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La Ilustración

El pensamiento ilustrado en el siglo


XVIII. Principales aportes a la política y
cultura occidental.
Prof. Mariano Fiore

“La Ilustración es el abandono por parte del hombre de su minoría de edad ...De ahí
que el lema de la Ilustración sea: ten la osadía de saber, de utilizar tu propia razón”.

¿Qué es la Ilustración? Immanuel Kant

La ilustración supone el despliegue histórico-práctico de aquel sujeto que se


autolegitimaba a sí mismo como sujeto pensante en la metafísica cartesiana y que en la
ilustración aparece como un sujeto activo de la historia, como un sujeto transformador
de la historia, como un artífice (Forster)
El siglo XVIII también es llamado “Siglo de las Luces”, de donde proviene el término
“Ilustración”. La luz de que se habla es la Razón, que es una de las creencias más
importantes e influyentes del siglo. La Ilustración y los ilustrados tienen una fe absoluta en
la razón humana, que se considera como unitaria, invariable e idéntica en todos los
hombres, pueblos y culturas. “La Razón ilumina la Humanidad”. Hacia 1740 Europa se
encontraba totalmente bajo el signo de la Ilustración. Irrumpía con carácter definitivo lo
que venía gestándose desde el renacimiento y el humanismo y se había mantenido en el
racionalismo del siglo XVII: los ilustrados proclamaban la autonomía del hombre en el
dominio de las ideas, el arte, de la ciencia, del derecho y de la política.

Podemos decir que la Ilustración realiza una síntesis entre las dos corrientes filosóficas más
importantes del siglo: el racionalismo y el empirismo. Esta característica es fundamental
para comprender el pensamiento del filósofo más importante de la Ilustración, Kant, cuya
filosofía se basa en un criticismo en el que se critican por medio de la razón los aspectos
negativos de ambas doctrinas: del racionalismo la metafísica, que deja de ser un
conocimiento científico, y del empirismo su actitud escéptica.
En términos generales la Ilustración representa una corriente espiritual racionalista-
escéptica que persigue la liberación de los prejuicios y de los argumentos de autoridad, a
la vez que busca una interpretación del mundo basada exclusivamente en el
conocimiento de la razón, de la experiencia y de la crítica científica.

Durante el siglo XVIII las ideas de la Ilustración no fueron simple especulación, sino que
influyeron intensamente sobre la vida pública y sobre las formas de gobierno. Los
soberanos, llevaron a la práctica el absolutismo ilustrado, buscando ante todo el bienestar
de sus súbditos. El derecho de gentes admitió la necesidad de respetar la vida y la
propiedad de todos los ciudadanos.

Dos rasgos fundamentales de la Ilustración

1- La crítica a la anterior tutela del pensamiento humano por la tradición y el dogma. Se


trata de liberar definitivamente a los hombres de cualquier sujeción externa, de
cualquier trascendentalismo, cualquier figura paterna .

2- La confianza exclusiva en la razón en el ámbito del conocimiento de la verdad y de la


configuración racional de la vida.
Antecedentes

Si hasta muy entrado el siglo XVII la cultura occidental estuvo profundamente influenciada por
el cristianismo, en la Ilustración del siglo XVIII se deshizo esta unidad de pensamiento. A partir
de entonces la vida del espíritu se desarrolló en gran medida independientemente de las
Iglesias. De todos modos las raíces de esta evolución son muy hondas. En el humanismo y en
el renacimiento el arte y la ciencia lograron desentenderse de la tutela dogmática de la iglesia.
En la Reforma se dio un paso más desde el momento en que ya no se hizo depender la
salvación del hombre de las doctrinas y ética de la iglesia, sino de la fe personal. La transición
a la concepción heliocéntrica del mundo impuesta por las ideas de Copérnico, Galileo , Kepler
y Newton representó la antítesis de una iglesia que veía en la Tierra el centro del universo.
Este último descubre la ley que rige la mecánica de los cuerpos celestes.
Dentro del campo de las matemáticas, Descartes sentaba las bases de la geometría analítica y
aportaba al desarrollo del racionalismo al enunciar la supremacía de la razón en su célebre
frase “pienso, luego existo”. De este modo instaura la duda metódica: sólo la razón indica lo
verdadero. Estas afirmaciones se basan en razonamientos matemáticos. En esta línea de
pensamiento es Francis Bacon quien crea el método científico: observación-
experimentación-verificación.
Fue a la vez el comienzo de un rapidísimo progreso de las ciencias de la naturaleza, que
superaron el nivel de la tesis para tratar de corroborarla. El experimento, el análisis, la
repetibilidad, la posibilidad de medir y de calcular los fenómenos de la naturaleza y de
reducirlos a leyes físicas gracias a las matemáticas sustituyeron al método de deducir la
concepción del mundo a partir de los dogmas de la iglesia.
Todos estos cambios de actitud religiosa coinciden con los saberes que el hombre de los
siglos XVII y XVIII adquiere en sus viajes a Persia, China, África, etc., donde viven personas
que conviven pacíficamente y que creen en Dios, aún cuando sus prácticas religiosas
adopten otras formas. Cambios que se fundan en una fe incondicional en la capacidad
cognoscitiva de la razón. Los ilustrados creen en el progreso, siempre que los hombres
actúen de acuerdo con los principios de la razón. Hasta las actitudes éticas quedan
desligadas de sus vinculaciones cristianas y se establecen en la referencia de un hombre
sustancialmente dotado para el bien.

En este programa radica la novedad de la Ilustración, que debe dirigir sus ataques
contra la Iglesia y el absolutismo, tanto más cuanto que ambos se apoyan en la
tradición y en Dios. Los ilustrados refieren la religión y el Estado al hombre, no al revés:
la Iglesia y el Estado están en función del hombre, no el hombre en función de ellos.
Queda así puesto de manifiesto el ataque político que los ilustrados dirigen contra el
absolutismo: desde el momento en que el soberano absoluto se siente “entronizado por
la gracia de Dios”, se instala una posición contraria a la Ilustración, según la cual el
monarca ocupa su puesto por y para sus súbditos. Esta divergencia entre la concepción
absolutista del Estado y la Ilustración se desarrolló en el siglo XVIII sobre un trasfondo
económico y social cuyos cambios la extremaron aún más.
Para los estados absolutistas de Europa la monarquía constituía la expresión de la
voluntad divina, mientras que los ilustrados entendían que el Estado se fundaba sobre un
pacto suscrito por los hombres con el fin de defender sus derechos e intereses naturales.
Hasta 1789 persistió en Europa esa contradicción entre la concepción absolutista del
Estado y la Ilustración; el despotismo o absolutismo ilustrado fue fruto del compromiso
que algunos soberanos suscribieron con las nuevas ideas. Dichos soberanos impusieron
sus reformas que señalaban el camino del futuro, mostrándose ellos como “primeros
súbditos del Estado”.

Ahora bien, en realidad las nuevas ideas sobre el hombre, y la convivencia humana donde
primero se impusieron fue en la tierra políticamente virgen de Norteamérica cuya
declaración de independencia del 4 de julio de 1766 y cuya constitución de 17 de
septiembre de 1787 sirvieron de pauta.

En Europa, sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVIII, a parte de la espléndida
manifestación del espíritu humano en las creaciones culturales de la Ilustración,
aparecieron cambios decisivos en el orden económico y social. Fue Inglaterra, primer país
europeo que conoció la revolución industrial donde tales cambios se manifestaron más
claramente. Pero en ninguna parte fue tan claro el cambio como en Francia que no pudo
resolver los problemas internos y se derrumbó bajo los embates de la Ilustración
ORIGEN Y NATURALEZA DE LA ILUSTRACIÓN

“La Ilustración es el abandono por parte del hombre de su minoría de edad ... De ahí que
el lema de la Ilustración sea: ten la osadía de saber, de utilizar tu propia razón”. En esta
respuesta suya al interrogante “¿qué es la Ilustración?” resume Immanuel Kant los dos
rasgos fundamentales de la misma: crítica a la anterior tutela del pensamiento humano
por la tradición y el dogma y la confianza exclusiva en la razón en el ámbito del
conocimiento de la verdad y de la configuración racional de la vida.

Los ilustrados se conocían los unos a los otros y sabían que se encontraban en el mismo
camino. El siglo XVIII fue el siglo de las academias, de las cartas, de los salones y de los
viajes. La correspondencia mantenida entre los ilustrados hizo posible su fuerte impulso.
Nunca jamás fue tan revolucionario y universal un movimiento espiritual que apelaba
exclusivamente al hombre. La Ilustración afectó a todas las esferas de la vida: religión,
ética, política, derecho, ciencia y economía.

La ilustración comenzó en los Países Bajos libres en el siglo XVII, donde pensadores
como: René Descartes o Spinoza encontraron un campo de operaciones relativamente
libre. Fue allí donde hasta muy entrado el siglo XVIII se imprimieron los libros que la
censura no autorizaba en otros países.
● A finales del siglo XVII la nueva ideología pasó a Inglaterra, donde la Ilustración incluye
nombres como: Hobbes, Locke, Hume, Adam Smith o Shaftesbury.

El empirismo de Bacon supuso el punto de partida del movimiento (considera la


experiencia sensible como la única fuente de nuestros conocimientos). Las ideas nuevas,
ideas liberales, comienzan a gestarse en Inglaterra a mediados del siglo XVII. Otros
precursores del movimiento que prosiguieron fueron Locke con su obra capital Ensayo
sobre el entendimiento humano y David Hume con su Tratado sobre la naturaleza
humana.

J. Locke es el precursor del liberalismo al afirmar en su libro Ensayo sobre el gobierno civil
(1690) que el hombre vivió en estado natural, sin ningún gobierno con libertad absoluta. El
hombre sólo debía respetar las leyes naturales; luego el hombre funda la sociedad civil y
delega los poderes en el gobierno. Así el gobierno abusa de su poder faltando al contrato
social establecido. Establece, también, que el gobierno no debe imponer una religión, sino
tolerar todas. Este pensador se constituye en el padre de la teoría liberal y sus ideas
políticas y filosóficas influyen con fuerza en los pensadores franceses del siglo XVIII (los
ilustrados).

Hume funda exclusivamente sobre la experiencia el estudio científico de la naturaleza


humana y el análisis. Limita la posibilidad del conocimiento humano a la esfera de lo
sensible. Lo que de ninguna manera es observable o experimentable no puede ser objeto
de la ciencia, con su empirismo nace la ciencia moderna.
●Por las mismas fechas la Ilustración pasó a Alemania y a Francia. En Alemania
quedaron integrados entre otros, Christian Wolf, Thomasius, Gottsched y Kant.
(no nos detendremos en ellos)

● Sin embargo, la Ilustración se centro fundamentalmente en Francia, donde a


mediados del siglo XVIII adquirió un carácter político totalmente nuevo. Junto a
Voltaire, y además de Diderot y D'Alanbert, editores del diccionario de la
Ilustración, la Encyclopédie, aparecieron pensadores tales como Montesquieu,
Rousseau, Quesnay o Turgot, profundamente comprometidos con la política y la
sociología. Por aquel entonces la Ilustración pasó de la teoría a la práctica, del arte,
de la filosofía, de la literatura, de la teoría de la sociedad y del estado a la política,
al derecho, a la economía y a la praxis.
El siglo de las Luces es el siglo de las revoluciones

1º) Ciertos acontecimientos históricos tuvieron una gran influencia y sentaron las bases de la nueva
sociedad capitalista. Destaca sobre todo la invención de la máquina de vapor que iba a marcar el inicio de
la Revolución industrial (h.1760) y la proclamación de Adam Smith de los principios de la economía
libre de mercado (librecambismo). Estas ideas simbolizaron el inicio de la transformación hacia el
liberalismo económico o capitalismo, en el que se produce un enfrentamiento entre las dos nuevas
clases sociales: la burguesía, propietaria de los medios de producción, y el proletariado, que aporta la
fuerza del trabajo a cambio de un salario y unas condiciones laborales generalmente pésimas. Es un
“trabajo alienado” en el que el obrero no se realiza como persona, es una simple pieza de fábrica.
Sin embargo, algunos filósofos de la época, como Hobbes y Locke están a favor de este liberalismo
capitalista, y afirman que se basa en un individualismo o egoísmo, pero que éste genera el bienestar y la
felicidad de todos.

2º) La proclamación de la independencia de los Estados Unidos de América (1776) va a originar una de
las nuevas creencias políticas del mundo contemporáneo: la Soberanía del Pueblo, que como poseedor
del poder puede tomar las riendas del gobierno y participar en él acabando con la tradición
monárquica absolutista (Antiguo Régimen).

3º) La Revolución Francesa (1789) supone la proclamación de los derechos: libertad, igualdad y
fraternidad; derecho a la propiedad privada y resistencia a la opresión, y un derecho fundamental
como es la libre comunicación de los pensamientos y opiniones. Así mismo en el gobierno debe darse
la separación de poderes. Sin embargo estos ideales no llegaron a convertirse plenamente en
realidades.
La Ilustración es la crítica que adopta la burguesía frente al orden ya establecido. Las
características de la Ilustración son las siguientes:

1-Racionalismo
2-Búsqueda de la felicidad -(ver vinculación con el progreso)
3-Creencia en la bondad natural del hombre
4-El Optimismo
5- El Laicismo

1- Características del Racionalismo Ilustrado

La razón humana, que se considera como unitaria, invariable e idéntica en todos los
hombres, pueblos y culturas, los iguala (en potencia).
Como se ha dicho antes con la Ilustración se da enorme importancia a la razón,
criterio por el cual, el hombre puede comprenderlo todo a través de su
inteligencia. Sólo es real lo que puede ser entendido por la ciencia. Aquello que no
sea racional debe ser rechazado como falso e inútil.
La razón y el progreso, constituyen el camino para alcanzar la felicidad. Sirve de guía
frente a la superstición, el fanatismo religioso y la ignorancia. El autor que criticó con
mayor vehemencia la intolerancia y el fanatismo de la religión de su tiempo
fue Voltaire (ya profundizaremos más adelante)
Este tratamiento de la razón tuvo sus fuentes de inspiración en la filosofía de Descartes,
basada en la «duda metódica», cuya primera regla del método era «la evidencia
indubitable» y en las leyes generales de la Física de Newton

Del carácter racionalista de la Filosofía de la Ilustración se desprende que:

a) El ámbito de la ciencia coincide con el de la filosofía. Hay un gran interés por la ciencia.

b) Los principales objetos de investigación de la filosofía son: Dios, Alma y Mundo (trilogía del
Racionalismo).

c) Una idea importante en la Ilustración es la de Progreso, por la cual la Historia se concibe como algo que
se realiza en un proceso ascendente que cada vez está más cercano a la perfección de la vida y de la
sociedad humana. Los símbolos de este progreso natural son el desarrollo científico y técnico.

d) El interés por la Teoría del Conocimiento. En su epistemología, Kant realiza una síntesis de racionalismo
y empirismo mediante la crítica de la razón, tribunal que analiza los límites y las posibilidades del
conocimiento.
Mientras que la física y las matemáticas son saberes científicos que progresan y que tienen leyes
universales, la metafísica no puede ser una ciencia porque excede los límites del conocimiento científico.
e) En la Teoría de la Sociedad surge el Contractualismo o Teoría del Contrato Social, que
afirma que la sociedad no es natural, que los hombres no son seres sociales por
naturaleza, sino que los individuos desde un estado natural e individual se asocian por
necesidad. Esta asociación que da lugar a la sociedad se hace mediante un pacto o
contrato social (Ver Rousseau más adelante)

f) La Moral había estado dictada desde la teología y el absolutismo de estado. La


Ilustración rechaza estas fuerzas, ya que la moral no debe estar supeditada a ni a la
religión ni a la política, sino que las normas de conducta deben ser propuestas por cada
individuo por medio de la razón. Es esta una ética científica, universal y necesaria. Kant
propuso esta ética en su teoría del Formalismo moral.
2-La felicidad para el hombre ilustrado es un derecho que tiene el individuo, no
puede ser un don divino como recompensa a las buenas acciones o a una conducta
recta. La felicidad se debe alcanzar en la Tierra.

«El ciudadano tiene todo el derecho a ser feliz y es una responsabilidad de los
gobernantes conseguirlo».
Se tiene la convicción de que la Naturaleza ha creado al hombre para que sea feliz.
Pero de acuerdo con la mentalidad burguesa, esta felicidad para que sea
auténtica, debe basarse en la propiedad privada, la libertad y la igualdad.

Cuando los ilustrados citan la igualdad, no hacen referencia a la igualdad económica,


sino a la política y legal, es decir, igualdad ante la ley y la justicia
3- Creencia en la bondad natural del hombre

El hombre por naturaleza es bueno, todo ser humano nace bueno y libre, sin
embargo todo lo tradicional le oprime hasta que poco a poco la sociedad termina por
corromperlo, destruyendo es naturaleza con la que nace.
Rousseau aboga por la tesis del buen salvaje, por la cual cualquier ser humano en
estado primitivo, es cándido y bueno pero es la cultura y la sociedad quienes le
pervierten, llevándole hacia una vida de vicios, a la amoralidad y al desorden en
todos los sentidos.
Una reflexión que concluye con una sentencia sobre la diferencia de un hombre en
estado primitivo como ser con una moralidad superior frente al hombre civilizado.
Esta teoría chocaba con la creencia tradicional que abogaba porque el hombre es
malo porque siempre supeditará su propio bienestar frente al de los demás. El
hombre salvaje comete crueldades y hará lo que sea necesario por su supervivencia,
incluidos actos violentos.
4- El optimismo

El hombre del siglo XVIII piensa que la naturaleza es una especie de máquina perfecta que
lo hace todo bien donde no hay errores, por lo tanto existen motivos para ser optimista

Por otro lado, se considera que la historia supone la evolución progresiva de la


humanidad, es decir, que el hombre con el transcurso de los siglos se va perfeccionando
continuamente, ya que va acumulando historia, por lo que llegará el momento en que se
logrará construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.

Ricardo Forster explica:


“Es la razón la que despliega sobre el mundo su capacidad intelectiva, su capacidad de
indagación. En este sentido, la ilustración implica un optimismo de la razón. Un optimismo de la
voluntad, pero de una voluntad que sabe que puede iluminar las oscuridades del mundo, a través
del entendimiento, a través de la razón desplegada como fuerza, como ciencia, como mecanismo de
transformación.

… La tradición ilustrada supone el triunfo momentáneo, quizás efímero, fugaz, del


optimismo racional. Supone el despliegue histórico-práctico de aquel sujeto que se autolegitimaba a
sí mismo como sujeto pensante en la metafísica cartesiana y que en la ilustración aparece como un
sujeto activo de la historia, como un sujeto transformador de la historia, como un artífice. Por eso
aparece la imagen del hombre, el hombre emancipado; por eso yo hablaba de autonomía: la
autonomía frente a todo trascendentalismo; autonomía frente a toda verdad exterior. La verdad es un
movimiento de la propia conciencia”.
Aparece la concepción de la historia como progreso. En la medida en que el futuro es
convertido en tierra de promisión, en la medida en que la evolución histórica marcha
hacia un estado de felicidad, la idea de progreso es el sustrato, el motor de la historia.

Esta es la idea de la ilustración: la historia está por hacerse, el futuro está por
concretarse.

De esta nueva idea de Historia vinculada al ideal de progreso se desprende que en el


siglo XIX se va a caracterizar por las revisiones de la historia de periodos y lugares que
antes eran desestimados. Aparece como consecuencia una revisión del pasado nacional .
Comienzan a publicarse numerosos libros de historia.
5- El laicismo

En la Filosofía de la Religión se intenta aproximar al hombre a la religión desde un punto de vista racional,
pero eliminando todo lo sagrado. Surge así la doctrina del Deísmo, teoría religiosa que afirma la existencia
de Dios como creador del mundo. Es una religión racional, sin dogmas ni ritos ni textos sagrados. Dios
existe sólo como creador del mundo pero no podemos conocer sus atributos.
Esta postura triunfó en la Ilustración y supuso un intento de unificación de la religión.

La ilustración comienza a mirar con otros ojos a la religión. Aparecen unas nuevas corrientes entorno a los
sentimientos religiosos como son el deísmo y el ateísmo, donde se pone en alerta el excesivo poder de la
iglesia, la educación estaba en manos de la iglesia, el poder económico de la iglesia y como ésta se
inmiscuía en los asuntos políticos.
La iglesia vista desde un punto de vista científico y mas en un siglo que se caracteriza por el poder de la
razón. Nuevos interrogantes se plantean, la religión frente a la ciencia, el hombre del siglo de las
luces rechaza las viejas creencias y reclama pruebas empíricas de los dogmas religiosos. La religión
empieza a considerarse como una cuestión personal, el hombre tiene un compromiso con
Dios, abandonado las imposiciones dogmáticas que la iglesia imponía. La ilustración abogaba por la
pluralidad y la tolerancia ante cualquier tipo de religión o dogma.
Surgen las contradicciones entre la fe y el conocimiento, teniendo a la ética como la meta que todas las
religiones deben tener.

El deísmo aboga por la existencia de Dios pero rechaza la religión, su creencia dependerá tanto de la
naturaleza como del método científico. Se trata de conocer a Dios a través de la razón y la observación.
Dios no interviene en los designios del mundo, el mundo sólo obedece a las leyes naturales.
Enfrentada a esta posición se sitúan las religiones más tradicionales como el cristianismo, judaísmo,
budismo o el islam, quienes siguen pensando en un Dios que interviene en los asuntos terrenales, capaz
de obrar milagros.
La Ilustración es la primera cultura laica de la historia de Europa. Una cultura al margen
del cristianismo, y en algunos aspectos anticristiana. Esto tiene su explicación en cierto
rechazo por parte de la Iglesia, de la forma de vida burguesa. La burguesía constituye una
clase que, desde su aparición, vive del comercio, del préstamo con interés y del lucro.

Las virtudes cristianas son transformadas en virtudes laicas, así los ilustrados nunca
hablan de caridad (amor al prójimo por amor a Dios), sino que emplean la palabra
filantropía (amor al hombre por el hombre mismo).

El carácter no religioso de la Ilustración se nota también en las lecturas de la época. En el


siglo XVII los libros que más se editaban eran las vidas de santos y las obras de piedad, en
cambio en el siglo XVIII las obras más editadas son de filosofía, ciencias naturales y
apenas libros religiosos.
Immanuel Kant
Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la
ciencia, el derecho, la epistemología, la moral, la
religión, la política y la historia habiendo logrado,
inclusive, una síntesis entre el empirismo y el
racionalismo. Aceptando que si bien todo nuestro
conocimiento empieza con la experiencia, no todo
procede de ella, dando a entender que la razón juega
un papel importante.

Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el


significado mismo de la vida serían completamente
subjetivos si no hubiesen sido subsumidos por la razón
pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia,
nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.

●Crítica de la razón práctica, centrada en la ética


(doctrina de la virtud y doctrina del derecho)

● Crítica del juicio, donde investiga acerca de la estética


y la teleología; juicio estético es no lógico, subjetivo y
desinteresado --> Universalizable.
● Crítica de la razón pura, calificada generalmente como un punto de inflexión en la
historia de la filosofía, en la que investiga la estructura misma de la razón. Asimismo se
propone que la metafísica tradicional se puede reinterpretar a través de la
epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos cuando entendemos y
relacionamos la fuente con los límites del conocimiento.

Idealismo trascendental: Llamo trascendental a todo aquel conocimiento que se basa


no tanto en los objetos como en la manera que tengo de conocerlos, en tanto que sea
posible, a priori”. La Filosofía de Kant es un idealismo, porque el sujeto conoce en las
ideas o imágenes mentales (como defendían el Racionalismo y el Empirismo). Pero es
trascendental porque se centra en la forma como el sujeto impone sus condiciones a la
realidad, es decir, consigue construir su conocimiento de ella. Este es el “giro
copernicano” de Kant. En consecuencia, Kant distingue entre el FENÓMENO (lo que
aparece en la mente) y el NOÚMENO (la realidad en sí misma, que es incognoscible).
En su doctrina del idealismo trascendental, Kant argumentó que el espacio y el tiempo
son meras "formas de conocer" (intuiciones) que estructuran toda experiencia y, por lo
tanto, si bien las "cosas en sí mismas" existen y contribuyen a la experiencia, no obstante
son distintas de los objetos de la experiencia.
Veremos las ideas de los ilustrados franceses más importantes:
Voltaire (François-Marie Arouet)
Los principios de la Ilustración se encuentran perfectamente expuestos en las obras del
pensador que más influyó en la Europa de su tiempo: Voltaire (pensamiento analítico,
ideas racionales combativas y fomento del bienestar humano). Voltaire insiste en que,
en su pensamiento, el hombre no debe dejarse guiar por los juicios recibidos
(prejuicios) de los poderes históricos (dogma de la iglesia católica) y por las opiniones
de la sociedad o del estado, sino que debe someter a la prueba de la razón todo lo
existente y todo lo recibido

Voltaire es el prototipo de la Ilustración francesa. Su crítica de la situación de su país le


llevo a la cárcel y al destierro. Su obra literaria, que comprende más de cincuenta
volúmenes, incluye prácticamente todos los géneros literarios. En todos sus escritos se
repiten las mismas ideas: exigencia de la tolerancia, condenación de la superstición,
repulsa de toda institucionalización eclesial de la religión. Políticamente defendía la
monarquía y era enemigo del gobierno del pueblo; no pensó que el progreso pudiera
venir del pueblo por medio de una revolución. La libertad que defiende es la del
pensamiento y no aceptaba la idea roussoniana de la igualdad de todos los hombres.
Voltaire, por ejemplo, plantea esta idea: una estructura política restringida, un
movimiento de reestructuración de las conciencias, que es muy lento y por lo tanto, no
puede proponer una ilustración generalizada. Todos los hombres pueden aspirar a la
ilustración, pero no todos lo consiguen. De ahí que la tarea del filósofo ilustrado, de
este libre pensador, sea precisamente ampliar el dispositivo ilustrado, pero teniendo
conciencia de los límites de la propia ilustración.

Para Voltaire habría un camino paralelo, un derrotero de alguna manera paralelo, entre
un individuo que puede ser libre, que privadamente puede ser autoconciente, que
puede haber trabajado meticulosamente su capacidad racional, su entendimiento, pero
que en términos políticos globales está sujeto a la autoridad del soberano, que es una
individualidad externa a esas autonomías privadas . Voltaire es aún un monárquico.
Jean-Jacques Rousseau
Una posición contraria a la de Voltaire es la de Jean-Jacques Rousseau, que propone
la necesidad de ampliar el juego democrático, la necesidad de la autonomía de la
conciencia que revierte sobre la emancipación general; que no hay emancipación
general sin autonomía individual; que no hay autonomía individual sin emancipación
general.

En Rousseau no hay delegación. Hay construcción común, a partir de la


individualidad, de un orden político, una voluntad general.

Rousseau propone la necesidad de ampliar el juego democrático, de un orden político


instaurado en la equivalencia de las individualidades, que se funden en el interior de
la voluntad general. La voluntad general no es una delegación, sino el movimiento del
pueblo, de la conciencia popular, que se hace cargo de la historia.
Jean- Jacques Rousseau defiende una forma de asociación que consiga para los
individuos la igualdad y la libertad. Propugna la soberanía del pueblo, una radical
democracia basándose en el principio de que todos los hombres son iguales, libres y
buenos por naturaleza. Es la sociedad mal estructurada la causante de la maldad de
los hombres. Su amor a la naturaleza y su optimismo a cerca de la bondad del
hombre preludian el romanticismo

En el estado de naturaleza el hombre según Rousseau era bueno por naturaleza, y


vive feliz y libre en una especie de paraíso natural, en el que no existe la propiedad
privada, ya que tanto ésta como el trabajo son comunes. El hombre no vive
sometido a leyes, sino que se rige según la costumbre y la tradición. No existe una
ética racional con normas morales, sino que la ética consiste en un emotivismo
moral basado en los sentimientos, fundamentalmente en la compasión hacia el
prójimo.
Otras características del hombre en el estado de naturaleza son la igualdad natural,
ya que todos los hombres son iguales y sólo se diferencian en características
naturales, y la perfectibilidad, es decir, el hombre trata de hacer las cosas lo mejor
posible. A partir de aquí van a comenzar los problemas: enfrentamientos sociales,
desigualdad civil, aparición de la propiedad privada que según Rousseau es la
fuente de todos los males y problemas, ambición, deseos de poder, falsas
apariencias y en definitiva todo aquello que da lugar a la degradación del hombre
en sociedad.
Ante esta situación todos los hombres van a realizar un pacto o contrato social en el que se
renuncia a la libertad de la naturaleza con el objeto de llegar a la “Voluntad General” cuyo
fin es el bien común de la mayoría.

La organización política del estado se hace por medio de una asamblea democrática, en la
que participa el pueblo como soberano. Las decisiones allí tomadas no son sólo
mayoritarias sino que deben buscar el interés general, nunca el particular de unos pocos.
Así el individuo debe acatar la Voluntad General que emana de la asamblea aunque no
coincida con sus propios intereses.
Esta soberanía popular es indivisible (no hay división de poderes), debe tomar decisiones
de todo tipo, es “inalienable”, ya que el poder no se delega en unos representantes, sino
que nosotros mismos nos representamos, infalible, ya que no se equivoca en sus decisiones
debido a que se rige por la Voluntad General, que es recta y justa y da lugar a decisiones
que siempre tienden a la utilidad de la mayoría.

Por último, Rousseau dice que hay que buscar un nuevo modelo de educación que se base
en principios naturales: amor a la naturaleza, búsqueda del individualismo (la educación
depende de cada uno), fundamentar el odio a la burguesía y sus valores culturales, educar y
desarrollar la sensibilidad y no la razón, y prohibir la enseñanza religiosa. Es, en definitiva,
una educación natural cuyo objetivo es formar individuos que tengan autonomía y sean
capaces de autoabastecerse.
Montesquieu, El espíritu de las leyes, obra en la que el autor, siguiendo el modelo
inglés, propugna para su país la triple división del poder (legislativo, ejecutivo y
judicial).

Montesquieu resalta la objetividad porque su intención fue la de elaborar un tratado


sistemático sobre las sociedades humanas, es decir, que realizó un tratado de
sociología enfocado hacia el derecho y las formas de gobierno que existen en cada
sociedad humana

Pero Montesquieu no quiere establecer las pautas a seguir en un modelo único o


universal de sociedad; no cree en una sociedad ideal, sino que es consciente de la
diversidad que ha existido a lo largo de la historia y también existe en la actualidad de
su tiempo. Para comprender tal diversidad y averiguar las leyes que rigen esa
diversidad en las sociedades, Montesquieu hace una mezcla de metodología científica
con un análisis histórico comparativo.
Con lo que acabamos de decir, podríamos resumir que la obra analiza las distintas
formas de gobierno y leyes (naturales y positivas) que pueden establecerse en las
sociedades; de cómo éstas se moldean por la actuación del hombre; y de cómo este
último se ve influenciado en su actuar por los agentes externos (el clima, la
extensión geográfica de su país, etcétera).
Montesquieu se propone analizar las tres formas de gobierno existentes (bajo su concepto)
para desentrañar cuáles son sus correspondientes naturalezas y principios. Principios
entendidos como esas leyes que se desprenden de su naturaleza y que inspiran a las leyes
normativas.
° República: Dentro de esta forma de gobierno se distinguen a su vez otras dos: la
democracia y la aristocracia. La naturaleza de la república consiste en que el sujeto de poder
es todo el pueblo (democracia) o algunas familias (aristocracia). El principio que mueve y
hace obrar a la República es la “virtud política”, entendida como el amor a la patria, a la
igualdad y a la moderación.
° Monarquía: su naturaleza consiste en que el príncipe tiene todo el poder, pero gobierna
conforme a las leyes (normativas) establecidas y con ayuda de poderes intermediarios
subordinados (nobleza). Considera que sin la existencia de esas leyes ni de la nobleza,
estaríamos ante el Despotismo. Su principio es el honor, o sea el prejuicio de cada persona o
clase social, que consiste en exigir preferencias y distinciones. “Esta condición, que es
perniciosa en una república, tiene buenos efectos en la monarquía y da vida a este gobierno.
No es peligrosa, porque siempre puede ser reprimida”.
° Despotismo: su naturaleza consiste en que una sola persona gobierna a su capricho y
conforme a su voluntad, sin ninguna ley ni regla. Su principio es el temor, el cual debilita
todas las virtudes (principio de la república) y anula todo sentimiento de ambición (principio
de la monarquía). “En los estados despóticos no hay leyes fundamentales, ni menos depósito
de leyes. De aquí proviene que en estos países la religión tiene ordinariamente tanta fuerza y
constituye una especie de depósito o de permanencia. Y si no es religión, son las costumbres
que allí se veneran en lugar de leyes”.
La república es el gobierno más adecuado para los pequeños estados.

La monarquía es la forma idónea para los estados con una extensión territorial
mediana.

El despotismo es la forma de gobierno más usual en los grandes imperios.


Conclusión a la que llega después de haber estudiado el despotismo del este de
Europa y de Asia.

La idea de Montesquieu fue la de elaborar un tratado sistemático sobre las


distintas formas de gobierno y las leyes que más les convienen para que perduren
en el tiempo, es decir, que pretendía elaborarla desde la más estricta objetividad;
pero nada más lejos de la realidad ya que también deja entrever en su obra sus
preferencias al tratar los distintos temas y las distintas posibilidades, en un tono
más despectivo respecto de aquellas opciones que no consideraba tan
recomendables. Así, el autor muestra sus preferencias al intentar buscar un
sistema político que permitiese el progreso de la convivencia y una concepción
burguesa del mundo, eludiendo los peligros del desmesuramiento o exceso que
conlleva la corrupción. Es este un sistema político que asegura la Libertad
individual.
Unas buenas leyes políticas son las que ordenan correctamente la Separación de
Poderes. Estos poderes son el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Toman su nombre
de las funciones que desempeñan y cada uno tiene un titular distinto. Es muy
importante establecer bien esta separación de poderes y sobre todo respecto del
ejecutivo, ya que su desequilibrio conduce a la tiranía.

Las estructuras políticas particulares deben ser dinámicas. A nivel del estado esto se
consigue nutriendo a los órganos de gobierno con representantes elegidos por el
pueblo. La fórmula más adecuada es el bicameralismo.

Todos estos criterios anteriores son los propios de un gobierno moderado que es el
que tiene por principio la virtud (política), pero también hay que poner límites a la
virtud para que el gobierno no se autocorrompa.

Con estas bases del sistema político que prefiere Montesquieu, debemos entender
por lo que leemos más tarde en la obra que es un sistema político que tiene como
forma de gobierno la república, ya que es la única que tiene por principio la virtud, la
única con cámaras legislativas formadas por representantes del pueblo elegidos por
el mismo y al única que necesita controlarse a sí misma por medio de las leyes
políticas que a su vez ordenen la correcta separación de poderes
FORMAS DE DIFUSIÓN EN LA ILUSTRACIÓN

El problema de la Ilustración es que solo caló entre un sector muy minoritario de la


población, pero a pesar de ello, intentaron difundir y extender sus ideas de muy diversas
formas:

●Las sociedades científicas, literarias o artísticas y las academias, apoyadas por los poderes
públicos.

●Las sociedades de amigos del país, establecidas normalmente en las principales ciudades
y capitales de provincia.

●Los Salones. Tertulias, cafés o reuniones de ilustrados para tratar sobre los más diversos
temas.

●La Enciclopedia. Se elabora un diccionario ilustrado que recogía todo el conocimiento de


la humanidad hasta ese momento.
Para la elaboración de la Enciclopedia se siguieron criterios estrictamente científicos, lo que
le acarreó la oposición de los sectores más reaccionarios de la sociedad y por su puesto,
la persecución eclesiástica, entrando a formar parte de los libros prohibidos por la iglesia.
En Inglaterra surge la idea de agrupar en un libro y por orden alfabético todos los
conocimientos humanos. Al principio del siglo XVIII ya eran numerosas las
enciclopedias conocidas en Europa. Ello despierta un gran interés en los libreros de
París y encargan la traducción de la enciclopedia inglesa de Chambers a los filósofos
Diderot y D´Alambert.

Ellos concibieron la idea de redactar una obra cuyo principal objetico era la difusión
de las nuevas ideas ilustradas. Así aparece la Enciclopedia Encyclopédie raisonée des
Sciences et des Arts (Diccionario razonado de las ciencias, de las Artes y los oficios),
entre 1751 y 1765, completada en 1764 con el Dictionnaire philosophique, de
Voltaire. Comprende 28 tomos. La Enciclopedia posee un considerable carácter
tendencioso ya que se consideró a la Enciclopedia como el más efectivo instrumento
de propaganda filosófica. Colaboraron en la redacción los más importantes
intelectuales de la época, entre ellos Rousseau y Montesquieu.
Las ideas ilustradas van a erosionar el campo de las artes en el Antiguo Régimen.
Algunas instituciones van a modificarse siguiendo el espíritu racional y democrático
de la Ilustración. También las ideas ilustradas van a crear las primeras obras de
nuevas disciplinas vinculadas a las artes. Veremos brevemente 5 aportes del Siglo
de la Luces al campo del arte.

1- El Salón de París . Se abre con el nombre de Exposición de Arte Oficial de la


Academia de Bellas Artes de París en 1725. Desde 1737 las exposiciones son
públicas.

2- Se consagra como una nueva rama de la filosofía la Estética. Las obras más
importantes son las del filósofo alemán Alexander Gottlieb Baumgarten (1714-1762)
En su trabajo Meditaciones filosóficas sobre algunas cuestiones de la obra
poética (1735) introdujo por primera vez el término «estética»; con éste designó la
ciencia que trata del conocimiento sensorial que llega a la aprehensión de lo bello y
se expresa en las imágenes del arte, en contraposición a la lógica como ciencia del
saber intelectivo. A los problemas del conocimiento sensorial consagró su trabajo
inacabado Estética (t. I, 1750; t. II, 1758). El término por él introducido respondía a
las necesidades de la investigación en esta esfera del saber y alcanzó amplia difusión.
Otros autores como Kant o el inglés Edmund Burke publican en la década de 1750
textos fundacionales de la disciplina.
3- Surge la Crítica de Arte.

Denis Diderot es considerado el primer crítico de arte moderno, por sus comentarios sobre
las obras de arte expuestas en los salones parisinos, realizados desde 1725 . Estos
salones, abiertos al público, actuaron como centro difusor de tendencias artísticas,
propiciando modas y gustos en relación al arte, por lo que fueron objeto de debate y
crítica. Diderot escribió sus impresiones sobre estos salones primero en una carta escrita
en 1759, siendo el punto de arranque del género.

4- Surge, al calor de los nuevos discursos sobre la historia , los primeros textos de la
Historia del Arte. El papel destacado es el alemán Johann Joachim Winckelmann
Su obra maestra, la Geschichte der Kunst des Altertums (Historia del arte de la Antigüedad),
publicada en Dresde en diciembre de 1764, con fecha de 1763, pronto fue reconocida
como una contribución importante para el estudio de las obras de arte de la Antigüedad.
5- Después de la Revolución francesa de 1789 arte: el régimen democrático populariza las
artes. El primer paso, en dirección a la democratización del consumo artístico, fue la creación
del primer museo Central de París: el Louvre, en el año 1793, con el acervo de las obras
extraídas de colecciones principescas y reales requisadas por el nuevo Estado. El pueblo,
hasta entonces privado del arte desde la edad Media -desde que la propiedad colectiva se
transforma en propiedad individual-, tuvo libre acceso a las mejores producciones de los
maestros antiguos protegidos hasta entonces por la monarquía centralizadora y absolutista.

Con la creación del Museo del Louvre se buscaba educar al pueblo, mejorarlo y enriquecerlo
con su belleza. Se produjo de esta manera el primer paso para la democratización del arte.
Por otro lado, las exposiciones de arte fueron concebidas con un espíritu más liberal. En el
periodo anterior a 1789, las muestras anuales de la Academia se limitaban a los artistas
franceses académicos de renombre y el jurado se hallaba interesado en mantener la
competencia artística dentro de los límites más estrechos posibles para que la minoría
privilegiada se beneficiara con los encargos oficiales o particulares. La Academia constituía
un cenáculo cerrado que se defendía de la intromisión de la gente independiente. Luego, en
el periodo posterior a 1789 la Asamblea revolucionaria resolvió autorizar la exposición de
artistas franceses y extranjeros, miembros o no de la institución, en un salón anual. Esta
decisión implicó el primer paso hacia la libre manifestación de los temperamentos artísticos-
algo que sucedería gradualmente después del magisterio y dictadura de los davidianos.
Como resultado de la Revolución francesa aparecieron tres nuevas formas de
comunicación del artista con el gran público:

● El museo, como propiedad colectiva.

● El salón oficial, que se abría periódicamente a las vastas multitudes.

● Las exposiciones individuales, que ampliaban la circulación del arte.

De este modo, el contacto entre la producción del artista con el público masivo tuvo
una trascendencia sin precedentes.

Durante el desarrollo de la asignatura vamos a ver la importancia que tuvieron estas


nuevas disciplinas e instituciones en el campo artístico “moderno”.

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