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Educación en Museos

sobre las buenas prácticas

Silvana M. Lovay (Compiladora)


Mirtha Almada
Elba Boggiano
Valeria Crespo
Roxana Cecilia Forlino
Ivana Vanesa Fuentes
Ana Clara Gandini Angeli
Teresita del Milagro Gutiérrez
Ana Paula Latuf
Mariángeles Metivié
Virginia Peña Ramos
Janelle Serrano Rodríguez
Doris Elisabet Solé
Lovay, Silvana M.
Educación en museos : sobre las buenas prácticas / Silvana M. Lovay . - 1a ed . -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Universidad Abierta Interamericana, 2019.
350 p. ; 25 x 19 cm.

ISBN 978-987-4023-68-1

1. Actividades de los Museos. I. Título.


CDD 069.07

Fecha de Catalogación: 05/04/2019


Edición: Jesica Castelli
Corrección: Abigail Rios
Diseño editorial: Magalí Daniela Arrigo
Revisión bibliográfica: Ignacio J. Ini
Imagen de tapa: Juan Garcilazo

Hecho el depósito que indica la Ley 11.723


Impreso en Argentina – Printed in Argentina
2019 Universidad Abierta Interamericana, Chacabuco 90, 1er. Piso.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel.: 4342-7788.

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S.A., Panamericana Km 37,5 · Parque Industrial Garín - Calle Haendel, Lote 3 (B1669 IEA),
Buenos Aires, Argentina.
Índice Página
Autores 9

Prólogo, Silvana M. Lovay 13

Museos y Educación, dos conjuntos secantes - A modo de prólogo,


por Joan Santacana y Tánia Martinez 17

Agradecimientos 19

Capítulo 1
Los niños también queremos ser ingenieros por un día, por Mirtha
Almada 21

Capítulo 2
Los hongos, formando enlaces entre química, bioquímica, farmacia
y botánica, por Elba Boggiano 47

Capítulo 3
Todos somos de la tribu, por Valeria Crespo 87

Capítulo 4
Diseño de un programa educativo para la integración museo-escue-
la, por Roxana Cecilia Forlino 109

Capítulo 5
Reconstruyamos nuestra historia con un museo en la escuela, por
Ivana Vanesa Fuentes 141

Capítulo 6
Identidad social y patrimonio cultural y natural, por Ana Clara Gan-
dini Angeli 171

Capítulo 7
Programa educativo en el museo histórico del norte, por Teresita del
Milagro Gutiérrez 193

Capítulo 8
Chascomús, cuna de artistas, por Ana Paula Latuf 221

Capítulo 9
El Paseo educa, por Mariángeles Metivié 239
Capítulo 10
El puente, por Virginia Peña Ramos 267

Capítulo 11
Programa educativo piloto, por Janelle Serrano Rodríguez 295

Capítulo 12
Proyecto creación del Museo local y Archivo Histórico de General
Alvear, por Doris Elisabet Solé 321
Compiladora
Silvana M. Lovay
Doctora en Ciencias de la Educación (Universidad del Salvador, Argentina),
magister en Museología (Instituto Iberoamericano de Museología, España) y
licenciada en Gestión de las Instituciones Educativas (Universidad Abierta
Interamericana). Fue becaria del Ministerio de Cultura de España, donde
desempeñó funciones en los museos de El Greco (Toledo) y el Thyssen Bornemisza
(Madrid). Fue asesora del Sistema de Museos de Colonia del Sacramento
(Uruguay). Actualmente es Miembro del Board del ICOM-CECA, Coordinadora
Regional por América Latina y el Caribe del Comité de Educación y Acción
Cultural (CECA) del Consejo Internacional de Museos (ICOM) y directora del
Diplomado Universitario en Educación en Museos, Facultad de Investigación y
Desarrollo Educativo (UAI-Buenos Aires).

Los Autores
Mirtha Almada
Profesora de Educación Preescolar; Técnica en Conducción Educativa (Instituto Supe-
rior De La Salle). Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI). En la actuali-
dad forma parte del equipo de trabajo del Museo de Ciencia y Técnica de la Facultad de
Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires.

Elba Boggiano
Licenciada en Ciencias Bioquímicas (UNLP). Diplomada Universitaria en Educación
de Museos (UAI). Integra el Consejo Directivo del Centro Bioquímico Distrito I-FABA;
donde en 2012 se creó el Museo del Laboratorio de Análisis Clínicos. En el marco de
un Proyecto de Extensión Universitario, colabora en los Museos de Química y Farmacia
“Prof. Dr. Carlos Sagastume” y de Botánica y Farmacognosia “Dr. Carlos Spegazzini” –
Fac. de Ciencias Exactas –UNLP.

Valeria Crespo
Museóloga (Escuela Nacional de Museología – CABA). Diplomada Universitaria en
Educación de Museos (UAI). Actualmente se desempeña en el Equipo de Educación del
Museo Nacional de la Historia del Traje.

Roxana Cecilia Forlino


Profesora de Artes Visuales (Escuela de Cerámica Rogelio Yrurtia de Mar del Plata).
Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI). Miembro de ICOM y de CECA.
Actualmente trabaja en el Servicio Educativo del Museo Municipal de Arte Juan Carlos
Castagnino de la Ciudad de Mar del Plata.
Ivana Vanesa Fuentes
Guía Universitario de Turismo. Diplomada Universitaria en Educación de Museos
(UAI). Docente Investigador de la Carrera Guía de Turismo (Facultad de Turismo- Uni-
versidad Nacional de Comahue. Provincia de Neuquén). Integrante del Centro de Estudios
en Turismo, Recreación e Interpretación del Patrimonio.

Clara Gandini Angeli


Profesora de Artes Visuales, orientación en Grabado y Pintura (Escuela de Arte Orillas
del Quequén, Necochea). Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI). Se des-
empeñó como profesora de nivel primario y secundario. Trabajó como coordinadora de
actividades para las vacaciones de invierno en el Museo Municipal de Arte Juan Carlos
Castagnino, de Mar del Plata.

Teresita del Milagro Gutiérrez


Licenciada en Museología. Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI).
Trabaja en el Museo Histórico del Norte desde 1990. Delegada en Salta de la Asociación
Civil de Directores de Museos de la República Argentina (ADiMRA). Docente Titular en
Introducción a la Archivología y la Museología. 2° año de la Tecnicatura en Biblioteco-
logía (Instituto de Educación Superior N° 6.001 Ministerio de Educación de la Provincia
de Salta).

Ana Paula Latuf


Profesora. Coordinadora del Área de Extensión Educativa del Museo Pampeano de
Chascomús. Diplomada Universitaria en Educación en Museos. (UAI)

Mariángeles Metivié
Magíster en Museología (Instituto Iberoamericano de Museología de España). Prof.
de Artes Visuales de UADER. Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI).
Gestora Cultural, Docente. Coordinadora de la Div. de Museos y Patrimonio de UADER.
Se desempeñó como Coordinadora del Dpto. Educativo del Museo Provincial de Bellas
Artes y en numerosos proyectos de Gestión Cultural.

Virginia Peña Ramos


Licenciada en Artes Visuales y Plásticas. Diplomada Universitaria en Educación de
Museos (UAI). Educadora de museos. Tallerista en Expresión Plástica y Corporal (Uru-
guay).

Janelle Serrano Rodríguez


Licenciada en turismo y hotelería. Postgrado en Gestión Cultural, Patrimonio y Turis-
mo. Diplomada Universitaria en Educación de Museos (UAI). Consultora e investigadora
en temas de desarrollo turístico sostenible, gestión cultural, educación en museos y ani-
mación sociocultural (Perú).

Doris Elisabet Solé


Profesora de Lengua y Literatura (IES, Azul). Maestro Nacional de Música (CPA, Tan-
dil). Diplomada Universitaria en Educación en Museos (UAI). Profesora en todos los ni-
veles de educación. Trabaja en la defensa del folklore, las raíces de la nacionalidad y la
puesta en valor del Patrimonio histórico Cultural de su pueblo, General Alvear.
Universidad Abierta Interamericana

Prólogo
La actualidad trae consigo una mirada diferente de aquel museo existente entre las
décadas de los ´70 y de los ´90 inclusive, ya que los museos en la Argentina y en el mun-
do atraviesan un cambio de paradigma significativo.
Nuestro país vislumbra importantes avances en este sentido desde hace tiempo, donde
las instituciones salen a la luz con nuevas propuestas y se expanden, y esto no es casual, ya
que las necesidades y exigencias de las diferentes sociedades son diversas. Hoy, un museo
que se posiciona a la par de estas sociedades cambiantes, que nos piden tomar posición
con respecto a las diferentes problemáticas que nos atraviesan en nuestra función social.
Los desafíos son muchos y variados, porque estamos dejando atrás la solemnidad del
museo para dar respuesta a los diferentes grupos que nos circundan. Los grandes y hasta
los más pequeños museos del mundo caminan a la par de los vertiginosos avances que
se producen en el cotidiano. De allí que hablamos de nuevos paradigmas, los cuales están
acompañados por vastos cambios sociales.
Antes nos deteníamos en el “objeto museológico”, hoy en el “sujeto social”, con ello
no estamos diciendo que ese objeto ya no es lo importante, sino que ambos, tanto objeto
como sujeto son tomados como referentes de la memoria.
Dicho cambio de paradigma nos permite pensar y darnos cuenta que hoy hablamos
de museos como espacios políticos. Entonces, si el museo es entendido como tal, es pen-
sando que el mismo debe asumir posturas, haciendo elecciones, porque debe hacerlas;
debe tomar decisiones con relación a qué quiere contar y cómo quiere contarlo, es decir
que el museo no se asume ingenuo sino como un espacio en permanente construcción,
en diálogo con su pasado y su presente, en diálogo con el otro, un lugar para pensar
y pensarse, reflexionar e interpelarnos. Hablamos entonces de una Museología Crítica
-museo como espacio de conflicto-, Social y Comunitaria -participativo, inclusivo, cola-
borativo, accesible-; un sitio que desde su multiplicidad de acciones salga de sus muros
y promueva la transformación social de sus comunidades y sus realidades, un museo que
propicie desde sus narrativas -explícitas e implícitas-, las múltiples voces, la diversidad
de miradas y camine junto a esas comunidades.
En tanto, la escuela como ámbito donde se imparte la educación formal, basada en
los lineamientos curriculares y en la propuesta programática, es un espacio de exclusivo
impacto en la vida de los museos. Sus actores, maestros, profesores y alumnos, forman
parte de la propuesta que diseñan y planifican las áreas educativas.
La escuela no es ajena ni desconoce, tanto desde su lugar en la sociedad como desde
su protagonismo indiscutible en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, y como for-
jadora de valores, que una de las herramientas e instrumento de aprendizaje que posee
a su alcance, es el museo.
La propuesta de estas áreas educativas trabaja en desescolarizar sus contenidos, apos-
tando a brindar otra mirada en ese proceso de enseñanza y de aprendizaje. Es el ámbito
de la educación no formal para algunos, o informal para otros.
El museo no es un lugar, sino una institución, como lo es la escuela, que a lo largo
del camino ha sabido desarrollar diferentes maneras de comunicación, forjando una
multiplicidad de contenidos y tácticas para popularizarlos.
El valor actual que se le da al museo desde la escuela y viceversa, es que se reconocen
13
Educación en Museos. Sobre las buenas prácticas.

como instrumentos para dialogar y trabajar tanto para la formación como para la conso-
lidación de identidades individuales y colectivas, para favorecer de manera indiscutida,
la expresión de situaciones y perspectivas, que favorezcan el encuentro, la interacción y
la escucha de las múltiples voces. El museo ofrece la posibilidad de abordar, comunicar,
sensibilizar y educar sobre diferentes aspectos de la vida, a fin de advertir la realidad y
su avance.
El museo es entonces, un recurso válido para exponer ideas, conocimientos, concep-
tos y realidades que puedan ser escuchados o conocidos, comprendidos, confrontados,
apreciados, reivindicados, celebrados y acreditados. Esto será el motor que permitirá
examinar los supuestos o conceptos previos, para promover nuevos elementos de juicio y
valoración crítica, que hagan de ese actor una persona que en su acercamiento al museo
se lleve más preguntas que respuestas.
Indudablemente que la sociedad museo-escuela, conforma un binomio portador de
experiencias, las que llevadas a la práctica permitirán la construcción colectiva de nue-
vas valoraciones, nuevas actitudes, habilidades y acciones.
Entonces, pensar a la educación en museos como una posibilidad de acción conjunta
entre la escuela y el museo, es proyectar y trabajar a la par en propuestas superadoras,
creativas y especialmente aunque cargadas de contenido diversos, colmadas de emocio-
nes y compromiso.
El libro Educación en Museos. Sobre las Buenas Prácticas, nos ofrece miradas des-
de diferentes lugares del pensamiento, miradas que ofrecen el andar, las experiencias
compartidas desde el museo con la escuela y a la inversa, donde desde los trabajos aquí
presentados, hay una multiplicidad de ideas y una enorme asignación de creatividad
para desarrollar programas y proyectos en el tiempo, desde las propuestas de ir dando
forma a nuevos universos. Nada es cerrado, todo es abierto a nuevas construcciones. Es
una gran puerta “de par en par”, a pleno, que habilita al trabajo colaborativo entre am-
bos espacios, es un ida y vuelta, nadie tiene la exclusividad del saber, sino el de saberes
compartidos.
En este recorrido se invita a navegar en los trabajos que fueron seleccionados por ser
innovadores, creativos, puestos en práctica con gran éxito, tanta de la primera como la
segunda cohorte. Cada una de las autoras ha sabido diseñar con especial esmero, dedica-
ción y conocimiento, y como resultado de su recorrido formativo en la Diplomatura Uni-
versitaria en Educación en Museos dictada desde la Universidad Abierta Interamericana,
programas, proyectos y actividades, que son tomadas aquí como buenas prácticas para
poner en acción, porque pueden ser replicables o disparadoras en diferentes espacios mu-
seales así como en sociedad con la escuela, dos grandes protagonistas en este libro. Los
profesionales que aquí dejan su impronta con cada decisión que han tomado al diseñar
cada tramo, lo han hecho, para que ustedes al leerlas puedan adquirir porciones de cada
proyecto para trabajar en su museo junto a la institución educativa. Ellas, las artífices
en cada página, son la Profesora en Educación Preescolar y Técnica en Conducción Edu-
cativa, Mirtha Almada quien presenta ¨Los niños también queremos ser ingenieros por
un día¨; Elba Boggiano, Licenciada en Ciencias Bioquímicas con “Los hongos. Formando
enlaces entre Química, Bioquímica, Farmacia y Botánica”; Valeria Crespo, Museóloga y
Educadora de Museo, con su trabajo “Todos somos de la tribu”; luego la Profesora de
Artes Visuales Roxana C. Forlino, presenta “Patrimonio en acción, el museo en la comu-
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Universidad Abierta Interamericana

nidad”; Ivana V. Fuentes, Guía Universitario de Turismo con “Reconstruyamos nuestra


historia con un museo en la escuela”; Ana Clara Gandini Angeli, Profesora de Artes
Visuales con orientación en Grabado y Pintura, junto a “Identidad social y patrimonio
cultural y natural”; la Licenciada en Museología, Teresita del Milagro Gutiérrez, con
“Programa educativo en el Museo Histórico del Norte”; luego la Profesora Ana Paula
Latuf, llega con “Chascomús, cuna de artistas”; Mariángeles Metivié, Magíster en Museo-
logía, trae “El Paseo Educa”; la Licenciada en Artes Visuales y Plásticas, Virginia Peña
Ramos, con “El Puente. Un proyecto de alianza entre el Museo y la Escuela”; la Licencia-
da Janelle Serrano Rodríguez, junto al “Programa Educativo Piloto” y finalmente Doris
E. Solé Profesora en Lengua y Literatura, con “Creación del Museo en General Alvear”.
Ahora, solo queda disfrutar la lectura que aquí se ofrece, entendiendo que la edu-
cación es un motor de transformación en todos los espacios, y en este caso, museo y
escuela, protagonistas y generadores de cambio social indiscutibles, nos llevan a bucear
para tomar nuevas herramientas, renovados recursos y estrategias de acción para aplicar
en nuestras prácticas.

Silvana M. Lovay

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Universidad Abierta Interamericana

Museos y Educación, dos conjuntos secantes


A modo de prólogo
Un prólogo a esta obra colectiva; un pró-logos, que en griego se traduciría como
“antes-de-razonar”, o bien “antes de hablar”; razonar sobre patrimonio y educación.
Se trata de dos conjuntos que a menudo son tangentes, es decir, “se tocan” y otras son
secantes, es decir, se superponen en parte.
Los museos y los monumentos del pasado a menudo han cumplido una función
educativa y, sin embargo, la educación, los educadores no siempre han estado presentes
en el Museo. Y es que el museo decimonónico ha vivido de espaldas a la escuela. ¿Qué
debería ser el museo para la escuela? ¿Qué función debería cumplir? El museo, sea de la
temática que sea, es el recinto que conserva la autenticidad del pasado, lo que queda de
auténtico de un pasado desaparecido. Los objetos del museo son los restos tangibles de
la memoria humana. Y estos restos – en los museos de arqueología y prehistoria- nos
hablan de la epopeya del ser humano en su proceso de humanización; sus propios restos
fósiles nos transmiten este esfuerzo terrible para reprimir instintos, domesticar el entor-
no, desarrollar el pensamiento creativo, imaginar el mundo del mas allá… En los museos
de la Ciencia y la Técnica, las máquinas que se exhiben, hoy obsoletas, nos muestran
como nos hemos esforzado para cambiar nuestra vida; son los objetos o los ingenios
del cambio, los inventos y los descubrimientos de la mente humana para alcanzar cotas
más altas de confort; asimismo, los museos de arte atesoran y conservan aquello que
representa el esfuerzo para desencadenar emociones, para descubrir nuevas facetas del
concepto de belleza, para satisfacer las necesidades del espíritu humano…
Todos estos objetos de los museos tienen alguna cosa en común: en primer lugar,
son auténticos. Y en un mundo en donde la autenticidad es muy rara, el museo es el
templo de lo auténtico; nosotros estamos acostumbrados a beber leche que tiene aspecto
de leche, sabor a leche, textura de leche, pero que pueda que no sea leche; podemos ad-
mirar la perfección de un rostro y sin embargo quizás este rostro no haya existido jamás
porque es fruto de la virtualidad; podemos ver como muchos niegan el pasado que no les
resulta fácilmente digerible para sus mentes, y sin embargo, las puertas metálicas de los
crematorios y los grilletes de las salas de tortura, tozudamente muestran que, efectiva-
mente, este pasado que muchos niegan existió; el engaño virtual nos muestras mundos
falsos, pasados inexistentes y sin embargo, el museo nos enseña que lo auténtico no es
precisamente esta visión del pasado.
Los objetos de los museos tienen, además, otra cosa en común: ellos son las fuentes más
sólidas que tenemos para conocer el pasado humano. En efecto, el pasado ya no existe; se
fue inexorablemente para siempre; de él nos queda la discutible memoria humana, siempre
subjetiva, siempre parcial, siempre atemorizada, y nos quedan los objetos y los restos. Y
éstos, ¡son indiscutibles! No podemos conocer el pasado sin imaginarlo y los objetos del
museo nos ayudan en este proceso. Y nos permiten desarrollar nuestro pensamiento críti-
co frente a la superchería, el engaño y la falsedad. Cuando el pensamiento mítico recorre
veloz la mente de millones de personas, sembrando la semilla de la ignorancia, las piedras,
los lienzos y los objetos del museo son la barrera que se opone a su avance.
Así pues, resumiendo, el patrimonio que se conserva en los museos en forma de
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Educación en Museos. Sobre las buenas prácticas.

objetos y de restos es valioso porque es fuente de la historia y soporte de autenticidad.


Y ahora, ustedes se preguntarán, ¿y, qué tiene que ver esto con la educación? La
educación consiste favorecer el desarrollo o perfección de las facultades intelectuales u
morales de las personas. Y en este proceso necesitamos aliados que nos ayuden a com-
batir el pensamiento mítico, que nos ayuden a vencer las falsedades sobre la Historia
humana, que nos muestren cómo las mujeres y los hombres, con el trabajo y la mente,
hemos conseguido cotas altísimas de belleza y de pensamiento. Y, si esto es educar, el
Museo es el socio natural en la tarea de educar.
Además del museo, en donde se custodian tan importantes elementos, el patrimo-
nio colectivo tiene otros receptáculos; los monumentos de la cultura material y lo que
denominamos el patrimonio inmaterial. Unos y otros cumplen la misma función que
los museos; los enormes pirámides y centros de culto de los mayas, los grandes templos
aztecas, los zigurats de las hoy martirizadas tierras del Tigris y Éufrates, los monumentos
que jalonan el Nilo o las viejas catedrales y monasterios medievales de la vieja Europa
constituyen los testigos del pasado; pero su poder educativo reside en el poder de la
Historia, en su significado. También ellos son la reserva de lo auténtico y las fuentes del
pasado. Cuando las tesis racistas quisieron imponer sus dogmas sobre la inferioridad de
los africanos con respecto a los pueblos germánicos, allá en el desierto ye erguían pode-
rosas las pirámides para desmentirlos; cuando los orgullosos conquistadores españoles
del siglo XVI querían imponer su supremacía de raza sobre los indios mesoamericanos,
allá estaban sus pirámides y, aun cuando las arrasaron hasta los cimientos, hoy siguen
vivas, admiradas y señalan acusadoras a sus verdugos, afirmando su voluntad de resistir
a la barbarie. ¡Este es el poder del pasado que se sostiene en los monumentos!
Finalmente, hay un patrimonio inmaterial, no siempre visible, que forma el entra-
mado íntimo de la cultura; es el que da sentido a todo lo demás; no está formado por
danzas, ni por bailes, ni por rituales, ni por santos, ni por vírgenes. Reside en nuestras
cabezas; es el conjunto de valores que inspiran la cultura y que se resisten a ser dise-
cados; su valor es inmenso porque, en un mundo global, que amenaza en sepultar la
diversidad bajo la uniformidad, la cultura inmaterial se yergue viva, fuerte, porque es la
esencia de las diversas culturas. Viajamos por el mundo, atravesamos aeropuertos y en
ellos vemos a pilotos y azafatas de países remotos, distintos al nuestro, que nos hablan
en una lengua común, nos muestran mediante símbolos conocidos el camino a seguir
hasta recuperar un equipaje, y todo ello puede hacernos creer que la diversidad cultural
está en trance de desaparecer. Pero no es cierto; baja el gorro de los pilotos y de las
azafatas, hay mentalidades diversas, gentes que piensan diferente, que tienen valores
diferentes, que aman y les gustan cosas distintas y que incluso saben guisar productos
diferentes. Este es el auténtico patrimonio de la humanidad: la diversidad.
Este Máster pues, no puede ser otra cosa que un instrumento para enseñar a que todo
patrimonio, todo museo debe ejercer su tarea educativa; museos y educación deben lle-
gar a ser secantes, deben superponerse.

Dr. Joan Santacana & Dra. Tánia Martinez


Facultad de Educación. Universidad de Barcelona.

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Universidad Abierta Interamericana

Agradecimientos
Este libro merece el reconocimiento y agradecimiento a personas que mucho tienen
que ver en el nacimiento de esta producción colectiva.

A las representantes de la Universidad Abierta Interamericana:

~ Esp. Gabriela Milanese, Directora del Campus Virtual UAIOnline


~ Lic. Adriana Sviderskos, Coordinadora Académica y Pedagógica del Campus Virtual
UAIOnline
~ Lic. Jesica Castelli, Coordinadora de la Editorial Universitaria
~ Ab. María Eugenia F. D’Angelo, Asesora de Asuntos Legales

A los contenidistas y tutores de la Diplomatura:

~ Lic. Mabel Albondanza


~ Esp. Mercedes Pugliese
~ Dra. Tània Martínez Gil
~ Esp. Nicolás Testoni
~ Dr. Joan Santacana Mestre
~ Lic. Johanna Palmeyro

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