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ROSARIO POR LOS SACERDOTES

Misterios Luminosos ( Jueves )

Ofrecimiento del Rosario

Oh Virgen María, en la mañana de Pentecostés tú has presidido con tu oración el comienzo de la


misión de la Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo. Te ofrecemos esta, nuestra plegaria para que,
con tu intercesión, obtenga del Señor, una nueva primavera de vocaciones sacerdotales y
consagradas en la Iglesia. Se Tú, la estrella mañanera que guíe la Iglesia, siempre dócil al mandato
de su Señor, sobre todo en estos tiempos difíciles pero llenos de esperanza.

Amén.

Oración a la Virgen por las Vocaciones

MARIA Y SANTISIMO

“María, humilde sierva del Altísimo,El Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad Tu
vida ha sido un servicio humilde y generoso:Has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel Te
anunció el proyecto divino de la salvación.Has sido sierva del Hijo, dándole la vida Y
permaneciendo abierta al misterio.Has sido sierva de la Redención,“permaneciendo’
valientemente al pie de la Cruz,Junto al Siervo y Cordero sufriente,Que se inmolaba por nuestro
amor,Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés Y con tu intercesión continúas
generándola en cada creyente,También en estos tiempos nuestros, difíciles y atormentados.
A Ti, joven Hija de Israel,Que has conocido la turbación del corazón joven Ante la propuesta del
Eterno,Dirijan su mirada con confianza los jóvenes con inquietud vocacional.
Hazlos capaces de aceptar la invitación de tu Hijo A hacer de la vida un don total para la gloria de
Dios,Hazles comprender que servir a Dios satisface el corazón, Y que sólo en el servicio de Dios y
de su reino Nos realizamos según el divino proyecto Y la vida llega a ser himno de gloria a la
Santísima Trinidad Amén”.

ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien
sois, bondad infinita, y porque os amo por sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos
ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de
vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta. Amén
Primer Misterio:
El Bautismo de Jesús en el Río Jordán
Cristo, como inocente que se hace “pecado” por nosotros, entra en el agua del río. Se abre el cielo,
y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto, mientras el Espíritu Santo desciende sobre El para
investirlo de la misión que le espera. Pidamos a la Virgen para que interceda para que los jóvenes
sean generosos, y al oír la voz del Padre respondan con valentía con un sí a su llamada y para que
todos los cristianos vivamos la vocación a la santidad, como fruto de nuestro Bautismo.

Concede, Señor, la gracia necesaria e ilumina con Tu Espíritu a todos los que has llamado a
emprender el camino hacia la vocación sacerdotal o religiosa. Haz que vivan este misterio con gozo
y plenitud para que puedan alcanzar con fe y santidad su entrega perenne.Por Jesucristo Nuestro
Señor. Amén.

LA VOCACION

“Después Jesús subió a un cerro y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos, eligió de entre
ellos a doce, para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A éstos, les dio el
nombre de apóstoles, y les dio autoridad para expulsar a los demonios. Estos son los que escogió :
Simón, a quien puso el nombre de Pedro; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, a quienes
puso el nombre de Boanerges (hijos del trueno); Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás y
Santiago, hijo de Alfeo; Tadeo, Simón el zelote y Judas Iscariote, el que lo traicionó ” ( Mc. 3,13-19)
El Señor llama e invita a seguirlo. Su invitación es con nombre y apellido, con un amor personal,
con cariño e ilusión.
PEDIMOS POR EL FLORECIMIENTO DE VOCACIONES EN LA IGLESIA.
Ofrecemos este misterio por los OBISPOS DE NUESTRA IGLESIA, Don Luis Morales Reyes, Don Jose
Guadalupe Galvan, Don Luis Martin Barraza, Don Jose Guadalupe Torres Campos, Don Jorge
Estrada para que vivan en la luz y la gracia del Espíritu Santo y sea Dios quien les de la fortaleza
para mantener viva la esperanza de la Iglesia.

Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de
Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes
en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de
nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y
que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu
Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la
unidad del Espíritu Santo. Amén.

Segundo Misterio:

La Autorrevelación en las Bodas de Caná

En las bodas de Caná ocurre el primer milagro de Jesús. Gracias a la intervención de su Madre, se
adelanta a su hora, y transforma el agua en vino. Cómo no pedir a tan poderosa intercesora que
atienda a tiempo nuestras necesidades, en especial a lo referente a las vocaciones sacerdotales,
religiosas y misioneras, en la seguridad de que la “omnipotencia suplicante” nos ha de conseguir la
gracia que estamos pidiendo, y para que los esposos vivan fielmente su vocación matrimonial y
hagan de su hogar una Iglesia doméstica.
Señor Jesucristo, que transformaste el agua en vino manifestando tu poder, haz que los
seminaristas y novicias sean capaces de escucharte y “hacer lo que tu digas” para que a través de
ellos el mundo sea transformado. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

LA MISIÓN

“Jesús los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares donde tenía que ir. Les
dijo : Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni monedero, ni
sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, saluden
primero, diciendo: Paz a esta casa. Y si allí hay gente de paz, su deseo de paz se cumplirá; pero si
no, no se cumplirá. Quédense en la misma casa. Coman y beban de lo que ellos tengan, pues el
trabajador tiene derecho a su paga. No anden de casa en casa. Al llegar a un pueblo donde los
reciban, coman lo que les sirvan; sanen a los enfermos que haya allí y díganles: El reino de Dios ya
está cerca de ustedes …” (Lc.10,1-9)Jesús da a sus discípulos la misión de ser mensajeros de paz y
de salvación. Los sacerdotes continúan extendiendo en el mundo ese mensaje gozoso para hacer
un mundo más humano y más cristiano.
PIDAMOS QUE LOS SACERDOTES RECTORES DE SEMINARIOS, ESPECIALMENTE PEDIMOS POR EL
PADRE JACINTO RIVERA, POR TODOS LOS QUE HAN SERVIDO EN LA RECTORÍA, SIENTAN LA
FUERZA Y EL ACOMPAÑAMIENTO DIVINO PARA SER FIELES AL ENCARGO QUE DIOS LE HA
CONFIADO. Por los que han respondido a la llamada al sacerdocio, para que escuchen y hagan lo
que Jesús les diga.

Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de
Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes
en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de
nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y
que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu
Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la
unidad del Espíritu Santo. Amén.

Tercer Misterio:

Jesús anuncia el Reino de Dios invitando a la conversión

Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión, perdonando los pecados de
quien se acerca a El con humilde fe. Así se inicia el ministerio de la misericordia que Dios
continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del Sacramento de la
Reconciliación confiado a la Iglesia. iVirgen Santa! Para que el Sacramento de la Reconciliación
pueda seguir impartiéndose a lo largo del tiempo, necesitamos muchos santos sacerdotes. Por tu
intercesión, la de San José, y la de todos los santos, rogamos a Dios nos conceda el aumento de las
vocaciones sacerdotales para que todos los Sacramentos puedan ser administrados.

Oh Jesús, que invitas a todos los hombres a la conversión, concede a los seminaristas, gracias
abundantes para que, luchando por la propia conversión, puedan ser valientes anunciadores de tu
Reino y ministros perseverantes para la conversión de todos los hombres y mujeres. Tu que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
LA INSTITUCIÓN DEL SACERDOCIO

“Jesús, aceptando una copa, dio gracias a Dios y les dijo : Tomen esto y repártanlo entre ustedes,
porque les aseguro que ya no volveré a beber del fruto de la vid hasta que llegue al Reino de Dios.
Después tomó pan y dando gracias lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi cuerpo que es
entregado por ustedes. Hagan esto en memoria mía ” (Lc.22,17-20)
Cristo sacerdote eterno, instituye los sacramentos de la eucaristía y del orden sagrado, confiando
a sus apóstoles la misión de continuar su salvación en el mundo.
PEDIMOS QUE LOS SACERDOTES MIEMBROS DEL EQUIPO FORMADOR SEAN UNA SOLA ALMA Y UN
SOLO CORAZÓN. Para que les concedas a los seminaristas las fuerzas que necesitan para anunciar
tu Reino con valentía.

Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de
Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes
en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de
nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y
que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu
Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la
unidad del Espíritu Santo. Amén.

Cuarto Misterio:

La Transfiguración del Señor

Según la tradición, tuvo lugar en el Monte Tabor. La Gloria de la Divinidad resplandece en el rostro
de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo escuchen. “Qué
bien se está aquí” dice Pedro y, olvidándose de sí mismo, quiere construir tres chozas, una para
Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. Todos querríamos como Pedro estar en la Gloria, para lo
cual debemos seguir a Jesús. ¿Cómo seguirlo hoy día si no tenemos sacerdotes y personas
consagradas que nos enseñen cómo hacerlo? Roguemos a la Santísima Virgen su intercesión para
que en el mundo no falten vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras. Pidamos también por
los religiosos de vida contemplativa, y para que todos los cristianos descubramos en la oración la
belleza del seguimiento de Jesús.

Oh Dios, te pedimos que ilumines las vidas de todos los que has llamado a la vida religiosa y al
sacerdocio para que , a ejemplo de María, por escucha atenta y asidua de Tu palabra, puedan ser
transformados en valientes pregoneros de Tu Evangelio. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

“ Jesús les volvió a decir: ¡ La paz esté con ustedes !, como el Padre me envió a mi, así los envío yo
también. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo, a quienes les perdonen
los pecados les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos” (Jn.20,21-22)
Jesús se aparece a sus apóstoles para consagrarlos como ministros de la alegría pascual
celebrando la Eucaristía y la Reconciliación.
PIDAMOS QUE LOS SACERDOTES ENFERMOS, PARA QUE ELLOS SEAN “COMUNICADORES DEL
AMOR DEL CORAZÓN DE CRISTO A LOS DEMÁS” (Benedicto XVI) Pidamos para que los seminaristas
esten siempre atentos a la voz del Padre que dice: ”Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo“.
Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de
Tu Sagrado Corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes. Te pedimos que retomes
en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de
nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y
que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes el deseo de una mayor santidad. Unidos a tu
Corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la
unidad del Espíritu Santo. Amén.

Quinto Misterio:

La Institución de la Eucaristía

En la última cena, Jesucristo, Supremo y eterno sacerdote, hace la primera consagración del Pan y
el Vino, diciendo “Esto es mi cuerpo” y “Esta es mi Sangre”, e instituye a continuación el
sacerdocio ministerial, al decir “Haced esto en memoria mía”.

Es el milagro perenne de amor y que puede suceder porque el que lo instituye es Amor y
Todopoderoso. Pero sin sacerdocio no hay Eucaristía. Pidamos a la

Santísima Virgen su intercesión para que muchos jóvenes puedan prepararse para el sacerdocio y
una vez ordenados administrar este admirable sacramento. Oremos también por la santidad de los
sacerdotes, para que imiten en su vida lo que realizan en la Eucaristía.-

Oh Dios, que en la Eucaristía has querido manifestar tu amor a todos los hombres, permite que los
que se forman para el sacerdocio, puedan crear un corazón eucarístico, para que así puedan
entregar sus vidas con generosidad como Tu, ”hasta el extremo“.Tu que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén.

EL ENVÍO

“Jesús se acercó y les dijo : Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra, por lo tanto, vayan
y hagan mis discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo; enseñándoles a guardar las cosas que les he enseñado; y he aquí que yo estoy con
ustedes todos los días hasta el final del mundo ” (Mt.27,18-20)La voluntad divina es conquistar el
mundo para Cristo para que los pueblos en Él tengan vida.
PIDAMOS PARA QUE LOS SACERDOTES SEAN EN CRISTO SACRAMENTO DE VIDA PARA EL MUNDO.
Pidamos para que los seminaristas, a través de la Eucaristía, puedan vivir la auténtica experiencia
de Amor en la entrega ”hasta el extremo“.
Oración:

“Jesús, Buen Pastor: en tus manos ponemos a todos tus Pastores, para que llenos de tu Espíritu
Santo, sepan interpretar los signos de los tiempos actuales y guíen al rebaño, a ellos
encomendado, hacía pastos verdes y aguas de vida. Amén.”

Señor por tus Sacerdotes es esta oración que te hacemos. Tú los quisiste así: sustancia del mismo
barro para que pudieran ver nuestra miseria más claro, y pudieran entendernos cuando pedíamos
algo, y adivinar nuestras penas con un corazón hermano, y compadecernos más cuando habíamos
pecado.

Que no se ablanden sus cuerpos, que no se aflojen sus pasos, que no se rindan sus almas, que no
se quiebren sus manos. que sean luz que iluminen la oscura niebla del fango, que sean sal que
preserve la corrupción del pecado. que sean hombres de Dios que saben hacer milagros, y que al
pasar por las calles dejen perfume de Santos. Que sean viva imagen de Cristo, Verbo Encarnado
sabiduría del Padre, omnipotencia de Dios, en unos moldes humanos, en un poquito de barro.

ORACIÓN FINAL

Oh Dios todopoderoso y eterno, dígnate mirar el rostro de tu Cristo el eterno sumo sacerdote y,
por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. Acuérdate, Oh Dios misericordioso, que también ellos
son débiles y frágiles criaturas. Mantén encendido en ellos el fuego de tu amor. Mantelos cerca de
Ti, para que el enemigo no prevalezca sobre ellos y para que no sean nunca indignos de su sublime
vocación.

Oh Jesús mío, Te pedimos por tu sacerdotes fieles y fervorosos, por tus sacerdotes tibios e
infieles, por tus sacerdotes que trabajan entre nosotros o en lejanas tierras de misión, por tus
sacerdotes que viven bajo la tentación, por tus sacerdotes que sufren soledad y abandono, por tus
sacerdotes jóvenes y ancianos, por tus sacerdotes enfermos y por los agonizantes.

Por las almas de tus sacerdotes que sufren en el purgatorio Pero sobre todo te encomendamos a
los sacerdotes más queridos por nosotros: al sacerdote que nos bautizo, al que nos absolvió de
nuestros pecados, a los sacerdotes que han celebrado las santas misas a las que asistimos y que
nos dieron tu cuerpo y tu sangre en la Sagrada Comunión, a los sacerdotes que nos han enseñado
e instruido, que nos han animado y aconsejado, a todos los sacerdotes a los que les debemos
gratitud.

Oh Jesús mío, consérvalos en tu corazón junto a tu Santa Madre y concédeles abundantes


bendiciones en el tiempo y en la eternidad. Amen.
BUEN PASTOR 3
Jesús, fortalece a los que elegiste y ayúdalos a crecer en el amor y santidad para que respondan
plenamente a tu llamada.

Señor Dios, Padre Nuestro, concédenos pastores según tu corazón, nos ofrecen la salvación de
Jesús y nos ayudan a vivir en el Espíritu Santo.

María, Madre de las vocaciones, interceda por los seminaristas. Amén.


Ave María Purísima, sin pecado concebida.

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