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TIPOS DE
OXIGENOTER
APIA
ÍNDICE
Introducción.......................................................................................................3
Definición...........................................................................................................4
Objetivo..............................................................................................................4
Contraindicaciones Y Precauciones...................................................................5
Cuidados De Enfermería....................................................................................5
Indicacado..........................................................................................................6
Materiales...........................................................................................................6
Principales Vías De Administración En El Tratamiento...................................8
Técnicas De Administración De Oxígeno Basicas..........................................11
Técnica De Administración De Oxígeno Por Cánula Nasal.........................11
Técnica Administración De Oxígeno Por Mascarilla...................................12
Colocación De Puntas Nasales.....................................................................13
Suministro De Oxígeno En Niños....................................................................13
Campana De Oxígeno...................................................................................13
Tienda De Campaña Con Nebulizador.........................................................13
Conclusión.......................................................................................................14
Glosario............................................................................................................15
Fuente Bibliográficas.......................................................................................16
TIPOS DE OXIGENOTERAPIA
INTRODUCCIÓN
La Oxigenoterapia es la administración de oxígeno a una concentración mayor de la que se
encuentra en el aire ambiental, con el fin de aumentar la concentración de oxígeno en
sangre y prevenir lesiones por hipoxia.
El oxígeno universalmente es considerado como un fármaco, con indicaciones y
precauciones precisas, ya que su manejo incorrecto puede ocasionar efectos tóxicos sobre el
sistema respiratorio o efectos graves para otros tejidos, es por ello que la enfermera debe
poseer los conocimientos necesarios para realizar este procedimiento y brindar los cuidados
pertinentes al paciente a fin de contribuir con su adaptación.
Los primeros antecedentes registrados hacia la oxigenoterapia antigua se remontan hasta la
época del alquimista, médico y astrologo suizo conocido como Paracelso, quien
sospechaba que el aire contenía una sustancia favorecedora de la vida.
El primer uso serio de los gases para beneficio de los pacientes viene de la mano de un
excéntrico médico londinense llamado Thomas Beddoes que poseía un hospicio donde
buscaba la cura de la tuberculosis a finales del siglo XVIII.
Laurent Lavoisier en 1784, en compañía con Seguin realizaron estudios con máscaras
faciales, para medir el consumo de oxígeno en reposo y en ejercicio. Ese mismo año
lograron sanar dos casos de tuberculosis pulmonar mediante la inhalación de oxígeno.
Entre las décadas de 1920 y 1960, el médico Alvan Barach, presentó el equipo “Oxy-
Hale”, que fue el primer equipo portátil, de tamaño reducido, para administrar oxígeno a
diversas concentraciones.
En 1944, Alvan Barach trató con oxígeno a algunos pacientes con enfisema.
Al comienzo del siglo XX se utilizaron las inhalaciones de oxígeno para tratar
enfermedades pulmonares agudas o crónicas en el ámbito clínico o quirúrgico.
Se destaco la participación del físico Manfred Von Ardenne, con su terapia multipasos de
oxígeno, de la que actualmente existen diferentes variantes, además de su Oxigenoterapia
trifásica, demostrando que las inhalaciones diarias de oxígeno, más de 20 días consecutivos
mejoran la oxigenación de los tejidos.
A principios del siglo XX, Haldane comenzó a
estudiar los efectos de los cambios de altitud y de
la presión barométrica en la respiración
posteriormente esto le ayudo a desarrollar una
teoría que explicaba la hipoxia por falta de
DEFINICIÓN
Se define como oxigenoterapia al uso del oxígeno con fines terapéuticos. El oxígeno para
uso medicinal debe prescribirse fundamentado en una razón válida y administrarse en
forma correcta y segura. La hipoxemia (hipoxia-hipóxica) se define como la disminución
de la presión arterial de oxígeno (PaO2< 60 mHg) y de la saturación de la Hemoglobina en
sangre arterial (< 93%).
La hipoxia se define como la disminución de la disponibilidad de oxígeno en los tejidos.
Puede existir hipoxia sin que necesariamente exista hipoxemia.
Como segunda definición se indica es un tratamiento administrado bajo prescripción
médica en el que se suministra oxígeno, en concentraciones elevadas, con la finalidad de
prevenir o tratar la deficiencia de oxígeno (hipoxia) en la sangre, las células y los tejidos
del organismo. Por tanto, su principal indicación es para la insuficiencia respiratoria
crónica.
Una tercera definición denota que se emplea refiriéndose a la utilización terapéutica del
oxígeno, fundamentalmente en patología respiratoria (enfermedad pulmonar obstructiva
crónica -EPOC-, asma, enfisema, etc.) y también como tratamiento coadyuvante en otros
procesos patológicos como shock, anemia, insuficiencia cardiaca, procesos
neurodegenerativos, etc.
OBJETIVO
Tiene como objetivo prevenir hipoxemia (hipoxia hipóxica: paO2 < 60 mmHg), así como
tratar y prevenir los síntomas (incremento del trabajo cardiorrespiratorio, irritabilidad y
depresión del SNC, cianosis) y las complicaciones de esta (hipoxia, acidosis metabólica,
etc.), es necesario que la oxigenoterapia se complemente con estrategias adicionales.
Objetivo General
Proporcionarles O2 a aquellos pacientes que lo precisen de manera adecuada (en la
concentración necesaria y prescrita para mejorar su estado respiratorio y basado en la
mejor evidencia científica).
Objetivos Específicos
Mantener unos niveles de oxigenación acomodados que eviten la hipoxia tisular y
conseguir una SaO2 mínima del 90 %.
Favorecer el confort del paciente y su adaptación a la terapia de O2.
Prevenir las complicaciones derivadas de un déficit respiratorio.
Prevenir y/o corregir los efectos adversos derivados de la administración de O2.
Reducir el riesgo de entrada de contaminantes en la vía respiratoria.
CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
El oxígeno, como cualquier medicamento debe ser administrado en las dosis y por el
tiempo requerido con base en la condición clínica del paciente y en lo posible
fundamentado en la medición de los gases arteriales (laboratorio tomado desde una arteria
del paciente, principalmente de la arteria radial).
Revisar las conexiones de oxígeno y los humidificadores.
Los humidificadores deben tener siempre agua estéril hasta el nivel marcado.
Vigilar la mucosa nasal con el uso de O2 por cánula, no se debe utilizar a más de 4
litros.
Dejar marcado y registrado la fecha y hora de colocación de O2 y las características del
tipo de dispositivo y del paciente.
Con pacientes diagnosticados con enfermedad pulmonar obstructiva, no proporcione
fracciones inspiradas de oxígeno (FiO2) altas, pues aumentaría la hipercapnia.
Realizar siempre una evaluación clínica cardiopulmonar, neurológica y de parámetros
fisiológicos.
Se debe considerar la necesidad de realizar ajustes en la FiO2 en los pacientes que
incrementan el nivel de actividad (ir al baño, desplazamientos dentro del hospital o casa
etc).
Evitar la interrupción en la oxigenoterapia en situaciones como la deambulación o el
transporte para procedimientos.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Vigilar posibles fugas de aire, fundamentalmente hacia los ojos del usuario.
Prevenir irritación en la piel y úlceras por presión.
Valorar la mucosa nasal y oral e hidratar si fuera necesario.
Controlar regularmente que la mascarilla se encuentra en la posición correcta.
Valorar los puntos de apoyo de la máscara y accesorios, con el fin de prevenir
heridas y UPP.
Proteger si fuera necesario.
Revisar regularmente la concordancia entre el flujo prescrito y el suministro de O2.
Comprobar que las conexiones, máxime en caso de utilizar alargaderas, funcionan
correctamente y que los cables no están presionados por ruedas, sillas u otros
materiales de la habitación.
Mantener limpio el dispositivo y desechar en caso de que se ensucien o deterioren.
Favorecer la higiene bucal y nasal.
Facilitar la hidratación oral.
Lubricar las mucosas nasales con soluciones acuosas, no aceite ni vaselina.
Realizar control regular a través del pulsioxímetro y registrar.
INDICACADO
Ante un paciente con sospecha de hipoxia, no se justifica esperar la determinación de gases
arteriales para tomar la decisión de iniciar el suministro de oxígeno como primera estrategia
de tratamiento. La cianosis central (labios lengua y
mucosas) es un signo que se presenta cuando la PaO2
es < 50 mmg y la saturación de hemoglobina es <
85%, aun cuando esta mejore o desaparezca como
consecuencia de la oxigenoterapia, es deseable evaluar
la respuesta de manera integral con la evolución global
del paciente al tratamiento, así como con oximetría de
pulso y gasometría, después de lo cual se determinarán la o las causas de hipoxia y se
establecerán las estrategias más convenientes.
La indicación de OD debe basarse en los datos de la gasometría arterial, ya que es
considerada el método más fiable para establecer dicha indicación.
MATERIALES
En esta parte se habla de los aspectos generales respecto a los materiales que tiene un uso
principal, es por esto por lo que se enlistan los principales aspectos que son necesarios
saber.
Fuente de suministro de oxígeno.
Manómetro y manorreductor.
Flujómetro o caudalímetro.
Humidificador.
Fuente De Suministro De Oxígeno: Es el lugar en el que se almacena el oxígeno y a partir
del cual se distribuye. El O2 se almacena comprimido con el fin de que contenga la mayor
cantidad posible en los recipientes. Esta gran presión a la que está sometido el gas ha de ser
disminuida antes de administrarlo, ya que si no dañaría el aparato respiratorio.
Las Fuentes De O2 Pueden Ser:
Central de oxígeno: Se emplea en los hospitales, donde el gas se encuentra en un
depósito central (tanque) que está localizado fuera de la edificación hospitalaria. Desde
el tanque parte un sistema de tuberías que distribuye el oxígeno hasta las diferentes
dependencias hospitalarias (toma de O2 central).
Cilindro de presión: Es la fuente empleada en atención primaria, aunque también está
presente en los hospitales en las zonas donde no haya toma de O2 central o por si ésta
fallara. Son recipientes metálicos alargados de mayor o menor capacidad balas y
bombonas respectivamente.
Manómetro Y Manorreductor: Al cilindro de presión se le acopla siempre un manómetro
y un manorreductor. Con el manómetro se puede medir la presión a la que se encuentra el
oxígeno dentro del cilindro, lo cual se indica mediante una aguja sobre una escala graduada.
Con el manorreductor se regula la presión a la que sale el O2 del cilindro. En los hospitales,
el oxígeno que procede del tanque ya llega a la toma de O2 con la presión reducida, por lo
que no son necesarios ni el manómetro ni el manorreductor.
Flujómetro O Caudalímetro: Es un dispositivo que normalmente se acopla al
manorreductor y que permite controlar la cantidad de litros por minuto flujo que salen de la
fuente de suministro de oxígeno. El flujo puede venir indicado mediante una aguja sobre
una escala graduada o mediante una “bolita”, que sube o baja por un cilindro que también
posee una escala graduada.
Humidificador: El oxígeno se guarda comprimido y para ello hay que licuarlo, enfriarlo y
secarlo. Antes de administrar el O2 hay que humidificarlo para que no reseque las vías
aéreas. Ello se consigue con un humidificador, que es un recipiente al cual se le introduce
agua destilada estéril hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad.
PRINCIPALES VÍAS DE ADMINISTRACIÓN EN EL TRATAMIENTO
En los pacientes con respiración espontánea la terapia se puede aplicar por las siguientes
vías:
Sistema De Bajo Flujo: Indicado para las personas que tienen que someterse al
mínimo contacto con el oxígeno. Estos dispositivos no cubren ni la boca, ni las fosas
nasales y se colocan sobre la cabeza del paciente como si se ubicara el auricular del
teléfono. Cuando ya está colocado se difunde el oxígeno de manera simultánea sobre la
boca y la nariz de forma que da lugar a una nube de oxígeno para que la persona lo
inhale durante la inspiración.
Sistema De Alto Flujo: Es aquel en que el flujo de oxígeno y la capacidad del
reservorio son suficientes para proporcionar el volumen minuto requerido por el
paciente, es decir, el paciente únicamente respira el gas suministrado por el sistema.
Estos sistemas siguen el principio físico de Bernoulli, que indica que un flujo gaseoso a
alta velocidad por un conducto estrecho produce una presión subatmosférica lateral a la
salida del conducto que facilita la entrada de aire atmosférico a dicho conducto.
Mascarilla Venturi: Administra una concentración exacta de oxígeno al paciente. Éste
puede tener una sensación de estar recluido durante la administración (no permite ni
comer, ni hablar), así como tener calor o mostrar una ligera irritación en la piel.
Otras no tan utilizadas pero que de igual forma tiene utilidad hospitalaria son:
Cámara Hiperbárica: Método no invasivo e indoloro. La presión del aire se eleva hasta 3
veces más que la presión del aire normal en estas condiciones, los pulmones pueden
respirar más oxígeno de lo que sería posible respirando oxígeno puro a una presión de aire
normal.
Además de estos tipos, en los pacientes con carencia de respiración espontánea se les puede
aplicar mediante un respirador mecánico o por una bolsa de
resucitación manual.
Cánula nasal: El oxígeno se suministra en concentraciones de
menos del 40 % a través de una cánula de plástico en las fosas
Ilustración 2 Cánula Nasal nasales del paciente.
Máscara con reciclado parcial
de respiración: El paciente inspira oxígeno de una bolsa de reserva junto con el aire
atmosférico y el oxígeno de la máscara. El primer tercio del volumen corriente exhalado
entra en la bolsa; el resto sale de la máscara. Debido a que el aire que entra a la bolsa de
reserva proviene de la tráquea y los bronquios, donde no se produce intercambio de gases,
el paciente vuelve a respirar el aire oxigenado que
acaba de exhalar. El oxígeno puede administrarse en
Ilustración 3 Máscara Con Reciclado Parcial De
concentraciones del 40-60 %. Respiración
TÉCNICAS DE
Ilustración 9 Oxígeno Transtraqueal
ADMINISTRACIÓN DE
OXÍGENO BASICAS
TÉCNICA DE ADMINISTRACIÓN DE OXÍGENO POR CÁNULA NASAL
1. Inspeccionar el cuarto del paciente en cuanto a
dispositivos eléctricos y colocar un letrero con la
leyenda “NO FUMAR” y “PRECAUCIÓN
OXÍGENO”.
Fundamentación:
La presencia de sustancias alcoholadas u oleosas, materiales inflamables o aparatos
eléctricos a corta distancia de la fuente de O2 incrementa la posibilidad de estimular
la combustión.
2. Evaluar las condiciones del paciente e informarle la razón de administrarle oxígeno.
Fundamentación:
La explicación sobre las ventajas de la oxigenoterapia y la participación esperada
del paciente disminuye su estado tensional.
3. Conectar el medidor al humidificador y éste a la toma de oxígeno y conectar el tubo de
derivación a la cánula de plástico.
4. Asear las narinas antes del procedimiento y después de acuerdo con las necesidades del
paciente.
Las vías respiratorias se encuentran recubiertas por una mucosa de epitelio ciliado,
el cual detiene polvo, bacterias y las expulsa con movimientos vibrátiles.
La liberación de secreciones u otro tipo de obstrucción basal, incrementa el flujo de
oxígeno hacia el aparato respiratorio.
5. Colocar las puntas de la cánula a una distancia no mayor a 1.25 cm alrededor de en los
orificios nasales del paciente.
La mucosa nasal tiene una rica irrigación y sangra con facilidad y de manera
profusa si se produce traumatismo.
6. Iniciar con lentitud la corriente de O2 y ajustar el flujo de 1 a 6 L/min.
7. Ajustar el tubo a la cabeza del paciente y fijarlo en la almohada o ropa de cama, si es
que éste permanece en reposo.
La observación de la piel previene laceraciones o puntos de presión del dispositivo
de administración de O2.
Una fijación correcta de la sonda evita su desplazamiento.
8. Dejar cómodo al paciente y vigilar de manera continua el funcionamiento del equipo,
signos vitales y la respuesta de éste a la oxigenoterapia.
9. Utilizar oximetría de pulso una vez estabilizado el paciente.
Administrar más de 2 L/min de O2 a paciente con neuropatía crónica puede
conducir a paro respiratorio, ya que el estímulo respiratorio depende de un estado de
hipercapnia e hipoxia.
Administrar más de 2 L/min de O2 a paciente con neuropatía crónica puede
conducir a paro respiratorio, ya que el estímulo respiratorio depende de un estado de
hipercapnia e hipoxia.
10. Proporcionar cuidados a las narinas cada 4 a 6 h.
La humedad, el caucho o látex aumentan la posibilidad de formación de úlceras de
las mucosas.
La oxigenoterapia continua tiende a propiciar infecciones respiratorias.
11. Valorar el funcionamiento del equipo y observar con frecuencia al paciente para la
detección oportuna de signos y síntomas de alarma.
La vigilancia continua del paciente y del funcionamiento del equipo permiten la
detección oportuna de trastornos mentales, descenso del nivel de conciencia,
aumento de la frecuencia cardiaca, arritmias, intranquilidad, disnea, bostezos o
aleteo nasal, cianosis, piel fría y pegajosa y otros signos de alarma.
TÉCNICA ADMINISTRACIÓN DE OXÍGENO POR MASCARILLA
1. Seguir las intervenciones 1, 2, 3, y 4 de administración de O2 por cánula nasal, con la
fundamentación correspondiente.
Variaciones de mascarilla Venturi, con reinhalación parcial, sin reinhalación y
presión positiva continua.
2. Verificar el tamaño y tipo de mascarilla de acuerdo con edad, necesidades del paciente
e indicaciones.
3. Activar el flujo de O2. Si se fi ja una bolsa reservorio, inflarla de forma parcial.
Asegurar el nivel adecuado de agua en el humidificador.
4. Colocar al paciente en posición semi Fowler o sedente.
La posición semi Fowler favorece la expansión de los pulmones y la oxigenación de
los tejidos.
5. Colocar y ajustar la mascarilla a la cara del paciente, de la nariz hacia la boca.
La concentración de O2 se altera si la mascarilla no se adapta con firmeza, el tubo
se enrolla, la entrada de O2 se bloquea, el flujo es insuficiente o el paciente presenta
hiperpnea.
6. Permanecer con el paciente hasta que se sienta tranquilo con la mascarilla.
Los signos de intoxicación de O2, CO2 y helio son: náusea, vértigo, desorientación,
cefalea y otros.
La inhalación de gases pesados produce disnea y fatiga.
7. Retirar la mascarilla cada 2 h para asear la cara del paciente y dar masaje.
La piel y mucosas sanas e íntegras son líneas de defensa contra agentes infecciosos.
La resistencia de la piel a las lesiones varía con cada individuo.
8. Seguir las intervenciones 8, 9 y 11 de la técnica de O2 por cánula nasal.
CONCLUSIÓN
El éxito de la terapia con oxígeno dependerá en gran medida del dispositivo seleccionado y
de su correcto manejo. La elección del dispositivo de oxigenoterapia debe realizarse de
acuerdo con las características individuales, patología y la respuesta a la administración de
este medicamento.
Cada dispositivo consta de indicaciones precisas, ventajas y desventajas propias.
Se debe conseguir un equilibrio perfecto entre la comodidad y tolerancia del paciente y la
eficacia de la interfase. Enfermería como principal colectivo en el cuidado de estos sistemas
tiene el deber legal y ético de conocer la utilización. Para ello, es imprescindible
la existencia de guías de formación adaptados a las necesidades de estos profesionales. La
guía de la American Association for Respiratory Care (AARC) recomienda establecer la
frecuencia de cambio de acuerdo con los resultados obtenidos por el comité de infecciones
en cada institución. En forma general, se recomienda hacerlo cada 2-3 días.
Hasta hace poco, muchos profesionales creían que el oxígeno no representaba ningún
peligro para los adultos con enfermedades graves.
Para recordar si se quiere efectos que sean notorios se debe usar constantemente o como sea
la constancia de que el paciente siga la prescripción médica.
Antes y después de poner una mascarilla se debe reemplazar las piezas o limpiar
correctamente, esto puede ser con jabón, no se debe olvidar de limpiar los tubos, esto si es
de uso personal se puede lavar diariamente o cada vez que se use.
Respecto a la higiene se debe recordar que siempre como norma se debe lavar las manos
antes de comenzar el procedimiento de Oxigenoterapia sin olvidar que también se debe
recordar limpiar el rostro del paciente antes esto con el fin de eliminar el exceso de aceite
en el rostro e impurezas o no sé introduzcan bacterias, para que así no tenga fuga de
oxígeno y se tenga mayor asepsia con el tipo de procedimiento a realizar.
Para el paciente el utilizar una máscara o algo invasivo puede hacerlo sentir dependiente, lo
cual le hará sentir limitado e incómodo es por eso que hay que apoyar al paciente
psicológicamente y así poder lograr una pronta recuperación o en su caso aprender a
utilizarla si se tratase de cronicidad.
Por esto siempre es importante poner mucha atención en cada expresión que nos demuestre
el paciente por medio de lo dialogado con él en la revisión oh en los cambios tisulares que
llegue a demostrar.
GLOSARIO
FiO2: Fracción inspirada de oxígeno, expresada en concentración y se mide en porcentaje.
En el caso del aire ambiental la FiO2 es del 21%.
3. Universidad de Cantabria. (s/f). Oxigenoterapia. 2020, de Open Course Ware Sitio web:
https://ocw.unican.es/pluginfile.php/837/course/section/902/Apuntes%2520de
%2520Oxigenoterapia.pdf