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“El puesto de Freud en la historia del espíritu moderno” (132-163)

Hostilidad de los alemanes contra la ilustración y la revolución de la sociedad, la cual era ententida
como un mal entendido grosero consecuencia de la Ilustración. Nietzsche

La piedad para con todo lo que aún existe, ha intentado en transmutarse en piedad para con todo
lo que ha existido. El corazón y el espíritu están llenos y carecen de espacio para metas futuras e
innovadoras.

Aforismo del establecimiento del culto al sentimiento en lugar de a la razón

Kant, el volver a abrir camino a la fe, señalando sus límites al saber, ha sido «un peligro general
nada pequeño».

«La historia, la comprensión del origen y de la evolución, la simpatía para con lo pretérito, la
pasión nuevamente excitada del sentimiento y del conocimiento, todas esas cosas, tras haber
parecido ser durante algún tiempo los útiles camaradas del espíritu oscurantista, visionario e
involutivo, asumieron un buen día una naturaleza distinta y ahora vuelan, con las alas más largas,
al margen y por encima de sus antiguos invocadores, como genios nuevos y más fuertes
precisamente de aquella Ilustración en contra de la cual habían sido invocados. Esta Ilustración
-concluye Nietzsche- es la que nosotros hemos de continuar ahora, sin preocuparnos de que haya
habido una "gran revolución" y luego una "gran reacción" contra ésta, más aún, de que siga
habiendo ambas: pues, en comparación con la corriente verdaderamente grande en la cual
nosotros avanzamos y queremos avanzar, ¡son sólo juegos de olas!»

De tal modo, que todas las luchas y convulsiones de este mundo parecen como un drama satírico y
como una procaz repetición, en la realidad pequeña, de la vivencia espiritual de Nietzsche.

Nosotros los hombres de hoy tenemos motivos de sobra para meditar sobre el romanticismo y
sobre la Ilustración, sobre la reacción y sobre el progreso. Y si lo que a nosotros nos importara no
fuesen sólo la discusión y la victoria, sino asimismo y ante todo el conocimiento, deberíamos
haber aprendido también ya a utilizar esos conceptos con cuidado: con aquel cuidado que nos
viene aconsejado por el título de un temprano aforismo de Nietzsche, que puede encontrarse en
su obra Humano, demasiado humano. Ese título dice: «Reacción como progreso».

Habla Nietzsche en ese aforismo de la aparición de unos espíritus poderosos y arrebatadores, pero
también rezagados, los cuales quieren evocar de nuevo una época pretérita de la humanidad, en
señal de que las orientaciones nuevas a las que ellos se oponen no son todavía lo bastante fuertes
como para enfrentarse victoriosamente a ellos. Nietzsche cita como ejemplo de esos espíritus
especialmente a Schopenhauer. De él dice que es uno de esos genios triunfalmente reaccionarios,
en cuya doctrina ha vuelto a resucitar la forma precientífica, cristianomedieval, de contemplar el
mundo y de sentir al hombre, pese a que hace ya mucho tiempo se consiguió aniquilar todos los
dogmas cristianos.

Si consideramos, por ejemplo, la Reforma de Lutero como una obra de principios y convicciones,
¿quién podría dilucidar aquí qué es reacción y qué es progreso? La Reforma de Lutero fue
progreso y liberación, fue la forma alemana de la revolución, fue la precursora de la Revolución
Francesa. Pero la Reforma de Lutero fue asimismo una recaída en la Edad Media, fue como una
helada casi mortal que se abatió sobre la tímida primavera espiritual del Renacimiento. Fue una
fusión de todo eso, fue una mezcla en la que intervinieron la vida, los actos, la personalidad, y que
en modo alguno es posible entender con criterios propios del espíritu puro.

Cristianismo: humanización del ser humano, refinamiento anímico-moral, vuelve a la


prehistoricidad anímica con banquetes de sangre, comer la carne de una víctima divina, estratos
mas bajos del mundo

Las reformas en general, por su propia naturaleza, tienen muy poco que ver con el progreso, pues,
en un tiempo en que lo nuevo está ya ahí, ellas restablecen lo antiguo, lo antiquísimo, lo
restablecen en un sentido sumamente conservador, si bien en alianza en cierto modo con lo
nuevo: estos pensamientos iban adquiriendo para mí una gran claridad mientras estaba leyendo
otra vez ciertas páginas de la obra Tótem y tabú en las que Freud estudia el banquete del tótem -y
la concepción eminentemente realista, subyacente a ese banquete, de la comunidad de sangre
como identidad de sustancia-.

La primera fiesta de la humanidad es conmemorativa del asesinato del padre, con la cual
empezaron las organizaciones sociales, restricciones morales y religiosas…. Realaciona el sacrificio
humano con el rito de la eucaristía

Freud – la cara nocturna de la naturaleza y el alma… en contra de la fe del espíritu aún vigente

Paradójicamente progreso implica un retroceso a lo nocturno

Como si alguna vez pudiera haber en la tierra demasiado espíritu y demasiada razón; aquí la
impotencia del espíritu es un argumento más para odiarlo y para desacreditarlo desde un punto
de vista religioso, como si él fuera el enterrador de la vida.

Guerra mundial fue el fin al aforismo por la racionalidad y el apoyo desmedido del capital
imperialista (acción revolucionaria)

Es preciso decir esto hoy a la juventud. Ninguna prédica ni ningún imperativo de la vuelta atrás,
ningún entusiasmo del pasado por el pasado pueden reclamar para sí el nombre de
revolucionarios, a no ser con la manifiesta finalidad de producir desconcierto. Todo en contra de
#todo tiempo pasado fue mejor” Lo cual no quiere decir que la voluntad revolucionaria no sepa
nada del pasado y de la profundidad.

Es preciso comprender lo siguiente: lo revolucionario no necesita manifestarse forzosamente en la


tierra como culto de la razón y como Ilustración intelectualista. La Ilustración en el sentido
estricto, en el sentido histórico de esta palabra, significa tan sólo un medio técnico-espiritual entre
otros para renovar y fomentar la vida.

El conceptualismo, el criticismo, la impotencia de los métodos de investigación del siglo xix están
siendo sustituidos y compensados por una nueva inmediatez, por una investigación de la vida en la
cual el sentimiento, la intuición, la vinculación anímica conquistan su derecho, y lo artístico se
afirma como medio auténtico de conocimiento.
Siempre ha habido un repudio de la vida progresiva, un repudio que tenía puesto su pensamiento
en la conservación y en la restauración. Siempre ha habido una mirada vuelta hacia el pasado, una
mirada que era piadosa e íntima, melancólica y obstinada. Siempre ha habido una simpatía con la
muerte; y esa simpatía puede poseer mucho espíritu, más aún, a menudo posee más espíritu que
un progreso demasiado alegre; lo posee precisamente cuando sabe lo que es y no quiere ser otra
cosa, cuando no se engaña sobre el hecho de que será condenada en razón de la vida, pero se
sabe o se imagina más aristocrática que ésta y encuentra una complacencia irónica en un temple
de desesperanza orgullosa y tenaz. También hoy existe semejante actitud y semejante temple
vital.

Repitámoslo: esa ambición de lo viejo es una novedad. En otros tiempos lo viejo quería ser viejo y
contendía inequívocamente con lo nuevo. Hoy lo viejo quiere ser lo nuevo, se acicala con los
colores propios de la vida, y una insegura luz crepuscular propia de esta época posibilita hasta
cierto punto el engaño.

Y contra todos esos cachivaches ideológicos pasados de moda se yergue, con juvenil lozanía
revolucionaria, el principio dinámico, la naturaleza liberada del espíritu, el alma de la raza, el odio,
la guerra.

Lo viejo se vuelve nuevo cuando los jóvenes lo conocen y lo adoptan como propio

Lo que otorga al psicoanálisis su puesto especial dentro del movimiento científico de nuestros días
es, a mi juicio, lo siguiente: que en él el sentido más profundo de la enfermedad, un sentido propio
de expertos en ella, no actúa por amor a la enfermedad y a la profundidad, es decir, no actúa en
un sentido hostil a la razón; que, por el contrario, pese a todas las ventajas que el estudio de lo
oscuro proporciona al conocimiento de la vida, lo que en el psicoanálisis importa en primero y
último lugar es la solución y la curación, es la «Ilustración», en el sentido más humanitario de esta
palabra, es decir, que lo que aquí importa es el propósito médico del análisis.

El psicoanálisis, no cabe la menor duda, forma parte del movimiento científico de nuestros días, es
una parte de la fuerza de ese movimiento, es una parte de su espíritu, de un espíritu que no quiere
precisamente saber mucho del espíritu como poder determinante de la vida. Por la manera como
acentúa lo demoníaco en la naturaleza, por la pasión con que investiga los ámbitos nocturnos del
alma, el psicoanálisis es tan antirracional como cualquier otra manifestación de ese espíritu nuevo
que está librando una batalla victoriosa contra los elementos materialistas y mecanicistas del siglo
xix. Por su sentido el psicoanálisis es enteramente revolucionario. «Como psicoanalista -dice Freud
de pasada en un pequeño esbozo autobiográfico-, yo tengo que interesarme más por los procesos
afectivos que por los intelectuales, más por la vida anímica inconsciente que por la consciente.»
Esta es mía frase extremadamente sencilla, pero que encierra dentro de sí muchas cosas.

«Podemos -dice Freud- subrayar con tanta frecuencia como queramos que el intelecto humano es
débil en comparación con la vida pulsional humana, y tener razón al subrayarlo. Pero con esa
debilidad sucede algo especial. La voz del intelecto es débil, pero no descansa hasta que se ha
hecho oír. Al final, tras haber sido rechazada innumerables veces, se hace oír.» Éstas son sus
palabras: y sería difícil sacar algún provecho reaccionario de una doctrina en que la primacía de la
razón es considerada «el ideal psicológico».

Freud es un racionalista de los sentimientos de lo oculto y de las emociones, explica aunque en


otro tiempo de Nietzsche la explicación racional de la inconsciencia de los sentimientos y la
explicación biológica.

Ideas de ñia.

 Colombia en el proceso de paz vive en los vaivenes (olas) de la racionalidad y la


esperitualidad (religiosa)….seguir instintos
 Papel del arte como intermedio entre la razón y lo puramente sentimental…. Es capaz de
expresar ambos puntos de vista

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