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8) Sintaxis B+â-Ísica - 1) Pronombres Interrogativos e Indefinidos
8) Sintaxis B+â-Ísica - 1) Pronombres Interrogativos e Indefinidos
Dentro de los temas en nasal está la palabra , una palabra importante con
nominativo sigmático. El tema es .
Observen que en el cuadro dice “Pronombre interrogativo/indefinido”, pero hay una
diferencia: el interrogativo lleva acento gráfico y el indefinido no. La única manera de
diferenciar el interrogativo del indefinido es mediante el acento. Lógicamente, la analogía
con el castellano puede confundir. En castellano decimos ‘¿Quién viene?’ y respondemos
‘Viene alguien’, y pareciera que en ese ‘alguien’ no hay ninguna relación con el ‘quién’
interrogativo. Sin embargo, desde el punto de vista etimológico estamos ante la misma
palabra: en latín quis es el interrogativo y aliquis –cuyo segundo formante es precisamente
quis- el indefinido. Aliquis dio ‘alguien’ en castellano.
En griego esto es muy claro y en la escritura se optó por ponerle a una forma acento
gráfico y a otra no para diferenciarlos.
Noten también en el cuadro que para las formas de dativo y genitivo tienen dos
posibilidades.
En cuanto a la traducción, tenemos ‘quién’ y ‘qué’ respectivamente para el
masculino/femenino y el neutro interrogativos y, si no hay acento, estamos ante ‘alguien’
en el masculino/femenino y ‘algo’ en el neutro. Dado que se trata de pronombres, podemos
hallar también el indefinido como ‘alguno/a’ en función de adjetivo.
Entonces, la regla que vamos a utilizar para diferenciarlos es la siguiente: el
interrogativo nunca puede estar sin acento agudo. A veces el indefinido toma un acento,
pero nunca el interrogativo modifica el suyo agudo, por eso éste es el criterio.
Ahora vamos a ver unos ejemplos donde podamos observar esto funcionando.
Comencemos por la oración número 14:
Evidentemente el verbo es y el sujeto . , con acento agudo propio, es el
pronombre interrogativo, como predicativo sujetivo. Aquí dice: “¿Y tú quién eres?”
Vamos a la oración número 15:
El verbo es , un verbo intransitivo que traducimos por ‘parecer’. es
interrogativo, porque está en una interrogativa y porque tiene su propio acento. Es, además,
el neutro, en nominativo porque el verbo es intransitivo. es el sujeto y el
pronombre interrogativo será predicativo sujetivo, con un dativo de interés . La
traducción es: “¿Qué te parece el razonamiento?”
Vamos a la oración número 16:
ADJETIVOS
NUMERALES
Masc. Fem. Neutro
N
A
G
D
Pronombre indefinido
Masc. Fem. Neutro
N
A
G
D
Este primer compuesto está formado con la negación como primer elemento,
una delta eufónica, para facilitar la pronunciación y el numeral. Significa ‘ninguno’,
‘ninguna’, ‘ninguno -en neutro-’. Pero existe la posibilidad de armarlo con la otra negación,
es decir con :
Pronombre indefinido
Masc. Fem. Neutro
N
A
G
D
Como ven, el armado de este otro compuesto sigue las mismas pautas del anterior.
Significa lo mismo, es decir ‘ninguno’, ‘ninguna’, ‘ninguno -en neutro-’. Aprender cuándo
aparece un compuesto y cuándo el otro es todo un arte en griego. Siguen aproximadamente
los usos de y , pero la traducción en nuestra lengua será la misma, como dije, ya que
no tenemos forma de diferenciarlos.
Como son pronombres, pueden recibir las traducciones ‘nadie’ para el masculino y
femenino y ‘nada’ para el neutro.
La clase que viene la vamos a dedicar a ejercitar esto último y a responder consultas
para el parcial.
n. c. de esp.
n. v. predicativo sujetivo apósito
Su- Predicado -jeto
Así es el análisis sintáctico y la traducción resulta: “Uno solo es el esclavo de la
casa, el señor.”
Podríamos haber hecho otro análisis pensando en el valor existencial del verbo
donde todo, salvo el verbo, sería un sujeto: “Existe un único esclavo de la casa, el
señor.” Sin embargo, por la posición en la que está en esta oración el verbo, me parece que
es más apropiado el primer análisis.
Fíjense que tiene todas las características de un anafórico, con un apósito que
declara o explicita la identidad de ese .
Como ya dije, siempre vamos a reforzar, para que no se confunda con el artículo
indefinido en la traducción, con algún adjetivo como ‘único’ o ‘solo’, así que vamos a
traducirlo como ‘uno único’ o ‘uno solo’.
Vamos al texto número 9:
Ante todo, es el mismo pronombre que acabamos de ver en el texto anterior
pero, ahora, en género neutro. La posición del verbo, precedido por el adverbio de
negación, parece sugerir que se trata de una negación de existencia: ‘no existe’ o ‘no hay’.
es un sustantivo neutro de la tercera declinación, del tipo de .
Su enunciado será . Significa ‘posesión’, ‘bien’, esto último en el sentido de
un bien de fortuna.
Además, tenemos el adjetivo , un adjetivo en grado comparativo que no
responde al modelo con el que hemos estado trabajando hasta ahora. Es otro tipo
de comparativo sobre cuya morfología vamos a profundizar en el comienzo del próximo
curso. No presenta mayor problema porque los comparativos de este tipo figuran todos en
el diccionario, de modo que es fácil orientarse. es el comparativo de
.
Como es un adjetivo en grado comparativo, el genitivo está motivado por la
presencia de ese adjetivo, y será un segundo término de comparación.
adv. n. 2° T. C.
de
neg. v. atr. n. atributo
Predicado Sujeto
La traducción es: “No existe ningún bien más hermoso que un amigo.”
En griego pasa algo similar a lo que se ocurre en castellano cuando hay dos
negaciones, como aquí ocurre con y -no olviden que en este pronombre hay
incorporada una negación-. En estos casos, cuando la segunda negación es compuesta,
ambas negaciones se refuerzan, no se anulan.
Es complejo el tema de la acumulación de negaciones en griego y lo iremos viendo
a medida que aparezca, pero pueden tomar esto que he dicho como un principio que se
cumple: cuando en un texto hay dos elementos negativos y el segundo de ellos es
compuesto, entonces se enfatiza la negación.
Vamos a la oración número 11:
o. d. v.
Sujeto Predicado
Ante todo, tenemos un verbo ya conocido en esta oración: . En esta ocasión,
el verbo está en imperativo, segunda persona singular, por lo que el sujeto será desinencial.
Siendo un verbo transitivo, vamos a buscar un objeto directo, y allí lo tenemos, dado por
una proposición objetiva con verbo en infinitivo, formada por todo el resto de la oración.
Dentro de la proposición, el infinitivo es el núcleo y, además, hay algunos
acusativos y. , en este contexto,no puede ser más que el acusativo
neutro singular del pronombre que estamos conociendo, ,,.
es un adjetivo, , que significa ‘duradero’, ‘estable’. Me da la
impresión de que esta palabra está armada con una duplicación, es decir que la lengua tomó
la beta inicial de la raíz, la colocó adelante y la unió a la palabra mediante el agregado de
una epsilón: . En esa palabra entonces habría un matiz resultativo, sería lo
duradero o estable como resultado.
Es notable cómo la duplicación de la primera sílaba tiene un matiz semántico muy
próximo a las palabras que indican permanencia o frecuentación. En castellano tenemos
tales como ‘ronronear’, ‘murmurar’, con duplicación. Aquí lo que se estaría marcando
mediante la duplicación es la permanencia.
Volviendo a la oración entonces, tenemos un adjetivo de suyo y un
pronombre indefinido en acusativo. En principio, vamos a elegir como sujeto al
pronombre, porque tiene cierta tendencia a ser sujeto, al menos en un grado mayor que un
adjetivo de suyo. Ese sujeto, además, va acompañado de un complemento de especificación
.
s.d.
n.v. comp. de esp. pvo. suj.
Su- Pre- jeto -dicado
v. Proposición objetiva
Predicado
Aquí tenemos una expresión que, casi podríamos decir, es verificable, tiene impresa
la fuerza de los hechos. En la sintaxis de Humbert, donde se trabaja con la sintaxis de las
negaciones, se dice que basta con que aparezca un mínimo de proyección para que se pueda
justificar la aparición de un , incluso con el verbo en indicativo. Entonces, ante una
oración como la que tenemos, hay que pensar que es la intención del hablante expresar lo
que dice como algo objetivo y dado.
Cuando aparece el primer en el estudio del griego solemos hacer una distinción
bastante radical, diciendo que niega al indicativo ya los otros modos, pero a veces
un modaliza a un indicativo. Tenemos que hacer una diferencia ente ‘modo’ y
‘modalidad’. ‘Modo’ alude preferentemente a lo morfológico, pero ‘modalidad’ refiere a
estos matices que efectivamente modalizan la expresión. Ya nos hemos encontrado antes
con una modalidad del futuro de indicativo: desde el punto de vista morfológico el futuro
cae dentro del modo indicativo, pero es tan frecuente el uso modal del futuro de indicativo
que esa distinción entre modo y modalidad se hace aquí muy operativa. Un modo comporta,
entonces, diversas modalidades y hasta el modo que se asocia con la expresión de lo
objetivamente dado, el indicativo, puede resultar modalizado por el hablante mediante
alguno de los recursos modalizadores de la lengua.
Trabajemos ahora con la oración número 13:
Ante todo, , como suele ocurrir cuando está en segundo lugar, se refiere a lo
anteriormente dicho, por lo que lo recuadramos. El verbo es , en tercera persona
singular de presente de voz media o pasiva. Se trata del verbo -el número 2, porque el
diccionario trae dos -, que significa ‘necesitar’. Hay que buscar un sujeto para esta
tercera persona del singular, y evidentemente lo hallamos en .
Tenemos además en la oración otra palabra que también termina en - : .
Uno perfectamente podría confundirlo con un nominativo singular de la segunda
declinación, pero en realidad estamos ante el genitivo de o de . Como
genitivo sin preposición, podría estar relacionado con el sustantivo sujeto, a modo de
complemento de especificación. Sin embargo, sería extraño a la hora de traducir, no
hallaríamos un sentido para esa expresión y, por otra parte, hay un uso del verbo con
genitivo que tenemos que tener en cuenta aquí. Este verbo se asocia con caso genitivo y en
genitivo va aquello de lo cual se necesita: ‘necesitar de algo’, donde ese ‘algo’ va en caso
genitivo.
La cuestión, entonces, pasa por pensar qué función sintáctica tiene ese genitivo
dependiente del verbo. Podemos pensar en un que no estaría referido a un lugar o
tiempo, sino que indica el punto de origen de la necesidad. Finalmente podría pensarse
también en un genitivo partitivo, un genitivo que recorta una totalidad, acota el alcance de
algo ya mencionado. Es el tipo de genitivo que normalmente traducimos con la preposición
‘entre’. Observen que en la oración 9 podríamos haber dicho: “Ninguno entre los mortales
es feliz.” En este caso la partición tendría que ver con especificar aquello que se necesita.
En esta oración hay un problema que aparece en muchos textos, a veces de manera
explícita y, a veces, implícitamente. Se trata de la posibilidad de hablar de lo divino, de lo
absolutamente otro, con lenguaje humano. Esto, desde la perspectiva del lenguaje humano,
es un poco paradójico. Quienes se inclinan por tomar este tipo de genitivos como se
apoyan en que el genitivo fija el punto de partida para la satisfacción de la necesidad.
Quienes piensan en un partitivo, como Adrados, sostienen que entre todas las cosas
posibles que pueden ser objeto de necesidad, se recorta algo. Aquí el recorte es curioso,
porque se habla de ‘necesitar de nada’.
El análisis sintáctico de la oración queda entonces:
/
v. gen. partitivo
Pre- Sujeto -dicado
Naturalmente, comenzamos por el verbo,. Podríamos pensar que el verbo es
, ya que parece una forma verbal, pero se trata de un adverbio de lugar, ‘allí’.
es la tercera persona del plural del pretérito imperfecto de .
A continuación tenemos tres nombres, . La novedad morfológica
es . Por la ausencia de acento nos damos cuenta de que se trata del indefinido neutro en
nominativo o acusativo plural. Esto se verifica también porque proviene del
sustantivo neutro , del cual es un atributo. es una forma
invariable de un adjetivo numeral, ‘siete’, que encontrarán entonces tal cual en el
diccionario.
El análisis sintáctico de la oración es el siguiente:
adv. n. atrib.
v. de lug. atributo n.
Predicado Sujeto
Estamos, entonces, ante el uso existencial del verbo . Es algo paradójico el
que tengamos un adjetivo numeral bien determinante, ‘siete’, y un adjetivo pronombre
indefinido. No va a resultar tan extraño al traducir, ‘unos siete barcos’, donde resulta claro
que es un atributo de que, a su vez, recibe la determinación del atributo .
La traducción es: “Había allí unos siete barcos.” Nosotros damos ese sentido
existencial muchas veces mediante el uso de las terceras personas de singular de tiempos y
modos del verbo ‘haber’. En castellano, además, está presente la misma asociación entre el
indefinido ‘unos’ y el numeral, bien definido, ‘siete’.
Podrían reclamar algo ante esta oración: el sujeto neutro plural suele concertar con
verbo en singular. Habrán notado ustedes que cuando enunciamos una regla de este tipo
decimos ‘en la mayoría de los casos’, con prudencia aristotélica. Aquí ocurre que es
tan fuerte en cuanto a marcar el carácter de pluralidad, que ese neutro plural ya no puede
sentirse como un colectivo. Por eso, el verbo está en plural y no en singular.