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LA

FENOMENOLOGÍA COMO MÉTODO PARA LA INVESTIGACIÓN EN


TOMA DE DECISIONES
Serafín Plasencia, Manuel José
Departamento de Ciencias Básicas
Vicerrectorado “Luis Caballero Mejías”
Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José Sucre”

RESUMEN
La toma de decisiones es un área muy activa de investigación académica que cumple con el
propósito adicional de informar las prácticas profesionales en las áreas de las ciencias sociales y
económicas, particularmente la gerencia y la educación. En su desarrollo y evolución histórica una
de las ramas más frondosas ha estado vinculada a la psicología y se ha dado a conocer como
enfoque descriptivo, de allí que se justifique plenamente discutir las potencialidades que presenta la
fenomenología como filosofía y como método de investigación para contribuir en la comprensión
de un área de investigación tan dinámica e importante como la toma de decisiones. Los métodos
fenomenológicos tienen diferentes vertientes y características que deben conocerse para utilizarlos
correctamente. Las tesis de este ensayo son que la incorporación de los métodos fenomenológicos
en el arsenal del investigador gerencial tienen un potencial único y poco explotado para comprender
la toma de decisiones desde el propio individuo y su experiencia particular; y por otra parte, colocar
a la disposición de académicos y profesionales nuevos conocimientos para mejorar tanto la
comprensión del tema en su conjunto, como el desempeño profesional de gerentes y educadores a
través de los contrastes entre los resultados de las investigaciones de carácter fenomenológico con
los hallazgos actuales y futuros desde la experimentación psicológica y las neurociencias.
Palabras Clave: Fenomenología, Toma de Decisiones, Investigación Descriptiva, Métodos
Cualitativos de Investigación.

ABSTRACT
Decision-making is a very active area of academic research that additionally informs the
professional practices in social and economic sciences, particularly management and education. In
its development and historical evolution one of the luxuriant branches has been linked to
psychology and has been named as descriptive approach. That fully justifies to discuss the
potentials that phenomenology presents as philosophy and as research method to contribute in the
comprehension of an area of so dynamical and important as decision-making. The
phenomenological methods have different characteristics belonging to different schools of thought
and the researcher must acknowledge them in order to use them correctly. The theses of this essay
are that the incorporation of the phenomenological methods within the managerial researcher’s
arsenal have an unique, and little exploited, potential to understand decision-making from the own
individual from her particular lived experience; and on the other hand to give new knowledge both
to the academicians and to professional practice to improve the whole comprehension of the topic
as well as the professional performance of managers and educators, by contrasting the results of the
research with a phenomenological approach with the current and future finds from psychological
and neuroscience empirical data.
Key Words: Phenomenology, Decision-Making, Descriptive Research, Qualitative Research
Methods.

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I. DECISIONES: TEORÍAS EMERGENTES DE LA INVESTIGACIÓN PLURIDISCIPLINAR
Decidir es consustancial a la vida, por lo tanto ni el individuo, ni las actividades científicas,
profesionales, sociales y comunitarias pueden abstraerse de tomar decisiones. Este mero hecho
enunciativo explica de por sí la importancia que reviste el proceso y las consecuencias de decidir, a
tal punto que sea considerado el proceso de tomar decisiones conscientemente como la
característica fundamental que distingue al ser humano de las demás especies. En el área gerencial,
particularmente, el tema de la toma de decisiones desde sus diferentes abordajes es un tema clásico
y fecundo de investigación académica,

En su aproximación más general las decisiones representan un problema complejo donde


debe evaluarse simultáneamente la acción concurrente de intereses y factores diversos que
habitualmente entran en conflicto, es decir, la evaluación que se debe realizar para la selección
adecuada de una o varias – entre muchas – opciones razonables debe satisfacer múltiples criterios a
la vez (Spronk, Steuer, & Zopounidis, 2005).

El carácter complejo que emerge de la multiplicidad de criterios y su natural conflictividad


obliga a reconocer que el análisis de decisiones quizás no se pueda considerar como una ciencia
objetiva orientada a determinar la mejor solución, sino más bien debe concebirse como un proceso
en el cual se ayuda a los interesados en la comprensión y finalmente en la resolución del problema
que enfrentan teniendo en cuanta los valores personales y deseos de los involucrados (Larichev &
Brown, 2000).

El estudio teórico sobre decisiones se puede considerar una rama de la matemática en el


sentido que emplea principios básicos y conceptos, así como otros principios relacionados con esos
conceptos básicos y una amplia aplicabilidad de tales conceptos. No obstante, la teoría de
decisiones es diferente a la matemática en tanto la mayor parte de los principios centrales se pueden
expresar usando un lenguaje común y sencillo (Stein, 2010, pág. 10). El estudio de los juicios de
valor, que incluyen la toma de decisiones, como el caso particular de emitir un juicio relacionado
con que hacer, tradicionalmente ha estado interesado en la comparación entre los juicios y ciertos
estándares que permiten establecer la calidad del juicio calificándolo como mejor o peor (Baron,
Normative Models of Judgement and Decision Making, 2004).

El término teoría de decisiones fue acuñado originalmente por Howard Raiffa (Goodwin &
Wright, 2004) desde una perspectiva fundamentada en la estadística. Posteriormente, Ron Howard
en un claro reconocimiento al proceso lógico asociado y bajo la influencia del movimiento de
sistemas propio de la época, se refirió al estudio práctico como análisis de decisiones (Howard,
1966), con lo cual se evidencia la herencia del Discurso del Método por la naturaleza propia de los

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procesos de análisis de dividir los problemas en partes componentes de mayor sencillez (Decartes,
1637).

En la actualidad se puede reconocer que la teoría de las decisiones es el producto de los


esfuerzos, no siempre conjuntos, de economistas, matemáticos, filósofos, científicos sociales,
estadísticos, biólogos y neurocientíficos para darle sentido a como los individuos y los grupos
toman decisiones, en consecuencia, las aplicaciones de las teorías de decisión abarcan desde las
especulaciones abstractas de los filósofos acerca de los agentes racionales ideales hasta el consejo
práctico que los expertos analistas de decisión ofrecen a los gerentes de las más variadas
organizaciones.

El análisis de decisiones ha alcanzado un punto de desarrollo debido a las aportaciones de las


diferentes ciencias relacionadas con la actividad que hoy por hoy es posible distinguir entre diversas
categorías para el análisis de decisiones. North y Renn (2005) establecen la presente clasificación:

(a) Análisis Descriptivo de Decisiones, relacionado a la forma en que los seres o las
organizaciones humanas identifican, evalúan y optan por una alternativa.
(b) Análisis Tipológico o Sistemático de Decisiones, relativo a la posible estructura
lógica secuencial que de alguna forma utilizan los humanos bien sea para afrontar o
ignorar las decisiones.
(c) Análisis Normativo de Decisiones, estudia la forma en que los seres humanos deben
proceder cuando toman decisiones, considerando normalmente que se comportan
siguiendo la racionalidad instrumental.
(d) Análisis Conductual de Decisiones, la investigación que realizan los científicos
sociales sobre los factores que influencian los procesos de toma de decisiones y como
tales factores inciden en la determinación de las diferentes estrategias que se utilizan
para tomar las decisiones.
(e) Análisis Prescriptivo de Decisiones, introducido a manera de síntesis por Baron
(1985) emerge a partir del uso de otras modalidades de análisis de decisiones, en
forma tal que se comprenden a los modelos normativos como identificadores de
sesgos en las decisiones, los cuales una vez comprendidos en términos de los
modelos descriptivos, tipológicos y conductuales, permiten el desarrollo de modelos
prescriptivos que buscan formas de corregir los errores sistemáticos, es decir,
procuran mejorar los juicios de acuerdo a los estándares normativos a través de
prescripciones para garantizar tales correcciones.

Resulta claro que de las cuatro clases que convergen en la última clasificación, la mitad
tienen una orientación más matemática-algorítmica (literales b y d), mientras que las otras están

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más asociadas a las ciencias sociales (psicología y sociología). En estas últimas existe un campo
fértil para estudiar la experiencia de quienes toman las decisiones y es allí donde se fundamenta una
de las tesis del presente ensayo: El potencial uso de los métodos de investigación fenomenológicos
como una fructífera fuente de nuevos conocimientos aún no incorporados dentro del análisis de las
decisiones.

El esfuerzo para combinar métodos y abordajes teóricos que requiere el análisis de decisiones
debe involucrar las diferentes tradiciones y ciencias que convergen en él, al punto de incorporar
nuevas tendencias interdisciplinarias que están reclamando, a partir del peso de sus contribuciones,
su lugar como disciplinas en sí mismas, entre ellas: la economía conductual, la neuroeconomía y la
neurofilosofía. La neuroeconomía, estando aún en su infancia, ya ha comenzado a aportar resultados
empíricos relevantes a la filosofía de la ciencia, la filosofía de la mente, la filosofía moral y otros
acercamientos teóricos a la racionalidad. Ha propuesto mecanismos causales que explican aspectos
de la toma de decisiones, ha mostrado que los juicios de valor son altamente afectivos y finalmente
a través del estudio del procesamiento cerebral puede ofrecer una explicación más detallada de la
toma de decisiones comparada con las alternativas disponibles dentro de la teoría de la selección
racional o de la psicología (Hardy-Vallée, 2007, pág. 19).

La teoría de decisiones, gracias a la extensa producción de conocimientos a través de la


investigación científica pluridisciplinar, se ha transformado desde la original adopción de esquemas
y explicaciones simples en un área sumamente compleja mediante un proceso evolutivo (Serafin,
Centeno, & Díaz Mora, 2014). En el estado actual del conocimiento se debe reconocer que los
diferentes enfoques no son excluyentes sino complementarios, al punto que como afirma Ove
Hansson (2005), existe un gran solapamiento entre las diferentes áreas científicas que abordan la
toma de decisiones, ganando ésta área mucho a raíz de la variedad de métodos que los
investigadores de diferentes contextos han aplicado a los mismos problemas o a problemas
similares, demostrando que la interdisciplinariedad es un aspecto que ya se ha alcanzado en la
investigación científica en teoría de decisiones.

La interacción entre disciplinas y enfoques afectará sin duda los aspectos metodológicos, de
tal modo que en el tiempo presente y en el futuro inminente, la teoría de la decisión tendrá que
ponderar cuál será la mezcla adecuada de axiomas, teoremas, cuestionarios, experimentos,
electrodos y resonancias magnéticas (Gilboa, 2010) para generar nuevos conocimientos, teorías y
aplicaciones para servir a la humanidad y facilitar una de sus tareas más comunes y relevantes, a lo
que este ensayo agregaría su segunda tesis: no sólo se deberá ponderar el uso de herramientas y
técnicas de recolección de datos sino también los enfoques metodológicos, epistémicos y
ontológicos que permitan finalmente complementariedad e integración de perspectivas diferentes de

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las cuales emerja mayor comprensión, mejores explicaciones y finalmente aplicaciones concretas
para que tanto los gerentes como las demás personas sean más eficaces en su quehacer diario.

II. FENOMENOLOGÍA E INVESTIGACIÓN FENOMENOLÓGICA


El término fenomenología puede representarse como un amplio paraguas (Finlay, 2014)
donde se resguardan no sólo una variedad de métodos de investigación sino un movimiento
filosófico que soporta intelectualmente tales métodos. La identificación como movimiento
filosófico en vez de hacerse como escuela filosófica o simplemente como filosofía obedece a su
impresionante difusión no sólo en términos geográficos sino también disciplinarios, al punto que
Embree y colaboradores (1997) argumentan que la fenomenología es el movimiento filosófico
principal del siglo XX. El movimiento filosófico de la fenomenología se origina en Alemania y se
debe a las reflexiones de Edmund Husserl a mediados de la década de los 90 del siglo XIX. Para él
la fenomenología era filosofía, epistemología y ciencia (Ascanio, 2012), pero ante todo un método y
una actitud intelectual (Husserl, La Idea de la Fenomenología, 1982).

En el siglo XX se expande desde Alemania a Japón, Rusia y España y desde la filosofía a la


psiquiatría antes de la Primera Guerra Mundial. Luego se difunde geográficamente a Australia,
Francia, Holanda, la actual Bélgica, Polonia, los Estados de Unidos de América y
disciplinariamente hacia la educación, la música y la religión apenas en la década de los 20. En la
década de los 30 se propaga a las antiguas Checoslovaquia y Yugoslavia, Italia, Corea y alcanza la
arquitectura, la literatura y el teatro. A finales de la Segunda Guerra Mundial se transfiere a
Portugal, Escandinavia, Suráfrica e influye en los estudios étnicos, el feminismo, el cine y la
política. Llega a Canadá, China e India en la los años 60 y 70, abarcando también disciplinas como
la danza, la geografía, el derecho y la psicología. Finalmente se expande a la Gran Bretaña y se
emplea en ecología, etnología y enfermería hacia las décadas de los 80 y los 90, concretando una
expansión disciplinaria y geográfica sin precedentes.

a) Tendencias y Autores Principales

En 1901 Edmund Husserl publica su obra “Logische Untersuchungen1” donde define a la


fenomenología como la ciencia de las estructuras esenciales de la conciencia pura con su propio
método distintivo (Moran, 2000), concentrándose en aclarar el concepto de la intencionalidad y el
significado de la experiencia vivida desde la perspectiva de quien la vive (tal como es en primera
persona). Spiegelberg (1975) define para el siglo XX a la fenomenología como el movimiento
filosófico cuyo principal objetivo es la investigación directa y la descripción de la estructura formal

1
Del libro hay traducciones a diversos lenguajes y el original puede ser consultado en
https://archive.org/details/logischeuntersu01hussgoog La versión en español disponible para el autor de este
trabajo está en dos tomos y es publicada por Alianza Editorial, el tomo 1 correspondiente a la segunda
reimpresión de 2006 y el tomo 2 de 1999. En ambos casos la edición inicial en español se remonta a 1929.
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de los objetos de la conciencia y de la conciencia en si misma abstraídos de cualquier teoría acerca
de sus explicaciones causales y tan libre como sea posible de las preconcepciones y presuposiciones
no examinadas, incluso de la misma afirmación sobre su existencia.

Ahora bien como método de investigación se puede decir que corresponde al estudio de los
fenómenos, su naturaleza y significado (Finlay, 2014), así como la interconexión subjetiva entre el
investigador y el investigado, el cual comúnmente se le denomina co-investigador para enfatizar la
naturaleza constructiva del conocimiento generado. El núcleo del método fenomenológico es
obtener una descripción rica de la experiencia vivida.

Según Schmicking (2010) el término fenomenología aparece por primera vez acuñado por el
filósofo J.H. Lambert en 1764, a lo cual siguieron menciones por Kant, Hegel, Lotze, Hartmann,
Hamilton y Peirce. Como ya se comentó el movimiento filosófico y metodológico se deriva de las
reflexiones de Edmund Husserl quien se inspira en el trabajo de Franz Brentano sobre la
intencionalidad, en lo que él denominó psicología descriptiva. Husserl fue intelectualmente
motivado tanto por la visión global de Brentano de la filosofía como una ciencia exacta, como de la
reformulación que el planteó sobre la concepción aristotélica de la intencionalidad y
particularmente, por su explicación peculiar sobre una forma auto-evidente de los estados mentales
que podría derivar en verdades absolutas y fundamentar una ciencia descriptiva de la conciencia
(Moran, 2000).

Como movimiento filosófico Embree y colaboradores (1997) reconocen cuatro tendencias y


etapas dominantes que en oportunidades se solapan: (1) fenomenología realista, (2) fenomenología
constitutiva, (3) fenomenología existencial y (4) fenomenología hermenéutica. Las primeras tres
vinculadas al propio desarrollo del pensamiento de Husserl y la última correspondiente a la
derivación que de dicho pensamiento adoptó Heidegger. Moran (2000) apunta que el desarrollo del
pensamiento de Husserl debe ser considerado como una clarificación permanente del mismo
conjunto inicial de problemas cada vez abordado con mayor profundidad y desde diferentes ángulos
más que como un cambio desde un período creativo y vital en sus inicios hacia una adopción algo
extraña del idealismo trascendental en sus trabajos ulteriores.

La fenomenología realista enfatiza la búsqueda de las esencias universales a través del


método eidético, emergió de un grupo de jóvenes filósofos en la Universidad de Münich liderados
por Johannes Daubert y fue difundida principalmente por Adolf Reinach incluyendo estudiantes de
Göttingen donde enseñaba Husserl a principios de siglo. Otros autores ejemplares de esta tendencia
han sido Alexander Pfänder, Herbert Siegelberg, Karl Schuhmann y Barry Smith. Max Scheler
incorporó a la agenda de esta tendencia la ética, la teoría del valor y la religión, luego que Reinach
lo hiciera con la filosofía del derecho. Edith Stein incorporó el estudio de las ciencias humanas y su

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filosofía, mientras que Moritz Geiger y Roman Ingarden incluyeron la preocupación por la estética,
la arquitectura, la música, la literatura y el cine entre 1920 y 1940 (Embree, et al., 1997).

El inicio de la etapa constitutiva de la fenomenología se puede considerar derivada a partir


del libro de Husserl “Ideen zu einer reinen Phänomenologie und phänomelogischen Philosophie I2”
donde se expande el foco epistemológico inicial desde la lógica y la matemática para abarcar la
filosofía de la física y en menor medida las demás ciencias naturales. Los autores de esta tendencia
incluyen a Oskar Becker, Aron Gurwitsch y Elisabeth Ströker. Ideas I está dedicado a las
reflexiones metodológicas, particularmente sobre la base de la filosofía trascendental, razón por la
cual esta tendencia está caracterizada por la epojé3 y por la reducción. Es importante notar que
trascendental en este contexto significa oculto pero crucial para nuestras experiencias (Follesdal,
2006), de la misma forma es importante acentuar que aun cuando la tradición trascendental se
remonta a Kant, Husserl se diferencia de ella porque está mucho más vinculado al empirismo
inglés, al punto que discrepa de Kant en cuanto para Husserl es innecesario deducir el estatus
trascendental de la vida consciente como una condición para que se haga posible al mundo, debido
a que la forma en que toda clase de objetos que estén constituidos en la consciencia pueden ser
reflexivamente observados y descritos una vez que se ha realizado mediante la epojé la reducción
trascendental4. Otros destacados contribuyentes a la fenomenología constitutiva son Alfred Schütz,
Gaston Berger, Jean Cavaillès, Aron Gurwitsch, Eugen Fink, Ludwig Landgrebe, Jitendra Nath
Mohanty, Thomas M. Seebohm, Robert Solowski y Elisabeth Ströker (Embree, et al., 1997).

La vertiente existencial se debe al segundo referente en importancia dentro del movimiento


filosófico de la fenomenología, Martin Heidegger, siendo alumno y sucesor de Husserl en la
Universidad de Friburgo se distanció de varios postulados centrales en el pensamiento de Husserl al

2
Nuevamente la edición original es escrita en alemán y se publica en 1913, no obstante se ha traducido
a diversos idiomas. La versión en español que está a disposición del autor de este trabajo es la traducida por
José Gaos para la segunda edición del Fondo de Cultura Económica. (Husserl, 1962). En lo sucesivo se
referirá a esta obra como Ideas I.
3
El término deriva de la antigua Grecia donde se usaba para significar abstención de emitir juicio; sin
embargo, la connotación que nos interesa tiene un alcance mayor. Para Husserl los seres humanos vivimos
cautivos por la aceptación de un conjunto de creencias que damos por ciertas (p.e. nuestro cuerpo, la cultura,
el lenguaje, etc.). La epojé es el procedimiento por el cual rompemos con esa aceptación. La herramienta es
poner entre paréntesis (bracketing es el término usado en inglés) la inmanencia humana mediante una
indagación explícita detrás de la autopercepción que se sostiene en cuanto a la humanidad, es decir, en cuanto
a la pertenencia de alguien al mundo, desvelando así tanto la vida empírica como el mundo trascendentales
(Cogan, 2014)
4
Otras tendencias en la fenomenología no aceptan este procedimiento, inclusive cuestionan la simple
posibilidad de colocar entre paréntesis los contextos sociales, políticos y culturales, enfrentando a la
autonomía radical de Husserl (donde los seres humanos son agentes responsables de influir en su entorno y
cultura) la libertad situada que si bien acepta la libertad de los seres humanos para realizar selecciones,
argumenta que tal libertad no es absoluta sino que se encuentra circunscrita a las condiciones específicas de la
vida diaria de cada quien (Lopez & Willis, 2004).
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publicar en 1927 su obra “Sein und Zeit5” la cual; sin embargo, dedica a Husserl por su amistad y
admiración. En ella intentó establecer una ontología fundamental yendo más allá de las ontologías
regionales esquematizadas por Husserl. El trabajo de Heiddeger se apreció en sus inicios
fundamentalmente por su explicación de la existencia humana bajo el término “Dasein” y no por su
propósito de develar el significado del ser. Los autores más relevantes dentro de esta etapa de la
fenomenología son Hannah Arendt que podría decirse la inauguró con su disertación doctoral sobre
el concepto del amor en San Agustin. En 1933 con la ascensión del Nazismo que Heidegger
apoyaba, la fenomenología alemana prácticamente cesa dando pie a lo que se ha denominado la
fenomenología francesa de carácter existencialista cuyos autores principales son Gabriel Marcel,
Simone de Beauvoir, Maurice Merleau-Ponty, Jean Paul Sartre, Emmanuel Levinas que incorpora
en la agenda el problema de la intersubjetividad, John Compton, Michel Henry, Maurice Natanson
y Bernard Waldenfels (Embree, et al., 1997).

La cuarta tendencia también se deriva de las ideas de Heidegger, particularmente aquella


donde expresa que toda existencia humana es interpretativa y que por ende no existe posibilidad de
acceder a nada sino a través de la comprensión de los asuntos tal como aparecen en sí mismo dentro
de su particular contexto. Esta escuela denominada fenomenología hermenéutica por supuesto que
se fundamenta también en la obra de Hans George Gadamer y es adoptada por Paul Ricceur, Patrick
Heelan, Don Ihde, Graeme Nicholson, Joseph J. Kockelmans, Calvin Schrag, Gianni Vattimo y
Carlo Sini. La fenomenología hermenéutica es la que introduce la tecnología dentro de la agenda
fenomenológica, así como una renovada preocupación por la estética, la ética, la historia, el
lenguaje, el derecho, la percepción, la política, la religión y la filosofía de las humanidades en
general (Embree, et al., 1997). En la actualidad todas las variantes fenomenológicas siguen vigentes
pudiéndose afirmar que estamos en el comienzo de la quinta etapa que podría denominarse el
período planetario, ya que las modalidades realista y constitutiva vivieron su origen y mayor
fortaleza en la Alemania antes y después de la Primera Guerra Mundial, mientras que el período
existencialista centrado en Francia abarca desde la década de los 30 y la década de los 60 del siglo
XX. Finalmente el mayor interés en el período hermenéutico se centra en los Estados Unidos de
América entre las décadas de los 60 y los 80 del siglo pasado (Embree, et al., 1997).

Centrándonos en la actualidad metodológica más que en la tradición filosófica debemos


identificar a Amedeo Giorgi como el principal exponente de la vertiente descriptiva,
particularmente de la tendencia existencialista por su vinculación a la psicología. Giorgi fue el
fundador del primer programa de investigación fenomenológica en psicología de los Estados

5
Nuevamente como todas las obras de los autores filosóficos relevantes, el texto original producido en
alemán se encuentra traducido en varios idiomas. La versión a disposición del ensayista es la traducción al
inglés de Joan Stambaugh publicado bajo el título “Being and Time” por la State of New York University
Press (Heidegger, 1996).
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Unidos de América en la Universidad Duquesne que ha continuado en la Escuela de Postgrado de la
Universidad Saybrook (Applebaum, 2011). Su método descriptivo riguroso se identifica como la
Escuela Fenomenológica Duquesne, tres de sus obras, que a juicio del ensayista revisten la mayor
relevancia para los investigadores interesados en el método fenomenológico son: “Psychology as a
human science: a phenomenologically based approach” (1970), “The Theory, Practice and
Evaluation of the Pehnomenological Method as a Qualitative Research Procedure” (1997) y
“Difficulties encountered in the Application of the Phenomenological Method in The Social
Sciences” (2008),

En el campo hermenéutico la mayor influencia metodológica se denomina “Interpretative


Phenomenological Analysis (IPA)” que propusieron Smith y Osborn (2003) y en el cual Smith ha
seguido contribuyendo (Smith, 2004; 2007). Dahlberg y colaboradores (2008) son un referente en
cuanto a la tendencia constitutiva especialmente en el interés por comprender lo que Shütz llamó el
mundo de la vida6. Finalmente es necesario señalar la contribución de Halling y colaboradores
(2006) quienes denominaron a su enfoque la aproximación dialógica, que sin apartarse de las raíces
psicológicas le da un lugar privilegiado al co-investigador en la construcción de significados.

b) Términos, Herramientas y Características

Schmicking (2010) apunta que una de las mayores dificultades tanto con la metodología
como con la filosofía fenomenológica está asociada a la dificultad de su lenguaje, lo abstracto y a
veces confuso de sus términos, al punto que muchos de los que forman parte del movimiento
fenomenológico y están comprometidos en investigación interdisciplinaria están en cierta forma
evitando ciertos términos sin que ello implique renunciar a su significado dentro del andamiaje
fenomenológico. En este sentido se considera vital plantear algunos de los términos más comunes
en la jerga fenomenológica que poseen estas características con la intencionalidad de procurar algún
tipo de definición, la cual si bien puede ser aclaratoria también puede resultar absolutamente al
contrario. Para esta finalidad el ensayista se apoyará en la obra de Follesdal (2006) citándolo sólo
en algunos casos en los que sea absolutamente necesario para mejorar la lectura que sería afectada
por las citas reiteradas al mismo autor.

• Intencionalidad: el término se hereda de las enseñanzas de Brentano y se refiere a la


direccionalidad de la consciencia, la cual en ningún momento está en blanco sino
siempre consciente de “algo” (material o abstracto).
• Eidos: (plural eide) significa esencias. Cuando Husserl hace referencia a las esencias
no usa el término como una etiqueta para señalar algo que es único para cada objeto

6
“Schütz define el mundo de la vida cotidiana como la realidad experimentada dentro de la actitud
natural por un adulto alerta que actúa entre y sobre ese mundo y entre los demás seres humanos” (Dreher,
2012)
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(la esencia individual – lo que lo hace único), sino que es una característica
compartida por muchos objetos que permite hacer abstracción del mismo
expresándolo en ideas.
• Reducción: en línea general Husserl escribió sobre tres tipos de reducciones: la
eidética, la trascendental y la fenomenológica. Lo común para todas es que se
denominan reducciones porque al aplicarlas se deja por fuera algo que tenía la
atención de nuestra consciencia antes de comenzar con la reducción. La reducción
eidética consiste en el desarrollo por inducción desde la actitud natural de las
características esenciales o universales de cierto objeto, a partir de las variaciones
eidéticas7 sobre ese objeto concreto. La reducción trascendental es la que ocurre
cuando se reflexiona sobre el acto de consciencia en sí mismo (actitud eidética) y no
sobre el objeto al que dicho acto hace referencia, para comprenderla en su más justa
dimensión es necesario aclarar otros términos: noema, noesis y hyle8. La tercera
reducción o reducción fenomenológica es una consecuencia de aplicar en el orden
propuesto las dos anteriores. En la reducción trascendental se transita desde la actitud
natural donde el foco está en objetos físicos individuales hacia la actitud eidética
trascendental donde se estudian los noemas, noesis y hyle de los actos enfocándonos
en los rasgos esenciales de los actos dirigidos hacia las esencias.
• Actitud Natural: es la forma en que nuestra consciencia se orienta (direcciona) hacia
objetos materiales particulares.
• Actidud Eidética: es la forma en que nuestra consciencia se orienta (direcciona) hacia
las esencias (objetos abstractos).
• Noema: (plural Noemata) es el significado dado por nuestra consciencia en un acto
particular y son estructuras atemporales.
• Noesis: es el elemento que otorga el significado en un acto particular, corresponden a
experiencias particulares.
• Hyle: como las noesis son experiencias que típicamente surgen cuando se afectan
nuestros sentidos pero también ocurren cuando estamos en estados delirantes (fiebre,
efectos alucinantes, etc). Hyle y noesis deben concordar de forma que hyle es el
componente a partir del cual se rellena la noesis correspondiente a cada noema.

7
La variación eidética es el ejercicio de variaciones imaginadas sobre un número de casos que
ejemplifican las características esenciales o universales del objeto al que estamos examinado. El término
ejemplifica es una traducción libre del autor para el vocablo ingles instantiate que no tiene traducción literal
al español. Por su raíz instancia no puede siquiera deformarse a instanciar ya que en el castellano instancia
tiene una connotación muy particular jurídica e institucional, en tal sentido se aboga por el uso de ejemplificar
ya que el uso en ingles denomina instancias a casos concretos de algún objeto determinado.
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Son vocablos que provienen del griego que no se traducen en los textos consultados en inglés, razón
por la cual el autor opta por repetir esa acción en el texto en español.
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Cuando percibimos algunas preconcepciones presentes en nuestro noema que
satisfacen la experiencia vivida y ésta experiencia entonces corresponde al hyle que
rellena al noema, en este sentido el hyle restriñe noesis y noemas que podemos tener
en una situación concreta, esta restricción no es en sentido de unicidad porque
cualquiera que sea la experiencia hyle que se tenga existen siempre diferentes noeses
que son compatibles con ella, en todo caso el objeto de un acto, incluso un acto de
percepción, no se encuentra absolutamente determinado por las experiencias
sensoriales, siempre existe alguna holgura (Follesdal, 2006).
• Intuición: para Husserl es la explicación de lo que ocurre cuando cualquier objeto
que se experimenta por la consciencia no es totalmente determinado por el hyle. De
acuerdo con el pensamiento de Husserl sólo las intuiciones nos entregan evidencias
sobre cómo es el mundo real.
• Percepción: es la intuición relacionada con los objetos físicos.
• Intuición Eidética: también denominado conocimiento esencial, es aquella intuición
relacionada con los eide o esencias.
• Mundo de la vida: locus de interacción entre nosotros mismos, nuestro ambiente
perceptual y el mundo de horizontes experimentados que significativamente
agrupamos. Es pre-reflexivo y se llena diariamente con los complejos significados de
nuestras acciones e interacciones (Dreher, 2012).
• Bracketing9: proceso científico en el cual el investigador suspende sus suposiciones,
sesgos, teorías y experiencias previas, de las cuales – estando inconscientes – somos
cautivos para ver y describir los fenómenos de la realidad. Al suspender
conscientemente estas preconcepciones se logra captar los fenómenos tal como se
presentan.

9
Previamente se utilizó la traducción “poner entre paréntesis” para este término anglosajón, sin
embargo se considera mejor dejar el vocablo en inglés para una sección que asemeja a un glosario.
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FIGURA 1: MODELO GRÁFICO DE LAS REDUCCIONES EN FENOMENOLOGÍA (FOLLESDAL, 2006)

Una vez aclarados los términos amerita volver – por la importancia metodológica que reviste
– al concepto de reducción. En la Figura 1 se representa como la reducción separa los objetos de los
actos de conciencia en cuatro espacios correspondientes con los cuatro cuadrantes. En el primer
cuadrante se tienen objetos físicos concretos que son el objeto de estudio de la ciencias naturales, a
través de la reducción eidética logramos obtener los eide o características generales de los objetos
tal como se estudian en las matemáticas y demás ciencias concernientes con la abstracción. Si luego
se realiza la reducción transcendental sobre los actos de conciencia direccionados hacia los objetos
físicos se estará estudiando noematas, noeses e hyle de tales actos que se representan en el tercer
cuadrante. Husserl propone que se corresponde con la metafísica e incluye el estudio de la
estructura transcendental de lo que es típicamente individual (por ejemplo, la muerte como la
experiencia un individuo en contraste con la característica general de morir propia de todos los seres
vivos). En el cuarto cuadrante están contenidas las noemata, noeses, e hyle de los actos de
consciencia direccionados hacia las esencias. El estudio de tales actos de consciencia es lo que
Husserl denomina fenomenología, entonces el nombre de la reducción que nos permite avanzar
desde la actitud natural hacia los objetos estudiados por la fenomenología es lo que se denomina
reducción fenomenológica.

En un esfuerzo de síntesis podemos concretar cinco supuestos de la fenomenología:

1. Se justifica la cognición con referencia a la evidencia.

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2. Se cree que no sólo los objetos de los mundos naturales y culturales, sino también los
objetos ideales, pueden hacerse evidentes y conocerse.
3. Se sostiene que la investigación debe tener un énfasis dual y reflexivo. Enfocarse en
los encuentros dirigidos a los objetos y en los objetos tal como se encuentran.
4. Se reconoce el rol prioritario de la descripción universal en términos eidéticos antes
de las explicaciones, causas y propósitos.
5. Se debate sobre si la reducción fenomenológica trascendental es útil o posible.

Los numerales cuarto y quinto muestran las contradicciones entre las dos escuelas que más
abarcan y distinguen a lo fenomenológico, la escuela descriptiva de Husserl y la interpretativa de
Heidegger. El contraste entre ambas se resume en la Tabla 1.

TABLA 1: COMPARACIÓN ENTRE LAS FENOMENOLOGÍAS DESCRIPTIVA Y HERMENÉUTICA

ENFOQUE DE HUSSERL ENFOQUE DE HEIDEGGER


Énfasis en describir las esencias universales. Énfasis en la comprensión del fenómeno en
contexto.
La persona es representativa del mundo de la vida. La persona es un ser auto interpretativo.
La consciencia es lo que los seres humanos Los contextos de cultura, práctica y lenguaje es lo
compartimos. que los seres humanos compartimos.
Autorreflexión y suspensión del conocimiento previo Como seres pre-reflexivos los investigadores
ayudan a presentar una descripción insesgada. activamente crean conjuntamente las
interpretaciones de los fenómenos.
Adherencia al rigor científico asegura descripción La comprensión colectiva en contextos compartidos
eidética. hacen las interpretaciones significativas.
Reducción asegura interpretación insesgada.10

Énfasis en describir las esencias universales. Énfasis en la comprensión del fenómeno en


contexto.

III. FENOMENOLOGÍA Y TOMA DE DECISIONES


La fenomenología y sus métodos asociados han sido utilizados en ciencias sociales,
particularmente Ascanio (2012) refiere no sólo su influencia en la psicología y la sociología sino
que habla de su aplicación en los estudios de la organización, específicamente en lo atinente al
estudio de metáforas e imágenes como derivación de la relación entre el método fenomenológico y
la psicología también apunta Ascanio su aplicación en estudios sobre el coaching gerencial y muy
especialmente en el liderazgo. De la misma manera Cegarra (2011) encuentra una derivación
similar específicamente en el estudio de los imaginarios sociales.

10
Desde un punto de vista estrictamente epistemológico asegurar que las interpretaciones son
insesgadas puede resultar al menos temerario. En la tabla se usa el término para enfatizar el contraste; sin
embargo, sería epistemológicamente más adecuado afirmar que las interpretaciones en el enfoque
fenomenológico Husserliano aspiran a ser menos sesgadas.
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El tema de la toma de decisiones como se argumentó en la introducción de este ensayo
reviste un carácter multidisciplinar que abarca tanto a las ciencias sociales como a las ciencias
duras. En tal sentido los aportes ya referidos que ubican la conveniencia de incorporar métodos
fenomenológicos en la investigación en ciencias sociales es presumiblemente trasladable al área
específica de la toma de decisiones, tanto desde el punto de vista de la actividad gerencial como
desde la perspectiva cognitiva. Al respecto Kordes (2009) hace una presentación introductoria sobre
la incorporación de la investigación fenomenológica en la toma de decisiones y la señala como el
camino más promisorio en la investigación de las correlaciones entre las diferentes formas de
experimentar el proceso de toma de decisiones y sus resultados.

Otra área que se ha construido sobre la base del estudio de las decisiones, particularmente de
verdaderos expertos en áreas críticas, durante las experiencias particulares en las que emergen tales
decisiones es la corriente denominada “Naturalistic Decision Making” entre cuyos principales
exponentes se encuentra Gary Klein (Klein, 2008; Klein & Klinger, 1991; Nemeth & Klein, 2010;
Lipschitz & Strauss, 1997). En todo caso a pesar de su énfasis tanto en la experiencia como en las
situaciones críticas reales, el autor de este ensayo desconoce el uso explícito de los métodos
fenomenológicos en esta área de estudio con lo cual se abre una extraordinaria opción para nuevas
investigaciones.

Por otra parte, las tendencias actuales en el área incluyen datos aportados por las
neurociencias. Al respecto el gran biólogo latinoamericano Francisco Varela† ya adelantó la fusión
de los métodos fenomenológicos en las neurociencias a raíz de las investigaciones sobre la
consciencia. Otros autores han aplicado las ideas de Varela, entre los cuales se encuentran Lutz y
Thompson (2003), Bayne (2004), Bockelman y colaboradores (2013) así como Gordon (2013).

IV. REFLEXIÓN FINAL


La fenomenología como método de investigación e incluso como escuela filosófica tiene una
reconocida importancia mundial y contemporánea, en tal sentido se considera absolutamente
factible adoptar sus métodos en las investigaciones de ciencias sociales y otras ciencias. Al ser un
movimiento filosófico de más de un siglo de desarrollo ha devenido en diferentes tendencias y
escuelas que tienen sus propias exigencias metodológicas y epistémicas. Todo investigador debe
profundizar en las mismas para seleccionar la aproximación más adecuada al problema específico
de investigación que pretende atender (Lopez & Willis, 2004; Wojnar & Swanson, 2007).

Una de las barreras más importantes que dificulta la adopción del método fenomenológico y
su aporte teórico subyacente es el uso de términos extraños, así como de otros términos comunes
con significados distintos a los del lenguaje común. Términos como noema, reducción eidética,
reducción trascendental, intuición, mundo de la vida, entre otros, le han imprimido a la

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fenomenología un aire misterioso y un carácter infranqueable para los investigadores nóveles, así
como para los que provienen de áreas poco familiarizadas con el vocabulario filosófico (ingeniería
y gerencia, entre otras). Muchos de los términos pueden ser aclarados en el ámbito conceptual sin
que te tengan una traducción al idioma del investigador, particularmente al español, en este caso la
recomendación es comprender lo conceptual y prestar menos atención al léxico fenomenológico en
particular.

La naturaleza de la investigación científica actual requiere el uso de diversos métodos y


aproximaciones para complementar el conocimiento propio de los problemas de naturaleza
interdisciplinarias. La toma de decisiones es un área de investigación inter y multidisciplinaria que
demanda tales enfoques. A pesar de existir intentos de incorporar la fenomenología al arsenal
metodológico disponible para el investigador en el área, estos intentos están en una fase incipiente
que invita a los interesados a evaluar las posibilidades de utilizar descripciones fenomenológicas y
contrastarlas con datos cuantitativos provenientes de tareas psicológicas y/o mediciones
neurológicas. Así mismo, se considera que la incorporación de la fenomenología hermenéutica en
las áreas decisorias de las organizaciones, donde el contexto de interpretación de los significados y
las intersubjetividades no debe ser descartado, puede constituirse en una estimulante tarea científica.

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