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Modelos lineales de comprensión textual

Los modelos lineales de comprensión textual, según lo dicho por Parodi, son
aquellos en el que el “proceso lector se centra en la fase de información visual o
presente en el texto escrito a partir del reconocimiento de letras y grupos de letras
y se constituye en un proceso de alta rigidez” (p. 33). Observemos como en esta
definición el autor señala directamente en qué consiste en su concepto, la
centralidad de los modelos lineales y, como una manera de ratificación de lo
expresado por él, pone en conocimiento las investigaciones en comprensión de
textos que hicieron dos académicos, para lo cual cita a Gough (1972) y Gough
(1985a; 1985b) y a LaBerge y Samuels (1974), quienes produjeron dos modelos
lineales considerados los más importantes, cuyo basamento es precisamente la
aprehensión de letras desde una percepción visual.

El primero de ellos, el de Gough, intenta exponer lo que pasa en la mente del


lector desde el momento en que mira el texto por primera vez hasta que lo lee
oralmente. Es una rápida secuencia de “fijación visual, letras asociadas a sonidos,
representación fonética de la letra o conjunto de ellas en la memoria léxica del
lector, en donde se produce el reconocimiento de la palabra” (34). Es un
procedimiento eminentemente vertical y secuencial en donde la vista es un factor
clave para determinar la imagen de la letra y que quede gravada por decirlo así en
la mente del sujeto que realiza la lectura.

El segundo modelo es el de LaBerge y Samuels, igualmente vertical, lo central de


él es “la automaticidad” y funciona a través de tres tipos de memoria que
constituyen su componente (p. 34):

“Una memoria visual encargada de analizar letras y palabras”

“Una memoria fonológica, que es la que procesa representaciones acústicas, para


que se de la asociación grafema-fonema”.

“Una memoria semántica en donde se agrupan las palabras para formar las
oraciones y ver su significado”

Parodi anota que Samuels en el año de 1977, hizo unos cambios fundamentales
en su modelo introduciendo “la interacción entre algunos de sus componentes”
(34).

Estos modelos lineales enfrentaron duras críticas según Giovanni Parodi, quien
cita a Johnson (1977) y manifiesta que una de las que se menciona es la
presencia de un “exagerado fonocentrismo” (p. 34); explica que acorde con las
investigaciones realizadas por Johnson, este concluye que “la palabra como un
todo es la unidad mínima que puede ser procesada a través de las funciones
cognitivas”; el colocar el énfasis en lo fónico y dejar un poco de lado la expresión
en opinión de Johnson (citado por Parodi) , “obstaculiza el acto de lectura” (34)
-

ADEMÁS DEL ANTERIOR CUESTIONAMIENTO, SEGÚN PARODI, “NO TODAS


LAS PALABRAS DE UN TEXTO RECIBEN UNA FIJACIÓN VISUAL” (P. ). Esto
se debe a que cuando la persona lee, “su mirada no recorre, no barre todas y
cada una de las letras del texto, sino que se ubica en sucesivos puntos de la
cadena lingüística a gran velocidad” (p. 35).

La crítica fuerte que se le hace a la mayor parte de los modelos seriales es que
“tienen la tendencia a ser modelos de comprensión de palabras o modelos de
comprensión de oraciones como unidades aisladas de procesamiento” (p. 35), es
decir, la visión que tiene Giovanni Parodi de las investigaciones que se han hecho
respecto de los modelos lineales de comprensión textual es que son modelos que
no tienen en cuenta que existe una jerarquía en el lenguaje escrito, de tal manera
que de la integración de unidades estructurales menores resultan las unidades
estructurales mayores. En consecuencia, El aislamiento impide que se dé un
avance significativo en la comprensión de textos.

Modelos interactivos (o psicolingüísticos )

La psicolingüística trajo consigo una nueva orientación en materia de comprensión


textual, lo cual significó una innovación en las teorías estructuralistas y
conductistas venidas de las concepciones teórico-científicas de Noam Chomsky
acerca del lenguaje y ocasionó una revisión de los modelos lineales de
comprensión de textos, lo que suscitó el inicio de los modelos interactivos de
comprensión.

Por tanto, Parodi cree necesario establecer una distinción entre las
investigaciones que estaban encuadras dentro de la psicolingüística como ciencia
que apenas se iniciaba y que eran de corte chomskiano y aquellas que estando
igualmente dentro de ella no se apoyaban en la gramática generativo
transformacional, pero sí lo hacían en ciencias como la psicología, la inteligencia
artificial y la computación.

En definición, según Parodi, la psicolingüística “es una ciencia que fue entendida
inicialmente como la disciplina científica cuyo objeto de estudio es la adquisición y
uso de las lenguas naturales-comprensión y producción de enunciados orales y
escritos-desde la perspectiva de los procesos mentales subyacentes…”(38)
Influenciada por la lingüística generativa transformacional y la psicología cognitiva,
la naciente psicolingüística originó que muchos estudiosos se interesaran en los
efectos que en la comprensión del lenguaje tenían los nuevos descubrimientos.

Tendencias psicolingüísticas iniciales:


-Modelos Generativos Transformacionales

Parodi cita a Pearson y Stephens (1994), autores que según él, inician los
“Modelos Generativos Transformacionales” y hablan de “la teoría derivacional de
complejidad” cuyo núcleo investigativo consiste en “llegar a predecir, en base a las
transformaciones involucradas en un corpus determinado qué oraciones serán
más difíciles de comprender ya que requerían mayor número de reglas
transformacionales desde la estructura profunda” (38-39). Cabe resaltar que
académicos como Flores D’ arcais y Schereuder (1981) citados por Parodi,
consideran que en esta investigación psicolingüística lo que se buscaba era
“explorar la realidad psicológica de los constructos lingüísticos propuestos por la
gramática generativo-transformacional, tales como la estructura de la frase y
determinadas transformaciones” (p. 39). Lo importante de estas observaciones es
la inquietud de los investigadores por saber qué ocurría en el cerebro del lector en
cuanto al grado de dificultad para comprender una oración, una frase y de qué
manera se producía la transformación a nivel profundo. Se dice que “en muchos
estudios se aplicaban transformaciones para estudiar la influencia de oraciones en
voz activa y pasiva o con reordenamiento de las clausulas en oraciones
complejas…” (39). Evidentemente se trató de una revolución de elevada
complejidad si se tiene en cuenta que se cuestionó el hecho de que se le estaba
poniendo cuidado solo a la estructura sin tener en cuenta lo que pasaba desde el
punto de vista psicolingüístico en la persona que leía.

-Primeros psicolingüistas.

En este apartado, Parodi asegura que hubo unos primeros investigadores


psicolingüistas que se constituyeron en los representantes de esta ciencia por sus
reconocidos trabajos en lectura en la década de los años sesenta. Los
psicolingüistas referenciados por Parodi son Kenneth Goodman y Frank Smith.
Opinión que comparte con otros académicos a quienes cita, tales como Herber
(1994) y Pearson y Stephens (1994).

Goodman (1994) es presentado por Parodi como un autor que “postula que el
lector es un explorador y constructor en busca del significado y que en esta tarea
hará uso de todos los recursos disponibles” (39). El aporte de Goodman es el
resultado de investigaciones desde las que se observa al lector y el rol que este
cumple al abordar la lectura en forma activa, catalogándolo como un individuo que
busca y crea a partir del texto. Este lector, según Goodman y Goodman (1994)
citado por Parodi, tiene tres claves para construir significado, reducir
ambigüedades y predecir información esencial que son: de tipo semántico,
sintáctico y grafofonemico”.

Las contribuciones de Smith (1971) a la psicolingüística, en concepto de Parodi,


son las siguientes (40):
-Cada sujeto que aprende a leer lo hace como parte de una comunidad letrada y
por tanto se aprende a leer leyendo

-La enseñanza debe ser global e integradora y en la que el sujeto aprenda a leer
como parte de un crecimiento social más amplio.

-Los buenos lectores son capaces de arriesgarse a establecer predicciones antes


y durante la lectura. Muchos de estos procesos se basan mayoritariamente, en sus
conocimientos anteriores.

-La lectura como proceso de naturaleza sociolingüística es eminentemente


constructivo, es decir, la comprensión del texto es un proceso predictivo y de toma
de decisiones en que el sujeto trabaja activamente en la construcción del
significado en base a información visual, pero con particular atención a
conocimientos previos disponibles.

Teoría de los esquemas

Dice Rumelhart (1980) citado por Parodi que “en términos generales un esquema
es una estructura representativa de los conceptos genéricos almacenados en la
memoria del sujeto, o sea, que equivale a un tipo de información prototípica que
se elabora y almacena a lo largo de la vida” (p. 42). A partir de esta definición,
Parodi elabora un interesante concepto acerca de la comprensión de textos y la
concibe como “un proceso interactivo entre los esquemas de conocimiento del
lector y la información del texto. Las dos formas de conocimiento, ascendente y
descendente quedan englobadas en la idea de que, cuando un sujeto lee, debe
hacer uso de todos los recursos disponibles, atendiendo a los datos del texto
como activando en su memoria la información necesaria.

En la anterior definición es importante entender la unión indisoluble que existe


entre los conocimientos previos o esquemas mentales que tiene el lector y la
información nueva que le aporta el texto, proceso en el que el individuo que lee es
recursivo y puede alternar el uso de lo ascendente y lo descendente según sea.

Parodi explica que la comprensión interactiva es un procesamiento de lectura en


paralelo, anotación que sienta una diferencia completamente definitiva respecto de
la lectura modular o en serie, tipo estructuralista. Dice el mencionado autor que

“la visión interactiva del proceso de comprensión es lo que constituye los


llamados –modelos interactivos de lectura-. Lo que el lector ve en el texto y los
conocimientos que él mismo aporta son dos subprocesos simultáneos y en
estrecha interdependencia. Este tipo de procesamiento en paralelo, de forma
claramente alejada de la recepción pasiva implicada en la concepción de la lectura
como proceso ascendente-guiado exageradamente por los datos del texto-
evidencia un lector como procesador muy activo que utiliza información de origen
muy variado con el fin de dar coherencia al escrito, reconstruyendo los significados
textuales en una interpretación basada en sus propios marcos conceptuales y a
partir de su conocimiento del mundo…” (p.42).

Los esquemas de conocimiento tienen un papel muy importante para el ser


humano, porque en consideración de Parodi, “el sujeto los organiza a lo largo de
toda la vida y eso les permite interpretar, contrastar y analizar gran parte de la
información que se le presenta” (43)

En relación con la postura anterior, Parodi cita igualmente a Nist y Mealey (1991)
quienes agregan que “la importancia de la teoría de los esquemas radica en que
en el proceso de lectura es posible distinguir seis funciones que un esquema
puede cumplir:

a) Proveer marco ideacional. Entrega una referencia para organizar la información


entrante y la que se activa desde los diversos sistemas de memoria.

b) Permitir la atención selectiva. Ayuda al lector a seleccionar la información


importante desde el texto.

c) Contribuir al proceso inferencial. Permite la recuperación de información


implícita en el texto como un mecanismo que provee conocimientos previos.

d) Permitir la búsqueda ordenada de información en la memoria. Dado que el


esquema actúa como un paquete prototípico de cierta información, el lector es
guiado hacia la información que requiere recuperar para hacer coherente el texto.

f) Permitir la reconstrucción inferencial. Ayuda a superar los vacios de memoria


que puede tener el lector, permitiendo la generación de hipótesis a cerca de la
información faltante.

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