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Fisiología renal

Introducción

Los riñones son una compleja maquinaria de purificación. A diario, purifican unos
200 litros de sangre para filtrar unos 2 litros de desechos y exceso de agua. Los
desechos y el exceso de agua se convierten en orina, que fluye a la vejiga a través
de tubos llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta el momento de orinar.
Los desechos de la sangre se forman a partir de la descomposición normal de los
tejidos activos y de los alimentos consumidos y el cuerpo usa la comida como fuente
de energía y para reparación propia. Después de que el cuerpo toma lo que
necesita de los alimentos, envía los desechos a la sangre. Si los riñones no retiraran
esos desechos, se acumularían en la sangre y serían perjudiciales para el cuerpo.

La filtración ocurre en pequeñas unidades colocadas dentro de los riñones llamadas


nefronas. Cada riñón tiene alrededor de un millón de nefronas. En la nefrona, un
glomérulo (un pequeño vaso sanguíneo o capilar) se entrelaza con un pequeño tubo
colector de orina llamado túbulo. Se produce un complicado intercambio de
sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y
entran al sistema urinario. Al principio, los túbulos reciben una mezcla de desechos
y sustancias químicas que el cuerpo todavía puede usar.

Los riñones miden las sustancias químicas, tales como el sodio, el fósforo y el
potasio, y las envían de regreso a la sangre que las devuelve al cuerpo. De esa
manera, los riñones regulan la concentración de esas sustancias en el cuerpo.

Se necesita un equilibrio correcto para mantener la vida, pero las concentraciones


excesivas pueden ser perjudiciales.

Además de desempeñar este papel esencial, el riñón tiene la capacidad de producir


hormonas y autacoides (sustancias que actúan en el lugar en el que se producen),
como la eritropoyetina, la renina o las prostaglandinas, que tienen gran influencia
sobre el control de la tensión arterial, el metabolismo óseo o la formación de
glóbulos rojos, y que lo convierten también en un órgano endocrino.

Las funciones que realiza el riñón son posibles gracias a su morfología. Para
alcanzar una comprensión elemental de la fisiología renal, es indispensable
disponer de un conocimiento suficiente de las estructuras en las que tienen lugar los
distintos procesos en los que participa este órgano.

Funciones endocrinas renales

Se encuentran representadas principalmente en 3 hormonas: Renina, Vitamina D


activa y Eritropoyetina. El sistema renina angiotensina aldosterona se inicia en el
riñón con la síntesis de renina por la células yuxtaglomerulares ó granulosas,
ubicadas en la arteriola aferente de los glomérulos, las cuales están en estrecho
contacto con la mácula densa, células epiteliales especializadas de la porción final
de la rama ascendente gruesa del asa de Henle, que censan el contenido de cloruro
de sodio en su luz tubular. Al disminuir el aporte de cloruro de sodio a los
segmentos tubulares distales, estas células le informan a las células
yuxtaglomerulares que probablemente la presión arterial sistémica ó el volumen
intravascular se encuentran bajos, liberándose renina hacia la luz de las arteriolas
aferentes, alcanzando posteriormente la circulación sistémica, y actuando sobre el
sustrato de renina (angiotensinógeno) convirtiéndolo en angiotensina 1, quien por
acción de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) da lugar a la angiotensina
2. Esta última puede generar acción vasoconstrictora directa, estimular la
reabsorción de sodio y cloro en el túbulo contorneado proximal y también liberar
aldosterona de la glándula suprarrenal, con retención de sodio y agua en el túbulo
colector, instaurándose de esta manera la volemia, presión arterial sistémica y flujo
sanguíneo renal.
El riñón también participa en la síntesis de vitamina D activa la cual tiene varias
acciones: estimular la absorción intestinal y reabsorción renal de calcio y fósforo,
inhibir la secreción de la parathormona y favorecer la maduración de los
osteoclastos al estimular la síntesis en el osteoblasto del ligando del receptor
activador del factor nuclear KB (RANKL). La síntesis de vitamina D se origina
principalmente en la piel al exponerse el 7-dehidrocolesterol a la luz ultravioleta
dando lugar a la vitamina D3 (colecalciferol), mientras que la vitamina D2
(ergocalciferol) deriva de las plantas como la alfalfa, o en formas farmacéuticas que
la obtienen a partir de levaduras. La vitamina D2 se diferencia de la vitamina D3 en
la presencia de un grupo metilo y un doble puente entre 2 carbonos, es además
menos potente, pero puede ejercer efectos semejantes a la vitamina D3. Ninguna de
las dos formas anteriores de la vitamina D es activa, y requieren experimentar
primero una hidroxilación hepática en posición 25 para formar bien sea 25
hidroxivitamina D2 (ergocalciferol), o 25 hidroxivitamina D3 (calcidiol). Estas últimas
son luego filtradas en los glomérulos, y reabsorbidas por las células epiteliales del
túbulo contorneado proximal, experimentando una segunda hidroxilación renal en
posición 1 por la enzima 1 alfa hidroxilasa para dar lugar a la vitamina D activa 1,25
(OH)2D2 o D3 (Ercalcitriol ó calcitriol).
Anatomía renal

El riñón es un órgano par que se ubica en la región retroperitoneal, entre el nivel de


la doceava vértebra torácica y la tercera vértebra lumbar, su aspecto normal semeja
un frijol de gran tamaño, el riñón derecho se ubica en posición más baja al ser
desplazado por el hígado, tienen una longitud de 12 +/- 2 cmts, amplitud 6 cmts y
grosor 3 cmts, su peso en un adulto normal es de 150 a 170 gramos. Por el hilio
renal a cada riñón llega una arteria y egresa una vena, la vena renal del lado
izquierdo es más larga que la del lado derecho, aspecto anatómico aprovechado por
los cirujanos de trasplante, quienes preferencialmente lo utilizan en las nefrectomías
de los donantes renales. Cada riñón está rodeado de la grasa perirrenal, tejido
abundante también en el hilio donde ecográficamente genera imágenes
características por su ecogenicidad. En la parte superior de los riñones se
encuentran las glándulas suprarrenales.
El sistema vascular del riñón inicia con la arteria renal que da lugar a una serie de
arterias anteriores, posteriores, superiores e inferiores, y de quienes emergen las
arterias interlobares, de ellas las arterias arcuatas paralelas a la superficie del riñón,
continuando con las arterias interlobulares, quienes van a suplir a cada uno de los
glomérulos por intermedio de las arteriolas aferentes. Estas últimas al llegar al
glomérulo dan origen a 3-5 capilares. De cada glomérulo emerge la arteriola
eferente, de quien surge una red de capilares peritubulares y vasas rectas
descendentes. El sistema venoso se inicia con las vasas rectas ascendentes,
quienes drenan a las venas interlobulares, arcuatas, interlobares y finalmente a la
vena renal. La inervación renal está dada exclusivamente por fibras simpáticas que
proceden del plexo celíaco y corren a lo largo de los tejidos periarteriales,
participando activamente en la hemodinámica renal y reabsorción tubular de sodio.
Los vasos linfáticos renales se inician con terminales ciegas en la corteza en la
vecindad de las arteriolas aferentes y pueden atravesar la cápsula, o continuar
paralelos al sistema de drenaje venoso hasta alcanzar el hilio. Tiene la capacidad de
drenar un volumen de linfa de aproximadamente 0,5 ml/minuto, y su función es
principalmente drenar las proteínas absorbidas a nivel tubular.
En un corte sagital del riñón se puede dividir el parénquima renal en varias áreas
conocidas con el nombre de corteza, médula externa y médula interna, estas últimas
de forma cónica conocidas como pirámides renales las que en su extremo más
interno terminan en las papilas. El sistema colector excretor renal está constituido
por los cálices menores espacio al que drenan las papilas renales (por cada papila
renal hay un cáliz menor) y convergen en los cálices mayores, los que se fusionan
en la pelvis renal, la que a su vez continúa con el uréter, que desemboca en la
vejiga, alcanzando finalmente la orina el exterior a través de la uretra.

La nefrona

La unidad funcional del riñón es la nefrona, de las cuales hay aproximadamente 1.3
millones por cada riñón. Su número se establece durante el desarrollo prenatal, y
luego del nacimiento no se pueden generar nuevas nefronas. Esta estructura se
encuentra constituida por el glomérulo, túbulo contorneado proximal, rama
descendente delgada, rama ascendente delgada, rama ascendente gruesa, túbulo
contorneado distal, túbulo conector y túbulo colector (cortical y medular). Cada
túbulo colector recibe las terminales de seis túbulos conectores, y cada segmento
nefronal está constituido por células con funciones de transporte específicas. La
corteza está constituida principalmente por glomérulos, túbulos contorneados
proximal y distal, mientras que las asas de Henle y túbulos colectores ocupan
principalmente la región medular. Las nefronas superficiales o corticales contienen
asas de Henle cortas, mientras que las yuxtamedulares se caracterizan por
glomérulos en la región de la corteza adyacente a la médula, y contiene asas de
Henle largas que se extienden profundamente en la médula, participando
activamente en la concentración de la orina.

El aparato yuxtaglomerular es una región especial de la nefrona constituida por la


arteriola aferente, arteriola eferente, y la rama ascendente gruesa del asa de Henle
en su porción distal. En este último segmento tubular se presenta un grupo de
células epiteliales hiperplásicas que constituyen la mácula densa, con importantes
propiedades en la detección del contenido de sodio en la luz tubular. También
tenemos en la pared de la arteriola aferente células musculares especializadas
llamadas yuxtaglomerulares o granulosas, que contienen renina siendo el único sitio
demostrado hasta la fecha de su síntesis. Esta región se encuentra densamente
inervada por terminales nerviosas simpáticas.

Filtración glomerular, reabsorción tubular y secreción


tubular

En los riñones, se filtra un líquido parecido al plasma a través de los capilares


glomerulares hacia los túbulos renales ​(​filtración glomerular​).​ A medida que este
filtrado glomerular pasa por los túbulos, se reduce su volumen y se modifica su
composición por el fenómeno de ​reabsorción tubular (extracción de agua y solutos
del líquido tubular) y ​secreción tubular (secreción de solutos hacia el líquido
tubular) para formar la orina que entra en la pelvis renal.
Producción de orina diluida y concentrada

En la nefropatía, la orina se vuelve menos concentrada y el volumen urinario suele


aumentar y originar los síntomas de poliuria y nicturia (levantarse por la noche para
orinar). La capacidad para formar una orina diluida suele conservarse, pero en la
nefropatía avanzada, la osmolalidad de la orina se mantiene constante casi igual
que la del plasma, lo cual indica la pérdida de las funciones de dilución y
concentración que caracterizan al riñón. La pérdida de estas funciones se debe en
parte a la alteración del mecanismo de contracorriente, pero una causa más
importante es una reducción de las nefronas funcionales. Cuando se extirpa
quirúrgicamente un riñón, se reduce a la mitad el número de nefronas funcionales.
La cifra de osmoles secretados no disminuye a ese grado de manera que las
nefronas restantes deben filtrar y excretar mayor cantidad de sustancias
osmóticamente activas, lo cual genera lo que en efecto es una diuresis osmótica. En
esta última, la osmolalidad de la orina se aproxima a la del plasma. Lo mismo ocurre
cuando la cantidad de nefronas funcionales se reduce por enfermedad. La mayor
filtración de las nefronas remanentes tarde o temprano las lesionó y, por tanto, se
pierden más de ellas. El daño resultante de una mayor filtración tal vez se origine de
la fibrosis progresiva en las células de los túbulos proximales, pero esto no se ha
esclarecido. Sin embargo, el resultado final de esta retroalimentación positiva es la
pérdida de tantas nefronas que sobreviene una insuficiencia renal completa con
oliguria o incluso anuria.
Discusión

El plasma entra en los riñones y es filtrado en el glomérulo. A medida que el filtrado


pasa por la nefrona y a través de los túbulos, se reduce su volumen y se retira agua
y soluto (reabsorción tubular) y se secretan productos de desecho (secreción
tubular).
Una nefrona consta de un túbulo renal individual y su glomérulo. Cada túbulo tiene
varios segmentos, comenzando con el túbulo proximal, seguido del asa de Henle
(ramas descendente y ascendente), el túbulo contorneado distal, que es el conducto
conector, y el túbulo colector.
Los riñones reciben menos de 25% del gasto cardiaco y es posible medir el flujo
plasmático renal por medio de la infusión de ácido p-aminohipúrico (PAH) y definir
sus concentraciones en la orina y el plasma.
El flujo sanguíneo renal ingresa al glomérulo a través de la arteriola aferente y lo
abandona por la arteriola eferente (cuyo diámetro es más pequeño). El flujo
sanguíneo renal es regulado por la noradrenalina (constricción, reducción del flujo),
la dopamina (vasodilatación, aumento del flujo), la angiotensina II (constricción de
los vasos), las prostaglandinas (dilatación en la corteza renal y constricción en la
médula renal) y la acetilcolina (vasodilatación).
El filtrado glomerular puede medirse mediante una sustancia que es filtrada
libremente y que no se absorbe ni se secreta en los túbulos, no es tóxica y no es
metabolizada por el cuerpo. La inulina cumple estos criterios y se utiliza
ampliamente para medir el filtrado glomerular.
La orina se almacena en la vejiga antes de la micción. En la respuesta de la micción
participan vías reflejas, pero está sujeta a un control voluntario.
Conclusión

Los riñones son un par de órganos vitales localizados a cada lado de la columna
vertebral, justo detrás de la cavidad abdominal, que contiene algunos de los órganos
digestivos.
C​onstan de una parte externa llamada corteza y una parte interna denominada
médula. Todos los glomérulos están localizados en la corteza, mientras que los
túbulos están localizados tanto en la corteza como en la médula. La orina se vacía
desde los conductos colectores de miles de nefronas al interior de una estructura en
forma de copa llamada cáliz. Cada riñón tiene varios cálices, que desaguan en una
sola cámara central que es la pelvis renal. La orina se evacua desde la pelvis renal
de cada riñón hacia el interior de un uréter.
Los riñones siempre están ocupados; a medida que el cuerpo metaboliza los
alimentos, se forman ciertos productos de desecho, que deben ser eliminados del
organismo. Uno de los principales productos de desecho es la urea. Otras
sustancias indeseables, como los ácidos y otros residuos metabólicos, muchas
toxinas y los fármacos, se excretan activamente en la orina a través de las células
del túbulo renal.
También los riñones cumplen la función de regular la presión arterial del organismo
mediante la excreción del exceso de sodio. Si se elimina muy poco sodio, es
probable que la presión arterial aumente.
Mediante la secreción de hormonas, los riñones ayudan a regular otras funciones
importantes, como la producción de glóbulos rojos (eritrocitos) y el crecimiento y
mantenimiento de los huesos.

Los riñones producen una hormona denominada eritropoyetina, que estimula la


producción de glóbulos rojos en la médula ósea. Luego, la médula ósea libera los
glóbulos rojos al torrente sanguíneo.

Para mantener los riñones sanos se debe de llevar a cabo una dieta adecuada y
hacer ejercicio diario, así como controlar la hipertensión y la diabetes en aquellas
personas que tengan estas patologías. Ya que es muy común que personas con
problemas renales no presentan síntomas hasta sus fases más avanzadas, y por lo
tanto, hace muy complicada su detección y diagnóstico. Por eso es muy importante
hacerse pruebas de laboratorio que se usan para ver qué tan bien están
funcionando los riñones. Estas incluyen pruebas de sangre y orina.

Bibliografía

❏ Barrett, K. et al. ​Función renal y micción. Ganong Fisiología médica. 23a Ed.
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