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Algunos de los errores que se desarrollan con mayor frecuencia en entornos laborales son
los que se exponen a continuación, los cuales pueden generar conflictos de mayor o menor
magnitud. Estos errores son:
•No propiciar la motivación: la pérdida de interés por parte del equipo de trabajo conllevará
una bajada en el rendimiento del mismo, como mínimo. Se debe intentar motivar hacia el
objetivo en todo momento, bien sea mediante cambios en la forma de cumplir el objetivo o,
en la distribución de tareas.
•Dar y aceptar justificaciones: es más positivo pasar de las justificaciones a las soluciones,
pues las primeras suelen aportar información poco útil frente a las dificultades.
•Manipular: esta es una forma de comunicación de baja utilidad y alto perjuicio para el
equipo. La comunicación entre los diferentes miembros debería ser honesta y eficaz.
•Exceso de amistad: generará favoritismos dentro del equipo, afectando estos a las
interacciones de los diferentes miembros.
•No delegar (acaparar): el delegar en exceso o acaparar tareas supone una distribución poco
equitativa de las tareas, lo cual, al igual que la incompetencia, genera un elevado malestar
en el equipo.
•No establecer límites y normas claras: esto conlleva una necesidad de interpretar o crear
normas propias. El equipo debe saber a qué normas atenerse para que el comportamiento
que se desarrolle sea el deseado.
•No preocuparse de cada quién como ser humano: trabajar el equipo supone tratar a los
diferentes miembros afablemente favoreciendo interacciones positivas.
•Criticar y no ofrecer reconocimiento: las críticas que se puedan realizar deben ser sobre la
tarea, sin personalizar, y desde un punto de vista constructivo. Es lícito señalar que alguna
tarea no se ha realizado de la forma correcta con la intención de buscar soluciones para
salvar el error. Asimismo, el reconocimiento genera motivación hacia la tarea, pudiendo
señalar todos los logros conseguidos por individuos y equipo.
•Reprender a los demás en público: las conductas de este tipo menguan los intereses
personales, además de la confianza en las habilidades, por tanto son perjudiciales para el
trabajo en equipo.
•No gestionar adecuadamente el tiempo: esto supone atender lo urgente primero antes que
lo importante. La mala gestión del tiempo afectará al proceso de consecución de objetivos y
los resultados del equipo.
•Subjetividad manifiesta: tomar las cosas de forma personal, utilizando este tipo de
información subjetiva, sitúa a la persona desde la subjetividad. Aunque ésta no es
perjudicial per se, en el ámbito laboral se promueve la objetividad y la subjetividad debe ser
secundaria.