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Orientaciones metodológicas para mejorar programas sobre


Familia
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Preparación del espacio de facilitación


El reconocimiento del impacto de la forma de ubicarse en el espacio y atender el lenguaje
corporal junto con el verbal de si y de los otros es un importante elemento de la competencia
profesional como herramientas para facilitar procesos anclados en el cuerpo y en las interacciones
familiares a través de los cuerpos.
Resulta importante elegir los espacios atendiendo elementos del domicilio. Los espacios
familiares son el escenario de la vida familiar tanto como de los encuentros, mirarlos de manera
crítica con fines operativos, metodológicos y pedagógicos es una importante actividad para
reconocer algunos valores, su significado familiar y la disposición de las actividades a diseñar.
Una mirada crítica y atenta permitirá una visión operativa que facilite identificar
información pertinente para los instrumentos de recolección de información; una visión
metodológica ofrecerá información acerca de la conveniencia y requerimientos de cada uno de los
escenarios del hogar; y finalmente, una visión pedagógica fortalecerá las acciones de co-creación
de escenificaciones, auto observaciones, movilización de recursos, sensibilización ante las
alternativas e introducción de patrones generativos.
Los espacios familiares tienen significados particulares para cada familia, su distribución
permite identificar las actividades más importantes de la familia, por ejemplo, la existencia de
espacios en los que potencialmente las familias compartan momentos, como por ejemplo una mesa
en la que toda la familia pueda compartir una comida o la presencia de un televisor y la disposición
de las sillas. La existencia de elementos decorativos, símbolos o imágenes religiosas otorgan
información acerca de las creencias de la familia y posiblemente den claves sobre sus posturas.
Por otra parte, la limpieza y los espacios que cada persona tienen para desarrollar sus actividades
y sus necesidades vitales ofrecen información acerca de cómo vive la familia y las condiciones de
cada uno de sus miembros, por ejemplo, ¿cuál es el espacio para que NNA realicen sus tareas?
¿Cómo están distribuidas las habitaciones? ¿Las habitaciones corresponden con la comprensión
familiar lograda en el genograma?1

1 Ver sección genograma


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1.1.1. Rutas para facilitar el desarrollo familiar2


La diferencia que debe caracterizar los encuentros familiares domiciliarios y la facilitación
del desarrollo familiar radica en la promoción del desarrollo familiar a través de escenificaciones
que movilizan recursos, visibilizan y sensibilizan alternativas, seguidas de conversaciones sobre
el proceso de interacción que permiten a las familias aprender de sí mismas, coadyuvando
aprendizajes hacía la creación y cultivo de vínculos de cuidado mutuo.
Si bien ello se logra mediante los diferentes repertorios metodológicos y pedagógicos que
pueda tener la persona facilitadora encuadrados en el modelo solidario, en el modelo de desarrollo
familiar de la DFC el juego es esa herramienta que de manera natural facilita el aprendizaje de
relaciones, no obstante, “si luego de la actividad no se direcciona el grupo a las conversaciones y
meta conversaciones de las cuales puede aprender y decidir cambios, el grupo solo estará haciendo
un taller de manualidades a nombre del desarrollo familiar” (PDF parte uno, p 32). En otras
palabras, el juego adecuadamente diseñado es aquel que facilita los reaprendizajes relacionales
mediante reflexiones.
Se presentan a continuación algunos elementos de la ruta de desarrollo familiar y
actividades sugeridas orientadas a proveer de herramientas para la facilitación mediante la co-
construcción de escenarios generativos de interacciones que empleando cualquier tema o
interacción permita la auto-observación de las dinámicas relacionales y potencien aprendizajes y
conversaciones generativas, encauzadas mediante la mirada apreciativa y generativa de la persona
facilitadora a partir del uso de preguntas que fortalezca el ejercicio de movilización de cambios
con poco esfuerzo y en poco tiempo.
Este acápite hace una distinción entre los objetivos metodológicos y pedagógicos de las
actividades. Mientras los primeros se refieren al objetivo que se espera cumplir con cada actividad,
esta sección se referirá por objetivo pedagógico al diseño de actividades para que, de forma
indirecta, no obvia, no evidente, permitan observar las interacciones, evocar recursos, paralizar

2 En el marco de la gestión de conocimiento, este documento es el resultado de un ejercicio de articulación de los documentos que
se relacionan a continuación, cuidando que se otorgue claridad conceptual y metodológica para el desarrollo de la ruta familiar.
(Guía para programas de desarrollo familiar, parte 1, 2 y 3, El arte de las visitas domiciliarias, Meterse al rancho. Las herramientas
en cuatro momentos de formación, 2012, Proceso de intervención domiciliaria asistencia y asesoría a la familia, documento inédito).
En otras palabras, la ruta de desarrollo familiar que se presenta a continuación imbrica los elementos identificados como pertinentes
y suficientes en cada uno de los documentos. En los casos en los que se sugiere la consulta, o se identifica una posible necesidad
de profundización, las fuentes de información se relacionan a lo largo del texto.
Asimismo, se relacionan los posibles instrumentos asociados que fueron identificados de la serie de documentos y procedimientos
que se organizan en el documento. No obstante, su uso será determinado en el manual de operación estipulado desde la dirección.
Posibles instrumentos asociados: Formato de Primera visita al domicilio, formato de composición familiar, mapa de pertenencia,
formato para información de red, cuadro de recursos y capacidades y formato de eventos estresores.
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recuerdos y sentimientos limitantes, anclar recuerdos y sentimientos apoyadores y resignificar


interpretaciones limitantes del pasado (guía para programas de aprendizaje y desarrollo familiar,
parte 2, p31). Cooperando en la transformación de círculos viciosos en círculos virtuosos
caracterizados por el gusto de conversar sobre sus conversaciones, sus representaciones y sus
interacciones
Para una revisión teórica y conceptual más amplia puede remitirse a la guía para programas
de aprendizaje y desarrollo familiar parte 1, mientras que un mayor repertorio metodológico se
provee en el documento meterse al rancho.

Encuentros domiciliarios familiares o grupales


Encuentro inicial

Elemento fundamental del encuentro familiar domiciliario es el posicionamiento de la


familia como sujeto activo y la co-construcción de un espacio generativo para el empoderamiento
de la familia y el reconocimiento de sus recursos. Tal fin se facilita mediante una serie de aspectos
que se relatan a continuación.
Objetivos
• Propiciar un espacio empático que garantice el respeto por la familia.
• Concertar acuerdos para el contexto de la intervención.
• Definir fecha para inicio de intervención en el domicilio.

La primera visita domiciliaria y un acercamiento que transmita la postura constructiva,


propositiva y alentadora son algunas de las claves en la disposición de apertura participativa de las
familias durante todo el proceso de abordaje. Este espacio es fundamental en el establecimiento de
confianza entre las personas que forman parte del proceso.

El objetivo es presentar a la familia de manera sencilla, amable y respetuosa, el programa


y la invitación a participar. Algunos ejemplos, sugeridos en el documento inédito del protocolo de
visitas, se presentan a continuación:
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“Quiero contarles que hay un programa muy especial de asistencia y asesoría a la familia,
nosotros estamos averiguando cómo las familias tienen tan valiosos recursos para enfrentar tantos
dilemas de la vida. Les queremos hacer una invitación a participar de manera voluntaria”.
“En los encuentros por ejemplo charlaremos sobre las cosas importantes de su familia, es
probable que hablemos sobre situaciones difíciles y de tratemos de encontrar formas de actuar ante
esas situaciones. Vamos a involucrar todos los integrantes de la familia. Vamos a conversar y nos
vamos a dejar tareas”
Construir confianza y establecer acuerdos respecto a cómo se desarrollará el proceso,
facilitando espacios de discusión e identificación de intenciones, voluntades, saberes y deseos
como proceso previo y como uno de los elementos diagnósticos en la elaboración de un plan de
trabajo para la persona facilitadora, sirve también para reconocer las capacidades propias y de otros
como punto de partida para trabajar hacía un objetivo en común. Establece una buena relación y
aclara el propósito de la actividad. Posteriormente se les pregunta: “¿Consideran ustedes que este
espacio podría beneficiar a su familia?, ¿de qué manera?, ¿Estaría interesado en iniciar este
proceso?”
A continuación, se presentan algunos ejemplos de preguntas autoreflexivas que pueden
guiar la construcción del espacio generativo conjuntamente con la familia.
□ ¿Acordé con la familia las acciones de manera tal que se compartan las expectativas y
claridad en el proceso con objetivos claros y precisos?
□ ¿Convenimos los encuentros de manera tal que la familia reconozca que es un sujeto activo
en la toma de decisiones para su propio proceso?
Asimismo, el primer encuentro es propicio para construir los acuerdos guía de las sesiones
y los objetivos, reconociendo también los recursos, las capacidades e información clave sobre las
experiencias familiares, que incluyen también dolor y comprometen emociones y sentimientos.
Este reconocimiento permite que seamos conscientes de las necesidades de apoyo y
acompañamiento, así como las consideraciones éticas y psicosociales con las que contará para
desempeñar la labor.
□ ¿Creé la oportunidad para que las familias, o los miembros manifiesten sus inquietudes?
□ ¿Di atención oportuna, suficiente y efectiva a las inquietudes manifestadas o identificadas?
□ ¿Permití un espacio para que la familia presente sus reflexiones, interrogantes, situaciones,
necesidades, experiencias?
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La experiencia ha demostrado que, para evitar la estigmatización de familias o niños por la


intervención, es necesario explicar que el proyecto les ayudará en el aprendizaje de habilidades y
competencias para construir relaciones familiares positivas; la generación de comportamientos
prosociales; conocer otras prácticas de socialización. En otras palabras, realizar el
acompañamiento desde su visión e intención propositiva, coadyuva que las familias mitiguen sus
preocupaciones y manifiesten sus inquietudes según el espacio de confianza que podamos
construir asegurándose de tomar distancia de la lectura de la problemática. En ese sentido, vale la
pena resaltar que el espacio no es para hablar de problemas, sino para que hablar y desarrollar las
fortalezas de la familia y sus miembros; brindar espacios a la familia que permita la resolución de
conflictos específicos; crear espacios lúdico-recreativos dirigidos a la familia; orientar a las
familias para que tengan acceso a las instituciones prestadoras de servicio de diferente índole
(educación, trabajo, capacitación, entre otras)
Es importante también modular expectativas económicas, por lo que es recomendable
evitar hablar de beneficios, palabra que suele interpretarse como beneficio de subsidio o
inscripción a otros programas y mencionar que las visitas no tienen costo económico, sino que se
pide invertir tiempo.
A manera de acuerdo, debe establecerse también la presencia de los integrantes de la
familia; el desarrollo en el hogar por conveniencia para las familias, tanto como que desarrollar
las actividades en su hogar es más conveniente o cómodo, considerando las consideraciones ya
presentadas. Siendo que se busca una relación de colaboración mutua el equipo de facilitación
también deberá comprometerse en el cumplimiento, el respeto de los acuerdos básicos que
incluyen la fecha de iniciación, la hora del siguiente encuentro, la definición de los objetivos. Las
sesiones se deben establecer en acuerdo con la familia, a medida que se vaya desarrollando el
trabajo.

Construcción de historia y plan familiar en el encuentro domiciliario


La guía para programas de aprendizaje y desarrollo en su parte 3, establece como
importante acción de los encuentros familiares domiciliarios el construir conjuntamente la historia
y plan familiar, ésta resulta ser componente fundamental de la ruta de desarrollo familiar en el
marco de la comprensión de las familias como sujetos activos de su propio desarrollo y el
posicionamiento del proceso de acompañamiento como uno de facilitación de nuevas alternativas
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para identificar otras alternativas y respuesta a situaciones de vulnerabilidad determinadas


conjuntamente con las familias.
Co-crear la historia y el plan familiar en un escenario generativo en la propuesta que hace
la guía PDF conlleva la respuesta a tres preguntas ¿Quiénes somos? ¿Qué queremos lograr en
nuestras familias y que aportamos para ello? Y ¿cómo articulamos los intereses, capacidades y
saberes de todas las personas (incluyendo a la persona facilitadora) en una ruta de desarrollo
familiar propia de este grupo? “la forma de hacerlo depende de las herramientas metodológicas
que el prestador del servicio […] domine. Sugerimos que cada prestador de servicio [y persona
facilitadora] desarrollen su propia caja de herramientas” (2015, p.15).

Si bien la guía sugiere un diseño metodológico de una sesión, este acápite presenta
desarrollos metodológicos para atender una pregunta por sesión, entre otras cosas, porque se
atiende no únicamente el objetivo metodológico de las herramientas, es decir, el desarrollo de las
actividades con un fin meramente funcional para dar respuesta a las preguntas, sino unos objetivos
pedagógicos que de manera simultánea permiten identificar las interacciones, recursos y estilos de
las familias y construir nuevas narrativas. En otras palabras, se presenta a continuación los diseños
metodológicos para un encuentro familiar por pregunta, considerando que en su desarrollo además
de los objetivos de la construcción de la historia y el plan familiar, de manera simultánea se facilita
el desarrollo familiar y el fortalecimiento de vínculos de cuidado.
Las propuestas se presentan enfatizando la versatilidad de las herramientas de acuerdo a
las necesidades y muy importantemente atendiendo los objetivos pedagógicos y las capacidades,
asimismo, rompiendo la noción de linealidad y el supuesto de que hay una única ruta para lograr
el desarrollo familiar, por consiguiente se insiste en que éstas se puedan organizar y aprovechar
según los actores y propósitos que se tienen y su adecuación e implementación deberá alinearse
con las condiciones de entrada y de salida personales y profesionales de las personas asistentes,
junto con el aprendizaje que cada una de las actividades facilita. Puesto en palabras de la guía para
programas de aprendizaje y desarrollo familiar parte 3 “un mapa de viaje que ofrece muchas rutas
posibles ante las cuales cada usuario decide actuar en función de sus intereses, ubicación actual y
capacidades” (2015, p.14)
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a. ¿Cómo co-construir el escenario generativo con las familias? Plan Familiar

Empecemos por ubicar el lugar del encuentro en el proceso de construcción compartida de


una relación de cooperación entre las familias y nosotros, para tejer un vínculo significativo de
cuidado mutuo.
El encuentro es la oportunidad de establecer el contexto de la relación: objetivos
particulares y objetivos comunes, temas, métodos, roles, formas de relacionarnos, espacios, ritmo
o fechas de los próximos encuentros. En el encuentro se debe cocrear este contexto y la manera de
hacerlo es lo que define el carácter de la relación, que es lo más importante, porque es lo que da
sentido a la obra común3.
¿Cómo pueden las personas facilitadoras del encuentro familiar domiciliario facilitar el
desarrollo de la familia para cultivar los vínculos de cuidado mutuo a partir de las situaciones
significativas y los escenarios cotidianos de ésta? Para cocrear el contexto del primer encuentro se
sugiere responder conjuntamente estas tres preguntas: ¿Quiénes somos? ¿Qué queremos lograr en
nuestras familias y que aportamos para ello? ¿Cómo articulamos los intereses, capacidades y
saberes de todos (familias y personas facilitadoras) en una ruta de desarrollo familiar?

¿Quiénes somos?

Genograma
Para dar respuesta a esta pregunta se sugiere el desarrollo del genograma como estrategia
para el identificar los vínculos familiares, recordar y reconocer la historia de la familia y observar
las interacciones y acciones de la familia, lo que resulta de gran información para el equipo de
facilitadores quienes pueden comprender mejor a la familia e identificar el estado de las
relaciones familiares. Es importante recordar la metáfora del caleidoscopio y como cada
actividad ofrece una mirada distinta acerca de los elementos de la familia.
Ahora bien, el uso pedagógico del genograma que se propone no limita su propósito a
levantar la información con precisión, sino a integrar a la familia en una actividad,
posicionándola como protagonista y responsable de su aprendizaje, en la medida en que es
mediante su autoconocimiento que construye su representación y narrativa. Asimismo, la
actividad puede facilitar la reflexión acerca de la fotografía actual de la familia y sus

3 Se habla de obra, escenario o escenificación como referentes del teatro que ofrecen una poderosa metáfora del proceso interactivo
de facilitación de autodesarrollo de la familia, ofreciendo un distanciamiento liberador de los escenarios y las puestas en escena
naturalizadas
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características, procurando que mediante los recursos propios la familia logre sus propias
conclusiones, en este caso de lo que quiere para su vida en familia y los recursos que puede y
debe movilizar.

Actividad

Tras la realización de la lectura sugerida para encuadrar y dar sentido a la actividad: sentirse
miembro de una familia que buscará encuadrar y dar sentido a la actividad, se guiará a la familia
en la realización de un genograma con la pregunta inicial ¿Cuál era el nombre de la abuela? (se
guía a identificar ambas abuelas, ambos abuelos, sus hijos y sus nietos)

Sentirse miembro de una familia4:


Aprovechamos el fin de semana para organizar la caja en la que se guardan las fotos de la familia.
Mientras las organizábamos, mis papás me contaban la historia que había detrás de cada una de
las fotos que me hicieron acordarme del lugar de origen de mi familia. Me gusta escuchar historias
acerca de mis antepasados, especialmente de la abuela, con quien papá guarda un gran parecido.
Fue una mujer muy hábil para las manualidades. Para mí es un orgullo llevar su apellido. (Ajustado
de la aventura de la vida, guía para el personal docente, pág. 25)

Con el fin de complementar el genograma, el protocolo de visitas del proceso de


intervención domiciliaria, asistencia y asesoría a la familia propone una actividad lúdica en la cual
se le solicita a la familia que en el pliego de papel periódico pegue recortes de las caras que
representan a todos los integrantes de la familia, para conocer quienes la conforman y las relaciones
cotidianas. La construcción se hace de manera espontánea y libre, permitiendo la ubicación de los
recortes en el lugar que cada persona considere pertinente. Posteriormente, con el objetivo de
generar en la familia la oportunidad para auto-conocerse, identificando sus características y
reflexionando acerca de su condición actual, para la movilización de sus propios recursos, algunas
preguntas que sugeridas son:
• ¿Que nos podrían decir de la familia que acaban de dibujar?
• ¿Cómo responde cada miembro a las situaciones que pasan en esta familia?

4 Según el nivel de alfabetización de la familia, la persona facilitadora puede leerla o pedirle a un miembro que la lea.
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• A cada miembro de la familia se le entregará un papel con el nombre de uno de sus


familiares: Cuéntenos, ¿esta persona a quien le demuestra más fácilmente su afecto, a quien
no y usted que piensa de la forma como ellos se tratan?
• Imaginemos que un miembro de la familia va a cumplir años, ¿se van a reunión y van a
planear que se podría hacer?

Otra manera de conducir la actividad de acuerdo a la metodología Pacicultora5 es el del


árbol genealógico de hacer las paces y violencias en familia, con el objetivo pedagógico de
trabajar la convivencia y la sexualidad. De la siguiente manera:
La persona facilitadora dispondrá al grupo en sintonía del ejercicio. En primer lugar,
puede usar la técnica del caminar y parar, en silencio, haciendo entrar en situación a
las personas para iniciar un viaje imaginario, mediante el pensamiento y el sentimiento,
a través de la historia de vida de cada persona. A una señal, la persona facilitadora
invitará a caminar a las personas participantes como cuando eran jóvenes, luego
cuando eran adolescentes y terminan invitándoles a caminar como cuando eran niños
y niñas.
Una vez hayan recordado con el cuerpo como caminaban, como miraban, como
movían los brazos, como se reían, por qué lloraban, que les daba rabia, que les producía
impotencia, tristeza y alegría, busquen un lugar donde puedan sentarse, tranquilamente
y empiecen a dibujar su árbol genealógico de paces.
Éste consiste en dibujar, luego de haber hecho el trabajo de memoria corporal, un árbol
imaginario en donde estén los nombres de aquellos familiares que la persona conoció,
con los que convivió o convive en su familia, escriba sus nombres y recuerde cómo
esas personas manejaban sus problemas o conflictos familiares. Señalando en un color
los que eran violentos y en otro los que preferían resolver las cosas por las buenas.
¿Cómo eran esas personas? ¿Cómo eran sus abuelos, sus tíos y tías, su padrastro o
madrastra? ¿Fueron personas violentas o pacíficas, por qué?
Terminado el dibujo se invita a escuchar a las personas y socializar los relatos
conservando como siempre el respeto por los relatos y las situaciones.

5“Estrategia de transformación sociocultural en diversos contextos llamada Meterse al rancho o pacicultura en familia, parte de
asumir la paz como paradigma de cambio para hacer de ella una pedagogía en permanente dialogo con la comunidad para
desarticular violencias culturales y potenciar la convivencia en familia” Publicado en un texto con el mismo nombre por el ICBF
y el observatorio para la paz, 2012.
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Cualquiera que sea la modalidad elegida, ambas son recursos metodológicos que suscitan
un propósito pedagógico del desarrollo familiar. Mientras que la primera modalidad hace énfasis
en que la familia reconstruya su historia en un ejercicio en el que, mediante la interacción
justificada en la reconstrucción familiar, se observen interacciones y los lugares de cada persona,
es decir, ¿Quién lleva la batuta? ¿Lo hace con liderazgo o de manera directiva? ¿Todos se
involucran o hay personas que se mantenga apáticas? ¿La historia familiar era un tema conocido
por todas las personas? ¿Todos tenían conocimiento de las personas y los eventos que se están
registrando? ¿Cuál es la actitud hacia nuevos descubrimientos o comprensiones de la historia
familiar? ¿Cómo operó la familia durante el desarrollo del genograma? ¿Qué conflictos se dieron?
¿Qué colaboraciones? ¿Qué descubrimientos?
La segunda modalidad enfatiza en el conocimiento y la comprensión que tiene cada
persona, así como su relación con estas personas e historias. Permite identificar información del
autoposicionamiento en el genograma familiar reflexionando acerca de su condición actual. Así
como posibles aspectos claves, recurrentes, aprendizajes relacionales, entre otros.
Como siempre, las actividades pueden y deben adaptarse a disposición y condiciones o
recursos de la familia en el momento de diseñar la actividad, el contexto y otras consideraciones,
estos son algunos ejemplos posibles de cambios en la dinámica de la actividad ¿Qué tal si en vez
de escribir los nombres de las personas, realizan un dibujo o símbolo que los represente o recortan
una imagen de una revista o periódico? ¿Qué tal si el árbol imaginario se hace sobre el cuerpo,
pegando la representación (gráfica o escrita) de cada persona al lugar que sienten mejor
relacionado con ésta?

Materiales: pliegos de papel periódico, cinta, marcadores, pinturas, madejas de lana, ganchos
nodriza, tijeras, revistas o periódicos.

b. ¿Qué queremos lograr y qué aportamos para ello?


Ahora que la familia se ha reconocido como un nosotros, es posible abordar legítimamente
la segunda cuestión, la del querer y el hacer. La pregunta ¿Qué queremos lograr en nuestras
familias y que aportamos para ello? Se puede responder de diferentes maneras. Lo verdaderamente
importante es enfocarlo en las capacidades de la familia y sus miembros, sus logros, aspiraciones
y propuestas y no en problemas y necesidades.
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Con ello en mente se sugiere una actividad desde el enfoque apreciativo que reconozca las
experiencias y las capacidades de las familias, favoreciendo relaciones basadas en el
reconocimiento y aprovechamiento de éstas y el deseo de sesiones y actividades atendiendo las
necesidades particulares.
El objetivo pedagógico de la actividad que se propone es el de reconocer las capacidades y
recursos de la familia a través de la reconstrucción de situaciones significativas en la historia de
vida que permitan la reflexión sobre factores resilientes. Con ello en mente, se sugiere la siguiente
lectura.

Reflexión
Piensa que estas en el campo y sin luz, la noche cae, sientes el frio y ya no ves bien en la
oscuridad.
Imagínate si hubiera candela para brindarte calor de vida e iluminar tus movimientos.
Caes en cuenta, junto con tus acompañantes que es necesario recoger madera y hacer un fuego.
A medida que imaginas como consiguen todo para encender la leña, mira los detalles de la
imagen, ¿Que hace cada persona?, ¿Qué tipo de leña recogen? ¿Tu cuerpo se siente capaz de
cargar ese gran tronco? ¿Hay acaso una pareja, o tal vez alguien fuerte que asuma su carga?
¿Qué ves cuándo te acercas a dejar tu carga? ¿Ya tiene leña suficiente para toda la noche?
¿Quién recogió la yesca? ¿Quién llevó la madera inicial para que el fuego tome fuerza? ¿Quién
cargó los troncos grandes que van a durar toda la noche? ¿Qué más observas?
Ahora reconéctate con tu familia, piensa como cada una de las personas que de manera paciente
recogieron la madera más seca, quienes juntaron fuerzas para cargar un tronco pesado, ¿Quién
sabía lo que necesitaban para encender la candela? ¿Quién sabia como encenderla?

Se procede a pegar una cartulina con el dibujo representativo de la unidad familiar, en un


lugar visible. Algunas preguntas sugeridas son: ¿Cuáles de estos recursos no habían sido
identificados por ustedes? ¿Que hace que sean importantes? Si una persona desconocida viniera y
les dijera, estamos seleccionando a la familia con más cualidades para invitarla a un viaje, ¿ustedes
que cosas dirían de esta familia? ¿Cuáles de los recursos que aún no tienen, podrían encontrarse
en un futuro en esta familia? La línea de preguntas sugerida lo hace con el propósito de reconocer
las fortalezas individuales y como colectivo.
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c. ¿Cómo articulamos intereses, capacidades y saberes de tod@s en una Ruta de


desarrollo familiar propia?

Para responder a la pregunta que motiva este encuentro se sugiere un diseño que integra
dos herramientas, la primera, nombrar el mundo con definiciones propias, seguida de la
construcción de un árbol de relaciones. Mientras la primera actividad facilita la reflexión hacía las
dificultades de la comunicación; la construcción del árbol de soluciones facilita movilizar la
colaboración, la comunicación y la construcción conjunta.

Actividad 1 Nombrar el mundo con definiciones propias


En un círculo se le dice a la familia que cuando se le llame a cada persona, deberá contestar
con una palabra inventada, una suma de silabas que resulte familiar pero que no tenga ningún
significado acabartia, marganso, rutomoroto. La persona facilitadora va llamando los nombres de
cada persona de forma aleatoria.
Tras un par de rondas se elige conjuntamente a palabra que más les gustó, la más rara, la
más chistosa o el criterio que la familia quiera seguir. Aunque resulta importante que sea una
palabra que todos puedan recordar y pronunciar.
La actividad busca hacer consciencia acerca de las dificultades de la comunicación, como
antecedente para transferir herramientas para la convivencia, la comunicación y la construcción de
espacios seguros.
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Reflexión
Muchas veces no decimos basta porque no tenemos una manera verbal amable para ello. O porque
nunca aprendimos a decir que no de manera sana, pensamos que está socialmente desaprobado
decir basta.
- “Que pena llevarle la contraria a alguien”
- “Los mayores siempre tienen la razón”
Son frases frecuentes con las que nos educan, o que pensamos cuando queremos decir que no.
Por esto, si entre todos inventamos una palaba chistosa que signifique basta, a lo mejor podríamos
comenzar a usarla en muchas situaciones, en particular con nuestra familia que conoce su
significado y nos ofrece un contexto seguro y de cuidado mutuo para usarla

Grupalmente y guiada por la persona facilitadora la familia recitará un sencillo compromiso


con el que esa palabra se convierta en la palabra familiar que signifique detente a pensar o con la
cual decir no, basta, no quiero, no me gusta6.

Actividad 2. Árbol de soluciones


Se pide que por familias armen un rompecabezas, hagan un collage o un dibujo que
represente cualquier cosa, la casa, por ejemplo. Atendiendo los diseños diferenciales, la actividad
puede ser muy sencilla para que los menores puedan participar. En los encuentros grupales puede
hacerse la actividad en contrarreloj. El fin no es que la familia finalice la actividad, el dibujo,
rompecabezas o collage simplemente es la actividad consciente en que se enfoca la familia,
mientras la forma de hacerlo muestra la forma como interactúa ante otros cuando tiene un reto
conjunto. Así se puede obtener la imagen o escena que las familias hacen de sí mismas para luego
trabajar sobre ellas. En pocas palabras, el objetivo metodológico es una excusa para el objetivo
pedagógico de generar y evidenciar un sentido compartido, un nosotros con una voluntad de
cooperación.
Es importante recordar que lo más importante es que en la realización de cada actividad, la
familia se fortalezca y trabaje con una meta común. En este caso, lo importante es que se facilite
el identificar estilos relacionales, puntos en común y sus fortalezas como individuos y familia y
llegar a un compromiso sobre lo que quieren trabajar. La reflexión puede dirigirse a discutir el

6 Metodología adaptada de Meterse al rancho 20012, p 8.


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estilo de la familia para decidir cómo desarrollar la actividad, facilitando que se identifiquen, por
ejemplo, las labores que desarrollo cada persona, o si todos pudieron y quisieron participar.
“Aquí, como en todos los ejercicios para facilitar el desarrollo familiar lo más importante
son las conversaciones en los cuales se hacen evidentes creencias y anécdotas que revelan otras
situaciones y actores no manifiestos en el discurso “oficial” de los participantes. Estas
conversaciones abren la posibilidad de hacer un auténtico diálogo de saberes que se caracteriza
porque todos los actores del dialogo aprenden unos de otros” (Guía para programas de aprendizaje
y desarrollo familiar parte tres, pág. 18).
Para ello la persona facilitadora debe poder identificar y señalar el saber y las capacidades
que tienen las familias y reflejarlo de manera tal que miembros y familia se empoderen. El logro
está en generar y evidenciar un sentido compartido, un nosotros con una voluntad de cooperación.
Identificando alguna información para el desarrollo de la siguiente actividad, por ejemplos ¿Qué
sabemos de nosotros? ¿Qué queremos? ¿Qué planes tenemos? Y ¿Con qué contamos?
Una variación es pedirle a la familia que realice una segunda actividad similar o termine la
actividad con un instructivo que facilite el reconocimiento de los hallazgos, de los cambios de
dinámicas, que privilegie el desarrollo familiar y la colaboración antes que el desarrollo de la
actividad, que rescate lo que disfrutaron en cada oportunidad.
A continuación, se le pide a la familia, que teniendo en mente los nuevos aprendizajes y lo
que reconocieron de sí mismos, que hagan en grupo familiar el dibujo de lo que quieren lograr,
dibujando en una cartulina grande el tronco de un árbol y formular la pregunta ¿Qué queremos
lograr en nuestras familias?, la respuesta se anota en el tronco del árbol. El siguiente paso es
responder a la pregunta ¿qué nos ha impedido lograrlo? Lo cual genera muchas respuestas que se
agrupan en categorías que corresponden a las raíces, y concluye con las respuestas a la pregunta
¿Cómo podemos lograrlo? Aplicadas a cada gran raíz. Estas generan un plan de acción en cada
rama.
Atendiendo los diseños diferenciales se puede integrar a NN pidiéndoles que se acuesten
sobre la cartulina, se procede a calcar su cuerpo a partir del cual se puede formar la figura del
árbol, sus manos rebordeadas en colores o pintadas con témperas pueden ser las hojas del árbol.
Una vez realizado el árbol de soluciones, se puede tomar de cada una de las ramas las
actividades y organizarlas en un cronograma.
a. Hacer una secuencia de todas las actividades. Organizar el orden e identificar su relación.
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b. Especificar los temas y objetivos de desarrollo familiar


c. Agrupar temas y objetivos de desarrollo familiar en función de la duración de las sesiones
d. Especificar tareas que corresponden a cada actividad
e. Acordar responsables de liderar cada actividad
f. Consolidar un pacto o convenio de aprendizaje

Rutas para facilitar la gestión de redes y el cierre de los encuentros familiares


De manera adicional a los diseños metodológicos sugeridos para dar respuesta a las tres
preguntas que configuran la construcción de la ruta de desarrollo familiar, se presentan dos diseños
metodológicos adicionales que fueron privilegiados atendiendo las necesidades manifestadas
desde la DFC.

Gestión de redes
Mapeo de la red de apoyo:

Para el desarrollo de esta actividad es importante recordar del capítulo conceptual los siete
criterios mínimos a tener en cuenta para analizar y comprender a las familias, asimismo, atender
las capas de análisis señaladas en tal capitulo. Por otra parte, es importante retomar los
lineamientos metodológicos para la gestión y características de redes sociales y el mapeo que se
debió haber realizado.
Atendiendo los anteriores componentes conceptuales y metodológicos, se sugiere facilitar
la actividad guiando a la familia para que recuerde el tipo de vínculos que tiene con actores en los
territorios, identificándolos y agrupándolos en cada una de las dimensiones, facilitándolo con
preguntas, por mencionar algunos ejemplos: ¿con quién vivo actualmente? ¿Cuáles son los
parientes cercanos con los que cuento? ¿Quiénes son las personas que siempre están allí, o que
podrían apoyarme en algún momento, las organizaciones con las que estoy vinculado? ¿Qué es lo
más grato de ser parte de una familia? ¿Qué es lo más grato de ser compartir con otras familias?
¿Qué aprendí de mi familia? ¿Qué puedo aprender de otras familias? ¿Cuál es la historia que hemos
construido con otras familias? ¿Qué conecta mi familia con otras familias? Asimismo, dirija la
atención a las posibilidades de acceso a recursos, de cada persona o familia, esto es, acceso a salud,
educación, vivienda, servicios públicos, calidad del entorno: ambiental, transporte, equipamiento
de servicios.
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Posteriormente, se divide el grupo de forma desproporcionada y se pide a cada equipo que


tomando el extremo de una cuerda la jalen hacía ellos. Se hacen varias rondas, cambiando la
composición de los equipos (personas adultas a un lado y NNA al otro, mujeres a un lado y
hombres a otro, grupos equilibrados, sumando y restando miembros hasta que se encuentre el
número de miembros que marca la diferencia entre mantenerse de pie o caer). El ejercicio sirve de
metáfora para comprender, de manera corporal, la importancia de contar con personas quienes nos
apoyan, y entender como cada persona nos brinda un aliento nuevo. Con ello se facilita una
reflexión en torno a contar con personas que nos brindan apoyo dentro y fuera de la familia,
indagando por el significado y la importancia de recibir apoyo, tanto como el aprovechamiento y
las falencias. Para retomar algunos de los ejemplos del acápite conceptual se pueden formular las
preguntas ¿esta red ha sido siempre así?, ¿qué ha motivado cambios en las relaciones?, ¿qué tan
amplia o reducida es esta red?, ¿podría ampliarse más?, si se redujera, ¿qué efectos tendría en mi
vida?, ¿cómo podría anticipar esa situación y mitigar su impacto?
Continuado con la reflexión, es importante dirigir la atención a instituciones que brindan
servicios de apoyo (esto puede identificarse gracias al mapeo de actores desarrollado previamente).
Con lo anterior se introduce una actividad de mapeo por parte de la o las familias y se les
guiará para que identifiquen y ubiquen actores o instituciones a las cuales están articuladas: red
social personal, red social familiar, red comunitaria, red de servicios intrainstitucionales.
Se procede a una segunda actividad, en círculo y con una persona en el medio que
represente a la familia y las personas alrededor del círculo simbolizan a esos actores que se
enlistaron anteriormente. Se entregan diferentes materiales: cadenas, madejas de lana, cuerdas,
hilo y se les pide que tomando de las manos los materiales o atándolos a los brazos, representen la
relación que tiene cada familia con cada actor o institución. Representando los vínculos más fuertes
con los materiales más resistentes, y los más débiles con los materiales menos resistentes.
El ejercicio resulta muchísimo más potente si los materiales que se entregan son de la
región y tienen significados para las poblaciones, por ejemplo, las atarrayas con las que pescan
grupalmente, los lazos con los que atan y cargan, fibras naturales con las que trabajan a diario, los
hilos con los que tejen hamacas y mochilas.
Posteriormente, se repite la actividad de jalar, jugando con la resistencia de cada material
y los efectos que tiene en cada cuerpo que represente a una familia, inversamente, la capacidad
que cada material le da a la persona en el medio para “llamar la atención” de los actores o
19

instituciones alrededor del círculo. Desde allí se puede facilitar una reflexión que permita
identificar y representar los factores descriptivos de las redes: tamaño de la red, densidad de los
vínculos, funciones de los vínculos y las características de los vínculos que incluyen
multidimensionalidad, reciprocidad, intensidad, compromiso o fuerza del vínculo, frecuencia de
los contactos, historia, duración y estabilidad de los vínculos, y satisfacción y reconocimiento
recibido7.
Se continúa la reflexión anterior, facilitándola hacia las oportunidades, necesidades y
beneficios de fortalecer las relaciones con otras personas y la red de apoyo.
El ejercicio de facilitación estará en identificar y señalar oportunidades o necesidades
referenciadas por el mapa de actores realizado por el operador para cada zona y región y la labor
desarrollada con las familias, atendiendo el grado de satisfacción con esa red y cada uno de los
vínculos que allí se representan. Para a partir de allí, identificar acciones para ampliarla, modificar
los vínculos o atender situaciones en cada área. Algunas preguntas sugeridas: ¿Ustedes cómo creen
que han aprovechado todos los recursos que su red les ofrece? (profundizar) ¿Cuáles? ¿Qué
estarían dispuestos a hacer para encontrar ese apoyo? ¿Cuál sería un compromiso para ustedes?
Con lo anterior se facilita a las familias la creación de estrategias para la solución de
situaciones difíciles, por medio de preguntas para que la familia amplié su red de acuerdo a lo
propuesto en la red potencial. Los resultados del ejercicio se pueden representan en el mapa de
pertenencia actual e indicando metas y actividades identificadas, también se pueden representar de
manera permanente con mándalas tejidos o dibujados, como los que se mostraron en el capítulo
metodológico o con una representación gráfica que retome las convenciones señaladas en la
sección metodológica. Todas estas representaciones ayudarán a construir una imagen del
caleidoscopio atendiendo la complejidad de los sistemas y la evaluación de los criterios de
vulnerabilidad-generatividad de la familia.

7 Los aspectos conceptuales se pueden consultar en los lineamientos para inclusión y atención de familias, página 148.
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Figura 1. Mapa de pertenecía.


Tomado de los lineamientos para inclusión y atención de familias, pagina 146.

Al facilitar el ejercicio, se sugiere hacerlo desde una lectura multicéntrica, entendiendo que
esta lectura y representación que mejor corresponden con el modelo sistémico y que a la vez
repercuten en un mayor fortalecimiento. En esa línea se sugiere: i) buscar modificar el paradigma
de pirámide, evitando que todo converja a partir de un único centro, ii) cuestionar el sistema de
archipiélago, según el cual cada unidad está aislada de otra y funciona sin conexiones entre sí. iii)
apelar a la permanente reciprocidad de los sistemas, iv) favorecer el clima de relaciones basadas
en la consulta, el consenso, la creatividad y el respeto, v) superar la metáfora de las jerarquías
piramidales de las relaciones en cual cúspide hay un centro de poder, vi) privilegiar la metáfora de
las redes que implica una visión de jerarquías redistribuidas y cambiantes según las necesidades.

Cierre
Existen incontables formas de hacer el cierre del proceso, tantas como familias, propósitos
y procesos existen. Por lo que resulta importante que al momento de diseñar o elegir una actividad
se retomen las particularidades familiares, para recoger entre otras, las metáforas de cada familia.
21

Se debe retomar el contrato o cualquier actividad que haya servido las veces de éste en la familia
y retomarlo de manera apreciativa y con estrategias que empoderen y proyecten a las familias hacia
la sostenibilidad y el logro. Es decir, tomando distancia de hacer una evaluación de lo logrado o
de puntuar desde las falencias, por el contrario, una lectura apreciativa y estratégica puede facilitar
conjuntamente con las familias el desarrollo de estrategias para continuar con el proceso y el
cuidado de los vínculos relacionales. Desde la DFC este paso se denomina apertura de nuevas
posibilidades como el paso en el que las personas facilitadoras devuelven a la familia las
observaciones relevantes, relacionadas con el proceso realizado. Sí la familia lo requiere, se
procede a co-construir metas y estrategias para darle continuidad a las acciones, consolidar los
nuevos comportamientos y vínculos de cuidado, propendiendo por sostenibilidad en el tiempo a la
ruta de desarrollo familiar.
Se agradece la participación, el tiempo que han invertido y el interés que han puesto por
ser mejores cada día. Se fija una posible fecha para realizar seguimiento aproximadamente en un
mes.
El objetivo pedagógico del cierre debería ser el de retomar los desarrollos del proceso y
reconocer los elementos que fueron significativos para las familias en su ruta de desarrollo
familiar, fortaleciéndolos y buscando la sostenibilidad de la visión prospectiva, es decir, de la
futurización de caminos posibles y capacidades para alcanzar el futuro proyectad o deseado, co-
construyendo estrategias que posibiliten la proyección de la familia frente a las alternativas viables
para un futuro.
A manera de ejemplo de consideraciones que deben hacerse al momento de elegir o diseñar
una herramienta, se presenta un diseño que retoma el reconocimiento de la historia familiar que se
desarrolló en el genograma y la pregunta por el ¿quiénes somos? El objetivo puntual de esta
herramienta es reconocer, celebrar y agradecer lo trabajado en el encuentro de manera
intergeneracional. Proyectando a futuro el compromiso simbólico. Sin embargo, es importante
mencionar que, al tratarse de un ejemplo que no se referencia en una familia, esté no incorpora
elementos que sean representativos a las familias o que retomen pasos del desarrollo familiar.
A continuación, la ejemplificación del dialogo, las condiciones en las que se desarrolle
podrán retomar elementos familiares, como hacerse alrededor de los recuerdos de la ruta de
desarrollo familiar o en un lugar elegido por la familia.
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Despedida8
Visualiza la presencia simbólica de tu padre y madre detrás de ti
Visualiza a tus abuelos detrás de sus respectivos hijos.
Visualizalo tantas generaciones atrás como se desees.
Agradéceles por la vida.
Visualiza como te apoyan, te acompañan y te respaldan en cada momento de tu vida.

Visualiza a tus hijos enfrente, dentro del círculo.


Visualízate apoyándolos, acompañándolos y respaldándolos en cada momento de sus vidas y su
desarrollo personal.
Proyecta tu amor a ellos, reflexiona y responde ¿Qué les puedes brindar? Bien sea al grupo o
para ti mismo.

Mira a cada lado del círculo y reconoce lo que cada uno te brinda.
Por la mano izquierda reconoce la gratitud de lo recibido.
Por la mano derecha la intención de lo que quieres hacer.
Reflexiona y responde ¿Qué te llevas? Bien sea al grupo o para ti mismo.

4. Agradece a cada uno en el círculo. Recomendaciones


Se retoman en este acápite algunas recomendaciones conducentes al fortalecimiento de la
estandarización de procesos de transferencia de conocimiento, el desarrollo de capacidades de
operadores en territorio y el recoger aquellos elementos que no obstante haber sido identificados
en el proceso de análisis de la información, al exceder los parámetros de alcance de la consultoría
de HRH2030 o estar intrínsecamente relacionados con aspectos operativos se determinó la
pertinencia de retomarlos como recomendaciones.
Antes que nada, es importante señalar una recomendación fundamental para efectivamente
hacer de esta herramienta en un eje organizador y articulador de los desarrollos de la Dirección.
El documento que se entrega sintetiza los principios, estrategias y metodologías de operación del

8Retomado de Vínculos de cuidado mutuo en familias y comunidades, ajustado con metodología de Constelaciones Familiares.
La actividad retoma elementos de las actividades del genograma.
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modelo, se insta a su socialización a manera de documento macro de consultorías y acciones que


desarrollen elementos para la Dirección.
Asimismo, se invita a avanzar en el esfuerzo de sistematización para incorporar recursos,
tecnologías, instrumentos y procedimientos que coadyuven al efectivo tratamiento de los informes
de operadores, labor que revocaría en los procesos de asistencia técnica, coordinación, seguimiento
y monitoreo con oportunidad, tanto como el valor agregado de nutrir el programa en una estrategia
de abajo hacia arriba (bottom down) en la medida en que potencie incorporar las lecciones
aprendidas, retroalimentar el programa con las condiciones de operación en terreno, reconocer las
necesidades de cada operador y territorio, nutrir con oportunidad las bases de datos de focalización
e incorporar el análisis y los resultados de la aplicación de instrumentos al proceso de toma de
decisiones, entre otros aspectos.
Se recomienda proveer mayor detalle para el desarrollo de los encuentros familiares
domiciliarios, ampliando los elementos técnicos de manera concreta estableciendo el “cómo”
aumentando la información provista en el manual operativo, encuadrando el proceso y cada
actividad en el marco epistémico y conceptual de la DFC y ofreciendo insumos concretos. Para
ello, una posibilidad es reagrupar y organizar la información en una ruta que describa lo que debe
pasar en el encuentro domiciliario, sin incurrir en lo instruccional.
De manera adicional, se sugiere monitorear el empleo de las herramientas sugeridas, como
medio para coadyuvar la estandarización de los perfiles y procesos.
En línea con el modelo solidario y su incorporación integral, se recomienda la inclusión de
ejercicios de intercambio de experiencias regionales y nacionales, coevaluación, reflexión y auto-
reflexión para fortalecer el trabajo de los equipos. En otras palabras, actividades que den espacio
para el reconocimiento de buenas experiencias, que retroalimenten y mejoren capacidades,
potencien el desarrollo de idoneidad, auto conocimiento y conocimiento de equipo y se constituyan
en herramientas de bienestar psicosocial. Estas pueden ser presenciales o virtuales y considerar las
limitaciones de acceso a tecnologías de la información en algunos territorios, complementarse con
otras estrategias de intercambio de saberes, como los grupos de estudio y trabajo de las regionales.
El documento introduce orientaciones y recomendaciones para el diseño y desarrollo de
herramientas con la incorporación del enfoque diferencial. Con miras a su efectiva
transversalización y aplicación se sugiere el desarrollo de otras acciones concretas como la revisión
de temáticas y contenidos que se trabajan con las familias, la revisión de instrumentos, la
24

sensibilización hacia las particularidades poblacionales y la mirada de posconflicto, nutridas por


los informes de operadores y la incorporación de lecciones aprendidas.
La revisión de los instrumentos desde unos lineamientos claros es una necesidad
manifestada por operadores, se recomienda que una vez surtido el esfuerzo de revisión y
adecuación adelantado por la DFC, se incluyan instructivos ajustados que otorguen claridad y que
mantengan el encuadre sistémico para que la información levantada no sea repetitiva para la
familia, evitando duplicidad de información y requerimientos de firmas ante las cuales se
encuentra resistencia, en particular en época electoral.
Al respecto se sugiere centralizar los instrumentos en una batería provista desde el inicio y
relacionada en una lista de chequeo. Acompañada de orientaciones que inviten a identificar la
información de los instrumentos en actividades diseñadas para generar confianza y conocimiento
de las familias, efectivos propósitos de los encuentros que nutren los instrumentos con
información, los cuales deben ser elementos secundarios de organización y aprovechamiento de la
información, y no elementos estructurantes de los encuentros familiares y el diseño de actividades.
Se sugiere que, continuando el esfuerzo de estandarización del mapeo de redes en el que
avanzó el documento, el programa establezca el alcance de la labor de gestión de redes y provea
elementos operativos, instrumentos de sistematización, identifique los actores llamados a
participar en los procesos, recursos y lineamientos para los diagnósticos situacionales y mapeos,
buscando concretar y fortalecer la gestión de redes en el grado en que la DFC establezca
conveniente.
En cuanto a los recursos, insumos y materiales sugeridos para el desarrollo de la labor, los
operadores recomiendan privilegiar aquellos que las familias puedan intervenir y de las que se
puedan apropiar. Herramientas simbólicas, que inviten a trabajar desde lo propio, lo sencillo, lo
cotidiano de cada familia. Que congregue y promueva cuidado, respeto, creatividad, innovación
desde los profesionales. Y recursos en variedad de formatos, por ejemplo, video capsulas, para
responder a una gama de perfiles y diseños de intervención.
.
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