0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
21 vistas1 página
La oración agradece a Dios por estar presente en la eucaristía y pide fuerza para educar a los hijos en la fe y compartir sus primeras comuniones y confirmaciones. Además, renueva los votos del bautismo y promete vivir como buen cristiano, defender los derechos de Dios y la Iglesia, y establecer el reino de paz de Jesús en todo el mundo.
Descripción original:
Título original
1. Monición final - Misa de las familias 24-11-2019
La oración agradece a Dios por estar presente en la eucaristía y pide fuerza para educar a los hijos en la fe y compartir sus primeras comuniones y confirmaciones. Además, renueva los votos del bautismo y promete vivir como buen cristiano, defender los derechos de Dios y la Iglesia, y establecer el reino de paz de Jesús en todo el mundo.
La oración agradece a Dios por estar presente en la eucaristía y pide fuerza para educar a los hijos en la fe y compartir sus primeras comuniones y confirmaciones. Además, renueva los votos del bautismo y promete vivir como buen cristiano, defender los derechos de Dios y la Iglesia, y establecer el reino de paz de Jesús en todo el mundo.
Al final de esta celebración, queremos Señor agradecerte que te hayas hecho
presente en el sacramento de la eucaristía, y te pedimos que nos des la fuerza necesaria para poder educar a nuestros hijos en la fe, para que juntos podamos compartir algún día con ellos su primera comunión y su confirmación, y así proclamar que Tú eres el único rey del universo, entregándote nuestras vidas para que Tú las guíes y las protejas.
Por eso queremos alabarte y darte gracias rezando esta oración:
¡Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal
Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado Ejerce sobre mí todos tus derechos Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz. Amén.