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Cod. Cond. Pol. Bol.
Cod. Cond. Pol. Bol.
septiembre de 1995
CÓDIGO DE CONDUCTA POLICIAL
I. INTRODUCCIÓN.
“La Policía Nacional como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la
sociedad, la conservación del orden público y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio
nacional. Ejerce la función policial de manera integral y bajo mando único, en conformidad
con su Ley Orgánica y las leyes de la República”
.
La Ley Orgánica de la Policía Nacional contiene las normas y conceptos doctrinarios que rigen
el actual desenvolvimiento institucional, cuya multiplicidad de funciones descansa sobre
marcos fundamentales, éticos y disciplinarios, que obligatoriamente deben ser observados y
aceptados por todos sus miembros. La vida institucional de la Policía Nacional, descansa en la
disciplina como base y fundamento; en consecuencia, sus componentes como elementos
formados dentro de una escuela altamente cívica están sometidos a una sólida disciplina para
responder con renunciamiento y sacrificio en el ejercicio de su misión, la misma que se orienta
hacia el decantamiento del honor policial, que es la virtud ética que obliga al estricto
cumplimiento del deber, constituyendo éste la propia dignidad moral para ejercitar los valores
axiológicos, profesionales y sociales que norman y garantizan un comportamiento ejemplar
del policía en toda circunstancia. Es un bien que debe ser cuidadosamente conservado y
respetado en su verdadera dimensión.
El sentimiento del honor, es la fuerza anímica que impulsa a todo policía al fiel cumplimiento
del deber. Las faltas contra el honor policial, dañan gravemente el prestigio institucional. Los
Reglamentos de la Policía Nacional, tienen como basamento: la Constitución Política del
Estado y la Ley Orgánica, que viabilizan la disciplina y el adecuado funcionamiento de la
Institución.
El Comando General de la Policía Nacional, está consciente de que sus miembros, llevan a
cabo sus importantes funciones con dignidad, pero también cae en cuenta que el ejercicio de
esas funciones, entraña posibilidad de abuso e infracciones a los Reglamentos.
Por tales circunstancias se establece la necesidad imperiosa de adecuar el ”Código de
Conducta Policial”, en concordancia con la política de moralización impuesta por el Gobierno
Nacional. Asimismo, la Institución del Orden está obligada a exigir el cumplimiento de sus
disposiciones reglamentarias vigentes a través de un Cuerpo de Control Policial encargado de
cuidar el comportamiento adecuado y la conducta de todos sus miembros.
El presente “Código de Conducta Policial”, está basado sobre el Código de Conducta para
miembros encargados de hacer cumplir la Ley, aprobado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en fecha 17 de diciembre de 1979, mediante Resolución No. 34/169; de 8
Artículos, y cada uno de ellos contiene un comentario que facilita la interpretación del Código
dentro del marco de la Ley y el ejercicio de las funciones policiales.
a. Los derechos humanos a que se hace referencia, están determinados y protegidos por
el derecho nacional e internacional. Entre los instrumentos internacionales
pertinentes están: La Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración
de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
racial, las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos y la Convención de
Viena sobre Relaciones Consulares.
b. En nuestro país, existen disposiciones constitucionales que delimitan y protegen los
Derechos Humanos.
Artículo 3°.- Los miembros de la Policía Nacional podrán usar la fuerza sólo cuando sea
estrictamente necesario y en la medida que lo requiera la exigencia del servicio.
Comentario
a. En esta disposición se subraya que el uso de la fuerza por los miembros de la Policía
Nacional, debe ser excepcional; si bien implica que los funcionarios encargados de
hacer cumplir la ley, pueden usar la fuerza en la medida en que razonablemente sea
necesaria según las circunstancias, para la prevención de un delito, para efectuar la
detención legal de delincuentes o presuntos delincuentes o para ayudar a efectuarla;
no podrá usarse cuando exceda esos límites
b. En ningún caso debe interpretarse que esta disposición autoriza, el uso de un grado de
fuerza desproporcionado, al objetivo legítimo que se busca lograr.
c. El uso de armas de fuego se considera una medida extrema; consiguientemente,
deberá considerarse los riesgos que entraña el uso de éstas, especialmente en
intervenciones que involucran a niños. En general, no deberán emplearse armas de
fuego, excepto cuando una determinada acción ponga en peligro, de algún modo, la
vida de otras personas y no pueda reducirse o detenerse, aplicando medidas menos
extremas.
“Se entenderá por tortura, todo acto por el cual un funcionario público u otra persona
a instigación suya imponga intencionalmente a una persona penas o sufrimientos
graves ya sean físicos o mentales con el fin de obtener de ella o de un tercero
información o una confesión; de castigarla por un acto que haya cometido o de
intimidar a esa persona o a otras”
.
No se consideran torturas las penas que sean consecuencia de la privación legítima de
la libertad o inherentes a ésta, en la medida en que estén en consonancia con las
reglas, normas y procedimientos legales.
Artículo 6°.- Los miembros de la Policía Nacional, asegurarán la plena protección de la
salud de las personas bajo su custodia y en particular, tomarán medidas inmediatas para
proporcionar atención médica cuando se precise.
Comentario