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Otitis crónica colesteatomatosa.


Aspectos clínicos y terapéuticos
P. Bordure, S. Bailleul, O. Malard, R. Wagner

La otitis crónica colesteatomatosa suele considerarse como una otitis peligrosa en


comparación con otros cuadros de otitis crónica. Esta peligrosidad está relacionada con
las propiedades osteolíticas y el carácter evolutivo del colesteatoma, que puede causar
complicaciones graves. El diagnóstico es sobre todo clínico y se basa en la demostración,
por medio de la exploración otoscópica, de escamas epidérmicas en el oído medio. El
tratamiento es quirúrgico y consiste en resecar el colesteatoma y efectuar, en la mayoría
de los casos, una reconstrucción del oído. Existen dos tipos de intervención en función de
la conservación (o la reconstrucción) o no del conducto óseo. Las técnicas conservadoras
(o reconstructivas) del conducto óseo consisten en una mastoidectomía o
mastoantroaticotomía, en la mayoría de las ocasiones asociada a una timpanotomía
posterior. Se trata de las técnicas denominadas cerradas, que corresponden al canal wall
up de la literatura anglosajona. Las técnicas en las que se sacrifica el conducto óseo son
las cavidades de vaciamiento denominadas aún timpanoplastias con técnica abierta o
procedimientos de canal wall down. La tomografía computarizada (TC) se ha convertido
en una prueba obligatoria para el estudio de extensión preoperatorio. Es indispensable
en el seguimiento y permite, en la mayoría de las ocasiones, prescindir de una
intervención quirúrgica de revisión. Es probable que la resonancia magnética (RM)
permita en los próximos años aumentar la fiabilidad de las pruebas de imagen. La
otoendoscopia rígida ha permitido disminuir de forma considerable la tasa de
colesteatomas residuales y hace posible, en algunos casos seleccionados, accesos
quirúrgicos mínimamente invasivos. Mientras que hasta el momento las cavidades de
vaciamiento eran la única opción frente a las recidivas, las técnicas de llenado
representan una nueva alternativa.
© 2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Otitis crónica; Colesteatoma; Timpanotomía posterior; Vaciamiento;


Llenado

Plan Fístula laberíntica 7


Parálisis facial periférica 7
Laberintitis aguda 8
¶ Introducción 1
Complicaciones meningoencefálicas 8
¶ Definición 2 ¶ Diagnóstico diferencial 8
¶ Patogenia 2 ¶ Tratamiento 8
Teoría de la metaplasia 2 Técnicas quirúrgicas 8
Teoría de la inclusión epidérmica 2 Indicaciones 12
Teoría de la migración lateral 2 Resultados del tratamiento 13
Teoría de la proliferación papilar 2
Teoría de la retracción y la invaginación 2 ¶ Seguimiento 14
¶ Anatomía patológica 3 ¶ Conclusión 14
¶ Diagnóstico 3
Signos funcionales 3
Exploración física
Formas clínicas
3
4
■ Introducción
Exploraciones funcionales 6 La otitis crónica colesteatomatosa suele considerarse
Pruebas de imagen preoperatorias 6 una otitis crónica peligrosa para distinguirla de los otros
¶ Complicaciones de las otitis crónicas colesteatomatosas 6 cuadros de otitis crónica. Esta peligrosidad está relacio-
Destrucción osicular 7 nada con las propiedades osteolíticas y el carácter

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evolutivo del colesteatoma, que puede causar complica- Teoría de la metaplasia


ciones graves (laberintitis, parálisis facial, meningitis y
absceso cerebral). Las primeras observaciones anatomopatológicas han
El diagnóstico es sobre todo clínico y se basa en la sugerido que el revestimiento del oído medio, bajo el
demostración en la exploración otoscópica de escamas efecto de la inflamación y la infección, se puede trans-
epidérmicas a nivel del oído medio. formar en un epitelio plano poliestratificado y querati-
En ocasiones, el diagnóstico es menos evidente y es nizante como en las vías respiratorias bronquiales [6].
necesario recurrir a las pruebas de imagen. El trata- Esta teoría no se ha podido confirmar por datos experi-
miento es quirúrgico y consiste en resecar el colestea- mentales o clínicos. Además, los datos de estudios de
toma y en efectuar, en la mayoría de las ocasiones, una microscopia óptica y electrónica contraponen formal-
reconstrucción del oído. Las peculiaridades evolutivas de mente el colesteatoma con la simple metaplasia epider-
la otitis colesteatomatosa, son, por una parte, las moide de la mucosa respiratoria. Uno de los elementos
dificultades para erradicar por completo el colesteatoma, esenciales que caracterizan al colesteatoma es el carácter
lo que da lugar a colesteatomas residuales y, sobre todo, brusco de la transición entre la epidermis del colestea-
el riesgo de recidiva por formación de un nuevo coles- toma y la mucosa adyacente del oído medio, mientras
teatoma, en ocasiones varios años después de la inter- que en la metaplasia este paso es progresivo. Por otra
vención inicial. Esto suele hacer que se llegue a un parte, los estudios morfológicos microscópicos e histo-
compromiso entre el deseo de limitar al máximo el químicos confirman la similitud entre la epidermis del
riesgo de recidiva y la conservación o rehabilitación colesteatoma y la del fondo del conducto auditivo
funcional. La evolución reciente de las técnicas quirúr- externo [7-9].
gicas, en especial la aportación de la otovideoendosco-
pia, y las nuevas pruebas de imagen han permitido Teoría de la inclusión epidérmica
mejorar el tratamiento de esta enfermedad. Sin La inclusión epidérmica corresponde a la incarcera-
embargo, la patogenia del colesteatoma del oído medio ción de fragmentos de epidermis en el oído medio
aún sigue siendo desconocida en gran parte, lo que después de una fractura del hueso temporal o una
explica la ausencia de un tratamiento médico curativo intervención quirúrgica. Los colesteatomas postraumáti-
o preventivo eficaz. cos representan una entidad clínica especial, cuya
característica principal es una manifestación clínica
■ Definición tardía, varios años después del traumatismo desencade-
nante. Plantean problemas medicolegales debido a la
La otitis crónica colesteatomatosa puede definirse por latencia de los síntomas reveladores [10].
la presencia de una matriz epidérmica en el seno del
oído medio, donde se produce una acumulación de Teoría de la migración lateral
escamas por un trastorno de la migración epidérmica [1]. Esta teoría se basa en la observación de una migra-
El término de otitis suele estar justificado por la presen- ción epidérmica anómala a partir de los bordes de una
cia de una inflamación de la mucosa o de la matriz perforación timpánica marginal hacia las cavidades del
epidérmica. La terminología de esta entidad es explícita, oído medio. Esta migración puede producirse a nivel del
en la medida en la que llama la atención sobre la doble marco timpánico, pero también en contacto con el
polaridad de esta enfermedad, que asocia un proceso mango del martillo. En este último caso, adopta un
inflamatorio por una parte y una enfermedad de la aspecto bastante característico de epidermosis maleo-
epidermis con trastornos de la migración por otra. lar [11]. De forma menos frecuente, esta migración puede
Sólo el término de colesteatoma puede llevar a con- desarrollarse en los bordes de una perforación no
fusión, en especial con el granuloma de colesterol, que marginal y evolucionar en la cara profunda de la mem-
es una entidad distinta, porque lo que le caracteriza no brana timpánica residual.
es el aspecto graso que se observa en ocasiones en el
seno de un colesteatoma o en su periferia, sino la Teoría de la proliferación papilar
presencia de epidermis [2].
La proliferación papilar corresponde a un crecimiento
epitelial profundo que infiltra el tejido conjuntivo
■ Patogenia subyacente y atraviesa todo el grosor de la membrana
timpánica. Las papilas epidérmicas forman inclusiones
La otitis crónica colesteatomatosa es una enfermedad epidérmicas en el oído medio, lo cual causa un verda-
adquirida, lo que la diferencia del colesteatoma congé- dero colesteatoma. Esta teoría se basa en las observacio-
nito o primario. nes de colesteatomas inducidos por la aplicación de
El colesteatoma congénito del oído medio es mucho sustancias irritantes en la membrana de Shrapnell en
menos frecuente que la otitis colesteatomatosa [3, modelos animales [12].
4] . Corresponde a la ausencia de reabsorción de las

células embrionarias epidérmicas, como pareció demos- Teoría de la retracción


trar Michaels en 1986 [5]. El colesteatoma congénito se
desarrolla, por lo menos al principio, por detrás de una y la invaginación
membrana timpánica intacta y, en la mayoría de los La evolución de una bolsa de retracción explica la
casos, en ausencia de una enfermedad inflamatoria de la gran mayoría de los casos de otitis crónica colesteato-
mucosa. Durante los primeros años de vida, este coles- matosa [13]. Esta estrecha relación entre bolsa de retrac-
teatoma tiene un tamaño limitado y suele ocupar el ción y otitis colesteatomatosa suele observarse en la
cuadrante anterosuperior de la caja del tímpano [3]. Si clínica [14]. No es infrecuente ver en un paciente una
no se realiza un diagnóstico precoz, puede manifestarse pequeña bolsa de retracción timpánica que evoluciona
de forma mucho más tardía en la vida adulta por una de forma progresiva a lo largo de los años hacia un
complicación. auténtico colesteatoma, incluso a pesar de la colocación
La patogenia es distinta para la otitis colesteatomatosa de tubos de ventilación transtimpánicos.
adquirida. Se han descrito varias teorías: Es muy probable que el origen de la bolsa de retrac-
• la metaplasia de la mucosa del oído medio por un ción sea multifactorial. La depresión a nivel de la caja
proceso inflamatorio; del tímpano causada por la disfunción tubárica o por la
• la teoría de la inclusión epidérmica; inflamación del oído medio se asocia a una alteración
• la teoría de la migración lateral; de la migración epidérmica de la piel del fondo del
• la proliferación papilar; conducto auditivo externo [15] . La corrección de la
• y, por último, la teoría de la bolsa de retracción. depresión timpánica mediante la colocación de un tubo

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de ventilación no basta siempre para detener la evolu-


ción de una bolsa de retracción, lo que demuestra que
la depresión timpánica no es suficiente para el desarro-
llo de una bolsa de retracción. El paso de la bolsa a la
otitis colesteatomatosa aún tiene numerosas incógnitas.
Es probable que participen el agravamiento de los
trastornos de la migración epidérmica que favorece la
acumulación de escamas y la sobreinfección, así como,
por otra parte, la aparición de desgarros epidérmicos que
exponen el tejido conjuntivo, fuente de granulación
e inflamación favorable a la proliferación del
colesteatoma [16].

■ Anatomía patológica
Desde el punto de vista macroscópico, se pueden
distinguir tres formas de colesteatoma.
El colesteatoma sacular es el más clásico y el más
frecuente en adultos. Suele ser atical o antroatical.
Forma un saco redondeado de consistencia similar a una
«castaña cocida», limitado por una membrana blanque-
cina y brillante. Su diámetro es variable, de unos Figura 1. Aspecto otoscópico típico de un colesteatoma del
milímetros a varios centímetros. oído medio con presencia de escamas epidérmicas en el oído
Este saco lleno de restos epidérmicos se abre hacia el medio que salen por una perforación o de una bolsa de retrac-
conducto auditivo externo. La incisión del colesteatoma ción timpánica.
sacular muestra cavidades llenas de cúmulos de quera-
tina más o menos mezclados con secreciones purulen- aparecer a cualquier edad y puede ser bilateral en el
tas. Este saco puede despegarse de las paredes óseas 10% de los casos [2, 21].
subyacentes. En Europa, la incidencia del colesteatoma es variable
La forma racemosa es una forma peor limitada. Se según la edad: 3/100.000 en la edad pediátrica (3-6/
observan numerosas expansiones digitiformes en las 100.000) y 12/100.000 en adultos según Tos [22] o
celdillas aéreas del oído medio. La disección quirúrgica 9/100.000 según Kemppainen [23].
es relativamente fácil, pero existe el riesgo de dejar un
haz epidérmico oculto por las tabicaciones de las Signos funcionales
celdillas mastoideas.
La epidermosis invasiva corresponde a una lámina El principal motivo de consulta es la otorrea fétida,
epidérmica extensa que reviste la mucosa del oído que suele ser mínima, raras veces abundante. En ocasio-
medio a partir de una bolsa de invaginación posterior o nes, el paciente consulta por otorragia o hipoacusia. Las
atical. Esta capa epidérmica suele infiltrar a mucha complicaciones del colesteatoma pueden ser las que lo
distancia los recesos del oído medio. Su identificación pongan de manifiesto, como vértigo, parálisis facial,
intraoperatoria y, sobre todo, su despegamiento son meningitis o absceso cerebral, tromboflebitis y fistuliza-
difíciles. Su exéresis suele ser incompleta. ción cutánea. La otalgia debe hacer pensar en primer
Una de las características del colesteatoma es su lugar una complicación, porque la otitis colesteatoma-
capacidad evolutiva. La lesión se extenderá de forma tosa no complicada es indolora.
centrífuga desde la caja del tímpano hacia las cavidades En menos ocasiones, la otitis colesteatomatosa se
posteriores de la mastoides. Esta extensión está facilitada descubre de forma fortuita durante la realización de una
por el poder osteolítico de la matriz colesteatomatosa. exploración otoscópica, una prueba de imagen o una
Al microscopio, la matriz del colesteatoma tiene la intervención quirúrgica en el oído medio.
misma estructura histológica y celular que la epidermis
que reviste el fondo del conducto auditivo externo [9].
Exploración física
En el seno del colesteatoma, se pueden observar todos La exploración otoscópica es la clave del diagnóstico.
los estadios de maduración de los queratinocitos, como Debe realizarse bajo microscopia y con ayuda de un
por ejemplo, células de Langerhans y células de Merkel. aspirador, tras lo que se realiza, si es necesario, una
El corion subyacente se caracteriza por la presencia de exploración otovideoendoscópica.
numerosas células inflamatorias, como las células de El diagnóstico se confirma ante la presencia de
Langerhans y también linfocitos, en especial de tipo T escamas epidérmicas en el oído medio que salen por
activados. En el seno del colesteatoma, las células de una perforación o por una bolsa de retracción timpánica
Langerhans presentan modificaciones cuantitativas y (Fig. 1). La perforación o la bolsa tienen las siguientes
cualitativas [17, 18]. Estas células no sólo están aumenta- características: se sitúan por lo general en la pars
das en número, sino que están agrupadas en cúmulos. flaccida (membrana de Shrapnell) o en la región poste-
Esta infiltración del epitelio plano estratificado también rosuperior. Cuando se trata de una perforación, es
puede afectar al corion subyacente. La presencia de marginal y afecta al muro del ático o al marco timpá-
numerosas células de Langerhans y de linfocitos T nico posterior. Es frecuente observar en este margen
activados orienta hacia una explicación inmunopatoló- granulomas inflamatorios causantes de infección, que
gica del desarrollo del colesteatoma. La liberación de agravan la osteólisis del marco timpánico. Es probable
una gran cantidad de citocinas por los linfocitos y la que estas perforaciones marginales correspondan en
presencia en el colesteatoma de muchos factores de muchos casos al cuello de una bolsa de retracción que
crecimiento orientan hacia una aceleración del proceso se ha perforado de forma secundaria.
de cicatrización de la epidermis, desencadenada por una La exploración física debe constar de la búsqueda de
reacción inflamatoria de tipo hipersensibilidad retar- complicaciones laberínticas, faciales o neurológicas. La
dada [13, 16, 19, 20]. acumetría permite orientarse hacia una hipoacusia de
transmisión o, al contrario, hacia una de tipo percep-
■ Diagnóstico tivo, que a veces es una cofosis. La exploración vestibu-
lar debe consistir en la búsqueda mediante
La otitis crónica colesteatomatosa representa cerca videonistagmoscopia de un signo de la fístula, caracte-
de un tercio de las otitis crónicas supuradas. Puede rizado por la presencia de un nistagmo provocado por

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Figura 3. Colesteatoma posterosuperior desarrollado a partir


de una bolsa de retracción.

Figura 2. Colesteatoma atical (imágenes del profesor


F. Legent).
A. Costra atical.
B. Descubrimiento del colesteatoma después de movilizar la
costra. Puede observarse una lisis considerable del muro del
ático.
Figura 4. Colesteatoma mesotimpánico visible a través
la presión sobre el trago o por una hiperpresión reali- del tímpano; perforación relacionada con la presencia de un tubo
zada con un espéculo neumático. El nistagmo desenca- de ventilación transtimpánico que se acaba de retirar (imagen
denado suele ser horizontal y bate hacia el oído del profesor F. Legent).
explorado. Se acompaña de un vértigo rotatorio conco-
mitante. Este signo es característico de la presencia de
una fístula laberíntica. La fístula se sitúa en la mayoría osicular suele estar afectada y la región del retrotímpano
de los casos en el conducto semicircular lateral. a menudo está invadida.
La valoración del nervio facial consiste en identificar No es infrecuente la asociación de un colesteatoma
una parálisis facial periférica inicial, que puede objeti- epitimpánico y posterosuperior.
varse por la presencia de un signo de las pestañas de
Souques. Colesteatoma mesotimpánico
El colesteatoma invade la caja del tímpano (Fig. 4). La
Formas clínicas membrana timpánica puede estar perforada o intacta.
Formas otoscópicas Formas seudotumorales
Colesteatoma epitimpánico atical o aticitis En ocasiones, el colesteatoma puede estar totalmente
colesteatomatosa oculto por un pólipo inflamatorio voluminoso que
El colesteatoma puede observarse en forma de esca- obstruye el conducto auditivo externo (Fig. 5). La
mas blanquecinas situadas en la región de la membrana presencia de este tipo de pólipo inflamatorio es muy
de Shrapnell. Suele existir una destrucción más o menos sugestiva de una otitis colesteatomatosa [24, 25]. También
intensa del muro del ático (Fig. 2). En ocasiones, el hay que sospechar un tumor del conducto auditivo
colesteatoma está oculto por una costra o un pólipo externo, benigno o maligno o, en menos ocasiones, otro
atical. Por tanto, es esencial realizar una limpieza tumor del oído medio, como un paraganglioma timpá-
perfecta del conducto auditivo externo, porque una nico, cuyo aspecto liso y rosado se parece en ocasiones
costra de aspecto banal puede ocultar un colesteatoma a un pólipo reactivo.
voluminoso. Cavidad de vaciamiento espontánea
Colesteatoma posterosuperior El poder erosivo y osteolítico del colesteatoma pro-
Corresponde a la evolución de una bolsa de retrac- voca en ocasiones, al cabo de muchos años, la creación
ción posterosuperior (Fig. 3). En estos casos, la cadena de una auténtica cavidad de vaciamiento.

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Figura 5. Colesteatoma del oído medio: forma seudotumoral Figura 7. Colesteatoma con tímpano cerrado: colesteatoma
con pólipo inflamatorio que obstruye el conducto auditivo ex- congénito descubierto durante una exploración otoscópica en
terno y que oculta el colesteatoma (imagen del profesor F. un niño de 2 años (imagen del profesor F. Legent).
Legent).
adquirido [22]. La exploración otoscópica muestra una
masa blanquecina que se abomba por detrás de una
membrana timpánica intacta. Una de las características
del colesteatoma congénito es su topografía anterosupe-
rior, por detrás de una membrana timpánica perfecta-
mente normal (Fig. 7). La distinción entre colesteatoma
y miringoesclerosis no siempre es evidente. En ocasio-
nes, es necesario recurrir a una paracentesis o a las
pruebas de imagen para resolver la duda diagnóstica.
Colesteatoma bilateral
Los colesteatomas bilaterales representan cerca del
10% en las series publicadas [21] . En los niños, este
porcentaje no parece mayor que en los adultos, pero el
oído contralateral sólo está normal en el 33% de los
casos [4, 26]. En la mayoría de las ocasiones, se trata de
colesteatomas adquiridos, mientras que los colesteato-
mas congénitos bilaterales son muy infrecuentes. En los
adultos, el colesteatoma bilateral es más frecuente en
varones relativamente jóvenes [27]. Estos datos justifican
la realización de una exploración otoscópica bilateral,
tanto en el momento del diagnóstico como para la
Figura 6. Epidermosis maleolar. vigilancia a largo plazo de un paciente operado.
Colesteatoma infantil
Epidermosis maleolar La incidencia anual de los colesteatomas del oído
Representa una forma especial de otitis colesteatoma- medio en los niños es de 3-6/100.000. El promedio de
tosa, que asocia una gran perforación de la membrana edad en la mayor parte de las series está comprendido
timpánica, cuyo borde contacta con el mango del entre 8 y 10 años en el momento del diagnóstico.
martillo [11]. En estos casos, existe una hiperqueratosis y Algunos niños presentan factores de riesgo especiales
descamación a lo largo del mango del martillo (Fig. 6). que hacen necesaria una vigilancia otológica (fisura
En algunas ocasiones, las lesiones pueden permanecer velopalatina, malformaciones craneofaciales, trisomía
localizadas en el martillo pero, en otros casos, la migra- 21), porque el riesgo de otitis colesteatomatosas es
ción lateral se extiende más ampliamente a nivel del mayor [23, 28].
ático y de las cavidades posteriores. La forma clínica característica en la edad pediátrica es
Colesteatoma enmascarado el colesteatoma congénito (Fig. 7). Se trata en realidad
El colesteatoma puede estar oculto por un pólipo. La de un quiste epidermoide cuya definición estricta fue
topografía atical del pólipo debe hacer que se sospeche propuesta inicialmente por Derlacki: tímpano normal,
en primer lugar el diagnóstico de colesteatoma. Éste masa blanquecina timpánica, sin antecedentes de otitis,
puede estar oculto por una costra o un fragmento de otorrea o perforación timpánica ni antecedentes quirúr-
cerumen. Es indispensable realizar la exéresis de esta gicos otológicos [29]. Debido a la incidencia de fenóme-
costra para asegurarse de la ausencia de lesión colestea- nos otíticos en los niños, la ausencia de antecedentes de
tomatosa subyacente. otitis parece demasiado restrictiva, por lo que en la
En ocasiones, un colesteatoma voluminoso con actualidad ya no se usa este criterio. La incidencia anual
extensión intrapetrosa puede estar oculto detrás de una de colesteatomas congénitos es mucho más baja que la
bolsa de retracción atical bien tolerada, pero mal de los colesteatomas adquiridos; el promedio de edad en
controlada con otoscopia. el momento del diagnóstico es de 5-6 años [30]. Sin
embargo, se pueden distinguir dos grupos de pacientes
Colesteatoma con tímpano cerrado pediátricos. El primero engloba a niños menores de
Corresponde por lo general a un colesteatoma congé- 4 años que suelen estar totalmente asintomáticos. El
nito, pero también puede tratarse de un colesteatoma colesteatoma se descubre de forma fortuita durante una

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exploración otoscópica por su médico general o pedia- La TC permite precisar las extensiones y buscar signos
tra. No suele haber antecedentes de otitis y el oído de complicaciones. También puede aportar argumentos
contralateral es normal. El segundo grupo está formado semiológicos a favor del diagnóstico, en los casos en los
por una población de más edad, con un promedio de que la exploración otoscópica no sea lo bastante
6 años. Estos pacientes suelen estar sintomáticos, con informativa.
un oído contralateral patológico [31]. Los signos sugestivos del colesteatoma del oído medio
Los colesteatomas adquiridos son mucho más fre- en la TC son la presencia de una masa tisular en las
cuentes. Sus peculiaridades clínicas son: pocas compli- cavidades timpanomastoideas y de una o varias zonas
caciones meningoencefálicas, gran frecuencia de de osteólisis (Fig. 8). Estos dos signos suelen aparecer
colesteatomas mesotimpánicos (70-85%) y oído contra- asociados. La masa tisular de las cavidades del oído
lateral patológico en la mayoría de los casos (la otosco-
medio se presenta como una opacidad de densidad
pia contralateral sólo es normal en el 33% de los
homogénea. En la mayoría de las ocasiones es nodular
pacientes) [26].
o polilobulada. Sus contornos suelen ser convexos. El
Colesteatoma postraumático carácter cóncavo de los contornos sugiere una simple
El colesteatoma postraumático del oído medio repre- fibrosis reactiva, más que un colesteatoma.
senta una entidad infrecuente, pues el número de casos La osteólisis que indica el carácter agresivo de la
publicados es muy limitado [10, 32] . El mecanismo matriz colesteatomatosa es muy sugestiva. La lisis de la
responsable más frecuente es el atrapamiento de la cadena osicular es frecuente pero inespecífica. Más
epidermis en un foco de fractura. En estos pacientes, el específica es la erosión de la pared lateral del ático, aún
foco de fractura suele ser visible durante la cirugía de denominada muro del ático. La osteólisis se extiende en
extirpación del colesteatoma, a nivel de la región ocasiones a otras estructuras, lo que indica una exten-
posterosuperior del conducto óseo. Se pueden sospechar sión de la otitis colesteatomatosa o la presencia de
otros mecanismos, como la inclusión de epidermis tras complicaciones: lisis del tegmen, erosión del conducto
una onda expansiva o un traumatismo por arma de del facial, fístula laberíntica, en especial del conducto
fuego. semicircular lateral, extensiones intrapetrosas (Fig. 9).
El colesteatoma postraumático se distingue de los La TC permite evaluar el volumen y la neumatización
demás colesteatomas del oído medio por varias caracte- de las cavidades timpanomastoideas. De este modo, es
rísticas: ausencia de antecedente de otitis crónica y posible prever las dificultades de identificación en caso
disfunción tubárica, período entre el traumatismo y el de otitis osteomatosa caracterizada por la ausencia de
diagnóstico de varios años (a veces de 10 años o más). neumatización de las cavidades mastoideas, lo que hace
Aparece sobre una mastoides bien neumatizada. El trazo que la intervención sea particularmente delicada.
de fractura suele ser visible en la tomografía computari-
Por tanto, la TC es muy útil en el preoperatorio para
zada (TC) preoperatoria y en la exploración quirúrgica.
preparar la estrategia quirúrgica, al evaluar la extensión
Se debe conocer esta entidad, al igual que su impacto
de las lesiones, identificar las modificaciones o las
medicolegal.
peculiaridades anatómicas que puedan causar complica-
Colesteatoma e histiocitosis X ciones o poner de manifiesto estas últimas.
La histiocitosis X es una enfermedad sistémica que No obstante, aunque la TC aporta informaciones
puede afectar al oído medio y el hueso temporal. Se relevantes, no permite preverlo todo y el cirujano debe
manifiesta por una otorrea profusa con tímpano abierto, poder adaptarse a cualquier tipo de situaciones.
asociada a hipoacusia. Las lesiones inflamatorias del
oído medio son mayores, con osteólisis del hueso Resonancia magnética
temporal. En la mayoría de las ocasiones son bilaterales. La resonancia magnética (RM) es útil en el estudio
Tras la curación, es frecuente observar pasado un tiempo preoperatorio de la otitis colesteatomatosa [34] . Es
la aparición de otitis colesteatomatosas, que suelen indispensable para el diagnóstico y el estudio de exten-
ser bilaterales, como la afectación inicial de la sión de las complicaciones encefálicas. En caso de lisis
histiocitosis [33]. del tegmen, se debe descartar un meningoencefalocele,
que puede presentar las mismas características en la TC
Exploraciones funcionales que un colesteatoma (opacidad tisular con bordes
La exploración audiométrica puede poner de mani- convexos asociada a una lisis ósea) [35]. La RM también
fiesto una audición estrictamente normal, incluso con es útil para precisar la extensión de una fístula laberín-
una lisis de la cadena osicular, pues el colesteatoma tica y prever los riesgos laberínticos del tratamiento
puede constituir en ocasiones una verdadera columela. quirúrgico [36].
Por lo general, la audiometría demuestra una De forma excepcional, la clínica y los datos de la TC
hipoacusia de transmisión. En otros casos, se observa no aportan la suficiente información y dejan que
una hipoacusia mixta debido a una afectación laberín- persista una duda diagnóstica. Ante una opacidad tisular
tica asociada, que puede culminar en una cofosis en en la TC, no es posible distinguir de forma absoluta
caso de laberintitis supurada. entre un simple derrame líquido, tejido cicatrizal
La exploración audiométrica es indispensable antes de fibroinflamatorio o un colesteatoma. La RM permite
la realización de una intervención quirúrgica, no sólo diferenciar entre el tejido cicatrizal y el colesteatoma [37,
para llevar a cabo una evaluación funcional del oído 38]. En estos casos, hay dos técnicas que parecen ser
operado, sino también para valorar el oído contralateral. útiles: la RM con gadolinio en imágenes tardías de
Una hipoacusia total contralateral obliga a adoptar una secuencias T1 poscontraste y la RM con secuencia de
estrategia quirúrgica adaptada al oído único. difusión.

Pruebas de imagen preoperatorias


Tomografía computarizada ■ Complicaciones de las otitis
La exploración mediante TC del hueso temporal se ha crónicas colesteatomatosas
convertido en una prueba casi obligatoria para el
diagnóstico y, sobre todo, para el estudio de extensión Pueden ser el elemento que ponga de manifiesto la
y la estrategia quirúrgica. Según Magnan, la TC es una otitis colesteatomatosa. Las complicaciones constituyen
exploración complementaria, pero no debe ser la gravedad de esta afección, que sigue siendo poten-
sistemática [2]. cialmente mortal.

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Figura 8. Colesteatoma y exploración mediante tomografía compu-


tarizada (TC).
A, B. Cortes de TC en proyección coronal (A) y axial (B) preoperatorios
de un colesteatoma atical. Se aprecia la opacidad redondeada con lisis
del muro del ático (flechas).
C, D. Cortes de TC postoperatorios en proyección axial (C) y coronal
(D) que muestran un colesteatoma residual a nivel de las cavidades
antroaticales en forma de una opacidad redondeada asociada a una
erosión ósea.
E. Corte postoperatorio axial de TC donde se observa una opacidad
inespecífica de las cavidades posteriores, en la que la concavidad de los
bordes sugiere una fibrosis postoperatoria.

Destrucción osicular erosión del conducto semicircular superior y la cóclea


(fístula del promontorio) es aún menos frecuente. La
La lesión típica es la osteólisis. Los tres huesecillos fístula del conducto semicircular lateral no siempre es
pueden afectarse, aunque lo más frecuente es la altera- sintomática y parece que sólo el 5% de los pacientes
ción de la apófisis larga del yunque. En ocasiones, la tendría síntomas [41]. El vértigo es característico: intenso
osteólisis se asocia a un bloqueo osicular, sobre todo en vértigo rotatorio desencadenado por la presión sobre el
las otitis osteomatosas. Estas destrucciones osiculares trago. El diagnóstico se confirma por la presencia del
son responsables de una hipoacusia de transmisión. No signo de la fístula. La TC preoperatoria es indispensable
obstante, en algunos casos la audición puede ser nor- para precisar las lesiones (Fig. 9). La RM muestra la
mal, porque el colesteatoma desempeña el papel de afectación ocasional del laberinto membranoso. Al
columela. utilizar un protocolo especial en secuencia T2 o eco de
espín rápido, la RM puede precisar el grado de penetra-
Fístula laberíntica ción del colesteatoma en el laberinto y la presencia de
La frecuencia de esta complicación varía entre el 5 y tejido fibroso. Esto es útil para la estrategia quirúrgica y
el 10% de los casos. Puede oscilar de la simple erosión para evaluar los riesgos laberínticos de la intervención
del laberinto óseo a su destrucción completa, con quirúrgica de exéresis.
denudación del laberinto membranoso [39, 40]. El con-
ducto semicircular lateral es el más afectado y después, Parálisis facial periférica
por orden de frecuencia, el conducto semicircular Su frecuencia se estima en el 1-2% de las otitis
posterior y el vestíbulo, en cerca del 1% de los casos. La crónicas colesteatomatosas. Puede aparecer con rapidez,

Otorrinolaringología 7
E – 20-095-A-20 ¶ Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos

crónica con tímpano abierto. El diagnóstico diferencial


no suelen plantear dificultades. En caso de otitis externa
crónica, no existe perforación ni bolsa de retracción de
la membrana timpánica. En las otitis medias crónicas
con tímpano abierto, la perforación no es marginal y no
existe epidermis en el oído medio.

“ Puntos importantes
La otitis colesteatomatosa se manifiesta en la
mayoría de las ocasiones por una otorrea fétida
asociada a hipoacusia.
La exploración otoscópica mediante microscopio
o con una óptica endoscópica es la clave del
diagnóstico.
La otitis colesteatomatosa puede manifestarse por
una complicación, que constituye la gravedad de
esta enfermedad.
Figura 9. Corte coronal que muestra una fístula del conducto
Una otitis crónica que se asocia a dolor o la
semicircular lateral relacionada con un colesteatoma voluminoso
del oído medio (flecha). presencia infrecuente de cefaleas debe hacer que
se sospeche una complicación neuromeníngea.
La TC es indispensable para evaluar la extensión
de modo que sugiera de forma errónea una parálisis de las lesiones antes de la intervención quirúrgica.
facial a frigore o bien surgir de un modo más progre-
sivo. La aparición de una parálisis facial obliga a esta-
blecer un tratamiento quirúrgico urgente.

Laberintitis aguda ■ Tratamiento


Representan la evolución final de la fístula laberíntica, El tratamiento de la otitis crónica colesteatomatosa es
pero pueden aparecer de novo sin una fístula previa. El quirúrgico. Los objetivos de esta cirugía son triples y, en
diagnóstico se sospecha ante la presencia de una ocasiones, contradictorios. En primer lugar, se trata de
hipoacusia neurosensorial y, en ocasiones, de cofosis, asegurar la erradicación completa del colesteatoma; a
acufenos y vértigo espontáneo. Se suele distinguir la continuación, hay que conservar o restablecer lo mejor
laberintitis serosa, que corresponde a una inflamación posible la función y, por último, debe hacerse todo lo
potencialmente reversible, de la laberintitis purulenta, posible para evitar una auténtica recidiva, que sigue
que se asocia a una infección irreversible y que expone siendo el problema principal, a pesar de la evolución de
a las complicaciones meningoencefálicas. las técnicas.
El tratamiento de la laberintitis aguda se basa en la El paciente o su representante legal deben ser infor-
administración de antibióticos y corticoides por vía mados del objetivo de la intervención. Los principales
venosa con el paciente hospitalizado, seguido de riesgos relacionados con la operación también deben
un tratamiento quirúrgico rápido de la otitis detallarse. Las principales complicaciones son las
colesteatomatosa. siguientes: hipoacusia, acufenos, vértigo, parálisis facial,
afectación neuromeníngea, infección postoperatoria y
Complicaciones meningoencefálicas disgeusia. Su frecuencia es mucho menor que en ausen-
cia de tratamiento. Se debe explicar la posibilidad de
Entre ellas, hay que citar las meningitis, los abscesos una segunda intervención para tratar un colesteatoma
cerebrales o cerebelosos, el empiema subdural y las residual en el contexto de una intervención progra-
tromboflebitis del seno lateral [42]. Cualquier sintomato- mada. También se debe informar de la necesidad de una
logía neurológica o síndrome meníngeo en un contexto vigilancia a largo plazo del oído operado, pero también
febril en un paciente que tenga un colesteatoma debe del oído contralateral, así como de los riesgos de reci-
hacer que se sospeche una complicación infecciosa diva a más largo plazo, que puede obligar a efectuar otra
intracraneal, que requiere la realización de un estudio intervención, en este caso no programada.
neurológico y de una prueba de imagen urgente: TC
con contraste o RM. La otitis crónica colesteatomatosa
no produce dolor espontáneo, por lo que la aparición de Técnicas quirúrgicas
otalgias o cefaleas debe hacer sospechar una Por lo general, existen dos tipos de intervención en
complicación. función de la conservación (o la reconstrucción) o no
del conducto óseo (Fig. 10).
■ Diagnóstico diferencial Las técnicas conservadoras (o reconstructivas) del
conducto óseo engloban la mastoidectomía o la mas-
El diagnóstico diferencial con una bolsa de retracción toantroaticotomía, en la mayoría de las ocasiones con
aislada no siempre es fácil. Una bolsa de retracción bien una timpanotomía posterior y/o superior. Son las
controlada con el microscopio o con el otoendoscopio técnicas denominadas cerradas, que corresponden a los
rígido permite descartar el diagnóstico. En cambio, una procedimientos de tipo canal wall up de la literatura
bolsa de retracción no controlada, incluso aunque esté anglosajona. Al final de la intervención, el conducto
bien tolerada en el plano funcional (es decir, sin óseo se conserva o se reconstruye para obtener unas
hipoacusia ni otorrea), puede enmascarar un colestea- dimensiones próximas a la normalidad.
toma voluminoso. En tal caso, está indicado realizar una Las técnicas con sacrificio del conducto óseo suponen
prueba de imagen. cavidades de vaciamiento, denominadas aún timpano-
Ante una otorrea crónica, se debe sospechar el diag- plastias con técnica abierta o procedimiento canal wall
nóstico de otitis externa crónica y de otitis media down.

8 Otorrinolaringología
Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos ¶ E – 20-095-A-20

A B C
Figura 10. Tratamiento quirúrgico del colesteatoma: las tres principales estrategias terapéuticas.
A. Timpanoplastia con técnica cerrada: conservación de la pared posterior del conducto óseo, injerto cartilaginoso atical y osiculoplastia
con prótesis.
B. Cavidad de vaciamiento (o timpanoplastia con técnica abierta): supresión de la pared posterior del conducto óseo, osiculoplastia.
C. Timpanoplastia con técnica cerrada y llenado: fosfato cálcico bifásico macroporoso (MBCP), osiculoplastia con prótesis parcial.

retrógrado respecto al de la formación del colesteatoma.

“ Puntos importantes
Desde la cavidad mastoidea, se debe proceder en sentido
posteroanterior, abriendo todas las celdillas enfermas.
No hay que olvidar el tramo de celdillas infralaberínti-
El tratamiento de la otitis colesteatomatosa es cas, con las celdillas subfaciales, cuya apertura requiere
quirúrgico. la identificación del nervio facial. En el ático, la disec-
ción se realiza de atrás hacia delante, abriendo de forma
Con independencia de la técnica, los objetivos son
sistemática la fosita supratubárica. La resección del
los siguientes: yunque y de la cabeza del martillo es necesaria en
• erradicar el colesteatoma y su matriz; muchas ocasiones para realizar la revisión completa de
• prevenir la recidiva; la región atical. La disección debe ser prudente en las
• mejorar la audición; proximidades del conducto facial, sobre todo si la TC
• respetar o reconstruir el conducto auditivo muestra una lisis del mismo. La exéresis puede ser
externo para permitir la reanudación de las complicada a nivel de la pared posterior de la cavidad
actividades acuáticas y/o una adaptación timpánica. El receso facial se controla con facilidad
audioprotésica. mediante una timpanotomía posterior, pero el seno del
tímpano es una zona a la que sigue siendo difícil
acceder con independencia de la vía de acceso empleada
Técnica cerrada (Fig. 11). Se puede efectuar una exéresis bajo control
En la mayoría de los casos, es indispensable una vía visual a este nivel gracias a un espejo de retrotímpano
de acceso amplia. Puede tratarse de una vía endaural o con un endoscopio de visión oblicua (30°). La región
ampliada o de una vía retroauricular. La realización de del hipotímpano también es una zona sensible, en
una escotadura posterosuperior con una legra o una particular cuando la epidermosis se adhiere a un golfo
fresa de diamante suele ser necesaria para controlar la de la yugular denudado. La identificación de un coles-
porción posterosuperior de la cavidad timpánica. La teatoma a este nivel no siempre es evidente, por lo que
exposición de esta región no debe verse comprometida es necesario pensar en él en presencia de granulaciones
en absoluto. El marco timpánico se reconstruye al final inflamatorias que puedan ocultar la epidermis.
de la intervención para evitar que se forme una bolsa de La fase de exéresis finaliza con el tratamiento de las
retracción, causante de recidivas. regiones de las ventanas (redonda y oval) y del con-
La cadena osicular suele estar interrumpida, pero en ducto semicircular lateral. La fase ósea sobre las cavida-
algunos casos puede estar intacta, incluso a pesar de la des posteriores debe haber finalizado antes de acceder a
presencia de un colesteatoma mesotimpánico volumi- estas regiones y se deben cumplir todas las condiciones
noso. En muchos casos, la exéresis completa del coles- para poder tratar una posible fístula laberíntica.
teatoma obliga a interrumpir la cadena osicular, pera Reparación del conducto óseo
evitar un traumatismo laberíntico por el fresado acci-
dental de dicha cadena. Ésta se interrumpe antes de Es la reparación de la pared posterior del conducto
acceder a las cavidades posteriores mediante una desar- auditivo óseo previamente destruida por el colesteatoma
ticulación incudoestapedial. A continuación, las cavida- o por el cirujano. Esta reparación puede abarcar una
des posteriores se abren a demanda, en función de la pequeña pérdida de sustancia del muro del ático o, por
extensión de las lesiones, de modo que se realiza una el contrario, todo el conducto óseo en su parte
antroaticotomía o una mastoaticotomía. La aticotomía posterosuperior.
debe llevarse hasta el punto más anterior posible para La reconstrucción se realiza con distintos materiales:
poder controlar el ático anterior y el receso epitimpá- • autólogos: cartílago o fragmentos de cortical
nico anterior, que es una localización frecuente de ósea [28, 43];
colesteatoma residual. También se efectúa una timpano- • biomateriales, como las cerámicas en particular
tomía superior que permite controlar toda la región (hidroxiapatita, cerámica vítrea) [44, 45], los metales [46]
atical hasta el protímpano. y la pasta de hueso (mezcla de adhesivo biológico y
Una timpanotomía posterior expone al receso facial y polvo de hueso) [47, 48].
permite la exéresis completa del colesteatoma a este La reparación de las pequeñas pérdidas de sustancia
nivel. del muro del ático puede realizarse con cartílago de la
La exéresis del colesteatoma se realiza con la máxima concha, cuya forma curvilínea se adapta bien a la
minuciosidad posible para proceder a la ablación de concavidad del conducto. En cambio, si la pérdida de
todo el tejido epidérmico. Se procede en un sentido sustancia es más extensa, el cartílago del trago (más

Otorrinolaringología 9
E – 20-095-A-20 ¶ Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos

extraen del trago o de la concha. Pueden utilizarse en


islas adelgazadas yuxtapuestas o según la técnica de
empalizada [51].
Osiculoplastia
La realización de una osiculoplastia no es sistemática
durante la primera intervención de exéresis de un
colesteatoma, porque el resultado suele ser mejor en un
oído bien cicatrizado sin inflamación mucosa. No
obstante, la realización cada vez menos sistemática de
una intervención quirúrgica de revisión debe hacer que
se considere la posibilidad de efectuar una osiculoplastia
en la primera intervención. Si la mucosa parece sana en
la primera intervención, la osiculoplastia está perfecta-
mente justificada, sobre todo si la exéresis ha sido
completa y el riesgo de colesteatoma residual se consi-
dera bajo. En el caso contrario, es mejor diferir la
osiculoplastia.
Así mismo, la ausencia de la superestructura del
estribo y una invasión inicial de la fosa oval hacen que
se posponga el procedimiento de restablecimiento
columelar.
Una intervención sobre la platina está contraindicada
mientras que la enfermedad colesteatomatosa no se
haya tratado de forma definitiva y la mucosa del oído
medio sea inflamatoria. Si las condiciones son favora-
bles, puede realizarse una estapedectomía o estapedoto-
mía en un paciente motivado, informándole de las otras
alternativas terapéuticas, en particular sobre las prótesis
auditivas convencionales u osteointegradas (de tipo
BAHA, bone anchored hearing aid). La ausencia frecuente
de yunque obliga a realizar una maleoestapedotomía o
una estapedectomía total con interposición y colocación
de una prótesis total.
Variantes técnicas
Videoendoscopia. La utilidad de la videoendoscopia
consiste en su capacidad de controlar la exéresis del
colesteatoma en las regiones de difícil acceso, como el
Figura 11. Timpanotomía posterior. retrotímpano y, en particular, el seno del tímpano, el
A. Imagen intraoperatoria: nervio facial (1), cuerda del tímpano hipotímpano, así como el ático anterior. Thomassin et
(2), yunque (3), relieve del conducto semicircular lateral (4). al han demostrado que la utilización de la videoendos-
B. Límites coloreados en verde de la timpanotomía posterior en copia permitiría disminuir de forma significativa el
un corte axial de tomografía computarizada (TC): tercera por- riesgo de colesteatoma residual [52].
ción del conducto facial (abajo) y cuerda del tímpano (arriba). 1. Un segundo aspecto útil de la videoendoscopia con-
Seno del tímpano; 2. caja del tímpano; 3. conducto auditivo siste en reducir el carácter invasivo del acceso quirúr-
externo; 4. cavidad posterior; 5. seno lateral. gico. Pocos autores han sustituido el microscopio por las
ópticas [53]. Muchos utilizan el endoscopio durante una
segunda intervención quirúrgica de revisión con una
técnica cerrada. La incisión es retroauricular, de 1 cm y
grueso y más resistente) es más adecuado. La posibilidad mínimamente invasiva. El control visual puede ser
de conservar un ribete de pericondrio facilita la estabi- insuficiente, lo que requiere convertir el acceso quirúr-
lidad del injerto, que se apoya en los bordes del con- gico en una vía más amplia [54].
ducto óseo residual. En este caso también se puede Levantamiento-reposición del colgajo timpano-
utilizar un injerto de cortical ósea tallado con la fresa. meatal. Esta técnica consiste en dejar todo el colgajo
Con independencia del tipo de material utilizado para la timpanomeatal en una cápsula de suero fisiológico en la
reconstrucción, se recomienda cubrir los injertos con un mesa de operaciones y volver a colocarlo al final de la
fragmento de tejido conjuntivo, como la aponeurosis intervención [55, 56]. Tiene la ventaja de proporcionar un
temporal, el periostio, el pericondrio o la fascia tempo- acceso excelente a toda la cavidad timpánica. También
ral superficial. permite controlar a la perfección el estado de la cara
Varios autores han propuesto un levantamiento- medial de la membrana timpánica. Está especialmente
reposición de la pared posterior del conducto, reali- indicada para tratar los colesteatomas mesotimpánicos
zando así una ventana osteoplástica posterior, que que invaden toda la cavidad timpánica y la cara pro-
permite efectuar la fase de exéresis en las mejores funda del tímpano. La realización de esta técnica
condiciones [49]. La reconstrucción inmediata del con- requiere que se respete el protocolo quirúrgico, con
ducto óseo al final de la intervención hace que este especial atención a la reposición del anillo fibroso en el
procedimiento se clasifique dentro de las técnicas surco timpánico y a la colocación perfecta de la piel en
cerradas. el conducto óseo. El taponamiento del conducto audi-
tivo externo debe ser cuidadoso para evitar cualquier
Miringoplastia movilización secundaria del colgajo timpanomeatal, que
En ella se utiliza sobre todo el cartílago con el fin de podría causar una necrosis postoperatoria.
evitar una recidiva de la bolsa de retracción y del Epitimpanotomía transmeatal. El acceso y el trata-
colesteatoma. Por tanto, el cartílago suele utilizarse a la miento de un colesteatoma sacular limitado a la parte
vez para la reconstrucción del marco óseo y de la externa del ático puede hacerse a través de una aticoto-
membrana timpánica [50]. Los injertos cartilaginosos se mía transmeatal [56, 57]. La TC preoperatoria permite

10 Otorrinolaringología
Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos ¶ E – 20-095-A-20

precisar los límites de la lesión, que no debe extenderse


a la parte medial del ático o hacia la mastoides. Al
contrario que la aticotomía transmastoidea clásica en la
que se procura respetar el muro del ático, en la aticoto-
mía transmeatal se sacrifica todo o parte de este último.
Por ello, esta intervención obliga a la reconstrucción al
final del muro del ático. La vía de acceso puede limi-
tarse a una vía del conducto (con un espéculo), pero en
muchos casos es preferible una vía endoaural. La atico-
tomía se realiza con una fresa de diamante o con una
legra. En caso de continuidad de la cadena osicular, se
debe ser muy prudente y evitar el contacto de la fresa
con ella. Así mismo, la disección del colesteatoma sobre
la cadena osicular puede ser compleja. Dependiendo de
la extensión del colesteatoma, puede ser necesario
resecar el yunque y la cabeza del martillo tras la desar-
ticulación incudoestapedial.
La otovideoendoscopia permite controlar toda la Figura 12. Cavidad de vaciamiento con osiculoplastia (próte-
exéresis. sis osicular de titanio).
La reconstrucción del muro del ático se realiza con un
injerto condropericóndrico del trago.
de injertos cutáneos como el injerto de Davis o con un
Cavidad de vaciamiento colgajo retroauricular [58].
Consiste en la creación de una cavidad única que
engloba todas las cavidades antroaticomastoideas con el Meatoplastia
conducto auditivo externo, por supresión de la pared Constituye la última etapa de la intervención, pero de
posterior y del muro del ático. ella depende en gran parte una buena tolerancia de la
Tiene una doble finalidad: por una parte, permitir la cavidad [59]. El tamaño del conducto debe adaptarse al
vigilancia otoscópica de todo el oído medio y, por otra, volumen de la cavidad; una cavidad grande debe contar
evitar cualquier receso en el que pueda quedar una zona con una meatoplastia amplia, mientras que en una
de retención epidérmica. cavidad pequeña puede bastar con un conducto audi-
Para el acceso de los tejidos blandos, se puede optar tivo de tamaño normal. La vía endoaural ampliada
entre una vía retroauricular o una vía endoaural permite acceder con facilidad al conducto, lo cual
prolongada. permite realizar una meatoplastia extracartilaginosa que
respete el cartílago de la concha o bien una meatoplas-
Diferentes fases óseas
tia transcartilaginosa, más amplia, que engloba un
La intervención puede descomponerse en siete fases: fragmento de la concha.
• mastoaticotomía: debe ser lo bastante amplia para
poder explorar todas las cavidades posteriores; Vaciamiento y timpanoplastia
• supresión del muro del ático, de la pared posterior del Las cavidades de vaciamiento y la timpanoplastia no
conducto óseo y regularización del pico del muro del son excluyentes. Una miringoplastia realizada con un
facial; fragmento de aponeurosis temporal o de cartílago
• descenso de los bordes mastoideos posteriores y asegura la hermeticidad timpánica y previene la otorrea
superiores. El descenso de la altura de los bordes de tubárica.
la cavidad es un elemento fundamental para reducir Se puede realizar una osiculoplastia, bien de forma
el volumen final; primaria o bien en una segunda intervención quirúrgi-
• exclusión o regularización de la punta. En el caso de ca [60, 61].
mastoides muy ebúrneas, basta con una simple regu- Cuando la superestructura del estribo está conservada,
larización de la región de la punta. En los demás puede levantarse simplemente con un fragmento de
casos, la cortical mastoidea de la punta debe descen- cartílago. Suele ser posible utilizar un autoinjerto
derse hasta la inserción del músculo digástrico. En osicular y, sobre todo, las nuevas prótesis de biomateria-
este caso, la punta se aplana por completo; les (Fig. 12) El resultado funcional depende, en la
• descenso del muro del nervio facial. Esta fase sólo mayoría de los casos, del grado de aireación del oído y
debe empezarse cuando las demás se hayan realizado del estado de la mucosa.
correctamente; Si falta la superestructura del estribo, se puede lograr
• regularización del ático anterior. La fosita supratubá- una mejoría funcional neta realizando una pequeña caja
rica debe abrirse de forma amplia; (timpanoplastia de tipo IV de Wullstein) que restablece
• regularización de las paredes anterior e inferior del el desfase fisiológico entre la ventana oval y la ventana
conducto óseo. Al final de la intervención, la cavidad redonda.
no debe presentar ningún relieve agudo ni recesos. La
impresión será tanto táctil como visual. Llenado de las cavidades posteriores
Exéresis del colesteatoma El llenado de las cavidades posteriores puede aplicarse
tanto a las técnicas cerradas como a las cavidades de
Sigue las mismas reglas que las de las técnicas
vaciamiento [2, 59].
cerradas.
Después de un vaciamiento, el llenado de la cavidad
Revestimiento mastoideo permite reducir su volumen y, como máximo, obtener
La epidermización de la cavidad se logra en parte un conducto auditivo externo de tamaño casi normal.
mediante el colgajo timpanomeatal que se vuelve a La disminución del tamaño de la cavidad facilita la
extender al final de la intervención. También se produce cicatrización y la migración epidérmica lateral, las
una epidermización por segunda intención a partir de capacidades de autolimpieza y, por tanto, suprime casi
los bordes del colgajo timpanomeatal. Una epidermiza- todos los problemas de tolerancia cutánea que pueden
ción directa a partir del hueso suele ser de mala calidad. observarse después de una cavidad de vaciamiento.
Por tanto, es indispensable revestir las paredes óseas En la técnica cerrada, el llenado de las cavidades
denudadas con un fragmento muy grande de aponeuro- posteriores con supresión del reservorio aéreo y el
sis temporal, que forma un soporte para la epidermiza- desarrollo de una nueva bolsa de retracción previenen
ción. La cicatrización puede acelerarse con la utilización los riesgos de recidiva verdadera del colesteatoma. Este

Otorrinolaringología 11
E – 20-095-A-20 ¶ Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos

Figura 13. Técnica de llenado con gránulos de cerámica macroporosa (fosfato cálcico bifásico macroporoso, MBCP).
A. Imagen intraoperatoria de una cavidad posterior antes y después del llenado.
B. Cortes coronales y axiales tomográficos donde se observa la osificación de los gránulos de MBCP y el llenado de las cavidades posteriores
1 año después de la cirugía.

concepto se opone al objetivo habitual, que consiste en Biomateriales


restablecer la fisiología normal del oído conservando los Constituyen una alternativa útil, en especial los
espacios aéreos. gránulos de cerámica fosfocálcica, como el fosfato
El prerrequisito indispensable de estas técnicas es la cálcico bifásico macroporoso (MBCP) [70, 71] (Fig. 13).
certeza de una exéresis completa del colesteatoma. El
desarrollo de un colesteatoma residual puede pasar
mucho tiempo desapercibido, porque está completa- Indicaciones
mente oculto por el material de llenado. Por tanto, estas Durante muchos años, las indicaciones quirúrgicas
técnicas obligan a una vigilancia estricta clínica y sobre
han sido objeto de controversias que han enfrentado la
todo radiológica a largo plazo. Sin embargo, deben
técnica cerrada a la cavidad de vaciamiento.
poder solucionar de forma radical el problema de una
posible recidiva. En la actualidad, la estrategia terapéutica consiste en
Se han propuesto distintos materiales para realizar dar prioridad a las técnicas conservadoras, es decir,
estos llenados [62]. cerradas (Fig. 14). Sin embargo, las cavidades de vacia-
miento aún tienen su lugar. Pocas veces se proponen
Llenado mediante un colgajo conjuntivomuscular como primera elección. Parece lógico plantearlas cuando
El más habitual es el colgajo fibroperióstico mastoi- una segunda intervención no es posible o no se desea:
deo pediculado sobre el pabellón o colgajo de Palva [63]. si el estado general del paciente contraindica las inter-
Se pueden utilizar otros tipos de colgajos: colgajo venciones repetidas o cuando es imposible realizar un
fibroperióstico de pedículo perimastoideo, colgajo seguimiento riguroso. Una cavidad de vaciamiento
musculoaponeurótico temporal y, por último, colgajo de puede estar también indicada como segunda elección en
fascia temporal superficial con pedículo centrado en la los pacientes que presentan una o varias recidivas de
arteria temporal [59, 64-67]. Estos colgajos permiten un colesteatoma que hayan obligado ya a realizar múltiples
llenado parcial de las cavidades de vaciamiento y de ese intervenciones. Las técnicas de llenado de las cavidades
modo reducen sus volúmenes. posteriores representan en la actualidad una alternativa
Materiales autólogos y pasta de hueso a la cavidad de vaciamiento en caso de recidiva. No
Se han probado numerosos materiales autólogos. Se obstante, estas técnicas obligan a realizar un riguroso
trata sobre todo del cartílago, de los fragmentos óseos seguimiento clínico y, sobre todo, radiológico.
extraídos de la cortical mastoidea que pueden asociarse La indicación de una segunda intervención quirúrgica
al cartílago, así como de la pasta de hueso [68, 69]. En no es sistemática. La exploración física y las pruebas de
general, estos materiales autólogos tienden a reabsor- imagen permiten seleccionar las indicaciones de estas
berse de forma parcial con el tiempo. reintervenciones.

12 Otorrinolaringología
Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos ¶ E – 20-095-A-20

Timpanoplastia según una técnica cerrada


como primera elección,
con una posible osiculoplastia

A los 12-18 meses*


(antes en los niños)
Exploración física y audiométrica
Exploración tomográfica

Ausencia de recidiva Colesteatoma Recidiva verdadera en una


Ausencia de colesteatoma residual residual bolsa de retracción

Timpanoplastia según Technique de


Posible Cavidad de vaciamiento
una técnica cerrada relleno
osiculoplastia Posible
como primera elección Posible
osiculoplastia
Posible osiculoplastia osiculoplastia

Vigilancia clínica Vigilancia


Vigilancia Vigilancia clínica
clínica y radiológica clínica
Ídem* y radiológica
++ prolongada

Figura 14. Árbol de decisiones. Estrategia terapéutica de la otitis crónica colesteatomatosa.

Resultados del tratamiento seguimiento debe tenerse en cuenta. Mientras que los
colesteatomas residuales se identifican con rapidez, la
Los resultados de la cirugía del colesteatoma tienen
en cuenta la tasa de curación de la enfermedad coles- recidiva puede aparecer varios años tras la cirugía
teatomatosa, pero también los resultados funcionales de inicial, incluso más de 10 años después [75].
la audición. Los resultados también varían según la técnica qui-
rúrgica utilizada. No se ha realizado ningún estudio
Resultados anatómicos comparativo y aleatorizado, por lo que es difícil afirmar
Se pueden distinguir: que una técnica sea más eficaz que otra. Sin embargo,
• los colesteatomas residuales, que corresponden a la el porcentaje de recidiva es mucho más elevado con las
presencia de restos epidérmicos dejados en su sitio técnicas cerradas que con las cavidades de vaciamiento.
durante la primera intervención de exéresis. Desde el Esta baja tasa de colesteatoma recidivante en los vacia-
punto de vista anatómico, estas lesiones residuales mientos es comprensible, pues el principio de la inter-
suelen tener la forma de una perla más o menos vención es reducir al máximo los espacios aéreos del
voluminosa; oído medio, lo que limita ipso facto el riesgo de bolsa
• los colesteatomas recidivantes, que corresponden a de retracción. En cambio, algunas series presentan un
una verdadera recidiva del colesteatoma, están rela- porcentaje de colesteatoma residual tan elevado en las
cionados con la evolución de una nueva bolsa de cavidades de vaciamiento como en las técnicas cerradas,
retracción. Estas recidivas aparecen y se manifiestan
incluso a veces superior [76] . En la mayoría de las
más tarde que el colesteatoma residual.
ocasiones, estas cifras se explican por el hecho de que
Los resultados de la cirugía del colesteatoma varían de
forma considerable en función de las series. Esta varia- las cavidades de vaciamiento pueden realizarse para
bilidad se explica por las diferencias de definición del lesiones particularmente evolucionadas en las que el
colesteatoma, la edad de los pacientes, las técnicas riesgo de colesteatoma residual es mayor.
quirúrgicas usadas (técnica cerrada o cavidad de vacia- Las técnicas de llenado o de obliteración de las
miento en especial) y la duración del seguimiento. Los cavidades posteriores parecen ser muy eficaces en
autores han llamado la atención sobre la relevancia de términos de prevención de las recidivas; en algunas
los métodos estadísticos que, según su elección, podrían series, se citan tasas de recidiva de un 0% a los
hacer variar considerablemente los resultados [72]. 5 años [77, 78]. Al igual que en las cavidades de vacia-
El análisis de los datos de la literatura permite encon- miento, el objetivo consiste en suprimir los espacios
trar cifras de recidiva de la enfermedad colesteatomatosa aéreos del oído medio. Sin embargo, estos resultados
(incluidos los colesteatomas residual y recidivante) del deben confirmarse con otros estudios.
5-70%, dependiendo de las series [72, 73]. El refuerzo cartilaginoso de la membrana timpánica
La tasa de colesteatoma residual siempre es más asociado a una extirpación del martillo parece mejorar
elevada en los niños que en los adultos. Parece que se de forma significativa la tasa de recidiva [79].
han identificado otros factores predictivos de colestea-
Por otra parte, Thomassin ha descrito una disminu-
toma residual. Aparte de la edad, se trata del estado
ción significativa de la tasa de colesteatoma residual
inflamatorio de la mucosa del oído medio, el número de
sitios invadidos, la interrupción de la cadena osicular, la mediante la utilización del otoendoscopio intraoperato-
invasión del retrotímpano y la impresión de haber rio durante la primera intervención, con tasas que se
realizado una exéresis incompleta [31, 74]. Según Roger et pasan del 47% (sin endoscopia) al 6% con el
al, la extensión inicial no parece ser un factor predictivo otoendoscopio [52].
de colesteatoma residual [74]. El empleo del láser, en especial del de KTP (potasio-
La tasa de colesteatoma recidivante también es muy titanio-fósforo), reduce de forma considerable la tasa de
variable. No parece ser más frecuente en las series colesteatoma residual en un estudio realizado por
pediátricas que en las de adultos. La duración del Hamilton et al [80].

Otorrinolaringología 13
E – 20-095-A-20 ¶ Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos

Resultados funcionales programado una intervención funcional, la revisión


También en este caso, los resultados funcionales tras quirúrgica no es sistemática. La indicación se orienta
la cirugía de las otitis colesteatomatosas varían de forma por la TC realizada a los 12-18 meses de la primera
considerable según las series. Numerosos estudios intervención quirúrgica [28, 84].
describen resultados satisfactorios de osiculoplastias De forma esquemática, pueden distinguirse tres
secundarias, pero los resultados parecen también favo- situaciones.
rables en las reconstrucciones primarias. La exploración muestra una membrana timpánica
Aunque los resultados funcionales parecen mejores hermética y la TC pone de manifiesto unas cavidades
con las técnicas cerradas, se han descrito buenos resul- timpanomastoideas perfectamente aireadas. En tal caso,
tados tras la osiculoplastia sobre cavidad de vaciamien- basta con la vigilancia simple. La presencia de una
to [61, 81]. perforación de la membrana timpánica con una TC
No parecen existir diferencias notables de resultados normal, aunque dicha perforación no sea marginal,
entre los distintos biomateriales utilizados o entre debe hacer que se continúe la vigilancia.
biomateriales y autoinjerto. Un estudio parece demos- La TC sugiere con fuerza un colesteatoma residual. La
trar mejores resultados con los autoinjertos de yunque imagen característica de un colesteatoma residual es una
respecto a las prótesis de reconstrucción osicular parcial opacidad de borde convexo (Fig. 8D). En este caso, la
de titanio cuando el estribo está conservado [82]. revisión quirúrgica está formalmente indicada.
La TC muestra una opacidad inespecífica de las
cavidades aéreas del oído medio (Fig. 8E). La revisión
quirúrgica también está indicada. No obstante, la
“ Puntos importantes aportación de la RM permite obtener informaciones
complementarias sobre la naturaleza del proceso patoló-
gico y es probable que pueda influir en la indicación de
La prevención de la recidiva de la otitis revisión quirúrgica en estos casos. La fiabilidad de estas
colesteatomatosa sigue siendo difícil. Según los técnicas prometedoras está en fase de evaluación y ya se
casos, se utilizan técnicas que pueden parecer han publicado estudios [37, 38]. Ayache et al han publi-
contradictorias, pero que se completan para cado los resultados de la técnica con imágenes tardías
adaptarse a la situación de cada paciente. de secuencia T1 en 41 pacientes operados de un coles-
teatoma mediante una técnica cerrada [37]. El diagnós-
• Conservación o reconstrucción del conducto
tico de colesteatoma residual se sospechaba por la
óseo y refuerzo cartilaginoso de la membrana pruebas de imagen (con TC y RM en 17 casos de 41) y
timpánica: es la técnica clásica, denominada la revisión quirúrgica demostró un colesteatoma residual
cerrada. en 19 casos de 41. Por tanto, las pruebas de imagen
• Cavidad de vaciamiento, que convierte todo el dejan pasar falsos negativos que corresponden a peque-
oído medio en una cavidad e impide el desarrollo ños colesteatomas residuales menores de 3 mm de
de una bolsa de retracción y, por tanto, de una diámetro. El umbral de detección del colesteatoma está
recidiva. situado en 3-4 mm con los mejores equipos, lo que aún
no permite prescindir de la revisión quirúrgica en caso
• Llenado mastoideo que, al obturar los espacios
de duda.
aéreos de las cavidades posteriores se opone
también a la formación y al desarrollo de una
bolsa de retracción.
“ Puntos importantes
■ Seguimiento El colesteatoma residual obliga a realizar un
El riesgo de colesteatoma residual o de recidiva obliga diagnóstico precoz, antes del estadio clínico. Su
a un seguimiento prolongado. Es excepcional que un diagnóstico se establece por las pruebas de
colesteatoma residual no se diagnostique en los 5 años imagen y la exploración quirúrgica.
posteriores a la intervención inicial. En cambio, las La revisión quirúrgica no se requiere de forma
recidivas pueden manifestarse de forma tardía, en sistemática para demostrar un colesteatoma
ocasiones más de 10 años después. Es obligatorio reali- residual.
zar un seguimiento anual prolongado, con independen-
La recidiva del colesteatoma se distingue por
cia de la técnica quirúrgica, incluso después de una
cavidad de vaciamiento [83]. varios aspectos del colesteatoma residual: puede
El colesteatoma recidivante suele ser secundario a la desarrollarse varios años después del tratamiento
evolución de una nueva bolsa de retracción. Es poco inicial y el diagnóstico se establece con la
diferente del colesteatoma primario y el diagnóstico se exploración otoscópica. En ocasiones, es necesaria
establece mediante la exploración física, sobre todo con una vigilancia clínica y a veces radiológica durante
la otoscopia. varios años después del tratamiento quirúrgico.
Con el colesteatoma residual sucede lo contrario.
Puede ser totalmente asintomático, porque puede
quedar oculto detrás de una membrana timpánica
intacta o, sobre todo, reforzada por cartílago. En otros
■ Conclusión
casos, el diagnóstico es evidente ante una masa epidér- Mientras que la fisiopatogenia de la otitis colesteato-
mica visible a través de una membrana timpánica matosa aún no se conoce con detalle, el tratamiento ha
perforada o atrófica. La presencia de una perforación de evolucionado de forma considerable en los últimos
la membrana timpánica, aunque no sea marginal, debe años.
hacer sospechar la presencia de una epidermosis de la La TC se ha convertido en una técnica casi obligatoria
cara profunda del tímpano y, de forma más general, de para el estudio de extensión preoperatorio. Es indispen-
un colesteatoma residual. sable en la vigilancia y suele permitir prescindir de una
Hasta finales del siglo XX, se recomendaba de forma intervención quirúrgica de revisión. Es probable que la
sistemática una revisión quirúrgica después de realizar RM permita en los próximos años aumentar la fiabilidad
una timpanoplastia con una técnica cerrada. En la de las pruebas de imagen.
actualidad, aparte de los casos en los que se ha dejado La otoendoscopia rígida ha reducido de forma signi-
de forma voluntaria la epidermis o en los que se ha ficativa la tasa de colesteatomas residuales y hace

14 Otorrinolaringología
Otitis crónica colesteatomatosa. Aspectos clínicos y terapéuticos ¶ E – 20-095-A-20

posible que se usen accesos quirúrgicos mínimamente [25] Arroyo Gargallo R, Herraiz Puchol C, Santos Santos S,
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P. Bordure, Professeur des Universités, praticien hospitalier, chef de service (pbordure@chu-nantes.fr).


S. Bailleul, Chef de clinique-assistant.
O. Malard, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
R. Wagner, Interne des hôpitaux.
Service ORL et chirurgie cervico-faciale, place Alexis-Ricordeau, 44093 Nantes cedex 1, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Bordure P., Bailleul S., Malard O., Wagner R. Otite
chronique cholestéatomateuse. Aspects cliniques et thérapeutiques. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Oto-rhino-laryngologie,
20-095-A-20, 2009.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

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