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El mantenimiento básico de nuestro equipo es fundamental para el correcto

funcionamiento de este. Aquí veremos algunos de los aspectos más importantes, y


que no debemos descuidar, cuando hablamos del mantenimiento de un reductor.
En general, esto son los puntos prioritarios que siempre hemos de tener en
cuenta:

Control periódico de la limpieza externa de los grupos, fundamentalmente las


zonas más afectadas por la refrigeración.
Control periódico de las eventuales pérdidas de lubricante, sobre todo en las
zonas de los retenes.
Control y limpieza de los orificios presentes en el tapón de ventilación.
Y, por último, en los productos no lubricados de por vida, controlar periódicamente
la correcta cantidad de lubricante a través de los distintos testigos de nivel.
Además de saber qué debemos hacer para mantener nuestro equipo en óptimas
condiciones, es muy importante conocer cuándo debemos hacerlo.
No todos los elementos se revisan con la misma frecuencia, ni tampoco siempre
se han de tomar las mismas medidas frente a incidencias parecidas.

La siguiente tabla resume la periodicidad con la que hemos de verificar los


distintos elementos y las acciones a llevar a cabo si detectamos algún problema:
Cómo realizar el cambio de aceite

Nos detenemos en este punto en particular, puesto que es el que genera más
dudas. Este procedimiento solo ha de seguirse con los equipos que precisen
reponer el aceite puesto que, como hemos visto anteriormente, existen grupos
lubricados de por vida que no precisan de este cuidado.

Para cambiar el aceite, en primer lugar, deberemos llevar el reductor a una


temperatura superficial inferior a 40º C. Con aceite moderadamente caliente se
facilita el vaciado y la eliminación de posibles depósitos. Asimismo, es
fundamental tomar todas las precauciones necesarias para evitar quemaduras a
causa de la alta temperatura del reductor y el aceite.

También, antes de comenzar las labores de cambio de aceite, se debe consultar


las instrucciones del fabricante del equipo, en particular las tablas que indican qué
lubricante concreto utiliza el reductor y en cuánta cantidad.

Una vez llevados a cabo los pasos anteriores, de gran importancia en este
proceso, procederemos a identificar los tapones de carga y descarga. Como se
indica en el vídeo, el tapón de carga también puede corresponder al tapón de
ventilación. Colocaremos un recipiente debajo del reductor a la altura del tapón de
descarga. Deberemos descargar completamente el aceite.

A continuación, verteremos el aceite nuevo en el reductor hasta alcanzar el nivel,


correspondiente a la línea media del tapón testigo. Después de unos 30 minutos,
controlaremos que el nivel de aceite sea el correcto y que no haya posibles
pérdidas de aceite.

Esperamos que el artículo haya sido de vuestro interés. Para cualquier consulta
relacionada con este post, o con cualquier artículo de nuestro blog, podéis
hacernos llegar vuestras preguntas a través del formulario que encontraréis
debajo.

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