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Museum

No 148 (Vol XXXVII, n° 4, 1985)

Imágenes del ecomuseo


Museum, sucesora de Mouseion, es una revista
publicada en París por la organización de las
Naciones Unidas para la Educación,la Ciencia
y la Cultura. Publicación trimestral. Una tri-
buna internacionalde informacióny reflexión
sobre todo tipo de museos.

N.O 148, 1985

Cubierta: El hombre, garante de la MUSEU D O PRIMEIROREINADO,San


conservación y la participación local. Los Cristóbal. Esta entrada ornamental no
pastores del territorio del Ecomuseo de Mont impidió que la comunidad adoptara el
Lozère y Parque Nacional de Cevennes, en edificio y lo sintiera como suyo.
el sur de Francia, habitan la región desde
hace varias generaciones y han elaborado
prácticas tradicionales de utilización de las
tierras. La acción del Ecomuseo de Mont
Lozère procura mantener la transhumancia,
restaurar y presentar la arquitectura
tradicional y apoyar las actividades agrícolas.
Redactor: Yudhishthir Raj Isar Los autores son responsables de la elección y
Redactora adjunta: Marie-Josée Thiel presentación de los datos contenidos en sus
Ayudante de redacción: Christine artículos y de las opiniones vertidas en ellos,
Wilkinson las cuales no coinciden forzosamente con las
Diseño gráko: Monika Jost de la Unesco ni comprometen a la
Organización.
COMITÉ CONSULTIVO DE R E D A C C I ~ N Se pueden reproducir y traducir los textos
publicados (excepto cuando esté reservado
Om Prakash Agrawal, India el derecho de reproducción o de traducción)
Azedine Bachaouch, Túnez siempre que se indique el autor y la fuente.
Fernanda de Camargo e Almeida-Moro,
Brasil Correspondencia:
Patrick D. Cardon, secretario general del Señor Redactor, M z m u m ,
ICOM, ex-oficio Unesco, 7 Place de Fontenoy
Gael de Guichen, ICCROM 75700 París, Francia
Alpha Oumar Konaré, Malí
Jean-Pierre Mohen, Francia Suscn)ciones:
Luis Monreal, España División de Servicios Comerciales
Syeung-gil Paik, República de Corea Editorial de la Unesco
Michel Parent, ICOMOS Unesco, 7 Place de Fontenoy
Paul Perrot, Estados Unidos de América 75700 París, Francia
Lise SkjØth, Dinamarca
Vitali Souslov, Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas
Precio del ejemplar: 40 francos franceses.
@ Unesco 1985 Suscripción anual (4 números o números
Impreso en los Países Bajos por dobles correspondientes): 128 francos
Smeets Offset (NBI) bv, 's-Hertogenbosch franceses.
--
Im2genes del eco&zcseo
(dedicado a ka memo& de Georges Henri Riwzke)

Georges Henri Rivière Definición evolutiva del ecomuseo . 182


Editorial 184
Hughes de Varine-Bohan El ecomuseo, más a l á de la palabra 185

IMAGENES

François Hubert Los ecomuseos de Francia: contradicciones y extravios 186


Jean-Yves Veillard El objeto sin valor 191
Mathilde Bellaigue-
Scalbert Actores en el mundo real 194
Max Querrien Una estimación de¿fenómeno 198
Pierre Mayrand La proclamación de /a nueva museologl 200

RESONANCIAS

René Rivard Los ecomuseos de Quebec 202


Kjell Engström E l ecomuseo gana terreno en Suecia 206
António Nabais El desarrollo de los ecomuseos en Portugal 2 11
John R. Kinard El museo vecinal, catalizador de los cambios sociales 217
Milagro Gómez de Blavia E l Museo de Barquisimeto: “inventar o errar” 224
Alpha Oumar Konaré Un programa de ecomuseos para el Sahel 230
Fernanda de Camargo e
Almeida Moro San Crzitóbal: e l ecomuseo de un baniÒ 236
Alfred0 Cruz-Ramírez El Heimatmuseum, una historia o l d a d a 241

Créditos de Las fotos:


1, 5-7: Musée de Bretagne, Rennes; 2: Écomusée
de la Communauté Le Creusot Montceau-les-Mines;
JTucoo-Chala; 4: J. C. Houssin; 8, 9: F. Portet;
10: G. Tonneau; 13-17: René Rivard; 18, 20: Ms-
terbottens Lans Museet; 21: Hallin; 23: Lars Jarne-
mo; 24: Ingrid Bergstrand; 25: Fernando Falcão;
26: Henrique Ruas; 27, 28: Museu do Mértola;
29: Miguel Baliza; 30-32: António Nabais; 33-37:
AnacostiaNeighborhood Museum; 38: P. Díaz; 39,
40: E. González; 41, 42: Morales; 44: Unesco/
E. Barrios, B. Galy, S. Robert, A. Vorontzoff; 45,
48: Unesco/R. Louchard; 46: UnescolM. d’Hoop;
47: Unesco/Philippe Billère; 49-53 y cubiertaposte-
rior: Fernanda de Camargo e Almeida-Moro; 54,
55: Nicolas Oudi.

ERRATA

En el artículo de Colette Banaigs “Pro-


puestas para una visita activa al Museo de
Arte Moderno de París”, Museum, n . O
144, 1984, se deslizó un error involunta-
rio en el pie de la foto n.O 1 8 , de la pági-
na 193. En su lugar debe leerse: “Escultu-
ras de madera policromada realizadas en
el taller por los alumnos, luego de una vi-
sita a la exposición COBRA preparada
por sus maestros en una reunión-taller.’’

ISSN 0250-4979
Museum (Unesco, París),
n.’ 148 (vol. XXXVII, n.’ 4), 1985
1
Escena de trilla en la Baja Bretaña. La
trilladora mecPnica que a principios de siglo
despertara la violenta oposición de los
campesinos, que la acusaban de hacer
ruido, contaminar el aire y provocar
numerosos accidentes, se ha convertido en
la imagen simbólic-a de un pasado idíli,CO.

Definición evohtiva dei ecomzcseol


Georges Henri Rivière Un ecomuseo es un instrumento que el poder político y la población conciben,
fabrican y explotan conjuntamente. El poder, con los expertos, las instala-
ciones y los recursos que pone a disposición; la población, según sus aspira-
ciones, sus conocimientos y su idiosincracia.
Un espejo, donde la población se contempla para reconocerse, donde busca
la explicación del territorio en el que está enraizada y en el que se sucedieron
todos los pueblos que la precedieron, en la continuidad o discontinuidad de
las generaciones. Un espejo que la población ofrece a sus huéspedes para hacer-
se entender mejor, en el respeto de su trabajo, de sus formas de comportamien-
to y de su intimidad.
Una expresión del hombre y de la naturaleza. El hombre es allí interpretado
en relación a su ámbito natural, y la naturaleza está presente en su estado salva-
je, pero también tal como la sociedad tradicional y la sociedad industrial la
transformaran a su imagen.
Una expresión del tiempo, cuando la interpretación remonta hasta el mo-
mento de la aparición del hombre y se va escalonando a través de los tiempos
1. Ésta es la tercera y última veniiin del textci
prehistóricos e históricos para desembocar en el tiempo del hombre de hoy.
de Georges Henri Rivière, finalizado en 1980. Con una apertura al mañana, sin por eso arrogarse poderes de decisión, el eco-
museo cumple una función en el campo de la información y del análisis crítico.
Una interpretación del espacio: de espacios privilegiados donde detenerse,
donde caminar.
Un laboratorio, en cuanto contribuye al estudio histórico y contemporáneo
de la población y de su entorno y favorece la formación de especialistas en la
materia, en colaboración con otras organizaciones de investigación.
Un conservatorio, en la medida en que contribuye a la preservación del
patrimonio natural y cultural de la población.
Una escuela, en la medida en que asocia la población a sus actividades de
estudio y de protección y la incita a tomar mayor conciencia de los problemas
que plantea su propio futuro.
Este laboratorio, este conservatorio, esta escuela se inspiran en principios co-
munes. La cultura a la que pertenecen debe ser entendida en su sentido más
amplio, y es por eso que se esfuerzan por hacer conocer su dignidad y su expre-
sión artística, cualquiera sea el estrato social del que emanan esas expresiones.
Su diversidad no conoce límites, a tal punto difieren sus elementos de un caso
a otro. Su característica es la de no encerrarse en sí mismos: reciben y dan.

[ Tradzlcido delfrancés]
184

Edit0rZit.d Este número está dedicado a la memoria de Georges Henri Rivière, el padre
fundador del movimiento de los ecomuseos, “uno de los primeros en
comprender toda la complejidad del concepto de patrimonio cultural, su po-
sible extensión (y por ende los límites a definir) y sus ramificacionesen terrenos
y épocas hasta entonces ignoradas. ” 1 Aunque nuestro homenaje apareció ya
en el número anterior, son tantas las expresionesde reconocimiento por su obra
precursora en Francia y en el mundo entero que aparecen en las páginas que
siguen que hemos decidido dedicar este número especial a su memoria. En rea-
lidad, muchos de los autores que aquí colaboran lo hacen ya expresamente ca-
da uno por su cuenta.
La “definición evolutiva” del ecomuseo de Georges Henri Rivière, que fuera
en cierto modo su texto generador, se reproduce en la página precedente. Sin
duda es éste un pobre sucedáneo de la presentación que él hubiera podido ha-
cer de su rica y variada progenie, con esa capacidad para la síntesis crítica que
lo caracterizaba y que supo elevar a la categoría de verdadero arte. Pero al me-
nos podremos compartir aquí los comentarios que formulara otro cofundador,
Hughes de Varine-Bohan, que fuera quien realmente acuñara el término
“ecomuseo”.2
Muy significativamente, la idea de este número especial surgió también en
Francia, en el Ecomuseo de Le Creusot /Montceau-les-Mines.La sugerencia ini-
cial de su directora, Mathilde Bellaigue-Scalbert,fue que se combinase un es-
tudio general de los ecomuseos con una presentación de la “nueva museolo-
gía” , noción surgida en Francia en los años ochenta. Aunque de hecho todos
los principios de la “ecomuseología” parecen haber sido bien acogidos por la
“nueva museología” , el movimiento de los ecomuseos no coincide plenamen-
te con los postulados impugnadores de este movimiento de renovación, razón
por la cual hemos preferido limitarnos aquí a los ecomuseos propiamente
dichos. ¿En una perspectiva histórica, no podrían acaso compararse estos eco-
museos con las grandes transformaciones que se operaron en la música y en las
prtes plásticas en el siglo XX, que asignaron valores radicalmente nuevos a los
parámetros tradicionales e introdujeron en ellos nuevas combinaciones? Esta
transformación cualitativa de la institución conocida como museo ha sido el
1. De un artículo de Frédéric Edelmann en LP eje de complejas y ambiciosas especulacionessobre nuevos métodos y responsa-
Monde (27 de marzo de 1055), donde anunciaba
la muerte de Georges Henri Rivière ocurrida el bilidades, y el debate se ha extendido mucho más allá del área de influencia
24 de marzo. cultural de Francia.
2. Según refiere Paulette Olcina, secretaria
generaladjunta del ICOM, en un trabajo que El número se abre con algunas definiciones y evaluaciones procedentes de
fuera presentado en el seminario internacional Francia y el Canadá sobre la naturaleza y el potencial del ecomuseo y continúa
celebrado en octubre de 1084 en Oaxtepec,
México (“Ecomuseums: 1071-1984, an con algunas reflexiones y estudios de casos originados en otras regiones, espe-
assessment”), el término fue acuñado por Hughes cialmente en países del tercer mundo, donde los cambios en la visión del mu-
de Varine-Bohan durante un almuerzo con el
entonces ministro del Medio Ambiente de seo y de su función parecen infinitamente más significativospara las necesida-
Francia. con ocasión de la novena Conferencia des actuales de un gran número de personas y, por lo tanto, más prometedores
General del ICOM celebrada en Grenoble en
1071. El ministro debía pronunciar unas palabras a la hora de movilizar el interés y el apoyo.
y a tal efecto G. H. Rivière y H. de Varine-Bohan “Un acto didáctico para el ecodesarrollo” fue el lema utilizado en la Declara-
lo asesoraban sobre los nuevos rumbos que estaba
tomando la tarea museística: el museo era ción de Oaxtepec por el seminario internacional que con el título “Patrimonio
considerado cada vez más como un instrumento territorial-Ecomuseos comunitarios: el hombre y su entorno” se organizara en
didáctico destinado a crear la conciencia del
patrimonio cultural, no ya para un ”público” 1984 en esa ciudad mexicana. Y como afirma Alpha Konaré en su artículo de
sino para y por una “comunidad”. Fue así como este número: “El ecomuseo como forma de participación y de gestión podría
se planteó la necesidad, rápida y felizmente
satisfecha, de acuñar una palabra que designara constituir un adelanto decisivo en el campo de la cultura y, por lo mismo, de
esta nueva realidad. la vida en general.”
185

Hughes de Varine-Bohan Ecomuseo, ecomuseología ... ¿Una nueva variedad en el mundo de los mu-
seos? ¿Neologismosal capricho de la moda? ¿Excusaspara nuestra incapacidad
de transformar instituciones perimidas? Ninguna de estas aseveraciones es to-
talmente verdadera, pero tampoco totalmente falsa, aunque de todas maneras
no es eso lo que interesa aquí.
Importa más bien considerar los ejemplos, los casos, las reflexiones, las expe-
riencias que encontramos en este número especial, tan esperado, como pre-
ciosos indicadores de un movimiento profundo, todavía mal definido y a me-
nudo tergiversado, que marcará sin duda al museo y transformará la museo-
logia sin por eso ser una revolución radical. Las palabras mismas -se dice no
sin razón- vienen de países donde las culturas latinas dejaron el gusto del
verbo y la pasión del discurso. A mí, que -casi por casualidad- inventé el
vocablo “ecomuseo”, su destino me resulta difícilmente comprensible. En
cuanto a su contenido, a pesar de los esfuerzos de Georges Henri Rivière por
darle una forma y una significación, varía de un sitio al otro, de centro de in-
terpretación a instrumento de desarrollo, de museo-parque a museo artesanal,
de conservatorio etnológico a centro de cultura industrial.
Más allá de estas consideraciones superficialeshay una realidad: la profesión
está ansiosa y apasionadamente abocada a la búsqueda de una renovación del
museo afirmado como un instrumento necesario al servicio de la sociedad: un
patrimonio global. El hombre entero en la naturaleza entera, antes y ahora,
pero sobre todo la búsqueda de su futuro y de los instrumentos intelectuales
y materiales que le permitan dominarlo.
Este número de Maseam constituye un mercado de ideas, utopías y realiza-
ciones. Refleja un debate apasionado que desborda ampliamente el marco de
los países donde el ecomuseo ganara sus credenciales. Me ha impresionado
enormemente la cantidad y la calidad de las contribuciones: al margen de su
grado de apoyo al ecomuseo, todos los autores demuestran la utilidad y aun
la necesidad de un concepto moderno y renovador de la institución.
Detrás de la torpeza expresiva de ciertas formulaciones -debidas tal vez a
la elección de un tema único, que imponía el ecomuseo de manera finalmente
limitativa-, creo entender el deseo ferviente de la gran mayoría, o sea, que
la modernización del museo siga el camino trazado por la Mesa Redonda de
Santiago de 1972 (el “museo integra1”)l y por las experiencias llevadas a cabo
1. Organizada por la Unesco en Santiago de
por tantos especialistas durante los años sesenta y setenta: el camino que lleva
Chile en 1972, la mesa redonda interdisciplinaria a la totalidad del hombre y a todos los aspectos de la aventura humana, antigua
sobre “La función del museo en la América y contemporánea, a través de la utilización del único lenguaje que trasciende
Latina de hoy” marcó un hito fundamental tanto
para la región como para el replanteo de la las diferencias culturales, el lenguaje del objeto, el lenguaje de la cosa real.
función del museo en la actualidad. Fruto de su Correspondía a Maseam reunir esta pruebas concluyentes de la vitalidad de
interdisciplinariedad es la definición del “museo
integral”. Las conclusiones de esta mesa redonda la institución y de la creatividad de sus profesionales.
se publicaron en Museum, vol. XXV, n.” 3,
1973. Véase tambien en el presente
número el artículo de Gómez de Blavia [N. del R.] [ Tradzlcido del‘francés]
186

IMAGENES

Los ecomaseos de Prunczu:


François Hubert La proliferación de discursos en los últi- teorías parciales, pero por desconoci-
mos diez años no ha hecho sino acrecentar miento de las realidades concretas no han
Nació en Roquefort (Landes), en 1952. Diplomado la confusión entre teoría y doctrina, lo ido más allá de una especulación pura-
en filosofía, sociología de la comunicación y etnolo- cual no ha contribuido precisamente a mente intelectual. Para colmo de males,
gía francesa, fue animador del Ecomuseo de la aclarar la filosofía de los ecomuseos, cuyos el ecomuseo se ha visto seriamente afecta-
Grande-Lande de 1976 a 1982. Desde 1983 es con-
servador del Museo de Bretaña en Rennes. Colabora principios básicos, pese a su complejidad, do por la crisis económica.
con el equipo de Jean-Yves Veillard en el programa habían quedado establecidos de manera
del Ecomuseo de la Región de Rennes. Fue coordi- coherente. Parecería que la idea hu- Historid de una idea y de su
nador de los trabajos de la exposición y de la publi- biera cobrado una importancia tal (quizás
cación Décourm> les &o“%. tergiversa ció^
porque sirve para obtener subvenciones)
que habría que evitar a cualquier precio La creación en 1967 de los Parques Natu-
precisar su contenido. A tal punto que el rales Regionales (agrupamiento de muni-
ecomuseo, que se supone debería intere- cipios rurales que reciben un respaldo fi-
sarse ante todo por la memoria colectiva, nanciero considerable para aplicar una
da prueba de una sorprendente capaci- política de desarrollo económico y cultu-
dad de olvido cuando se trata de su ral) petmitió a Georges Henri Rivière
propia historia: se inventa una cronología adaptar al contexto francés los museos es-
que tiene poco que ver con las etapas de candinavos al aire libre, modificando, sin
realización de los diferentes proyectos,’ embargo, el modelo inicial: no se trataría
elabora una mitología cuyos héroes ya de trasladar edificios a un lugar creado
desempeñaron en su mayoría papeles artificialmente, sino de reconstruir los es-
meramente secundarios. Es más, en algu- pacios tal como existieron realmente. Es-
nas publicaciones, a veces de carácter ofi- tos nuevos museos3 propondrían una pe-
cial, se llega incluso a omitir el nombre de dagogía global, ya que no se ocuparían
Georges Henri Rivière entre los propul- únicamente de las prácticas culturales o
sores de esta idea. arquitectónicas sino también de las rela-
No queda sino rendirse a la evidencia: ciones del hombre con su entorno. Esas
cuando un colega extranjero visita hoy experiencias -cuyo nombre de ecomu-
Francia, es imposible citarle un solo seo, acuñado poco después (1971), expre-
ejemplo en el que pueda ver realizado el sa con toda claridad que se ha tomado en
conjunto de los principios estipulados en cuenta el entorno- representan el pri-
los textos teóricos. Su itinerario lo condu- mer conato de síntesis entre las ciencias
cirá a cuatro o cinco lugares muy distantes humanas y las naturales y obtendrían
entre sí, cada uno de los cuales le presen- muy pronto un éxito considerable, por-
tará tan sólo una de las facetas de la eco- que el público estaba ya sensibilizado a
museología. En cuanto al público en ge- las ideas ecologistas y regionalistas.
neral, está convencido ((imagina o juzga Entre los años 1971 y 1974, por otra
por lo que ve?) de que un ecomuseo es la parte, bajo la dirección de Marcel Evrard
reconstitución de una granja o de un y con el apoyo de Hugues de Varine-
taller antiguo. La inadecuación entre el
1. Se afirma, por ejemplo. que el ecomuseo de
discurso y la realidad es hoy manifiesta. Le Creusot fue el primero, cuando en realidad
Es verdad que cada uno ha teorizado esta experiencia se inició en 1971, es decir cuatro
sobre su propia experiencia procurando años después que los Parques Naturales
Regionales.
acomodarla a la “definición evolutiva de 2. Georges Henri Rivière elaboró tres versiones
los ecomuseos”,2 incluso si en principio se sucesivas de esta definición, en 1973, 1976 y
1$)80. El texto, deliberadamente breve, define las
alejaba mucho de ella. En efecto, el bases de los ecomuseos y abre a la vez amplias
empleo del término no está sujeto a nin- posibilidades de experimentación.
guna protección y cada uno puede utili- 3 . Entre los ecomuseos más conocidos de los
Parques Naturales Regionales cabe mencionar los
zarlo e interpretarlo asu antojo. Hombres de Monts d’Arrée y Ouessant, Grande-Lande.
de genio (a veces) han logrado sintetizar Camargue, Mont-Lozère y Basse Seine.
Los ecomuseos de Francia: contradicciones y Bsxtrauíos 187

Bohan, entonces director del ICOM, y de base o comunidades que participan en la comunidad de municipios y por consi-
Georges Henri Rivière, se llevó a cabo una planificación y la orientación. El conjun- guiente tropiezan con dificultades para
nueva experiencia: en la comunidad ur- to está dirigido por tres comités (usuarios, afirmar su extensión territorial. Les resul-
bana Le Creusot/ Montceau-les-Mines,de administradoresy personal especializado) ta difícil por lo tanto trazar un programa
reciente creación, maduró el proyecto de que garantizan la participación de todos coherente y la dificultad se agrava por el
un museo del hombre y de la industria y funcionan como “centros de instrucción hecho de que sus fondos suelen ser limita-
dispersado por todo el territorio que mutua”, ya que el objetivo último es el dos. No obstante, se jactan de ajustarse
mantendría el contacto más estrecho po- desarrollo de la comunidad. Pero la in- perfectamente a la “definición de los eco-
sible con sus habitantes. Toda la pobla- tensa efervescencia cultural e ideológica museos”, porque les es imprescindible
ción debía participar en su concepción, en que surgieron los ecomuseos no debe ser consideradoscomo tales: el término es
funcionamiento y evaluación, lo cual se hacernos olvidar que su aparición se pro- práctico, porque tranquiliza la concien-
vería facilitado por un estatuto asociativo. dujo en un periodo de prosperidad eco- cia. El muy elaborado discurso sobre el
En 1974, esta experiencia tomó el nómica, contrariamente a otras realiza- desarrollo que adopta el ecomuseo per-
nombre de ecomuseo y las nuevas pers- ciones ulteriores, sobre todo a partir de mite encubrir las tendenciaspasatistas co-
pectivas que abría irían a enriquecer la 1977, que son por otra parte las más nu- munes a la mayoría de sus realizaciones
reflexión, principalmente sobre la territo- merosas. Será siempre dificil adaptar a la más recientes. Sobre el terreno, se mitifi-
rialidad de su radio de acción y sobre la recesión las ideas engendradas por la ca el pasado con las fiestas de la siega, pe-
participación de los habitantes; en lo su- prosperidad. Cuando las fábricas cierran ro la época contemporánea está absoluta-
sesivo, el prefijo “eco” aludiría tanto al unas tras otras, el ecomuseo debe admitir mente ausente del programa del museo
entorno natural como al social. que se cuestione su discurso sobre el de- (si es que tal programa existe), tanto que
Así pues, los ecomuseos son el resulta- sarrollo e incluso, a veces, su existencia estas diversas experiencias informarán
do de dos planteamientos de orígenes en misma, si una parte importante de la po- más al sociólogo sobre las angustias y las
cierto modo opuestos; por una parte, un blación prefiere que esos fondos se dedi- fantasías de nuestra sociedad que al mu-
siglo de reflexión sobre los museos, quen a empresas generadoras de empleo. seólogo sobre las nuevas prácticas museo-
concluida y sintetizada por Georges Además de haber socavado algunos gráficas.
Henri Rivière, que encuentra inmediata- principios básicos, la crisis económica ha Porque como ya lo señalaraJean-Yves
mente eco en el público debido a sus pre- dado lugar, ante todo, a un sorprendente Veillard,>la verdadera ambigüedad del
ocupacionesesenciales: ecología y etnolo- fenómeno de distorsión. Todo periodo
gía regional; por otra parte, la necesidad dificil va acompañado, de hecho, de una 4. Para más detalles sobre la historia de los
de crear un nuevo tipo de museo que proliferación de museos de historia y et- ecomuseos se puede consultar: Hugues De
exprese la aspiración de participación y nografía cuya función consiste en exorci- Varine, “L’ecomusée”, Gazette de ¿’Association
des Nzisées Canadiens (Ottawa), vol. 104, n.’ 2,
autogestión.4 La convergencia de estos zar la preocupación que suscita el futuro p. 29-40; F. Hubert, J. Y . Veillard y
dos enfoques culmina en la concepción mediante la exaltación de los valores del H. Joubeaux, Décorutir ¿es écoconusées, Rennes,
Museo de Bretaiia, 1984, 48 p., con fotografías
de un sistema museogrSico cuyo modelo pasado. y bibliografía, 45 francos.
ideal organiza, en torno al museo del Éste es el contexto en el que aparecen, 5 . J. Y.Veillard, “Les musées d’ethnographie,
tiempo, un museo del espacio, un labora- a partir de 1977, numerosos “pequeños les musges impossibles de l’hexagone’’,
texto inédito de una ponencia presentada en un
torio in situ (taller, documentación, tien- ecomuseos” que, a diferencia de sus pre- seminario sobre el patrimonio etnológico,
da si procede, etc.), pequeños grupos de decesores, rara vez se basan en una man- Rennes, l9S3.

L
ECOMUSEO DE LA COMUNIDAD DE LE
CREUSOT / MONTCEAU-LES-MINES. La
participación de la población como
elemento dinamizador indispensable es el
principio fundamental del concepto de
ecomuseo.
~

188 François Hubert

ecomuseo pilede plantearse en estos tér- cer concesiones y entrar en el juego políti- del territorio, desarrolla naturalmente
minos: jes una auténtica reapropiación co. Su función puede ser entonces la una fuerte tendencia a la hegemonía;
de su patrimonio por parte de la pobla- que convenga al poder y convertirse - todas las actividades sociales, culturales
ción o el refugio de nuevas clases refracta- contradicciónsuprema- en instrumento y económicas han de pasar por él, exclu-
rias al cambio socioeconómico? de manipulación. yendo implícitamente cualquier otra es-
Así considerado, el ecomuseo comuni- tructura.
Ed ecomuseo entre ed mito tario es una ganga para los poderes políti- Así, no es de extrañar que en Francia
y du utopza cos, los cuales pueden limitar su costo sin los ecomuseos jamás hayan sido objeto de
dejar de controlar a la vez su funciona- críticas virulentas por parte de los parti-
Muchos ecomuseos de la tercera genera- miento. Pero también lo es desde el pun- dos políticos o de los diarios de opinión:
ción (la primera es la de los Parques Natu- to de vista de la ideología que fomenta: no plantean problemas, se encargan de la
rales Regionales y la segunda la de Le en contradicción con el espíritu iconoclas- animación sociocultural, recutten al vo-
Creusot) han llevado esta contradicción a ta de que hace gala, el ecomuseo dista luntariado, son más baratos que muchas
tal extremo que el periódico francés Lib,?- mucho de ser subversivo, ya que su otras estructuras y su empeño por crear un
ration pudo llegar a calificarlos de “mu- programa se propone instaurar un verda- mundo mejor cumple una función de vál-
seos de la recesión”. dero consenso entre todas las capas de la vula de escape del militantismo político.
Extraen su filosofía de la experiencia población. Los tres comités constituyen Con todo, no se puede negar a los ecomu-
participativa de Le Creusot y se definen entonces la estructura formal para lograr seos de todo tipo su eficacia en materia de
como “ecomuseos comunitarios” para ese consenso, ya que el viejo sueño de la animación cultural.8 El filósofo Henri
expresar la filosofía de autodesarrollo que edad de oro es omnipresente: a través de Pierre Jeudy ha señalado ya que “la ela-
preconizan, frente a los “ ecomuseosinsti- las fiestas de la trilla se elabora la imagen boración de un museo no expresa sola-
tucionales” representados inicialmente ideal de una vida social que sirve de refe- mente el consenso social en torno a un
por la generación de los parques, en la rencia para las especulaciones sobre el ideal de conservación,sino que realiza di-
que la iniciativa de la población eta real- futuro. versas prácticas de intercambio cultural.
mente muy escasa. Jurídicamente, la di- Los ecomuseos de tendencia industrial “La preparación y habilitación de un mu-
ferencia entre el ecomuseo institucional y no se substraen a esta regla. Prefieren seo [ ...] suponen un acopio de objetos y
el comunitario reside en el vínculo que li- ocuparse de la historia de las técnicas que
ga al primero con una colectividad local o de la historia social, y si bien aluden a ve-
una administración tutelar, y la indepen- ces al paternalism0 de los patrones del
dencia que el segundo adquiere en Fran- siglo XIX, son más evasivos en relación
cia en virtud del estatuto que le otorga la con los grandes conflictos, las luchas de
ley de 1901. clases y las oposiciones irreductibles entre
Sin embargo, pese a la lentitud de su las diferentes categorías sociales.6
naturaleza, la tutela administrativa ga- Este cuadro deliberadamente sombrío
rantiza la perpetuidad del ecomuseo ins- permite ver con claridad que el principal
titucional sin excluir la creación de una riesgo que corre un ecomuseo reside en la
asociación de usuarios. Cabe preguntarse dificultad para definir su esfera de acción
si el estatuto asociativo del ecomuseo co- entre un pasado mítico y un futuro utópi-
munitario no tiene como consecuencia su co. En efecto, el presente es difícil de vi-
precariedad, y si su independencia frente vir, como lo muestra la experiencia de los
a la autoridad pública no resulta final- ecomuseos de ciudades nuevas, donde a
mente una verdadera trampa. En efecto, las diferencias sociales se suman diferen-
el ecomuseo está continuamente buscan- cias de cultura y civilización. Por otra par-
do subvenciones que deberán ser aproba- te, [qué puede hacer el ecomuseo en esos
das año tras año y pueden convertirse en casos, salvo proponer una identidad to-
un fuerte instrumento de presión. El fu- talmente artificial a poblaciones trans-
turo del ecomuseo depende iínicamente plantadas que, además, se enfrentan
de la buena voluntad de quienes lo finan- violentamente con las costumbres de los
cian y, para seguir existiendo, deberá ha- habitantes establecidos desde larga data?
El territorio, otra idea central de la eco-
6. Ya en 1978 se había tratado este tema en un
artículo poco conocido pero muy interesante, museología, adquiere tal importancia en
firmado P.L.N. “Un écomusée ce n’est pas un algunos planes que se convierte en la pro-
musée comme les autres”, aparecido en Histoire yección de todas las fantasías “microna-
et criticpt. des arts, París, diciembre de 1978,
p. 90-102. cionalistas” : sin vacilar se rebautizan
7. Esta expresión surgió con los movimientos alegremente valles y colinas y se levantan
regionalistas conservadores que a fines del siglo puertas de ecomuseos que, más que in-
x I x dieron origen a los museos del terruño.
Véase más adelante el artículo de A . Cruz- formar a los viajeros de su existencia,
Ramírez. señalan a la población las fronteras de su
8. Sólo los periódicos de izquierda o de
extrema izquierda, en particular el diario “patria chica”,7 exalta sus diferencias y,
Libération, manifestaron algún recelo al respecto. ¿por qué no?, su superioridad. Es como si
Por lo que sé, la única crítica verdaderamente una minoría, sin pasar por las urnas, legi-
seria es la que aparece en el artículo citado arriba,
publicado en Histoire et critique deJ arts, revista timara su poder creando una nueva na-
que se autoconsideraba de extrema izquierda. ción. El ecomuseo, con su enfoque global
Los ecomuseos de Francia: contradicciones y extravlos 189

documentos que genera comunicación toda posibilidad de confrontación. Por


sociaL”9 Un programa de ecomuseo mo- esta razón, la exposición permanente es
viliza una parte considerable de la pobla- la piedra angular del ecomuseo y no una
ción e intensifica la vida social: tanto es mera actividad de animación. Igualmen-
así que el riesgo del ecomuseo radica, pre- te, la participación de la población no
cisamente, en no ir más allá de esa debe entenderse como la expresión de
función. un amplio consenso, sino como el medio
En efecto, la falta de una dimensión de poner al descubierto conflictos y
científica en buena parte de estos museos contradicciones.
provoca extravíos y contradicciones. Ca- El ecomuseo debe superar su mera
rente de distanciamiento y de espíritu crí- función de conservación, pero también,
tico, el “museo espejo” no presenta la so- con la misma determinación, la sola fun-
ciedad tal como es sino como quiere verse, ción de animación, ya que el peligro a
con los excesos que esta actitud implica. que está expuesto es el exceso en uno u
Por el contrario, es de la confrontación otro sentido. El ecomuseo institucional
de una interpretación científica con la vi- tiende a encerrarse en las preocupaciones
sión que los habitantes tienen de sí mis- científico-conservadoras de los viejos
mos que puede surgir un diálogo que museos del terruño y el ecomuseo comu-
permita superar esta situación. Negar to- nitario a incorporarse a la legión de
do interés a la exposición permanente centros de animación sociocultural.
concebida de manera científica sobre las 3
9. H. P. Jeudy, ”L’échange et l’objet’’, ECOMUSEODE LA GRANDELANDE, Francia.
bases “interdisciplinarias periodizadas” fragmento de una ponencia presentada en el La de ~ L~~
~ ~ ~ ~
de Georges Henri Rivière, en aras de coloquio “Constituer aujourd’hui la mémoire de
ecomuseos d e Parques Naturales Regionales
pequeñas exposiciones temporales reali- demain,, celebrado en Rennes en diciembre de
1984. cuvas actas serán Dublicadas próximamente buscaban . . conjunto
. medio
zadas directamente por la población sin por la asbciación Muséoiogie N o u d l e et ambiente e n el cual los objetos y los
ayuda externa, es eliminar por completo Expérimentation Sociale. edificios encuentran su mayor significación.
190 Francois Hubert

4
Vista del territorio del futuro Ecomuseo de
la Región de Rennes tal como se presenta
en la sección bretona contemporánea del
Museo de Bretaña. El ecomuseo debe
dedicarse al mundo contemporáneo y a la
interpretación del presente, más que a la
exaltación del pasado.

CCuád es edfuturo de dos ecomuseo tenía necesidad de ser legiti- Más allá de las nuevas tecnologías se
ecomuseos? mado, necesidad de que no se perdiera su perfila otra visión del hombre y del mun-
experiencia y de que se definieran, si no do que abre vastas perspectivas a los eco-
Ahora bien, el equilibrio entre la conser- un estatuto, al menos unos “principios de museos, ya que los centros de cultura
vación y la animación no basta para defi- organización” (ratificados en Francia por científica y técnica no superan, al parecer,
nir el ecomuseo: la mayoría de los museos el Ministerio de Cultura en 1980) que ga- la mera dimensión técnica. Cabe pregun-
tradicionales lo logran también. y desde rantizaran su especificidad y aseguraran tarse pues, si el “nuevo humanismo” de
hace mucho tiempo. Su originalidad ra- su reconocimiento por parte de las “ins- los ecomuseos de la cuarta generación no
dica en su sorprendente capacidad para tancias superiores”. 12 tiene ante sí un brillante porvenir. Con
alcanzar su época confrontándose a ella Efectivamente fue reconocido y, simul- una salvedad: esa cuarta generación está
para proponerle un nuevo humanismo táneamente (lo cual casi hace pensar en todavía por inventarse.
que supere la imagen que refleja. Al igual una maniobra), se ratificaron todas las ex-
que otras formas de museo que apare- periencias y todas las teorías que súbita-
cieron al mismo tiempo o poco antes mente se abrogaban su nombre, desvalo-
(Museo de Niamey, Casa del Museo, mu- rizándolo al mismo tiempo.
seo local),’o el ecomuseo socavaba de mo- “ ¡Los ecomuseos se desarrollan a una 10. Véanse los artículos de Pablo Toucet, “The
do definitivo la idea del museo universal, velocidad fantástica! Pero lo que me irrita Museum of Niamey and its environment”,
Museum, vol. XXIV, n.’ 3, 1972, p. 204-207 y de
inmutable en el tiempo y el espacio, al es que por un lado se avanza y, por otro, Coral Ordóiiez García, ”The Casa del Museo,
que oponía formas específicas a través de hay unos cuantos oportunistas que se su- Mexico City: an experiment in bringing the
las cuales cada microsociedad objetiva su ben al tren en marcha y elaboran todo un museum to the people”, ~llureism,vol. XXvII,
n.’ 2 , 1975, p. 71-77.
patrimonio; a la vez llevaba concreta- sistema. Es una idea tan espectacular y 11. Este texto, extraído de las resoluciones
mente a la práctica (a no ser que hubiera tan fecunda que interesa a los oportunis- adoptadas durante la Mesa Redonda de Santiago
en 1972 (véase hfuseum, vol XXV, n.” 3. 1973)
contribuido a su elaboración) las refle- tas”, decía Georges Henri Rivière.13 apareció citado como epígrafe en los documentos
xiones de la Mesa Redonda de Santiago Como vemos, el ecomuseo ha librado preparatorios del Primer Taller Internacional de
en 1972: “El museo es una institución al ya muchas batallas, pero todavía le espe- los Ecomuseos y las Nuevas Museologia que tuvo
lugar en Montreal, Quebec, en 1984.
servicio de la sociedad a la que pertenece ran las más importantes. Su confronta- 12. Véase también el capítulo sobre los
y posee en sí mismo los elementos que le ción con la crisis económica permite ecomuseos que aparece en el informe “Por una
permiten participar en el proceso de for- vislumbrar que no debe temer tanto esa nueva política del patrimonio“ presentado al
ministro de Cultura de Francia por el presidente
mación de la conciencia de la comunidad desvalorización-recuperación, deliberada de la Caisse Nationale des Monuments
a la que sirve.”” o no, como las transformaciones que ex- Historiques et des Sites, Max Querrien.
13. De la entrevista publicada en Le Monde
Pero al mismo tiempo que horadaba perimenta la sociedad. El mundo de hoy (8-9 de julio de 1979) con el título: “Le musicien
los cimientos del museo tradicional, el se parece poco. al que los engendrara. muséographe qui inventa aussi les écomusies”.
191

Este título suena a paradoja en una so- científicos actuales. Hay campos que, por Jean-Yves Veillard
ciedad totalmente regida por el dinero. el volumen del material que ofrecen,
Es una ppradoja asimismo si se piensa en podemos considerar que están, si no Nació en 1939enRennes. Realizó estudios de histo-
la imagen que el museo ha dejado graba- ampliamente, por lo menos relativamen- ria y geografía (licenciatura, DES, CAPES) y en
da con mayor fuerza en las sociedades de te cubiertos. Son los que denomina- 1978 presentá una tesis de doctorado titulada “Ar-
quitectos, arquitectura y urbanismo en Rennes en el
los países ricos: la de gran caja fuerte co- ríamos puntos altos. En otros campos - siglo XIX”. Desde octubre de 1967 es conservador
lectiva en la que se deposita todo lo que los puntos bajos- se perciben en cambio del Museo de Bretaña, en Rennes. Ha organizado
tiene valor, incluso si el valor puramente lagunas y puntos débiles. Según los me- numerosas exposiciones y publicado las obras
monetario queda supeditado al valor cul- dios de que se disponga, el temperamen- DescriptÌon hirtorique et géographipe de la pro-
vince de Bretagne du Prérident de Robien, en 1974,
tural o afectivo. Señalemos de paso que el to de los conservadores involucrados y las y Rennes nagrcère, en 1982.
tiempo de recuperación -el tiempo que oportunidades que se ofrezcan, la política
un objeto que en su medio de origen de enriquecimiento consistirá en acen-
tiene únicamente valor afectivo necesita tuar los puntos altos -consolidando los
para adquirir valor monetario- tiende a campos en que ya existe cierra abundan-
ser cada vez más breve: el objeto retro cia de material- o en dar prioridad a los
tiene ya menos de veinte años, si bien el puntos bajos, desplegando esfuerzos sis-
lapso necesario no es el mismo para todos, temáticos para colmar las lagunas y for-
ya que la nostalgia no se nutre de las mis- talecer las debilidades. También se
mas asociaciones. Cierto es que para las pueden, desde luego, adoptar ambos cri-
categoríassociales más próximas a los sec- terios y trabajar simultáneamente en los
tores de la producción existe otra imagen dos frentes.
del museo, menos halagüeña: la del des- Es evidente que ambas actitudes se li-
ván. Sin embargo, sería peligroso conce- mitan a prolongar en el presente la fun- 5
bir una visión demasiado dualista; ambas ción habitual del museo, de modo inteli- Caja de queso fresco, ilustración del objeto
imágenes están vinculadas entre sí y son gente y en una versión actualizada, pero cotidiano contemporáneo.
interactivas. No son más que respuestas de ninguna manera se arriesgan a trans-
diferentes dadas en momentos diferentes formarlo en un instrumento de lectura e
al problema de la inserción del museo en interpretación de la sociedad contem-
la sociedad contemporánea. poránea.
Entre las funciones del museo recono- Examinemos por ejemplo el caso de un
cidas por todos figura en primer lugar el museo de la Resistencia en una región da-
enriquecimiento de las colecciones a tra- da. Con suerte puede ocurrir que el
vés de diversas formas de adquisición programa haya sido establecido por un
(compras, donaciones, legados), formas equipo formado por especialistas y aso-
que no incluyen el acopio en sentido ciaciones, y que los objetos (de dos o tres
estricto, basado en investigaciones orga- dimensiones) se hayan escogido en fun-
nizadas y programadas sobre el terreno. ción de su pertinencia para ilustrar la pa-
Se perpetúa así la imagen del museo está- labra de los especialistas.En una hipótesis
tico (incluso si a veces hace falta no poco menos optimista habrá una colección de
dinamismo para provocar ciertas dona- ametralladoras y paracaídas acompañada
ciones ...) de un texto panegírico de una asociación
Ahora bien, icúal debería ser hoy la de combatientes de la Resistencia o de ve-
política de enriquecimiento de las colec- teranos de guerra. ¿Cuál podría ser en-
ciones que permita asegurar una inser- tonces la política de enriquecimiento del
ción territorial y social de los museos? fondo? En el mejor de los casos, la ad-
quisición de coleccionesde equipos “mo-
Altos y bajos dernos’’: armas fabricadas después del
periodo de la Resistencia a las cuales se
El enfoque más común es el que podría podría recurrir para establecer compara-
denominarse política de altos y bajos. Su ciones de orden técnico; en el peor de los
punto de partida es una comprobación casos, la aplicación de la política de acen-
histórica sobre la constitución de las co- tuar los puntos altos y consolidar Io ya
lecciones y lo que pueden representar con existente o renunciar lisa y llanamente al
respecto a determinada región o tema acopio de material.
según el estado de los conocimientos En el ejemplo l’mite, elegido delibera-
192 Jean-Yves VeiUard

damente por su carácterprovocativo, se ha parse: esas coleccionesterminarán, total o


detenido el reloj de la historia. Se podría parcialmente, en un museo.
sin embargo imaginar otro enfoque, pero Es dificil elegir, pero la opción se hace
éste sería la consecuencia lógica del prin- más fácil si el museo se define claramente
cipio esencial de la subordinación del ob- como centro de interpretación y de refle-
jeto respecto del discurso. Consistiría en xión sobre la sociedad contemporánea,
trazar el itinerario contemporáneo de la función que no es sino una prolongación
noción de resistencia, refiriéndose a las del papel que ha desempeñado respecto
rebeliones anticoloniales, a las huelgas de de las sociedadespasadas. Y será más fácil
hambre y a las muchas otras formas que aún si este enfoque es colectivo y no indi-
la misma toma hoy en todo el mundo, al- vidual. En este sentido nos parece
go difícil de imaginar dado el habitual re- ejemplar la iniciativa de trece museos
celo de los poderes políticos. Y sin embar- suecos que “han hallado soluciones prác-
go, si se quiere hablar seriamente de ticas a este problema aunando sus esfuer-
6 inserción de los museos en la sociedad zos para acopiar documentación sobre la
Esta pieza de madera policromada es un contemporánea ... agricultura, la pesca y la silvicultura. Ca-
juguete de fabricación casera y un objeto da uno de ellos se encarga cada trece años
de gran valor sentimental. [Cuánto tiempo
será necesario para que adquiera valor De da abundancia a da sedeccìón de un gran proyecto en su propio distrito.
comercial? De este modo se irán reuniendo coordina-
Nuestra sociedad produce una cantidad damente objetos y datos sobre la si-
considerable de objetos. Por objeto en- tuación industrial y social del mundo
tendemos tanto los de tres como los de agrícola de nuestros días.”’
dos dimensiones, tales como los escritos y Si se considera el caso de un territorio
las imágenes (no se puede negar que tan- determinado, por ejemplo una región co-
to Gutemberg como MacLuhan tienen su mo Bretaña, es preciso definir exacta-
peso en nuestra sociedad). En una so- mente sus características a nivel de la pro-
ciedad tan marcada por la imagen como ducción agrícola, industrial y artesanal y
la nuestra, resulta extraño que en muchas de los modos de funcionamiento so-
instituciones honorables siga existiendo ciocultural. De manera esquemática se
una delimitación entre objetos y docu- señalarán los rasgos preponderantes de la
mentos, en ese orden jerárquico. producción local, para lo cual bastaría se-
Ante tal abundancia, la tentación tam- leccionar periódicamente algunos objetos
bién es grande. Es fácil caer en la avidez característicos. Por lo que se refiere a uno
de querer acopiar10 todo, recogerlo todo: de los sectores de la industria agroalimen-
todo se vuelve signo, símbolo, desde el taria, por ejemplo, las cajas de cartón en
envase de alimentos congelados hasta la las que se envasan los pollos que se expor-
microcomputadora. Pero la avidez tiene tan a los países de Medio Oriente debe-
sus límites materiales: de tiempo (reco- rían bastar para dar cuenta de la evo-
gerlo todo exige muchísimo tiempo); de lución. Sólo que, al seleccionar las
espacio (una segadora-trilladora, una ca- muestras, se pondrá particular atención
dena de montaje industrial plantean en elegir especialmente aquellas que,
problemas evidentes de almacenamien- además de su significación primaria,
to, de conservación y de utilización si se reflejen una forma de organización eco-
quiere ponerlas de nuevo “en situa- nómica o una evolución en ese campo (la
ción’’); y, sobre todo, un límite concep- absorción de una industria nacional por
tual (la “museificación” de toda la so- una multinacional, por ejemplo). Por su
ciedad contemporánea). parte, los objetos producidos fuera de la
Pero también existe la tentación opues- región de que se trata suscitan el proble-
ta: la de la especializaciónen un solo tipo ma de la especificidad territorial en una
de objeto. En este sentido, el museo va sociedad de consumo de dimensión mun-
siempre precedido por el coleccionista, dial. Porque tanto en un museo de Gas-
que se anticipa. Tal anticipación suele pésie como en uno de Frisia podríamos
obedecer a una proyección de fantasías encontrar el mismo televisor Philips o la
frente a un campo social de fuerte interac- misma botella de Coca-Colay, así, podría
ción. Por ejemplo, es seguramente un haber centenares de televisores y de bo-
particular quien posee la colección más tellas de Coca-Cola en todos los museos
completa sobre el antisemitismo en la so- del territorio de la Francia metropolitana.
ciedad contemporánea desde comienzos El íinico criterio pertinente sería poseer
de siglo hasta nuestros días. Otro tal vez un prototipo de consumo (por analogía
ha reunido una colección casi exhaustiva
de carteles políticos y de llaveros con alu-
1. Sune Zachrisson, “Los museos agrícolas:
siones políticas producidos en los Últimos historia y difusión de una idea”, hfUJ’Mm,
veinte años. Pero no hay por qué preocu- n.” 143, 1984.
El objeto sin valor 193

7
Secante publicitario. El texto en bretón
exalta las virtudes de la ropa de trabajo
fabricada por la firma Mont-Saint-Michel
Ariès: “Un mono Mont-Saint-Michel dura
tres veces más”. Este objeto connota por
lo menos dos niveles de significación
simultáneos: la confección indumentaria
industrial y una especificidad cultural.

con el prototipo industrial de los museos mismo objeto: la bolsa de lona del escolar
de tecnología), es decir, el primero o uno que lleva la marca “USA” y en la cual el
de los primeros objetos de ese tipo que usuario ha inscripto además las iniciales
haya sido utilizado en el área geográfka de sus grupos de rock preferidos dará a la
de que se trate, a condición de contar al vez testimonio de una moda indumenta-
mismo tiempo con el respaldo documen- ria y de un hecho cultural.
tal que permita demostrar su significa-
ción. En el caso de todos estos objetos “Como un pez en ed agua”
existe, sin embargo, un soporte en el que
muy a menudo se señala su carácter espe- Más que una larga explicación, esta fór-
cífico, aun reducido a la marca del distri- mula sucinta expresa de manera rotunda
buidor local: la publicidad. He aquí el la voluntad de inserción del museo en la
mejor ejemplo de un objeto sin valor, sociedad contemporánea a través de su
producido por decenas de millares de política de acopio. No se trata de romper
ejemplares que a menudo van directa- con el pasado, ya que siempre será indis-
mente del buzón a la papelera. Fechados pensable reflexionar sobre él, sino de
con precisión, estos objetos permiten añadir otra dimensión. Tal dimensión só-
marcar los hitos e ilustrar la red de la pe- lo podrá adquirirse si los conservadores
netración de los productos de la sociedad permanecen atentos a la sociedad en la
de consumo. que viven y si a través de una densa red de
En lo que se refiere a otros campos, el relaciones con los habitantes y las fuerzas
deporte, por ejemplo, el producto -una vivas de su territorio aprenden a tomarle
camiseta- en Tarbes o en Cléder puede el pulso a su realidad.
tener el mismo origen (una fábrica de la
zona de Champagne), pero la distinción
residirá en el color2 o en las iniciales del
club de f3tbol.
2 . Nótese por ejemplo el eslogan “¡Arriba los
Se apreciará en especial la polivalencia verdes!” que distingue en Francia a l club de
de los mensajes de que es portador un fútbol St. Etienne.
194

8
Visita del Comité de Usuarios del Ecomuseo
de la Comunidad a las instalaciones de
superficie de las minas de hulla el 20 de
enero de 1985: el grupo en la habitación
que sirve de guardarropa a los mineros,
conocida con el nombre de “sala de los
ahorcados”.

Actores en e2 mundo red


En 1984 se elaboró en Francia una refor- de hablar de acción cultural sino de “ac- miliar, educativo, profesional, asociati-
ma de los programas de formación de tos culturales” realizados por los propios vo, político y también imaginario. Es esta
conservadores de museos que entraîia una usuarios. realidad la que modifica el papel del
mayor apertura respecto de los estudios Pero esta iniciativa sólo puede ponerse público. En efecto, jcómo y por qué una
de base que permiten presentarse a los en práctica de manera eficaz si se toman población habría de recibir pasivamente
exámenes de oposición, un programa más verdaderamente en consideración dos la imagen que de sí misma le devolviera
interdisciplinarioy cursos sobre el terreno elementos fundamentales: el espacio y el con “objetividad” el museólogo, cuando
más largos y diversificados. Se plantearon tiempo de los usuarios. esta población está constituida justamen-
por fin interrogantes acerca del “perfil” te por un conjunto de subjetividades?
del conservador y se generalizaron los es- El medio cultural y el medio real Nadie mejor ubicado que ella misma para
fuerzos para mejorar la organización de velar por el respeto de su identidad si se
las actividades de “animación” del mu- En su calidad de lugar cultural, el museo le ofrecen los medios para hacerlo. Es allí
seo. Todo esto forma parte de lo que suele constituye por esencia un medio iveal. donde hay que descubrir a los inventores,
denominarse vagamente “acción cultu- En primer lugar, por el espacio, por la investigadores e informantes, reservando
ral”. La expresión implica evidentemente segregación respecto del medio ambien- al museólogo el papel de incitador, me-
un movimiento de los actores culturales te; en segundo lugar, por el tiempo: diador y traductor de lo que ella sabe,
en cuestión “hacia” el público o, para tiempo acelerado de la perspectiva histó- descubre o reconoce, y ayudándola a pro-
utilizar un término de actualidad, hacia rica o tiempo detenido de la contempla- ducir cada vez más conocimientos sobre sí
varios grupos-objetivo. ción estética; y, finalmente, por el. com- misma y su medio: vestigios materiales de
Ahora bien, es justamente este movi- portamiento que impone al visitante. su historia, lugares y modos de vida, prác-
miento en sentido Único el que fue pues- Ahora bien, la etimología misma de la ticas, técnicas, mentalidades, espacios
to en tela de juicio por Georges Henri palabra “ecomuseo” -de la que hay que imaginarios, representaciones de sí mis-
Rivière hace más de quince años, en los eliminar absolutamente toda connota- ma, todo lo que constituye su patri-
primeros tiempos de los ecomuseos. Aún ción ecologista- señala la voluntad de monio.
hoy, son muy pocos los profesionales que incorporar el museo al mando real‘, al De allí la necesidad de determinar los
piensan -y actúan en consecuencia- mundo que la gente conoce, aquel en que límites de este territorio, para mantenerlo
que el público puede pasar del papel de vive y trabaja. El ecomuseo sienta sus ba- dentro de dimensioneshumanas que per-
consumidor al de actor, e incluso al de ses en un territorio a escala natural o más mitan la comunicación, la fineza del aná-
autor del museo. Ya no se trata entonces bien en una pluralidad de territorios: fa- lisis y la complejidad del conocimiento, la
Actores en e l mundo real 195

diversidad de los enfoques y la exactitud no del ecomuseo un modo de trabajar


del reconocimiento.La escala de esta ope- que cree vínculos entre los investigadores
ración es, por lo tanto, necesariamente profesionales y los aficionados volunta-
“local” y “cotidiana”. El ecomuseo se rios -entre los que están “afuera” y los
inscribe doblemente en el tiempo: en la que están “adentro”--, asociando cono-
duración que permite que se teja una re- cimientos académicos con conocimientos
lación activa entre los usuarios y el equipo empíricos y teorías con técnicas, para que
profesional y en el instante, ya que para el territorio y su patrimonio alcancen el
cada acción es necesario que “llegue el mayor grado de significaciónposible, pa-
momento”, pues se trata de personas y no ra que se vean transformados en instru-
solamente de objetos. “El tiempo no es mentos de desarrollo comunitario y sus
únicamente el primero entre los irrecono- poseedores convertidos en sujetos de la
cibles: es además la dimensión del reco- investigación.
nocimiento, ya que con el paso del tiem- Respecto de esta iniciativa, dos activi-
po los desconocidos terminan por ser dades pueden servir de ejemplo en el Mathilde Bellaigue-Scalbert
reconocidos. Es igualmente en el tiempo Ecomuseo de la Comunidad Le Creu-
que los reconocidos son poco a poco olvi- sot/ Montceau-les-Mines: una está en sus Diplomada en letras modernas, ha ejercido la do-
dados: pero el tiempo en este caso es comienzos, la otra en curso de realización cencia y llevado a cabo investigaciones en el ámbito
de la pedagogía. Ha dirigido diversos talleres de
simplemente la duración bruta e inerte desde hace ya varios años. La primera se
pintura y traducido del inglés numerosas obras
en la que se consume toda gloria y en la originó en una reunión del Comité de sobre arte y artesanías. Secretaria del Comité Inter-
que incluso los valores que tienen la suer- Usuarios, en enero de 1985, durante la nacional del ICOM para la Museología (ICOFOM),
te de ser inmediatamente reconocidos se cual unas ciento cincuenta personas visi- ha participado en múltiples encuentros y trabajos de
erosionan. E/ tìempo de reconocimiento taron en primer lugar las instalaciones de investigación sobre la museología en Francia y en el
extranjero. Es directora del Ecomuseo de la Comu-
es, a/ contraria, un tìempo orgánico y ac- superficie de las minas de hulla de Blanzy nidad Le Creusot/Montceau-les-Mines.
tivo de ìncubacìón: una maduracìón. “1 acompañadas por profesionales volunta-
rios (mineros, geómetras, ingenieros),
La formación receroca mediante asociando de esta manera el conocimien-
l’a investigación to del territorio con la formación recípro-
ca. Durante la reunión de trabajo que
El centro de esta iniciativa radica en el tuvo lugar a continuación, esas mismas
patrimonio vivido, utilizado, desvir- personas elaboraron conjuntamente con
tuado aveces por sus propios herederos en el equipo profesional el proyecto de in-
una incesante recreación que lo introduce vestigación y de exposición sobre la ac-
en el meollo de la vida cotidiana, o bien tualidad de la comunidad urbana. Se
ya protegido, secreto, conservado en la constituyó un grupo de trabajo diversifi-
entraña de los afectos. Hablar de patri- cado (representantes elegidos por la co-
monio es necesariamentehablar de inves- munidad, urbanistas, ingenieros, mili-
tigación, de inventario, de interpretación tantes sindicales, trabajadores del sector
de objetos materiales o inmateriales. En terciario) a fin de aportar al equipo profe-
general este trabajo ha sido siempre Ileva- sional las competencias complementarias 9
do a cabo por investigadores -universi- indispensables para estudiar y poner de Los miembros del Comité de Usuarios en la
tarios o afkionados- que, trabajando manifiesto a nivel técnico, urbanístico, estación de televigía.
fuera de las situaciones reales, convertían económicoy social la imagen actual de un
10
a la población en objeto de su observa- Unidad de la Casa Escuela de Montceau-
ción, o mejor dicho, en sus informantes. 1. Vladimir Jankelevitch, Le je-ne-sais-quoi et les-Mines: reunión del grupo de trabajo el
Ahora bien, se trata de establecer en el se- le presque-rien, París, Le Seuil, 1981. 12 de marzo de 1985.
196 Mathilde Bellaigue-Scalbert

territorio modificado por la crisis de del grupo es la siguiente: diez docentes


Creusot-Loirey de las minas de hulla cuyo jubilados (enseñanza primaria o secun-
nuevo desarrollo comienza a perfilarse. daria); nueve docentes activos (es-
El ejemplo de la “Casa Escuela” de cuelas de párvulos, enseñanza primaria
Montceau-les-Mines muestra la fase ac- y secundaria, inspección de enseñanza
tual de desarrollo de una unidad del eco- primaria); dos jubilados o prejubilados
museo en la que se ha escogido trabajar de otro origen (minería, comercio);
sobre la evolución del sistema escolar des- tres madres de familia (la profesión de
de las leyes Jules Ferry (1881) hasta los maridos varía desde el electricista
nuestros días. Dicha evolución se presen- jubilado de la mina al médico fun-
ta en tres aulas reconstituidas (1881- cionario).
1923, 1923-1960 y posterior a 1960) en Los participantes se renuevan, según
una escuela que continúa en actividad. su interés por las actividades progra-
Suzanne Régnier, miembro activo del madas, en torno a un núcleo perma-
grupo, cuenta la historia de esta unidad nente de unas quince personas que ase-
de la siguiente manera: guran una real continuidad.

Como resultado de un proyecto peda- Otro miembro del grupo, Clotilde


gógico llevado a cabo en 1974 y 1975, Gillot, describe sus campos de actividad:
se constituyó el grupo de trabajo de la
Casa Escuela tras la transformación de Poco a poco, al azar de las investiga-
la exposición escolar temporal en uni- ciones y de los descubrimientos, se ha
dad del ecomuseo en 1977. AI princi- ido constituyendo un fondo de docu-
pio el grupo contaba con sólo tres per- mentos escritos que integran los
sonas: el profesor de enseñanza “Archivosde la Casa Escuela”. Se trata
secundaria que inició el proyecto, el sobre todo de libros escolares (2.710
inspector del Departamento de Educa- ejemplares de 1836 a 1975), de cuadros
ción Nacional -parte integrante des- y mapas de enseñanza (144 grupos), de
de un comienzo- y la representante cuadernos de alumnos (245), de las no-
del Ecomuseo de la Comunidad res- tas preparatorias de los docentes, de re-
ponsable de las relaciones con el perso- vistas sindicales o pedagógicas, de
nal docente. El grupo se fue amplian- diversos diplomas otorgados a los
do y fortaleciendo con gran rapidez y, alumnos o a los docentes (un centenar,
11 si bien al principio estuvo integrado el más antiguo es de 1814) y de todos
Modelo en funcionamiento del taller de fundamentalmente por docentes (ju- los formularios administrativos relati-
fundición de Schneider-Le-Creusotcirca bilados o en actividad), pronto ad- vos a la gestión de una escuela de pár-
1900, realizado por un obrero jubilado y
ahora restaurado por un obrero de la quirió una fisonomía más heterogé- vulos o de un establecimiento de
fábrica. nea. Actualmente está compuesto por enseñanza primaria desde 1880 hasta
veintisiete miembros -de los cuales aproximadamente 1970.
por lo menos veintidós son plenamen- Ya en este “catálogo”, elaborado
te activos-, cada uno encargado de un gracias a la colaboración de algunos
determinado aspecto del trabajo a miembros del grupo de la Casa Es-
realizar. Unos responden a las pregun- cuela, figura la descripción de los obje-
tas de los visitantes a medida que se tos colocados “en situación” en las dos
presentan; otros trabajan en las tres co- aulas reconstituidas, pero muchos de
misiones de investigación; otros llevan los artículos que comprende se basan
minuciosamente el servicio de archivos en los documentos ya acumulados en
y el inventario de las colecciones, o los armarios. Todas sus ilustraciones
bien se ocupan de la correspondencia y fueron tomadas de los libros de clase o
de la relación con los medios de comu- de los cuadernos de las colecciones.
nicación. Más recientemente, el fondo de docu-
La edad de los participantes oscila mentos ha servido de base para las in-
entre los cuarenta y los setenta años vestigaciones que dos grupos de cole-
bien cumplidos. Es cierto que la nece- gas efectúan actualmente sobre la
sidad de una madurez y de un cierto enseñanza de la lectura (por compara-
distanciamiento respecto de la educa- ción de manuales y métodos) y sobre la
ción y sus complejidades tiende a utilización de estribillos infantiles en
restringir el acceso de los más jóvenes. los primeros grados.
El grupo cuenta con catorce mujeres y Gracias igualmente a nuestra sec-
trece hombres, equilibrio tanto más ción de matemáticas (338 volúmenes),
notable cuanto que en la enseñanza se iniciará muy pronto una investiga-
francesa existe un alto porcentaje de ción similar sobre la enseñanza de la
mujeres. La estructura socioprofesional agrimética en la escuela primaria.
Actorer e n el mundo real 197

12
La Casa Escuela, oficialmente inaugurada el
28 de marzo de 1981 con la placa
conmemorativa del centenario del edificio,
una de las primeras escuelas municipales
de la ciudad.

Cada año, investigadores externos, Cabría agregar, por otro lado, que el in- desarraigos que impone un mundo en cri-
estudiantes en su mayoría, vienen a ventario museográfko de la unidad está sis y a la movilidad que implica el des-
consultar los documentos de la Casa en las manos competentes de un empleo endémico; al hablar de identidad
Escuela para preparar tesis. Por miembro del grupo. Asimismo, en 1981, se acepta el mestizaje gradual de las cul-
ejemplo, en febrero de 1984 una nor- en colaboración con algunos universita- turas y al hablar de duración se toma en
malista de Dijon realizaba investiga- rios investigadores en ciencias de la edu- cuenta la formidable aceleración de las
ciones sobre el maestro de escuela de la cación, el grupo publicó un libro titulado mutaciones tecnológicas.
Tercera República; en enero de 1985, Cien años de escuela.2 Por último, el gru- Continuar con este tipo de empresas
una docente de la Cámara de Comercio po participa en la formación museológica que son los ecomuseos, sea cual h e r e el
de Mâcon estudiaba la manera en que de los cursillistas del ecomuseo (nociones nombre que se les dé posteriormente,
los manuales escolares editados antes de identificación, inventario y registro y implicará cada vez más que sus respon-
de 1881contribuían a la enseñanza de la creación de unidades dentro de la sables, usuarios y profesionales desempe-
la religión católica en las escuelas; en problemática del ecomuseo). ñen a carta cabal un papel activo en el
marzo de 1985, una estudiante de mu- desarrollo de la comunidad poniendo a su
sicología de Toulouse solicitaba infor- Ver es comprender y actuar servicio los instrumentos de la memoria y
mación (programas y horarios) sobre la el patrimonio, ya que si el ecomuseo per-
enseñanza del canto en las escuelas pri- Si bien la aplicación de estos principios mite ver, “ver es comprender y es actuar;
marias de 1880 a 1930. fundamentales -la vinculación con el ver es unir el mundo al hombre y el
En lo que se refiere a las visitas, territorio, con el tiempo como duración y hombre al hombre.”’
quiero precisar que no podemos acep- con la comunidad involucrada- resulta
tar el “turismo indiscriminado” y que siempre positiva, actualmente el proble- [ Traducido deZ’francés]
si bien los visitantes de los domingos ma en los ecomuseos no se plantea en tér-
acuden a menudo como curiosos para minos diferentes, sino más agudos. Efec- 2. Cent ans d’écale. - Goape de travail de la
intentar resucitar su juventud, los tivamente, si se habla de la territoria- Maison d’L?cole à Montceau-les-Mines,texros de
lidad, es porque se tiene conciencia de la Pierre Caspard, Serge Chassagne,Jacques Ozouf,
alumnos, acompañados por sus maes- Antoine Prost, Yves Lequin, Guy Vincent.
tros o profesores, vienen siempre ampliación del espacio debida a la veloci- Prefacio de Georges Duby. Editions Champ
orientados por un proyecto pedagógico dad de los intercambios y al carácter ins- Vallon, 1981. (Colección Milieux).
3. Paul Eluard, AnthoLogie des éc& surl’art,
a menudo establecido previamente tantáneo de la comunicación; si se habla Prefacio, París, Gallimard (Bibliothèque de La
con nuestra colaboración. de raíces, se hace con la sensibilidad a los Pléiade), vol. II, p. 512.
198

U& esti“& deZ f n ó m e m

Max Querrien En un informe ampliamente debatido exigencias fundamentales a las que está
sobre la política patrimonial en Francia subordinada su existencia.
Consejero de Estado, es presidente del Fondo Na- que Max Quemèn, presidente delFondo La primera se refiere a la territorialidad
cional de Monumentos Históricos y Sitios, presiden- Nacionalde MonumentosHistóniosy si- de su campo de investigación, que sería
te del Instituto Francés de Arquitectura y alcalde de
Paimpol (Cûte du Nord). Fue director de Arquitec-
tios, presentara al ministro de Cultura erróneo reducir a la noción de competen-
tura del Ministerio de Asuntos Culturales entre JacA todo un dedi- cia territorial, cuando se trata en realidad
1963 y 1968. cado a los ecomuseos. Alexaminary justi- de la vocación de revelar, en su totalidad,
ficar la considerable ampliación del con- el conjunto de prácticas, técnicas, luchas,
cepto de patrimonio, el autor destacaba subjetividades y referencias sociocultura-
Las signzj%ativas innovaciones introduci- les que caracterizan una población. En-
das por el movimiento de los ecomuseos tendida de este modo, la territorialidad
en Francia. Como puede verse en el del ecomuseo le permite abrirse a la
extracto que publicamos a continuación, confrontación externa para evitar el ensi-
el informe permite aclarar numerosos as- mismamiento.
pectos de su problemática. Las exigencias correlativas son la asun-
ción de las actividades del ecomuseo por
Si admitimos la fórmula según la cual parte de la población local, encuadrada
“todo ecomuseo nace de la convergencia en la estructura más adecuada (la aso-
de un deseo y de una respuesta y no ciación, generalmente), y la participación
corresponde a un esquema voluntarista de los trabajadores en sus actividades de
impuesto a un territorio para tomarlo a su investigación (investigación-formación).
cargo sino a un deseo de asumirse ... , l
” Esta exigencia no es antinómica sino
deberemos ser muy prudentes en las defi- portadora de una útil provocación, tanto
niciones. Nos esforzaremos, más bien, más que debe reconocerse el carácter cien-
por considerar el “fenómeno” del eco- tífico de las actividades de investigación
museo y por reflexionar sobre el tipo de así emprendidas, a condición de disponer
conducta más adecuado para permitir de las orientaciones metodológicas y del
que los cuerpos sociales y el Estado apo- personal calificado necesario.
yen su desarrollo sin desviar su dinámica. Pero el ecomuseo suele trascender el
Pero no hay que engañarse: para una ad- ámbito del conocimiento puro. Sus acti-
ministración, éste es un ejercicio salu- vidades desembocan en un conjunto de
dable pero delicado. prácticas sociales concretas en un terreno
Antes del ecomuseo está el patrimo- real, que pueden comprender desde las
nio, rescatado de la indiferencia o del informaciones, consejos o estudios que se
vandalismo, protegido, conservado, pe- proporcionan a asociaciones, sindicatos u
trificado y por eso mismo convertido en organismos oficiales, hasta la participa-
punto de apoyo de la intensa dialéctica de ción en distintos tipos de lucha. Desde es-
la filiación reivindicada y de la filiación te punto de vista, es inevitable establecer
rechazada, de la necesidad de referencia un paralelo entre el desarrollo de un eco-
y arraigo y de la necesidad de vivir e inno- museo y la aventura del taller popular de
var, incluso destruyendo. urbanismo de Roubaix, que a partir de la
Nacido de la contradicción, el ecomu- lucha contra el desarraigo entrañó un pro-
seo vive de ella. Su condición de deposita- ceso de toma de conciencia de sí mismo
rio patrimonial lo induce a inventariar, a por parte del grupo, de comprensión de
coleccionar, a conservar. Pero su verdade- los problemas que plantea el marco de vi-
ro patrimonio no es otro que la memoria da y de creación de una práctica urbana
colectiva, de la que surge una identidad enraizada en un patrimonio arquitec-
que, en su singularidad, tiene necesa- tónico.
riamente que enfrentarse con la historia Estamos muy lejos del concepto de
presente y con el futuro en ciernes. El eco- “museo” y la palabra “ecomuseo” no da
museo vive, pues, en una tensión que
desalienta las definiciones estáticas. En 1. Mathilde Bellaigue-Scalbert y Marcel
cambio, la aprehensión correcta del eco- Evrard, “Ecomusées: patrimoine et societe
contemporaine”, 2.3.2. Texto de trabajo
museo por sus diversos participantes su- redactado para el presente informe de
pone en éstos una clara conciencia de las Max Querrien.
Una estimación del fenómeno 199

realmente cuenta del fenómeno. Sin em- son diversas: además de sus actividades tiría, en tal caso, a la claudicación de
bargo, conviene observar que un ecomu- como centro de investigacióny formación la antropología viva frente a la historia
seo posee colecciones, porque los objetos recíproca, organiza coloquios y semina- de las técnicas, de la restitución frente al
son signos a los que se aferra la memoria rios que reciben participantes de otras re- conocimiento puro y de la cultura ante
social. Pero se preocupa más por la “salva- giones; publica monografías, tesis o tra- la pedagogía.
guarda de los conocimientos prácticos” bajos de estudiosos locales; organiza
que por la “museificación de los obje- exposiciones temporales y exposiciones [ Tradzlcido deZfiancés]
tos”.2 Los objetos que reúne están rela- permanentes pero evolutivas;abre unida-
cionados con la vida cotidiana. Algunos des de extensión orientadas hacia los ha-
pueden ser eliminados por el uso que se bitantes de los barrios y de los suburbios; 2. Informe sobre los proyectos de ecomuseos en
sigue haciendo de ellos o por el desgaste establece los itinerarios en el terreno y el departamento de Isère, 31 de diciembre de
1981.
que implica su presentación “en fun- realiza presentaciones audiovisuales.
3. Véase Jocelyne de Noblet, Manifesteporrr
cionamiento” (motores, etc.). Otros, in- Se trata de una institución que no pre- le développement de la culture technique,
ventariados y estudiados, pueden ser de- tende ser sino un proyecto en constante Neuilly-sur-Seine, CRCT, 1/81.
vueltos a su propietario y recuperar su renovación y que no debe catalogarse en 4. El Museo Nacional de Ciencia y Técnica de
medio natural. Por último, el ecomuseo función de fórmulas tomadas en présta- La Villette, en París, de reciente creación.
[N. del R.]
prefiere depender de las donaciones o de- mo a otras categorías familiares.
pósitos permanentes en lugar de adoptar Podemos así concebir perfectamente
una política de adquisiciones que podría un museo de los textiles, pero no un eco-
despertar el apetito de los coleccionistas, museo de los textiles, simplemente por-
como sucedió cuando se construyó la co- que los textiles por sí solos no resumen la
lección de cristalería en Le Creusot. En globalidad al mismo tiempo industrial,
cambio, aun cuando el ecomuseo se mar- agrícola, urbana y rural que se trata de
gina completamente del circuito comer- mostrar. Por el contrario, en función de
cial, los prenderos siguen su movimiento su geografia económica y humana, un
y lo amplifican. ecomuseo puede tener una línea domi-
Nada se opone, sin embargo, a que un nante, como en el caso de la mina, por
ecomuseo posea colecciones administra- ejemplo, pero esta dominante sólo se to-
das según las reglas tradicionales. En ma en cuenta en la medida en que ha
otros términos, un ecomuseo puede tener contribuido y contribuye a modelar la
una sección “museo”, en la que estén alo- personalidad social y cultural y aun la
jados principalmente los depósitos del Es- subjetividad de la población. Solamente
tado, sujetos al control habitual. Simple- en ese sentido puede hablarse, por
mente, hay que renunciar a aplicar al ejemplo (y más vale hacerlo con gran pre-
todo los métodos y reglas que convienen caución) de ecomuseos industriales.
a algunas de sus partes. Ahora bien, en la De todas maneras, aunque hay que
medida en que el patrimonio material de cuidarse muy bien de colocar la etiqueta
un ecomuseo está constituido por objetos ecomuseo, parece convenientesin embar-
cotidianos, banales, producidos en serie, go tratar de preservar las posibilidades
incluso usados y, por añadidura, resti- que encierra la “fisiología” del ecomu-
tuidos a su lugar de origen, es evidente seo, evitando que esta fórmula sea siste-
que resulta imposible conservarlos de la máticamente reemplazada, literal o espi-
misma manera que las colecciones de los ritualmente, por la de “centros de cultura
museos de arte. científica y técnica” creados por iniciativa
Destinados a poner de relieve los obje- de la administración y no generados por
tos más corrientes que pasan habitual- una toma de conciencia colectiva, marca-
mente inadvertidos, el ecomuseo se con- dos más por el afán didáctico que por una
sagra naturalmente a levantar inventarios espontaneidad existencial, circunscriptos
categoriales en todos los campos -edifi- a un ámbito cultural ciertamente des-
cios, objetos domésticos, productos de cuidado durante demasiado tiempo,3 pe-
creación popular, etc.- y a constituir un ro que no podría desarrollarse de manera
banco de datos accesible, en el que todo uniforme, sin graves riesgos, en un am-
elemento del patrimonio se convierte en biente segregativo. Ahora bien, se obser-
instrumento documental, a expensas del va desde hace poco tiempo que los eco-
rigor científico necesario. Es el resultado museos tienden a adoptar la estructura de
y el punto de partida de un proceso de in- “centros de cultura científica y técnica”,
vestigación que se vive como una forma- insinuándose en el horizonte una pers-
ción recíproca en la que intervienen los pectiva de ruptura entre lo rural, que per-
responsables del ecomuseo, los usuarios y tenecería al ámbito de los ecomuseosy del
los investigadores y donde se confrontan Museo Nacional de Artes y Tradiciones
la cultura erudita, el saber popular y el co- Populares, y lo técnico, recuperado por
nocimiento técnico. una red de centros vinculados más o me-
Las formas de expresión del ecomuseo nos estrechamente a La Villette.4 Se asis-
200

La procZamación de Zu nueva: museokogía

Pierre Mayrand La nueva museología es algo más que un ¿Cuál es la causa del descontento de los
intento de innovación museológica per- partidarios de la nueva museología?
Especialista en museología comunitaria. Profesor de manente. Moviliza a quienes abogan por ¿Qué factor puede movilizar tan repen-
patrimonio cultural de la Universidad de Quebec, una transformación radical de las finali- tina e imperiosamente tanta gente en tor-
Montreal. Presidente de la ilsociación de Ecomu-
dades de la museología y, en consecuen- no a un concepto aun mal definido y
seos de Quebec. Coordinador del Primer Taller In-
ternacional sobre los Ecomuseos y la Nueva Museo- cia, preconiza una mutación profunda de a procedimientos a veces divergentes?
logia. Presidente del Ecomuseo de la Haute-Beauce, la mentalidad y las actitudes del museólo- Podrían enumerarse diversas razones: el
museo-territorio. Recibió en 1982 el premio de la go. Tal es la conclusión que se desprende retraso cpn que la institución museológi-
Asociaci6n de Museos Canadienses. de los primeros pronunciamientos públi- ca se adapta en los hechos a la evolución
cos de un grupo reunido por primera vez cultural, social y política; la lentitud y la
en Londres en 1983, con ocasión de la incomunicabilidad de los órganos que la
Conferencia General del ICOM, y luego representan’ y también, por supuesto, el
en Quebec en el Primer Taller Interna- contexto subyacente de la crisis mundial
cional sobre los Ecomuseos y la Nueva y la consiguiente revaluación de todas las
Museología. La voz de protesta que se empresas humanas. Pero, a nuestro
manifestara en el Comité Internacional juicio, la causa fundamental debe buscar-
de Museología (ICOFOM), órgano del se sobre todo en el carácter monolítico de
ICOM, evolucionó rápidamente hasta los museos, en la inconsistencia de las re-
convertirse en un movimiento organiza- formas que proponen, en la marginación
do y estructurado que espera dar origen de las experiencias y posiciones que
en noviembre de 1985 a una federación podrían en cierta forma calificarse de
internacional de la nueva museología, comprometidas. ¿Por qué, por ejemplo,
durante el Segundo Taller Internacional las resoluciones adoptadas en 1972 por la
que se celebrará en Lisboa, Portugal. La Mesa Redonda de Santiago2 tuvieron tan
filosofía fundamental de este movimien- poca publicidad y casi ninguna aplicación
to aparece expresada en la “Declaración inmediata? Si a estas frustraciones se
de Quebec” que se reproduce más agregan las que engendra la rigidez del
adelante. sistema y de sus principios, se explica el

Comìderacìo?zesde carúcter generaZ Este nuevo movimiento se pone decididamente al servicio de


la imaginación creadora, del realismo constructivo y de los prin-
En un mundo contemporáneo que procura integrar todos los re- cipios humanitarios defendidos por la comunidad interna-
cursos del desarrollo, la museologia deberá tratar de extender su cional. Se convierte así, de alguna manera, en uno de los po-
cometido y sus funciones tradicionales de identificación, conser- sibles medios de acercamiento entre los pueblos, de su propio
vación y educación para abrirse a iniciativas que sobrepasen esos y mutuo conocimiento, de su desarrollo crítico y de su preocupa-
objetivos y se inserten en los del medio físico y humano. ción por crear fraternalmente un mundo respetuoso de su ri-
Para lograr este objetivo e integrar la población a su accionar, queza intrínseca.
la museología deberá apelar cada vez más a la interdisciplina- El movimiento aspira a un enfoque global de los problemas
riedad, a los métodos de comunicación contemporáneos - y, en este sentido, tiene preocupaciones de orden científico, cul-
comunes al conjunto de la acción cultural- e igualmente a los tural, social y económico.
modernos procedimientos de gestión basados en la participa- El movimiento utiliza, entre otros, todos los recursos de que
ción de los usuarios. dispone la museología (acopio, conservación, investigación
Sin dejar de preservar los bienes materiales de las civiliza- científica, restitución y difusión, creación)y los convierte en ins-
ciones pasadas y de proteger los que expresan las aspiraciones y trumentos adaptados a cada medio y a cada proyecto específico.
la tecnología de hoy, la nueva museología -ecomuseología,
museología comunitaria y demás formas de museología activa- DecZaracìófi
se interesa ante todo por el pleno desarrollo de la población y
refleja los principios motores de su evolución, asociándola a los Comiderando que más de quince años de experiencia de la
proyectos coadyuvantes. nueva museología -ecomuseología, museología comunita-
La proclamación de la nueva miiseoLogía 201

entusiasmo que caracteriza a los nuevos La velada organizada por trece pueblos de
museólogos. Podría reprochárseles que la Haute-Beauce con el lema “El museo
reniegan de los principios sacrosantos de local: para todos y por todos” constituyó
la profesión, que consideran más impor- la prueba de la viabilidad de una mu-
tante el trabajo social que la itica de la seología popular, pese a las críticas de
conservación. Más aún, se los podría acu- que pudiera ser objeto (complacencia,
sar de irreverencia o de ceder a una moda añoranza del pasado), e indicó claramen-
pasajera.3No obstante, no es menos cier- te que estaba a punto de iniciarse una
to que se han producido hechos concretos nueva era museológica. El debate semán- 1. Jean-Pierre Laurent, “Des choses ou des
que es imposible desconocer: además de tico en torno a la Declaración de Quebec gens: la réalité muséale en France”, MNES INFO
las reuniones ya mencionadas, se celebró
..., Bulletin d’ìtzformation,n.’ 1, julio de 1984,
no fue Óbice para lograr el consenso gene- p. 1.
en Montreal en 1983 una Jornada de Es- ral respecto de los principios básicos. AI 2. Hughes de Varine-Bohan, “Santiago de
tudio sobre los Ecomuseos bajo la orienta- rescatar del olvido las consideraciones de Chile 1972: la muséologie rencontre le monde
moderne”, octubre de 1984. (Documento de
ción teórica de Hugues de Varine-Bohan, Santiago de Chile, la Declaración de trabajo presentado en el Primer Taller
precursor de los ecomuseos comunita- Quebec no hace sino reafirmar, como Internacional sobre los Ecomuseos y la Nueva
Museología. )
rios;* se fundaron asociaciones defensoras nuevo punto de partida, el cometido so- 3. Marc-Alain Maure, “Réflexion sur une
de estas posiciones, como Museología cial del museo, la primacía de dicho co- nouvelle fonction du musée”, ICOM Edzcation,
Nueva y Experimentación Social (MNES, metido sobre las funciones tradicionales 1977-1978, p. 31: “L1hese o no museo. este
nuevo tipo de institución cuya función social
en Francia) y la Asociación de Ecomuseos del museo (la conservación, el edificio, supera los límites de la acción cultural
de Quebec; se publicaron numerosos artí- los objetos, el público). Los interrogantes propiamente dicha habrá de desempeñar un
culos que expresan sus ideas y, por últi- y esclarecimientosque en ella se plantean papel importante en el mundo de hoy.”
4. Hughes de Varine-Bohan, “L’écomusée”,
mo, se organizaron cursos de formación deben mucho a los trabajos de Hughes de Gazette, 1978, p. 29-40.
basados en las ideas de la nueva museolo- Varine-Bohan y René Rivard,b que a su 5. Jean-Pierre Laurent, “Essai d’une nouvelle
gía y de la museología popular. vez se basan, por supuesto, en las ideas muséologie de la ville”, Aímées et colections de
France, 1983, p. 75-77 y 160.
El movimiento tiene también su tradi- propuestas por Georges Henri Rivière. 6. René Rivard, “Redéfinir la muséologie”,
ción, que podría rastrearse en los museos Sus términos evocadores son el “museo Contintlité, n.’ 23, 1984, p. 21: “En una
palabra, se pusieron en tela de juicio algunos
vecinales y escolares, en los ecomuseos y integral”, el “museo global”, la museo- principios fundamentales de los museos:
en las experienciasmás recientes de esce- logia popular y comunitaria, la interdis- edificios, colecciones, público, conservadores y
nografía.5 Pero, sobre todo, hubo los ciplinariedad, el desarrollo ... La sociali- presentación”; René Rivard, “Que le musée
s’ouvre ...”, documento ingdito, octubre de
grandes momentos de octubre de 1984, zación de la museología y el cambio de 1984, presentado a los participantes del Primer
cuando en el encuentro de Quebec se actitudes son sus ejes ideológicos. De Taller Internacional sobre los Ecomuseos y la
proclamó la abolición de la primacía del Santiago en 1972 a Lisboa en 1985 asisti- Nueva Museología; Hughes de Varine-Bohan,
“Le musée peut tuer ou ... faire vivre”,
discurso sobre la acción y de la jerarquía mos a la transición de la museología hacia Techniques et architecture, n.’ 236, septiembre
sobre la conviviabilidad y se postuló la la conciencia.social y política. de 1979, p. 52-83: “Incumbe al museo una
nueva misión: reflejar la totalidad del entorno y
autogestión de los talleres y la inserción de la actividad humana 1.. .] como proceso
de los museos en el medio popular, etc. [ Tradacido delfrancés] creador del cambio [...I”.

ria y demás formas de museología activa- en todo el mundo cer este movimiento, así como a adoptar y aceptar en la tipo-
han sido un factor de desarrollo crítico de las comunidades. logia de los museos todas las formas de museología activa.
que han adoptado ese modo de gestión de su futuro; 2. Hacer todo lo posible para que las autoridades públicas reco-
Habida caenta de la necesidad, manifestada por todos los parti- nozcan y apoyen las iniciativas locales en las que se apliquen
cipantes en las diferentes reuniones de reflexión y por los es- estos principios.
pecialistas consultados, de intensificar los esfuerzos para dar 3 Crear, con este espíritu y con el fin de desarrollarestas museo-
a .conocer dicho movimiento; logías y de hacerlas eficaces, las siguientes estructuras perma-
Teniendo @resentela voluntad de sentar las bases organizativas nentes: a ) un comité internacional de ecomuseosy museos co-
de una reflexión común y de las experiencias vividas en los munitarios dentro del ICOM (Consejo Internacional de Mu-
distintos continentes; seos); b) una federación internacional de nueva museología
Considerando que es conveniente dotarse de un marco de refe- que podría asociarse al ICOM y al ICOMOS (ConsejoInterna-
rencia que favorezca el funcionamiento de esta nueva museo- cional de Monumentos y Sitios), cuya sede se instalaría provi-
logia y que articule en consecuencia los principios y medios sionalmente en el Canadá.
de acción; 4 . Crear un grupo provisional de trabajo cuyas primeras funcio-
Considerando que la teoría de los ecomuseosy de los museos co- nes serían establecer las estructuras propuestas, formular los
munitarios (museos vecinales, museos locales) nació de las ex- objetivos y aplicar un plan trienal de encuentros y colabora-
periencias realizadas en diferentes lugares durante más de ción internacional.
quince años; Quebec, 13 de octubre de 1984
Se decide:
1. Invitar a la comunidad museológica internacional a recono- [ Tradzlcido del francés]
202

RESONANCIAS

Los ecomaseos de Qzcebec


René Rivard Antes de 1970 Quebec contaba con pocos Forillon. Lamentablemente, debido a las
museos públicos, tenía una tradición mu- restricciones de sus estatutos, ese organis-
Nació en 1941 en Victoriaville, Quebec. Obtuvo su seológica apenas arraigada y ninguna o mo federal no pudo adoptar esa idea
diploma (B.A.) en 1963. Fue administrador-super- muy pocas restricciones “conservatistas”. -basada en la participación popular-
visor de sitios históricos de Quebec y Ontario entre La “revolución tranquila”, que ya se ha- pero envió a varios funcionarios a estudiar
1970 y 1072; administrador regional de Quebec. en
1972-1973 y jefe de interpretación, museologia y bía abierto camino, despertó en gran par- los parques franceses y sus prácticas de
servicios públicos de Parcs Canada en Quebec en te de la población el deseo de buscar su conservación y animación.
1973-1074. Fundó la firma Muséart en 1978. Es identidad y le dio una conciencia nueva Con el tiempo se organizaron visitas,
consultor en museologia y ha cumplido numerosas de su patrimonio. Sin embargo, mientras cursillos e intercambios más formales.
misiones para la Unesco y el ICOM. Quebec recibió lavisita de Gérard Collin,
en Ontario y en Nuevo Brunswick, las dos
provincias canadienses limítrofes de Jean Pierre Gestin y Georges Henti
Quebec, se iban creando museos conven- Rivière. Francia acogió a René Milot, Ca-
cionales, museos al aire libre de impor- role Lévesque y René Rivard. El momento
tancia y reconstituciones figurativas de culminante tuvo lugar en 1979, año en
conjuntos históricos y fortalezas antiguas, que, gracias a un intercambio organizado
Quebec quedaba rezagado en cuanto a por el OFQJ, un grupo importante de ca-
museología se refiere, buscándose a sí da país realizó un cursillo de un mes en el
mismo. otro país. La fórmula de los ecomuseosera
Entraron entonces en juego algunos muy prometedora y Quebec se interesó
factores que conducirían poco a poco a la mucho por ella.
nueva museología, al ecomuseo, como la
formulación de una primera política de 1979-1982: sargìmìento de dos
desarrollo cultural de Quebec, numerosas primeros ecomuseos en Quebec
actividades de animación en algunas re-
giones, la experimentación y aplicación Tímidamente se inició una primera expe-
de nuevas fórmulas museológicas como riencia en la Haute-Beauce, donde Pierre
los centros de la naturaleza y los centros Mayrand ayudó a un grupo de personas
de interpretación, la descentralización deseosas de salvaguardar en su región una
de los servicios federales de Parcs Canada colección importante del patrimonio re-
- que administra los parques nacionales gional, pero sin convertirla en un museo
y lugares de interés histórico-, así como de corte tradicional. Para ello se creó el
también la mayor participación del Ofi- Museo y Centro Regional de Interpreta-
ce Franco-Québécois pour la Jeunesse ción de la Haute-Beauce, una región mar-
(OFQJ) en importantes programas de in- ginada que recobró cierta autoestima gra-
tercambio entre Francia y Quebec. cias a una identidad mejor definida y que
por el apoyo financiero popular se dotó
1974-1979: Quet?ec se ìl-zteresapor de un instrumento cultural a su medida.
e2 ecomaseo Las actividades de organización, bien
programadas por Pierre Mayrand y
Hacia 1974 se estableció una comunica- Maude Céré, condujeron paulatinamen-
ción informal entre los ecomuseos de los te a la adopción del ecomuseo, a la apro-
Parques Regionales franceses y algunos piación del territorio y su interpretación,
jóvenes museólogos de Quebec. Georges a la búsqueda de la memoria colectiva y
Henri Rivière los guió hacia Mont Lozère, de la creatividad popular.
la isla de Ouessant, las landas de En la primavera de 1980, un grupo de
Gascuiia, Le Creusot, etc. Gracias a la vecinos del centro SUC de Montreal, que
lengua común, la documentación y las trabajaba en las cooperativas de vivienda,
comunicaciones atravesaron rápidamente decidió procurarse medios culturales
el Atlántico en dirección a Quebec. Se addptados a su situación “bloqueada en
Ecomrrsco propuso a Parcs Canada la fórmula del el tiempo y en el espacio”. Claude Wat-
ecomuseo para el conjunto histórico de ters, muchos años expatriado en los Esta-
Grande-Grave en el Parque Nacional de dos Unidos, propuso la fórmula del mu-
Los ecomuseos de Quebec 203

seo vecinal tal como la que se llevaba a la los instrumentos museográfkos que le
práctica en los barrios pobres de las ciuda- permiten alcanzar los objetivos del
des norteamericanas.’ La reflexión popu- ecomuseo.
lar a la que dio lugar esta actividad hizo Este triángulo (véase la figura de la p.
que los promotores dieran rápidamente 202) de la creatividad supone una autén-
otro paso hacia adelante y adoptaran la tica innovación y es una aportación esen-
fórmula del ecomuseo. cial de los ecomuseos de Quebec a la mu-
Se creó así la Maison du Fier-Monde, seología popular. Su práctica cíclica en el 13
que muy pronto participaría en las reivin- tiempo y en el espacio de la región permi- Expresión monumental de los habitantes de
Lambton para “Haute-Beauce creadora”,
dicaciones populares por mejorar la Cali- te fijarse objetivos concretos asequibles a
(1983).
dad de la vida y el entorno de ese barrio toda la población. En 1983, la operación
obrero, un tanto desequilibrado por la “Haute-Beauce creadora” permitió a los
implantación en él de una universidad trece pueblos del ecomuseo afirmar su
-la Universidad del Quebec en Mon- apropiación territorial mediante monu-
treal- y de la central francófona de Ra- mentos, símbolos y actividades’creadoras.
dio Canadá, tras haberlo asolado con una Otro tanto cabe decir de la Maison du
autopista para cuya construcción hubo Fier-Monde, que utilizó como medios un
que derribar más de cuatrocientasvivien- mural colectivo, actividades de solidari-
das. Así pues, la Maison du Fier-Monde dad en el barrio y exposiciones relaciona-
se convirtió muy pronto, según sus pala- das con la búsqueda de la identidad.
bras, en un “ecomuseo de combate”. Se crearon además otros dos ecomu-
En 1931 y 1982 se iniciaron otras expe- seos, el de Deux-Rives, en la región de
riencias de ecomuseos en el valle de La Valleyfield, y el de Saint-Constant, a
Rouge, situado en la parte septentrional orillas del río San Lorenzo, frente a
de las Laurentides, así como en las islas Montreal. Estas dos nuevas instituciones,
del lago Saint-Pierre, medio natural y así como los ecomuseos del valle de La
cultural frágil de ese importante archi- Rouge y el Insulaire (en las islas del lago
piélago del río San Lorenzo. Saint-Pierre) se consolidaron definitiva-
En 1981, Hugues de Varine-Bohan vi- mente y se dotaron, pese a ciertos titu-
sitó la Haute-Beauce y sus ecomuseos in- beos y oposiciones, de medios de acción
cipientes y recomendó una actividad más sumamente prometedores. En el JAL, en
directa, más comprometida en el desa- el condado de Temiscouata, comenzó a
rrollo socioeconómico de la región. En los prosperar desde hace algún tiempo la ten-
cursos de museología y patrimonio dicta- dencia ecomuseológicadentro de ud vasto
dos en la Universidad del Quebec en movimiento cooperativo de desarrollo.2
Montreal y en la Universidad Laval se La Asociación de Ecomuseos de
hablaba a menudo de los ecomuseos, y Quebec cuenta hoy con seis miembros.
varios estudiantes participaron en sus ac- En mayo de 1983 organizó una jornada
tividades y en su organización.En lo suce- de estudio, en la que participaron Hu-
sivo, el ecomuseoformaría parte del “len- gues de Varine y representantes popula-
guaje y del paisaje museológico” de res de todos los ecomuseos de Quebec. En
Quebec. ella se decidió celebrar el Primer Taller
Internacional sobre los Ecomuseos y la
DesarroZZo posterior Nueva Museología, coloquio itinerante
que tuvo lugar en Quebec en octubre de
De acuerdo con la voluntad expresa de su 1984 y que dio origen al reagrupamiento
población, El Museo y Centro de In- internacional de los principales espe- 14
terpretación de la Haute-Beauce se con- cialistas en museología popular. Cartel para una de las actividades de la
Maison du Fier-Monde de Montreal: una
virtió en 1983 en el Ecomuseo de la exposición para la reapertura del mercado
Haute-Beauce. Este cambio confirmó el Caractei6tìcas de dos ecomuseos de Saint-Jacques transformado en oficinas por
éxito de un plan trienal establecido en Qzcebec la alcaldía.
1930 que tenía como instrumento básico
el “triángulo de la creatividad” y los cur- Es interesante observar que los seis eco-
sos de museología popular. Gracias a museos de Quebec tienen cada uno un
éstos y a los métodos de interpretación origen diferente y que ninguno procede
y animación, la población se encamina del sistema de parques, como sucede casi
actualmente con paso firme hacia la siempre en Francia. Vale la pena entonces
apropiación de su territorio y se dota de comparar los “pretextos desencadenan-
1. Véase el artículo de John R. Kinard,
tes” que dieron origen a los ecomuseos de
p. 217. [N. del R.] Quebec:
2. La sigla ]AL pertenece a una corporación
turística creada por tres poblados amenazados de
extinción (Saint-Just, Audair y Lejeune) que Huate-Beuace: evitar la expatriación de
decidieron unir sus fuerzas. una colección de objetos del patrimonio
204 René Rivard

15 16
Paisaje primaveral en la Haute-Beauce. Paisaje otoñal en el valle de La Rouge.

local, fruto de la laboriosidad de un es a la vez interdisciplinario y no dis-


etnógrafo autodidacta; ciplinario, ya que ninguno ha consti-
tuido un comitt científico, como en
Fier-Monde: necesidad de dotarse de ins- Francia. Esta particularidad no denota
trumentos culturales y medios de defensa en modo alguno temor o desprecio por . ..i ,;.
..,x*. .,., ...,.:
apropiados para las cooperativas de vi- un enfoque científico riguroso, sino,
vienda de un barrio obrero; más bien, una preferencia por integrar
a los investigadores profesionales
Insulaire: iniciativa de una estudiante de dentro de la población misma y evitar,
patrimonio ante un medio natural y cul- gracias al comité de usuarios, su aisla-
tural frágil, amenazado además por un miento o su alejamiento en relación
turismo irresponsable; con los objetivos populares que los eco-
museos proponen a la investigación.
Valle de La Rouge: sociedad de patrimo- Los cursos de museología popular que se
nio interesada en la interpretación y en la dictan desde hace algunos años, sobre
acción comunitaria; todo en la Haute-Beauce, pretenden
ser no sólo una innovación en la prácti-
Sairzt-Constant: proyecto de un centro de ca de los ecomuseos, sino además y
iniciación ecológica que va tomando las principalmente un medio eficaz de
proporciones de un ecomuseo; despejar malentendidos sobre los mu-
seos en general, de suscitar una partici-
Deux-Rives: centro cultural, creado en pación activa en la elaboración de los
1979, que decidió convertirse en ecomu- instrumentos de interpteración y de fa-
seo a raíz de un seminario sobre museolo- cilitar la acción comunitaria de trabaja-
gía popular organizado en 1984. dores y museógrafos competentes.
La memoria colectiva de la población es el
Los ecomuseos de Quebec pueden pre- patrimonio primigenio del ecomuseo,
ciarse, frente a los ecomuseos de Europa, del que se ocupan no ya algunos inves-
de ciertas singularidadesy diferencias que tigadores científicos aislados, sino la
muestran bien su carácter y su trayectoria comunidad misma dirigida por las
y por lo tanto su contribución al avance de fuerzas vivas que se encuentran o se
lo que llamarnos la nueva museología. Es- desarrollan en el seno de la misma.
tas características podrían resumirse así: Cabe señalar igualmente que la pobla-
La participación popular no sólo es consi- ción ha recuperado hasta cierto punto
derada esencial, sino que se busca, se el “poder de nombrar” e incluso de re-
fomenta y muchas veces se logra en un definir su territorio, reasumiendo con
grado insospechado. creatividad creciente esa actividad tan
Dicha participación no consiste sólo en el apreciada por sus antepasados que
trabajo voluntario; es también mone- hace más de un siglo habían hecho lo
taria, ya que los ecomuseos se finan- mismo al colonizar la Haute-Beauce o
cian principalmente, o casi exclusiva- el valle de La Rouge.
mente, a base de suscripciones y de La población de los territorios en los que
contribuciones populares. hay un ecomuseo se interesa cada vez
El enfoque de los ecomuseos de Quebec más por trabajar en diversos proyectos
Los ecomweos de Qaebec 205

de desarrollo socioeconómico,tanto en una región, con el fin de crear una red


el campo como en los pueblos y las que pueda ofrecer a la población y a los
ciudades, y por tratar de mantener visitantes una mayor variedad de servi-
dichos proyectos dentro de l‘mites lo- cios y medios más eficaces para llevar a
cales o humanos compatibles con sus cabo actividades museológicas con-
aspiraciones. certadas.
El intenso intercambio de los ecomuseos Hace ya más de diez años que se produjo
de Quebec entre sí, con los ecomuseos el primer encuentro de los especialistas
de otros países y, en general, con toda canadienses con Georges Henri Rivière
institución que trabaje en el campo de que habría de iniciar el movimiento eco-
la educación popular, del desarrollo museográfko en Quebec. Ahora que el
económico y de la revalorización del “padre de los ecomuseos” no está ya entre
patrimonio. Se han efectuado algunas nosotros, Quebec contribuye a su modo
asociaciones fructíferas, por ejemplo, al concierto de los distintos ecomuseos del
entre dos ecomuseos de Quebec, entre mundo como homenaje sincero y elo-
17
el Ecomuseo de la Haute-Beauce y el cuente a su memoria. Exposición popular al aire libre con ocasión
de Coglais en Bretaña, así como entre del Festival del Heno en Saint-Evariste,
un ecomuseo y otros dos museos en [Tradwido del’francé~] Haute-Beauce.
206

EZecomzcseo guna terrepzo en Síueciu

Kjell Engström La evolución registrada en Suecia en el han logrado establecer unos pocos acuer-
ámbito de la museología ha sido de un dos elementales sobre su definición.
Naci6 en 1929. Curs6 estudios de ZOOhgh, bothi- gran dinamismo en las Úhimas décadas.
cay geografia y obtuvo un doctorado en zoología en Al reexaminarse el funcionamiento de
la Universidad de Estocolmo. Fue cateddtico uni- ¿Qué es an ecomzcseo?
versitario de 1957 a 1965 y director del Departa-
antiguas instituciones museográfkas, só-
mento de Relaciones con el Pfiblico del Museo lidamente se ha estudiado Y Mi concepción del ecomuseo está basada
Sueco de Historia Natural (que incluye 10s servicios racionalizado el sistema de documenta- en los debates del Congreso sobre Museos
de administrdci6n, exhibición educarih del mu- ción que utilizan, se han analizado a fori- y Medio Ambiente celebrado en Burdeos.
seo) desde 1965. Durante los años cincuenta fue do las técnicas de presentación y se han Istres, Lourmarin y París en 1972. I En esas
secretario de la Sociedad Sueca Protectora de la Na-
turaleza y redactor de su revista. Entre 1975 y 1081 hecho . _. por
esfuerzos . - - En parti-
cular, se ha discutido de manera mucho
reuniones se formularon y examinaron
por primera vez a nivel internacional
fue presidente de la Asociación de Museos de Suecia
y presidente del Comité Nacional Sueco del ICOM. más amplia el papel de los museos en la muchos de los principios fundamentales
Desde 1980 es presidente del Comité Internacional sociedad. Como resultado, el interés del del ecomuseo. Más tarde se hicieron
de hluseos de Historia Natural. Es miembro del
Consejo Ejecutivo del ICOM. Es responsable de la
público por los se ha acrecentado muchas otras tentativas para ampliar y
planificación de un museo de la montaña y la cultu- -fenómeno reflejado en parte por precisar el concepto. Quisiera resumir
ra lapona enlokkmokk. aumento generalizado del número de aquí brevemente esos intercambios de
visitantes- y ha dado origen, además, a opiniones y recapitular las experiencias
la creación de muchos museos especiali- recogidas desde que se establecieron los
zados que cubren temas como el bosque, museos de este tipo.
el juguete, el automóvil, la aviación y el La noción de ecología reviste una im-
archipiélago costero. portancia fundamental. La palabra mis-
La noción del ecomuseo ha cobrado ac- ma, derivada del griego oikos (hábitat),
tualidad en la planificación de los nuevos fue acuñada en 1878 por el biólogo ale-
museos suecos en los últimos años, a pesar mán Haeckel y designa la rama de la
del hecho de que, a nuestro juicio, la de- biología que trata la interdependencia de
finición de este concepto es todavía vaga. los organismos vivos y el medio ambien-
Pese a haber discutido largamente en te. Desde las primeras etapas del debate
muchos congresos y conferencias, sólo se sobre las características de los ecomuseos,
uno de los principios básicos que se defi-
1. Un extracto de las conclusiones del simposio nieron fue que debían situarse en una
se public6 en un número especial de Museum perspectiva ecológica y reflejar el de-
titulado Los museos y elmedio ambiente, vol.
XXV n.” 1 / 2 , 1973. El autor escribió el editorial sarrollo de la vida cultural y económica en
de ese número. [N. del R.] relación con las condiciones y los límites

18
Mapa que muestra cómo el establecimiento
de una fábrica de acero ha afectado la
economía de la región, tomado de la nueva
exposición de base del Västerbottens Läns
Museet preparada en 1975. Esta fotografía
se publicó por primera vez como ilustración
del artículo de Per Uno Agren “On the
preparation of a new exhibit in the
Regional Museum of Västerbotten
(Sweden)”, h h e n m , vol. XXVII, n.” 3 ,
1976.
EL ecomuseo gana terreno en Suecia 207

determinados por el contexto natural de sultado de su afán de explorar, documen-


la región de que se trate. tar y hacer comprensible su propia histo-
La necesidad de una integración de dis- ria. El ecomuseo debe estar íntimamente
ciplinas obedece a este enfoque ecológico asociado a la población de la tegión y su
de principio. Para realzar y describir lain- estructura debe concebirse de modo que
teracción entre las condiciones naturales y la población pueda influir en su de- 19
la evolución técnica, económica y cultu- sarrollo. Para lograrlo, el criterio más im- Organigrama del Museo Lapón proyectado.
ral, es preciso recurrir conjuntamente a portante no reside en la forma y la organi-
diversas displinas científicas. Por eso, el zación adoptadas, sino más bien en la
ecomuseo se substrae necesariamente a la elección de la orientaciones, que debe-
tradicional clasificación por temas, pues- rían estimular el interés de la población
to que la integración de varias materias por su región y su cultura y, de este modo,
diferentes constituye precisamente su ras- imponerle una responsabilidad mayor
go distintivo. respecto de su futuro. Un enfoque de esta
Otro principio importante es la afirma- indole permitirá también que surja el de-
ción del carácter regional de la institu- seo de dar a conocer la región al mundo
ción. La región no es, en este sentido, una exterior.
zona definida a priori por límites admi-
nistrativos o jurídicos, a menos que esos ¿&sten en Suecia museos que
límites coincidan con los de un área que respondan a taZes criterios?
constituye una unidad por la homoge-
neidad de sus tradiciones, del marco na- La respuesta es simple: no, ninguno se
tural o de la vida económica, por ajusta totalmente. Sin embargo, toda
ejemplo, una región minera, un valle flu- una serie de museos y de actividades co-
vial, una zona agrícola o una zona in- nexas responden en alguna medida a las
dustrial. La noción de ecomuseo tampoco prioridades enunciadas.
podrá circunscribirseal edificio que lo al- Por ejemplo, el Museo al Aire Libre del
berga, situado en un lugar preciso, sino Parque de Skansen, de Estocolmo, conce-
que debería más bien hacerse extensiva al bido según los lineamientos que le impu-
conjunto de unidades que contribuyen a siera Arthur Hazelius, tuvo una influen-
un mismo fin y que están distribuidas en cia determinante en la clarificación de las 20
función de los centros de interés de dicho ideas subyacentes en las primeras defini- VÄSTERBOTTENSLÄNS MUSEET, Ume;.
Exposición itinerante consagrada al museo
museo. ciones del ecomuseo formuladas por provincial de la historia y la cultura locales.
Por último -y Cste es un principio Georges Henri Rivière.2 El principio fun-
fundamental- el diseño de un ecomuseo damental de un museo al aire libre consis-
no puede dejarse a cargo simplemente de te en reunir en un sitio fácilmente acce-
una institución central y tomar la forma sible construcciones provenientes de
de edificios reservados meramente a
reuniones académicas, exposiciones y ac- 2. Véase el artículo "El Museo al Aire Libre de
Skansen: un balance al cumplir noventa años de
tividades educativas. Debe surgir de la vida", Museum, vol. XXXIV, n." 3, 1982,
colaboración con la población p ser el re- p. 173-178. [N. del R.]

21
JÄMTLANDS LÄNS MUSEET, Östersund.
Chalet de verano con un cobertizo para
ganado y ordeño, ubicado en un viejo
poblado de este museo al aire libre
dedicado particularmente a la cultura
lapona. En Museum (vol. X, n.' 3, 1957)
se describieron catorce de estos museos
regionales o locales y se publicó esta
fotografía por primera vez.
208 Kiel,?Enpström

lugares y épocas diferentes a las que se adaptación a la forma moderna de turis- Por último, en Suecia existen también
ubica en un ámbito que recuerda su me- ‘mobasada en el automóvil, con los gran- numerosos museos y actividades afines
dio original. A menudo esto se comple- des desplazamientos que permite. El cuyas bases coinciden en muchos aspectos
menta con actividades ligadas a la artesa- principio consiste esencialmente en utili- con la noción de ecomuseo, lo que tal vez
nía, la agricultura y la utilización de zar una sola instalación para desplegar la explique por qué esta noción todavía no
diversas técnicas antiguas, todas tendien- historia económica de toda una región, se ha impuesto realmente en el país. El
tes a dar una idea general de las condi- ante todo mediante una evocación de sus hecho de que los ecomuseos se hayan de-
ciones de vida de una época determinada industrias, su arquitectura y su atmósfera sarrollado sobre todo en Francia obedece
pero orientadas sobre todo hacia las ob- cultural. Aunque el término ecomuseo se quizás al mayor rigor de la clasificación
servaciones de carácter etnológico y la haya empleado para referirse a museos de por disciplinas tradicional en ese país y
conservación de las tradiciones populares. este tipo, la falta de vinculación con la también a una evolución de otro tipo re-
Durante el siglo xx se crearon en Suecia ecologia y de integración de disciplinas, sultante de las investigaciones realizadas
numerosos museos al aire libre de este ti- así como la ausencia de una participación en los años setenta sobre las nuevas for-
po, en su mayor parte por iniciativa de decisiva de la población en la elaboración mas de organización de la actividad
asociaciones locales. El tema de la exposi- del proyecto hacen que tales instituciones museográfica.
ción (el hábitat y los objetos materiales deban considerarse como museos his-
asociados) se complementa por lo general tórico-industriales, “museos fragmen- Un Buevo maseo que sigue ed
con muestras relativas al trabajo de la ma- tarios”, de los cuales el de Ironbridge, modeh ded ecomuseo
dera, la fabricación de los textiles, las téc- en Inglaterra, constituye un ejemplo
nicas agrícolas, las tradiciones artesana- notable . 3 Desde 1980 se viene desarrollando una
les, la música, la danza, los relatos Otra actividad tradicional digna de concepción del museo que se basa en
populares, etc. mención en este mismo contexto, aunque principio en la noción de ecomuseo. La
En muchos aspectos, entonces, esos no corresponda a la museología pro- iniciativa se remonta a principios de los
parques locales y esos museos al aire libre piamente dicha, son los grupos de estu- años setenta, Cpoca en que se lanzó un
están muy próximos del ecomuseo. Sin dio. En Suecia existe una red ampliamen- proyecto de creación de un museo de los
embargo, en general no hay ningún vín- te desarrollada de estos centros, a los que parques nacionales que pudiera servir de
culo aparente con el tema de la ecologia. muy a menudo están vinculadas las aso- introducción a la visita a los grandes par-
ni se observa un afán particular por in- ciaciones locales. Así pues, por interme- ques nacionales situados en la región
tegrar varias disciplinas, como tampoco dio de los círculos de estudio de la historia montañosa de Laponia. El museo debía
una relación con la evolución social ac- local, numerosos trabajos de gran calidad establecerse en Jokkmokk, comuna que
tual; por lo demás, suelen tener un carác- han permitido que los participantes co- agrupa algunos de los parques nacionales
ter marcadamente local. Varios grandes nozcan a fondo su propia historia local y más importantes.
museos de provincia muestran caracterís- nacional. Los estudios de esta indole Aunque el proyecto no haya logrado
ticas similares, y el esfuerzo de renovación aumentan el interés que despierta la evo- realizarse en esa época, volvió a cobrar ac-
que algunos despliegan se orienta a me- lución de la sociedad, pero sólo en escasa tualidad en las postrimerías de los años
nudo hacia formas de actividad análogas medida se traducen en trabajos museo- setenta. En efecto, como los poderes
a las de un ecomuseo. gráfiicos propiamente dichos, con acopio públicos estaban entonces empeñados en
Algunos proyectos innovadores pre- de materiales relativos a las tradiciones,
sentados recientemente al público tam- los conocimientos, los objetos y los docu- 3. Véase el artículo de Neil Cossons, director-
fundador del museo, “Ironbridge Gorge: el
bién se orientan en tal sentido. Estas mentos reunidos y conservados por la co- museo en el valle”. Museum, vol. XXXII, n.” 3
nuevas tendencias son quizás un signo de munidad. 1980, p. 138-153. [N. del R.]

22
Una típica escena de pastoreo de los años
cuarenta.
EL ecomuseo gana terreno en Suecia 209

23
La cambiante ecología de la región
constituye un verdadero desafío para el
nuevo museo. Aquí un helicóptero traslada
los perros que llevarán la manada de renos
hacia lo alto de la montaña. ,-

-__I__

limitar la explotación de los recursos hipótesis conducía naturalmente a la idea profunda transformación y sólo se dispo-
hídricos de la región, se cernía la amenaza de un ecomuseo y a la metodología que ne de un tiempo limitado para el acopio
de un desempleo generalizado. Por eso se ella implica, obviamente la tomé como de la documentación relacionada con este
me encargó, en vista de la nueva circuns- modelo para la elaboración final del pro- proceso. Entre la población lapona existe
tancia, que volviera a estudiar la posibili- yecto. Esto significaba que deberían res- una clara voluntad de crear por sí misma
dad de llevar a cabo el proyecto de museo petarse numerosas condiciones. un museo central dedicado a su propia
en cuestión. Cabe tener presente que esta región cultura que pueda, además, desempeñar
El estudio correspondiente partía de -cuyo medio natural en muchos aspec- un papel importante como centro de do-
varias hipótesis fundamentales. El museo tos limita considerablemente la acitvidad cumentación y de actividades culturales.
debía servir de museo de los parques na- del hombre- posee, al mismo tiempo, Después de varios siglos de economía
cionales y, por lo tanto, tendría una fun- varios de nuestros recursos naturales más basada en la agricultura, la silvicultura, la
ción introductoria que consistiría en in- importantes, trátese de yacimientos mi- caza y la pesca, los medios de subsistencia
formar a los visitantes de los grandes neros, de energía hidraúlica o de bos- de la población también han sufrido, des-
parques nacionales sobre el medio natu- ques. Por consiguiente, la delimitación de comienzos de este siglo, un cambio ra-
ral, la evolución histórica y la vida econó- regional del campo de acción del museo dical. En efecto, un largo periodo de
mica de las regiones consideradas. A tal no podía establecerseen función a fronte- aprovechamiento de los recursos hídricos
efecto, se preveía una estrecha colabora- ras administrativas, salvo cuando coinci- llega a su término y la población de esta
ción con los diversos organismos y autori- den con las de la zona montañosa. región debe afrontar un grave des-
dades relacionados de uno u otro modo Como la población ha vivido durante empleo. Los organismosde educación po-
con el turismo y la información pública. mucho tiempo en una dependencia total pular y los movimientos locales se ven
El museo debía también llenar el co- de la naturaleza, es imposible entender la abocados a la tarea fundamental de docu-
metido de museo sueco de las regiones cultura que ha surgido en esta región sin mentar este proceso e incitar a la pobla-
montañosas, mediante la organización de tener en cuenta el medio natural donde se ción a participar en la búsqueda de solu-
actividades de documentación acerca del ha desarrollado. ciones a los problemas actuales. En esta
medio natural, la ecología, la población y En numerosas regiones, la población tarea, el museo puede desempeñar un pa-
la vida económica y cultural. lapona sigue viviendo de la misma activi- pel primordial: actuar como centro de ac-
En la década de 1970 había surgido dad económica principal -la cría de tividades y de documentación y poner su
dentro del Consejo Nórdico el deseo de renos-, tal como lo ha hecho durante competencia a disposición del público.
crear un museo central lapón en No- siglos, aun cuando esta actividad acusa en Un museo que pretenda seguir este
ruega, Suecia y Finlandia. {Podría el mu- la actualidad una rápida modernización. camino ampliará entonces su cometido
seo que proyectábamos establecer en La cría de renos se basa absolutamente en tradicional ligado a la constitución de co-
Jokkmokk servir a ese propósito en lo que una explotación equilibrada del medio lecciones, la conservación, la documenta-
respecta a Suecia? Un elemento impor- natural, pero al mismo tiempo sufre aho- ción y la educación. Será capaz, además,
tante que debía tomarse en cuenta era ra intensas presiones por parte de las ins- de lograr que los habitantes de una región
que el museo comunal ya existente poseía talaciones hidroeléctricas, la explotación no sólo lleguen a percibir las relaciones de
una colección compuesta esencialmente minera, el desarrollo de la infraestructura causalidad en la evolución actual para
de objetos lapones. turística, la adquisición de residencias se- luego analizar las consecuencias de esa
El museo debía incluso servir de centro cundarias, la extensión de la red de carre- evolución, sino también para buscar por
local de actividades culturales, abierto a teras y otros efectos laterales de la so- sí mismos una solución a los problefnas
la población de la región montañosa cir- ciedad tecnológica. Como resultado de que los aquejan. Este alcance más amplio
cundante. ello, la economía y la cultura laponas tra- en las orientaciones, así como la metodo-
Dado que un programa basado en esas dicionales se encuentran en una etapa de logía que se está elaborando, le imprimen
210 KjeN E?zgström

24
Cuarenta aiios más tarde, se utilizan
motocicletas para conducir las manadas de
renos.

características diferentes que permiten seo deberán abarcar los aspectos naturales mo, pero asociadas plenamente a los pro-
calificarlo de ecomuseo. e histórico-culturalesen el marco de una pósitos de un ecomuseo.
El estudio realizado en 1980-1981 se presentación temática consagrada al me- Mediante actividades de todo tipo, pu-
tradujo en un proyecto de organización dio montañoso y a su clima, a las modali- blicaciones y exposiciones, el museo brin-
de museo que debía permitir alcanzar to- dades de explotación de la naturaleza por dará información y animación a la pobla-
dos los objetivos mencionados anterior- el hombre y a las diversas culturas que se ción local y a los visitantes del exterior.
mente. Luego de larga reflexión y al tér- han desarrolladoen cada época. Las expo- Un pequeño grupo de personas trabaja
mino de las conversaciones mantenidas siciones deben, de manera clara y simple, en la concepción del museo desde al vera-
con las diversas partes interesadas, en lograr que los visitantes perciban la evolu- no de 1983. Actualmente, todos los pla-
febrero de 1983 el gobierno decidió crear ción registrada durante los últimos siglos: nos están listos, de modo que los trabajos
una institución encargada de construir y antaño, la vida del hombre en esas re- de construcción podrán iniciarse en el ve-
ulteriormente administrar el museo pro- giones dependía enteramente de las con- rano de 1985. La instalación estaría termi-
yectado. En esta institución*participan el diciones naturales; hoy, en cambio, la na- nada, en principio, para la primavera de
Estado, la comuna de Jokkmokk, el Con- turaleza está sometida a las condiciones 1987 y se espera poder entonces iniciar
sejo General de la provincia de Norrbot- impuestas por el hombre. Es así como el una parte de las exposiciones y de las acti-
ten y dos organizaciones laponas, la Aso- aprovechamaniento de los recursos hídri- vidades de formación. Sin embargo, será
ciación Nacional de Lapones de Suecia y cos, la explotación forestal, la explotación necesario contar con un plazo adicional
la Asociación Same Ãtnam.5 del subsuelo, la extensión de la red vial, de varios años antes de alcanzar la plena
Ajtte, nombre que se ha dado al mu- la introducción de especies forestales y de realización del programa.
seo, es la palabra lapona que designa un nuevas variedades de peces han contri- Si logramos llevar a cabo el proyecto de
cobertizo de madera construido sobre pi- buido a la transformación radical de este acuerdo con nuestros propósitos, el mu-
lotes, donde a partir del otoño y durante frágil ecosistema ocurrida en las últimas seo funcionará como un ecomuseo Ilama-
el periodo de migración hacia el bosque décadas. do a desempeñar un papel fundamental
se guardan los utensilios domésticos, la Si el visitante desea apartarse del tema en el desarrollo cultural y social de la vasta
ropa y diversos objetos utilitarios, hasta el fundamental, podrá detenerse en algu- región que lo circunda.
regreso a los terrenos de pastoreo de alta nos sectores reservados a las colecciones
montaña en la primavera. constituidas sistemáticamente, que ofre- [ Tradkido del’ sueco]
Las colecciones del museo abarcarán cen una presentación más completa que
documentos fotográficos y filmicos, gra- la exposición temática. Las instalaciones
baciones sonoras de tradiciones orales y previstas se complementan con una sala 4. Los miembros del Consejo de
Administración son designados por las diversas
de música folklórica, publicaciones y de lectura, una sala de estudio y locales organizaciones participantes.
otros documentos escritos. En el museo dedicados a exposiciones temporales y a 5. Los miembros del Consejo Lapón son
también deberá realizarse una actividad otras diversas actividades intelectuales. elegidos por las asociaciones laponas. “Same” es
la palabra con que los lapones se designan a sí
permanente de investigación, concedién- Las exposiciones organizadas por el mismos en ugrofinés y se aplica también a los
dose especial importancia al desarrollo de museo no deben limitarse al perímetro países donde viven.
la sección lapona, a fin de que cumpla el del edificio. En colaboración con diversos 6 . El museo procurará lograr una inserción
mayor en la población que la reflejada por la
papel de museo central de la cultura lapo- grupos y asociaciones de interés local, es composición del Consejo de Administración. El
na en Suecia, en las condiciones ya ex- posible realizar exposiciones más reduci- objetivo perseguido es obtener la participación de
organizaciones e instituciones muy diversas, en
puestas.6 das, restauraciones del medio natural u especial los círculos regionales, las asociaciones
La organización del museo deberá otras actividades organizadas segín el sis- laponas locales, las organizaciones de protección
ceñirse al esquema que se muestra en la tema de “puestos de avanzada”, que son de la naturaleza, las instituciones académicas,
los museos regionales más próximos, los
figura 19. anexos, unidades de extensión del museo representantes de las escuelas y las autoridades
La exposiciones permanentes del mu- ubicadas en instalaciones ajenas al mis- educativas.
211

EZdesartrtoZZo de ZOS ecomuseos en Portugal

Tras la revolución del 25 de abril de 1974 estudio para la resolución de los proble- António Nabais
se multiplicaron en Portugal las iniciati- mas que los afectan y, al mismo tiempo,
vas culturales de carácter local destinadas ayudan a descubrir los recursos locales, Nació en 1947 en Oliveira de Frades, Viseu, Portu-
a presentar los rasgos característicos de ca- tanto los económicos, energéticos y tec- gal. Licenciado en historia en la Universidad de Lis-
boa, realizó estudios de conservación en el Instituto
da comunidad. Los museos locales surgi- nológicos como los turísticos, culturales y Portugub del Patrimonio Cultural. Es director del
dos durante los ííltimos diez años se recreativos. Muchos de los museos locales Museo Municipal de Seixal y profesor de historia en
vieron beneficiados por el cambio de la si- que aplican estos principios continuaron escuelas secundarias y en la Universidad Interna-
tuación políticosocial, especialmente.por designándose museos municipales, iden- cional de la Tercera Edad (UITI). Ha publicado:
la gestión democrática de los municipios, tificados con el nombre de la localidad Histót+a do Conceho do Seixd (vol. 1: Cronologia;
vol. 2: Banos, Seixal, Edición del Concejo Munici-
y se convirtieron en instrumentos útiles (normalmente la sede del Concejo Muni- pal de Seixal, 1981y 1982). Ha escrito además, artí-
para las comunidades que los crearon y cipal). Gracias a los ecomuseos o a la mu- culos sobre la historia local en diversas revistas.
que continúan administrándolos. Estos seología activa aplicada en estos museos,
museos, sin ignorar los objetivos genera- la noción de espacio museológico se ha
les que definen un museo -acopiar, con- vuelto más amplia: ha salido de las cuatro
servar, investigar, exponer y divulgar los paredes del antiguo palacio, convento u
testimonios materiales y espirituales del otro edificio utilizado como museo y se ha
hombre y su medio ambiente- han dado extendido a todo un territorio donde las
una nueva dimensión a la museología tra- actividades humanas han dejado sus
dicional. Estos nuevos museos no se pro- huellas en el paisaje natural.
pusieron la simple acumulación de colec- Los museos que presentan estas carac-
ciones, sino más bien la utilización de los terísticas innovadoras corresponden al
testimonios tangibles e intangibles del territorio de un concejo (Ecomuseo de
patrimonio cultural que contribuyen a la Seixal, Museo Municipal de Alcochete,
comprensión, la explicación y la expe- Museo Rural y del Vino del Concejo de
riencia de la realidad social, económica e Cartaxo, Museo Municipal de Benaven-
histórica que modelara las diversas comu- te), o de una parroquia (Escalhao) o
nidades. Los principios teóricos y prácti- parroquias (Museo Etnológico de Monte
cos del movimiento de los ecomuseos Redondo), o bien de un pueblo (Mérto-
fueron particularmente bien recibidos la). Su organización sigue un modelo ya
25
por la población y por muchos dirigentes bien establecido.Una sede central aloja la ECOMUSEUD O S E I X A L . Exposición
localesporque, en los momentos de crisis, exposición permanente y los departa- didáctica sobre la pesca en la sede central
constituyen instrumentos de reflexión y mentos auxiliares del ecomuseo respon- del museo.

26
MUSEU ETNOLOGICO D E MONTE
R E D O N D O . Taller de talabartero.
212 António Nubuis

27
Reparaci6n de una cisterna utilizando
técnicas locales.

!
1

sables del acopio, la restauración, el estu- yecto no tuvo continuidad. Tal como lo
dio, la documentación, las reservas y de la explicara el arquitecto paisajista Fernan-
organización de exposiciones temporales do Pessoa, que fuera uno de los promoto-
y otras actividades educativas. De allí los res de esta aventura, “no dejó de ser una
visitantes se dirigen hacia las unidades actividad cultural más, malograda por la
museológicas distribuidas en el territorio ignorancia de algunos sectores del poder
del ecomuseo. Esas unidades permiten no central y por su incapacidad para
28 sólo la descentralización de las activida- comprender ciertas cosas que van más allá
MUSEU DE M É R T O L A . Curso para des y de las instalaciones, sino también la de su inmediato y limitado interés” .2
principiantes d e restauración de esculturas participación de la población en la con- Otro proyecto de ecomuseo logró en
e n madera policromada.
servación y la nueva utilización in situ de cambio llegar a término con éxito. Así en
las construcciones y objetos significativos 1982 se inauguraba el Museo Municipal
que constituyen el patrimonio local. Otra de Seixal, que ya describiera en un artícu-
característica innovadora de estos museos lo del n . O 142 de Mmeum.3 En 1983, al
locales reside en la variedad de sus colec- proponerlo como candidato al Premio
ciones, que reflejan la zona de influencia Europeo del Museo del Año, Kenneth
en la multiplicidad de sus aspectos geo- Hudson escribía lo siguiente: “En Portu-
gráíkos, económicos, sociales, culturales, gal nos impresionaron sobremanera el es-
históricos, artísticos, tecnológicos, etc. tilo y la eficacia de los nuevos museos de
Por supuesto, las poblaciones locales Seixal y de Santiago do Cacém [ ...l. En
participan estrechamente en la vida del todos esos lugares, un talento, un entu-
museo: desde la donación de objetos y el siasmo y una originalidad excepcionales,
suministro de informaciones sobre los es- unidos a largas horas de trabajo, conduje-
pec’menes que se utilizarán, hasta la re- ron a resultados que podrían parecer im-
cuperación y restauración de las piezas y posibles a quienes trabajan en museos
la participación en trabajos de estudio y más convencionales y en países más
en actividades de animación. ricos.”

La idea de la creación de un ecomuseo En noviembre de 1984, el Ecomuseo de


en Portugal surgió por primera vez en Seixal inauguró otra etapa de su de-
1979 a propósito del Parque Natural de la sarrollo con la reapertura de un astillero
Serra da Estrela.’ Bajo la supervisión de artesanal cedido por la Administración
Georges Henri Rivière, que visitara dos General del Puerto de Lisboa. Este
veces el lugar, un equipo de investigado- núcleo, dedicado a la historia naval, se
res universitarios iniciaron los trabajos
1. Fernando Pessoa, “Ecomuseu e parque
preliminares necesarios para la apertura natural: urna filosofia ecologica de
de este tipo de museo: desde el contacto regionalização”, Nuturulem e puisugem (Lisboa,
con las poblaciones de la zona y el acopio Serviç0 Nacional de Parques, Reservas e
Património Paisagistico), n.’ 6, diciembre de
de materiales etnográficos, hasta la ad- 1978.
quisión de edificios característicos de la 2. Fernando Pessoa, “ O ecomuseu”, Diuno de
arquitectura de la Serra da Estrela y la in- noticias, 19 de diciembre de 1984.
3 . António Nabais, “El Museo Municipal de
vestigación científica llevada a cabo con Seixal: un ecomuseo del desarrollo”, Museum,
criterios interdisciplinarios. Pero el pro- VOI. 36, n.”2, 1984, p. 71-74.
El desarrollo de los ecomuseos en PortuRal 213

instaló en un antiguo astillero tradicional


de Arrentela. Además de exhibir el espa-
cio propio para la construcción naval con
todas sus instalaciones y una exposición
sobre la vida en el estuario del río Tajo
(construcción naval, tráfko fluvial, pes-
ca), se presentan las embarcaciones típi-
cas del Tajo que fueran adquiridas por la
administración local para que permane-
cieran como testimonios del arte naval
tradicional: la fragata, el varino, la falúa.
Esta última, completamente restaurada,
se utiliza para realizar visitas guiadas por
los brazos del río Tajo que permiten estu-
diar de cerca los restos de las más antiguas
obras de infraestructura de la zona
ribereña, por ejemplo, los molinos de
agua, las instalaciones para el secado del
bacalao, los grandes y pequeños puertos,
las fábricas y los astilleros navales. La ins-
talación de la exposición de este núcleo 29
no hubiera sido posible sin el concurso de actividades culturales en colaboración ECOMUSEUD O ALCOCHETE.LOS
los antiguos obreros de la construcción con las escuelas, además de las visitas de pantanos salinos.
naval (carpinteros de barcos y calafates) estudio a los diversos núcleos. Para facili-
que donaron sus herramientas y propor- tar estas visitas, la municipalidad de
cionaron información sobre las técnicas Seixal adquirió un ómnibus que puso a
tradicionales utilizadas en esos astilleros. disposición de la población local. Por su
Por otra parte, el núcleo históico insta- parte, el ecomuseo ofrece a los estudian-
lado en Arrentela -donde puede ras- tes, investigadoresy profesores documen-
trearse la evolución de la construcción na- tación escrita e iconográfka, además de
val hasta por lo menos la época de la objetos que ilustran las diversas activida-
expansión portuguesa- ofrece las insta- des económicas del kea. La población lo-
laciones adecuadas para la creación de cal, en gran parte obrera o bien pertene-
una escuela de construcción naval cuyo ciente al sector terciario, solicita a
maestro será el carpintero especializado menudo la cooperación del museo para
que, en el Núcleo Histórico Naval, fabri- llevar a cabo sus actividades culturales co-
ca miniaturas de embarcaciones típicas lectivas. La acción del museo ya ha supe-
del río Tajo y, al mismo tiempo, explica rado largamente los límites de la muni-
a los visitantes el trabajo de la madera se- cipalidad y su intervención es con
gún las técnicas tradicionales. En este frecuencia requerida por las autoridades
momento se prepara un núcleo de los de los distritos, los establecimientos de
molinos de agua que, a la brevedad, enseñanza, las colectividadesy otros orga-
terminados los trabajos de investigación y nismos públicos o privados.
restauración, servirá a la comunidad co-
mo centro de estudio e investigación. Se Ed Museo Etnodógìco de Monte
proyectan también otros núcleos organi- Redondo 30
zados en torno al horno de cal, al lagar de ECOMUSEUR U R A LE D O VINHO D O
vino, al lagar de aceite, a los puertos anti- Creado en 1981, este museo presenta ca- CONCELHOD O C A R T A X O La . taberna
permite establecer contactos con la
guos, a los sitios arqueológicos (romanos racterísticas innovadoras en el campo de población local.
e industriales), a los barrios antiguos de la la museología. Aunque al principio la
ciudad y al centro del patrimonio cultu- idea fue seguir la práctica museológica
ral, que ya forman parte del itinerario del tradicional, limitándose al acopio y exhi-
ecomuseo. En Cruz de Pau se creó el bición de objetos etnográfkos, el dina-
Núcleo del Agua, en una estación de mismo de la realidad local hizo que se
bombeo donde equipos antiguos y mo- alterara el proyecto inicial; el grupo pro-
dernos ilustran el proceso de abasteci- pulsor comprendió rápidamente que las
miento hídrico desde los tiempos anti- “limitaciones de una museología separa-
guos hasta la actualidad. da del entorno material y social la conde-
El Departamento Educativo del museo naban a no ser más que una cierta forma
ha mejorado sensiblemente la calidad de de monólogo” .4
los servicios prestados a los establecimien-
tos de enseñanza, organizando exposi- 4. “Museu Etnologico de Monte Redondo”,
ciones temporales e itinerantes y otras Meridies (Monte Redondo) n.’ 1, 1984.
2 14 António Nabais

La reformulación del proyecto inicial dores, alfareros, curtidores, zapateros, vestigación, programación y preparación
condujo a la definición del principio se- herreros, podadores, carreteros, rintore- de los proyectos, así como en la organiza-
gfin el cual “el museo debe contribuir a ros y tejedores de mantas y de esteras, has- ción de coloquios y en el establecimiento
mejorar las condiciones materiales y cul- ta aperos agrícolas y muebles y trajes po- de contactos con la población y los conce-
turales de la vida de la población local”. pulares. Se está estudiando la posibilidad jales municipales y parroquiales.
Siguiendo esta premisa, el museo, cuya de crear algunas unidades de extensión, En la sección central se presenta en for-
zona de influencia se extiende hasta las en particular mediante la rehabilitación ma diacrónica la evolución del hombre y
parroquias de Monte Redondo y de Ba- operativa de las salinas, abandonadas del territorio de la Municipalidad de Al-
jouca, ha orientado sus tareas según un desde hace unos años. Además de sus ac- cochete. Los diversos núcleos están dedi-
nuevo plan que da prioridad al diálogo tividades de acopio e investigación, el cados a las actividades económicas que a
entre los especialistas, las autoridades lo- Museo Etnológico de Monte Redondo or- lo largo de la historia han sido las más des-
cales y la población que, conjunta y siste- ganiza exposiciones temporales y publica tacadas de la región, tales como la explo-
máticamente, participan en las diversas la revista Meridies, dirigida por Armindo tación de los pantanos salinos, la agricul-
actividades, desde el acopio y el estudio dos Santos, que constituye un vínculo tura, la construcción naval y el transporte
de los materiales -incluyendo la anima- entre el museo, las universidades y los fluvial.
ción y la difusión- hasta la colecta de centros de investigación nacionales y El núcleo de las salinas está constituido
fondos destinados a la adquisición de edi- extranjeros. por una antigua explotación que, conti-
ficios e instalaciones para el museo. gua a otras salinas ya modernizadas, sigue
La presencia de un equipo de espe- EZ Ecomuseo de AZcochete funcionando con el equipo tradicional:
cialistas compuesto de antropólogos, cobertizos, utensilios, bombas, ma-
geógrafos, un historiador y un etnomusi- En Alcochete, en la orilla meridional del quinaria, etc. El núcleo rural se aloja en
cólogo garantiza el carácter interdiscipli- estuario del Tajo, la fase de organización una antigua granja donde puede verse el
nario de las investigaciones. Son ellos del ecomuseo está ya muy adelantada. La equipo de aprovisonamiento de agua uti-
quienes se ocupan de organizar las colec- municipalidad puso en práctica diversas lizado en el lugar: la noria, el pozo, la cis-
ciones (inventarios y ficheros) y el fondo medidas para posibilitar su apertura, ha- terna. En este núcleo se exhiben instru-
de documentación general, así como bilitó locales para la sede central y los mentos agrícolas reunidos por Jacome
también de promover estudios sobre la núcleos museológicos distribuidos en to- Ratton, que documentan la vida rural y la
antropología, la historia, la entomología, do el territorio y prestó apoyo a las investi- evolución tecnológica que se operara en
la botánica, la etnomusicología y la ar- gaciones, especialmente en el campo de las granjas de la región, desde las
quitectura popular de la región. El museo la arquelogía, la etnología y la historia. pequeñas explotaciones hasta los latifun-
mantiene una relación constante con la Todos estos trabajos de investigación y de dios. Otros núcleos museológicos que se
universidad, no sólo a través del trabajo acopio de material representativode la vi- crearán más adelante estarán destinados a
de estos especialistas, sino también por el da de la comuna fueron realizados con la preservar in situ los vestigios materiales
apoyo logístico (alojamiento, transporte, participación activa de los habitantes. Los más significativosde la historia local: hor-
a!imentación, material fotográfico, etc.) representantes locales mostraron un nos de pan, hornos de cal, hornos de cerá-
que ofrece a los grupos universitarios que extraordinario interés por la instalación mica, molinos de viento, etc.
realizan estudios en su territorio. del museo y se esforzaron por estimular Los itinerarios museológicos incluirán
Las colecciones, que son de carácter el trabajo en equipo. Los especialistas también visitas a la Reserva del Estuario
bastante variado, ilustran las principales -museólogos, arquitectos, ingenieros, del Río Tajo (parcialmente situada dentro
actividades económicas que se desarrolla- etnólogos y arqueólogos- que no perte- del territorio del concejo) y al centro his-
ron en la región e incluyen desde los uten- necían a la comuna participaron gratuita- tórico de la ciudad.
silios utilizados por los resineros, aserra- mente en la realización de las tareas de in- Durante la etapa preparatoria se orga-

31
ECOMUSEUR ~ J R A EL D O V I N H O DO
C O N C E L H O D O C A R T A X O . La sede
central del museo.
El desa?rollo de los ecomuseos en Portwu; 215

nizaron visitas de estudio, coloquios y ex- dustriales que hace posibles: la pesca, el tura rural que permanece vigente en estas
posiciones para los habitantes de la región turismo y la explotación de los pantanos tierras de Ribatejo, donde desde los albo-
y, en especial, para la población escolar. salinos, entre ellas. res de la nación portuguesa la vitivinicul-
AI comienzo de los años ochenta, la tura constituye la actividad económica
Otras iniciativas Municipalidad de Cartaxo dio los prime- primordial. El programa del museo prevé
ros pasos para la creación de un museo lo- la creación de núcleos que serán al mismo
En Portimão, al sur de país, se creó una cal. Así, adquirió una antigua explota- tiempo centros de estudio e investiga-
comisión para la instalación de un museo ción agrícola, la Quinta das Pratas (cuyos ción. Los circuitos propuestos permiten
municipal que, desde hace un cierto espacios se adaptaron para instalar los ser- eventualmente abrir la Ruta del Vino,
tiempo, realiza el inventario, el acopio, la vicios y exposiciones del museo) y una co- que combinará el turismo propiamente
preservación y el estudio del patrimonio lección heterogénea que había sido reuni- dicho con una iniciación a la vida econó-
cultural, particularmente industrial. En da por el agricultor y ganadero Duarte de mica de la región. El Ecomuseo Rural y
esta ciudad existen fábricas de conservas Oliveira. Las piezas, a pesar de ser nume- del Vino de la Municipalidad de Cartaxo
de pescados cerradas hace sólo unos pocos rosas y valiosas, no documentaban sufi- intenta hacer que la población aproveche
años, que son fundamentales para el es- cientemente la actividad agrícola predo- mejor los recursos naturales y humanos, y
tudio de la historia contemporánea de minante, que es la vitivinicultura. Este por eso se postula como un instrumento
Portugal y que, como los astillerosnavales vacío pudo llenarse gracias a la participa- útil para el desarrollo de la región.
que las rodean, forman parte del paisaje ción de la población, que entendió fácil- Hace cinco años se inició en Mértola
histórico de Portimão. Los trabajos en mente el significado y el valor del museo una nuevo experimento en el campo de la
curso han permitido recuperar máquinas y donó materiales relativos a las diversas arqueología y la museología. También
antiguas y también prensas IitogrSicas y etapas de la producción del vino. En allí los concejales, los especialistas y la
otros materiales de impresión que volve- 1984, la Municipalidad de Cartaxo orga- población comenzaron por reunirse para
rán a utilizarse con fines educativos y cul- nizó reuniones entre agricultores, conce- intervenir conjuntamente en la defensa,
turales. jales y especialistas para discutir sobre el el estudio y la difusión del patrimonio
Se proyecta extender las actividades del tipo de museo que mejor representaría la cultural. El Dr. Claudio Torres, respon-
museo sobre todo el territorio del concejo vida de la región y que mejor respondería sable de los aspectos arqueológicos, expli-
y, en especial, hasta la cuenca del río Ara- a los problemas reales de la población. El ca de esta manera los trabajos en curso:
de que exige una intervención urgente mismo año se realizó una exposición que “La arqueología es considerada aquí co-
para detener la contaminación de las no sólo hizo conocer al público el tipo de mo el acceso a un saber firmemente
aguas, la degradación progresiva de sus museo que había de crearse (el Ecomuseo arraigado en la totalidad de un pasado le-
orillas y la obstrucción aluvional de su Rural y del Vino de la Municipalidad de jano o reciente. Es sobre esta totalidad
lecho. Cartaxo), sino que al mismo tiempo sirvió histórica que la comunidad construye su
Los objetivos inmediatos del Museo para hacerle descubrir y apreciar el patri- memoria colectiva, cuyo patrimonio le
Municipal de Portimão son la solución de monio local. El museo se compone de una pertenece de manere inalienable. Nues-
los problemas más graves que afligen a la sección central instalada en la Quinta das tro método ha consistido en reunir y fijar
población local: la contaminación y la Pratas y propone varios circuitos que per- esa memoria y en reagrupar esas estructu-
obstrucción del río Arade y la destrucción miten descubrir las viviendas y el paisaje ras y esos gestos combinando la didáctica
y el abandono del patrimonio naval e in- de Ribatejo y, junto con sus recursos, las indispensablecon una eficaz rentabilidad
dustrial que forma parte del escenariotra- actividades allí ejercidas en el pasado y en social y económica.”
dicional y que representa, además, una la actualidad. El museo pondrá a disposi- El Museo de Mértola está constituido
fuente de riqueza económica para la co- ción de la población local y de los visitan- por varios núcleos museológicos distri-
munidad por las diversas actividades in- tes los elementos reveladores de una cul- buidos en toda la ciudad, que son el “re-

32
MUSEU D O BENAVENTA. Henramie1ltaS
y maquinaria agrícola present:adas en la sede
central.
216 António Nabais

sultado de los trabajos de desarrollo cul- que se siguen produciendo en la región. rán sus conocimientos teóricos y prácticos
tural y de intervención activa en la vida En la antigua ciudad de Noudar, si- en diversas actividades, como la cerámica,
social de la región”. El Museo de Arte tuada a siete kilómetros de Barrancos, la la pintura, la cestería, la carpintería, el te-
Sacro, instalado en la antigua Iglesia de la Municipalidad ha apoyado una iniciativa jido y la manufactura de cuerdas y medias
Misericordia y en su sacristía, no sólo que es todavía nueva en Portugal: un pro- (dos tradiciones locales).
exhibe una importante colección ico- yecto de restauración de edificios que Se está estudiando la organización de
nogrSica y objetos litúrgicos sino que aprovechará la mano de obra local si- varios núcleos que constituyen otro
también se ocupa de restaurar y tratar los guiendo las técnicas tradicionales de ejemplo de la participación de la pobla-
materiales. El Taller del Herrero, situado construcción. Ello permitirá la conti- ción en la vida del museo: los núcleos del
en el centro histórico de la ciudad, se in- nuidad de técnicas que se estaban per- molino de agua, del molino de viento, de
serta perfectamente en el itinerario mu- diendo y, al mismo tiempo, creará nuevas la herrería y de la talabartería (dos profe-
seológico, como testimonio de una activi- fuentes de trabajo. Con palabras del Dr. siones tradicionales que continúan en
dad artesanal que desempeñó un papel Claudio Torres: “El objetivo de nuestro plena actividad), de las salinas de Pancas
importante en la vida de la comunidad. proyecto no consiste solamente en buscar (en colaboración con la Municipalidad de
En cuanto a los Archivos Históricos, los testimonios y documentos enterrados Alcochete), de la pesca y las embarca-
fueron recuperados y catalogados de mo- de los que los hombres han perdido me- ciones fluviales.
do que puedan servir a las necesidades de moria, sino en hallar las fuentes aún vivas Estos museos locales, denominados o
la investigación. de la cultura oral y aprender y valorizar los no ecomuseos, muestran que en Portugal
El Museo de Mértola dio especial im- sabios gestos de los artesanos y sus técni- existe una nueva práctica museológica, es
portancia a la investigación, sobre todo a cas bien probadas a lo largo de los siglos.” decir, una museología activa íntimamen-
la investigación arqueológica, lo cual ha En 1980 se inauguró en Benavente el te ligada a la vida de las poblaciones.
permitido la creación de nuevos núcleos: Museo Municipal Dr. Antonio Cabral Podríamos referirnos a otras experiencias,
un centro de arte e historia de la época Ferreira Lourenço, cuyo patrimonio se como la del Museo de Fermentões, en el
islámica, que se instalará en un bello edi- reunió con las donaciones del Dr. Ferreira notte del país, el Museo de Escalhão, en
ficio del siglo X V I I en curso de restaura- Lourenço, del Sr. Joaquim Parracho y de el distrito de la Guarda, el Museo de
ción; un núcleo romano (museo in sita) la población en general. Las colecciones, Carregueiros,en el centro del país, el Mu-
ubicado en el subsuelo del edificio de la que son muy diversas, representan aspec- seo de Estremoz, el Museo Municipal de
Municipalidad, que ha sido restaurado de tos de la vida económica, cultural y social Voutela, el Museo de Peniche y muchas
manera de poner en evidencia los pisos y de las poblaciones de la municipalidad de otras iniciativas populares que se han Ile-
cimientos de una construcción urbana del Benavente: piezas y herramientas artesa- vado a cabo en los últimos años en
siglo IV; un núcleo paleoctistiano (tam- nales, instrumentos agrícolas, objetos de muchos lugares del país.
bién museo in sita)instalado en las ruinas uso doméstico, trajes y bordados regiona- Centrado en el tema de los museos lo-
de una basílica de los siglos v, VI y VII, les, una pequeña colección arqueológica cales, el Segundo Taller Internacional de
que está considerado como el centro más local, fotografías y tarjetas postales anti- los Ecomuseos y de la Nueva Museología,
importante del país en lo que a epigrafía guas, periódicos, revistas y libros. que se celebrará en Portugal en 1985,
paleocristiana se refiere; el castillo, impo- Entre las actividades del museo se vendrá al encuentro de un movimiento
nente conjunto arquitectónico del siglo cuentan un programa de inventario de su museológico caracterizado por diversos
XIV, donde va a presentarse al aire libre patrimonio, la organización de exposi- aspectos nuevos, merecedores de estudio
una colección de esculturas en piedra ac- ciones temporales y de visitas escolares y y reflexión, cuyos resultados significarán,
tualmente dispersas en la ciudad. En el la prospección arqueológicay localización estamos seguros, una contribución im-
Centro de la Artesanía se exhibirá una co- de sitios. Actualmente se están organi- portante a la comunidad internacional.
lección etnogrSica actualmente en for- zando y equipando dos talleres destina-
mación y funcionará un taller-escuela de dos a los jóvenes que, debidamente
fabricación y venta de las mantas de lana orientados por instructores, profundiza- [ Trudaczdo dedpo~tagaés]
217

33
Llegar a comprender el comportamiento
de la rata fue lo primero que interesó
a los visitantes de la exposición La rata:
indeseab¿e convidada del hombre,
organizada por el Anacostia Neighborhood
Museum.

34
El autor pronunciando un discurso en la
Sociedad Histórica de Anacostia. Al fondo,
la exposición Anna J. Cooper: una voz
de¿ Sur. Anna J. Cooper fue una esclava
liberta del Sur que obtuvo un doctorado en
la Sorbona.

El mzdseo vecifzad catafizador


de los cambios sociaZes
Entonces vi (...) un museo instadado en mados cambios, otros empezaron a parti- John R. Kinard
un bamo modesto, quepara atraer ados cipar en masa, y con mayor energía que
jóvenes necesitaba da infusión de una nunca desde la Gran Depresión de los Nació en Washington en 1936 y se diplomó en el Li-
forma, un diseño, o deformasy motivos años treinta, momento en que el pueblo vingstone College en 1960 y en el Hood Theological
mÚdt$lesy codorì20~.Eltiempo es esca- provocó cambios reales en la política y en Seminary (Salisbury, Carolina del Norte) en 1963.
Gracias a la Operation Crossroads Africa, en 1962
so y nos queda mucho por recorrer. Ed las instituciones de la nación, los museos entró en estrecha relación con diversos organismos
camino es dificil y el futuro incierto, entre ellas. africanos, gubernamentales y privados. Ha realiza-
pero (...)hemos dado elprimerpaso. 1 Lewis Mumford, crítico social, filósofo do frecuentes viajes por África, Europa y el Caribe
e historiador americano, cuyas numerosas que le han permitido conocer innumerables museos
nacionales e internacionales, donde a menudo ha
El 1.O de febrero de 1960, cuatro jóvenes obras estudian las relaciones entre el pronunciado conferencias. Defensor de las causas
estudiantes universitarios de color se aco- hombre moderno y su entorno, escribía comunitarias, es director del Museo Vecinal de Ana-
modaban en la barra de la cafetería de los en 1938 en The cadtiwe of cities: “Las costia desde 1967.
almacenes Woolworth de Greensboro, épocas pasadas se van acumulando capa
Carolina del Norte. Este gesto aparente- sobre capa en la ciudad, hasta que la vida
mente trivial era en realidad un aconteci- misma acaba por verse amenazada de as-
miento destinado a devenir histórico: f ~ a entonces,
; en una clara reacción de
marcaba el comienzo de un cambio tanto defensa, el hombre moderno inventa el
en la estrategia como en la aceleración de museo. ” Evidentemente, para Mumford
la lucha por los derechos civiles en los Es- los museos eran edificios destinados a ser-
tados Unidos de América. Voces jóvenes vir de mausoleo a los restos de cuanto de
y nuevas, voces que marchaban al ritmo muerto quedaba sobre la tierra y sin nin-
de un son muy diferente rechazaban los gún papel esencial que desempeñar en la
antiguos métodos y los liderazgos tradi- vida presente o futura de las comunida-
cionales. Nunca más las veneradas insti- des en las que se encontraban o podrían
tuciones norteamericanas seguirían fun- llegar a encontrarse ubicados. Neil Harris
cionando como lo habían hecho hasta
entonces. Si bien algunos se opusieron 1. S. Dillon Ripley a John R. Kinard, 12 de
violentamente a los tan necesarios y recla- mayo de 1972.
218 Tohn R. Kinard

35
Participación en el ciclo agrícola: niños
que toman parte en un proyecto del
Departamento de Ciencias del Anacostia
Neighborhood Museum cosechan sus
cultivos en el terreno contiguo al edificio
del museo.
36
Niños que visitan la exposición La mujer
negra: JUS luchas coztra la discriminación
ponen a prueba su talento de lectores.

[1978] opina en cambio que el éxito de sobre Selma (Alabama), el asesinato de ra cumplir su misión. En 1969 se celebró
los museos tal como lo entendían sus fun- Martin Luther King, la afluencia de en el MUSE -Bedford Lincoln Neigh-
dadores “dependía de su capacidad de negros y latinoamericanos a los centros borhood Museum de Brooklyn, Nueva
llegar a un vasto público de profanos, urbanos, la decadencia física y espiritual York- un simposio de tres días sobre el
captar su atención, aumentar sus conoci- de las inner-cities,2 la rápida expansión papel del museo en la comunidad. Los
mientos y formar un sentido de la posibi- de las comunidades blancas suburbanas, representantes de los museos más tradi-
lidad’’. Y concluye afirmando rotunda- la explosión de la actividad revolucionaria cionales y prestigiosos tuvieron ocasión de
mente que los museos pueden “influir en estudiantil contra la guerra de Viet-Nam, entablar un fructífero diálogo con los di-
una clientela heterogénea, desprovista el creciente movimiento contracultural rectores y el personal de los centros artísti-
-o casi- de presupuestos y pretensiones de oposición al sistema social establecido cos y museos vecinales. El tema del en-
estéticas”. y otros tantos hechos que como éstos afec- cuentro -uno de los primeros de este
Antes se acusaba a los museos de pres- taron profundamente las instituciones tipo- era la falta de contacto entre los
tar muy poca atención a las necesidades culturales en general y los museos en par- museos y las comunidades que los ro-
sociales y culturales del público en gene- ticular? dean. Después que la población blanca
ral. Theodore L. Low [ 19421criticaba a los abandonara los barrios céntricos a raíz de
museos que estaban únicamente al servi- EZementos deZ man$ìesto los disturbios de 1968, muchos museos se
cio de un público privilegiado y abogaba encontraron cercados por grupos mala-
enérgicamente por el fomento de la edu- El museo de los años sesenta, trascendien- venidos y ruidos discordantes. Entre los
cación popular, sin desatender por ello do el concepto tradicional de lugar de al- puntos que abordaron los conferencian-
los programas tradicionales de adquisi- macenamiento y centro de investigación, tes, fuera del temario previsto, figuraban
ción, conservación y estudios eruditos. se convirtió en una institución con posibi- los problemas de la identidad cultural, la
Consideradoradical, Low estimaba que la lidades ilimitadas de desarrollo y respon- crisis de las ciudades y la necesidad de que
educación popular debía llegar a las clases sabilidad, oportunidades que sobrepasan el país revaluara y reafirmara sus priorida-
medias cultivadas. Y aunque esta idea no el acopio, el estudio, la conservación y la des. Éramos muchos los que estábamos
resulte hoy en absoluto revolucionaria, exhibición de sus tesoros. En la década de tratando de planear y llevar adelante
quien había ejercido una gran influencia los años sesenta, los museólogos norte- centros culturales y museos vecinales ca-
sobre Low era el visionario John Cotton americanos, estimulados en cierta medi- paces de responder a las necesidades de
Dana (1856-1929) que, a principios del da por sus colegas de museos no tradi-
2. Inner-cities es un concepto verdaderamente
siglo, había dado fama a la Biblioteca Po- cionales, empezaron a interesarse por la intraducible, que no puede equipararse estricta-
pular de Newark (Nueva Jersey) por ha- idea del museo como instrumento del mente a los de barrios marginales. ghettos urbanos,
ber abierto sus servicios a todos y haber cambio social. Frank Getlein y JO Ann Le- barrios bajos o desfavorecidos. aunque tenga algo
de todos ellos. Es un fenómeno típicamente norte-
convertido el museo de Newark en un wis [ 19801 describieron el Museo Vecinal americano, que alude a los centros de las grandes
motivo de orgullo para la comunidad. Sin de Anacostia como “el resultado más per- ciudades que. a raíz de los disturbios de 1968 y
embargo, ni siquiera Low podia haber durable y, en cierto sentido más revolu- otros fenómenos sociales, fueran abandonados
por la población blanca en beneficio de las zonas
previsto los dramáticos y ahora históricos cionario, de esa preocupación profe- suburbanas y ocupados por una población de
acontecimientosque tuvieron lugar en los sional”. orígenes raciales diversos -negros. portorrique-
ños, Chicanos- y de modesta condición social. La
años sesenta, y que hubieran modificado Las ideas están en constante mutación. pobreza, la desocupación, la falta de calificación
totalmente su concepto del museo como Del mismo modo, la idea del museo co- laboral, la discriminación económica y racial y la
instrumento social. ¿Quién hubiera po- mo instrumento al servicio del público es- creciente violencia consecuente produjeron la
rápida degradación de esos barrios a veces
dido predecir el boicot de los autobuses tá en permanente evolución y siempre en geogr&camente cenuicos convertidos ahora en
de Montgomery (Alabama), la marcha busca de nuevas vías y oportunidades pa- socialmente marginales. [N. del R.]
El museo vecinal, catalizador de /os cambios sociales 219

36
220 Iohn R. Kinard

nuestras comunidades culturales em- Brooklyn de 1969: “Es evidente que la to en la nueva sección experimental de la
pobrecidas. condición sifze p a non para que un mu- Smithsonian Institution y en Anacostia
No niego la importancia ni la necesi- seo situado en una de esas inner-cities -una comunidad modesta de cien mil
dad de coleccionar y presentar los testi- pueda tenet éxito es la adopción de una habitantes diseminada en las colinas
monios de nuestra cultura material, pero maneta totalmente nueva de entender los y valles del extremo sudoriental de
no puedo menos que compartir la opi- museos y el público al que sirven, pues es- Washington, D.C.- el día 15 de sep-
nión de cuantos estiman que los museos tas nuevas instituciones vecinales sólo tiembre de 1967, un cine en el que se ha-
deben estar dispuestos a asumir riesgos y podrán funcionar cabalmente cuando el bían practicado las reformas necesarias
a convertirse en instigadores de nuevas museo y las funciones que cumple en volvió a abrir sus puertas al vecindario
tendencias culturales y sociales. El museo nuestra sociedad tengan una nueva defi- convertido en el Museo Vecinal de Ana-
debe estar al servicio de la comunidad en- nición. Ahora bien, esa nueva definición costia.
tera. Así como la arqueología se ocupa de no puede ser impuesta ni a las autorida- Bajo la luz de los proyectores y en un
los testimonios del pasado, el museo debe des del museo ni a la comunidad si pre- ambiente de fiesta, las cuatro mil perso-
ocuparse de los objetos, los documentos y viamente no se han entenddo y aborda- nas que asistieron a la ceremonia de
la historia oral que nos permiten do los pnmipades problemas sociales” (el inauguración pudieron escuchar la banda
comprender mejor el presente y pueden subrayado es mío) [Harvey, 19691. Por vecinal, con sus tambores y cornetas,
ayudarnos a desarrollar una mayor con- encima del clamor de voces, a veces aira- mientras en el terreno baldío contiguo al
ciencia de la historia y la identidad de la das, se plantearon preguntas dificiles y se edificio del museo -ahora convertido en
comunidad. Aunados, la investigación produjeron situaciones conflictivas, pero un agradable y pequeño jardín- se pre-
arqueológica y los programas del museo la empresa estaba en marcha. Los profe- sentaba una orquesta de jazz. En el estra-
pueden set un instrumento eficaz para re- sionales responsables se veían ahora obli- do, los funcionarios de la Smithsonian y
vitalizar las comunidades urbanas y favo- gados a contemplar sus instituciones des- del ayuntamiento se mezclaban con diri-
recer la recuperación del “sentido del lu- de el otro lado del espejo y, como señala gentes locales, con miembros del clero y
gar” por parte de sus residentes. Richard Grove [ 19681, “a reconsidetar al- del cuerpo de policía y con los jóvenes que
El destino del museo es el destino de la gunos de sus tópicos sacrosantosy a trazar habían contribuido sobremanera a hacer
comunidad, pues tienen entre sí una rela- nuevas orientaciones”. Y fue justamente posible ese día. En menos de un año,
ción simbiótica y ratahica. En contacto en un encuentro que se celebró en Aspen, nuestro museo, montado gracias a las ca-
con la comunidad, el museo se vivifica. Colorado, en 1966, que el por entonces pacidades técnicas de la Smithsonian y a
Descubre nuevas posibilidades de presen- secretario de la Smithsonian Institution, los grandes esfuerzos de la comunidad,
tación del patrimonio local y otras mane- S. Dillon Ripley, comenzó a considerar era proclamado un modelo nacional y la
ras de estimular la creatividad de su cómo podría la Smithsonian “crear y po- revista Time (21 de junio de 1968)habla-
entorno, convirtiéndose así en un catali- ner en funcionamiento un museo vecinal ba de él como “la tentativa más lograda
zador del cambio. Desde luego, la mía es de carácter experimental en (...) un pot abrir los ojos en el ghetto.”
una visión maximalista, pues todavía barrio modesto de Washington”. Aunque por razones de tiempo y de es-
quedan muchos profesionales de museos pacio no puedo detallar aquí los aspectos
para quienes las grandes ciudades, con el La génesìs de un museo vecìnaZ innovadores de nuestros primeros progra-
cúmulo de problemas sociales y económi- mas y exposiciones, en constante renova-
cos que las asuelan en la actualidad, des- El plan de creación de un museo vecinal, ción, sí quiero detenerme en una de ellas,
bordan la esfera de su responsabilidad o que fue ampliamente divulgado, pone de que despertó y mantuvo el interés del
de su interés. Temerosos de que su impli- manifiesto la convicción de la Smithso- público de manera particular. En 1969,
cación en los problemas urbanos los prive nian de que los museos no han conse- nuestro primer experimento con un
de alguna manera del mecenazgo de que guido, por lo general, llegar a ese público problema ecológico en un medio urbano,
gozan y rebaje el nivel de los criterios esté- que el Dr. Ripley describiera como “la La rata, ìdeseada convidada del
ticos sin solucionar por ello uno solo de vasta multitud desatendida que nunca ha hombre, provocó un gran interés y tam-
los problemas urbanos, muchos directo- puesto los pies en un museo ni ha disfru- bién algunas polémicas. Pero para
res de museos se han limitado a eludir los tado de ninguno de los valores educativos muchos visitantes y observadores esa ex-
problemas, en la esperanza de que otros y estéticos que los museos reflejan”. Se- posición de tatas vivas en un medio segu-
los resuelvan rápidamente. Pero como gún afirma Cary1 Marsh [ 19681 la comu- ro y controlado fue la clave de nuestro éxi-
Richard Grove [1968] afirma con tanto nidad de Anacostia fue elegida para ins- to. No sólo elevó el grado de conciencia
acierto: “Es muy raro que los directores talar en ella el primer museo vecinal de sobre un problema social y ecológico que
de los museos favorezcan el inconformis- carácter experimental del país gracias al afectaba a muchos de nuestros vecinos, si-
mo o brinden ocasiones para un libre in- interés entusiasta del Greater Anacostia no que además brindaba una informa-
tercambio de pareceres sobre aspectos Peoples, Inc. (GAP), un grupo empren- ción valiosa y una solución al problema
conflictivos. Sostienen que no hay que dedor, muy arraigado en la comunidad, que plantea el control de esos roedores.
apresurarse, que no hay que ‘sacudir el que brindaba una excelente oportunidad Según Getlein y Lewis [1980] el Museo
barco’, sin tener en cuenta que una de las a la Smithsonian de salir de las grandes Vecinal de Anacostia “causó una enorme
características de cuanto se maeve es que avenidas y llegar hasta un barrio marginal impresión entre los habitantes de
a veces puede experimentar aceleraciones pero con aspiraciones, para crear un Washington con La rata, indeseada con-
y sacudidas” (el subrayado es mío). pequeño museo regional o territorial, si- vidada del hombre, que no era una
Emily Dennis Harvey, directora interi- milar a esas instituciones culturales des- biografía política sino una guía científica,
na del Brooklyn Children’s Museum du- centralizadas que en Francia y Canadá se sociológica y médica sobre una caracterís-
rante 1967 y 1968 y creadora del MUSE, conocen con el nombre de ecomuseos. tica constante de la vida de Anacostia”.
escribía en las actas del seminario de Con todas las miradas posadas de pron- Getlein y Lewis concluían señalando que
El m u e 0 vecinal, catalizador de loos cambios socialeos 221

“desde entonces, las exposiciones se han mos así la posibilidad de un intercambio formación fácilmente comprensible que
centrado en la historia de las comunida- cultural mutuamente gratificante. les permita buscar por sí mismos las solu-
des, en temas africanos, en la situación Buena parte del sufrimiento del ciones que necesitan.
social de los negros y, en particular, de la hombre podría aliviarse gracias a la rela- Es frecuente que sepamos más sobre
mujer (. ..). No existe una colección per- ción con los demás. Existe un deseo pro- nuestra vida como seres orgánicos que
manente, pero esas exposiciones son fundo en el hombre de saber más sobre sí acerca de quiénes somos y cómo nos inser-
siempre interesantes, incluso cuando mismo, sobre su historia y su entorno, así tamos en el medio social en que vivimos.
exploran una realidad desoladora.”3 como sobre otros pueblos que habitan Entre nosotros son muchas las víctimas de
Como S. Dillon Ripley [ 19691 afirma- países remotos y cuyas culturas y modos la economía y de la política que, despoja-
ba, los museos han tardado mucho en de vida son tan distintos de los suyos. das de su integridad cultural, ven el mun-
abrir al fin sus puertas a las masas y en Tiene hambre y sed de conocimientos do como un microcosmos. En tal caso, es
considerarlas suficientemente educadas sobre los cuales fundar hoy en día una so- imposible apreciar nuestra propia valía y
como para apreciar sus propuestas cultu- ciedad mejor, pero nos limitamos a nuestra relación con un mundo mucho
rales. Es interesante destacar la contribu- mostrarle restos del pasado que, sin la más amplio. Los museos no sólo pueden
ción de los museos eclesiásticos al acceso adecuada interpretación, no se conectan ofrecer información científica antropoló-
del público general a los museos, por ha- con su patrimonio ni con sus preocupa- gica sino que, por medio de la etnolin-
ber abierto sus tesoros a la comunidad en ciones más perentorias, ni con sus sueños giiística, pueden ayudarnos a compren-
determinados días festivos, solemnidades y esperanzas para el futuro. der las relaciones entre lengua y cultura.
religiosas y otros acontecimientos desta- Con respecto a esto, muchas veces se Los etnólogos, por su parte, pueden pro-
cados. Con todo, estoy seguro de que los oye decir a los funcionarios de nuestros porcionar interesante información sobre
administradores de los museos de enton- museos que ésa es una labor social o pro- el estilo de vida de otros pueblos: cómo
ces deben haber llevado a cabo esa políti- pia de la Iglesia y, como tal, no es de in- son iniciadospara vivir en su sociedad, có-
ca un tanto exclusivistasegún el principio cumbencia del museo. {Tienen razón? Si mo eligen su pareja, cómo se casan, cómo
de exaequo et bono (en función de lo que se piensa que los museos, al igual que se ganan la vida y organizan las relaciones
es justo y bueno). La era de las ideas de- otras grandes instituciones dedicadas a la con sus semejantes. Estos conocimientos
mocráticas y del igualitarismo vendría educación del público, reciben también nos permiten entender mejor la universa-
mucho más tarde. la influencia de los estímulos externos y lidad de nuestro mundo y nuestra rela-
de los cambios que se producen en la so- ción con él.
El compromiso ciedad, cabe afirmar que tienen la posibi- Muchos de nosotros concedemos gran
lidad y el deber de profundizar la con- importancia a nuestra preparación profe-
Muy lejos ya del templo de las musas en ciencia que tenemos de nosotros mismos, sional y académica y nos jactamos de la
el que las nueve diosas hermanas -hijas de modificar nuestro modo de relacionar- competencia con que desempeñamos
de Mnemosyne, la Memoria- reinaban nos en el plano social y cultural y de inspi- nuestro trabajo; con todo, parece que nos
tranquilamente sobre el canto y la poesía, rar y cristalizar nuestros sueños y nuestras falta el sentido de finalidad. Toda la dife-
así como sobre las artes y las ciencias, los esperanzas de un futuro mejor. rencia estriba en ese “no saber por qué”,
museos de hoy han llegado a un punto Nos encontramos en el umbral de un en ese desconocimiento de las motiva-
crucial de su evolución. nuevo siglo, un siglo que exigirá actuar ciones. El elemento que falta es, tal vez,
Sin embargo la institución continuará con firmeza y decisión. Para que los mu- el deseo de aportar conocimientosa cuan-
invariable e indiscutida mientras perma- seos sobrevivan y hagan frente a los tos más los necesitan: los pueblos de las
nezca íntimamente ajena al pueblo. A ve- nuevos valores culturales, es necesario regiones remotas del África o bien,
ces tengo la impresión de que el personal que la población participe. Como afirma mucho más cerca, aquellos que viven en
de los museos considera al público como S. Dillon Ripley [ 19691, “el problema ur- los barrios bajos de las ciudades, allí don-
un estorbo necesario, que ha de acudir a bano está ahí, resuena en nuestros oídos, de los problemas urbanos los han con-
visitarnos porque nosotros no salimos nos hostiga desde las páginas de los pe- finado.
nunca a su encuentro. Lo considera como riódicos o se nos presenta cada día en for- Lo que hace falta es participación. Para
primos del campo que realizan una pe- ma de escaparates hechos añicos”. A no- que los museos del futuro sean válidos de-
regrinación anual para visitarnos, a no- sotros nos toca elegir. Podemos no berán ser útiles y entrar en comunicación
sotros, sus parientes de la ciudad, que to- aceptar el reto y retirarnos a nuestras pres- con quienes más los necesitan. Una se-
leramos su presencia, escuchamos sin tigiosas torres de mafil. O bien encarar la milla caída en terreno fertil puede germi-
demasiado interés sus historias y expe- situación y dar los pasos audaces y creati- nar un día y hacer que los jóvenes a
riencias y nos sentimos felices cuando se vos que sean necesarios para salir al en- quienes se les despertó el interés acudan
van y nos dejan en paz para dedicarnos a cuentro de nuestro público en su propio a una biblioteca o a una universidad. Los
nuestras ocupaciones, siempre más im- terreno, en sus barrios o regiones, y ofre- museos deben empezar a replantearse se-
portantes. Y aunque también haya entre cerle todas las oportunidades de aprendi- riamente su cometido. Como dice Ripley
nosotros quienes reciben al público con zaje que una utilización inteligente de [ 19691, “Las filiales de museos cercan= a
los brazos abiertos, el verdadero en- nuestras energías y de los fondos públicos las escuelas de zonas pobres podrían
cuentro, la verdadera interacción, no se nos permite poner a su alcance. contribuir en gran medida a elevar esos
produce. Protegidos como estamos por A mi juicio, el estudio de los proble- cocientes del nivel de vida que los planifi-
nuestros hábitos, no tenemos ningún mas actuales, cuando se aborda en una cadores urbanos todavía no toman en
sentido del mutuo respeto ni de lo que perspectiva histórica, puede dar a los consideración.”
significacompartir las ideas y, en la creen- hombres una mejor comprensióndel sen-
3. Véase el artículo de John Kinard sobre el
cia de que las suyas son prosaicas y vulga- tido de sus propias vidas y servir de orien- Museo Vecinal de Anacostia en Maseum,vol.
res, excluimos toda interacción y perde- tación para el futuro, si proporciona in- XXIV, 1972, p. 102-109.
222 lohn R. Kìvzard

En 1969 Ripley planteó además una museo, surgida a fines de la década de nia. A partir de ahí, y a través de su mu-
pregunta que está muy relacionada con el 1970 y a comienzos de los años ochenta. seo, podrían dedicarse al presente y al fu-
propósito de este artículo. “En una epoca En 1979, Pierre Mayrand, director del turo. En sus esfuerzos por desmitificar los
de crisis, en la que la pobreza de las ciuda- Museo y Centro de Interpretación Re- museos, Mayrand incitó a los habitantes
des y los fracasos de la gestión urbana nos gional de la Haute Beauce, presentó el a definir colectivamente el valor de su
desconciertan, en la que la faz de AmGri- concepto -pero no el nombre- a los historia.
ca va siendo enterrada cada día más bajo habitantes de su región, la Haute Beauce, En octubre de 1979, Mayrand presentó
cadenas de montañas de cemento y que situada en una remota meseta de los Apa- la idea del ecomuseo en un documento
una nube de humo flota sobre todo, laches, en Canadá. Les habló de la posibi- que llevaba por título Building our mu-
¿quedará el arte (y la historia) reducido a lidad de que la comunidad creara un mu- seum together, en el que se enumeraban
la enigmática nada y la cosa en sí?” seo y un centro de interpretación que les los principios básicos de ese concepto:
[Ripley, 1969.1 brindara al mismo tiempo otros servicios conservación, cooperación y representa-
culturales, casi inexistentes en esa región ción. AI año siguiente inauguraba el Mu-
Los ecomuseos reponden a a & u ~ o s remota y prácticamente aislada. Para que seo de la Haute Beauce en locales que ha-
de los ìnterrogantes la idea pudiera llevarse a la práctica, la bían sido antes ocupados por una rectoría
población misma, con su memoria colec- parroquial. Todo museo deseoso de acre-
La respuesta al interrogante de Ripley tiva, debería determinar la importancia centar su diálogo con la comunidad y de
podría encontrarse en la noción de eco- de su pasado: su identidad y su patrimo- ponerse verdaderamente a su servicio

La prehistoria de la comunidad de Anacostia se conoce merced


a las colecciones que se conservan en el Museo Nacional de His-
toria Natural de la Smithsonian Institution. Algunos objetos
que datan del siglo XIX y las pocas investigaciones ocasionales
llevadas a cabo en el siglo xx (en los años treinta y más tarde)
nos permiten saber que en el siglo xw la región estaba escasa-
mente habitada: los nacochtanke, pueblo de cazadores y agri-
cultores, se trasladaban de un campamento a otro al ritmo de
las estaciones. Conocida como aldea dedicada al comercio (la pa-
labra india Anaquash (a)-fan ($4 significa “ciudad de comer-
ciantes”), los hombres se dedicaban también a la pesca en el
caudaloso río Anacostia, principal tributario oriental del majes-
tuoso Potomac. Más tarde se establecieron en poblados cons-
truidos a lo largo de los terrenos aluvionales. El aventurero
inglésJohn Smith, que los visitó en junio de 1608, documentó
en 1624 la presencia de esos pueblos sedentarios y semiagrícolas
en su libro The general histo7y of Virginia, New England and
the Summer Isles. Por su parte, en The Anacostìa story:
37 1608-1930, Louise Daniel Hutchinson, historiadora de nuestro
La participación de los niayores. lectura de museo, describe cómo los nacochtanke fueron gradualmente ex-
poesía ante un público de personas de
edad. pulsados de su territorio. En el siglo XWI y a principios del siglo
XX, Anacostia se convirtió en una zona de plantaciones, gran-
jas, bosques y caseríos habitados por una población heterogé-
nea: nobles ingleses, pequeños agricultores, aparceros alema-
nes, esclavos africanos y una comunidad en expansión de negros
liberros. Después de la Guerra Civil, un grupo de negros y blan-
cos emprendedores convirtieron Anacostia en una comunidad
importante. Reconstituir la historia de estos pueblos a menudo
olvidados y buscar los nexos entre el pasado y el presente no es
más que un ejemplo de la aventura que en colaboración creativa
podrían emprender instituciones en desarrollo, como el Museo
Vecinal de Anacostia, y otras instituciones más afianzadas y ve-
nerables. No en vano la obra de Hutchinson ha sido señalada
por el National Trust for Historic Preservation como la publica-
ción más importante en la materia.
El’ museo vecitzal’, catalizador de /os cambios sociales 223

puede comprometerse a realizar las cinco yo lo entiendo, es un concepto que trata nas y rurales. Que el diálogo entre los mu-
funciones primordiales de este tipo de de comprender y abarcar la totalidad de seos y sus comunidades continúe cada vez
museo: a) la adquisición y organización los museos y que, si se pone en práctica, más sensible y atento a las necesidades de
de objetos representativos de las tradi- puede propiciar la realización de empre- una sociedad abierta y pluralista, en la
ciones, las industrias y las condiciones lo- sas cooperativas y de colaboración mu- que los miembros de los distintos grupos
cales; b) la utilización de técnicas museo- tuamente provechosas. Pues si tenemos el émicos, raciales, religiosos o sociales par-
grsicas modernas para informar a los deseo y la voluntad de hacer de nuestros ticipen de modo autónomo en el de-
visitantes sobre la región y sus habitantes barrios y comunidades laboratorios edu- sarrollo de su cultura tradicional. Y que el
(por ejemplo, exposiciones temporales o cativos y con espíritu creador apelar para museo, como catalizador de los cambios
itinerantes, cabinas o kioskos de informa- ello a los mejores talentos disponibles, sociales, ocupe el lugar que merece en los
ción ubicados estratégicamente que pre- podremos concebir y llevar a cabo proyec- anales de la historia de la humanidad, co-
sentan una serie de informaciones reno- tos conjuntos que serán la avanzada de la mo una de las más esclarecidas institu-
vadas constantemente y escenas de la vida nueva investigación de los problemas de ciones que haya alumbrado la inteligen-
de la comunidad; c) la organización de nuestros días. Recurriendo a técnicas si- cia del hombre.
exposiciones concebidas para reforzar el milares a las que aplican los arqueólogos
sentimiento de autoestima y de dignidad interesados en descubrir huellas mate- [TraducidodeZ ingZés]
de toda la población y para contribuir al riales de civilizacionespasadas, podremos
mismo tiempo a hacer conocer la vida his- empezar a examinar nuestros modos de
tórica, social y económica de la región; dj utilizar nuestra preparación académica y
la elaboración de programas escolares ar- nuestras experienciasvitales para aumen-
ticulados con el museo; y e) el préstamo tar nuestros conocimientos sobre la so-
de salas de reunión para los programas y ciedad contemporánea, tan extraordina-
celebraciones que la comunidad desee, riamente compleja.
que den vida al museo o que contribuyan El museo puede ser una ventana abier-
a definir y difundir las realidades sociales, ta al mundo. Y si bien es cierto que no
culturales y económicas de la región. puede resolver muchos problemas mun-
Sheila Stevenson, del Museo de Nueva diales inmediatos, como institución po- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Escocia, de Halifax, encontraba que “el pular puede salirse de su recinto y empe-
ALEXANDER, Edward P. 1979. Museums in
elemento más valioso de este tipo de mu- zar a ocuparse en mejorar la calidad de la motion. Nashville, American Association for
seos es la interacción que permite entre la vida de cuantos viven dentro de su radio State and Local History.
población”. En el mismo artículo define de acción, en particular en las zonas urba- AMERICAN ASSOCIATION OF MUSEUMS. 1972.
al ecomuseo como “museo territorial”. nas. Aunque poco seguros de nuestro Museums: their new audience. Washington,
Según ella, el territorio o la región “subs- destino, debemos colaborar en amistad y D.C., American Association of Museums.
FELLOWS, Balcha G. (dir. publ.). (s.f.) The m d i s g
tituyen el edificio tradicional; el patrimo- armonía en la preparación de proyectos of a museum. Washington D.C., Anacostia
nio colectivo es la colección; la población para el futuro que contengan objetivos Neighborhood Museum. 29 p.
es el público” [Stevenson, 19821. asequibles. Pues como Caryl Marsh GETLEIN, Frank; LEWIS, JO Ann. 1980. The
Los partidarios de la idea del ecomuseo [ 19681 ha escrito, “Si hemos de preservar WushingtonD. C. art review - The art explorer’s
guide to Washington. Nueva York, The Van-
proponen llevar aún más allá el proceso nuestro patrimonio hamano, lo mejor guard Press.
de participación que se iniciara hace unos que podemos hacer es contribuir a que to- GROVE, Richard. 1968. Problems in museum
veinte años con los primeros debates dos entiendan que son seres humanos, en education. En: Erick Larrabee (dir. publ.). Mir-
sobre la oportunidad de refrescar el con- relación con todos los demás seres huma- seums and education. Washington, D.C.,
cepto de museo de la comunidad o museo nos. ” Al hacerlo asíno haremos sino “tra- Smithsonian Institution Press, 253 p.
HARRIS,Neil. 1978. Museum, merchandising, and
vecinal. Y así como las nuevas teorías de tar de devolver al museo su función pro- popular taste ... En: Ian M. G. Quimby, (dir.
los años sesenta habían dado lugar a la pia, como el lugar accesible a todos, publ.). Matenulculture undthe study ofAmen’-
creación del museo vecinal, en la década donde la mente se amplía y el espíritu se can lqe. Nueva York, W. W. Norton Company,
de 1980 el ecomuseo plantea la integra- refresca”. No podemos seguir volviendo Inc.
HARVEY, Emily Dennis. 1969. En: Proceedings of
ción social y territorial del museo. Esta la espalda al patrimonio y a la calidad hu- the 1969 Brooklyn Seminar, A mimum for the
idea de los museos regionales o territo- mana de quienes en nuestras comunida- people. Nueva York, Bedford Lincoln Neigh-
riales dedicados a cubrir todos los aspec- des culturalmente diversas acuden a borhood Museum.
tos de una región o de un distrito (natura- nuestras instituciones para salir una vez LOW, Theodore L. 1941. The museum as u social
les, históricos y artísticos), pese a plantear más con una sensación de vacío y de instrument. Nueva York, Metropolitan Museum
of Art, 1980. 71 p.
nuevos y decisivos retos a los museos de extrañeza. Como lo expresara mi colega MARSH, Caryl. 1968. A neighborhood museum that
hoy y a los de mañana, no tiene por qué Zora Martin-Felton, sus voces quejum- works. Afuseum News, octubre. (reedición.)
inquietarnos ni ser vista como un azote brosas nos dicen: “He mirado a mi alre- RIPLEY, Sidney Dillon. 1969. The sacred grove,
dispuesto a caer sobre los museos más tra- dedor y no he visto a nadie que se parezca e s s q 092 museums. Nueva York, Simond &
Schuster, 159 p., postfacio, notas.
dicionales. Muy por el contrario, si logra a mí. He escuchado atentamente y no he
SMITHSONIAN INSTITUTION. 1966. A proposal to
expandirse e imponerse, puede vivificar oído pronunciar mi nombre.” Hace establish an experimental neighborhood mu-
nuestro espíritu creativo y convertirse, veinticinco años nadie habría propuesto seum, 7 p. (Sin datos de publicación.)
por qué no, en un eslabón importante de una función semejante para.el museo. Pe- SMITHSONIANINSTITUTION. 1972.AnacostiaNeigh-
la cadena de ideas que garantiza la conti- ro los museos han crecido y madurado borhoodE/Iuseum Sth anniversary . Washington,
D.C., Smithsonian Institution Press, 54 p.
nuidad de la cultura y la creación perma- hasta el punto de que hoy pueden verse STEVENSON, Sheila. 1982. The territory as museum:
nente de nuevos hábitos culturales. a sí mismos como integrantes de la totali- new museum directions in Quebec. Czrator
Por otra parte, el ecomuseo, tal como dad del paisaje de las comunidades urba- (NuevaYork), vol. 25, n.’ 1, p. 5-16.
224

Milagro Gómez de Blavia Hablar del Museo de Barquisimeto como errar”, asumiendo el riesgo que ello sig-
un ejemplo de las nuevas opciones de la nifica.1La institución proyectada con esta
Nació en 1946 en Barquisimeto, Venezuela. Obtu- museología regional exige abstraerse del perspectiva debía generar su propia teo-
vo su diploma de abogada en 1967 en In Universi- quehacer cotidiano -en un momento to- ría, sus propios métodos, sus propias
dad Católica Andrés Bello, Caracas. Se integró al
equipo de la Fundación para el Desarrollo de la Re-
davía inicial e inmaduro de su existen- técnicas.
gicin Centro-Occidental (FUDECO) y postrrior- cia- para asignarle etiquetas o evaluarlo, Este espíritu de inventar o errar,
mente a la Oficina Central de Planificaci6n (COK- tratando de comprender y, lo que es aún complementado con el de evaluar y recti-
DIPLAN). Desde 1981 es miembro del equipo más difícil, explicitar la razones de su ficar, ha sido una constante en la confor-
responsable de la organización y creacicin de la Fun- éxito. mación del museo, con la sola pero in-
dación Larense para la Cultura y de IaJunta Rr-
gional Protectora y Conservadora del Patrimonio
Atreverse a calificar de exitoso lo lleva- mensa limitación de tratar de combinar
Hist6rico y Artístico de la Nación. Asumii, la direc- do a cabo hasta ahora sólo se justifica pot eficazmente las condiciones básicas de la
ción del Museo de Barquisimeto en 1082. Hastl el convencimiento de lo difícil e inusual institución universal, con las exigencias
1084 estuvo a cargo de la Coordinación Estatal de que resulta haber logrado despertar en derivadas de las características particula-
Museos. Es consultora de varias instituciones.
una comunidad -en muy corto res de una comunidad y su patrimonio.
tiempo- la necesidad de un museo, la
convicción de que es posible crearlo y la Respuesta a una reaZìa’ad concreta
certeza de que puede convertise en el ade-
lantado de las luchas que ella emprende. Hay un elemento que está presente a tra-
En efecto, al cumplirse dos años de la- vés de todo el proceso de creación, organi-
bor nos encontramos con una institución zación y desarrollo de las actividades del
sólida que, dedicada a la conservación del museo, y es su vinculación estrecha con
patrimonio regional, es a la vez centro de las necesidades, posibilidades y alternati-
una acción cultural intensa y reflejo de la vas de una comunidad determinada, con
problemática de una comunidad.
El secreto reside en haberla concebido
1. Con estas palabras, “inventar o errar”,
y planteado en función de una realidad Simón Rodriguez, maestro del Libertador Simón
38 determinada. Para esto se rechazó la op- Bolívar, señalaba en el siglo pasado al mundo
M U S E O D E BARQUISIMETO.ViSta ción de aplicar modelos ya resueltos y latinoamericano el camino de la búsqueda de su
panodmica del magnífico edificio de identidad y su desarrollo. Este lema resume el
comienzos de siglo situado en el casco
concebidos para otras realidades. Se elige espíritu que inspira la gestión del Museo de
histórico de la ciudad. entonces la disyuntiva de “inventar o Barquisimeto.

39
Colección de esculturas del Museo de
Barquisimeto.
El Museo de Barquisimeto: “inventar o errar” 225

un determinado territorio y una determi- construido en 1917 como hospital, con


nada población: Barquisimeto y su zona donativos de la comunidad. Hoy transmi-
de influencia.2 te al museo el contenido mágico de su
Desde los primeros momentos se bella y acogedora arquitectura.
señaló que “Barquisimeto y toda la re- A partir de entonces y con la contribu-
gión centro-occidental es asiento de una ción de especialistas y la participación de
cultura propia de singulares característi- representantes de la comunidad y autori-
cas y diversas manifestaciones que deben dades, se inició un intenso trabajo de
conservarsedentro de un conjunto de ras- reflexión para la definición del perfil del
gos y de expresiones que le den identidad museo, sustentado en los lineamientos
permanente; para lograr el marco cabal teóricos de la museología actual.
de nuestra imagen de pueblo, se hace in- De esta manera, sobre los postulados
dispensable crear un organismo idóneo de un museo abierto, participativo, esen-
que integre los diversos testimonios de cialmente educativo y dinámico, ajeno a
nuestra cultura”., la acumulación estática de objetos, se
Tercera ciudad de Venezuela, con una propuso una institución:
población cercana a un millón de habi- Que devuelva a la comunidad que lo ha
tantes, Barquisimeto es centro de una creado los instrumentos que le permi-
cultura de singulares características que tan reconocerse, encontrarse y rela-
abarca desde el periodo prehispánico has- cionarse a través de las manifestaciones
ta nuestro días. Ha ido creciendo y dejan- de la cultura local, nacional y uni-
do atrás en forma violenta su condición versal.
de población “provinciana”, para con- Que profundice detenidamente en el
vertirse en una ciudad madura, ad- estudio de los elementos que compo-
quiriendo las características y necesidades nen nuestra realidad, nuestras raíces. 40
propias de la sociedad urbana y a la vez Que, partiendo del presente, trabaje para Traje de la Virgen, patrona de la ciudad.
afrontando los riesgos y sinsabores que el la reconstrucción del pasado y se pro- Exposición La Visitación, La Divina Pastora
en Barqzlisimeto. Colección de la Parroquia
“progreso” conlleva.4 yecte hacia el futuro, enriqueciéndose de Santa Rosa.
Se exigía, pues, buscar un espacio a la
tradición, para evitar que la memoria co-
lectiva se dispersara y se borrara. Hacía 2. Barquisimeto es considerada aquí no como
falta propiciar la convergencia en objeti- una ciudad aislada, inscripta en un perímetro
determinado, sino como un centro generador y
vos comunes que sustentaran la integra- receptor de actividades estrechamente vinculadas
ción como pueblo. a las zonas vecinas, sobre las que ejerce su
Las autoridades del estado dan el pri- influencia y de las que no puede ser separada.
3. Del decreto que establece la creación
mer paso con la emisión del decreto de del Museo Regional Centro-Occidental,
creación del museo. La Municipalidad de Barquisimeto, Venezuela, 1977.
4. Véase Naim Piiiango, Caso Vetaezue/a: una
Barquisimeto se suma a la iniciativa, asig- &sÌón de armonla, Caracas, Ediciones Cendes,
nando como sede del museo un inmueble 1984.

41
La fiestas populares tienen también su lugar
en el museo.
226 Milagro Gómez de Blavia
~_____

con los aportes de la historia y de la vi- de desarrollo cultural del país y promo-
da cotidiana. tora de la dimensión cultural del de-
Que considere como objeto de su aten- sarrollo global.
ción el patrimonio comunitario, en su Que se arrogue el derecho de ser instru-
más amplia acepción, que incluya en mento de cambio y de acción comuni-
ella no sólo las manifestaciones físicas taria; que requiera, aspire y exija cono-
y espirituales del pasado, sino también cer las necesidades de la comunidad a
las vivencias, las tradiciones orales, la la cual pertenece.
música, la danza, el arte popular y to- Que asuma la vinculación estrecha entre
das las manifestaciones creativas del los campos natural y cultural y que
presente. convoque diferentes disciplinas para
Que permanentemente tienda a la presentar enfoques totalizadores de su
valorización, la conservación y difusión realidad sociocultural,para presentar a
del patrimonio cultural de Lara y que la colectividad síntesis y no visiones
dinámicamente satisfaga las necesida- fragmentadas de la misma.
des de información y recreación de los Un museo que, a fin de cuentas, conserve
42 barquisimetanos. los elementos fundamentales de la ins-
Presencia del arte popular en las Que se asuma como una institución cul- titución "museo", pero variando los
exposiciones del musco. tural activa, protagonista en el proceso contenidos de su acción en función de
El Museo de Barguisimeto: “inventar o errar” 227

las necesidades de la comunidad: iden- participación y diálogo constante, no sólo la autoridad jerárquica de la institución,
tificación, confrontación, integración, para conformarse a la más actual concep- responsabilidad que recayó en una comi-
valorización, conocimiento, concienti- ci6n museística, sino para responder a la sión integrada por representantes de las
zación. realidad sociohistórica de una ciudad institucionesparticipantes en el proyecto,
Todas estas consideraciones y postula abierta, dinámica y participativa. con apoyo de una secretaría técnica que
dos fueron reunidos por un equipo pluri- ejerce la direccióndel museo. Para esta ta-
disciplinario en una propuesta que fue Estado actuaZ de Za idea ì?zìcìaZ rea directiva se consideró necesario contar
sometida a las autoridades municipales, con la participación de asesores y espe-
los Amigos del Museo y diversos represen- A partir de entonces nos encontramos cialistas y con el apoyo de la comunidad
tantes de la comunidad, para darle luego confrontados con otra importante tarea: organizada en comités abocados a tareas
difusión masiva en el suplemento de un cómo llevar a la práctica esos ambiciosos específicas-tales como el financiamien-
diario local donde se explicitaba la defini- postulados de evidente complejidad, to y la adquisición, la proyección a la co-
ción, justificación y orientación del pro- cuando sabemos que el futuro de la insti- munidad y el voluntariado- lo que per-
yecto. Esta propuesta fue aprobada en to- tución dependerá en gran medida de la mitió a corto plazo la configuración de un
dos sus términos por las autoridades del tecnicidad y seriedad de la gestión. sólido grupo de apoyo. Esto dio origen a
proyecto y constituye la base para la ac- La situación que entonces afrontaba el la creación de la Asociación de Amigos
ción del museo. Su definición se asume, proyecto se caracterizaba por la ausencia del Museo, que ha cumplido una intensa
no como un hecho concluido, cerrado, si- de tareas de organización simultáneas a la actividad en beneficio de la institución.
no, por el contrario, como un proyecto de restauración del edificio, la carencia de Dado que la carencia de recursos hu-
colecciones de base, los recursos limita- manos calificados hacía difícil la constitu-
dos, los problemas derivados del cambio ción del personal, se decidió combinar la
de función del edificio y, sobre todo, la contratación de especialistas con la selec-
creciente expectativade la comunidad. La ción de personas de distintas disciplinas,
entrega del edificio en un marco de gran conocedoras de lacomunidad, con madu-
publicidad y promoción confundió a la rez y vocación de servicio y con decidida
comunidad y la llevó a creer que a partir aptitud para capacitarse y convertirse en
de ese momento ya contaba con su mu- profesionales en el área. Con este fin se
seo. Por eso fue necesario emprender dos concibió y puso en ejecución un plan de
! acciones concomitantes: la realización de formación permanente al cual tienen ac-
un programa de publicidad y promoción ceso todos los miembros del equipo, a
preparatorio sobre el tema ‘‘¿Qué es un quienes desde el comienzo de la gestión
museo?” y la elaboración del proyecto del se ha mantenido enterados de los proble-
museo, donde se explicitan los funda- mas que afectan al proyecto, no sólo en lo
mentos teóricos que lo sustentan y los di- que hace a su filosofía sino en los detalles
versos elementos técnicos que exige. de su aplicación cotidiana, lo cual ha per-
Un primer paso para intentar resolver mitido crear un sólido equipo y definir un
los problemas que planteaba su lanza- estilo de trabajo, factor decisivo de los
miento efectivo consistió en proponer pa- logros alcanzados.
ra el Museo de Barquisimeto una alterna- El Consejo de Programación ha sido el
tiva que resumía los antecedentes mecanismo utilizado para incorporar el
históricos del proyecto y presentaba un personal a las actividades del museo, tan-
cuerpo homogéneo de proposiciones que to para canalizar su labor como para rela-
interpretaban el interés de la comunidad, cionar entre sí las distintas unidades de la
a partir del conocimiento del medio y del estructura e integrar las políticas admi-
análisis de las diferentes opiniones for- nistrativas y técnicas. Este organismo im-
muladas por los especialistas consultados pulsa la participación y promueve la coor-
previamente. 5 Dada la diversidad de fun- dinación y evaluación a todos los niveles,
ciones y objetivos específicos que debía lo cual permite relaciones directas y expe-
cumplir, el museo debía ser dotado de ditas y la rápida identificación y eva-
una estructura organizativa también es- cuación de problemas y conflictos.
pecífica que le permitiera iniciar ade- También fue necesaria una buena dosis
cuadamente sus actividades y poner en de inventiva para obtener los recursos
ejecución una programación dinámica di- económicos que la ejecución de los
rigida a despertar el interés de la co- programas adoptados exigía, con los
munidad. equipos e instalaciones que para ello se
Todo esto configuró lo que Georges requerían.
Henri Rivière calificara de “plan de aper- En efecto, el Museo de Barquisimeto
tura progresiva”, que comprendía tres nació en un momento de recesión econó-
aspectos: administración, espacio y pro- mica en Venezuela y su presupuesto
grama, con una etapa preparatoria a
cumplirse en dos años y una etapa subsi- 5 . Milagro Gómez de Blavia y Martin Verlini,
Propiiesta para la conceptiral‘izació’t2,
guiente de lanzamiento de la gestión. programación y fimcionamiento de icn mzlseo:
Debió entonces comenzarsepor definir caso Mmeo de Barquisimeto, París, 1982.
228 Milagro Gómez de Blaaia

cubre escasamente sus necesidades pri- previstos por el museo. Se organizó tam-
marias. De allí que su crecimiento exija la bién un Centro de Documentación. En el
obtención de recursos extraordinarios, campo de la educación, toda la acción ini-
cuya búsqueda es asumida por la direc- cial estuvo dirigida a la identificación,
ción como una de sus tareas habituales. formación y captación de un público para
Sus esfuerzos se concentraron sobre to- el museo, sin escatimarse esfuerzos para
do en la obtención de fondos provenien- alcanzar ese objetivo. Esto se tradujo en la
tes de empresas privadas, para lo cual fue asignación de prioridades y recursos desti-
necesario iniciar un proceso de sensibili- nados a un plan educativo dirigido a
zación de ese sector, que en nuestra so- adultos, jóvenes, niños y público en ge-
ciedad no tiene la tradición de financiar neral, incluyendo estudiantes y espe-
actividades culturales. Esto exigió la pre- cialistas.
sentación de proyectos claros y atractivos La falta de un público era un obstáculo
y el establecimiento de mecanismos de capital que había que superar al comen-
control administrativo. zar las actividades. En el momento en que
Otro procedimiento utilizado fue la el museo abrió sus puertas no sabía para
suscripción de convenios interinstitu- qué público estaba trabajando. De
cionales que permitieron conjugar esfuer- hecho, el público en cuanto tal no existía.
zos y recursos de diversas fuentes, y que La comunidad en su conjunto era en con-
son el resultado de la confianza en el secuencia el público potencial del museo
cumplimiento de los compromisos ad- y a ella había que acercarse. Dos vías se
quiridos. En esta tarea fue decisivo el apo- presentaban como alternativas: la vía de
yo de la Asociación de Amigos del Museo la imposición o la vía del diálogo. Elegida
de Barquisimeto. Para su programa la segunda, se comenzó por estimular la
anual, el museo elabora y utiliza un pre- motivación para la participación en las ac-
supuesto que abarca los recursos que tividades del museo, a través de un agresi-
anualmente le asignan las instituciones vo plan de publicidad en los medios de
responsables, así como los tecursos adi- comunicación social, el acercamiento a
cionales que obtiene a través de un plan instituciones y asociaciones profesionales
especial de captación de fondos. y una hábil política de relaciones
En cuanto a la programación, en esta públicas.
etapa preparatoria se han establecido li- Cabe destacar la importancia dada al
neamientos generales que se traducen en acercamiento a los distintos ámbitos edu-
43 planes operativos anuales insertos en una cativos tal como lo demuestran el proyec-
Urna funeraria. Colección arqueológica planificación a mediano y largo plazo. to de museo-escuela, las exposiciones es-
La Salle. Periodo tucuyano, cementerio de Para la elaboración de políticas se to- colares y un intenso programa de visitas
Camay, 200 A.C.
maron en consideración las normas es- guiadas y clubes juveniles. A estas ini-
tablecidas por organismos internaciona- ciativas se suma un proyecto de cátedra
les -fundamentalmente la Unesco, a libre destinado a informar al público ge-
través de sus convenciones y recomenda- neral adulto sobre temas relacionados con
ciones a los países miembros, el ICOM, el el museo. La Universidad Central de Ve-
ICROM y el ICOMOS-, así como las nezuela participa en este proyecto, lo cual
leyes y políticas nacionales que las adap- constituye una experiencia única de cola-
tan a las condiciones propias de nuestro boración a largo plazo entre un museo y
medio, para garantizar su cumplimiento una universidad; este acuerdo está desti-
en base a una formulación clara, precisa y nado a extender la acción educativa del
factible. museo y a abrirse a nuevos interlocutores.
El plan de apertura progresiva comen- El programa de exposiciones también
zó por dar prioridad a las exposiciones se destacó por sus resultados.
temporales a través de la cooperación in- AI cumplirse dos años de iniciadas sus
terinstitucional. Con respecto a las colec- actividades, el Museo de Barquisimeto ha
ciones, se estableció un plan de prepara- alcanzado no sólo una presencia regional,
ción de registros e inventarios y de diseño sino nacional. Esto se debe a una concep-
de los instrumentos legales requeridos. ción que alterna la atención del patrimo-
En materia de conservación se dio priori- nio regional con la difusión del patri-
dad al estudio del edificio -sus condi- monio nacional y universal, lo cual ha
ciones climáticas y de seguridad- y al permitido no sólo organizar exposiciones
establecimiento de un taller de conser- y eventos que reflejan la identidad del
vación y restauración. En lo que respecta hombre de Lara en sus distintas manifes-
a la investigación,se establecieron los vín- taciones, sino también presentar signifi-
culos interinstitucionales necesarios para cativos testimonios de la cultura uni-
un plan de acción conjunta que identifi- versal.
cara y movilizara los recursos existentes o Hasta hoy se han organizado dos salo-
EL MaSeo de Barquisimeto: “inpentar o errar” 229

nes de arte nacional: el Salón de escultu- comercio- que facilitaron sus colec- mico y tecnológico de nuestros países.
ras y el de La nueva naturaleza, que han ciones y apoyaron económicamente su El museo debe abrirse a investigadores e
convertido al museo en un nuevo punto realización. La afluencia de todo tipo de instituciones de diversa indole.
de referencia de las artes plásticas para ar- público a estas exposiciones nos ha de- Las técnicas de presentación deben ser
tistas, críticos y público en general. Sus mostrado que el barquisimetano se sintió modernizadas sin que eso implique un
espacios han acogido la obra de artistas re- reflejado en ellas y se enorgullecía de derroche incompatible con nuestras
gionales y nacionales en exposiciones in- mostrar al visitante sus expresiones cultu- realidades económicas.
dividuales o colectivas. rales más arraigadas. Los museos deben generar sistemas de
Dentro de su programación cotidiana, Hechos tan complejos como los antes evaluación que les permitan determi-
e! museo no sólo realiza exposiciones, si- mencionados constituyeron un desafío nar la eficacia de su acción respecto de
no que ofrece también otros servicios cul- conceptual, organizativo y técnico, y los la comunidad.
turales, entre los cuales cabe destacar el resultados son el fruto del esfuerzo de se- El museo integral, por definición, es pro-
cine-club, la exposición y venta perma- lección, formación y estímulo del perso- tagonista. Su responsabilidad radica en
nente de artesanía, la librería, los servi- nal. La búsqueda de la alternativa, la hacer que el hombre descubra su medio
cios organizados para el turista, los cursos creatividad y la versatilidad son rasgos natural y humano en todos sus aspectos.
y talleres y las actividades especiales para característicos del museo y una fórmula No puede concebirse hoy en América La-
niños. El taller “Camino del sol”, que eficaz para adecuarse a las condicionesdel tina un museo abocado exclusivamenteal
funciona todos los días, excepto los do- medio, reflejadas en recursos técnicos patrimonio y que deje de lado el de-
mingos, está destinado a las instituciones limitados que son un desafío para la sarrollo.
infantiles. El horario del museo ha sido inventiva. Creemos necesario que esta nueva rea-
modificado para permitir la visita del El Museo de Barquisimeto es hoy el lidad sea objeto de profundas reflexiones
público trabajador. Para ello se creó tam- más completo de la región centro-occi- que nos permitan ubicar la praxis en una
bién el “Café de los martes”, que invita dental, desde el punto de vista de la infra- doctrina museológica que dé clara res-
a realizar visitas guiadas, con el aliciente estructura técnica, la formación de los re- puesta a los numerosos interrogantes que
de disfrutar juntos un aromático café. cursos humanos, las instalaciones y, sobre surgen cuando se intenta adecuar la insti-
El museo participa en la dinámica de la todo, las perspectivas de crecimiento. tución museo -en su dimensión uni-
ciudad y en su sede se llevan a cabo diver- Factor aglutinante del movimiento mu- versal- a las exigencias de un aquí y un
sas festividades populares, a las cuales seístico de la región centro-occidental, el ahora cada vez más urgente, cada vez más
adapta el calendario de sus exposiciones Museo.de Barquisimeto constituye un pi- complejo, cada vez más preñado de con-
principales. También cabe señalar la ce- lar fundamental de elaboración de alter- secuencias para el futuro.
lebración de eventos en apoyo de los nativas que lleven a la descentralización Como ya lo señalara Hughes de Varine-
reclamos de sus habitantes. Ejemplo de de los recursos y las opciones y que permi- Bohan en 1976, hasta hoy “el objeto, el
esto es el foro que, sobre una zona urbana tan la eficaz preservación del patrimonio patrimonio, era considerado un fin en sí
cuyo destino despertaba inquietud en la cultural y el real cumplimiento de las po- mismo. El museo estaba a su servicio y el
comunidad, se reuniera en su sede y para líticas regionales. público era admitido a contemplarlo sin
el cual el museo convocara a autoridades, tocarlo, a menudo sin comprenderlo. In-
especialistas y personas afectadas que ,jQué t;Po d e inuseo para nuestra virtamos entonces el orden de los factores
pudieron así conocer las propuestas del sociedad? y consideremos la cuestión a partir del
gobierno y establecer la comunicación público, o más bien a partir de dos tipos
indispensable para la satisfacción de AI lado del ecomuseo, de origen europeo, de usuarios: la sociedad y el individuo. En
las necesidades expresadas por los pobla- asistimos en América Latina al surgimien- lugar de estar al servicio del objeto, pon-
dores y por los defensores de la calidad de to de instituciones que responden a un gámonos al servicio del hombre. “ G
la vida en la ciudad. nuevo concepto: el museo in!egral. Las En lugar de un museo “de”, nos en-
Otro mecanismo de participación de la semejanzas entre ambos ya fueron contramos entonces frente a un museo
comunidad en el museo ha sido el hecho señaladas durante la Mesa Redonda de “para”, un museo para la educación, pa-
de darle al público la posibilidad de Santiago de Chile, en 1972, que diera ori- ra la identificación, para la valoración,
influir en la elección de los temas de la gen a la noción de museo integral. Podría para la confrontación, para la concienti-
programación de las exposiciones. decirse que, salvo particularidades deter- zación, finalmente, un museo para y en
El Manteco, imágenes y testimonios minadas por el medio a atender -que in- función de una comunidad.
del mercado de una ciudad y La Visìta- cide en su estructura y funcionamien-
ción, la Divina Pastora en Barquisimeto, to-, existe una similitud entre ambas 6. Hughes de Varine-Bohan, “The modern
museum: requirements and problems of a new
por ejemplo, son dos exposiciones en las instituciones que nos permite ubicar los approach”, Mmeum, vol. XXVIII, n.’ 3, 1976,
que se han recogido los testimonios mate- museos del nuevo tipo bajo una u otra de- p. 131.
riales, la memoria colectiva, la tradición nominación.
oral, la documentación gráfica y biblio- Hemos preferido, sin embargo, adop-
gráfica de dos vivencias fundamentales tar el calificativo de museo integral para
del barquisimetano: la actividad comer- los museos que, ubicados en el contexto
cial y sociocultural generada en torno al latinoamericano, tomen en cuenta las si-
mercado central y la tradición religiosa guientes consideraciones:
más importante de la ciudad: la visita de El museo debe abrir su campo tradicio-
la Divina Pastora. Estas actividades conta- nal y tender a la definitiva toma de
ron con la colaboración de dos fuerzas conciencia de las necesidades del
vivas de la ciudad -la Iglesia y el desarrollo antropológico, socioeconó-
230

Un programa de ecomaseos para eZ SabeZ

Alpha Oumar Konaré Este inmenso territorio del África occi- La calle arrastra. Todo lo que está
dental, que desde Cabo Verde al lago "afuera" atrae, cautiva. En esta jungla
Nació en 1046 en Kayes, Mali. Fue jefe de la Divi- Chad cubre 5,3 millones de kmz, no ha- cultural, se imponen los elementos deca-
si6n del Patrimonio Histórico y Etnol6gico de Malí bía jamás movilizado de tal manera la dentes de las culturas extranjeras, espe-
y ministro dc Cultura de su país. Actualmente es cialmente occidentales. Recrudece la
profesor de historia y arqueología en el Instituto Su-
opinión pública internacional.
perior de Formación c InvestigaciBn de Bamako En la actualidad, el Sahel (palabra ára- delincuencia juvenil y, en especial, la
(Malí). Desde 1983 es vicepresidente del ICOM. be que significa borde o lindero del de- prostitución de menores. El dios dinero lo
sierto) presenta todas las manifestaciones domina todo. Aumenta la mendicidad.
de la sequía: frecuentes tormentas de are- Al castigar despiadadamente a los an-
na, ríos secos, enarenados y sin peces, po- cianos -bibliotecas vivientes, deposita-
zos agotados, tierras agrietadas y desnu- rios de las tradiciones- y a los niiïos,
das, matorrales despojados de cualquier constructores del mañana, la sequía
vestigio comestible, pistas cubiertas de destruye la cadena de transmisión de los
osamentas de animales, cosechas mise- conocimientos.
rables, campamentos de emergencia ins- La emigración arrastra lejos de sus ba-
talados en las afueras de las ciudades para ses, y a menudo de manera definitiva, a
acoger a las víctimas, éxodo de los campe- poblaciones desarraigadas que abando-
sinos hacia la ciudad y hacia el exterior, nan aldeas y cabañas. Los sitios arqueo-
niños y ancianos famélicos víctimas de la lógicos quedan así a merced de los depre-
subalimentación, de la malnutrición y dadores, de los turistas con ansias de
de innumerables dolencias.1 exotismo y de los contrabandistas que
Las consecuencias culturales de la se- abastecen de esta manera los circuitos del
quía son enormes. A nivel de la célula tr;ifico ilícito de bienes culturales.
familiar, núcleo cultural por excelencia, El desierto avanza regularmente de
todos los valores tradicionales de so- veinte a treinta kilómetros por año a causa
44 lidaridad, de hospitalidad, de parricipa- de la actividad humana (cría extensiva de
Oualata, Mauritania. Patio interior de una ción y de respeto a los ancianos se ponen ganado, incendios de maleza, tala de bos-
vivienda tradicional. En el cruce de las rutas
de las caravanas, Oualata, como Tichitt y en tela de juicio. La vivienda tiende a con- ques), modificando el medio ambiente,
Chinguetti, es uno de los últimos testigos vertirse en un dormitorio, sin vida la cubierta vegetal, las condiciones de vi-
de la pasada prosperidad de la región. cultural. da, el hábitat. Los hábitos alimenrariosse
modifican, reforzando las cadenas de la
dependencia. Los cultivos comestibles
dejan paso a los generadores de ingresos.
So pretexto de ayudar al Sahel, se somete
esta región a una transferencia de saber y
de tecnología que bloquea el empleo de
técnicas tradicionales. Muchos artesanos
ya no pueden ejercer su oficio por falta de
las materias primas necesarias y debido a
la competencia de los artículos importa-
dos. Algunos malvenden sus obras para
poder comprarse víveres y acaban dedi-
cándose a la artesanía comercial que vive
del turismo.
Muchos sahelianos carecen del benefi-
cio de la enseñanza primaria y no podrán
acceder a ella a causa del costo excesivo
del sistema educativo. Por otra parte,
muchos niños forzados por la pobreza

1. Los ocho estados del Sahel (Burkina Fas6,


Cabo Verde. Chad, Gambia, Malí, Mauritania,
Niger y Senegal) han sido clasificados como los
más pobres entre los de más bajos ingresos del
mundo (el PNB oscila entre 120 y 340 dólares de
los Estados Unidos pet cipita).
Un programa de ecomuseos paru el Sahel 231

han debido abandonar la escuela, en bus- tanto en su concepción como en los me- (tres en cuatro años), debido a la falta de
ca de alimentos. La enseñanza -cuando dios de acceso, los medios de comunica- motivación de algunos y a la impaciencia
existe- está mal adaptada al desarrollo ción, los programas y las responsabilida- de otros ante la cantidad de problemas no
rural y sufre la influencia del modelo occi- des, para hacer de ellos instituciones resueltos por la administración central.
dental. El sistema educativo favorece el abiertas, vivas y populares. Todos los componentes de la plantilla
desarraigo. Habría que esperar hasta fines de 1979 (cinco en total) eran pasantes temporales
Frente a este phamo que puede tornar- para ver iniciarse concretamente las acti- del Instituto Nacional de las Artes, que
se irremediable, {cómo explicar el silen- vidades de preparación del Museo del no habían cursado ningún tipo de estu-
cio que rodea a todo lo que no produzca Sahel, y hasta 1981 para que se celebrara dios museológicos. Los únicos funciona-
“beneficios contantes y sonantes”? la exposición inaugural en los locales pro- rios del museo con nombramientos per-
¿Cómo explicar el silencio frente al pe- visionales de Gao. Dicho museo, depen- manentes han sido sus directores, quienes
ligro que amenaza al patrimonio cultural diente del Ministerio de Deportes, Artes tuvieron por toda formación un cursillo
saheliano? [Cómo puede reducirse la y Cultura, por mediación de su Dirección de iniciación en la materia en el Museo
búsqueda de la felicidad al solo “comer y Regional en Gao, perseguía los objetivos Nacional de Bamako. A esto hay que
beber”? ¿Cómopuede ignorarse el hecho siguientes: agregar que el Museo del Sahel no dispu-
de que el desarrollo del hombre se apoya Proponer al hombre del Sahel una forma so nunca de presupuesto propio.
en su “medio natural, su herencia cultu- de educación diferente de la de la es- En la actualidad, sobre todo después
ral, la creatividad de sus hombres y muje- cuela convencional y dirigida a todas de las segundas jornadas de estudios
res y el intercambio enriquecedor con las capas sociales. sobre museos celebradas en Malí en abril
otros grupos”, o desconocer que “el de- Ayudar al hombre del Sahel a adquirir un de 1985, se invocan otras razones más
sarrollo supone una mejora de la calidad mejor conocimiento de su medio desde profundas para justificar las insuficiencias
de la vida, adquirida mediante la afirma- el punto de vista de la historia, la eco- de la institución: su propia concepción,
ción de una identidad cultural”? nomía, la sociología,la ecología huma- las condiciones de su creación, la falta de
Los intentos de salvaguardar el patri- na, etc. una campaña de sensibilización de las
monio cultural saheliano mediante la Participar en la orientacióny organización poblaciones locales, su relación con el
creación de instituciones culturales o el de los artesanos. Museo Nacional de Bamako.
lanzamiento de programas se ven afecta- Reforzar la cooperación con las institucio- A falta de recursos financieros propios,
dos por las limitaciones que sufren las vo- nes culturales subregionales, en espe- el Ministerio de Deportes, Artes y Cultu-
luntades intelectuales poco apoyadas por cial con los museos. ra de Malí quiso aprovechar un programa
sólidas voluntades políticas. Dar a conocer a otros pueblos la cultura de trabajo -financiado por fuentes
Cada uno de los ocho estados del Sahel del Sahel. alemanas- en colaboracióncon el Museo
político cuenta por lo menos con un mu- Constituir un gran centro de documen- de Ultramar de Bremen para reunir una
seo nacional en su capital; entre los más tación sobre el Sahel. primera colección destinada al Museo del
célebres cabe mencionar el de Niamey Transcurridos cuatro años desde su Sahel de Gao. Una misión conjunta co-
(Niger) y el de Bamako (Malí). En general inauguración, el Museo del Sahel de Gao menzó las exploraciones en el Adrar de
son pluridisciplinarios y muy clásicos y ha cerrado sus puertas provisionalmente, los Iforas y consiguió reunir dos colec-
otorgan un lugar de privilegio a la et- por múltiples razones, sobre todo por ciones completas de objetos comprados a
nografía y a la historia. No obstante, no problemas de organización semejantes a las poblaciones, una destinada al Museo
incluyen en sus proyectos la salvaguardia los que pueden encontrarse en cualquier del Sahel y la otra al Museo de Bremen.
del medio ambiente natural -si bien al- otro tipo de museo. Otros problemas se Por consideraciones de orden pedagó-
gunos disponen de un zoológico-, ni se relacionan con la práctica museológica a gico y de respeto a la ética de la exposi-
ocupan de los sitios arqueológicos y de los nivel local, que en algunos aspectos está ción, se había convenido que la muestra
monumentos. Su actividad rebasa el mar- en directa contradicción con los princi- proyectada se prepararía en Bremen y
co estricto del Sahel, para abarcar la tota- pios del ecomuseo.2 en Malí, y se presentaría en Tamasheq de
lidad del territorio nacional respectivo. los Iforas, en Gao, capital regional, en
Las relaciones a nivel regional son escasas. Las cotzdìcìones de creacìón deZ Bamako, capital nacional, y en Bremen,
En este momento, en todos estos esta- Museo deZ SaheZ República Federal de Alemania. La
dos se hallan en preparación proyectos de apreciación crítica de las diferentes pre-
museos locales, algunos de los cuales El museo jamás dispuso de locales pro- sentaciones permitiría hacerse una idea
tendrán en cuenta todos los elementos pios; ocupó siempre una antigua vivienda de la reacción de las diversas poblaciones
del medio ambiente. Los dos proyectos familiar alquilada al efecto. Esta casa de y de la imagen que cada una tenía de sí
más avanzados parecen ser el ecomuseo salas exigiias, mal conservadas, con pare- misma, que podía coincidir o no con la
de Ziguinchor en el Senegal, aún no ma- des agrietadas por las que penetra el que deseaba proyectar.
terializado, y el Museo del Sahel de Gao agua, sin instalación eléctrica, no garanti- Desafortunadamente, la exposición no
(Malí), que se inauguró en 1981. za la seguridad de los objetos ni ofrece circuló como estaba programado y todas
Fue precisamente en el marco de la condiciones agradables a los visitantes. estas previsiones fueron dejadas de lado
nueva política para museos adoptada en Sirve apenas de lugar de exposición y no una vez adquiridas las colecciones. La
Malí en mayo de 1976, con ocasión de las se presta a las demás funciones propias de
primeras jornadas de estudios sobre los un museo. Las condiciones del contrato
museos, que se concibió un programa de de arrendamiento no permiten ninguna 2. Véase el artículo de Jean-Pierre Vuilleumier
museos regionales, incluido el Museo del modificación. “Programación de museos y política de
desarrollo”, Mmeum, n.’ 138, 1983, que hace un
Sahel de Gao. Esta nueva política aconse- El Museo del Sahel ha sufrido una gran resumen de las actividades y los objetivos de este
jaba la democratización de los museos, inestabilidad en cuanto a sus directores museo.
232 Alpha Oumar Katzaré

45
El oasis de Atar-Chinguetti en Mauritania
(1969).

, -

participación científica, técnica y finan- orden de prioridades, sin olvidar que la El museo parece estar destinado sobre
ciera de cada una de las partes del proyec- formación del personal tampoco estaba todo a los funcionarios y turistas, con el
to había sido desigual. Los malienses ha- incluida en ningún programa. agravante de que las primeras reacciones
bían ayudado a los alemanes a realizar su de las autoridades regionales no siempre
programa, pero este acto de cooperación La ausencia de participación de da fueron positivas: “No se puede lograr que
sin reciprocidad real no se integraba en pobdación Zocad una población obsesionada por la bús-
ningún programa a largo plazo, ni de queda de alimentos se interese por la at-
unos ni de otros. Esta accih puntual. sin El proyecto del Museo del Sahel fue trata- queología, los museos o las pinturas ru-
otro objetivo que ayudar a Bremen a lle- do al más alto nivel peto, exceptuada la pestres. No basta que sea su propia
nar un ala de su museo, difícilmente po- fase de acopio, las demás se caracterizaron cultura o conlleve la posibilidad de un
día formar parte del programa inaugural por la falta de entendimiento con los di- desarrollo futuro. Lo priorirario es asegu-
de un museo de Malí. No se trataba en versos grupos étnicos de la región. La rar la alimentación, asegurar la posibili-
absoluto de una iniciativalocal o nacional campaña de sensibilización sólo alcanzó a dad de sedentarización de las poblaciones
maliense, y por otra patte tampoco exis- los medios en los que se había efectuado que permita garantizar su existencia mis-
tían precedentes de colaboración entre el el acopio de los objetos, cuando en reali- ma.”3
Museo de Bremen y las autoridades de los dad debería haber comprendido a todos A partir de allí resultaba imposible ha-
museos del país. La innovación que nos- los tuaregs y a todos los demás grupos ét- cer que la población contribuyera a la fi-
otros deseábamos fracasó por falta de se- nicos de la región (entre otros, los nanciación, la gestión y la animación del
guimiento y de continuidad. songhoi, los moros y los peules). museo. Cabe señalar, además, que du-
Al principio, el proyecto contemplaba La inauguración de la primera exposi- rante el coloquio internacional de 1981
la creación de un museo tradicional en re- ción sobre los tuaregs en Gao se llevó a ca- los representantes de los demás estados
cinto cerrado, si bien no se habían descar- bo en un momento de gran tensión polí- sahelianos, especialmente el Niger y el
tado las posibilidades de apertura hacia el tica y fue interpretada por los habitantes Senegal, se limitaron a exponer su propia
exterior mediante la organización de ex- de esta capital regional -songhoi en su experiencia en la materia, sin intentar es-
posiciones itinerantes o de talleres artesa- mayoría- como una provocación, una tudiar los modos de ampliar a todo el
nales. Pero no se logró plasmar acabada- ocasión ofrecida a los ruaregs para ce- Sahel el alcance de este nuevo museo.
mente un enfoque pluridisciplinario, el lebrar su victoria electoral sobre los seden-
Único que hubiera permitido abordar el tarios. Las manifestaciones inaugurales y Las reZaciones entre eZ Museo
conjunto de los problemas del desarrollo. el museo fueron, en consecuencia, boico- NacionaZ de Bamako y ed Museo ded
y en especial los ecológicos. El museo fue teados por los songhoi. Otro tanto ocurrió Sabd de Gao
concebido fundamentalmente por so- en mayo de 1982, con motivo de la ce-
ciólogos, historiadores y etnólogos, al lebración de la Jornada Nacional de Sal- El Museo Nacional de Bamako fue conce-
margen de las poblaciones. Si bien se pre- vaguardia del Patrimonio Cultural. La bido pata servir de “pulmón” a todos los
tendía pluridisciplinario, su práctica, es inauguración de una segunda exposición museos de Malí. Debía ser el complemen-
decir, la realización concreta de las sucesi- -sobre los songhoi esta vez-, aunque to, el centro de coordinación, la referen-
vas exposiciones etnogrSicas organizadas había sido anunciada mucho antes de la cia, la memoria auxiliar, el taller y el labo-
con financiación externa, planteaba di- apertura del museo, no alcanzó a paliar ratorio central de todos ellos.
versos problemas. Por un lado, algunas completamente el descontento inicial. La intervención del Museo Nacional,
minorias étnicas se sintieron excluidas del Los habitantes de Gao no se sintieron di- en colaboración con el Departamento del
programa, es más, no existía ningún rectamente involucrados; en realidad, la Patrimonio Nacional -servicio de tutela
programa completo, ningún plan de de- población interesada vive lejos de allí
sarrollo que ofreciera una visión global Únicamente los tuaregs que llegan a Gao 3 . Declaración del gobernador de la región
durante el Primer Coloquio Internacional de Gao
del museo. Ni la historia, ni la arqueolo- conocen la existencia de una exposición sobre el papel de los museos en las regiones
gía, ni la ecología parecían figurar en su sobre uno solo de sus grupos. sdhehanas, celebrado en 1976.
Un programa de ecomuseos para e/ Sahel 233

de los museos locales-, planteó proble- Malí en 1985, unida a la decidida volun-
mas de competencia, y con ello la necesi- tad expresadapor la autoridadeslocalesde
dad de redefinir la posición de los museos resolverel problemadel edificiodel museo
locales respecto del Museo Nacional. deberían permitirla reanudaciónde las ac-
Por otra parte, no es menos cierto que tividades del Museo del Sahel de Gao.
el Museo del Sahel no mantuvo relaciones No obstante, sigue siendo indispen-
con ninguna otra institución nacional, ni sable definir claramente las implicaciones
siquiera con las instituciones culturales y de la nueva política museológica de Malí
científicas subregionales, o con los mu- si queremos evitar nuevos errores que
seos, como hubiera debido con mayor ra- desemboquen en frustraciones o en un
zón aún. fracaso definitivo.
Cualesquiera sean esas implicaciones,
Nuevas ideas para una poZítica no tendrán validez alguna mientras se si-
museoZógica ga excluyendo del debate sobre la salva-
guardia del patrimonio cultural a
Una juiciosa aplicación de las conclu- quienes, teniendo la preparación necesa-
siones a las que se llegara en las últimas ria, no se formaron sin embargo en la es- 46
jornadas de estudio sobre los museos de cuela francesa. Un debate circunscripto La vida nómade en el Niger.
- -
2 34 A&ha Ormar Konaré

únicamente a los círculos intelectuales só- en cuenta los bienes inmateriales (pa- ción. Habrá tantos ecomuseos como
lo puede llevar a un callejón sin salida, só- labras, ritos, signos, etc.), tan caros a pueblos o grupos de pueblos y campa-
lo puede conducir a imitaciones más o nuestras sociedades de culturas funda- mentos o grupos de campamentos nóma-
menos disimuladas, cuando de lo que se mentalmente orales. Si el objeto ya no re- das presenten una homogeneidad lin-
trata en realidad es de invertir la tenden- cibe un trato privilegiado, (10 recibirá el güística, étnica y cultural. Esta fórmula
cia y provocar una ruptura real con el le- hombre, es decir el creador, el que tiene nos parece la mis interesante, porque los
gado colonial o neocolonial. la capacidad de crear y recrear? grupos resultantes son escenario de la eco-
Sólo los que viven su cultura y la hacen Estamos convencidosde que el estable- nomía vivida, de los ritos iniciáticos, de
vivir pueden crear nuevas estructuras cimiento de la práctica incipiente del eco- las empresas solidarias. Los ecomuseos
autónomas. Hay que elegir vías diferen- museo y la participación en el debate de correspondientes deberin ser comple-
tes, dando preferencia a las formas educa- personas de cultura nacional no formadas mentarios unos de otros y formar una
tivas tradicionales o a las nuevas que en las escuelas extranjeras comportarían red regional. Algunos serán reagrupados
habrá que crear sobre la marcha. Las la necesidad de aceptar museos diferentes en torno a ecomuseos “pulmones”, que
nuevas implicaciones deberán llevar a -y, por lo tanto, enfoques y concre- servirán de sedes administrativas, salas
una reinterpretación del papel de la edu- ciones diferentes- y aun nuevas fórmu- de exposición, laboratorios, teservas y
cación, las que los superarán, dando preponde- estructuras de investigación, entre otras
La nuevas estructuras se harán cargo de rancia a ciertas unidades sociales como las funciones. Estos “pulmones”, que dis-
la educación, la cultura y la información familias y las personas depositarias de pondrán de colecciones propias consti-
de manera homogénea, considerándolas conocimientos y técnicas tradicionales tuidas sobre todo por objetos desafecta-
como un todo, y tendrán que integrar por ( “perso?z?zesressources”).4 dos, podrian instalarse en las capitales
igual todos los recursos del medio, huma- ¿Qué otras dificultades específicas administrativas.
nos y materiales. Dar respuesta a esta tendrá que superar el ecomuseo para Los demás ecomuseos no dispondrán
problemática particular del Sahel implica lograr establecerse en el Sahel? de colecciones propias, ya que los objetos
la puesta en funcionamiento de una En primer lugar, la escasa densidad de quedarán en manos de sus propietarios o
auténtica estrategia a largo plazo cuyo la población (treinta y tres millones en la usuarios. Se tratará sobre todo de objetos
desarrollo afectaría a varias generaciones. actualidad, cincuenta millones en el año en uso, integrados de alguna maneta en
Para implantat dicha estrategia habrá que 2000; entre siete y ocho habitantes por ki- la vida cultural. Un objeto que “vive” es
partir sin duda de las propias pautas cul- lómetro cuadrado), diseminada en gtan- un objeto conservado. La utilización de la
turales, pero habrá que reflexionar, al des espacios carentes de vías de comunica- radio -y por lo tanto de la palabra-, de
mismo tiempo, sobre las aportaciones ción. La multiplicidad de estados hace los medios audiovisuales y de la informá-
de la nueva museología -en constante que las fronteras políticas sean a menudo tica permitirá tal vez prolongar la vida del
búsqueda de la identidad del hombre- artificiales y no coincidan con las comuni- objeto y dará una nueva dimensión a los
tomando al ecomuseo como base de dades culturales. Habrá que comenzar ecomuseos.
esa reflexión y como etapa de una evolu- entonces por hacer que las poblaciones Cada ecomuseo deberá hacerse cargo
ción: hasta tal punto esta fórmula ofrece del Sahel tomen conciencia de pertenecer de todos los objetos, de todos los ritos y
perspectivas dinámicas e innovadoras. a un mismo ecosistema, sin olvidar la es- signos, de todas las manifestaciones que
casez de sus ingresos y las dramáticas ne- se produzcan dentro de los límites de su
ProHemas deZ contexto aficano cesidades de supervivencia que se les territorio, dando prioridad a las series.
plantean. Será él quien asegure su “propiedad cul-
En el contexto africano el enfoque eco- Otro elemento que hay que tener pre- tural’’ más que su propiedad legal, que
museológico plantea problemas de diver- sente es la concepción que las poblaciones sólo ejercerá respecto de los objetos con-
sa indole, ya que el concepto implica la tienen de la naturaleza, que aparece co- temporáneos, sin propietario específico o
participación de un poder y de una pobla- mo una fuente de riqueza que debe utili- que hayan pertenecido a generaciones
ción. ¿De qué poder se trata? ¿Qué tipo zarse de manera directa para asegurar la desaparecidas, lo cual excluye la posibili-
de gobierno puede crear con éxito un eco- supervivencia inmediata del grupo y no dad de atribuirles valor comercial o de
museo? (No es acaso el ecomuseo un ins- para satisfacción de necesidades futuras. discriminar a algunos respecto de otros.
trumento de sociedades avanzadas, con- Y aunque la salvaguarda de los objetos Por otra parte, serán las comunidades
cientizadas, que ya han superado una significa ciertamente su conservación, mismas quienes decidirán -según los
serie de problemas políticos y cuyos con todos los ritos que les son propios, de criterios propios a cada una de ellas- qué
ciudadanos disfrutan ya de ciertos de- manera mucho más profunda la relación objetos deberán ser conservados, cuáles le
rechos? con los objetos se manifiesta en la necesi- interesan en particular y cuáles en cambio
La voluntad de asumirse de manera in- dad de crear las condiciones que les per- pueden interesar a las comunidades veci-
tegral, que es el fundamento del ecomu- mitan continuar creándolos. Mientras el nas y a los extranjeros en general. Todos
seo, ¿no puede comenzar en el tiempo artesano viva y respete las tradiciones, los objetos puestos bajo la responsabili-
antes de inscribirse en el espacio? mientras los ritos permanezcan, el objeto dad del ecomuseo permanecerán en su
Nos parece que el ecomuseo, en su de- vivirá. territorio y no podrán ser trasladados sino
finición actual, no toma suficientemente con la población o con quienes estén a
Proposiciones para Zos ecomuseos cargo de su custodia directa, a menos que
4. Se denomina “ p t w o n n reswurces”
~~ a se haya decidido presentarlos fuera de su
aquellas que pueden servir de referencia o de El Sahel deberá ser considerado como un contexto habitual.
fuente de información de la cultura a la que todo divisible en varios “territorios” ho- Cada una de las unidades llevará a cabo
pertenecen por haber sido durante su vida
receptoras de sus tradiciones y de su saber mogéneos y accesibles, según criterios tareas de identificación, coordinación,
popular. que serán determinados por cada pobla- programación y animación.
Un programa de e c o m m e o ~para e l Sahel 235

48
47 Un pozo en la región de Atar en
La pista de Zinder a Agades en el Níger. Mauritania.

Dentro de estos lineamientos, el actual ción? Los ecomuseos no podrán permane- tos declarados de interés. Centros de
museo de Gao podría reorganizarse como cer ajenos a estos interrogantes, so pena recreo y de documentación cultural, los
un ecomuseo que incluyera diversas uni- de convertirse en cementarios. ecomuseos serán también centros de soli-
dades de extensión e itinerarios como la También será indispensable apoyarse daridad y de promoción de la vida aso-
Tumba de los Askia, el cementerio real de en los jóvenes y contar con su ayuda para ciativa.
Samé y otros. De esta manera, el Sahel llevar adelante el acopio sistemático de
podría contar con un centro de documen- todos los objetos, de todas las tradiciones Condiciones did é&o
tación cultural y otro de exposiciones iti- en vías de rápida extinción. Las exposi-
nerantes que cubrirían toda la región. ciones ilustrarán los aspectos más impor- El éxito de los ecomuseos depende de la
tantes de la vida y el entorno de cada medida en que se permita la participa-
Objetivos población, así como los problemas so- ción de la población en cada una de las
ciales y los elementos decadentes de etapas de su realización. Esta concerta-
La finalidad de las actividades de los eco- nuestras tradiciones culturales. ción tan necesaria, y que a algunos les
museos en la región deberá consistir en También tendrán cabida temas como suele parecer fastidiosa, lenta y penosa
aguzar el espíritu crítico de las pobla- la historia y la geografía de los países sahe- -cuando no inútil-, no se limitará a las
ciones y su capacidad de discernimiento lianos, con el fin de mostrar su anti- encuestas sobre el terreno y a las respues-
para identificar sus problemas y, sobre to- güedad, facilitar su mutuo conocimiento tas a cuestionarios. Si se quiere ganar su
do, en devolverles la confianza en sí mis- y mostrar el alcance y la continuidad de confianza, las poblaciones deben poder
mas, dejando un mayor margen de acción la sahelización. Otros temas serán los sentir que los promotores de los ecomu-
a la iniciativa personal que les permita problemas ecológicos específicosy las tec- seos comparten su suerte, que están ver-
convertirse en miembros cada vez más nologías nacionales, para poner de relieve daderamente comprometidos con su
responsables de su comunidad. El eco- la capacidad de adaptación a las limita- destino.
museo debería también permitir a las ciones del medio ambiente que, sin de- La acción de tales museos deberá tener
poblaciones sahelianas una integración pender de la ayuda exterior, puede garan- necesariamente en cuenta las posibilida-
más profunda con su medio. Sus activida- tizar el desarrollo de ciertos sectores des de las poblaciones y evitarles en con-
des, múltiples y diversas, deberían ser lle- económicos como la artesanía. Una aten- secuencia las cargas pesadas y reiteradas.
vadas a cabo por equipos pluridisciplina- ción especial merecerán también los dis- Serán, por el contrario, el reflejo de sus
rios, lo cual facilitará en mayor medida el tintos análisis de las relaciones comer- aspiraciones y de sus posibilidades mate-
enfoque museológico del Sahel, que ya ciales. riales, con proyectos modestos pero no
no se contentará con la contemplación Los ecomuseos deberán ofrecer la posi- restringidos, sino insertos en un verdade-
pasiva del pasado o del presente sino que bilidad de poner en práctica nuevas y más ro programa a largo plazo. Con mayor ra-
deberá participar en todos los esfuerzos adecuadas estructuras educativasy permi- zón deberán descartarse las recaudaciones
realizados por el hombre para sobrevivir tir además la creación de centros de edu- de impuestos adicionalespara proveer a la
y por procurarse alimentos, agua y cación popular y de educación rural. De- financiación de estos museos. Las pobla-
abrigo. berán también poner todo su empeño en ciones deberán poder intervenir a través
¿Cómo aprovechar mejor los recursos la promoción de las lenguas nacionales, de sus asociaciones, económicamente o
hidráulicos? ¿Cómo hacer para sacar el mediante su uso obligatorio y la recopila- mediante la participación concreta en las
mejor partido del ecosistema? [Cómo ción y aprovechamientode las tradiciones actividades y trabajos. Descontando que
luchar contra la degradación de los orales. Serán asimismo los más indicados las instituciones tradicionales se mostra-
suelos, el sobrepastoreo, la deforesta- para conservar las especiesvegetales y ani- rán desconfiadas, poco receptivas y muy
ción? ¿Cómo luchar contra la desertifica- males, así como los espacios y monumen- reticentes frente a este tipo de proyectos,
236 d b h a Oumur Konaré

habrá entonces que promover la creación permita conocerse, reconocerse y asumir-


de nuevas asociaciones, con la participa- se en sus limitaciones y en sus posibilida-
ción de emigrados que no hayan perdido des. La experiencia ecomuseológica
contacto con su medio. Las interven- contribuirá así a liberarnos de las falsas
ciones exteriores deberán ser siempre estrategias de desarrollo, responsables de
cuidadosamente delimitadas y planifica- los fracasos en que se ven sumidos
das con el acuerdo de cada territorio y no nuestros países en la actualidad. El eco-
excederán el marco de la formación y el museo como forma de participación y de
apoyo técnico. gestión podría constituir un adelanto de-
Nos parece poco probable que los esta- cisivo en el campo de la cultura y, por lo
dos sahelianos financien individualmen- mismo, de la vida en general. Como toda
te estos museos, dada su situación econó- conquista, exigirá sacrificios, abnegación
mica actual y teniendo en cuenta que los y desinterés. Será una tarea de amor.
proyectos sociales serin todavía por largo Si la evolución de los museos de África
tiempo postergados. Habría que incluir no alcanzara esta etapa de transformación
entonces los ecomuseosen el marco de los -que no es un fin en sí misma-, ello re-
proyectos integrados a nivel estatal o con- dundaría en una menor participación de
ducidos por organismos regionales o las poblaciones en la defensa de sus cultu-
subregionales, sin olvidar tomar en cuen- ras y en un mayor número de atropellos
ta las posibilidades de los grupos asociati- conducentes a la servidumbre y a la pérdi-
vos o comunitarios. da total de la identidad cultural. Enton-
La visión que el saheliano tiene del ser ces los caminos de la lucha cultural se con-
humano, de la naturaleza que lo rodea y fundirán más que nunca con los de la
de las necesidades de la lucha por la su- lucha por la vida misma.
pervivencia corresponden a una visión
ecomuseológica que pretende ser una ac- [Traducidodedfrantéss]
titud, una manera de ver y de actuar que

Fernanda de Camargo e Almeida Moro Trabajar sobre un barrio completo utili- sus potencialidades. En nuestra sed de
zando plenamente su potencialidad, des- descubrimiento, encontramos lugares y
Nació en Río de Janeiro. Licenciada en museologia pertar la conciencia de la comunidad po- personas donde y con quienes convivimos
e historia del arte, hizo un doctorado en arqueolo- niéndola en contacto directo con el medio intensamente y cuyas posibilidades de
gía. Es ex presidenta de la Fundarifin del Museo Es- desarrollo tratamos de favorecer utilizan-
ambiente natural y cultural, cultivar sus
tatal de Río de Janeiro y del Consejo de Protección
de los Bienes Culturales y Nacionales; directora de tradiciones y desarrollar sus raíces, esti- do los talleres de los artistas, los museos y
investigación y aplicación de los programas de mular su creatividad y preservar su medio otras instituciones como lugares de en-
Mouseion; miembro del Consejo Científico del Mu- ambiente: éstos eran los propósitos del cuentro y centros de creatividad. Entre
seo de Astronomía de Río; pres¡denta del Comiti- proyecto que intentamos poner en prácti- ellos, la feria del barrio se prestó particu-
Nacional Brasiletío del ICOM; y miembro del Con-
sejo Ejecutivo del ICOM y de la Cornisifin de Museos ca por primera vez hacia 1968 en el barrio larmente para servir de foco de dinamita-
de la Unión Internacional de Ciencias hntropológi- de Santa Teresa de Río de Janeiro. ción educativa y cultural.2
cas y Etnogr6flcas. En todo momento el equipo de trabajo
EZ museo conceptuaz deZ barrio procuró hacerse virtualmente transparen-

Entusiasmados con la idea, quienes en-


tonces constituíamos el equipo Cepil de- 1. Grupo básico que más tarde formó
Mouseion, Centro de Estudios Museológicos y
cidimos salir a las calles de ese barrio pin- Ciencias Humanas, institución que tiene a su
toresco situado en un cerro de Río de cargo varios programas y proyectos de
Janeiro -donde algunos vivíamos y otros investigación y aplicación en el campo de la
museologia alternativa en Río de Janeiro.
trabajaban- sin otra idea inicial que la 2. En el sentido que consideraría más tarde
de conservarlo, descubrirlo y acrecentar Sven Lindquist en Grüu dür du Står.
San Cnhóbal: e l ecomuseo de un barrio 237

te, invisible casi: animaba, participaba, cepción de la ecomuseología integrada.


pero sin interferir ni tratar de modificar Es en San Cristóbal que el niño carioca4
de manera significativa las estructuras establece su primera relación profunda
existentes. con el concepto de universo, con el medio
En 1970 describimos esta experiencia ambiente natural y con el pasado. Es aquí
tan rica a Georges Henri Rivière y a Hu- que, de la mano de sus padres, descubre
gues de Varine, quienes nos dieron un el inmenso parque de la Quinta de Bõa
apoyo sin reservas y nos invitaron a parti- Vista, el antiguo edificio y las colecciones
cipar en forma más activa en los trabajos del Museo Nacional y las cúpulas plate-
del Consejo Internacional de Museos adas del Observatorio Nacional, “donde
(ICOM). En aquel tiempo habíamos el gran anteojo permite ver las estrellas”.
bautizado nuestro proyecto con el Es aquí también que descubre la enor-
nombre de “museo conceptual del me Feria del Nordeste,5 colorida y ruido-
barrio”. El espacio del museo era la totali- sa, donde las pilas de objetos y comes-
dad del barrio, con sus participantes, su tibles se confunden con los cantores y
vida, sus estructuras y sus monumentos. narradores. Allí están las enormes favelas
A medida que se desarrollaba, el progra- apiñadas en las pendientes de los cerros,
ma se iba redefiniendo según las necesi- las iglesias que no se vacían jamb, las es-
dades. Más tarde, hacia 1971, nos dimos cuelas de samba‘ que hacen oír su música
cuenta - sobre todo al participar en la y las casas de comercio -grandes, me-
Conferencia General del ICOM que tuvo dianas y pequeñas- mezcladas con in-
lugar en París y en Grenoble- de que es- dustrias florecientes.
te movimiento hacia el museo abierto, di-
ferente y de mayor participación estaba
cobrando impulso en el mundo entero y
en cierto modo se vinculaba con las ideas 3 . Éste es el concepto de vida comunitaria que
de la naciente ecomuseología.3 postulamos en 1968 con el proyecto de Santa
Teresa y que ampliamos a partir de 1973 con el
proyecto del Museo de Imágenes del Inconsciente
San Cristóba4 un ecomuseo [“Musée des images de l’Inconscient - Rio de
Janeiro, une expérience vecu dans le cadre d’un
integrado hôpital psychiatrique”. Museum, vol. XXVIII,
n.’ 1, 19761. En 1974, lo formulamos
Cuando empezamos a trabajar en San nuevamente para El Salvador, durante una
misión consultiva de la Unesco/PNUD y todavía
Cristóbal, lo hicimos con la intención de hoy sigue inspirándonos y sirviéndonos de base
ahondar en el proyecto de un museo para todos los proyectos de museos vivos y ‘I

abierto. Nuestro territorio era ahora un abiertos que intentamos llevar a cabo.
4.El término carioca, que designa en principio
magnífico barrio situado en la parte norte a la persona nacida en Río de Janeiro, se aplica

-
de Río de Janeiro. La idea inicial podría hoy en forma extensiva a todos los que viven allí.
parecer la misma, pero la textura del 5. La Feria del Nordeste es una feria de
productos de esa región del país.
barrio era completamente diferente y 6. Las escol“ do samba son grupos de creación
pronto tuvimos que ajustar diversos de samba, establecidos generalmente en las
favelas, que no sólo componen la música sino
aspectos del proyecto. Podríamos decir que también elaboran el argumento y diseñan los I

que fue allí donde se originó nuestra con- trajes que presentan en los desfiles de carnaval.
49
MUSEUNACIONAL D E HISTORIA
N A T U R A L , San Cristóbal. Un gabinete de
curiosidades donde los niños de Río hacen
sus primeros descubrimientosdel
patrimonio cultural.

50
MUSEU D O P R I M E I R O REINADO.El
cielo raso de Ferrez, “el cielo del que nos
habla el Reverendo Padre”.
238 Femanda de Camareo E ALmzidaAoro

la garantía de su continuidad vital y del


desarrollo vigotoso de su rico tapiz
emocional.” 8

Una cooperativa de museos


ad servicio ded bam’o
En 1980, cuando asumimos la Dirección
de la Superintendencia de Museos del Es-
tado y, poco después, la del Museo del
Primeiro Reinado -unidad experimen-
tal del sistema de museos de Estado, tam-
bién situada en San Cristóbd-, vimos la
posibilidad de acelerar la realización de
nuestro proyecto y de asociar a él todos los
museos del barrio, estatales o no, en su
calidad de estructuras de dinamización
que vendrían a sumarse a las instituciones
ya existentes, como el Observatorio
Nacional -hoy también museo-, el
Parque de la Quinta de Bõa Vista, las
escuelas de samba y demás estableci-
mientos de educación y cultura, en una
51 Este barrio fue en la época del Imperio palabra, un conjunto de instituciones
Descubrimiento de juguetes científicos en el brasileño7 residencia de la familia impe- que activarían el barrio, motivando a la
Parque San Cristóbal. rial y de la nobleza, pasó luego a la alta comunidad, como el equipo Cepi lo ha-
burguesía y más tarde a la clase media bía hecho en Santa Teresa en el marco de
acomodada, mientras empujaba hacia los su primer programa.
cerros a una población menos favorecida Si esta vez deseábamos utilizar las insti-
que se amontonaría en las favelas. tuciones como estructuras de apoyo, eso
Cuando hace algunos años, el equipo se debía no sólo a las dimensiones del
Cepi comenzó a trabajar en San Cristó- barrio sino a que esperábamos también
bal, lo hizo con la idea de desarrollar un integrarlas a nuestro trabajo, con la idea
programa similar al de Santa Teresa. Pero de formar un todo homogéneo que favo-
cada barrio es una realidad diferente y reciera la formación de un enfoque inter-
exige una actitud diferente para generar disciplinario, actitud indispensable que
un proceso de concientización que tam- debe prevalecer en la organización de to-
bién será diferente. Nos vimos obligados do aquello que pertenezca a la memoria
a examinar el barrio de arriba a abajo, a colectiva. No se trataba de crear con el
explorarlo y analizarlo a fondo antes de ecomuseo del barrio una institución más,
poder abordar las tareas concretas desti- sino de estructurar un ecomuseo por la in-
nadas a materializar nuestra idea del eco- corporación cooperativa de las institu-
museo integrado. ciones existentes.
Finalmente llegamos a la conclusión de El Museo del Primeiro Reinado, en el
que la comunidad no sólo estaba formada antiguo solar de la marquesa de Santos,
por quienes vivían en el barrio, sino tam- fue el eje de la primera parte del progra-
bién por aquellos que trabajaban en él, ma basado en las investigaciones que
utilizándolo desde la salida hasta la pues- sobre el barrio había ya emprendido
ta del sol, así como por los compradores Mouseion. En ningún momento, sin em-
y vendedores habituales de la Feria del bargo, este liderazgo inicial se ejerció en
Nordeste, museo vivo de los domingos, detrimento de la creatividad o de los pro-
lugar de encuentro de todos los nordesti- yectos de las demás instituciones, ya que
nos de Río que allí se reúnen para pasar cada una de ellas propuso, con espíritu de
el día. “Todo esto forma un tejido vivien- activa participación, un sector específico
te cuyos hilos apretadamente entrelaza- de acción.
dos son inseparables. El barrio es un todo La idea consiste en relacionar entre sí
armonioso, sin barreras rígidas, que ope- las actividades del barrio para inducir a la
ría como una entidad indivisible. Ésa es comunidad a incrementar su participa-
ción creativa y espontánea y favorecer así
los encuentros y los intercambios y dina-
7 . Periodo de la historia del Brasil que se mitar las tradiciones.
extiende de 1822 a 1889.
8. Fernanda de Camargo e Almeida Moro, Nuestra idea era preservar una forma
CartJs de SZo Cristo’vZo, Río de Janeiro, 1980. de vida. El patrimonio natural y cultural
San CrirtÓbaL: el ecomuseo de zcn barrio 239

-incluida la actividad cotidiana- era integran con naturalidad en la vida


interpretado como una totalidad: la his- cotidiana.
toria viva de una comunidad en un Una de las muchas premisas de nuestro
territorio. proyecto había sido desde el principio ha-
En el Museo del Primeiro Reinado hici- cer que la comunidad del barrio usara
mos todo lo posible por incitar a la comu- nuestro espacio para sus propias activida-
nidad a participar en la actividad coti- des de creación. Empezaron por presen-
diana del museo.’ Para esto era necesario tarse los grupos de músicos de la vecin-
abrirlo totalmente a los visitantes, incluso dad, después un grupo de jóvenes vino a
en la rutina diaria. Nos esforzamos por componer y a ensayar su música hasta que
hacer que nuestra propuesta fuera sufi- un domingo, sintiéndose ya preparados,
cientemente flexible como para aceptar la dieron por fin un concierto en el kiosko
participación de la comunidad en la for- de la plaza cercana a la feria. Visitamos a
ma en que se presentara y lograr a la vez los comerciantes del barrio, recibimos su
que la comunidad aceptara nuestra parti- visita y su ayuda y lo mismo ocurrió con
cipación. No podíamos ocultarle las debi- los obreros de los talleres mecánicos de la
lidades del museo y, si por un lado tratá- vecindad, con los alumnos de las escuelas
bamos de suscitar una interacción entre la y con los habitantes de las favelas. Nos las
colectividad y el patrimonio -conside- arreglamos para conseguir un ómnibus
rando que la primera no era sólo consu- para transportar a los niños de las favelas, 52
midora sino también fuente primaria de que llegaron a convertirse en una parte En la Feria del Nordeste, comestibles que
han viajado 2.000 !un.
materiales-, por otro, demostrábamos activa de la vida del barrio.11
la necesidad de un equipo de especialistas Un día, más de cincuenta niños llega-
calificados que fueran a la vez participan- ron al ObservatorioNacional. El ómnibus
tes y consumidores. se detuvo en el parque, donde las cúpulas
del Observatorio están rodeadas por in-
Ed universo viviente del museo mensos mangos cargados de frutos. Los
niños se precipitaron sobre ellos, se trepa-
Se trató de reducir a sus justas dimen- ron a los árboles, una y otra vez, atragan-
siones la historia mítica del Museo del Pri- tándose con los mangos maduros. Algu-
meiro Reinado como casa solariega de la nos de los adultos que los tenían a su
marquesa de Santos, favorita del empera- cargo los miraban atónitos, otros trataban
dor.10 Más importante era ahora el des-
cubrimiento de una residencia increíble,
con un enorme potencial que permitiría 9. Fernanda de Camargo e Almeida Moro,
realzar aún más su belleza y la maravillosa O museu como sistema de educuçäo näo formal.
D.O. Bahía, 19 de diciembre de 1984.
colección de pinturas y esculturas de su 10. Domitila de Castro Canto e Mello recibió
interior. Interpretada por nosotros, la ca- del emperador Pedro I el título de vizcondesa y,
sa se convirtió en un lugar donde se vive luego, de marquesa de Santos.
11. Pierre Mayrand, L’Ecommée de la Huufe-
la cultura en forma intensa pero acce- Beame, Oaxtepec, 1984: “El ecomuseo no se
sible y donde las figuras históricas se visita. se vive.”

53
Proyectos de retorno ... maletas en la Feria
del Nordeste.
240 Femam'a de Grlmrlrgo e Almeida-niloro

de poner orden. Sin embargo, las instruc- Historia Natural. La antigua Casa de los peos y de los pueblos que más tarde los
ciones eran de dejarlos hacer lo que Pájaros, el museo más antiguo del país, es siguieron, hicieron de nosotros lo que so-
quisieran. Ese dia los pequeños no vieron conocida por la fascinante variedad de sus mos. Realizada el mismo año que las
las estrellas: comieron mangos. Al día si- colecciones: animales disecados, objetos espléndidas exposiciones sobre los des-
guiente, el ómnibus estaba repleto, pues indígenas, colecciones arqueológicas, cubrimientos portugueses organizadas en
se habían sumado nuevos adeptos a los herbario, cobras en frascos y, sobre todo, Lisboa17 con el auspicio del Consejo de
mangos. Los niños del día anterior con- el antiguo gabinete de curiosidades que Europa, nuestra idea, muy simple, se
templaron las estrellas y los nuevos co- ejerce una poderosa atracción. Si bien hay desarrollaba como un verdadero contra-
mieron mangos. AI tercer día, todos con- especialistas que claman por una museo- punto que mostraba nuestra visión del
templaron las estrellas. Desde el primer grafía más moderna, el público todavía problema: la Europa de la época, el Asia
momento, el principio rector del progra- adora este Wzlnderkabinet -el museo y la India como un Eldorado, la India de
ma había sido no impedir el curso natural por excelencia-, el lugar en que todos la ruta de la seda y las especias, el África
de las cosas. los niños cariocas sin distinción de creen- y nuestra realidad. Lo que fuimos y lo que
Un día resolvimos llevar al Museo del cias, tradición o extracción social hacen llegamos a ser.
Primeiro Reinado a niños que nunca ha- sus primeros descubrimientos de lo que es Junto con la exhibición de una amplia
bían salido de la favela. Pese a las muchas un bien cultural. colección de esculturas, el museo presen-
dudas que nos asaltaban sobre las conse- Nos dimos cuenta de que el público se taba una zona transformada en gran mer-
cuencias que el contraste entre dos mun- sentía profundamente involucrado por cado de especias que se convirtió en el
dos pudiera acarrear, trajimos un primer este viejo museo "pasado de moda" y tu- punto de apoyo que nos permitió captar
grupo de niños con la idea de hacerles vimos la impresión de que siempre sería por primera vez el interés de quienes par-
descubrir activamente nuestro museo. El así. Bien aprovechado, se convirtió en ticipaban habitualmente en la Feria del
efecto que causó la casa solariega, con sus una de las piezas fundamentales para el Nordeste. El mercado fue tal vez el verda-
paredes pintadas, fue extraordinario. desarrollo del sistema en su conjunto, re- dero dinamizador de la exposición. Tam-
Hasta ese momento, la relación de los ceptivo al presente y abierto a las ideas bién modificamos el sector reservado a las
niños con lo imaginario había pasado por nuevas. Lo importante no es el museo en exposiciones permanentes del museo y
las alegorías de las escuelas de samba, que sí mismo sino la manera de utilizarlo. reacondicionamos las colecciones en
por su propia naturaleza buscan lo carica- El parque y las casas del barrio dan un función de los objetivos de la muestra.
tural.12 Su reacción ante las imágenes del sentido del medio ambiente, el Observa- La reacción de la comunidad a la expo-
neoclásico tropical que veían en las torio, la visión del universo, el Museo Na- sición constituyó la mejor respuesta que
paredes13 y ante las sutiles gradaciones de cional, la visión del mundo y la Feria del habríamos podido esperar. Sus preguntas
la luz tamizada que entraba por las clara- Nordeste una sensación de encantamien- nos permitieron también abordar la
boyas dio origen a escenas indescrip- to para todos y de nostalgia para algunos. problemática de la Feria de San Cristóbal,
tibles. Observando esas caritas y esos ges- La alegría la irradian las escuelas de sam- analizarla e incorporarla al programa.
tos expresivos, nosotros, los funcionarios ba. El Museo del Primeiro Reinado es in- Contrariamente a lo que muchos creen, la
del museo, que veníamos a la casa todos disociable de todo esto ya que le corres- Feria del Nordeste en San Cristóbal no es
los días por obligación, aprendimos algo ponde mostrar que de la diversidad de una isla, un compartimiento estanco
nuevo: lo que significa descubrir algo nuestro pueblo resulta una cierta sim- dentro de la comunidad, sino un lugar de
nunca antes imaginado. Uno de los gran- biosis y su tarea es dar algunas respuestas intercambio abierto a un proceso de in-
des momentos se produjo cuando los a través de su acción dinamizadora. tegración. La exposición El' canino de lus
niños se tumbaron boca arriba para ver el Pero las coleccionesy las pinturas de las
cielo raso adornado con el delicado relieve salas no podrían por sí solas mostrar el ori- 12. Loc argumentos de las escuelas de samba
de Ferrez,'* que representa el Panteón gen de esta simbiosis. Recurrimos enton- presentan alegorías libérrimas, de una riqueza
clásico. Su exitación fue tan grande que se ces a exposiciones temporales sobre temas sorprendente.
13. Debido al proceso de aculturación, una
nos contagió a todos. Oí a un niño que específicos: El' carnaval de Venecia, El' imaginería tropical se sumó a la iconografía
decía: ''¡Eh, ése es el cielo del que nos gusto en tiempos del Imperio y Elcamino neoclhica. El resultado e5 de gran fuerza
expresiva.
habla el Reverendo Padre!" de las Indias. 14. Marc y Zephyrin Ferrez vinieron al Brasil
Estas exposiciones no hacían sino ahon- con la misión Lebreton.
dar en los interrogantes de la comunidad, 15. René Rivard, Que le ~ U J & s 'ouvre ... ou
DeZ pasado ad presente ilers une nouvelle muséologie: /e5 ecomusées et
ya que todas en el fondo se referían al pro- l t j musées ouuerts, Quebec, 1984, p. 49.
Si crear lazos en el seno de una comuni- ceso de aculturación. (Mimeografiado.) "La notion de visiteur, celle
dad y lograr su participación libre y activa d'un publique, y est remplacée par celle de
En El' camaval de Venecia trabajamos population, s'tlargit ;i tous ceux qui occupent le
no es tarea fácil, mucho menos lo es dar sobre su origen y evolución. En el museo territoire deservi par le musée ... les jeunes, les
forma a un territorio abierto sin imponer recreamos la Venecia del siglo XVIII ouvriers, les intellectuels ... groupes spécifiques
et généralisés ... elle est partie intégrante
límites ni obligaciones. Tal vez allí radi- usando como punto de referencia la pro- fondamentale." [La nocicin de visitante, la de
caba la fascinación que este programa pia realidad de las escuelas de samba. En público. se reemplaza aquí por la de población,
ejercía sobre nosotros. Uno de los puntos la exposición El'gusto en tiempos del Im- extendiéndose a todos aquellos que ocupan el
territorio atendido por el museo: los jóvenes, los
cruciales era armonizar los deseos. El ca- p e n o analizamos la casa como vehículo de obreros, los intelectuales, los grupos especifcos y
mino más fácil, y el único, consistía en la las diversas aculturaciones que hemos ab- los generales. Es una parte integrante
aceptación del otro tal como era, a través sorbido a través de la miscigenación y de fundamental. 1
16. Contamos entonces con la orientación y el
de los descubrimientosy redescubrimien- la formación del gusto en la época.16 generoso apoyo del lamentado profesor Mario
tos. Hay veces en que una institución de- El' camirzo de l'as Indias intentaba Praz (Italia).
17. Véase Y. R. Isar. "Los descubrimientos
be hacer un esfuerzo de apertura.'> mostrar el encuentro de las razas y las cul- portugueses y la Europa del Renacimiento".
No es ése el caso del Museo Nacional de turas que, desde la llegada de los euro- hlujeum, n." 142, 1984, p. 92.
San CrirtÓbaL: eL ecomuseo de un b a m ò 241

Indias, con su mercado, nos dio la opor- tería del norte tienen su lugar al lado de en que eventualmente tengamos que
tunidad de ampliar nuestro diálogo con los diferentes tipos de harinas, los condi- abandonar la conducción del museo otros
los participantes de la feria. Como en el mentos y los platos variados, se ven pasar podrán así ocupar nuestro lugar con
caso de las favelas, en nuestro trabajo con los narradores, los cantantes, los grupos mayor facilidad. Actualmente, muchas
la Feria del Nordeste pretendíamos abrir que llegaron del Nordeste hace muchos de las actividadesse desarrollan por la sola
sectores de comunicación pero no modifi- años y los que llegaron hace poco, los ha- iniciativa de la comunidad. En los casos
car las estructuras. bitantes del barrio, la gente de la ciudad en que no es así, las instituciones que in-
En algunos aficionados que se guían y los que viven en el campo. Es cierto que tervienen todavía lo hacen en calidad de
por las primeras impresiones y no miran domina un sentimiento de nostalgia, que unidades de dinamización. La idea de dar
más allá hemos observado la tendencia a los nordestinos mezclan el pasado con la al proyecto el nombre de Ecomuseo In-
considerar la Feria de San Cristóbal como fantasía y dan a su tierra lejana el aura de tegrado de San Cristóbal refleja el con-
un ecomuseo. Es un error: la feria es parte un Eldorado soñado e irreal; pero al lado cepto de un espacio amplio, sin límites
integrante de San Cristóbal, de su medio de esta nostalgia brotan nuevas ideas, la precisos ni injerencia de la administración
ambiente, y no puede ser considerada en tierra inspira nuevos amores. La feria for- oficial.19 Se trata de un proyecto de parti-
forma aislada. No es una mera feria de ma parte de la vida cotidiana del barrio y cipación de la comunidad, sin cánones
compra y venta de productos regionales y es a través de ella que las costumbres nor- estrechos, donde se aprende que el patri-
sería erróneo pensar que es una pura y destinas se propagan en la comunidad, en monio, el territorio y la comunidad son,
simple transposición del Nordeste a Río un flujo y reflujo que es el pulso de la vida y deben seguir siendo, las hebras insepa-
deJaneiro. No, aunque representa efecti- misma. rables de una trama única.
vamente una primera tentativa de expre- El encantamiento de vivir y compartir
sar un sentimiento de melancolía, una este proyecto nos hizo prestar una [Traducido del portugués]
necesidad de aferrarse a la nostalgia y pre- atención especial al equipo de base que
servarla, es además un lugar de intercam- apoyaba nuestros esfuerzos. Uno de los 18. En el Museo de Imágenes del Inconsciente
bios a través de los cuales podemos no riesgos del trabajo comunitario es la per- (véase Museum, vol. XXVIII, n.’ 1, 1976)
sólo existir sino también poseer. Es a manente tentación de sobrepasar los l’mi- habíamos prestado una atención especial al
asunto.
ese nivel que los mercados (junto con las tes de su misión y entrar involunta- 19. Cabe citar aquí a René Rivard, op. cit. :
demás estructuras) favorecen la comuni- riamente en el territorio de los demás.’* “Le support gouvernemental n’est pas toujours
cación con la comunidad. Realizar una tarea de análisis y operar co- une condition sine qua non de la création d’un
ecomusée. ” [El apoyo gubernamental no siempre
En esta feria en constante mutación, mo catalizador, sí, pero manteniéndose es la condición sine qua non de la creación de
donde las cerámicas y los trabajos de ces- siempre invisible, sin olvidar que el día un ecomuseo.]

Alfred0 Cruz-Ramírez El autor de este artículo echa una mirada prestaba a la formación de colecciones.’
sobre u n precursor largamente olvidado y En cuanto a los museos, por un lado de-
Nació en México en 1956. Estudió historia del arte nos muestra cómo las ideas sobre las que bían ser “saneados” -con la exclusión
en la Universidad de París I. En 1981 inició sus in- estaba basado -y que forman parte del del arte “degenerado”- y, por el otro,
vestigaciones en el campo de la museología, intere- patrimonio museológico donde se ongi- debía introducirseen ellos una pedagogía
sándose particularmente por los problemas de la
programación cultural. Organizó la exposición Za nara el movimiento de los ecomuseos- que permitiera exaltar los valores del
fiesta de Zos muertos en & G o en el Museo del fueron tergiversadas hastaponerlas alser- régimen.
Niño (MAM, París, 1984). vicio de los objetivos ahanacionaZistas de Paralelamente al museo tradicional, se
la Alemania nazi. Naturalmente, ni el vio surgir una experienciasin precedentes
autor ni la Redacción pretenden estable- que, por primera vez, iba a cuestionar el
cer una comparación con los ecomuseos museo como lugar de conservación para
de la actaalid& uso de minorías cultivadas y a anunciar
los principios de una museología vincula-
No es de extrañar que en las enumera- da con la vida de la colectividad. Se trata-
ciones genealógicas de los ecomuseos se ba de un museo del terruño, que si bien
omita con frecuencia la mención de un existía desde fines del siglo XIX, experi-
pariente próximo, el Heimatmuseum, el mentó modificaciones radicales para con-
museo del terruño, sobre todo si se toma vertirse en un soporte de propaganda na-
en cuenta el uso que de él hicieron los cionalista y en un auténtico instrumento
ideólogos de la Alemania nazi. pedagógico.
Por estudios recientes conocemos el pa-
1. Hildegard Brenner, La poZitique artistique
pel asignado a las artes en la política cul- du natioionaZ-socìabsme, p. 137-147, París,
tural del Tercer Reich y el interés que se Maspéro, 1980.
242 Aljren’o Cruz-Ramírez

Este nuevo tipo de museo se conoció a ya que el pretendido discurso científico


través de dos artículos de los conserva- no era sino una reducción sistemática de
dores alemanes Otto Lehmann, en 1935, las ciencias a prejuicios y una justificación
y J. Klersch, en 1936, ambos publicados de la orientación que se daba a los nuevos
en la revista Mouseioz.2 museos: “Los Heimatmzseen deben tra-
El museo del terruño surgió al término tar de format en el individuo una menta-
de la primera guerra mundial, cuando lidad que de uno u otro modo lo vincule
Alemania se encontraba en plena depre- indisolublemente a su patria, a cuanto
sión. El conservador Klersch estima que la constituye los cimientos de su vida.. . De
proliferación de museos del terruño es la este modo se ha producido una transfor-
reacción a las transformaciones provoca- mación profunda de la esencia misma del
das por la guerra y la explica como la concepto de museo, sin que por ello se
expresión de una necesidad de cohesión haya abandonado un elemento específico
social y de consuelo: “La renovación de del carácter alemán: la preocupación por
las fuerzas y de las energías de la nación las bases científicas.”4
al final de la guerra provocó una profun- En el texto de Lehmann pueden distin-
da transformación en este ámbito; cuanto guirse principios museológicos innovado-
más se apartaba el público del museo de res, por ejemplo: a) las culturas populares
estilo tradicional, más se interesaba por el como elemento vivo son tomadas en con-
nuevo tipo de Heimatmuseum. Para ” sideración, como así rambién la relación
Lehmann, este movimiento surgid por del individuo con el medio ambiente; b )
“la presión de fuerzas elementales”. la proposición de un trabajo realizado a
Los conservadores alemanes eran cons- partir de una visión de conjunto de las ac-
cientes de la relación existente entre la cri- tividades humanas para comprender me-
sis y el fenómeno del surgimiento del jor la vida y la evolución de las pobla-
nuevo tipo de museo, interpretado como ciones; y c) el museo es considerado como
la expresión casi instintiva del apego de un elemento activo de la educación.
los individuos a su tierra natal. Pueden así Por esa misma época, los museos etno-
comprenderse las razones que fomenta- lógicos de Francia son concebidos con la
ban la creación de museos del terruño y el idea de transformarlos en conservatorios y
papel que estos desempeñaron en la re- laboratorios dedicados al estudio de los
constitución de una imagen moral de los objetos tradicionales. El Museo de Artes
individuos y del país. y Tradiciones Populares, creado en 1935,
El Heinzatmuseum, integrado en un tenía como finalidad preservar colec-
vasto programa de propaganda, debía ciones de objetos y documentos, expo-
funcionar sobre bases científicas y no en netlos5 y, al parecer, dedicarse además a
virtud de criterios estéticos y de colec- la investigación.6
54
La sïtuución de/ campesïmdo antes de /a cionismo; pero lo que se entendía por so-
abolicïón de la servidumbre,ejemplo de porte científico eran argumentos basados SìmpZ$ìcacìón de da hìstorìa
utilización d e los medios gráficos con un fin en deformaciones de las ciencias, en par-
didiictico. Ilustracifin aparecida en Der ticular de las ciencias naturales, con la in- El artículo de Klersch se centra más
Scbulungsbrief [Revista d e la educacicin 1, tención de mostrar la “superioridad de la concretamente en la creación de un nuevo
Berlín, 1338.
taza aria”. museo, la Haus der Rheinischen Heimat
Dejando al margen este fondo ideoló- [Casa de la Región Renana], inaugurado
gico, vemos sin embargo que surge una por Goebbels en Colonia en 1936. Dicho
concepción innovadora: las técnicas mu- museo se creó a raíz de una exposición
seográficas debían tener en cuenta a los que conmemoraba el milenario de la ane-
usuarios e ilustrar de manera clara y acce- xión de Renania al Imperio alemán. Los
sible un tema tratado “científicamente”. temas tratados eran de carácter histórico.
Esta concepción iba más allá del trabajo
de exposición -simple exhibición de 2 . Otto Lehmann, “L’holution des musées
objetos- y procuraba difundir una infor- allemands et les origines des Heimatmuseen” ,
mación: el espacio del museo se entendía Nouseion (París), vol. 23- 32, 1935, p. 111-117,
y J. Klersch, “Un nouveau type de musée, la
así como un lugar de comunicación en el maison du pays Rhénan”. hfoueion, (París), vol.
que el objeto iba a perder su carácter de 33-36, 1932. p. 7-40.
fetiche. 3 . John Willet. Art andhoLitics in the Weimar
pen’&: the new sobriety, i917- 193.3, Londres,
En esta concepción museográfica rea- Thames and Hudson, 1982.
parece la aplicación de formas modernas 4. O. Lehmann, op. cit.
de presentación, fruto del trabajo de ar- 5. G. H. Rivière, “My experience at the Musée
d’Ethnologie, *’ The Huxley Memorial Lecture,
tistas y disefiadoresde la época que el pro- Inglaterra, 1968; vease Dossier M A P , París,
pio régimen había combatido.3 Sólo en lo ICOM I Unesco.
,,llah rchtcr mabrheit hat Ztibristnlhalt íham Urlpmne in &” 6. G. H. Rivière, “Le Musée du Trocadéro”.
unbindcfanptnlholt unb in unrthttc~emalt,bit man man alttrshcr que atañe a la presentación es posible ver Cghìers de La République del Lettrc.r, des rcienreJ.
rls unrrhte b3tmohnhtít hcrmstaopm hot unb nun lar Htht
erahttn miU.” - hasta cierto punto un enfoque científico, et deJ.arfs, París. Musées XIII, 1930.
El’ Heimatmuseum, una histonà olvidada 243

sin olvidar la vida artística, artesanal y momento tuvo el Estado para la forma-
económica. ción y el progreso de la nación.
El proyecto del nuevo museo debía La producción cultural se abordaba
centrarse en la vida de la región y aproxi- desde un ángulo exclusivamentepolítico:
marse así a los museos del terruño, con la cuando se hablaba de organización ecle-
diferencia de que no había una colección siástica era en términos de Iglesia-Estado,
previa y de que los diseñadores podían así y el arte religioso, por ejemplo, se consi-
aplicar los nuevos principios planteados deraba meramente como una prueba de
por Lehmann. La palabra “museo” no se progreso. En el conflicto entre católicos y
adaptaba a la realización prevista, y en lu- protestantes se exaltaba el progreso origi-
gar de un “museo” renano surgió la “ca- nado por la implantación del capitalismo
sa” de la región renana. protestante. La vida agrícola quedaba re-
Este nuevo espacio debía limitarse a ducida a las formas de propiedad de la
i
ilustrar la historia local y las características tierra desde la edad media hasta la crea-
del territorio, lo cual no era una tarea sen- ción de un ministerio nazi de agricultura.
cilla dado que la diversidad de las pobla- De hecho, el pasado se aproximaba al
ciones del territorio consideradoy los mo- presente, se exaltaba el respeto del orden
vimientos migratorios podían poner en establecido y se proponía una visión idíli-
tela de juicio la homogeneidad de Rena- ca del futuro: “El Heimatmzseum no de-
nia. Por consiguiente, el proyecto mu- be ser un reino de los muertos, un cemen-
seográfiico se limitó a tratar la historia a terio. Está hecho para los vivos, a ellos
partir de Carlomagno hasta la época con- debe pertenecer y en él deben encontrarse
temporánea. a gusto. Pero los vivos están eternamente
Klersch admite que los museos del en marcha entre el ayer y el mañana: el
terruño se basaban tradicionalmente en museo debe ayudarlos a contemplar el
la liberalidad con que se llevaban a cabo presente en el espejo del pasado y el pasa-
e! acopio y el atesoramiento. Lo que él do en el espejo del presente, para que
quería instaurar era un museo vinculado puedan comprender la unidad intima del
a la vida local pero relacionado siempre pasado y el presente, que engendra el
con el presente y sin perder de vista a su porvenir. Servir al pueblo y al presente ha
público: el pueblo. Ni un cementerio, ni de ser la meta fundamental del Heimat-
una institución erudita: el conservador museum, si no se quiere que ~- pase a
quería crear un lugar al que el pueblo engrosar la lista de las colecciones muer- 55
acudiera a encontrarse con su historia, tas. “ 8 La vida campesina. Presentación
museogrZca del Freilichtmuseum en 1938.
presentada científicamente para que de Documento aparecido en Der
ella se desprendiera “la fuerza moral pro- Lu tergìvemcìóB de prìm$ios Schuhngsbnef [Revista de la educación],
pia de la raza”. educativos Berlín, 1938.
Por último, la preocupación pedagógi-
ca figuraba en la base misma del proyecto Klersch preveía también la formación de
y dio lugar a una museografía razonada. colecciones, y su preocupación pedagógi-
Maquetas, copias, vaciados, carteles, to- ca le hacía distinguir dos grupos: las co-
dos los elementos que incluso en la ac- lecciones de exposición y las colecciones
tualidad rechazan numerosos conserva- de estudio. Estas últimas debían ser acce-
dores, fueron utilizados para facilitar la sibles al público y servir a la vez para pro-
comprensión de la exposición. En cuanto fundizar un tema ya tratado, si bien de
a su contenido real, se trataba de presen- modo sucinto, en la sala permanente. El
tar un discurso histórico mediante la com- personal docente debía encargarse de
binación de conceptos etnológicos y de explotar esas reservas. Klersch concedía
hechos históricos, para llegar a una in- mucha importancia a las jornadas lectivas
terpretación de la historia que borrara to- en el museo, que no debían ser meras visi-
dos los conflictos y exaltara la grandeza tas, sino llevarse a cabo en función de los
del Estado. Este plan museogrkfico, que programas escolares. La visita escolar era
resultaba insólito, se basaba en cinco considerada como parte integrante de las
puntos: “La evolución histórica y política tareas educativas del museo. La utiliza-
de Renania, comprendida la nobleza re- ción sistemfiticade medios gráficos, de un
nana; la Iglesia y los estados eclesiásticos; lenguaje visual claro, debían crear en el
las ciudades renanas y su burguesía; la espectador una sensación de bienestar
población agrícola de Renania; la econo- que lo incitara al descubrimiento.
mía renana y sus obreros.”’ En esta museologia funcionalista se
Como puede verse, la historia de Rena- comprueba la modernidad de las solu-
nia quedó reducida a una historia del po-
der con un esquema jerárquico que pone 7. J. Klersch, op. cit.
de manifiesto la importancia que en todo 8. Ibid.
244 Alfiedo Cruz-Ramírez

ciones halladas, pero igualmente las un fuerte ascendiente en el mundo de los trial, tanto en su morfología como a ni-
contradicciones inherentes a un discurso niños y de los jóvenes. En ese contexto, el vel de la población que en ellas habitaba?
prefabricado de la historia, que llegaba museo contribuía a fortalecer los dogmas ¿Acaso se tiene en cuenta la pluralidad
incluso a revelar las incoherencias de la nacionalistas y presentaba un conjunto de cultural que caracteriza a las sociedades
ideología nacionalista. Al hablar del imágenes penetrantes que servían para contemporáneas?
pueblo y de la industrialización, no se adoctrinar a los alumnos. Al margen de la Asistimos hoy en día a un proceso de
hablaba de la masa obrera. Klersch expli- tergiversaciónideológica de los principios museificación creciente que revela una
ca esta omisión afirmando que el tema en los que se basan los Heimatmween, necesidad de vincularse a una historia o a
será tratado ulteriormente, pero esta cabe reflexionar sobre su función educa- sus propias vivencias. Es así que de estos
situación refleja el problema que plante- tiva y su carácter precursor en materia de ecomuseos surge la imagen idílica del pa-
aba la masa obrera como entidad suscep- comunicación, pues los fundamentos sado en la que la población es llevada a
tible de impugnar el poder y de cues- expuestos por Lehmann y Klersch ponen contemplarse. El ecomuseo, que debiera
tionar el “apego al suelo’’ en razón de su de manifiesto una toma de conciencia haber estado vinculado a la vida, se nos
dinámica social (politización, des- del papel que en la práctica podían revela como el signo de un malestar, y es
arraigo). Esta exclusión demuestra que al desempeñar los museos en las comunida- así comoJean Clair habla de él en este fi-
obrero únicamente se lo tenía en cuenta des como agentes de información y nal de siglo; “Si el museo gana, lo hace
dentro de la colectividad y que no se ad- aliados de la educación. Incluso hoy, en del mismo modo en que el desierto crece:
mitía la existencia de una cultura nueva y una época en que asistimos a una masifi- avanza donde la vida retrocede y, pirata
proleraria.9 Por otra parte, cabe señalar cación de la cultura, los museos están en de amables intenciones, se apodera de los
que en el arte oficial nazi la imagen del ruptura con el contexto social debido a restos que aquélla ha dejado.””
obrero aparece con mucha frecuencia ba- una falta de proyectos de acción común El modelo francés de ecomuseo ha sido
jo la forma arcaica del herrero, en tanto entre los distintos organismos que se ocu- copiado en casi todo el mundo, sumán-
que el soldado y el campesino son glorifi- pan de la educación en el sentido mj, dosele a veces una fuerte connotación po-
cados por sí mismos.10 amplio de la palabra. lítica cuando es el Estado el que se hace
La Casa de la Región Renana como ex- Con la creación de los ecomuseos en cargo de los proyectos. En cualquier caso,
periencia pedagógica permite vislumbrar Francia en los años setenta se esperaba la ecomuseologíaha sentado ya bastiones
posibilidades nuevas que sólo se afirma- que esa brecha entre los distintos partici- de identidad territorial que cualquier ins-
rán mucho más tarde en los museos con- pantes de la acción cultural iría desapare- tancia política puede recuperar para di-
temporáneos; pero la experiencia alema- ciendo, pero el ecomuseo evolucionó fundir los ideales que le resulten necesa-
na oculta también la intención de hacia una institución de investigación y rios, actuando sobre sentimientos que
uniformización y de control por medio esa tendencia ha dado lugar a la creación son a la vez vulnerables y ambiguos.
del discurso histórico. El museo con su ri- de pequeños museos organizados en tor-
queza de medios visuales se convertía en no a la noción de patrimonio-territorio- [ Traducido delfiancés1
el poseedor de la verdad y, con mayor población, que llevan inevitablemente a
fuerza aún que la escuela, imponía una plantearse el problema de la identidad
9. H. Brenner. op. cit.
visión única de la historia. territorial. Pero, tal como sucedía con la 10. Sobre la simbología del herrero, véase el
Desde luego, el proyecto educativo del Casa de la Región Renana, la pregunta catálogo La représentation du tratvzd. exposición
Tercer Reich nos parece hoy peligroso y continúa en pie: ¿cuál es la auténtica organizada por el CRACAP-Ecomusée du Creusot
en septiembre de 1977.
nefasto, tanto más cuanto que cubría to- identidad de regiones radicalmente 11. Jean Clair, Considérations m r l’éfatdes
dos los aspectos de la vida diaria y ejercía transformadas por el desarrollo indus- beaux-arts, p. 22-23, París, Gallimard, 1083.

A mestros szcscnitores
El alza constante de los costos de fabrica- Muy a nuestro pesar, nos vemos forza-
ción y de envío obliga a los diarios y revis- dos a anunciar que en 1986 un número de
tas del mundo entero a aumentar sus Museum costará 43 francos franceses en
precios de venta. Lamentablemente, Mu- lugar de 40, y que la suscripción por un
seum no constituye una excepción. año pasará de 128 a 138 francos franceses.
Publicaciones de la Unesco: agentes de v'enta

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