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En el Común de mártires y en el Común de santos y santas, todas las

oraciones que se proponen para los varones pueden también usarse para las
mujeres, cambiando el género.

En cada uno de los Comunes, los textos redactados en singular pueden ser
empleados para varios, cambiando el número. Del mismo modo los textos en
plural se pueden aplicar para uno solo, cambiando el número.

Las Celebraciones que se proponen para determinados tiempos y


circunstancias, utilícense en los mismo tiempos y circunstancias.

COMÚN DE LA DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA

EN EL ANIVERSARIO DE LA DEDICACIÓN

I. En la misma iglesia dedicada

Antífona de entrada     Sal. 67, 36


Tú eres admirable, Señor, desde tus santuarios.
El Dios de Israel concede a su pueblo el poder y la fuerza.
¡Bendito sea Dios! (T. P. Aleluia).

Se dice Gloria.

Oración colecta
Dios nuestro, que cada año nos permites celebrar
el aniversario de la dedicación de tu santo templo,
escucha las oraciones de tu pueblo,
concédenos ofrecerte en este lugar un culto puro y verdadero
y recibir los frutos de tu redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Se dice Credo.

Antífona de comunión     Cf. 1 Cor 3, 16-17


Ustedes son templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en ustedes.
El templo de Dios es sagrado y ustedes son ese templo. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
que el pueblo consagrado a ti
reciba la alegría y los frutos de tu bendición,
para que comprenda que se ha hecho realidad en su interior
el misterio celebrado en este día.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Fuera de la iglesia dedicada

Antífona de entrada     Cf. Ap 21, 2


Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
que descendía del cielo y venía de Dios,
embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.
(T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Ap 21,3


Esta es la morada de Dios entre los hombres.
Él habitará con ellos, ellos serán su pueblo,
y él mismo será su Dios. (T. P. Aleluia).

Se dice Gloria.

Oración colecta
Dios nuestro, que construyes un templo eterno para ti
con las piedras vivas que son tus elegidos,
multiplica en tu Iglesia la gracia que le has dado,
para que tu pueblo fiel continúe edificando la Jerusalén celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que te has dignado llamar esposa a tu Iglesia,
concede a los fieles congregados en tu nombre
que pueda venerarte, amarte y seguirte,
y, guiados por ti, alcanzar la vida eterna prometida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Antífona de comunión     Cf. 1 Pe 2, 5
Como piedras vivas,
ustedes son un edificio espiritual y un sacerdocio santo. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Mt 21,13; Lc 11,10


Dice el Señor: Mi casa será llamada casa de oración;
en ella, el que pide, recibe; el que busca, encuentra;
y al que llama, se le abrirá. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Dios nuestro, que manifiestas en tu Iglesia
un signo visible de la Jerusalén celestial;
te pedimos que, por la participación en este sacramento,
seamos transformados en templo de tu gracia
y lleguemos a la morada de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

COMÚN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Estas Celebraciones se dicen también en la conmemoración de santa María


en sábado y en las Misas votivas de la Virgen María. En todas estas
oraciones, donde dice «conmemoración» puede decirse en su
lugar «memoria» si parece conveniente.

I. Tiempo durante el año

Estos formularios pueden usarse, según las normas, también en tiempo de


Cuaresma, donde se realice alguna celebración de la Santísima Virgen
inscrita en el calendario propio.

Antífona de entrada
Te saludamos, santa Madre de Dios,
porque diste al mundo al Rey que gobierna para siempre el cielo y la tierra.

Oración colecta
Señor Dios, concédenos gozar de la salud del alma y del cuerpo
y, por la intercesión de la santísima Virgen María,
líbranos de las tristezas de este mundo
y danos la eterna alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc 11, 27


Feliz la Virgen María,
que llevó en su seno al Hijo del Padre eterno.

Oración después de la comunión


Después de recibir los sacramentos celestiales,
te suplicamos, Dios nuestro,
que cuantos nos alegramos en la celebración
de la santísima Virgen María,
a ejemplo suyo, colaboremos dignamente
en el misterio de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Tú eres feliz, Virgen María,
porque llevaste en tu seno al Creador del universo.
Engendraste al que te creó, y para siempre permaneces virgen.

Oración colecta
Padre misericordioso,
ayúdanos en nuestra debilidad
para que, al celebrar a la Santa Madre de Dios,
su intercesión nos libre de todo pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Lc 1, 49
El Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas;
su nombre es santo.

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro,
en esta celebración de la Madre de tu Hijo,
te pedimos que la participación
en los misterios de la redención eterna
nos conceda experimentar la abundancia de tu gracia
y nos lleve a la plenitud de tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Jdt 13, 18.19


El Señor, el Dios altísimo, te ha bendecido a ti, Virgen María,
más que a todas las mujeres de la tierra.
Él ha engrandecido tanto tu nombre,
que los hombres no dejarán de alabarte.

Oración colecta
Te pedimos, Padre,
por la intercesión de la Santísima Virgen María,
que quienes la veneramos en esta gloriosa conmemoración
merezcamos participar, también,
de la plenitud de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc 1, 48


Me llamarán feliz todas las generaciones,
porque Dios miró con bondad la pequeñez de su servidora.

Oración después de la comunión


Alimentados con estos dones,
te pedimos, Padre, que podamos confesar
con las palabras y las obras,
a quien recibimos en la eucaristía,
tu Hijo, nacido de la Virgen María.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Antífona de entrada     Cf. Sal. 44, 13.15.16


Los pueblos más ricos buscan tu favor.
La llevan ante el rey, con séquito de vírgenes;
con gozo y alegría, van entrando en el palacio real.
Oración colecta
Señor Dios nuestro, perdona los pecados de tus hijos,
y, ya que no podemos agradarte con nuestras obras,
concede que seamos salvados
por la intercesión de la Madre de tu Hijo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión
Alaben al Señor nuestro Dios,
porque en María, su servidora, manifestó su misericordia,
como lo había prometido a su pueblo Israel.

Oración después de la comunión


Alimentados con el sacramento de la salvación y de la fe,
te pedimos, Padre,
que celebrando con devoción a Santa María Virgen,
merezcamos participar, con ella, de tu amor eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Lc. 1, 28.42


Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre.

Oración colecta
Dios nuestro, que entre los pobres y los humildes
elegiste a la Virgen María, para ser la Madre del Salvador;
concédenos que, como ella,
podamos ofrecerte una fe sincera
y pongamos sólo en ti la esperanza de nuestra salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Sal. 86, 3; Lc. 1, 49


Virgen María, de ti se han dicho maravillas,
porque el Todopoderoso he hecho en ti grandes cosas.

Oración después de la comunión


Padre nuestro, por este sacramento concede a tu Iglesia
recorrer con entusiasmo el camino del Evangelio,
hasta alcanzar aquella paz gloriosa
de la cual goza para siempre la Virgen María,
tu humilde servidora.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Floreció el tronco de Jesé: la Virgen concibió a Dios y al hombre;
Dios restituyó la paz para reconciliar en sí el cielo y la tierra.

Oración colecta
Te suplicamos, Dios nuestro,
que nos ayude la gloriosa intercesión
de la santísima Virgen María,
y, librándonos de todo peligro,
nos conceda vivir en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Sal 44, 3


La gracia se derramó sobre tus labios,
por ello el Señor te ha bendecido para siempre.

Oración después de la comunión


Concédenos, Padre,
a quienes hemos recibido el alimento celestial,
que siguiendo el ejemplo de la Virgen María
te sirvamos con una vida pura
y con ella cantemos tus alabanzas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Antífona de entrada     Cf. Lc 1, 47-48
Dijo María: Mi espíritu se alegra en Dios mi salvador,
porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora.

Oración colecta
Dios nuestro, que elegiste el seno virginal de María
como digna morada de tu Hijo,
concédenos, con su ayuda,
participar con profunda alegría de esta celebración.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Lc 2, 19
María conservaba estas cosas
y las meditaba en su corazón.

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro, te pedimos
que cuantos hemos recibido el alimento espiritual,
a ejemplo de la Virgen María,
te sirvamos siempre en tu Iglesia
y experimentemos el gozo de tu amistad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Eres feliz, santa Virgen María, y digna de toda alabanza,
porque de ti nació el sol de justicia, Jesucristo, nuestro Señor,
por quien fuimos salvados y redimidos.

Oración colecta
Dios todopoderoso, concede a tus fieles,
confortados por la protección de la santísima Virgen María,
que por ella seamos librados de los males de este mundo
y alcancemos las alegrías del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Antífona de comunión     Cf. Lc 1, 48
Dios ha mirado con bondad la pequeñez de su servidora;
en adelante todas las generaciones me llamarán feliz.

Oración después de la comunión


Alimentados con el sacramento de la salvación,
te pedimos, Padre,
que cuantos celebramos la fiesta de la Virgen María virgen,
la Madre de Dios,
merezcamos recibir los frutos de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Tiempo de adviento

Antífona de entrada     Cf. Is 45, 8


Envíen los cielos el rocío de lo alto,
y las nubes derramen la justicia.
Ábrase la tierra y brote el Salvador.

O bien:     Cf. Lc 1, 30-32


El ángel dijo a María: Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo
y será llamado Hijo del Altísimo.

Oración colecta
Dios todopoderoso,
que por el anuncio del ángel hiciste que tu Verbo
se encarnara en el seno virginal de María,
concédenos, a cuantos creemos en su maternidad divina,
gozar siempre de su intercesión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que elegiste a la Virgen María
para que fuese la Madre del Salvador,
dando así cumplimiento a tus promesas,
concédenos seguir los ejemplos
de aquella que te agradó en su humildad
y nos benefició con su obediencia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Is 7, 14
Una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y lo llamará con el nombre de Emmanuel.

Oración después de la comunión


Dios y Señor nuestro,
te pedimos que los sacramentos recibidos
nos otorguen siempre tu misericordia
y, por la encarnación de tu Hijo Jesucristo,
danos la salvación a quienes celebramos fielmente
la conmemoración de su Santísima Madre.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

III. Tiempo de Navidad

Antífona de entrada
La madre ha dado a luz al Rey, cuyo nombre es eterno;
tiene el gozo de ser madre y el honor de la virginidad.
No ha habido otra igual a ella, ni la habrá jamás.

O bien:
Virgen Madre de Dios,
aquél a quien el mundo no puede contener, estuvo en tu seno,
para hacerse uno de nosotros.

Oración colecta
Dios nuestro, que por la fecunda virginidad de María
otorgaste a los hombres la salvación eterna,
concédenos experimentar la intercesión de aquélla
por quien recibimos al autor de la Vida,
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Dios nuestro, que quisiste que el Verbo eterno
naciera del seno de la Virgen;
te pedimos por la intercesión de Santa María,
que el esplendor de su presencia ilumine nuestras tinieblas
y su plenitud nos conceda la alegría y la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc 11, 27


Feliz la Virgen María
que llevó en su seno al Hijo del Padre eterno.

Oración después de la comunión


Alimentados con el Cuerpo y la Sangre
de tu Hijo, hecho hombre por nosotros,
te rogamos, Padre, que estos sacramentos
recibidos con alegría en la celebración de la Virgen María,
nos hagan partícipes de la divinidad de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

IV. Tiempo Pascual

Antífona de entrada     Cf. Sal 29, 12


Tú, Señor, convertiste mi lamento en júbilo,
me quitaste el luto y me vestiste de fiesta. Aleluia.

Oración colecta
Dios nuestro, que has alegrado al mundo
por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María,
alcanzar los gozos de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión
Alégrate, Virgen Madre,
porque Cristo ha resucitado del sepulcro. Aleluia.

Oración después de la comunión


Fortalecidos por los sacramentos pascuales, te pedimos, Padre,
que cuantos hemos celebrado la conmemoración
de la Madre de tu Hijo,
manifestemos en nuestra carne mortal la vida nueva de Jesucristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

COMÚN DE MÁRTIRES

I. Fuera del tiempo pascual

A. Para varios mártires

Antífona de entrada
Gozan con Cristo en el cielo los santos que siguieron sus pasos.
Derramaron la sangre por su amor,
y por eso se alegran con Cristo para siempre.

O bien:
Los santos derramaron su sangre por el Señor,
amaron a Cristo en su vida, lo han imitado en su muerte
y por eso merecieron la corona de gloria.

Oración colecta
Señor Dios, escucha nuestras súplicas
en la celebración del martirio de los santos N. y N.,
y concédenos imitar con gozo su constancia en la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Lc 22, 28-30


Dice el Señor: ustedes son los que han permanecido siempre conmigo
en medio de mis pruebas.
Por eso yo les confiero el Reino,
y ustedes comerán y beberán en mi mesa.
O bien:
Esta es la gran recompensa que reciben los Santos junto a Dios:
Ellos murieron por Cristo, y vivirán eternamente.

Oración después de la comunión


Dios nuestro, que en los santos mártires
manifestaste admirablemente el misterio de la cruz,
concédenos por tu bondad
que, fortalecidos por este sacrificio,
permanezcamos fielmente unidos a Cristo
y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Sal 33, 20-21


Los justos padecen muchas tribulaciones,
pero el Señor lo libra de ellas.
Él cuida todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.

O bien:     Cf. Ap. 7, 14; Dan 3, 95


Estos son los que vienen de la gran tribulación;
ellos han lavado sus vestiduras
y las han blanqueado en la sangre del Cordero.
Entregaron sus cuerpos al suplicio por amor de Dios
y merecieron poseer la corona de gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno
que otorgaste a los santos N. y N.
la gracia de dar la vida por amor a Cristo;
ven en ayuda de nuestra debilidad con tu poder divino
para que, así como ellos no vacilaron en morir por ti,
nosotros podamos confesarte valientemente
con el testimonio de nuestra vida.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 13
Dice el Señor: no hay amor más grande
que dar la vida por los amigos.

O bien:     Lc 12, 4
A ustedes, mis amigos, les digo: no teman a quienes los persiguen.

Oración después de la comunión


Alimentados con el Pan celestial,
que hace de nosotros un solo cuerpo en Cristo,
te pedimos, Dios nuestro,
la gracia de no separarnos nunca de su amor
y, a ejemplo de tus santos mártires N. y N.,
superar con valor todas las adversidades
por aquel que tanto nos amó.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

Antífona de entrada     Cf. Sal 36, 39


La salvación de los justos viene del Señor,
él es su refugio en el momento del peligro.

O bien:     Cf. Sab 3, 6-7.9


El Señor probó a sus elegidos como oro en el crisol
y los aceptó como un holocausto.
Por eso brillarán cuando Dios los visite,
porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.

Oración colecta
Te pedimos, Padre,
que el triunfo de tus mártires nos llene de alegría,
nos fortalezca en la fe
y su fraterna intercesión nos consuele.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Te pedimos, Padre,
que la oración de los santos mártires N. y N.
interceda por nosotros ante ti
y nos mantenga firmes en la confesión de tu verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mc. 8, 35


Dice el Señor: el que pierda su vida por mí y por el Evangelio,
la salvará.

O bien:     Cf. Sab 3, 4


Aunque a los ojos de los hombres padecieron tormentos,
la esperanza de sus elegidos estaba colmada de inmortalidad.

Oración después de la comunión


Padre y Señor nuestro, conserva en nosotros tu gracia,
y, por los dones recibidos
en la fiesta de los santos mártires N. y N.,
concédenos la salvación y la paz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Sal 33, 18


Los justos clamaron,
y el Señor los escuchó y los libró de todas sus angustias.

O bien:
Por la alianza del Señor y la ley de nuestros Padres,
los Santos de Dios perseveraron en el amor fraterno;
mantuvieron un mismo espíritu y una misma fe.

Oración colecta
Dios nuestro, cada año nos alegras con la fiesta
de los santos mártires N. y N.,
concédenos bondadosamente, a quienes conmemoramos su victoria,
la gracia de imitar también su fortaleza en el sufrimiento.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Dios nuestro, que diste generosamente la gracia del martirio
a tus santos N. y N.,
por su intercesión, perdona nuestros pecados
y líbranos de toda adversidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     2 Cor 4, 11


Estamos siempre enfrentando la muerte por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

O bien:     Mt 10, 28
Dice el Señor: No teman a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma.

Oración después de la comunión


Padre Santo, por estos sacramentos celestiales,
recibidos en la conmemoración de los santos mártires N. y N.,
concédenos la abundancia de tu gracia
para que, con el ejemplo de su glorioso combate,
aprendamos a ser fuertes en la paciencia
y a alegrarnos con una santa victoria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
La sangre de los mártires
fue derramada por Cristo en la tierra;
por eso alcanzaron la recompensa eterna.

O bien:     Cf. Sab 3, 1-2.3


Las almas de los justos están en las manos de Dios,
y no les afectará ningún tormento.
A los ojos de los insensatos parecían morir, pero ellos están en paz.

Oración colecta
Padre misericordioso,
concédenos crecer en la fe,
para que, así como los santos mártires N. y N.
la confesaron hasta su muerte gloriosa,
a nosotros nos justifique perseverando fielmente en la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Te pedimos, Señor,
que las ofrendas presentadas en la conmemoración
del triunfo de los santos mártires N. y N.,
enciendan nuestros corazones con el fuego de tu amor
y nos obtengan la perseverancia necesaria
para alcanzar la recompensa prometida.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Rm 8, 38-39


Ni la muerte ni la vida,
ni criatura alguna podrá separarnos jamás del amor de Cristo.

O bien:     Mt 10, 30.31


Todos sus cabellos están contados.
No teman, pues, porque ustedes valen más que muchos pájaros.

Oración después de la comunión


Señor nuestro,
alimentados con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo único,
en la conmemoración de tus santos mártires N. y N.
concédenos permanecer contigo por la caridad,
vivir de ti y caminar siempre hacia ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Para un mártir

Antífona de entrada
Este santo combatió hasta la muerte en defensa de la ley de Dios
y no temió las amenazas de los impíos: estaba arraigado sobre roca firme.

O bien:     Cf. Sab 10, 12


El Señor lo puso en un duro combate, para que venciera;
pues la sabiduría es más poderosa que todo.

Oración colecta
Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
que concediste a san N.
superar los tormentos del martirio,
concédenos, a quienes celebramos su triunfo,
no sucumbir nunca a los ataques del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 16, 24


Dice el Señor: El que quiera seguirme,
que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga.

Antífona de comunión     Cf. Mt 10, 39


Dice el Señor: el que pierda su vida por mí, la encontrará.

Oración después de la comunión


Señor nuestro, que los sacramentos recibidos
nos concedan aquella fortaleza que dio a tu mártir san N.
la fidelidad en tu servicio
y la victoria en su pasión.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Este mártir derramó su sangre por amor a Cristo;
no temió las amenazas en el juicio y alcanzó el reino de los cielos.

O bien:     Cf. Flp 3, 8.10


Todo lo consideró como desventaja
comparado con el conocimiento de Cristo
y la comunión con sus padecimientos,
hasta hacerse semejante a Él en la muerte.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que diste a san N. la gracia de luchar hasta la muerte
por practicar la justicia;
concédenos, en virtud de sus ruegos,
soportar por tu amor todas las adversidades
y caminar con valentía hacia ti, que eres la vida verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 5


Yo soy la vid, ustedes los sarmientos;
el que permanece en mí y yo en él, da mucho fruto.

O bien:     Jn 8, 12
El que me sigue no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida, dice el Señor.

Oración después de la comunión


Renovados por los sagrados misterios,
te pedimos, Padre,
que, imitando la constancia admirable del mártir san N.,
podamos alcanzar la recompensa eterna prometida
a los que perseveran hasta el fin.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Durante el tiempo pascual

A. Para varios mártires

Antífona de entrada     Cf. Mt 25, 34


Vengan, benditos de mi Padre,
y reciban en herencia el reino que les fue preparado
desde el comienzo del mundo. Aleluia.

O bien:     Cf. Ap 7, 13-14


Los que están revestidos de túnicas blancas
son los que vienen de la gran tribulación;
lavaron sus vestiduras en la sangre del Cordero. Aleluia.

Oración colecta
Dios todopoderoso,
que diste a los santos mártires N. y N.
la gracia de entregar su vida
por amor a tu Palabra y por el testimonio de Jesús;
te pedimos que, por la fuerza del Espíritu Santo,
nos enseñes a permanecer fieles en la fe
y fuertes en la confesión de tu nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios nuestro, que nos das la perseverancia en la fe
y la fortaleza en la debilidad;
concédenos, por el ejemplo y la intercesión de los mártires N. y N.,
participar de la pasión y resurrección de tu Hijo único,
y así alcanzar, con tus santos, la alegría eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Ap 2, 7


Al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida,
que se encuentra en el paraíso de Dios. Aleluia.

O bien:     Cf. Sal 32, 1


Aclamen, justos, al Señor;
es propio de los buenos alabarlo.

Oración después de la comunión


Padre, en este divino banquete
hemos celebrado la victoria de los santos mártires N. y N.;
te pedimos que, alimentados con el Pan de Vida,
nos ayudes a vencer en la lucha,
y, como a los vencedores,
nos permitas comer del árbol de la vida en el paraíso.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Ap. 12, 11


Estos son los santos que han vencido por la sangre del Cordero,
y no amaron tanto su vida como para rechazar la muerte;
por eso reinan con Cristo para siempre. Aleluia.

O bien:     Cf. Mt 25, 34


Alégrense los santos en presencia del Cordero;
el Reino les fue preparado desde el comienzo del mundo. Aleluia.

Oración colecta
Dios nuestro, concédenos celebrar con alegría
la fiesta de tus santos mártires N. y N.,
quienes derramaron su sangre gloriosa por ti,
y, por tu gracia, confesaron con valentía
la pasión y resurrección de tu Hijo unigénito.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. 2 Tim 2, 11-12


Si hemos muerto con Cristo, viviremos con él;
si somos constantes, reinaremos con él. Aleluia.

O bien:     Cf. Mt 5, 12
Alégrense y regocíjense,
porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo. Aleluia.

Oración después de la comunión


Alimentados con el pan de la vida
en esta conmemoración de los santos mártires N. y N.,
te pedimos humildemente, Padre,
que nos confirmes siempre en tu amor
y que podamos llevar una vida nueva.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Para un mártir
Antífona de entrada     Cf. 4 Esd 2, 35
La luz eterna brillará para tus santos, Señor,
y ellos vivirán para siempre. Aleluia.

O bien:
Este es el hombre que no fue abandonado por Dios el día de la prueba;
fue coronado porque permaneció fiel en los mandatos del Señor. Aleluia.

Oración colecta
Dios nuestro, que para embellecer a tu Iglesia
otorgaste la gloria del martirio a san N.;
concédenos, en tu bondad,
que así como él imitó la pasión del Señor,
también nosotros, siguiendo sus pasos,
podamos alcanzar la felicidad eterna.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Jn 12, 24


Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo;
pero si muere, da mucho fruto.

O bien:     Sal 115, 15


Es valiosa a los ojos del Señor
la muerte de sus santos. Aleluia.

Oración después de la comunión


Padre y Señor nuestro, en esta celebración
hemos recibido con alegría tus dones celestiales;
te pedimos que, cuantos anunciamos
la muerte de tu Hijo en el divino banquete,
merezcamos participar de su resurrección y de su gloria
junto con los santos mártires.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

III. Para misioneros mártires

A. Para varios misioneros mártires

Antífona de entrada     Cf. Gal 6, 14; 1 Cor 1, 18


Sólo nos gloriaremos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
El mensaje de la cruz es fuerza de Dios para nosotros,
que hemos sido salvados. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios omnipotente y misericordioso,
por la predicación de los santos mártires N. y N.
infundiste el conocimiento de tu Hijo
en los corazones de los pueblos;
te pedimos humildemente que, gracias a su intercesión,
los confirmes en la fe que recibieron.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt 5, 10
Felices los son perseguidos por practicar la justicia,
porque a ellos les pertenece el Reino de los cielos. (T. P. Aleluia).

O bien:     Mt 10, 32
Dice el Señor: Al que me reconozca abiertamente ante los hombres,
yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Saciados con el pan del cielo,
te suplicamos, Padre,
que, a ejemplo de los santos N. y N.,
imprimas en nuestros corazones
los signos del amor y de la pasión de tu Hijo,
y nos permitas gozar siempre de tu paz.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.

B. Para un misionero mártir

Antífona de entrada     Cf. Flp 2, 30


Este santo alcanzó la muerte entregando por la vida de Cristo,
exponiendo su vida en el servicio. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios omnipotente, te pedimos que aprendamos a imitar,
con entrega sincera, la fe que animó a san N.,
quien por su generosidad mereció alcanzar la corona del martirio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mc. 8, 35


Dice el Señor: el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.

Oración después de la comunión


En la celebración de este banquete celestial, te pedimos, Padre,
que la conmemoración del martirio de san N.
nos estimule a seguir el ejemplo de su fe
y nos ayude su oración.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

IV. Para una virgen mártir

Antífona de entrada
Sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen valiente,
ofrenda de pureza y castidad. (T. P. Aleluia).

O bien:
Feliz santa N., virgen, que, negándose a sí misma y tomando la cruz,
siguió al Señor, esposo de las vírgenes y príncipe de los mártires (T.
P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que nos alegras cada año
en la conmemoración de santa N.,
te pedimos humildemente
que nos ayuden los méritos de quien nos alienta
con el ejemplo de su castidad y fortaleza.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Ap 7, 17
El Cordero que está en medio del trono
los conducirá hacia los manantiales de agua viva. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro,
que has querido contar a santa N. entre tus elegidos
por la doble victoria de la virginidad y el martirio,
concédenos, por el sacramento,
la gracia de superar con valentía todos los males
y alcanzar la gloria celestial.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

V. Para una santa mujer mártir

Antífona de entrada
El reino de los cielos pertenece a las mujeres
que dieron testimonio con su vida,
lavaron sus vestiduras en la sangre del Cordero
y alcanzaron la recompensa del reino. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, cuyo poder triunfa en la debilidad,
en esta conmemoración de santa N.
te pedimos que nos concedas la gracia de la victoria final,
así como a ella la fortaleciste en el martirio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Cf. Ap 12, 11-12


Alégrense el cielo y cuantos habitan en él,
porque los santos mártires no amaron tanto su vida
que temieran la muerte. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Padre, en la conmemoración de santa N.
hemos participado con gozo de la eucaristía;
te suplicamos que nos permitas comprender debidamente
lo que celebramos mediante nuestro humilde ministerio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

COMÚN DE PASTORES

I. Para un Papa o un obispo

1
Antífona de entrada
El Señor lo eligió como sumo sacerdote,
y abriendo sus tesoros lo colmó de bienes. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Eclo 50, 1; 44, 16.22


Este Sumo Sacerdote durante su vida agradó al Señor:
Él lo hizo grande por su promesa para bien de su pueblo. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Para un Papa:
Dios todopoderoso y eterno,
que pusiste a san N. como guía de tu pueblo
para servirlo con la palabra y el ejemplo,
por su intercesión,
protege a los pastores de tu Iglesia
junto al rebaño que les has confiado,
y condúcelos por el camino de la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Para un obispo:
Dios nuestro, que has dado a tu Iglesia
un modelo de pastor bueno en san N.,
concédenos, por su intercesión,
poder descansar para siempre
en las verdes praderas de tu Reino.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 10, 11


El buen pastor dio la vida por sus ovejas. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro, te pedimos que estos sacramentos recibidos
acrecienten en nosotros el ardor de ese amor
que encendió a san N.,
y lo impulsó a entregarse con todas sus fuerzas
por el bien de la Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
2

Antífona de entrada     Cf. Eclo 45, 30


El Señor hizo con él una alianza de paz y lo constituyó jefe,
confiriéndole para siempre la dignidad sacerdotal. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Para un Papa:
Dios nuestro, que pusiste a san N.
como pastor de toda la Iglesia
y lo hiciste brillar por su sabiduría y santidad,
concédenos, a quienes veneramos sus méritos,
poder dar testimonio ante los hombres con las buenas obras
y glorificarte siempre por el amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Para un Papa:
Dios nuestro, que pusiste a san N. como sucesor de Pedro
y le confiaste el cuidado de toda la Iglesia,
con su intercesión, protege al rebaño que amas,
para que se encamine, por la caridad y la integridad de la fe,
a la patria celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Para un obispo:
Dios todopoderoso,
concédenos venerar la memoria del obispo san N.,
y así como él sirvió a su pueblo con la palabra y el ejemplo,
también nosotros podamos experimentar la ayuda de su intercesión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 21, 17


Señor, Tú lo sabes todo;
sabes que te quiero. (T. P. Aleluia).
Oración después de la comunión
Concédenos, Señor Dios,
la gracia de experimentar los frutos de estos dones,
recibidos en el día de la conmemoración de san N.,
y haz que nos ayuden en esta vida
y nos alcancen los gozos de la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Para un obispo

Antífona de entrada     Cf. Ez 34, 11.23-24


Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor,
y suscitaré un pastor que las apaciente:
Yo, el Señor, seré su Dios. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Lc 12, 42


Este es el administrador fiel y prudente,
a quien el Señor puso al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que elegiste al obispo san N. para que fuera pastor de tu pueblo;
por sus méritos e intercesión,
te pedimos que derrames sobre nosotros
la abundancia de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios todopoderoso y eterno,
que elegiste al obispo san N. como pastor de tu Iglesia,
concédenos que arraigue en nuestros corazones
lo que él nos enseñó inspirado por ti,
y que interceda ante tu misericordia
aquel que nos diste como protector en la tierra.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 16


Dice el Señor: No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes,
y los destiné para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero.
(T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Lc 12, 36-37


Felices los servidores a quienes el Señor,
cuando regrese y llame a la puerta, los encuentre velando. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Renovados por tus sagrados misterios,
te suplicamos humildemente, Señor,
que, a ejemplo de san N.,
nos esforcemos por proclamar lo que él creyó
y practicar lo que enseñó.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. 1 Sam 2, 35


Me suscitaré un sacerdote fiel,
que obrará conforme a mi corazón, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Lc 12, 42


Este es el administrador fiel y prudente,
a quien el Señor puso al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro,
que esclareciste a san N.
por su caridad ardiente y por la fe que vence al mundo,
asociándolo admirablemente al número de tus pastores;
concédenos, por su intercesión,
que también nosotros perseveremos en la fe y en la caridad,
y así podamos compartir su gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor y Dios nuestro,
que enriqueciste a san N. con sabiduría celestial,
concédenos, con su ayuda,
guardar fielmente la doctrina recibida
y expresarla en nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Jn 10, 10


Dice el Señor: Yo he venido para que tengan vida,
y la tengan en abundancia. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Mc 16, 17.18


Dice el Señor: Estos prodigios acompañarán a los que crean en mí:
arrojarán a los demonios, impondrán las manos sobre los enfermos,
y harán el bien. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Saciados con el sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo,
te suplicamos, Señor Dios nuestro,
que al celebrar con fervor estos misterios
se acreciente en nosotros tu redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

III. Para pastores

A. Para varios pastores

Antífona de entrada     Jer 3, 15


Les daré pastores según mi corazón,
que los apacentarán con ciencia y prudencia. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Dn 3, 84.87


Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor;
santos y humildes de corazón, bendigan al Señor. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que infundiste tu espíritu de verdad y de amor
a los santos (obispos) N. y N., para cuidar a tu pueblo;
concédenos, a quienes celebramos su fiesta,
que nos animen sus ejemplos
y nos sostenga su intercesión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt 20, 28


El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir,
y dar su vida en rescate por una multitud. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Después de recibir el pan de la vida
en esta conmemoración de tus santos N. y N.,
concédenos, Padre, gozar en la eternidad
del misterio que ahora celebramos en el tiempo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Para un pastor

Antífona de entrada     Cf. Sal 131, 9


Tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia
y tus fieles exulten de alegría. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios todopoderoso, te rogamos humildemente
que, por la intercesión de san N. (obispo),
acrecientes en nosotros tu gracia
y concedas al mundo el don de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 24, 46-47


Feliz aquel servidor a quien su señor,
al llegar, lo encuentre velando;
les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. (T. P. Aleluia).
O bien:     Cf. Lc 12, 42
Éste es el administrador fiel y previsor,
a quien el Señor ha puesto al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Dios todopoderoso,
que la participación en la mesa celestial
robustezca y aumente las fuerzas espirituales
de quienes celebramos la fiesta de san N.;
haz que guardemos con integridad el don de la fe
y recorramos el camino que él nos señaló.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Lc 4, 18


El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha consagrado por la unción.
Él me envió a llevar la buena noticia a los pobres
y a sanar a los que se arrepienten de corazón. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Eclo 45, 20


El Señor lo eligió como su sacerdote,
para ofrecer el sacrificio de alabanza. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios santo, luz de los fieles y pastor de las almas,
que estableciste en tu Iglesia a san N. (obispo)
para alimentar a tus ovejas con la palabra
y adoctrinarlas con el ejemplo,
concédenos, por su intercesión,
guardar íntegro el don de la fe que nos enseñó
y seguir el camino que nos marcó su ejemplo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt 28, 20


Yo estaré siempre con ustedes
hasta el fin del mundo, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
que los misterios recibidos
nos preparen para la felicidad eterna,
que san N. mereció por su fidelidad
en el ejercicio de su ministerio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:
Alimentados con tus sagrados dones
te pedimos, Padre,
que siguiendo los ejemplos de san N.
te sirvamos con renovado fervor,
y mediante una incansable caridad
procuremos el bien de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

IV. Para fundadores de iglesias

A. Para un fundador

Antífona de entrada     Cf. Is 59, 21; 56, 7


Dice el Señor: Las palabras que yo puse en tu boca
no caerán de tus labios;
y tus ofrendas serán agradables sobre mi altar. (T. P. Aleluya).

Oración colecta
Dios todopoderoso y lleno de misericordia,
que por la predicación de san N.
llevaste a nuestros padres a la luz de la fe,
concédenos, por su intercesión,
que cuantos nos gloriamos de llamarnos cristianos
mostremos siempre con las obras
la fe que profesamos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien:
Padre, mira a tu familia,
a quien (el obispo) san N.
engendró con la palabra de la verdad
y alimentó con el sacramento de la vida,
por tu gracia y su intercesión,
concede llegar al fervor de la caridad
a quienes fueron fieles a su ministerio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mc 10, 45


El Hijo del hombre vino para dar su vida
en rescate por una multitud. (T. P. Aleluya).

O bien:     1 Cor 3, 11
El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro,
porque el fundamento es Jesucristo. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Padre, celebramos con alegría la fiesta de san N.
y recibimos el anticipo de la salvación eterna;
te pedimos que este don
nos ayude en la vida terrena
y nos permita alcanzar la gloria futura.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Para varios fundadores

Antífona de entrada
Estos son los santos varones
a quienes el Señor eligió por su caridad sincera;
Él les dio la gloria eterna
y su doctrina ilumina a la Iglesia. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Padre, mira con amor a tu Iglesia,
que nació a la fe por el fervor apostólico de tus santos N. y N.,
te pedimos, por su intercesión,
que le concedas perseverar fielmente en tu santo servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Señor y Dios nuestro,
que por la predicación de los santos (obispos) N. y N.
llamaste a nuestros padres a la admirable luz del Evangelio,
concédenos, por su intercesión,
crecer en la gracia y en el conocimiento
de nuestro Señor Jesucristo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 15


Ya no los llamo siervos,
porque el siervo ignora lo que hace su señor.
Yo los llamo amigos,
porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. (T. P. Aleluia).

O bien:     1 Pe 2, 9
Ustedes son un pueblo adquirido
para anunciar las maravillas de aquel que los llamó
de las tinieblas a su admirable luz. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
que la participación de tus divinos misterios
nos llene de alegría en la fiesta de los santos N. y N.,
y, agradecidos por tus beneficios,
te proclamamos admirable en los santos
que pusieron el fundamento de nuestra fe.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

V. Para misioneros

Para misioneros mártires.

Antífona de entrada
Estos son los santos que llegaron a ser amigos de Dios,
y recibieron la gloria por el anuncio de la verdad divina. (T. P. Aleluia).

O bien:     Sal. 17, 50; 21, 23


Te alabaré entre las naciones, Señor,
y anunciaré tu Nombre a mis hermanos. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que por san N. (el obispo san N.)
llamaste a los pueblos paganos
de las tinieblas a la luz de la verdad,
concédenos, por su intercesión,
perseverar firmes en la fe
y ser constantes en la esperanza del Evangelio que él predicó.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Dios todopoderoso y eterno,
que consagraste este día con la fiesta de san N.,
concédenos, por tu bondad,
mantener con firmeza y consolidar con obras
la fe que proclamó infatigablemente.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Ez 34, 15


Apacentaré a mis ovejas
y las llevaré a descansar, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Mt 10, 27
Lo que yo les digo en la oscuridad,
repítanlo en pleno día, dice el Señor;
y lo que escuchen al oído,
proclámenlo desde lo alto de las casas. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor y Padre nuestro, por el misterio que celebramos
confirma a tus servidores en aquella fe verdadera
que san N. difundió incansablemente
hasta el fin de su vida,
y concédenos profesarla siempre de palabra y de obra.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Is 52, 7


Qué hermosos son sobre las montañas
los pies de los que anuncian buenas noticias,
proclaman la paz, traen la felicidad, pregonan la salvación. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Padre misericordioso,
que has extendido a tu Iglesia
por el fervor religioso y la solicitud apostólica de san N.,
por su intercesión, concédele crecer siempre
en la fe y en la santidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mc 16, 15; Mt 28, 20


Dice el Señor: Vayan por todo el mundo,
anuncien el Evangelio y yo estaré siempre con ustedes. (T. P. Aleluia).

O bien:     Jn 15, 4-5


Permanezcan en mí, como yo en ustedes, dice el Señor.
El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Señor y Dios nuestro,
que los sacramentos recibidos
fortalezcan en nosotros aquella fe
que transmitió la predicación de los apóstoles,
y custodió la solicitud pastoral de san N.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión     Sal 95, 3-4


Anuncien la gloria del Señor entre las naciones
y sus maravillas entre los pueblos,
porque el Señor es grande y digno de alabanza. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Padre, por tu misericordia infinita
san N. anunció las maravillas de Cristo;
concédenos, por su intercesión,
crecer en tu conocimiento,
y, con el fruto de las buenas obras
caminar fielmente en tu presencia
según la verdad del Evangelio.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc 10, 1.9


El Señor envió a los discípulos para que anunciaran en las ciudades:
El reino de Dios está cerca de ustedes. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Mt 13, 8.23


La semilla que cayó en buena tierra
son aquellos que dan fruto en la perseverancia,
con un corazón bien dispuesto. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Padre, danos nueva vida por los sacramentos recibidos,
y, en esta conmemoración de san N.,
nos estimule el ejemplo de sus virtudes apostólicas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

COMÚN DE DOCTORES DE LA IGLESIA

Antífona de entrada     Cf. Ecli 15,5


El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia,
y lo revistió de su gloria,
para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia. (T. P. Aleluia).

O bien:     Sal 36, 30-31


La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
la ley de Dios está en su corazón. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
que elegiste a san N. (al obispo san N.) como doctor de tu Iglesia,
concédenos que arraigue en nuestros corazones
lo que él nos enseñó inspirado por ti,
y que interceda ante tu misericordia
aquel que nos diste como protector en la tierra.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión:     Cf. Lc 12, 42


Éste es el administrador fiel y previsor,
a quien el Señor ha puesto al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. (T. P. Aleluya).

O bien:     Cf. Sal 1, 2-3


El que medita la ley del Señor de día y de noche
da fruto a su debido tiempo. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
que a tus hijos que alimentas con Cristo, Pan de vida,
también los instruyas por Cristo, verdadero Maestro,
para que, en la fiesta de san N.,
reciban tu verdad y la realicen en el amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Dan 12, 3


Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento,
y los que enseñaron a muchos la justicia,
lucirán como las estrellas, por toda la eternidad. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Eclo 44, 15.14


Los pueblos proclamen la sabiduría de los santos,
y la Iglesia cante sus alabanzas;
sus nombres vivirán por los siglos de los siglos. (T. P. Aleluia).
Oración colecta
Señor y Dios nuestro,
que enriqueciste a san N. con sabiduría celestial,
concédenos, con su ayuda,
guardar fielmente la doctrina recibida
y expresarla en nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. 1 Cor 1, 23-24


Nosotros predicamos a Cristo crucificado,
fuerza y sabiduría de Dios. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
por este alimento celestial que hemos recibido,
que siguiendo las enseñanzas de san N.
vivamos en continua acción de gracias.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

COMÚN DE VÍRGENES

Para una virgen mártir.

I. Para varias vírgenes

Antífona de entrada     Cf. Sal 148, 13-14


Las vírgenes alaben el nombre del Señor,
porque sólo su nombre es sublime,
su majestad está sobre el cielo y la tierra. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Sal 44,16


Las vírgenes llevadas hasta el Rey entran con gozo y alegría
en el palacio real. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Padre, danos la abundancia de tu misericordia,
y así como nos alegramos
en la fiesta de tus santas N. y N., vírgenes,
haz que, por tu gracia,
lleguemos al gozo eterno con los santos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 25, 10


Llegó el esposo,
y las vírgenes que estaban preparadas
entraron con él en la sala nupcial. (T. P. Aleluia).

O bien:     Jn 14, 21.23


El que me ama será amado por mi Padre,
iremos a él y habitaremos en él.

Oración después de la comunión


En la celebración de la santas N. y N., vírgenes,
te pedimos, Padre, que los misterios recibidos
nos animen y nos instruyan
para esperar santamente la venida de tu Hijo
y llegar a las bodas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Para una virgen

Antífona de entrada
Ésta virgen sabia y prudente
salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida. (T. P. Aleluia).

O bien:
Eres hermosa, virgen de Cristo,
tú mereciste ser coronada por el Señor con la perpetua virginidad. (T.
P. Aleluia).

Oración colecta
Escúchanos, Dios salvador nuestro,
y, así como nos alegramos en la fiesta de santa N., virgen,
haz que aprendamos a servirte con amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 25,6


Ya viene el esposo,
salgan al encuentro de Cristo, el Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Sal 26, 4


Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero:
vivir en la casa del Señor todos los días de mi vida. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro,
fortalecidos con esta eucaristía
te pedimos que, a ejemplo de santa N.,
asumiendo en nuestro cuerpo los sufrimientos de Cristo,
nos esforcemos por vivir unidos solamente a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Alegrémonos y exultemos,
porque el Señor de todas lo creado
amó a esta virgen santa y gloriosa. (T. P. Aleluia).

O bien:
El Señor encontró velando a esta virgen sabia,
que tenía preparado el aceite para su lámpara;
al llegar el Esposo, entró con él a la fiesta nupcial. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Señor Dios,
que has enriquecido con abundantes dones celestiales a santa N., virgen,
concédenos que, imitando sus virtudes en la tierra,
podamos gozar con ella de la felicidad eterna en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien, para una virgen fundadora:


Señor y Dios nuestro,
te pedimos que santa N., virgen, tu fiel esposa,
encienda en nuestro corazón
la llama de la caridad divina
que ella suscitó en otras vírgenes,
para gloria perpetua de tu Iglesia.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt. 25,4.6


Las cinco vírgenes prudentes llevaron aceite para sus lámparas.
A medianoche se oyó un grito:
Ya viene el esposo,
salgan al encuentro de Cristo, el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te pedimos, Padre,
que por la comunión del Cuerpo y Sangre de tu Hijo único
 nos libres de la seducción de las cosas transitorias,
y, a ejemplo de santa N.,
se acreciente nuestra caridad en la tierra
y podamos gozar de la gloria eterna en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada
Ven, esposa de Cristo,
recibe la corona que el Señor te preparó
desde toda la eternidad. (T. P. Aleluia).

O bien:
Prefirió el amor de nuestro Señor Jesucristo
a las seducciones del mundo y las cosas pasajeras. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Señor y Dios nuestro,
que prometiste habitar en los limpios de corazón,
concédenos, por la intercesión de santa N., virgen,
ser de tal manera fieles a tu gracia
que merezcamos tenerte siempre con nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Padre, escucha nuestras súplicas,
para que cuantos celebramos con devoción
los méritos de santa N., virgen,
permanezcamos en tu amor
y crezcamos en él hasta la muerte.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc. 10, 42


Esta virgen prudente eligió la parte mejor,
que no le será quitada. (T. P. Aleluia).

O bien:     Mt. 25, 6


Se oyó un clamor en medio de la noche:
Ya viene el esposo, salgan a su encuentro. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Alimentados con el pan del cielo,
te pedimos humildemente, Padre,
que quienes nos alegramos
en la conmemoración de santa N., virgen,
recibamos el perdón de los pecados, la salud del cuerpo,
la gracia y la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

COMÚN DE SANTOS Y SANTAS

Los formularios de las Celebraciones que siguen, si se señalan para una


determinada categoría de santos, utilícense para ellos. Las celebraciones a
las que no se les asigna ningún título, pueden emplearse para cualquier
santo.
I. Para todos los santos

A. Para varios santos

Antífona de entrada     Cf. Sal 14 4, 10-11


Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
por la gloria de los santos
nos ofreces el supremo testimonio de tu amor;
concédenos, por tu bondad,
que ayudados por su intercesión y estimulados por su ejemplo
imitemos fielmente a tu Hijo.
Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Sal. 67, 4


Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría. (T. P. Aleluia).

O bien:     Lc. 12, 37


Felices los servidores a quienes el Señor encuentra velando a su llegada.
Les aseguro que él mismo recogerá su túnica,
los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Dios todopoderoso y eterno,
Padre del consuelo y de la paz,
concede a tu familia aquí congregada
para alabarte en la conmemoración de tus santos,
que por los misterios recibidos
obtenga el anticipo de la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

2
Antífona de entrada     Cf. Sal. 63, 11
El justo se alegrará en el Señor y encontrará un refugio en él;
y se gloriarán todos los rectos de corazón. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, tú ves que somos débiles y desfallecemos;
por el ejemplo de tus santos,
afiánzanos misericordiosamente en tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Jn. 12, 26


El que quiera servirme que me siga,
y donde yo esté, estará también mi servidor, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Alimentados con el don celestial en esta fiesta de tus santos,
te pedimos, Padre,
que podamos gozar plenamente en el cielo de los bienes eternos
con los que tu gracia nos ayuda en la tierra.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Sal 91, 13-14


El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano;
trasplantado en la casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Te suplicamos, Padre,
que la oración de tus santos
alcance a tus fieles el auxilio oportuno,
y, a cuantos celebramos con devoción esta fiesta
nos haga partícipes de la suerte
de los bienaventurados en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt. 11, 28


Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados,
y yo los aliviaré, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Padre, que la comunión de tus sacramentos
nos alcance la salvación
y nos confirme en la luz de tu verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Jer 17, 7-8


Feliz el hombre que confía en el Señor,
y en él tiene puesta su confianza.
Será como un árbol plantado al borde de las aguas,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no temerá cuando llegue el verano. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Concédenos, Dios todopoderoso,
que el ejemplo de tus santos
nos estimule a una vida más perfecta,
y, al celebrar la memoria de los santos N. y N.,
sepamos imitarlos en nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Jn. 15, 9


Así como el Padre me amó,
también yo los he amado a ustedes, dice el Señor;
permanezcan en mi amor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor y Dios nuestro,
te rogamos que los divinos misterios celebrados
en la conmemoración de tus santos
realicen en nosotros la paz y la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

B. Para un santo

Antífona de entrada     Cf. Sal 20, 2-3


Señor, el justo se regocija por tu fuerza,
y cuánto se alegra por tu victoria.
Tú has colmado los deseos de su corazón. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro,
que has puesto a los santos como ejemplo y ayuda
para facilitar a los débiles el camino de la salvación,
al celebra la fiesta de san N.
concédenos bondadosamente
que, siguiendo sus pasos, caminemos hacia ti.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 16, 24


Dice el Señor: El que quiera seguirme,
que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. (T. P. Aleluia).

O bien, para los santos gobernantes:     (Mt. 6,33)


Busquen primero el Reino y su justicia,
y todo lo demás se les dará por añadidura, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Te rogamos, Padre,
que los sacramentos recibidos en la conmemoración de san N.
santifiquen nuestro corazón y nuestra mente,
de manera que podamos participar de la naturaleza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

2
Antífona de entrada     Mal 2, 6
La doctrina de verdad estaba en su boca
y no se encontró maldad en sus labios;
caminaba conmigo en paz y rectitud
y apartó a muchos de la iniquidad. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, sólo tú eres santo
y nadie puede ser bueno fuera de ti,
por la intercesión de san N.,
danos la gracia de vivir de tal manera
que nunca nos veamos privados de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt 5, 8-9


Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. (T.
P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Saciados con el don eucarístico,
te pedimos, Padre,
que acrecientes el misterio de tu salvación
en quienes celebramos esta liturgia en la fiesta de san N.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

II. Para monjes y religiosos

A. Para un abad

Antífona de entrada     Cf. Sal 91, 13-14


El justo florecerá como la palmera,
crecerá como los cedros del Líbano;
trasplantado en la casa del Señor,
florecerá en los atrios de nuestro Dios. (T. P. Aleluia).

O bien:     Sal 36, 30-31


La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
la ley de Dios está en su corazón. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro,
tú nos diste en san N., abad,
un claro testimonio de perfección evangélica;
concédenos, por su intercesión,
que en medio de la inestabilidad de este mundo
tengamos el corazón siempre puesto
en las cosas celestiales.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión:     Cf. Lc 12, 42


Éste es el administrador fiel y previsor,
a quien el Señor ha puesto al frente de su casa
para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno. (T. P. Aleluya).

O bien:     Mt 23, 11
El más grande de ustedes,
será el que los sirva, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Renueva nuestros corazones por este sacramento, Padre,
para que siguiendo el ejemplo de san N., abad,
podamos adherirnos a los bienes del cielo y no a los de la tierra,
y así merezcamos estar con Cristo en la gloria.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

B. Para un monje

Antífona de entrada
El Señor bendecirá a los hermanos que,
unidos, glorifican a Dios. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Sal 70, 8.23


Mi boca está llena de tu alabanza
y anuncia tu gloria todo el día;
te cantarán mis labios con alegría. (T. P. Aleluia).
Oración colecta
Dios nuestro,
que llamaste a tu servidor san N.
para vivir en el seguimiento de Cristo,
concédenos, por su intercesión,
que apartándonos de todo egoísmo
podamos unirnos a ti de todo corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que contigo y el Espíritu Santo vive y reina en unidad
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Lc 8, 15


Los que escuchan la palabra de Dios
con un corazón bien dispuesto, y la retienen,
dan fruto gracias a su constancia. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Sal 83, 5


Felices los que habitan en tu casa,
Señor, alabándote siempre. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Señor, Dios nuestro,
con la ayuda de san N.
concédenos, por este sacramento,
la sabiduría de vivir con justa moderación.
Por Jesucristo nuestro Señor.

C. Para una monja

Antífona de entrada     Cf. Sal 51, 10


Como olivo frondoso en la casa de Dios,
he puesto para siempre mi confianza en la misericordia del Señor. (T.
P. Aleluia).

O bien:
Preferí el amor de mi Señor Jesucristo,
al quien vi, al que amé, en quien creí y al que elegí,
por encima de las seducciones del mundo y las cosas pasajeras. (T.
P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora santa N.
para que te buscara sólo a ti,
por su ejemplo e intercesión,
concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde,
lleguemos a tu eterna gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Sal 44, 2


Me brota del corazón un hermoso poema,
yo dedico mis versos al Rey. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Lc 10, 42


Hay una sola cosa necesaria,
ella eligió la mejor parte, que no le será quitada. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Reanimados en las fuentes de la salvación,
te pedimos, Padre,
que, por la intercesión de santa N.
y uniéndonos cada día más íntimamente a Cristo,
merezcamos tener parte en tu reino
Que vive y reina por los siglos de los siglos.

D. Para religiosos

Antífona de entrada     Cf. Sal 15, 5-6


El Señor es mi herencia y mi cáliz;
tú me entregas mi herencia. (T. P. Aleluia).

O bien, para una religiosa:     Cf. Os 2, 21-22


El Señor la desposó para siempre,
en la fidelidad y en la misericordia. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que otorgaste a san N.
la gracia de imitar a Cristo pobre y humilde,
concédenos por sus ruegos
que viviendo con fidelidad nuestra vocación,
podamos alcanzar aquella perfección
que tu Hijo nos propuso con su ejemplo.
Que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 19, 27-29


Yo les digo: Ustedes que lo dejaron todo y me siguieron,
recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna. (T. P. Aleluia).

O bien, para una religiosa:     Lam 3, 24-25


Mi porción es el Señor,
él es bondadoso con aquellos que lo buscan. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Por la eficacia de este sacramento
te pedimos, Padre, que a ejemplo de san N.,
nos conduzcas siempre por el camino de tu amor
y perfecciones hasta el día de Cristo Jesús
la buena obra que has comenzado en nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Sal 23, 5-6


Éstos santos recibieron la bendición del Señor,
y la misericordia de Dios su salvador,
porque buscaron al Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Sal 104, 3-4


Que la alegría llene el corazón de los que buscan al Señor.
Busquen al Señor y serán fuertes,
busquen siempre su rostro. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, que llamaste a san N.
para que buscara tu Reino en este mundo
por la práctica de la caridad perfecta,
concédenos que, fortalecidos por su intercesión,
avancemos por el camino del amor con espíritu gozoso.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Sal 33, 9


Gusten y vean qué bueno es el Señor.
Feliz el hombre que espera en él. (T. P. Aleluia).

O bien:     Mt 5, 3
Felices los que tienen alma de pobres,
porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Dios todopoderoso,
alimentados por este sacramento,
te pedimos que aprendamos a buscarte siempre,
siguiendo el ejemplo de san N.,
y merezcamos revestirnos de la imagen del hombre nuevo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

III. Para los santos dedicados a obras de misericordia

Antífona de entrada     Cf. Mt 25, 34.36.40


Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor.
Estuve enfermo y me visitaron.
Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis
hermanos,
lo hicieron conmigo. (T. P. Aleluia).

O bien:     Sal. 111, 9


El Señor da abundantemente a los pobres;
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad. (T. P. Aleluia).

Oración sobre las ofrendas


Acepta, Padre, los dones de tu pueblo,
y concede que quienes celebramos el misterio
de la inmensa caridad de tu Hijo,
a ejemplo san N.
seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión     Cf. Jn 15, 13
No hay amor más grande
que dar la vida por los amigos. (T. P. Aleluia).

O bien:    Cf. Jn 13, 35


Reconocerán que son mis discípulos
en el amor que se tengan los unos a los otros, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Alimentados por los sagrados misterios,
te pedimos, Padre misericordioso,
la gracia de imitar los ejemplos de san N.,
que te sirvió con incansable piedad
y se entregó a tu pueblo con inmenso amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:
Señor y Padre nuestro,
alimentados con el sacramento de salvación
imploramos tu misericordia,
para que imitando la caridad de san N.
podamos también compartir la gloria de tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

IV. Para un santo educador

Antífona de entrada     Cf. Mc 10, 14


Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan,
porque de ellos es el reino de Dios, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Mt 5, 19
El que cumpla los mandamientos del Señor y los enseñe,
será grande en el reino de los cielos. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios y Padre nuestro,
que elegiste en tu Iglesia a san N.
para mostrar a los fieles el camino de la salvación,
concédenos que, a ejemplo suyo,
de tal manera sigamos a Cristo, nuestro maestro,
que podamos llegar a ti junto con nuestros hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt. 18, 3


Si no se convierten y no se hacen como niños,
no entrarán en el reino de los cielos, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

O bien:     Jn 8, 12
El que me sigue no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Dios todopoderoso,
concédenos los frutos de esta santa comunión,
y, a ejemplo de san N.,
conservemos en el corazón y llevemos a la práctica
el amor a los demás y la luz de tu verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

V. Para santas mujeres

Para una mujer mártir.

Antífona de entrada     Cf. Prov 31, 30.28


La mujer que teme al Señor merece ser alabada;
su marido la elogia y sus hijos la felicitan. (T. P. Aleluia).

O bien:     Cf. Prov 31,20.27


Abre su mano al desvalido,
tiende sus brazos al indigente
y no come el pan ociosamente. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Señor Dios, que cada año nos alegras
en la fiesta de santa N.,
concede a los que celebramos su memoria
imitar también los ejemplos de su vida admirable.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien, para varias mujeres


Dios todopoderoso,
la vida admirable de santa N.
nos estimula para alcanzar la salvación;
por sus ruegos te pedimos
que nos concedas tu ayuda celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Cf. Mt 13, 45-46


El reino de los cielos se parece a un negociante
que se dedicaba a buscar perlas finas;
al encontrar una de gran valor,
vendió todo lo que tenía y la compró. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Dios todopoderoso,
te suplicamos que la eficacia divina de este sacramento,
celebrado en la conmemoración de santa N.,
nos ilumine siempre,
para que experimentemos el deseo de la santidad
y respondamos fielmente con buenas obras.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de entrada     Cf. Prov 14, 1-2


La mujer sabia construye su casa;
y la que teme al Señor obra con rectitud. (T. P. Aleluia).

Oración colecta
Dios nuestro, gloria de los humildes,
que distinguiste a santa N.
por su caridad y su paciencia,
concédenos, por sus méritos e intercesión,
que, llevando cada día nuestra cruz,
alcancemos un amor duradero.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:
Padre, derrama sobre nosotros
el espíritu de sabiduría y amor
con el que colmaste a tu hija santa N.,
y, sirviéndote fielmente a imitación suya,
te agrademos con nuestra fe y nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Antífona de comunión     Mt 12, 50


El que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo,
ése es mi hermano, mi hermana y mi madre, dice el Señor. (T. P. Aleluia).

Oración después de la comunión


Alimentados por la eucaristía
en la celebración de santa N.,
concédenos, Padre, que por estos dones sagrados
seamos purificados y fortalecidos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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