Entorno Fiscal de la Empresa

Derecho de las Empresas

Daniel Alejandro Vielma Fernández de

Córdova
00170092

Tarea 7: Coordinación Fiscal

Módulo 4: Legislación Fiscal Específica

Joel Álvarez Bautista

02 de Agosto del 2020

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 INTRODUCCIÓN

Para poder establecer la importancia de la Coordinación Fiscal y la concurrencia fiscal primero

tenemos que definir ambos conceptos.

La coordinación fiscal tiene por objeto coordinar el sistema fiscal de la Federación con los de los
Estados, Municipios y Distrito Federal, para así poder ir estableciendo la participación que le
corresponda a sus haciendas públicas en los ingresos federales, y así, poder distribuir dichas
participaciones, fijando reglas de colaboración en materia administrativa entre las diversas
autoridades fiscales.

La coordinación fiscal, fundamentada en la Ley de Coordinación fiscal, se encarga de que todas

las autoridades tributarias de las entidades federativas y los municipios de nuestro país
colaboren en orden. Con el objetivo de coordinar el sistema fiscal de la federación con cada una
de las entidades federativas, municipios y demarcaciones territoriales para establecer la
participación que corresponda a sus haciendas públicas en los ingresos federales.

La Ley de Coordinación fiscal nace de la idea de crear un sistema federal donde cada una de
las entidades federativas tuviera acceso a una parte proporcional de los ingresos para
aprovecharlos como creyeran conveniente. Así mismo, este sistema propuesto debería de
garantizar un cobro de impuestos de manera uniforme y coherente, así como su forma de
repartirla entre los estados.

Por otra parte, la concurrencia fiscal implica que no hay facultades tributarias exclusivas a un
orden jurídico sobre determinadas materias impositivas, lo que quiere decir, que 2 o más niveles
de gobierno pueden tener facultades tributarias en la misma materia, lo que podría llevar a una
doble o incluso triple tributación. En simple palabras, es cuando mas de un nivel de gobierno
coincide en un mismo objeto.

DESARROLLO

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 124 establece lo

siguiente:

Artículo 124. Las facultades que no están expresamente concedidas por esta
Constitución a los funcionarios federales se entienden reservadas a los Estados o a la
Ciudad de México, en los ámbitos de sus respectivas competencias.

Lo que quiere decir, que la federación tiene facultades numeradas, limitadas y conferidas y los
estados tienen facultades residuales, es decir, todo o aquello que no hace la federación y no
que no está conferida a ella o a los municipios y que no lo tenga delimitada mente prohibido,
podrá tener facultades sobre ello.

Por ello, la Ley de Coordinación Fiscal es establecida con el fin de coordinar el sistema fiscal de
la Federación con los de los Estados, Municipios y Distrito Federal. Así mismo, establece que el

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20% de la recaudación federal participable que obtenga la Federación en un ejercicio,
constituirá el Fondo General de Participaciones. Que, a resumidas cuentas, la recaudación
federal participable será aquella que la federación obtenga como resultado del cobro de todos
sus impuestos, incluyendo los derechos de extracción de petróleo y minería (que como bien
sabemos son de materia exclusiva de la federación).

De ahí nace un sistema de distribución de competencias, por lo que la federación es la que está
encargada de llevar a cabo el cobro de ciertas contribuciones reconocidas y establecidas en el
artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, materias
principalmente de comercio exterior, sobre instituciones de crédito y sociedades de seguros,
sobre servicios públicos concesionados o explotados directamente por la Federación, sobre el
aprovechamiento y explotación de los recursos naturales, entre otros. Dejando a las entidades
federativas otro tipo de cobro de otras contribuciones.

Al hacer un pequeño análisis sobre las ramas sobre las cuales la federación tiene facultades de
cobro, vemos a 2 grandes faltantes, el cobro sobre el Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al
Valor agregado. La federación no tiene facultades expresas para cobrarlos. ¿Por qué la
federación es la encarga entonces de cobrar estos impuestos?

Esto se debe a que la federación y las entidades federativas han celebrado convenios de
adhesión que surgen a la ley que previamente hemos discutido, la ley de coordinación fiscal,
donde las entidades federativas, es decir, los estados, ceden su facultad de cobro sobre el
Impuesto Sobre la Renta y sobre el Impuesto al Valor Agregado a la federación, a cambio de
que la federación cobre estos impuestos.

Por ello, la ley en comento establece el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y establece
que todas aquellas entidades federativas que estén de acuerdo en adherirse deberán celebrar
un Convenio con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mismo que a su vez deberá de

¿Por qué se debe este intercambio que a simple vista parece no beneficiar a los Estados? Este
convenio se debe a que los estados al no tener petróleo y al este ser una materia exclusiva de
la federación, solicita el cobro de estos impuestos, lo mete a un fondo y este fondo después
será redistribuido en todo el país y todas las entidades federativas. Y las entidades a cambio de
recibir esta redistribución, seden el cobro de los impuestos previamente establecidos.

Debido a este convenio que tienen celebrado las entidades federativas. ¿Qué pasa con
aquellos estados que, debido a su fuerte economía y a sus elevados ingresos, reciben menos
dinero del que aportan? Por ello, se ha planteado modificar los clausulados donde se regresa el
dinero. Actualmente la federación asigna partidas presupuestales que van dirigidas a los
estados y municipios donde se establece como se regresa el dinero. Pero hay diferentes
entidades federativas que han promulgado que aportan mas dinero del que reciben, y que
existen entidades federativas que no aportan en la misma proporción. Por lo que se busca un
mejor esquema de participaciones federales o eventualmente, las entidades federativas que no
se consideren conformes, buscarían salirse del pacto fiscal, es decir, del sistema de
coordinación fiscal. Y como resultado, serían las entidades federativas las responsables del
cobro del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado y serían ellos los
encargados de administrar estos recursos, pero al salirse, la federación no estaría obligada a

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incluirlos en la participación de la renta petrolera y fondo minero a las entidades que decidiesen
salirse del pacto fiscal.

Así como tenemos la coordinación fiscal que es donde los niveles de gobierno acuerdan o
establecen diferentes ramas o materias sobre las que cada nivel va a tener la facultad de cobro,
también existe la concurrencia fiscal, que es cuando más de un nivel de gobierno coincide en
un mismo objeto.

En México, las facultades de la federación y los estados, en materia de facultades de cobro

tributarias son concurrentes y no exclusivas. En nuestro país, nuestra federación es fuerte, y
nuestras entidades federativas son débiles, ya que únicamente tienen facultades sobre las que
no son de exclusividad de la federación.

Esto implica que en México no existen competencias tributarias exclusivas a un orden jurídico
sobre determinadas materias impositivas, por lo que más de un nivel de gobierno puede tener
facultades de contribución en la misma materia, aspecto que puede generar la posibilidad de la
doble o triple imposición.

El principio de la doble tributación o de doble imposición, se refiere a gravar con un mismo

impuesto varias veces a un contribuyente que tiene un mismo ingreso, con base en un único
hecho generador.

Como establecimos desde un inicio, en el artículo 173 se establecen las materias sobre las
cuales la federación tiene facultades de contribución, pero ante la carencia de reglas
específicas, sucede que 2 o más niveles de gobierno puedan establecer contribuciones sobre el
mismo ingreso gravable.

CONCLUSIÓN
Uno de los problemas que se presentan en la coordinación fiscal, es que su ley, la Ley de
Coordinación Fiscal no tiene fundamento constitucional. En el mencionado artículo 73, no se
tienen establecidas las atribuciones para legislar sobre la coordinación fiscal. Sin embargo, la
coordinación fiscal es necesaria para el correcto funcionamiento del país.

Así mismo, uno de los más grandes problemas que surgen de este pacto fiscal es cuando
tenemos a entidades federativas que aportan mas de lo que reciben a la hora de la participación
fiscal. Pero de ahí es que surgen muchos debates. Somos una federación, no son estados
independientes. Por lo que debería de ayudarse a los estados que no cuenten con suficientes
ingresos, sin embargo, debería de analizarse la participación fiscal para que se haga una mas
justa y equitativa participación para aquellos estados con mayores ingresos.

Y sin pasar por alto unas reglas mas específicas de contribución, para evitar en su medida la
doble tributación que se pueda dar de manera interna como resultado de la concurrencia fiscal.

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 BIBLIOGRAFÍA

 Ley de Coordinación Fiscal

 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
 Chíguil Figueroa, Francisco. (f). El Sistema Nacional de Coordinación Fiscal (SNCF) y
sus efectos en el endeudamiento y el esfuerzo fiscal del Distrito Federal y de las
entidades del país, 1995-2010. Análisis Económico, Vol. 29, p79-111. 33p.