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Lineamientos Académicos para el

Desarrollo del Componente Práctico

Por
Constanza Abadía García
René Montero Vargas

Octubre de 2015

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD


Vicerrectoría Académica y de Investigación VIACI

1
INTRODUCCIÓN
La Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) consciente de la
responsabilidad que tiene frente a la oferta de programas de formación con
pertinencia y calidad, formula los Lineamientos Académicos para el desarrollo del
Componente Práctico como una acción que se enmarca en la segunda línea de
acción “permanencia y retención estudiantil” del programa rectoral 2015-2019.

En este sentido y en coherencia con el Modelo Pedagógico Unadista, los presentes


lineamientos describen con soporte epistémico las conceptualizaciones, principios,
articulaciones de los integrantes del circuito académico y modos de evaluación en
torno a la generación de espacios múltiples para la interacción, socialización,
construcción y movilización del conocimiento desde la práctica, con miras a lograr
transformaciones culturales, políticas y sociales que en su conjunto posibiliten
conformar experiencias educativas de impacto en los programas formativos.

De ahí que el presente documento ofrezca a los integrantes del circuito académico
las orientaciones necesarias para la planeación, organización y dirección del
Componente Práctico en la Universidad; que abra las posibilidades para generar
espacios de práctica donde la mediación pedagógica se vivencie de diversas formas
y que permita integrar un alto componente de interacción con las Tecnologías de la
Información y la Comunicación como parte de los procesos de aprendizaje de los
estudiantes en cada una de las Escuelas de la UNAD para hacer de cada espacio
de formación una vivencia compartida y contextualizada del aprender.

Estamos convencidos que la integración de nuestros fundamentos pedagógicos y


didácticos descritos en el Modelo Pedagógico Unadista, la vivencia de nuestra
modalidad abierta y a distancia y nuestra construcción de propuestas de formación
centradas en promover los procesos de aprendizaje significativo, colaborativo y
autónomo de nuestros estudiantes ofrecen todas las posibilidades para enriquecer
la gestión micro curricular del aprendizaje práctico, desde luego articulada con la
disposición institucional de recursos humanos, físicos y tecnológicos al servicio de
los procesos y procedimientos formulados en torno a planear, desarrollar y evaluar
el componente práctico.

De acuerdo con lo anterior los Lineamientos Académicos para el Desarrollo del


Componente Práctico permitirán que los integrantes del circuito académico diseñen
y vivencien propuestas de aprendizaje transversales, integradoras e innovadoras
orientadas a la construcción de diálogos interdisciplinares desde la
contextualización, la reflexión y la movilización de conocimiento en los diversos
espacios académicos que, unidos a las amplias posibilidades de la incorporación de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación, hacen de la educación abierta,
a distancia y en entornos virtuales de aprendizaje un universo donde coexisten
incontables posibilidades para aprender.

2
CONCEPTUALIZACIONES
La construcción de conceptualizaciones en torno a los lineamientos académicos
para el desarrollo del componente práctico surge como una acción de la
Vicerrectoría Académica y de Investigación, en cumplimiento de sus funciones
descritas en el artículo 17 del estatuto organizacional expedido en el acuerdo 037
del 27 de julio de 2012, donde se menciona:

“Planear, organizar y dirigir los componentes prácticos de los procesos


formativo e investigativos referidos al uso de laboratorios físicos, remotos y
simulados, sistemas entrenadores y escenarios de prácticas, entre otros,
para garantizar el desarrollo de las competencias y la formación integral del
estudiante, en articulación con la Vicerrectoría de Medios y Mediaciones
Pedagógicas, unidad que administra estos servicios.”

En este sentido se busca ofrecer las siguientes claridades a los integrantes del
circuito académico, para el desarrollo del componente práctico.

 Componente práctico: Es el espacio de construcción de procesos de


aprendizaje desde la vivencia, la interacción y el diálogo entre los contextos
en los cuales se moviliza el conocimiento específico. Esta construcción se
sustenta tanto en el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación como en el aprovechamiento de los espacios físicos y remotos,
y se orienta a reconocer e identificar las posibilidades de acción que se abren
desde el desarrollo profesional específico para promover procesos de
aprendizaje desde la construcción de significados, la interacción y el
desarrollo de la autonomía.

 Escenarios para el desarrollo del componente práctico: En concordancia


con el acuerdo 29 del 13 de diciembre de 2013: “comprenden las estrategias
para el acompañamiento académico de los procesos formativos que incluyen
la ejemplificación, demostración o construcción de conocimiento en
situaciones reales o simuladas”. Están dispuestos de la siguiente manera:

a) Escenarios con apoyo tecnológico: son aquellos que permiten el desarrollo


de actividades con el uso de soporte lógico (software) que opera en línea o
por descarga de las aplicaciones correspondientes.

b) Escenarios físicos: son aquellos que permiten el desarrollo de actividades


prácticas en las instalaciones propias de la UNAD u operadas bajo convenio
establecido con otras instituciones.

c) Escenarios remotos: son aquellos que se posibilitan a través del manejo a


distancia de los laboratorios físicos de la UNAD, mediante el uso de internet,
cámaras y equipos específicos para el manejo de datos.

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 Cursos que incluyen componente práctico: Son los cursos académicos
que por su naturaleza requieren el desarrollo de un componente práctico para
promover los procesos de aprendizaje en los estudiantes, estos cursos son:
a) Cursos prácticos. Enfatizan en el saber actuar; por su naturaleza favorecen
la movilización de teorías, conceptos y procedimientos en escenarios
simulados y en situ. Para su desarrollo pedagógico y didáctico presentan
contextos específicos de desempeño necesarios para la comprensión,
aplicación y transferencia de determinados conocimientos propios de un área
de formación.

b) Cursos metodológicos. Enfatizan en el saber procedimental; por su


naturaleza profundizan en la relación teoría-práctica para su desarrollo
pedagógico y didáctico en procesos, procedimientos, técnicas, métodos y
metodologías, necesarios para la comprensión y transferencia de
determinados conocimientos propios de un campo disciplinar.

 Entorno de aprendizaje práctico1: es el contexto educativo creado para el


ejercicio guiado del estudiante donde ejemplifica los conocimientos
adquiridos durante el proceso formativo. Permite concretar teorías
aplicándolas a situaciones problemáticas reales, por eso este entorno es el
vínculo bidireccional en el que teoría y práctica interactúan, dando sentido y
significado al conocimiento; abarca una experiencia multidimensional
centrada en el conocer en la práctica, entendida como aprendizaje en
función de una interacción entre la experiencia y la competencia”, donde se
pueden integrar ejercicios de laboratorios remotos con trabajos de campo
y/o prácticas profesionales.

En este escenario se posibilita incorporar laboratorios remotos accesibles a


los estudiantes, que usan simuladores de eventos reales, realidad
aumentada, televisión IP etc. Pero además aprovechar los laboratorios
físicos ofreciéndole en este entorno al estudiante una amplia programación
que se ajuste a sus condiciones y lugar de residencia.

1
De acuerdo con los planteamientos registrados en el Proyecto Académico Pedagógico Solidario de la UNAD
(2011) en las páginas 64-65

4
FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
La fundamentación epistemológica de los lineamientos académicos para el
desarrollo del componente práctico se inspira en dos referentes estructurales para
el proceso del aprendizaje de los estudiantes. En primera instancia está el Proyecto
Académico Pedagógico Solidario (PAPS V.3.0) de la UNAD, el cual describe en su
Componente Pedagógico Didáctico, la aplicación práctica del conocimiento como
referente para la transformación de la realidad de la siguiente manera:
“la relación entre aprendizaje autónomo y las competencias, las cuales, se
relacionan con la capacidad del estudiante para la utilización del conocimiento en
todas sus dimensiones, relaciones sociales e interacciones en diferentes
contextos, con énfasis en un «saber hacer». No obstante, lo fundamental no es
saber hacer y saber actuar, sino entender lo que se hace y comprender cómo y
por qué se actúa, asumiendo en forma ética y socialmente responsable, las
implicaciones y consecuencias de las acciones realizadas y transformando los
contextos en beneficio del desarrollo humano sostenible”2.

En segunda instancia se encuentra El Modelo Pedagógico Unadista apoyado en e-


learning, el cual permite pensar diferentes formas para abordar la práctica educativa
a través de múltiples medios y recursos que ofrecen un valor agregado al articular
las funciones sustantivas de la Universidad.
Adicionalmente el Modelo Pedagógico de la UNAD reconoce tres paradigmas
pedagógicos que le permiten abrir las posibilidades para promover procesos
formativos, estos son el constructivismo social, el crítico social y el ecológico
contextual. Desde esta propuesta pedagógica diversa, es posible proponer un
componente práctico que se funde en la comprensión acerca de que el aprendizaje
sucede en la medida en que existen interacciones entre los contextos sociales y
culturales (Rogoff, 1997)3 y que es no es posible desligar el aprendizaje del contexto
en el cual sucede (Lave y Wenger, 1991)4.
Desde estas posiciones, comprendemos que el componente práctico en la UNAD,
abre una posibilidad para generar procesos de aprendizaje que reconocen los
contextos donde se moviliza el conocimiento y permiten establecer conexiones
entre lo que se aprende y las experiencias de los estudiantes, de modo que se trata
entonces de una propuesta de aprendizaje permanente, en contexto,
correspondiente con las particularidades disciplinares, con un componente elevado
de interacción mediada por las tecnologías de la información y la comunicación y

2
Universidad Nacional Abierta y a Distancia (2011) Proyecto Académico Pedagógico Solidario (PAPS) Versión
3.0. capítulo 2. Componente Pedagógico-Didáctico, Numeral 2.2.2 El Aprendizaje Autónomo, p. 77.
3
Rogoff, B. (1997). Los tres planos de la actividad sociocultural: apropiación participativa, participación
guiada y aprendizaje. En J. Wertsh, P. Del Rio, & A. Alvarez, La mente sociocultural. Aproximaciones teóricas
y aplicadas (págs. 111-128). Madrid: Fundación Infancia y Aprendizaje.
4
Lave, J., & Wenger, E. (1991). Situated learning: Legitimate peripheral participation. Cambridge: Cambridge
University Press.

5
con una visión abierta de la educación en atención a permitir que los estudiantes
puedan participar en sus prácticas formativas.
En la vía de las propuestas pedagógicas que fundamentan el Modelo de la UNAD,
se comparte con New London Group (1996)5 que el aprendizaje es situado, esto es,
que hay una inmersión en prácticas dotadas de significado al interior de las
comunidades de aprendizaje donde cada uno de los estudiantes puede participar
con sus experiencias. De esta manera la intención es procurar espacios de
desarrollo de prácticas que permitan al estudiante establecer conexiones entre eso
que aprende y los contextos donde se materializa, de modo que sea posible
evidenciar que el conocimiento se moviliza en escenarios reales.

Más allá del manejo de instrumentos, equipos, aplicaciones o situaciones sociales,


se busca que el estudiante conozca las conexiones que existen entre aquello que
se describe en situaciones teóricas y aquello que sucede cuando se interactúa con
los contextos donde ocurre el conocimiento, que se permita un espacio donde las
interacciones entre sujetos hagan que el aprendizaje suceda.

El asunto central es lograr que el estudiante se sienta motivado por aprender y que
al tiempo pueda encontrar el sentido y la razón para aprender en los contextos que
son de su interés (New London Group, 1996, p.23)6.

De este modo, los lineamientos académicos para el desarrollo del componente


práctico en la UNAD, tienen su fundamento en el constructivismo social y desde allí
reconocen la necesidad de integrar al estudiante como parte del proceso para
permitir que en la interacción se compartan, validen, y socialicen los conocimientos
de sus programas de modo que se consiga promover una acción crítica y reflexiva
permanente.

Se reconoce que las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen


múltiples posibilidades para fortalecer los procesos formativos, pero también se
señala que es necesario hacer una construcción intencional de las actividades para
que el uso de lo tecnológico tenga un sentido y pueda ser aprovechado al máximo
para generar espacios de aprendizaje conjunto.

5
New London Group (1996). A Pedagogy of Multiliteracies: Designing Social Futures. Harvard Educational
Review.
6
Íbid

6
PRINCIPIOS ORIENTADORES
Los lineamientos académicos para el desarrollo del componente práctico se
sustentan en tres principios que articulan el fundamento disciplinar, el aprendizaje
situado y la multi-modalidad (fig. 1), como base para la generación de espacios de
construcción de procesos de aprendizaje en los cursos de los programas de la
Universidad.

Los principios orientan las acciones de planeación, desarrollo y evaluación del


componente práctico en la UNAD y ofrecen un marco de apertura para conseguir
que todas las prácticas que hacen parte de los programas de la Universidad, tengan
pertinencia y correspondencia con el Modelo Pedagógico Unadista apoyado en e-
learning.

Principio de
Principio de
multimodalidad e
correspondencia
incorporación
disciplinar
tecnológica

Principio de acción situada

Figura 1. Principios del componente práctico. Se presenta la integración de los principios que
sustentan el componente práctico en la UNAD. Fuente VIACI 2015

3.1.1 Principio de correspondencia disciplinar


Referido a la existencia de propuestas para el desarrollo del componente
práctico contextualizadas en lo disciplinar, pertinentes para el desarrollo de
procesos de aprendizaje específicos y diseñadas de acuerdo con las
exigencias actuales para cada uno de los programas. Estas propuestas
corresponden al cumplimiento y conocimiento de las tendencias globales de
los modos de acción en cada programa y permiten que el estudiante participe
de procesos formativos actuales.

3.1.2 Principio de acción situada


Referido a la definición específica, en cada una de las escuelas, de las
necesidades, posibilidades, oportunidades y espacios para el desarrollo del
componente práctico, bajo la idea de permitir que el conocimiento se movilice
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desde los contextos en los cuales ocurre y promueva procesos de
aprendizaje autónomo, significativo y colaborativo, desde el reconocimiento
de múltiples tendencias, teorías, principios y conceptos.

3.1.3 Principio de multimodalidad e incorporación tecnológica


Referido a la búsqueda permanente de opciones diversas para el desarrollo
del componente práctico donde la incorporación de las tecnologías de la
información y la comunicación juega un papel predominante como posibilidad
para promover los procesos de aprendizaje de los estudiantes, enriquecidos
por estrategias de simulación, uso de software, video juegos educativos
(“serious games”), laboratorios remotos, etc., enmarcados en convenios de
cooperación, alianzas, visitas guiadas, prácticas experimentales,
simulaciones y prácticas de acceso remoto, entre otras, para ofrecer al
estudiante la posibilidad de enriquecer su experiencia de aprendizaje desde
la posibilidad de participar de manera abierta en su programa académico.

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CIRCUITO ACADÉMICO PARA EL DESARROLLO DEL
COMPONENTE PRÁCTICO
El desarrollo del componente práctico en cada uno de los programas académicos
requiere de las acciones articuladas de los integrantes del circuito académico. En
este sentido la organización entre ellos requiere de diálogo permanente sustentado
en el principio de reticularidad con el fin de conseguir procesos asertivos. De este
modo cada programa deberá asegurar canales de comunicación permanentes y
establecer los espacios de interacción que considere necesarios para socializar
expectativas, inquietudes y experiencias como una estrategia constante de
reflexión-acción orientada a proponer espacios de trabajo práctico significativos
para el aprendizaje de los estudiantes.

En cualquier caso el director de curso, docente de práctica, líder de programa y


decano nacional, deberán conocer el documento “Gestión del componente práctico
en la UNAD” expedido por la Vicerrectoría de Medios y Mediaciones Pedagógicas,
por cuanto en él se condensan las acciones necesarias para la gestión de los
espacios, recursos y convenios en pro del desarrollo óptimo del componente
práctico.

Para clarificar el ejercicio de los participantes del circuito académico se ofrecen las
siguientes precisiones:

 Director de curso: es el encargado de diseñar el componente práctico del


curso académico a su cargo con las correspondientes guías de actividades y
rúbricas de evaluación, las cuales deberán actualizarse cada periodo
académico y entregarse en formato digital y físico al líder de programa o
quien haga sus veces y al docente de práctica. Para ello debe orientarse con
el syllabus del curso y articular su propuesta con las intencionalidades
formativas, las competencias y los propósitos de formación del curso.
En caso que se necesite algún espacio o recurso que no se tenga a
disposición, el director de curso deberá articularse con el líder de programa
para solicitar lo requerido de acuerdo con lo estipulado en el documento
“Gestión del componente práctico en la UNAD”.

 Docente de práctica: es la persona que se encarga de orientar las


actividades del componente práctico. En algunas ocasiones podrá ser un
profesional diferente al director de curso o a alguno de los tutores. Este
integrante del circuito académico orientará el desarrollo de las actividades de
acuerdo con la guía de actividades, evaluará los informes y demás
documentos derivados de las actividades con base en la rúbrica de
evaluación, presentará las retroalimentaciones correspondientes en los
tiempos establecidos en la agenda de actividades, reportará al director del
curso las calificaciones de los estudiantes y realizará los procesos de
evaluación del componente práctico.

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 Líder de programa o cadena de formación: es la persona encargada de
gestionar los espacios y recursos humanos, físicos o tecnológicos requeridos
por el director del curso para el desarrollo del componente práctico. Esta
gestión la desarrolla con base en el documento de componente práctico de
la escuela a la que corresponda y con base en el documento “Gestión del
componente práctico en la UNAD”. Dinamizará las reuniones de comité
curricular con el fin de analizar los resultados de los componentes prácticos
a partir de la información que se obtenga de las apreciaciones de los
docentes y los estudiantes; y promoverá los espacios de participación para
consolidar en el documento de componente práctico de la escuela, el (los)
capítulo (s) correspondiente (s) a su (s) programa (s).

 Decano Nacional: es la persona encargada de formular con sus líderes de


programa o cadena de formación el documento de prácticas de la escuela y
asegurar el cumplimiento de las orientaciones allí registradas mediante la
acción colaborativa de sus líderes nacionales. Se encargará también de
aprobar la vinculación de profesionales idóneos para la realización del
componente práctico en los centros donde sean requeridos.

 Perfil del docente de práctica: es el conjunto de competencias,


conocimientos y actitudes que se formulan, de acuerdo con la naturaleza del
componente práctico a desarrollar, como base para la elección de los
profesionales idóneos para la orientación de las actividades del componente
práctico y así ofrecer una buena experiencia formativa en el contexto de la
disciplina y del programa. Esta formulación se hace en conjunto entre el
director de curso y el líder nacional del programa o cadena de formación para
ser presentada y avalada por el Decano Nacional.

Diseño Microcurricular del componente práctico

Los cursos académicos como unidades en las cuales se vivencia el componente


práctico, donde sucede la articulación entre la propuesta institucional, los perfiles de
los programas y las especificidades académicas del curso mismo, contienen las
orientaciones específicas para el desarrollo de las actividades prácticas que surgen
como resultado de la planeación y el diseño microcurricular.

Esta articulación reconoce en la complementariedad y la interdisciplinariedad una


condición de posibilidad para desarrollar la comprensión reflexiva de las teorías y
los diversos enfoques que toman en los múltiples contextos donde pueden
evidenciarse.

El diseño microcurricular inicia con la propuesta del Syllabus por parte del director
de curso y su red de docentes donde se presentan las intencionalidades formativas,
propósitos de formación y competencias. A partir de este documento se formula la
guía integrada de actividades y evaluaciones donde se describen los espacios,
recursos, tiempos y modos de interacción individuales o colaborativos para el

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desarrollo de las actividades del curso, las cuales incluyen el componente práctico
y ofrecen a los estudiantes una orientación detallada para su desarrollo óptimo en
términos conceptuales, actitudinales, normativos y de interacción con los demás
estudiantes y con su docente.

En términos evaluativos, la rúbrica de evaluación de las actividades del componente


práctico, es un documento que se encuentra en la guía integrada de actividades y
evaluaciones, que describe en detalle los criterios e indicadores bajo los cuales será
valorado el trabajo del estudiante y que evidencia la articulación entre las
competencias, propósitos de formación e intencionalidades formativas registradas
en el syllabus del curso.

Diagrama de acciones en el proceso de planeación, desarrollo y evaluación


del componente práctico

Este trabajo de articulación en red de los integrantes del circuito académico, descrito
en la figura 2, implica una serie de acciones pensadas para fortalecer y viabilizar los
procesos educativos, mediante diálogos reflexivos y propositivos referidos a lo
pedagógico, lo didáctico y lo evaluativo en torno a los cursos del Componente
Práctico, de modo que se consolida un ejercicio permanente de reflexión sobre la
acción educativa de las áreas y campos del conocimiento relacionados con las
disciplinas de cada una de las Escuelas y Programas.

Estas acciones articulan a la Vicerrectoría Académica y de Investigación y a la


Vicerrectoría de Medios y Mediaciones Pedagógicas en el entendido de realizar un
proceso de organización pedagógica y didáctica en consonancia con la gestión
administrativa requerida. Se trata de ofrecer al estudiante todas las posibilidades
para que el desarrollo del componente práctico sea una experiencia de formación
que responda a sus expectativas y le permita avanzar significativamente en su
proceso académico.

Los canales de comunicación de las redes de curso y la dinamización de los comités


curriculares, cuyo papel conjunto como diseñadores y evaluadores de las
estrategias y demás actividades de formación implementadas para la práctica
disciplinar, permitirán procesos de análisis sobre su desarrollo y proyección
educativa, además de ofrecer espacios de diálogo académico que posibiliten la
orientación hacia el cumplimiento de las apuestas curriculares. Entonces, el ejercicio
de socialización de la información y conocimiento construido, redundará en
beneficio del Programa Académico y del Componente Práctico.

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Figura 2. Ruta de conexiones del circuito académico para el desarrollo del componente práctico en la
UNAD. Fuente VIACI 2015

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DOCUMENTO DE COMPONENTE PRÁCTICO DE ESCUELA
Cada Escuela contará con un documento fundante de “componente práctico de
escuela”, que tiene como propósito declarar el derrotero de aspectos normativos,
epistémicos, metodológicos y evaluativos y de seguridad social que son propios de
la escuela y sus programas. Para la construcción de dicho documento se empleará
el siguiente esquema de contenidos:

1. Fundamentación epistemológica: describir la fundamentación epistemológica


de lo que significa el componente práctico en la escuela, presentar las
competencias específicas que promueven la escuela y sus programas.

2. Marco normativo a nivel nacional: presentar todas las normas vigentes que
rigen para los programas de la escuela y en ese sentido especificar los
requerimientos legales para el desarrollo del componente práctico de los
programas.

3. Enfoque metodológico: describir los escenarios para el desarrollo del


componente práctico que tiene la escuela (con apoyos tecnológicos, físicos
y remotos. Presentar la ruta metodológica para el desarrollo del componente
práctico, cursos o redes de cursos que hacen realidad el componente
práctico, competencias a desarrollar, protocolos y guías de práctica.
Convenios vigentes detallando los alcances de cada uno.

4. Criterios de actuación para el desarrollo del componente práctico y su


cobertura geográfica: explicitar los modos en que sucede el componente
práctico de acuerdo con las estrategias establecidas, bien sea en el Campus
Virtual, o en los Centros, con recursos propios o haciendo uso de convenios
para su desarrollo.

5. Reglamentación, seguimiento y evaluación de los escenarios de práctica:


presentar los instrumentos empleados y fines para la evaluación y
seguimiento del componente práctico en cada una de las modalidades que
ofrezcan los programas de la escuela. Incluir las responsabilidades de
docentes de práctica y estudiantes.

6. Reglamentación general y normas de bioseguridad: presentar las normas


generales que son propias de los espacios donde se desarrolla el
componente práctico y describir las normas de bioseguridad para cada uno
de ellos.

7. Especificaciones del componente práctico del Programa: este apartado será


optativo para aquellas escuelas que consideren tener especificaciones del

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desarrollo del componente práctico puntuales para ofrecer sobre sus
programas académicos. En caso que se opte por desarrollarlo, la intención
es presentar las particularidades de los programas sobre la base del marco
general de cada escuela que ya se ha establecido en los puntos anteriores.

8. Bibliografía

Para concretar este documento de Escuela, se contemplan dos aspectos como base
para su desarrollo: la fundamentación y la especificación.

La fundamentación se sustenta en la necesidad de ubicar todas aquellas fuentes


de conocimiento que permiten trazar las acciones normativas, procedimentales e
institucionales, nacionales o internacionales y de seguridad social según se
requiera, a realizar en términos del componente práctico de acuerdo con las
características, situaciones y contextos tanto de los campos como de las áreas del
conocimiento de la Escuela y sus Programas de formación. En este sentido se
busca lograr un planteamiento pertinente que permita determinar las alternativas
educativas que se requieren para hacer que el proceso de aprendizaje desde la
práctica suceda de manera situada y que responda a los marcos legales y
disciplinares particulares.

La especificación se refiere a los modos normativos, de seguridad social,


procedimentales o institucionales, del orden nacional o internacional según se
requiera, en los cuales sucede el componente práctico cada uno de los programas
y cursos donde se encuentra. De ahí la intención de contar con un único documento
de componente práctico por Escuela con capítulos específicos para cada uno de
sus programas.

En dichos capítulos se busca describir los modos en que sucede particularmente el


componente práctico en el interior de cada programa para lograr el cumplimiento de
las expectativas de los estudiantes y permitir el desarrollo de procesos dialógicos
orientados a establecer múltiples conexiones entre el conocimiento y sus contextos
con la intención de promover procesos de aprendizaje significativo, colaborativo y
autónomo.

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EVALUACIÓN DEL COMPONENTE PRÁCTICO EN LOS CURSOS
ACADÉMICOS
La evaluación del componente práctico en los cursos académicos es un proceso
continuo y permanente que se sustenta en la reflexión y proposición de estrategias
de mejora a partir de la experiencia obtenida en el desarrollo de las actividades. En
este proceso las Escuelas y sus Programas Académicos reconocen la importancia
de la integración de la práctica en los espacios de formación como ejes
transversales a los ámbitos personales, comunitarios y sociales que son propios de
cada estudiante.

Procedimiento para la evaluación del componente práctico

La evaluación del componente práctico será analizada tanto en cada curso como en
el programa académico de manera sistemática en cada periodo académico. Para
este fin los integrantes del circuito académico se organizarán para establecer y
socializar con sus respectivos equipos los propósitos, fines e instrumentos que
requieran para obtener un proceso evaluativo concreto, suficiente y en relación con
la naturaleza disciplinar, epistemológica y metodológica de los cursos académicos.
La propuesta evaluativa estará registrada en el numeral correspondiente del
documento de prácticas de la Escuela y presentará de manera explícita el plan de
evaluación incluyendo los momentos, los medios, protocolos si es el caso y los
responsables de la realización de los procesos evaluativos.
Para este fin las Escuelas podrán considerarlas siguientes categorías, sin que esto
implique necesariamente la elaboración de instrumentos separados por cada una
de ellas:
 Escenarios para el desarrollo del componente práctico: se refiere a que tanto
el estudiante como el docente de práctica puedan valorar aspectos relativos
a los espacios descritos en el artículo 14 del acuerdo 029 del 13 de diciembre
de 2013 en los cuales se desarrollaron las actividades del componente
práctico del curso académico respectivo.

 Docente que acompaña el desarrollo del componente práctico en el curso:


en este espacio el estudiante tendrá la oportunidad de valorar el desempeño
tanto académico como metodológico del docente que acompañó las
actividades prácticas.

 Recursos empleados en desarrollo de las actividades: esta categoría


permitirá tanto a los estudiantes como a los docentes evaluar la disponibilidad

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y servicio que ofrecen los recursos físicos y tecnológicos empleados en el
desarrollo de las actividades.

 Articulación curricular de las actividades desarrolladas: esta categoría


permite a los estudiantes valorar, desde su percepción, la relación que puede
haber entre las actividades del componente práctico desarrollado y los
contenidos que se han venido recorriendo en el curso respectivo.

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