optimismo


El hombre del siglo XVIII piensa que la naturaleza es una especie de máquina perfecta que lo hace todo bien donde no hay
errores, por lo tanto existen motivos para ser optimista.
Por otro lado, se considera que la historia supone la evolución progresiva de la humanidad, es decir, que el hombre con el
transcurso de los siglos se va perfeccionando continuamente, ya que va acumulando historia, por lo que llegará el momento en
que se logrará construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.

Características de la Ilustración | El Laicismo


La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa. Una cultura al margen del cristianismo, y en algunos aspectos
anticristiana. Esto tiene su explicación en cierto rechazo por parte de la Iglesia, de la forma de vida burguesa. La burguesía
constituye una clase que, desde su aparición, vive del comercio, del préstamo con interés y del lucro.

Todavía en el siglo XVIII nos encontramos con teólogos que consideraban al préstamo con interés como usura, con moralistas
que seguían hablando de ganancias ilícitas y con eclesiásticos que predicaban que era más fácil salvarse a un hombre dedicado
al ocio, que no al comerciante.

La disolución de la Compañía de Jesús


Las virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas, así los ilustrados nunca hablan de caridad (amor al prójimo por
amor a Dios), sino que emplean la palabra filantropía (amor al hombre por el hombre mismo).

El carácter no religioso de la Ilustración se nota también en las lecturas de la época. En el siglo XVII los libros que más se
editaban eran las vidas de santos y las obras de piedad, en cambio en el siglo XVIII las obras más editadas son de filosofía,
ciencias naturales y apenas libros religiosos.
La Ilustración – Siglo de las Luces | Formas de Difusión

El problema de la Ilustración es que solo caló entre un sector muy minoritario de la población, pero a pesar
de ello, intentaron difundir y extender sus ideas de muy diversas formas:

• Las sociedades científicas, literarias o artísticas y las academias, apoyadas por los poderes públicos.

• Las sociedades de amigos del país, establecidas normalmente en las principales ciudades y capitales de
provincia.

• Los Salones. Tertulias, cafés o reuniones de ilustrados para tratar sobre los más diversos temas.

• La Enciclopedia. Se elabora un diccionario ilustrado que recogía todo el conocimiento de la humanidad


hasta ese momento. Para la elaboración de la Enciclopedia se siguieron criterios estrictamente
científicos, lo que le acarreó la oposición de los sectores más reaccionarios de la sociedad y por su
puesto, la persecución eclesiástica, entrando a formar parte de los libros prohibidos por la iglesia.
Principales pensadores de la ilustración

Montesquieu: Teorizó sobre la división de poderes (Ejecutivo, Judicial y Legislativo). Siguiendo las teorías de
Locke, considera que el hombre debe buscar la Libertad y para alcanzarla, es necesario limitar el poder de los
príncipes absolutistas.

Voltaire: Indagó en la libertad de pensamiento y abogó por una nueva religión (deísmo) que sustituyese a las
reveladas (cristianismo, judaísmo, islamismo, etc). Repudió el excesivo poder del clero y propugnó una religión
basada en la razón y el respeto, alejada del fanatismo y la intolerancia. Fue partidario de un sistema parlamentario
que limitase el poder del monarca, así como de un profundo cambio en los valores de la sociedad de sus días.

Rousseau: Hizo hincapié en el estudio de la Naturaleza y las relaciones sociales entre los hombres. El Hombre es
bueno por naturaleza, pero la sociedad la corrompe y esclaviza, el hombre salvaje es feliz y libre, pero la
civilización nace de la propiedad privada y entonces aparece la desigualdad y la pérdida de libertad. Pensaba que
la educación constituía la mejor fórmula para desarrollar la bondad natural de las personas.
John Locke e Isaac Newton

A finales del siglo XVII ya estaba claro que la ciencia de Newton era una construcción estable, aceptada por todos, y Locke había
mostrado que la filosofía era fruto de las operaciones del espíritu humano, elaborando las impresiones más sencillas en complejos
sistemas de ideas.

Estas dos grandes construcciones, una científica y otra filosófica, habían ganado suficiente aceptación en toda Europa como para
convencer a los mejores hombres de que aquel era el camino para ordenar el mundo. En estas dos grandes hazañas el hombre de
primeros del siglo XVIII encontró el punto de apoyo para creer en sí mismo. Estas fueron las palancas de la nueva fe. La ciencia de
Newton mostraba que era posible extender el conocimiento del mundo.

La filosofía de Locke mostraba que esta expansión era posible desde las únicas fuerzas humanas. El conocimiento del mundo se
basaba en el autoconocimiento del hombre. El hombre, por fin, estaba solo y era responsable de sus obras. Conociendo sus
capacidades, podría usarlas de forma responsable, sin llevarlas más allá de sus límites. El hombre producía el orden desde sí
mismo.

Diderot y D´Alambert

En 1746, publica sus Pensamientos filosóficos, en los que proclama su deísmo naturalista, esta obra fue prohibida por el Parlamento
de París. Ese mismo año entró en contacto con el editor Le Breton, quien le encargó la dirección, compartida con D’Alembert, de la
Enciclopedia.

Durante más de veinte años, Diderot dedicó sus energías a hacer realidad la que fue, sin duda, la obra más emblemática de la
Ilustración, a la cual contribuyó con la redacción de más de mil artículos y, sobre todo, con sus esfuerzos por superar las múltiples
dificultades con que tropezó el proyecto.

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